31999D0592

1999/592/CECA: Decisión de la Comisión, de 9 de diciembre de 1998, sobre una ayuda que Alemania tiene intención de conceder a la empresa MCR Gesellschaft für metallurgisches Recycling mbH, con sede en Eberswalde (Brandeburgo) [notificada con el número C(1998) 4277] (Texto pertinente a efectos del EEE) (El texto en lengua alemana es el único auténtico)

Diario Oficial n° L 224 de 25/08/1999 p. 0010 - 0015


DECISIÓN DE LA COMISIÓN

de 9 de diciembre de 1998

sobre una ayuda que Alemania tiene intención de conceder a la empresa MCR Gesellschaft für metallurgisches Recycling mbH, con sede en Eberswalde (Brandeburgo)

[notificada con el número C(1998) 4277]

(El texto en lengua alemana es el único auténtico)

(Texto pertinente a efectos del EEE)

(1999/592/CECA)

LA COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS,

Visto el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero y, en particular, la letra c) de su artículo 4,

Vista la Decisión n° 2496/96/CECA de la Comisión, de 18 de diciembre de 1996, por la que se establecen normas comunitarias relativas a las ayudas estatales en favor de la siderurgia(1) y, en particular, su artículo 3,

Tras instar a los interesados a que formularan sus observaciones con arreglo a las citadas disposiciones y teniendo en cuenta dichas observaciones,

Considerando lo siguiente:

I. PROCEDIMIENTO

Por carta de 29 de abril de 1997, Alemania notificó a la Comisión su intención de conceder a la empresa MCR Gesellschaft für metallurgisches Recycling mbH, con sede en Eberswalde (en lo sucesivo denominado "MCR") una ayuda destinada a la protección del medio ambiente. El proyecto se notificó en virtud del artículo 6 de la Decisión n° 2496/96/CECA (en lo sucesivo denominado "el Código de ayudas a la siderurgia").

Por cartas de 22 de mayo, 11 de julio y 1 de octubre de 1997, la Comisión solicitó información adicional, que fue facilitada por las autoridades alemanas mediante cartas de 20 de junio, 24 de septiembre y 23 de octubre de 1997.

Con carta de 19 de enero de 1998, la Comisión comunicó a Alemania su decisión de incoar el procedimiento del apartado 5 del artículo 6 del Código de ayudas a la siderurgia respecto de la ayuda proyectada.

Asimismo, en virtud del segundo párrafo del apartado 4 del artículo 6 del Código de ayudas a la siderurgia, ordenó la suspensión del pago de una ayuda regional a la inversión autorizada en 1994.

En diciembre de 1994, la Comisión había autorizado una ayuda regional a la inversión destinada a ese mismo proyecto. Basó tal autorización en los artículos 1 y 5 de la Decisión n° 3855/91/CECA de la Comisión, de 27 de noviembre de 1991, por la que se establecen normas comunitarias relativas a las ayudas para la siderurgia(2) (en lo sucesivo denominado "el Código de ayudas a la siderurgia de 1991"). Conforme al párrafo segundo del apartado 3 del artículo 1 de dicho Código, las ayudas en virtud del artículo 5 habían de desembolsarse antes del 31 de diciembre de 1994.

La Comunicación relativa a la decisión de incoar el procedimiento se publicó en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas(3). Con tal ocasión, la Comisión invitó a todos los interesados a que formularan sus observaciones.

Recibió los comentarios de algunos interesados y los transmitió al Gobierno alemán para que se pronunciara al respecto; éste respondió mediante carta de 7 de julio de 1998.

Alemania facilitó información adicional por cartas de 27 de febrero, 12 de junio, 21 de agosto, 18 de septiembre, 27 de octubre, 4 de noviembre, 11 de noviembre y 12 de noviembre de 1998.

II. DESCRIPCIÓN DETALLADA DE LA AYUDA PROYECTADA

La ayuda está prevista para una nueva instalación de reciclado de vehículos para desguace y residuos de piezas de metal. Alemania comunicó que, con el procedimiento utilizado por MCR, la protección del medio ambiente iba más allá de lo que imponen las normas medioambientales actualmente vigentes.

