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Document 52014DC0398
COMMUNICATION FROM THE COMMISSION TO THE EUROPEAN PARLIAMENT, THE COUNCIL, THE EUROPEAN ECONOMIC AND SOCIAL COMMITTEE AND THE COMMITTEE OF THE REGIONS Towards a circular economy: A zero waste programme for Europe
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Hacia una economía circular:un programa de cero residuos para Europa
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Hacia una economía circular:un programa de cero residuos para Europa
/* COM/2014/0398 final */
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Hacia una economía circular:un programa de cero residuos para Europa /* COM/2014/0398 final */
Hacia una economía circular: un
programa de cero residuos para Europa 1. Introducción:
una economía circular para apoyar el crecimiento sostenible Nuestras economías sufren fugas de
materiales valiosos. En un mundo en el que la demanda y la competencia por unos
recursos finitos y a veces escasos seguirá creciendo y en el que la presión
sobre los recursos acentúa la degradación y fragilidad del medio ambiente, mejorar
el aprovechamiento de estos recursos puede beneficiar a Europa en los planos
económico y ambiental. Desde la revolución industrial, nuestras economías han
desarrollado un patrón de crecimiento sustentado en la secuencia «tomar-fabricar-consumir
y eliminar», un modelo lineal basado en la hipótesis de la abundancia,
disponibilidad, facilidad de obtención y eliminación barata de los recursos.
Cada vez más es más evidente que esta actitud amenaza la competitividad de
Europa. La evolución hacia a una economía más
circular es esencial para cumplir el programa de eficiencia en el uso de los
recursos establecido de conformidad con la Estrategia Europa 2020 para un
crecimiento inteligente, sostenible e integrador[1]. Es posible mejorar y sostener
la eficiencia en el aprovechamiento de los recursos, y puede aportar
importantes beneficios económicos. Una economía circular mantiene el valor
añadido de los productos el mayor tiempo posible y excluye los residuos. Funciona
reteniendo los recursos en la economía cuando un producto ha llegado al final
de su vida, de modo que puedan continuar utilizándose con provecho una y otra
vez para crear más valor. La transición a una economía más circular exige la
introducción de cambios en todas las cadenas de valor, desde el diseño de los
productos hasta los nuevos modelos de gestión y de mercado, desde los nuevos
modos de conversión de los residuos en un activo hasta las nuevas formas de
comportamiento de los consumidores. Todo eso implica un cambio sistémico
completo, así como innovación no sólo en las tecnologías, sino también en
la organización, la sociedad, los métodos de financiación y las políticas. Incluso
en una economía fuertemente circularizada quedará siempre algún componente de
linealidad, pues hacen falta recursos vírgenes y hay que eliminar residuos. La industria ya es consciente de la
sólida racionalidad económica de mejorar la productividad de los recursos. Se
estima que la mejora de la eficiencia en el aprovechamiento de los recursos a
lo largo de las cadenas de valor podría reducir los insumos materiales
necesarios en un 17 % - 24 % para 2030[2] y que el
mejor uso de tales recursos tiene un potencial de ahorro total de 630 000
millones de euros anuales para la industria europea[3]. Estudios promovidos por las
empresas basados en la modelización al nivel del producto demuestran que una
estrategia de economías circular ofrece grandes oportunidades de ahorro de
costes en materiales para la industrial de la UE y un potencial de crecimiento
del PIB de la UE de hasta el 3,9 %[4] como
consecuencia de la creación de nuevos mercados, nuevos productos y más valor
para las empresas. Por tanto, no es sorprendente que las empresas trabajen sin
descanso para mejorar la gestión de los recursos, aunque se ven frenadas por
distintas barreras del mercado. La Plataforma Europea sobre la
Eficiencia en el Uso de los Recursos[5], grupo de alto nivel que
reúne a determinados gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil,
ha hecho un llamamiento en favor de una economía más circular, basada más en la
reutilización y el reciclado de alta calidad y mucho menos en el uso de
materias primas primarias. Con la Hoja de ruta hacia una Europa
eficiente en el uso de los recursos de 2011[6],
la Comisión propuso un marco para la acción y subrayó la necesidad de aplicar
un enfoque integrado en numerosas áreas y niveles de las políticas. Las ideas principales
de esa Hoja de ruta se han desarrollado ahora en el Séptimo Programa de Acción
en materia de Medio Ambiente (VII PMA)[7]. Avanzar hacia modelos económicos más
circulares promete a la economía europea un futuro mucho más brillante.
Permitiría a Europa afrontar las dificultades actuales y futuras debidas a la
presión a escala mundial sobre los recursos y al aumento de la inseguridad de
los suministros. La recirculación una y otra vez de los recursos al uso
productivo, el recorte de los residuos y la reducción de la dependencia de unos
suministros inciertos abren una vía directa a la mejora de la resistencia y de
la competitividad. Al ayudar a desvincular el crecimiento económico del uso de
recursos y de su impacto, abren la perspectiva a un crecimiento sostenible
duradero. La productividad de los recursos en la
UE creció en un 20 % en el período 2000-2011, pero esto puede deberse en
parte a los efectos de la recesión. El mantenimiento de esta tasa supondría un
aumento adicional de un 30 % hasta 2030 y podría impulsar el PIB casi en
un 1 %, creando más de dos millones de puestos de trabajo más que en un
escenario tradicional[8]. La intensificación de
los esfuerzos para aumentar la productividad de los recursos debe ir de la mano
con objetivos actuales de la política comunitaria, como la disminución de las
emisiones de carbono, el aumento de la eficiencia energética, la
reindustrialización sostenible de la economía de la UE y garantizar el acceso a
las materias primas, al mismo tiempo que se reducen los impactos ambientales y
las emisiones de gases de efecto invernadero. Hay un amplio abanico de medidas
probadas para fomentar el rendimiento de los recursos que han demostrado
rentabilidad y potencial para una aplicación más sistemática. También se están
dando pasos para garantizar que estos cambios creen empleo en abundancia, en
particular en la Comunicación de la Comisión sobre el empleo ecológico y en el
Plan de acción ecológico para las PYME[9]. 2. Establecimiento
de un marco de políticas facilitador Los mercados constituyen un
importante factor de impulso del uso eficiente de los recursos y de la economía
circular, debido a que los materiales y la energía se han convertido en los
costes más importantes para muchas empresas. Pero, aunque los mercados ya están
impulsando el cambio, hay en el mercado una serie de barreras que se oponen a
la gestión efectiva y eficiente de lo recursos. La prevención de residuos, el
diseño ecológico, la reutilización y medidas similares podrían suponer para las
empresas de la UE unos ahorros netos de 600 000 millones de euros, el
8 % de su volumen de negocios anual, además de reducir las emisiones
totales anuales de gases de efecto invernadero en un 2 % a 4 %[10].
