COMISIÓN EUROPEA
Bruselas, 18.5.2022
JOIN(2022) 23 final
COMUNICACIÓN CONJUNTA AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES
Compromiso energético de la UE en un mundo cambiante
{SWD(2022) 152 final}
1.Introducción
La Unión Europea y el mundo se enfrentan a la amenaza existencial que supone el cambio climático y a una creciente crisis energética. Si no aceleramos la lucha contra el cambio climático y contra la pérdida de biodiversidad, será imposible alcanzar los objetivos acordados en París y, con ello, también resultará imposible evitar una verdadera crisis climática con consecuencias devastadoras para las personas y el medio ambiente en todo el mundo.
El sexto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático concluye que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero deben reducirse un 43 % de aquí a 2030 para seguir avanzando hacia el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C. El sector de la energía constituirá el núcleo de esta transición, ya que es fundamental para lograr la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Al mismo tiempo, Rusia ha incumplido las normas internacionales con su guerra de agresión no provocada e injustificada contra Ucrania. Ha trastornado el mercado energético y el alimentario, y ha provocado un aumento de la volatilidad de los precios y de la inseguridad energética, lo que afecta no solo a su vecindad inmediata, sino a todo el mundo. Esto requiere una respuesta que aborde tanto las necesidades a corto plazo como las implicaciones a largo plazo de la UE y de sus socios. La UE se solidariza plenamente con Ucrania y continúa apoyando su sistema energético.
La transición energética ecológica es la única manera de garantizar simultáneamente una energía sostenible, segura y asequible en todo el mundo. Por tanto, la UE está decidida a mantener el rumbo y a colaborar con socios del mundo entero para animar a los países socios a aumentar su ambición climática y definir sus vías hacia la neutralidad climática, pero también a establecer relaciones a largo plazo que sean mutuamente beneficiosas, en particular en el ámbito de la energía.
La UE continuará e intensificará su compromiso en todo el mundo a través de asociaciones específicas. Esto puede hacerse mediante apoyo financiero, asistencia, transferencias de tecnología o relaciones comerciales más estrechas.
Asimismo, existe una necesidad europea de emprender esta acción. A pesar de la diversificación y de las medidas internas de seguridad energética adoptadas desde la crisis del gas de 2009, Europa sigue dependiendo demasiado de un proveedor que está dispuesto a utilizar la energía como arma. A fin de superar esta vulnerabilidad, la Comisión Europea presentó el 8 de marzo de 2022 una Comunicación sobre REPowerEU, en la que exponía un plan rector para poner fin a las importaciones de energía fósil procedentes de Rusia mucho antes de 2030. Esto requiere diversificar el suministro energético de la UE, aumentar el ahorro y la eficiencia energéticos y acelerar la transición energética ecológica.
Todo ello responde a los retos de un mundo y un panorama energético en rápida evolución. En los próximos años y décadas, surgirán nuevas oportunidades para producir energía, junto con nuevas estructuras del comercio y nuevas necesidades de transporte. Si bien el comercio de productos energéticos convencionales disminuirá gradualmente, nuevos productos, como el hidrógeno y el amoníaco, empezarán a comercializarse a escala internacional y aumentará la demanda de tecnologías de baja emisión. Se necesitarán nuevas normas y mecanismos de gobernanza para crear asociaciones más fiables y mutuamente beneficiosas a través de un enfoque basado en normas.
La Unión Europea debe estar preparada para actuar y dar forma a este nuevo entorno cambiante. Habrá nuevas oportunidades para que Europa aproveche su liderazgo en tecnología ecológica y promueva un desarrollo más justo y sostenible en todo el mundo, pero también nuevos retos para su seguridad energética y la resiliencia de sus cadenas de suministro, en particular de las materias primas fundamentales, que son clave para la transición energética.
Del mismo modo, la crisis es una oportunidad para que muchos países dejen atrás el desarrollo con altas emisiones de carbono y se beneficien de una economía más ecológica y más equitativa que facilite el acceso a la energía para millones de personas. En consonancia con el ODS 7, la UE trabajará para garantizar una transición energética justa e inclusiva. La Comisión Europea y el Alto Representante colaborarán y apoyarán a quienes emprendan la transición ecológica, facilitando la inversión sostenible a largo plazo, en particular a través de Global Gateway, el plan y la propuesta basada en valores de la Unión Europea para apoyar grandes inversiones en el desarrollo de infraestructuras alrededor del mundo.