La notificación se refería a un proyecto de ayuda medioambiental en forma de subvención del tipo de interés de dos préstamos en favor de MCR. Uno de estos préstamos, por importe de 65 millones de marcos alemanes, estaba previsto que se concediera en el marco del programa ECR de créditos para el medio ambiente, a un tipo de interés fijado en el 4,75 % para un período de diez años. Dicho préstamo tenía una duración de veinte años con un período de carencia de cinco años. El otro préstamo, por valor de 32 millones de marcos alemanes, se iba a conceder en el marco del programa DtA de créditos para el medio ambiente. En este caso, se fijó un tipo del 5,93 % durante diez años, una duración de veinte años y un período de carencia de tres años. El Estado federado de Brandeburgo tenía intención de asumir sendas garantías del 80 % sobre los citados préstamos.

Alemania ha modificado el proyecto de ayuda en el transcurso del procedimiento. El tipo de interés efectivo del préstamo de 65 millones de marcos alemanes se ha reducido al 3,8 %. En cuanto al préstamo de 32 millones de marcos alemanes, Alemania se ha comprometido a no aplicar un tipo de interés que se sitúe por debajo del tipo de referencia aplicable en el momento de la concesión del préstamo a los créditos con una duración de entre cinco y diez años. Además, se cubre mediante garantía el 80 % de una cantidad de hasta 67976000 marcos alemanes, que constituye el importe máximo subvencionable. Contrariamente a lo señalado con motivo de la incoación del procedimiento, MCR pagará una comisión en concepto de la garantía. Dicha garantía se concede en el marco del programa de garantías del Gobierno federal en favor de empresas privadas, que fue autorizado por la Comisión mediante sus Decisiones relativas a las ayudas N 81/93 y N 297/91. La comisión asciende al 0,5 % anual del importe del préstamo, a la que viene a añadirse un pago único de constitución de 25000 marcos alemanes.

Al incoar el procedimiento, la Comisión señaló que la subvención del tipo de interés de ambos préstamos constituía una ayuda estatal equivalente a la diferencia entre el tipo de interés aplicado y el tipo de referencia a largo plazo, fijado en el 6,15 % (éste se rebajó el 1 de noviembre de 1998 al 5,41 %). La Comisión consideró que la garantía también contenía un elemento de ayuda estatal.

La Comisión incoó el procedimiento puesto que, con la información que le fue remitida en su momento, no podía determinar la diferencia entre los costes de inversión que imponía la protección del medio ambiente y los costes básicos de inversión. Además, tampoco estaba en condiciones de examinar la proporcionalidad de la ayuda, es decir, no podía comparar el importe de la ayuda con la mejora medioambiental alcanzada y el coste de inversión necesario a tal fin.

Por lo demás, Alemania adujo que las nuevas instalaciones de producción permitirían un ahorro energético en torno al 50 %. Sin embargo, la ventaja resultante de este ahorro no fue tomada en consideración a la hora de calcular los costes subvencionables.

La Comisión dudaba, asimismo, de que el proyecto superara con mucho el cumplimiento de las normas medioambientales vigentes. Esta duda estaba tanto más fundada por cuanto el mismo proyecto ya había sido examinado en 1994 sobre la base del artículo 5 del Código de ayudas a la siderurgia de 1991 en lo relativo a una ayuda regional a la inversión.

Por último, la Comisión también albergaba serias dudas en cuanto a que la subvención a la inversión autorizada en 1994 siguiera siendo compatible con el mercado común, dado que en el nuevo Código de ayudas a la siderurgia - a diferencia del de 1991- no hay ningún fundamento jurídico para ayudas regionales a la inversión en Alemania (oriental). Se descubrió que la ayuda regional a la inversión no había sido desembolsada para el 31 de diciembre de 1994, pero que posiblemente iba a ser pagada de inmediato tras la correspondiente solicitud por parte de MCR. Por esta razón, la Comisión ordenó la suspensión de su desembolso hasta que adoptara una decisión definitiva sobre dicha subvención a la inversión.