Pero para que esto ocurra es necesario eliminar las barreras del mercado que
obstaculizan el desarrollo de esas oportunidades. Aunque la productividad de los
recursos puede beneficiar a sectores muy diversos, también permitirá a las empresas
europeas beneficiarse del rápido crecimiento de los mercados de las industrias
ecológicas, que según las previsiones se duplicará entre 2010 y 2020. En el
plano internacional, son numerosos los sectores industriales que demandan
mejoras en la eficiencia del uso de los recursos. Las infraestructuras, los modelos
de negocio y la tecnología actuales, junto con los comportamientos, mantienen a
la economía «bloqueada» en el modelo lineal. Las empresas, por sí solas, pueden
carecer de información, de confianza y de capacidad para avanzar hacia la
implantación de las soluciones de una economía circular. Por su parte, el
sistema financiero no suele ofrecer inversiones para las mejoras de la
eficiencia o los modelos de gestión innovadores, que se consideran más
arriesgados y complejos, por lo que disuaden a muchos inversores tradicionales.
También los hábitos de consumo tradicionales pueden obstaculizar el desarrollo
de nuevos productos y servicios. Estas barreras tienden a persistir en un
contexto en el que los precios no reflejan los costes reales de la utilización
de los recursos para la sociedad y en el que la política no emite señales
claras y uniformes de transición a una economía circular. Basándose en las pruebas
referidas a productos, materiales y cadenas de valor relevantes, la Comisión
trabajará con las partes interesadas en el desarrollo de un marco facilitador
de la economía circular aplicando medidas que combinen la regulación
inteligente, los instrumentos basados en el mercado, la investigación e
innovación, los incentivos, el intercambio de información y el apoyo a los
enfoques voluntarios. Este marco contribuirá al objetivo de un renacimiento
industrial sostenible en la UE y se basará en unos consumidores y unas
empresas, en particular las PYME, anticipativos. En el plano internacional, la
UE debe trabajar en estrecha relación con otros interesados, tanto a escala
multilateral como bilateral, para procurar así el máximo impacto del concepto
de economía circular. La Comisión: ·
analizará
con más detenimiento las principales insuficiencias del mercado y de la
gobernanza que dificultan la evitación y reutilización de materiales de
desecho, teniendo en cuenta la heterogeneidad de los tipos de materiales y sus
usos, para contribuir a crear un marco político que potencia la eficiencia de
los recursos en toda la UE. 2.1. Diseño e
innovación para una economía circular Una economía
circular «diseña» residuos e incluye la innovación en toda la cadena de valor,
en lugar de basarse solamente en soluciones adoptadas al final de la vida útil
de un producto. He aquí algunos ejemplos de lo dicho: -
reducción de la cantidad
de materiales necesarios para la prestación de un servicio concreto
(aligeramiento del peso); -
alargamiento de la vida
útil de los productos (durabilidad); -
reducción del consumo de
energía y de materiales en las fases de producción y de uso (eficiencia); -
reducción del uso de
materiales peligrosos o difíciles de reciclar en productos y procesos de
producción (sustitución); -
creación de mercados para materias
primas secundarias (recicladas) (basados en normas, en la contratación pública,
etc.); -
diseño de productos que
sean más fáciles de mantener, reparar, actualizar, reelaborar o reciclar
(diseño ecológico); -
desarrollo a este respecto
de los servicios necesarios para los consumidores (servicios de mantenimiento y
reparación, etc.); -
incentivación y apoyo de
la reducción de residuos y de la separación de alta calidad por parte de los
consumidores; -
incentivación de los
sistemas de separación y recogida que reduzcan al mínimo los costes de
reciclado y reutilización; -
facilitación de la
agrupación de actividades para impedir que los subproductos se conviertan en
residuos (simbiosis industrial); y -
estímulo de la oferta a
los consumidores de una gama de opciones mejor y más amplia a través de
servicios de alquiler, de préstamo o de uso compartido como alternativa a la
propiedad de los productos, al mismo tiempo que se salvaguardan sus intereses
(en lo que respecta a los costes, a la protección, a la información, a las
cláusulas contractuales, a los aspectos de seguro, etc.). Un punto de partida importante es el
referido al diseño de los procesos de producción, de los productos y de los
servicios. Los productos pueden rediseñarse de forma que se utilicen más
tiempo, se reparen, se actualicen, se reelaboren y finalmente se reciclen, en
lugar de desecharse. Los procesos de producción pueden basarse más en la
reutilización de los productos y de las materias primas, y en la capacidad
restauradora de los recursos naturales, y los modelos de negocio innovadores
pueden crear una nueva relación entre las empresas y los consumidores. El diagrama conceptual
siguiente ilustra de forma simplificada las fases principales de un modelo de
economía circular, todas ellas caracterizadas por presentar oportunidades en
términos de reducción de costes y de la dependencia respecto a los recursos
naturales, de impulso del crecimiento y el empleo, y de limitación de los
residuos y de las emisiones perjudiciales para el medio ambiente. Se trata de
fases interrelacionadas, ya que los materiales se pueden utilizar, por ejemplo,
en cascada, la industria intercambia subproductos, los productos se reacondicionan
o se reelaboran y los consumidores eligen sistemas producto-servicio. El
objetivo es reducir al mínimo los recursos que escapen del círculo, para que el
sistema funcione de modo óptimo. Algunas políticas e instrumentos de la
UE ofrecen ya herramientas e incentivos acordes con el modelo de economía
circular. La jerarquía de residuos que se establece en la legislación favorece
progresivamente la adopción de las opciones de prevención de los residuos,
preparación para la reutilización y reciclado, y desalienta el depósito en
vertederos. La política sobre sustancias y productos químicos persigue la
retirada gradual de las sustancias tóxicas altamente preocupantes. Algunas
medidas sobre el diseño ecológico en los productos energéticos imponen
requisitos de durabilidad y para facilitar el reciclado. La Estrategia de
bioeconomía[11] promueve el uso
sostenible e integrado de recursos biológicos y flujos de residuos para
producir alimentos, energía y bioproductos. La política sobre el clima prevé
incentivos para ahorrar energía y reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero. Un marco común y coherente de
promoción de la economía circular en la UE ayudará a combinar esos elementos
con el programa Horizonte 2020 para abordar el reto en materia de investigación
e innovación[12]. Con
objeto de facilitar el diseño y la innovación en favor de una economía más
circular, la Comisión: ·
en
virtud del programa de investigación e innovación Horizonte 2020, demostrará
las oportunidades de transición a una economía circular a escala europea con
proyectos de innovación a gran escala orientados a la cadena de valor y a la
cooperación en toda la cadena de valor, fomentando el desarrollo de las
cualificaciones y apoyando la aplicación en los mercados de soluciones
innovadoras; ·
establecerá
una cooperación reforzada para apoyar las políticas de investigación y
desarrollo a favor de una economía circular; ·
facilitará
el desarrollo de modelos más circulares de productos y servicios, incluso a
través una política de productos más coherente, y seguirá desarrollando la
aplicación de la Directiva sobre diseño ecológico prestando más atención a los
criterios de eficiencia de los recursos, incluso para los futuros grupos de
productos prioritarios del Plan de trabajo 2015-2017; y ·
favorecerá la aplicación del
principio de cascada en el uso sostenible de la biomasa, teniendo en cuenta a
todos los sectores usuarios, de forma que pueda hacerse el uso más eficiente de
la biomasa como recurso. 2.2.