Todos estos aspectos requieren que la UE actualice su estrategia energética exterior, más de diez años después de la adopción de la anterior, reforzando su compromiso con los socios y fortaleciendo su diplomacia climática y energética, en consonancia con las Conclusiones del Consejo de Asuntos Exteriores de 25 de enero de 2021.
Para lograrlo, la política energética exterior de la UE tendrá como objetivo:
·reforzar su seguridad energética, su resiliencia y su autonomía estratégica abierta mediante la diversificación del suministro energético de la UE y el impulso del ahorro y la eficiencia energéticos;
·acelerar la transición energética ecológica y justa a escala mundial para garantizar una energía sostenible, segura y asequible para la UE y el mundo;
·apoyar a Ucrania y a otros países afectados directa o indirectamente por la agresión rusa;
·crear asociaciones internacionales duraderas y promover las industrias de energía limpia de la UE en todo el mundo.
2.Una política energética exterior de la UE para REPowerEU
Tal como se establece en el plan REPowerEU, de 18 de mayo de 2022, publicado en paralelo a esta estrategia, el sistema energético europeo aumentará su eficiencia y cambiará a fuentes de energía ecológicas a un ritmo más rápido de lo previsto antes del inicio de la agresión rusa contra Ucrania. Si bien la transición energética ecológica es un elemento central del esfuerzo de la UE para lograr la independencia energética, el abandono de los combustibles fósiles rusos requerirá sustituir algunos de ellos por combustibles fósiles de otros proveedores internacionales, habida cuenta de que la producción interna de petróleo y gas de la UE está muy mermada: importamos el 90 % de nuestro consumo de gas, el 97 % de nuestro petróleo y el 70 % de nuestras necesidades de carbón. Dado que la demanda de gas de la UE se reducirá a un ritmo más rápido de lo previsto anteriormente y con el fin de minimizar el riesgo de inversiones y activos varados, la UE favorecerá las estrategias de diversificación que engloben tanto inversiones en gas como en hidrógeno verde.
2.1.Diversificación del suministro de gas de la UE
En la actualidad, Rusia es el mayor proveedor de gas de Europa. El plan REPowerEU pretende poner fin a nuestra dependencia del gas ruso lo antes posible. La mayor parte de esta demanda de gas se sustituirá por energías renovables, fuentes de energía hipocarbónicas y eficiencia y ahorro energéticos. La necesidad restante de gas natural se cubrirá mediante la diversificación de los proveedores.
Para suministrar el gas necesario en los próximos años, la UE debe aumentar sus importaciones de gas de fuentes no rusas, principalmente de gas natural licuado (GNL) (+ 50 000 millones de metros cúbicos), pero también de gas transportado por gasoducto (+ 10 000 millones de metros cúbicos o más). A tal fin, la UE ha puesto en marcha la Plataforma de Energía de la UE, para poner en común la demanda, coordinar el uso de las infraestructuras y negociar con socios internacionales para facilitar las adquisiciones conjuntas de gas e hidrógeno, tal como se establece en la Comunicación general sobre REPowerEU.
Esto se basa en el trabajo realizado por la Comisión Europea desde el pasado otoño, dirigiéndose a nuestros principales proveedores de GNL y gas transportado por gasoducto. Estos esfuerzos han dado lugar a entregas mensuales sin precedentes de GNL, 12 500 millones de metros cúbicos en abril de 2022 y 42 000 millones entre enero y abril de 2022. La Plataforma integrará los esfuerzos de diversificación en curso de los Estados miembros de la UE y estará abierta a Ucrania, Moldavia y Georgia, así como a los Balcanes Occidentales.
A fin de facilitar los esfuerzos de diversificación, la Comisión Europea y los Estados Unidos han acordado colaborar para el suministro de GNL adicional a la UE (15 000 millones de metros cúbicos en 2022, como mínimo, y aproximadamente 50 000 millones de metros cúbicos anuales al menos hasta 2030), a través de exportaciones estadounidenses así como en cooperación con otros socios internacionales. La Comisión también ha creado un grupo de trabajo específico con Canadá para examinar el posible suministro de GNL e hidrógeno en los próximos años.
Antes de este verano, la UE prevé celebrar un acuerdo trilateral con Egipto e Israel, relativo al suministro de GNL a Europa. Japón y Corea ya han redirigido una serie de cargamentos de GNL a Europa y continúa el trabajo para recurrir a esta opción en el futuro. Qatar está dispuesto a facilitar los intercambios con países asiáticos. En cuanto al gas transportado por gasoducto, Noruega ya ha aumentado sus entregas a Europa y tanto Argelia como Azerbaiyán han expresado su voluntad de hacerlo también. La UE tratará de reanudar el diálogo en materia de energía con Argelia e intensificará la cooperación con Azerbaiyán a la luz de la importancia estratégica del Corredor Meridional de Gas. La ampliación de la capacidad del gasoducto transadriático (TAP) aumentaría el suministro de gas a la UE y a los países de los Balcanes Occidentales.