III. OBSERVACIONES DE LOS TERCEROS INTERESADOS

La Comisión recibió comentarios de cuatro interesados. Mientras que Usinor, Lech-Stahlwerke GmbH y Neue Maxhütte Stahlwerke GmbH le sugerían una decisión negativa, Federec Metal formuló sus dudas en cuanto a las ventajas esperadas en lo relativo a la protección del medio ambiente.

En las observaciones se cuestiona que el coste de las medidas medioambientales pueda ascender a 97 millones de marcos alemanes. Además, se hace mención de intentos previos fallidos de reciclado de chatarra en el sector siderúrgico y se afirma que MCR no estará en condiciones de fabricar productos semiacabados de acero.

En los comentarios se utiliza el argumento de que el proyecto no es rentable y, por tanto, no es subvencionable, y se remite a una investigación de Roland Berger, que en 1994 llegó a la conclusión de que un proyecto de reciclado no podía ser rentable. Además, se argumenta que el proyecto de MCR en 1994 aún podía parecer rentable, pero que en la actualidad ya no lo era debido a la evolución de precios de la chatarra, a problemas cualitativos de los productos semiacabados y a los precios de eliminación de residuos plásticos. Se afirma que, por esta razón, el Estado tendrá que intervenir como garante y que, así, se falseará la competencia a largo plazo. Por lo demás, se señala que la mera subvención a la inversión de 24 millones de marcos alemanes ya es suficiente para mejorar unas instalaciones existentes con objeto de que puedan respetarse los valores de emisión establecidos en el decimoséptimo Decreto federal alemán de protección contra las emisiones (17. BundesImmissionsschutzVerordnung, BlmSchV).

Por lo demás, en las observaciones se duda de que el procedimiento de MCR sea respetuoso con el medio ambiente, puesto que liberará importantes volúmenes de gases residuales, que también deberían ser tratados conforme a las disposiciones medioambientales vigentes. Por otra parte, se señala que las repercusiones sobre el medio ambiente tendrían que medirse en función de las normas medioambientales obligatorias previstas para el futuro. Se aduce que, por tanto, sería conveniente comparar estas repercusiones con las normas vigentes en Francia en virtud del "Accord cadre sur le traitement des véhicules hors d'usage".

Por último, se insiste en la necesidad de respetar el Código de ayudas a la siderurgia de 1991, lo cual implica que MCR no puede recibir la ayuda regional a la inversión autorizada en 1994.

IV. OBSERVACIONES DE LAS AUTORIDADES ALEMANAS

Por lo que se refiere a las características medioambientales del proyecto, Alemania señala que el procedimiento de MCR producirá muchas menos emisiones de las que actualmente permite la ley. La empresa siderúrgica MCR está sujeta al cuarto Decreto BImSchV, y no al decimoséptimo, como se indicó con motivo de la incoación del procedimiento; este último Decreto es aplicable a las instalaciones de combustión. Del cuadro que figura a continuación pueden deducirse las diferencias en términos de emisiones entre lo establecido en el cuarto Decreto BImSchV y los valores correspondientes a MCR:

Emisiones de MCR frente a lo establecido en el cuarto Decreto BImSchV

>SITIO PARA UN CUADRO>

Según los datos facilitados por Alemania, el decimoséptimo Decreto BImSchV es la norma jurídica más severa de Europa, y las emisiones correspondientes al procedimiento de MCR se sitúan entre un 20 y un 60 % por debajo de los valores establecidos en el mismo.

Al margen de los reducidos valores de emisión, el propio procedimiento de reciclado es respetuoso con el medio ambiente, puesto que se trata de un proceso integral de eliminación completa y ambientalmente sostenible de chatarra de vehículos y otro tipo de chatarras problemáticas.