Desbloqueo de las inversiones en soluciones de la economía circular La UE y los Estados miembros
deben fomentar las inversiones en innovación en pro de la economía circular y
abordar y, sobre el trasfondo de la reforma del sistema financiero, superar las
barreras a la movilización de la financiación privada para favorecer el uso
eficiente de los recursos. Las recientes propuestas de la Comisión sobre
divulgación de información no financiera[13], sobre financiación a
largo plazo[14] y sobre los fondos de
pensiones de empleo[15] recogen la obligación de
divulgar información ambiental a los inversores o de tener en cuenta los
riesgos de inversión relacionados con la escasez de recursos y con el cambio
climático. Para reducir el riesgo para los
inversores, se han desarrollado instrumentos financieros innovadores, como el
Mecanismo de financiación del capital natural de la Comisión y el Banco Europeo
de Inversiones. También las cooperaciones público-privadas (CPP) son
instrumentos eficaces de aplicación de de la actuación y la inversión privadas
como vehículos para favorecer el uso eficiente de los recursos. La CPP sobre
«Industria de transformación sostenible a través de la eficiencia energética y
de los recursos» (SPIRE) y la iniciativa tecnológica conjunta «Industrias de
base biológica» contribuyen activamente a los objetivos de la economía
circular. La política desempeña además la
función adicional de emitir las señales correctas en favor de la inversión en
el uso eficiente de los recursos cuando opta por la eliminación de las
subvenciones que resultan perjudiciales para el medio ambiente y por el
desplazamiento de la carga fiscal del trabajo hacia la contaminación y los
recursos. Los avances en la reforma del tratamiento fiscal del medio ambiente en
los Estados miembros de la UE se abordan en el Semestre Europeo de coordinación
de las políticas económicas. Para
desbloquear las inversiones en la economía circular, la Comisión: ·
abordará
los ámbitos prometedores identificados en la Mesa redonda sobre financiación
del uso eficiente de los recursos[16] incluyendo instrumentos
financieros innovadores, recogiendo aspectos relativos a los recursos en las
normas de contabilidad para las empresas, aclarando las responsabilidades en
materia de sostenibilidad de las entidades financieras (obligaciones
fiduciarias), elaborando metodologías para la realización de «pruebas de
resistencia de los recursos» para las empresas y examinando el potencial del
mercado obligacionista para canalizar la financiación adicional de los
proyectos sobre uso eficiente de los recursos; ·
preparará
una guía sobre las posibilidades que ofrecen las nuevas directivas sobre
contratación pública en el ámbito de la contratación pública ecológica (CPE) y
una recomendación sobre la supervisión de la actuación de los Estados miembros
en cuanto al cumplimiento del objetivo indicativo del 50 % de la CPE[17], apoyará
instrumentos innovadores como la contratación precomercial y la contratación
pública para la innovación, y facilitará la creación de redes de CPE entre las
autoridades públicas; ·
incluirá
en mayor medida las prioridades de la economía circular en la financiación de
la UE y alentará a los Estados miembros a utilizar las financiación de la UE
disponible en programas y proyectos de la economía circular, en particular a
través de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos. 2.3.
Acompañamiento de la actuación de las empresas y de los consumidores y apoyo a
las PYME Las empresas y los consumidores siguen
siendo los actores clave en la transición a una economía más circular. Es
preciso conectar mejor las decisiones tomadas «aguas arriba» y «aguas abajo» en
la cadena de valor, ofreciendo incentivos coherentes entre los productores, los
inversores, los distribuidores, los consumidores y los recicladores, y
garantizando una distribución equitativa de los costes y beneficios. Han de
emplearse mecanismos de mercado para garantizar la asignación y el uso más
eficientes de los recursos, y han de abordarse los fallos de mercado o los
estrangulamientos en la innovación que se produzcan. Es preciso desarrollar
mercados funcionales de materiales secundarios. Debe prestarse especial
atención para que los emprendedores puedan aprovechar los nuevos mercados
potenciales relacionados con la economía circular y garantizar que se dispone
en el mercado de trabajo de la base de capacidades necesaria. Hay que dar a los
consumidores la autonomía necesaria para hacer elecciones más informadas
mejorando la información sobre credenciales ecológicas de los distintos productos. La Plataforma
Europea sobre la Eficiencia en el Uso de los Recursos ha identificado[18]
significativas oportunidades para las empresas en diferentes fases del «círculo»
que devuelven materiales al proceso de producción o a distintos segmentos de la
cadena de suministro de origen o de otras cadenas de suministro. Esas
oportunidades se basan en la experiencia de iniciativas provechosas ampliables
y aplicables a mayor escala , y entre ellas cabe mencionar las siguientes: -
en
la fase de producción, las normas de externalización sostenible, los regímenes
voluntarios impulsados por la industria y los minoristas, y la simbiosis
industrial con objeto de ofrecer mercados para los subproductos. -
en
la fase de distribución, la mejora de la información sobre los recursos
contenidos en los productos y sobre el modo de repararlos o reciclarlos, de
acuerdo con las recomendaciones de la Plataforma sobre los «pasaportes de
producto»; y -
en
la fase de consumo, los modelos de consumo colaborativo basados
en el préstamo, canje, permuta y arrendamiento de productos y los sistemas
producto-servicio para aumentar el valor de activos o recursos
infrautilizados (por ejemplo, automóviles, herramientas, viviendas). La fase piloto sobre la huella
medioambiental prevista en la Comunicación de la Comisión «Creación del mercado
único de los productos ecológicos»[19] reunirá a las partes
interesadas para la
preparación
de un método común y acordado de determinación del impacto medioambiental de
los productos y las organizaciones. Después de la fase piloto, la Comisión
evaluará si ese método tiene éxito, de forma que pueda aplicarse en los
instrumentos actuales o futuros de mejora del comportamiento ambiental de los
productos. Tales medidas han de someterse a una
ampliación de escala para garantizar un sólido marco general y la igualdad de
condiciones de las empresas existentes y de las nuevas con objeto de adaptarse
a las megatendencias mundiales de los recursos, remunerar a las mejores
empresas, alentar a nuevos emprendedores para que desarrollen las soluciones de
negocio de mañana, las prueben en el mercado y facilitar a los informadores
información creíble. El proceso iniciado, con intervención de una pluralidad de
partes interesadas, en el contexto de la Agenda del Consumidor Europeo[20]
ha revelado la necesidad de disponer de herramientas eficaces contra las
declaraciones ambientales engañosas e infundadas. Por otra parte, ha de dotarse a la
población activa de las capacidades relevantes para garantizar una transición
eficaz y generadora de empleo[21]. La Comunicación de la
Comisión sobre el empleo ecológico[22] crea el marco para
desbloquear las oportunidades de creación de empleo de una economía más
circular y eficiente en el uso de los recursos. También las