Los países del África subsahariana, en particular los de África Occidental, como Nigeria (que ya suministró el 15 % de las importaciones de la EU en 2021), Senegal y Angola, también ofrecen un potencial de GNL sin explotar. Una aplicación plena y eficaz del Plan de Acción Integral Conjunto facilitaría una reflexión específica sobre el potencial de Irán para convertirse en un proveedor fiable de gas a Europa.
La UE tratará de garantizar que los suministros adicionales de gas procedentes de los proveedores de gas existentes y nuevos se combinen con medidas específicas para solucionar las fugas de metano, el venteo y la combustión en antorcha, lo que crea una liquidez adicional en los mercados mundiales, garantizando al mismo tiempo unos beneficios climáticos significativos. A tal fin, la UE cooperará con sus socios proveedores de combustibles fósiles para reducir las emisiones de metano. Al menos 46 000 millones de metros cúbicos de gas natural se pierden anualmente debido al venteo y la combustión en antorcha en los países que podrían suministrarlo a la UE. Existe tecnología para captar la mayor parte de este metano (el principal componente del gas natural) de manera sostenible y económica. La UE está dispuesta a prestar asistencia técnica a los socios para establecer sistemas «Tú captas / nosotros compramos» beneficiosos para ambas partes.
La UE también convocará a socios como el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) y el Banco Mundial a fin de crear incentivos para la recogida rápida de los gases fósiles desperdiciados, entre ellos el metano, agrupando esas pérdidas en productos significativos que puedan venderse a compradores internacionales.
El esfuerzo de diversificación de la UE tiene lugar en un contexto de creciente demanda mundial y precios elevados del GNL. Estas medidas deben tener en cuenta los intereses de los socios mundiales.
Habida cuenta de la evolución a medio plazo de la combinación energética en la UE y en los países socios, la UE promoverá unas asociaciones energéticas más amplias, combinando la cooperación relativa al gas con la cooperación energética a largo plazo relativa al hidrógeno, los gases renovables (entre ellos el biometano) y otras fuentes de energía ecológicas para evitar los activos varados y garantizar la transición ecológica.
La política energética de la UE también tendrá como objetivo garantizar unos mercados mundiales de GNL abiertos, flexibles, líquidos y que funcionen correctamente, colaborando con los principales países productores (Estados Unidos, Australia, Qatar, Nigeria, Egipto, etc.) y consumidores (China, Japón y Corea). El G7, el G20, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y otros foros internacionales ofrecen oportunidades para ello.
Medidas clave
·garantizar la rápida puesta en marcha de la Plataforma de Energía de la UE y sus plataformas regionales;
·aplicar plenamente las declaraciones conjuntas con los Estados Unidos y Canadá;
·negociar compromisos políticos con los proveedores de gas existentes o nuevos para aumentar las entregas de gas a Europa;
·establecer sistemas de captura y comercio de gas natural y metano «Tú captas / nosotros compramos».
2.2.Preparación de la UE para el comercio de hidrógeno renovable
El plan REPowerEU establece que 15 millones de toneladas adicionales de hidrógeno renovable, además de los 5,6 millones de toneladas ya previstos en el marco del paquete de medidas «Objetivo 55», pueden sustituir aproximadamente 27 000 millones de metros cúbicos de gas ruso importado de aquí a 2030. Esto incluye 10 millones de toneladas de hidrógeno importado.
La capacidad de producir hidrógeno renovable está distribuida de manera mucho más uniforme por todo el mundo que las reservas de petróleo y gas, habida cuenta de los recursos eólicos y solares mundiales. Sin embargo, este mercado aún no se ha desarrollado y requiere, a escala mundial, una expansión significativa de la producción de energías renovables y la disponibilidad de agua.
A fin de facilitar la importación de 10 millones de toneladas de hidrógeno a la UE, la Comisión Europea pretende establecer asociaciones en materia de hidrógeno con países socios fiables para garantizar unas relaciones comerciales y de inversión abiertas y no distorsionadas en el ámbito de los combustibles renovables y con bajas emisiones de carbono. Prevé tres grandes corredores de importación de hidrógeno de la región del Mar del Norte (Noruega y el Reino Unido), el Mediterráneo Meridional y Ucrania, tan pronto como las condiciones lo permitan.
Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA): potencial técnico de producción de hidrógeno verde por debajo de 1,5 USD/kg de aquí a 2050, en exajulios.
Una región con un potencial particularmente elevado para generar hidrógeno renovable es el Mediterráneo Meridional. A fin de crear oportunidades beneficiosas tanto para la región como para la UE, la Comisión Europea está trabajando en una Asociación Mediterránea para el Hidrógeno Verde entre la UE y los países del Mediterráneo Meridional. Este trabajo se basa en la nueva Agenda para el Mediterráneo y su Plan Económico y de Inversión, y comenzará con la Asociación para el Hidrógeno UE-Egipto. Este sería el primer paso para una cooperación más amplia en materia de hidrógeno renovable entre Europa, África y el Golfo, otra zona con abundantes recursos para la producción de hidrógeno.
Si se pone en práctica teniendo en cuenta las necesidades sociales, económicas y medioambientales locales, la cooperación en este ámbito fomentaría la producción y el consumo locales de electricidad e hidrógeno renovables y el desarrollo de cadenas de valor de la industria ecológica en los países socios. El marco regulador del hidrógeno de la UE debe garantizar unas condiciones de competencia equitativas para el hidrógeno importado y el de producción nacional.
El África subsahariana, Sudáfrica y Namibia ya están avanzando en el desarrollo de su sector del hidrógeno renovable y han atraído el interés de la industria de la UE. Una cooperación reforzada en materia de hidrógeno renovable también forma parte del compromiso bilateral de la UE con países como Egipto y Marruecos, donde la Comisión Europea ha comenzado a trabajar en una Asociación Verde UE-Marruecos.
También se está trabajando en una asociación estratégica con Ucrania en materia de gases renovables, entre ellos el hidrógeno y el biometano, con vistas a ampliarla considerablemente una vez que las condiciones lo permitan.
En nuestra vecindad inmediata, la UE está dispuesta a apoyar el desarrollo de redes a través del Reglamento revisado sobre las redes transeuropeas de energía (RTE-E). Los proyectos con países no pertenecientes a la UE que contribuyan considerablemente a los objetivos de las RTE-E pueden obtener la condición de proyectos de interés mutuo, una etiqueta que indica los proyectos conjuntos relacionados con el transporte de electricidad, el transporte de hidrógeno y las redes e instalaciones de almacenamiento de CO2 que cumplan las estrictas normas de seguridad de la UE. Paralelamente, se necesitarán inversiones para garantizar la capacidad de transporte marítimo y la logística para transportar estos productos.
El incipiente mercado mundial del hidrógeno debe basarse en normas comunes, en particular con respecto a los estándares, la certificación y las buenas prácticas reglamentarias, en términos de comercio y acceso a las infraestructuras. El marco regulador del hidrógeno de la UE es el más avanzado del mundo. Sobre la base de esta experiencia, la UE debe liderar los esfuerzos para desarrollar un marco sólido para un mercado mundial del hidrógeno transparente y basado en normas. Este proceso debe tener en cuenta las lecciones aprendidas en los mercados del gas y el petróleo, de modo que estos nuevos bienes energéticos puedan circular libremente a través de las fronteras, reforzando así nuestra seguridad energética a medida que nos alejamos de los combustibles fósiles. A fin de impulsar el mercado mundial del hidrógeno renovable, la UE considera la posibilidad de desarrollar un Mecanismo Europeo y Mundial para el Hidrógeno, tal como se refleja en la Comunicación general sobre REPowerEU.
Medidas clave:
·establecer asociaciones en materia de hidrógeno, en particular en los países vecinos de la UE y en África, para facilitar la importación de 10 millones de toneladas de hidrógeno de aquí a 2030 y el desarrollo de los mercados locales del hidrógeno;
·firmar un memorando de cooperación sobre el hidrógeno con Japón antes de finales de 2022;
·promover un mercado mundial del hidrógeno transparente y basado en normas, sobre la base de la experiencia de la UE;
·poner en marcha los primeros centros de comercio de hidrógeno renovable en Europa y establecerlos como referencia para las operaciones denominadas en euros relacionadas con el hidrógeno;
·establecer una Asociación Estratégica con Ucrania en materia de gases renovables en 2022;
·desarrollar un Mecanismo Europeo y Mundial para el Hidrógeno.
2.3.Reducción de la dependencia de las importaciones de energía rusas distintas del gas
Rusia, que transporta 8 millones de barriles al día, es el mayor exportador de petróleo del mundo. Por consiguiente, su invasión de Ucrania ha creado gran agitación e incertidumbre en el mercado mundial del petróleo y, en ocasiones, los precios se aproximan al máximo histórico de 150 USD por barril.