En la actualidad, los vehículos de motor destinados a ser desmontados y tratados con vistas a su reutilización en la siderurgia como materia prima para la alimentación de hornos de arco se envían a una planta de desguace y trituración (los llamados shredder). Al final del proceso de desguace, se desmontan los motores, las ruedas, etc., pero también se generan residuos en forma de material orgánico (plásticos, pinturas, etc.) que previamente formaban parte de los vehículos. Según la información facilitada por las autoridades alemanas, cada año deben depositarse en vertederos unas 600000 toneladas de este tipo de residuos altamente tóxicos.

En la planta de MCR, los tipos de chatarra más contaminados, que no pueden transformarse con los procedimientos actualmente conocidos, se vuelven a insertar en el circuito económico de las materias primas secundarias, como el cinc o el plomo, mediante una transformación física muy específica y su tratamiento en un procedimiento de fundición a altas temperaturas y de bajo consumo energético. Una vez eliminados los líquidos y determinados componentes del vehículo, el resto se compacta en forma de paquete y se entrega a fundición. Las materias orgánicas aún presentes en este paquete se transforman en coque y se utilizan como fuente de energía altamente concentrada. Como la energía se libera en el centro del horno de fusión, el proceso requiere una menor aportación de energía exterior, lo que da lugar al presunto ahorro energético de hasta un 50 %.

En comparación con los procedimientos de eliminación y reciclado actualmente conocidos, el procedimiento MCR produce los resultados siguientes:

- un ahorro significativo de energía primaria (hasta el 50 %),

- un nivel de emisiones muy inferior a los límites máximos autorizados,

- la no producción de residuos, incluidas las fracciones ligeras de la trituración, que en parte son muy tóxicas.

Con objeto de hacer hincapié en las ventajas medioambientales del proyecto, se llama la atención sobre el hecho de que el propio procedimiento desarrollado por MCR contribuye a la realización de un objetivo comunitario de política medioambiental. Como es sabido, las sustancias altamente tóxicas pueden contaminar las aguas superficiales y las capas freáticas. Por esta razón, en las disposiciones sobre residuos internacionales, comunitarias y nacionales se catalogan como peligrosos los residuos de la trituración, según puede apreciarse asimismo en la propuesta de Directiva del Consejo relativa a los vehículos para desguace, de 9 de julio de 1997(4). Entre los objetivos prioritarios de dicha propuesta figura la concepción de estrategias y medidas para evitar este tipo de residuos. En el Convenio de Basilea sobre el traslado de residuos peligrosos también se consideran peligrosas las fracciones ligeras de la trituración.

Por otra parte, Alemania alega que el procedimiento de MCR reduce al mínimo los gases residuales, al evitar tanto el suministro de aire suplementario durante el proceso como la utilización de aire para enfriar los gases. A diferencia de otras técnicas, MCR empleará un sistema cerrado para tratar los gases residuales producidos en su instalación. Los gases se someterán a un proceso de limpieza en varias etapas, mediante su introducción en una línea de limpieza de fases múltiples. A raíz de ello, las emisiones de gases y de sus componentes podrán reducirse en un 90 % frente a las emisiones de otros procesos comparables.

Por lo que concierne a la proyectada concesión de préstamos con un tipo de interés subvencionado, Alemania argumenta que el criterio económicamente relevante para la determinación de un tipo de interés es el plazo de vigencia del tipo fijado para un préstamo y no la duración de este último. A pesar de que la duración de los préstamos de 65 y 32 millones de marcos alemanes es de veinte años, su tipo de interés sólo se ha fijado para un período de diez años. En caso de que los préstamos se mantengan más allá de ese plazo de diez años para el que se ha fijado el tipo de interés, se habrán de renegociar las condiciones de los mismos. El prestatario tiene el derecho de poner fin sin más a la relación crediticia una vez transcurridos diez años. En caso contrario, el tipo de interés se ajustaría a los tipos del mercado. Por ello, las autoridades alemanas alegan que la evaluación del elemento de ayuda debe basarse en los tipos de referencia a cinco y diez años y no en los tipos de referencia a largo plazo.

Contradiciendo la información disponible en el momento de la incoación del procedimiento, Alemania comunicó a la Comisión que la garantía subsidiaria del 80 % estaba sujeta al pago de una comisión del 0,5 % anual del importe del préstamo, así como a un pago único de constitución de 25000 marcos alemanes.