autoridades nacionales, regionales y locales y los interlocutores sociales
desempeñan un papel importante en el apoyo focalizado y coordinado en forma de
inversión, infraestructuras, tecnologías y capacidades, especialmente centrados
en las PYME. Están asimismo en una buena posición para facilitar la transición
de las elecciones de los consumidores hacia unos productos y servicios más
sostenibles y promover un cambio de comportamiento. Para
apoyar la actuación de las empresas, especialmente las PYME, y de los
consumidores, la Comisión; ·
se
basará en los resultados de la fase piloto sobre la huella ambiental que se
desarrollará hasta 2016 y establecerá el modo de aplicar la medición del
impacto ambiental en el diseño de productos y procesos y en el suministro a los
consumidores de mejor información para la toma de decisiones ambientalmente
sostenibles; ·
activará
una amplia cooperación con las partes interesadas mediante actuaciones de
coordinación y de apoyo sustentadas en el programa Horizonte 2020 y en sus
instrumentos, como el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, los Fondos
Estructurales y de Inversión Europeos, el Plan de acción sobre innovación
ecológica, el Plan de acción verde para PYME y la Agenda del Consumidor
Europeo; ·
se
basará en los compromisos de las partes interesadas de la Asociación Europea
para la Innovación en Materias Primas que estén directamente vinculados a la
productividad de los recursos; ·
apoyará
la creación de empleo y el desarrollo de las capacidades mediante la mejora de
la coordinación de las políticas, la orientación de la financiación europea
hacia programas y mecanismos que apoyen el crecimiento ecológico, la mejora de
la información y la supervisión a través del proceso de los Semestres europeos
y la colaboración con los interlocutores sociales, las entidades de educación y
formación y otras partes interesadas; y ·
apoyará
los intercambios de buenas prácticas a escala internacional. 3. Modernización
de la política y de los objetivos sobre residuos: los residuos como recurso La conversión de los residuos en un
recurso es el elemento que «cierra el círculo» en los sistemas de economía
circular. Los objetivos y metas fijadas en la legislación europea han sido
factores decisivos para mejorar la gestión de los residuos: estimulan la
innovación en el reciclado y la reutilización, limitan el depósito en
vertederos, reducen las pérdidas de recursos y crean incentivos para modificar
el comportamiento de los consumidores. Sin embargo, en la UE todavía generamos
unas cinco toneladas de residuos por persona y año por término medio, y sólo se
recicla eficazmente poco más de un tercio de ese volumen. La Unión Europea ha adoptado el
compromiso político[23] de reducir la generación
de residuos, reciclar los residuos convirtiéndolos en una fuente importante y
fiable de materias primas para la Unión, recuperar energía únicamente de
materiales no reciclables y eliminar prácticamente los vertederos. La adopción
de nuevas medidas en la política de residuos reportará ventajas significativas
para el crecimiento y la creación de empleo a un coste relativamente bajo o
nulo, al mismo tiempo que contribuye a la mejora del medio ambiente. A escala
de los mercados mundiales, cabe esperar que una política de residuos ambiciosa
impulse la innovación y ayude a las empresas de la UE a ser aún más competitivas
en la prestación de servicios de gestión de residuos y en el ofrecimiento de
nuevos mercados a los exportadores. 3.1. Definición
de los objetivos de residuos en favor de una sociedad de reciclado Europa ha hecho importantes progresos en
la conversión de los residuos en un recurso y en la promoción de formas
sostenibles de gestión de los mismos, como el reciclado. Sin embargo, las
actuaciones varían considerablemente entre unos Estados miembros y otros. Seis
Estados miembros han eliminado ya eficazmente el depósito en vertederos de los
residuos municipales, reduciéndolo desde el 90 % a menos del 5 % en
los últimos 20 años, y alcanzando tasas de reciclado del 85 % en
determinadas regiones. En otros Estados miembros sigue depositándose en vertederos
más del 90 % de los residuos y se recicla menos del 5 %. Se necesitan firmes señales de la
política para establecer la previsibilidad de las inversiones a más largo plazo
y cambiar la situación de forma que se reintroduzcan en la economía como
materias primas secundarias a precios competitivos los plásticos, el vidrio,
los metales, el papel, la madera, la goma y otros materiales reciclables. La
fijación de objetivos de reciclado claros para el período hasta 2030
contribuirá a esa previsibilidad y seguridad. La recogida separada en la fuente
y el uso de métodos solventes de cálculo de las tasas de reciclado garantizarán
un reciclado de alta calidad y contribuirán al desarrollo de mercados para el
suministro de materias primas secundarias de alta calidad. A tal fin, debe
aclararse el actual método de determinación para valorar lo que realmente se
recicla, pues algunos Estados miembros computan los residuos recogidos como
residuos reciclados, a pesar de la considerable pérdida de materiales que tiene
lugar en estas etapas. Para 2025 debe evitarse el vertido de todos los residuos
reciclables. Los Estados miembros se esforzarán por eliminar la práctica
totalidad de los depósitos en vertederos para 2030. La recuperación de energía,
incluidos el aprovechamiento energético de residuos y el uso de
biocombustibles, deben desempeñar un papel relevante en relación con los
residuos no reutilizables y no reciclables. Para ello se requerirá un uso más
eficiente de la capacidad de recuperación de energía, desigualmente repartida,
que existe hoy en la UE, junto con la adopción de medidas para evitar los
excesos de capacidad. La correcta implantación puede crear más
de 180 000 puestos de trabajo directos en la UE para 2030, además de los
aproximadamente 400 000 puestos que se crearán con la aplicación de la
legislación actual sobre residuos[24]. Permitirán satisfacer
entre el 10 y el 40 % de la demanda de materias primas en la UE, además de
contribuir al cumplimiento del objetivo de reducción en un 40 % de los
gases de efecto invernadero fijado para 2030: en ese año puede evitarse la
emisión de 62 millones de toneladas de CO2eq por año. Para
impulsar las ventajas económicas, sociales y medioambientales de una mejor
gestión de los residuos municipales, la Comisión propone: ·
impulsar
para 2030 la reutilización y reciclado de los residuos municipales de forma que
se llegue al 70 %; ·
aumentar
para 2030 la tasa de reciclado de los residuos de envases hasta el 80 %,
fijándose como objetivos intermedios el 60 % para 2020 y el 70 % para
2025, adoptándose además objetivos para materiales específicos; ·
prohibir
para 2025 el depósito en vertederos de los plásticos, metales, papel y cartón
reciclables y de los residuos biodegradables; los Estados miembros se
esforzarán por eliminar la práctica totalidad de los depósitos en vertederos
para 2030[25]; ·
continuar
fomentando el desarrollo de mercados de materias primas secundarias de alta
calidad, incluida la evaluación del valor añadido de los criterios de final del
vertido para determinados materiales; ·
aclarar
el método de cálculo de materiales reciclados para garantizar un nivel elevado
de reciclado de alta calidad. 3.2.