En respuesta a la solicitud cursada por la Comisión en el momento de la incoación del procedimiento, las autoridades alemanas han desglosado con exactitud los costes de inversión necesarios para aumentar la protección medioambiental y construir una nueva planta de producción de idéntica capacidad adaptada a las disposiciones legales sobre medio ambiente. Según la información facilitada, los costes adicionales ascienden a 69810000 marcos alemanes.

>SITIO PARA UN CUADRO>

Al incoar el procedimiento, la Comisión advirtió que la disminución en los costes de producción -por ejemplo, en los costes energéticos- había de deducirse de los costes subvencionables. Según la información facilitada por las autoridades alemanas, puede considerarse realista la previsión de un ahorro energético anual situado entre los 500000 y los 600000 marcos alemanes. En cambio, debido a la mayor complejidad del procedimiento, se espera un aumento de los costes de mantenimiento y funcionamiento de entre 300000 y 350000 marcos alemanes. Partiendo de un período de diez años, el ahorro total de los costes de producción se cifra actualmente en 1834000 marcos alemanes. Por consiguiente, el importe que puede optar a una ayuda medioambiental asciende a 67976000 marcos alemanes.

Alemania considera que MCR obtuvo la subvención a la inversión autorizada en el marco del asunto N 671/94 antes del 31 de diciembre de 1994, puesto que, mediante carta de 27 de diciembre de 1994, se comunicó a la empresa que le había sido concedida una subvención a la inversión por valor de 24092500 marcos alemanes. Según los datos facilitados por el banco de inversiones del Estado federado de Brandeburgo, este importe fue abonado en la cuenta de MCR el 30 de diciembre de 1994. Se acordó que la cuenta no sería cancelada por ninguna de las dos partes. MCR puede retirar dinero de esta cuenta, pero tiene que demostrar que ha realizado las inversiones correspondientes, y la entidad subvencionadora no puede ejercer un control sobre los importes retirados. Así pues, dicha entidad no tiene acceso al capital ingresado en esta cuenta en favor de MCR. Por ello, Alemania considera inadecuado evaluar esta subvención a la inversión en el marco del presente procedimiento conforme al apartado 5 del artículo 6 del Código de ayudas a la siderurgia.

En su comentario a las observaciones de los terceros, Alemania señala que ya no es válido el argumento de que los 97 millones de marcos alemanes representan una cantidad demasiado elevada, puesto que entretanto ha reducido el importe subvencionable. Además, remite a los efectos positivos del proyecto sobre el medio ambiente. Las emisiones de MCR estarán muy por debajo de lo establecido en las normas medioambientales y, además, serán entre un 20 % y un 60 % inferiores a los valores fijados en el decimoséptimo Decreto BImSchV. Las autoridades alemanas afirman, asimismo, que en una planta de producción tradicional de características similares no sería posible realizar un ahorro de energía (primaria) ni podría excluirse la generación de residuos peligrosos de la trituración, cuya eliminación sigue siendo extremadamente compleja para las autoridades locales competentes. La universidad técnica de Clausthal-Zellerfeld ha elaborado un dictamen independiente según el cual el procedimiento de MCR constituye una solución inteligente a este problema y, al mismo tiempo, colma una laguna tecnológica en lo relativo al tratamiento de tales sustancias. Por lo demás, Alemania vuelve a hacer hincapié en que el procedimiento de MCR da lugar a una significativa reducción de las emisiones de gases.

Es cierto que el procedimiento en sí no está destinado a la producción de acero sino que cumple, ante todo, una función de eliminación cuyo resultado es la recuperación y el reciclado de materia prima, con el consiguiente ahorro de recursos. Al mismo tiempo, se evitan los residuos peligrosos que genera la trituración. El proceso de fusión integrado en el procedimiento de MCR, junto al tratamiento ulterior del material reciclado, da lugar a un producto comercializable que, por su calidad, es comparable al de una acería eléctrica convencional y que resulta plenamente apropiado para su reutilización, por ejemplo en un tren de laminación. La calidad del acero de construcción obtenida es la St 37.