Simplificación y mejora de la aplicación de la legislación sobre residuos Los objetivos conceden a los Estados
miembros una cierta flexibilidad para decidir sobre el modo de cumplirlos. En
todo caso, hay un amplio margen para simplificar aún más y mejorar la
aplicación de la legislación sobre residuos a escala nacional y para reducir
las disparidades actuales. En 2012 la Comisión estableció un Marcador
de gestión de residuos y unas hojas de ruta con recomendaciones específicas
para los Estados miembros que presentaban los peores registros. La Comisión
seguirá centrando la atención en los Estados miembros que presenten la mayor
distancia respecto a la consecución de los objetivos, tratando de abordar, en
cooperación con ellos, sus puntos débiles en la aplicación en una fase
temprana. Las medidas económicas han demostrado
ser útiles para la mejora de la gestión de residuos a escala nacional, en particular
las consistentes en la tributación del depósito en vertederos o de la
incineración, las basadas en el principio del pago por generación de residuos o
en la responsabilidad ampliada del productor, o las dirigidas a la concesión de
incentivos a las autoridades locales para promover la prevención, la
reutilización y el reciclado. También la prohibición del depósito en vertederos
ha demostrado ser eficaz. La fijación de requisitos mínimos para los regímenes
de responsabilidad del productor a escala de la UE contribuirá a reducir los
costes y a eliminar los obstáculos con que se enfrentan los productores que han
de respetar una pluralidad de regímenes nacionales. Podrán utilizarse fondos europeos para
apoyar los esfuerzos de los Estados miembros centrados en una gestión integrada
de residuos que incluya el uso de infraestructuras para la recogida separada,
la reutilización y el reciclado. No deben apoyarse en el futuro el depósito en
vertederos ni la incineración por sí sola. Para el mejor aprovechamiento de la
capacidad de gestión de residuos existente en la UE se requiere una mejora de
la planificación y del intercambio de información y es posible que haya que
aceptar un aumento de los envíos de residuos dentro de la UE a las
instalaciones más eficaces y modernas, al menos como medida transitoria. Hay margen para racionalizar más y
facilitar la recogida de datos y la presentación de informes a escala nacional,
y para aumentar la fiabilidad de los datos y su coherencia en la UE. La
adopción de indicadores comunes facilitará la mejora de la supervisión y la
evaluación comparativa de la actuación de los Estados miembros[26]. Las medidas adoptadas para simplificar
aún más el acervo en materia de residuos y para garantizar la efectividad y la
eficiencia fortalecerán el esfuerzo ya realizado para recortar los costes
administrativos de la política sobre residuos, por ejemplo mediante exenciones
de los requisitos de recuperación para determinadas PYME, o el esfuerzo por
poner en marcha el intercambio obligatorio de datos electrónicos para el
transporte de residuos. Para
garantizar que se consiguen las ventajas de la legislación de la UE a través de
la simplificación y la mejora de la aplicación, la Comisión propone: ·
abordar
los solapamientos entre los objetivos de residuos y ajustar las definiciones; ·
simplificar
significativamente las obligaciones de presentación de informes de los Estados
miembros y de las PYME, incluyendo la aclaración y racionalización de los
métodos de cálculo de los objetivos en relación con los residuos municipales,
los vertederos y los residuos de envases; ·
permitir
a los Estados miembros que concedan una exención de los requisitos generales
sobre autorización o sobre registro previstos en la Directiva marco sobre los
residuos a las PYME o a las empresas que recojan o transporten cantidades muy
pequeñas de residuos no peligrosos; ·
establecer
la presentación de un informe anual sobre todos los datos de residuos a través
de un punto de acceso único y ajustar las estadísticas de residuos a los requisitos
de la legislación sobre residuos de la UE, al mismo tiempo que se hace una
evaluación comparativa de las metodologías nacionales con las normas
estadísticas; ·
exigir
el desarrollo de sistemas informatizados de supervisión de los datos y la
verificación de los datos por terceros en los Estados miembros; ·
establecer
un mecanismo de alerta temprana para garantizar que los Estados miembros
aplican una serie adecuada de medidas para cumplir los objetivos dentro de
plazo; ·
crear
condiciones mínimas de funcionamiento para los regímenes de responsabilidad
ampliada del productor, bien a escala nacional, bien en guías de la UE, y
fomentar el uso de instrumentos económicos en los Estados miembros; y ·
promover
las inversiones directas en opciones de gestión de residuos que ocupen la parte
superior de la jerarquía de residuos (prevención, reutilización, reciclado). 3.3.
Consideración de determinados retos específicos en materia de residuos Se necesitan enfoques a medida para
abordar determinados desafíos específicos en materia de residuos, relativos a
la pérdida significativa de recursos o a los impactos ambientes. Prevención de residuos: Como
prioridad primera, que afecta a todas las fases de una economía circular, debe
velarse por la generación de una menor cantidad de residuos. Los Estados
miembros han adoptado recientemente programas de prevención de residuos, tal
como exige la Directiva marco sobre la materia, que están siendo revisado
actualmente por la Agencia Europea de Medio Ambiente. Tras esta evaluación, la
Comisión preparará iniciativas de promoción de las buenas prácticas al respecto
en la UE. Basura marina: La basura marina
contamina las playas, causa perjuicios a la flora y la fauna marinas y crea un
problema de residuos a largo plazo, cuya limpieza
resulta costosa. El VII PMA reclama la fijación de un objetivo de reducción
cuantitativa a escala de la Unión, apoyado por la adopción de medidas en la
fuente. La aplicación plena de las medidas del
paquete revisado de legislación sobre residuos de la UE podría suponer
reducciones de la basura marina del 13 % en 2020 y del 27 % en 2030.
La fijación de un objetivo específico de reducción para 2020 proporcionaría una
señal clara a los Estados miembros que están elaborando actualmente medidas
para conseguir un «buen estado ambiental» de las aguas marinas antes de la
fecha límite de 2020 en virtud de la Directiva marco sobre la estrategia marina
y daría un impulso al desarrollo de planes de acción sobre la basura marina en
el marco de los cuatro convenios regionales del mar. Contribuirán asimismo al
cumplimiento del objetivo otras medidas adoptadas a escala de la UE, como las
que prevén la evaluación en curso de la Directiva sobre instalaciones
portuarias receptoras de desechos[27]. Se desarrollará a su
debido tiempo una segunda fase del objetivo de reducción, basado en un análisis
del potencial de reducción de otros recursos terrestres y marítimos y teniendo
en cuenta el compromiso asumido en Rio+20 de lograr reducciones significativas
de la basura marina para 2025. Residuos procedentes de la construcción
y las demoliciones: Es esencial abrir mercados de materiales
reciclados, para aumentar la tasa de reciclado de los residuos procedentes de
la construcción y las demoliciones. Se incluirá, en el marco de la evaluación
del comportamiento ambiental de los edificios, el diseño de una mejor gestión
de los residuos procedentes de la construcción y las demoliciones que aumente
la reciclabilidad y el contenido reciclado de materiales de construcción, tal
como se señala en la Comunicación de la Comisión «Oportunidades para uso
eficiente de los recursos en el sector de la construcción»[28]. Por otra parte, en virtud del «mecanismo
de alerta temprana» propuesto, se supervisará la actuación de los
Estados miembros contrastándola con el objetivo de reciclado del 70 % para
2020, incluyendo a tal efecto la adopción de medidas como el aumento de las
tasas por el depósito en vertederos de los residuos procedentes de la
construcción y las demoliciones, o la imposición de obligaciones adicionales
para las obras de demolición importantes con el fin de mejorar la calidad de
los materiales reciclados. Residuos alimentarios: Se ha
estimado que hasta el 30 % de todos los alimentos producidos en el mundo
se pierden o se convierten en residuos. La Comisión está considerando la
presentación de propuestas específicas para su reducción. Residuos peligrosos: La
gestión correcta de los residuos peligrosos sigue siendo un reto, habiendo
datos que indican que parte de ellos no se someten a ningún tratamiento real.
Como primer paso, debe reforzarse su registro y trazabilidad mediante el
establecimiento de registros de residuos peligrosos y la identificación de las
capacidades y los estrangulamientos en los sistemas de gestión de los mismos en
los Estados miembros. Estos registros pueden ampliarse paulatinamente a otros
tipos de residuos, como ya se ha hecho en varios Estados miembros. Residuos de plástico: Se prevé
que la producción de plásticos en la UE aumentará a un ritmo del 5 %
anual. Mientras que sólo se recicla el 24 % de los residuos de plástico,
se deposita en vertederos cerca del 50 % y se incinera el resto. La
consulta pública sobre los residuos de plástico realizada por la Comisión en
2013[29] señaló un significativo
potencial de un uso más sostenible de los plásticos y expresó su fuerte apoyo a
la eliminación de su depósito en vertederos y a la mejora del diseño de los
plásticos y productos plásticos. La reciente propuesta de la Comisión[30]
por la que se permite a los Estados miembros restringir el uso de bolsas de
plástico y las propuestas de aumento del reciclado y de abandono de los
vertederos recogidas en la Comunicación son pasos importantes para mejorar la
gestión de los residuos de plástico. Reciclado de materias primas críticas: Aunque
todas las materias primas son importantes, las que se consideran críticas
atraen una especial atención, ya que su producción mundial se concentra en unos
pocos países, muchos de ellos con unas bajas tasas de sustituibilidad y de
reciclado. La Comisión promueve la utilización eficiente y el reciclado de las
materias primas básicas en el marco de la Iniciativa sobre materias primas[31]
y en la Asociación Europea para la Innovación sobre materias primas. Traslados ilegales de residuos: La
Comisión intensificará las medidas para velar por el cumplimiento de la
legislación pertinente de la UE, en particular el Reglamento (CE) nº 1013/2006
sobre los traslados de residuos, en su versión modificada reciente, para
reforzar las inspecciones de esos traslados. Reciclado del fósforo: El
fósforo es un recurso esencial para la producción de alimentos, pero su
suministro se ve expuesto a importantes riesgos y su uso actual implica la
producción de residuos y de pérdidas en todas las fases de su ciclo de vida. A
raíz de la Comunicación consultiva sobre el uso sostenible del fósforo[32],
la Comisión está elaborando un marco para la adopción de nuevas medidas. Para
abordar los retos concretos en materia de residuos, la Comisión: ·
propone
un objetivo indicativo de reducción de la basura marina para 2020,
fijado en el 30 % de los diez tipos más comunes de esa basura que se
encuentran en las playas y en los artes de pesca del mar, adaptándose esa lista
a cada una de las cuatro regiones marinas de la UE; ·
prevé
la adopción de medidas
para fomentar los mercados de materiales reciclados derivados de residuos
procedentes de la construcción y las demoliciones y para
desarrollar un marco común de evaluación a escala de la UE del comportamiento
ambiental de los edificios; ·
propone
que los Estados miembros elaboren estrategias nacionales de prevención de los
residuos alimentarios y se esfuercen para recortar estos residuos en los
sectores de la fabricación, el comercio minorista, la distribución, los
servicios de alimentación y la hostelería, así como en los hogares, al menos en
un 30 % para 2025; ·
prevé
el desarrollo de un sistema adecuado de registro de al menos los residuos
peligrosos en todos los Estados miembros; ·
a
raíz de su propuesta para reducir el uso de bolsas de plástico, propone
la eliminación para 2025 del depósito de los plásticos en vertederos; ·
propone
que se obligue a los Estados miembros a incluir en sus planes nacionales de
gestión de residuos medidas relativas a la recogida y reciclado de residuos que
contengan cantidades significativas de materias primas críticas; y ·
tiene
en estudio el desarrollo de un marco de políticas sobre el fósforo para
mejorar su reciclado, fomentar la innovación, mejorar las condiciones de
mercado e incorporar su uso sostenible en la legislación de la UE sobre los
fertilizantes, los alimentos, el agua y los residuos. 4. Establecimiento
de un
objetivo de eficiencia en el uso de los recursos En el VII PMA, los Estados miembros y el
Parlamento Europeo convinieron en que la Unión Europea debería establecer
indicadores y fijar objetivos de uso eficiente de los recursos, y evaluar la
idoneidad de la inclusión de un indicador y un objetivo principal en el
Semestre europeo. Después de numerosas consultas, se identificó el PIB en
relación con el consumo de materias primas (CMP) como candidato para un
objetivo de productividad de los recursos[33]. Un objetivo realista para aumentar la
productividad de los recursos, respaldado por la UE y sus Estados miembros,
centraría la atención política en aprovechar el potencial actualmente
descuidado de una economía circular para crear crecimiento sostenible y puestos
de trabajo y en incrementar la coherencia de la política de la UE. Sería una
forma apropiada de asegurar esta coherencia y de fomentar la acción. La UE ya prevé aumentar en un 15 %
entre 2014 y 2030 la productividad de sus recursos en el escenario tradicional.