En el estudio de Roland Berger citado por Neue Maxhütte Stahlwerke GmbH no se concluye, como afirma esta empresa, que el proceso de reciclado metalúrgico es antieconómico por principio, sino que se señala que no son realistas los parámetros utilizados para el proyecto de Neue Maxhütte ni la configuración planificada. Por otra parte, el procedimiento de MCR no puede compararse con el proyecto examinado por Roland Berger para Neue Maxhütte Stahlwerke.

Alemania considera que las observaciones sobre la falta de rentabilidad de MCR son inciertas puesto que parten de supuestos equivocados. Contrariamente a lo que ocurre en una línea de horno eléctrico, el procedimiento de MCR no utiliza chatarra de trituración (cuyo coste actual real es superior a los 200 marcos alemanes por tonelada) y no genera costes de eliminación derivados del propio procedimiento. MCR no utilizará más de unas 90000 toneladas anuales de chatarra de automóviles y otros tipos de chatarra problemática. La chatarra de automóviles procederá casi exclusivamente de fuentes cercanas al emplazamiento de la empresa y, por tanto, apenas incidirá en las condiciones de suministro en la región sur de Alemania. El plan de actividad elaborado por Price Waterhouse llega a la conclusión de que se trata de una inversión económicamente razonable que constituye, además, un importante paso adelante en materia medioambiental, que abarca incluso el establecimiento de nuevos parámetros en lo relativo al tratamiento de sustancias ecológicamente nocivas. Este mismo objetivo se persigue también con la propuesta de una Directiva sobre vehículos para desguace.

Las autoridades alemanas llaman la atención sobre el hecho de que el grupo Aichner, incluyendo Neue Maxhütte Stahlwerke GmbH y Lech Stahlwerke GmbH, participa tanto en una planta de incineración de residuos como en un vertedero subterráneo, a los que, en caso de utilizarse otras tecnologías de eliminación de residuos, se enviaría un volumen más reducido de fracciones ligeras de trituración.

V. EVALUACIÓN DE LA AYUDA

Dado que MCR fabrica un producto que figura en el anexo I del Tratado CECA, la ayuda estatal notificada ha de ser evaluada en el marco de dicho Tratado. La letra c) del artículo 4 del Tratado CECA prohibe explícitamente todo tipo de ayudas estatales. En el Código de ayudas a la siderurgia se contempla una excepción a dicha disposición.

Uno de los objetivos del Código de ayudas a la siderurgia es garantizar que la industria siderúrgica acceda en las mismas condiciones que otros sectores industriales a las ayudas de medio ambiente. Con arreglo a su artículo 3, las ayudas para la protección del medio ambiente pueden considerarse compatibles con el mercado común si se ajustan a las normas establecidas en las Directrices comunitarias sobre ayudas estatales en favor del medio ambiente(5) (en adelante denominadas "las Directrices") y a los criterios para su aplicación a la industria siderúrgica CECA especificados en el anexo del citado Código.

Con arreglo al punto 3.2.1 de las Directrices pueden autorizarse, dentro de los límites que establecen las propias Directrices, las ayudas a la inversión en terrenos, edificios, instalaciones y bienes de equipo cuyo fin sea reducir o eliminar la contaminación y otros efectos nocivos en aras de la protección del medio ambiente. Los costes subvencionables se limitan estrictamente al coste financiero adicional necesario para alcanzar los objetivos medioambientales. Quedan excluidos los costes generales de inversión que no puedan ser atribuidos a la protección del medio ambiente. Por tanto, si se crean nuevas instalaciones o se sustituyen unas por otras, no es subvencionable el coste de la inversión inicial si se destina exclusivamente a crear o sustituir la capacidad productiva sin aumentar la protección del medio ambiente.