Aplicando políticas inteligentes para promover la transición a una economía más
circular, tal como exige la Plataforma Europea sobre la Eficiencia en el Uso de
los Recursos, podría duplicarse esa tasa. Además de contribuir sustancialmente
a la dimensión de sostenibilidad del crecimiento, aumentar la productividad de
los recursos en un 30 % ejercería también una influencia positiva sobre la
creación de empleo y el crecimiento de PIB[34]. La industria se beneficiaría de esta
mejora de la productividad de los recursos gracias al aumento de la
competitividad[35]. El coste de
los recursos puede suponer una parte considerable de su estructura de costes, y
necesita contar con suministros disponibles y predecibles[36]. Habrá
ganancias financieras inmediatas, y también beneficios estratégicos a más largo
plazo a medida que la demanda mundial creciente impulse el aumento de los
precios y la volatilidad de los recursos. Por tanto, aprovechar los recursos con
más eficiencia ayudará a Europa a alcanzar su objetivo de reindustrialización. Un objetivo de productividad de los
recursos, aunque no sea vinculante y se establezca a escala de la UE, daría
impulso a los Estados miembros que no tengan un objetivo nacional para
desarrollar medidas que tengan en cuenta el uso de los recursos. Conduciría a
medidas más equilibradas que tengan en cuenta las consecuencias más amplias de
carácter económico, social y ambiental y llenarán estas carencias. Los Estados miembros serán libres de
adoptar el conjunto de políticas y acciones más ventajoso desde los puntos de
vista económico y ambiental, en el contexto de objetivos políticos más
generales. De este modo se beneficiarán de una serie de buenas prácticas ya
aprobadas, aunque no implantadas de forma generalizada, que podrían adoptar y
adaptar a sus propias necesidades y circunstancias. Actualmente se está
revisando la estrategia Europa 2020[37] con la ayuda de
una consulta pública para recoger todas las opiniones sobre su desarrollo. Por
tanto, la Comisión considera que cualquier decisión sobre el establecimiento de
un objetivo principal de productividad de los recursos debería adoptarse en el
marco de la revisión, después de tener en cuenta los resultados de la consulta
pública y las recomendaciones de la Plataforma Europea sobre la Eficiencia en
el Uso de los Recursos. Para garantizar que los responsables de
la formulación de políticas toman conciencia de la imagen global de las
presiones que ejercen los recursos sobre el medio ambiente, hay que tener en
cuenta otros indicadores, en particular sobre el uso de agua y sobre los
recursos finitos de la tierra. Eurostat publica desde 2013 un Marcador del uso
eficiente de los recursos como uno de los indicadores de Europa 2020[38].
Se ha diseñado para supervisar la aplicación de la Hoja de ruta hacia una
Europa eficiente en el uso de los recursos, expresar el vínculo entre los
recursos y comprometer adicionalmente a las partes interesadas en el proceso de
medición del progreso social más allá del PIB. Para
aprovechar las posibilidades de un uso eficiente de los recursos en el contexto
del crecimiento sostenible: ·
la
Comisión adoptará las recomendaciones de la Plataforma
Europea sobre la Eficiencia en el Uso de los Recursos sobre un objetivo
principal junto con los resultados de la consulta pública iniciada para revisar
la estrategia Europa 2020; ·
paralelamente,
se desarrollará el Marcador del uso eficiente de los recursos, utilizado para
supervisar los indicadores de uso de recursos distintos del carbono y los
materiales, en particular la tierra y el agua; y ·
las
oficinas estadísticas nacionales deben trabajar para establecer una metodología
comúnmente aceptada dentro del Sistema Estadístico Europeo para calcular el
consumo de materias primas a escala nacional. [1] COM (2010) 2020,
COM (2011) 21. [2] Meyer,
B. et al (2011) Macroeconomic modelling of sustainable development and the
links between the economy and the environment. Estudio para la
Comisión Europa (DG Medio Ambiente), accesible en http://ec.europa.eu/environment/enveco/studies_modelling/pdf/report_macroeconomic.pdf [3] Guide to resource
efficiency in manufacturing: Experiences from improving resource efficiency in
manufacturing companies.
Europe INNOVA (2012). [4] Ellen
MacArthur Foundation (2012) Towards the Circular Economy: Economic and
business rationale for an accelerated transition. [5] http://ec.europa.eu/environment/resource_efficiency/re_platform/index_en.htm
[6] COM (2011) 571. [7] DO L 354 de
28.12.2013, pp. 171-200. [8] Modelling the
Economic and Environmental Impacts of Change in Raw Material Consumption
(2014), Cambridge Econometrics et al. [9] Referencia a
comunicaciones que deben adoptarse simultáneamente. [10] The
opportunities to business of improving resource efficiency (2013), AMEC et
al. [11] COM (2012) 60. [12] Véase el anexo de la
presente Comunicación. [13] COM (2013) 207. [14] COM (2014) 168. [15] COM (2014) 167. [16] MEMO/13/110. [17] COM/2008/400 [18] http://ec.europa.eu/environment/resource_efficiency/documents/erep_manifesto_and_policy_recommendations_31-03-2014.pdf [19] COM (2013) 196 y
Recomendación 2013/179/UE de la Comisión. [20] COM (2012) 225. [21] COM (2012) 173. [22] COM (2014) 446. [23] VII PMA. [24] SWD(2014) 207. [25] Una determinada proporción
de los desechos residuales no es valorizable y, por tanto, puede depositarse en
vertederos, a falta de un tratamiento alternativo. Esa proporción se limita a un
máximo del 5%. [26] Por ejemplo, se
permiten cuatro métodos de cálculo para determinar el cumplimiento del objetivo
de reciclado de los residuos municipales. Los resultados pueden variar bastante
(aproximadamente un 20 %) según el método elegido. [27] Directiva 2000/59/CE. [28] COM (2014) 445. [29] COM (2013) 123. [30] COM (2013) 761. [31] COM (2011) 25 [32] COM (2013) 517. [33] El CMP es un
indicador agregado que mide (en toneladas) todos los recursos materiales
utilizados en la economía, comprendido el uso de recursos incluidos en las
importaciones. En la actualidad está disponible para la UE y para algunos Estados
miembros. Los países para los que no se dispone todavía de CMP pueden utilizar
entre tanto el consumo interno de materiales. [34] SWD (2014) 211. [35] Las partes
interesadas prefieren el CMP como medida de uso de los recursos porque recoge
el uso de recursos incluidos en productos tanto importados como elaborados en
el interior, lo que permite la comparación justa de la eficiencia del uso de
los recursos. [36] Estudios recientes de
los sectores siderúrgico y del aluminio muestran que las materias primas constituyen
alrededor del 30 al 40 por ciento de las estructuras de costes, más que, por
ejemplo, los costes laborales. [37] COM(2014) 130 de
19.3.2014; Preparar la revisión de la Estrategia Europa 2020 para un
crecimiento inteligente, sostenible e integrador. [38] http://epp.eurostat.ec.europa.eu/portal/page/portal/europe_2020_indicators/ree_scoreboard Anexo:
¿Cómo puede contribuir el programa Horizonte 2020 a la economía circular? La economía circular representa una
estrategia de desarrollo que conlleva un crecimiento económico sin aumento del
consumo de recursos, una transformación profunda de las cadenas de producción y
los hábitos de consumo y una nueva concepción de los sistemas industriales a
nivel de sistema. Esta economía se basa en la innovación tecnológica, social y
organizativa, y requiere tanto competencias y conocimientos, como nuevos instrumentos
financieros y la participación de múltiples interesados. Desde el punto de
vista de las actuaciones, puede respaldarse mediante la demostración, la
introducción en el mercado, la difusión y la internalización. En lo tocante al contenido, la economía
circular precisa una sólida integración que puede lograr gracias a algunas
partes del programa Horizonte 2020, en concreto Liderazgo industrial (parte II)
y Retos sociales (parte III). Dado que la economía circular tiene en cuenta
todo el potencial de la cadena de valor, necesita el apoyo de todas las fases
de la cadena de la investigación y la innovación. De ahí que requiera también,
hasta un cierto punto, la contribución de otras partes del programa Horizonte
2020: Ciencia excelente (parte I), Difusión de la excelencia y la ampliación de
la participación (parte IV), Ciencia con y para la sociedad (parte V), Acciones
directas no nucleares del Centro Común de Investigación (parte VI) y el
Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (parte VII). A continuación se
resume la contribución de las diferentes partes de Horizonte 2020 a la economía
circular. Hay que señalar que la CPP SPIRE (cooperación público-privada sobre
«Industria de transformación sostenible a través de la eficiencia energética y
de los recursos») y la Iniciativa Tecnológica Conjunta BBI reciben el respaldo
de Horizonte 2020 y contribuyen decisivamente a los objetivos de la economía
circular. || || || || Horizonte 2020 || || || || Ciencia excelente || Liderazgo industrial || Retos sociales || Difusión de la excelencia y ampliación de la participación || Ciencia con y para la sociedad || Instituto Europeo de Innovación y Tecnología || Centro Común de Investigación || || || Consejo Europeo de Investigación || Tecnologías futuras y emergentes || Acciones Marie Skłodowska-Curie || Infraestructuras de investigación || Liderazgo en tecnologías facilitadoras e industriales || Acceso a la financiación de riesgo || Innovación en las PYME || Salud, cambio demográfico y bienestar || Seguridad alimentaria, agricultura y silvicultura sostenibles, investigación marina, marítima y de aguas interiores || Energía segura, limpia y eficiente || Transporte inteligente, ecológico e integrado || Acción por el clima, medio ambiente, eficiencia en el uso de los recursos y materias primas || Europa en un mundo cambiante - sociedades inclusivas, innovadoras y reflexivas || Sociedades seguras - Protección de la libertad y la seguridad de Europa y sus ciudadanos ECONOMÍA CIRCULAR - COMPONENTES || Innovación tecnológica || Diseño de materiales y procesos || ++ || ++ || || ++ || ++ || || + || || + || + || || + || || || || || || Diseño de productos || ++ || || || || + || || + || || + || || || + || || || || + || || + Gestión de recursos (residuos, agua, energía y materias primas) || || + || || ++ || + || || + || || ++ || + || || ++ || || || || + || || ++ Innovación social || Nuevos modelos de producción y consumo || || || || || || || || + || ++ || + || || ++ || + || || || ++ || || + Compromiso de los ciudadanos || || || || || || || || || + || || || + || || || || ++ || || Modelos de producto-servicio || || || || || || || + || || + || || || ++ || || || || + || || Servicios de diseño || || || || || || || + || || + || || || + || || || || || || Innovación en las organizaciones || Soluciones y sistemas integrados || || + || || || + || || + || || ++ || ++ || ++ || ++ || || || || + || || Logística || || || || || || || || || ++ || || ++ || + || || || || || || Modelos de negocio || ++ || || || || || || + || || ++ || || || ++ || || || || + || || + Herramientas de apoyo a las políticas || || || || || || || || || ++ || || || ++ || + || || || ++ || || ++ Competencias y conocimientos || Emprendimiento || || || + || || || || || || || || || || || || || || + || Creación de capacidades y pluridisciplinariedad || || || + || || || || || || + || || || || || || + || + || + || Instrumentos financieros || || || || || || ++ || + || || || || || || || || || || || Sensibilización, difusión e internacionalización || || || || || || || || || + || || || + || || || || ++ || || Compromiso de una pluralidad de partes interesadas || || || || || + || || || || + || || + || ++ || || || || ++ || || Acciones de demostración y de introducción en el mercado || || || || || ++ || || || || + || || + || ++ || || || || + || || +
contribución importante ++ contribución muy importante