En virtud de la sección B del punto 3.2.3 de las Directrices, las ayudas a la inversión destinadas a alcanzar un nivel de protección del medio ambiente sustancialmente superior al previsto por las normas obligatorias pueden autorizarse hasta un máximo del 30 % del coste subvencionable. El nivel de ayuda efectivamente concedido a tal fin debe ser proporcional a la mejora ambiental conseguida y a la inversión necesaria.

El anexo del Código de ayudas a la siderurgia contiene condiciones y salvaguardas estrictas con objeto de evitar la concesión de ayudas ocultas a la inversión para nuevas plantas o inversiones so pretexto de que se trata de ayudas para la protección del medio ambiente. Cuando se conceda una ayuda para fomentar que las empresas mejoren considerablemente la protección del medio ambiente y tal ayuda no sea otorgada en el marco de una inversión para sustituir instalaciones antiguas, el inversor debe probar que adoptó la decisión inequívoca de alcanzar niveles de protección más elevados, lo cual implicaba una inversión adicional y significa, por tanto, que existía una solución menos costosa. Cualquier ventaja en forma de menores costes de producción debido a dicha mejora considerable ha de ser deducida del coste que se considere subvencionable conforme a la sección B del punto 3.2.3 de las Directrices.

Inicialmente, Alemania afirmaba que de la inversión total de 130,1 millones de marcos alemanes, 97 millones podían considerarse necesarios para superar de forma significativa las normas obligatorias de medio ambiente. No distinguía entre inversiones necesarias para la mejora del medio ambiente e inversiones básicas. Sin embargo, en el transcurso del procedimiento, las autoridades alemanas presentaron una detallada comparación del coste de una instalación de MCR más respetuosa con el medio ambiente y el coste más reducido de una instalación de capacidad similar ajustada a las normas medioambientales vigentes. Dicho de otra manera, esto implica que el coste inicial de las inversiones en instalaciones nuevas o de sustitución no es subvencionable, puesto que está exclusivamente destinado a crear o sustituir la capacidad productiva sin aumentar la protección del medio ambiente. Por otra parte, la existencia de otra solución menos costosa viene a demostrar que se ha optado inequívocamente por normas más estrictas que implican una inversión adicional. Además, la Comisión ha evaluado el ahorro total en concepto de costes de producción derivado del aumento considerable de los niveles de protección y lo ha restado del coste subvencionable, conforme a lo dispuesto en el Código de ayudas a la siderurgia. La observación de los terceros de que el proyecto no es rentable no resulta convincente para la Comisión, dado que tal apreciación aparentemente se funda en datos inexactos. Por consiguiente, sobre la base de la información facilitada por las autoridades alemanas, la Comisión ha llegado a la conclusión de que el importe de 67976000 marcos alemanes es subvencionable.

En el momento de la incoación del procedimiento, la Comisión dudaba de que el proyecto diera lugar a una mejora considerable en comparación con las normas medioambientales vigentes. Las normas medioambientales aplicables a la empresa siderúrgica MCR están recogidas en el cuarto Decreto BImSchV. Las emisiones de MCR serán muy inferiores a las establecidas en dichas normas e incluso se situarán por debajo (entre un 20 y un 60 %) de las disposiciones más severas del decimoséptimo Decreto BImSchV. La Comisión ha de evaluar el procedimiento de MCR a la luz de la normativa vigente y no puede hacerlo, como proponía una tercera parte, a la luz de posibles normas futuras. Por lo demás, la Comisión reconoce la importancia del reciclado de residuos tóxicos por parte de MCR y considera, en consecuencia, que el proyecto puede optar a una ayuda para la protección del medio ambiente.

Al evaluar el elemento de ayuda, la Comisión primero comparó el tipo de interés del préstamo a veinte años con el tipo de referencia a largo plazo. Sin embargo, acepta el argumento de Alemania de que en este caso se ha de aplicar el tipo de referencia a cinco años para los préstamos con una duración entre cinco y diez años, puesto que el interés sólo se ha fijado por un período de diez años.

La subvención del tipo de interés del préstamo de 65 millones de marcos alemanes, que consiste en la diferencia entre el tipo del 3,8 % y el tipo de referencia del 4,87 %, alcanza una intensidad de ayuda de 7,85 y del 7,5 %, tomando en consideración el importe subvencionable total. En este cálculo se tiene en cuenta que las condiciones del préstamo de 65 millones de marcos alemanes se renegociarán una vez transcurrido el plazo de diez años y se parte de la hipótesis de que el préstamo se concederá al tipo de interés del mercado. Dado que Alemania está dispuesta a otorgar el préstamo de 32 millones de marcos alemanes aplicando el tipo de referencia a cinco años vigente en el momento de la concesión del mismo, la Comisión considera que dicho préstamo no constituye una ayuda estatal. Asimismo, estima que la intensidad de ayuda de la garantía subsidiaria del 80 % por un máximo de 67976000 marcos alemanes asciende al 0,5 %. Por consiguiente, la intensidad total de la ayuda para la protección del medio ambiente suma un 8 % y, de esta manera, se sitúa por debajo del límite máximo del 30 % fijado en las Directrices. Habida cuenta de la considerable mejora en comparación con las normas vigentes, la Comisión llega a la conclusión de que el importe de la ayuda concedida es proporcional a la mejora ambiental conseguida y a la inversión necesaria a tal fin.

Partiendo de la información facilitada por las autoridades alemanas de que la subvención de la inversión autorizada en el marco del Código de ayudas a la siderurgia de 1991 se ingresó el 30 de diciembre de 1994 en una cuenta en favor de MCR y de que la entidad subvencionadora dejó de tener acceso a ese capital, la Comisión considera que MCR obtuvo la subvención antes del 31 de diciembre de 1994. Como la ayuda se desembolsó conforme a lo dispuesto en el Código de ayudas a la siderurgia de 1991, la Comisión retira su orden de suspensión del pago de la ayuda conforme al apartado 4 del artículo 6 del Código de ayudas a la siderurgia.

VI. CONCLUSIÓN

Por consiguiente, la Comisión concluye que el préstamo de 65 millones de marcos alemanes y la garantía del 80 % sobre préstamos por un máximo de 67976000 marcos alemanes en favor de inversiones gracias a las cuales se superan con creces las normas medioambientales en vigor pueden ser autorizados en virtud del artículo 3 del Código de ayudas a la siderurgia. Asimismo, considera que el préstamo de 32 millones de marcos alemanes no representa una ayuda estatal. Por otra parte, retira su orden de suspensión en lo relativo a la ayuda de inversión regional de 24092500 marcos alemanes. Con todo, estima que Alemania debería comunicarle las nuevas condiciones del préstamo de 65 millones de marcos alemanes en caso de que éste se mantenga una vez transcurrido el plazo de diez años,

HA ADOPTADO LA PRESENTE DECISIÓN:

Artículo 1

La ayuda para la protección del medio ambiente proyectada por Alemania en favor de la empresa MCR Gesellschaft für metallurgisches Recycling mbH, Eberswalde, en forma de un préstamo de 65 millones de marcos alemanes con un tipo de interés subvencionado y de una garantía subsidiaria del 80 % por un importe máximo de 67976000 marcos alemanes, es compatible con el mercado común del carbón y del acero.

Artículo 2

Queda retirada la orden de suspensión relativa a la ayuda a la inversión autorizada por la Comisión en el marco de su Decisión N 671/94.

Artículo 3

Alemania comunicará a la Comisión las condiciones que se acuerden para el préstamo de 65 millones de marcos alemanes en caso de que éste se mantenga una vez transcurrido el plazo de diez años.

Artículo 4

El destinatario de la presente Decisión será la República Federal de Alemania.

Hecho en Bruselas, el 9 de diciembre de 1998.

Por la Comisión

Karel VAN MIERT

Miembro de la Comisión

(1) DO L 338 de 28.12.1996, p. 42.

(2) DO L 362 de 31.12.1991, p. 57.

(3) DO C 114 de 14.4.1998, p. 8.

(4) DO C 337 de 7.11.1997, p. 3.

(5) DO C 72 de 10.3.1994, p. 3.