Como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, es probable que la volatilidad y la rigidez del mercado continúen y afecten no solo a la UE, sino también a los consumidores de petróleo de todo el mundo, especialmente a los más vulnerables. La UE está trabajando con sus socios internacionales para que se disponga de suficientes suministros de petróleo a escala mundial y a precios asequibles. Junto con el grupo de ministros de Energía del G7, la UE pide a los países productores de petróleo que estudien la posibilidad de aumentar las entregas al mercado mundial utilizando plenamente la capacidad excedentaria disponible.
En este contexto, la aplicación plena y eficaz del Plan de Acción Integral Conjunto facilitaría la entrada en el mercado de los suministros disponibles de petróleo iraní, lo que reduciría la presión de suministro y la volatilidad de los precios. La Comunicación sobre la Asociación Estratégica con el Golfo, publicada en paralelo a esta estrategia, expone el enfoque de la UE para reforzar sus relaciones con los países del Consejo de Cooperación del Golfo ricos en recursos petrolíferos.
Al mismo tiempo, los miembros de la AIE han acordado por unanimidad utilizar las reservas de emergencia para liberar 120 millones de barriles, la mayor liberación de reservas de la historia de la AIE. Esto ha puesto de manifiesto la importancia de las reservas de emergencia como amortiguador. Si bien las decisiones sobre la liberación de reservas son competencia de los Estados miembros, la experiencia con el proceso colectivo de la AIE demuestra la utilidad de que la UE asuma un papel de coordinación en caso de que se necesiten liberaciones adicionales.
La UE decidió detener todas las importaciones de carbón procedentes de Rusia en el marco de su quinto paquete de sanciones en abril de 2022. Para hacer frente a la crisis a corto plazo, esto implica sustituir entre 44 y 56 millones de toneladas anuales de carbón, sobre todo por importaciones. A largo plazo, el carbón se eliminará progresivamente en la UE, en la mayoría de los países de aquí a 2030. Con la adopción del embargo de la UE sobre el carbón ruso, los precios en la UE aumentaron en torno al 15 % hasta llegar a los 325 EUR por tonelada, pero no se prevén grandes dificultades con el suministro de carbón, ya que a finales de abril los precios volvieron al nivel anterior al embargo.
La diversificación de los suministros de combustible para las centrales nucleares es una línea de trabajo importante, ya que algunos Estados miembros de la UE siguen dependiendo plenamente del combustible nuclear ruso. La UE ayudará a las instalaciones nucleares a acelerar el proceso de autorización de combustibles alternativos para los reactores de diseño ruso VVER y trabajará con organizaciones nucleares internacionales, como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Agencia de la Energía Nuclear (AEN) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), para desarrollar la cooperación en el ámbito de la seguridad del suministro. Ya se está trabajando con socios como Canadá.
Medidas clave:
·trabajar con el G7, el G20 y otros foros internacionales, así como de forma bilateral con los países pertinentes, para garantizar unos mercados del petróleo bien abastecidos y que funcionen correctamente;
·proseguir el diálogo con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para garantizar la estabilidad y asequibilidad en el mercado del petróleo;
·coordinar la respuesta de la UE a la presión sobre los mercados del petróleo, incluida la posible liberación de reservas de petróleo como parte de la acción conjunta de la AIE o de la reacción de la UE a las interrupciones del suministro;
·acelerar la diversificación del suministro de combustible para las centrales nucleares, también en cooperación con Euratom.
2.4.Priorización del ahorro y la eficiencia energéticos
A medida que la UE se aparta del suministro energético ruso, dará prioridad al ahorro y la eficiencia energéticos, con el objetivo de lograr una reducción del 5 % de la demanda de petróleo y gas a corto plazo, lo cual reducirá la presión sobre los precios y sobre la demanda en los mercados mundiales. La UE también colaborará con socios internacionales para hacer del ahorro y la eficiencia energéticos una prioridad mundial. Junto con otras economías desarrolladas, la UE se centrará especialmente en la reducción del consumo de energía, basándose, entre otras cosas, en la campaña «Playing My Part» de la AIE.
La eficiencia energética tiene numerosos beneficios medioambientales, sociales y económicos. En el escenario de cero emisiones netas de la AIE, la economía mundial crecerá un 40 % de aquí a 2030, pero utilizará un 7 % menos de energía primaria y las soluciones para ello ya están técnicamente listas, son rentables y están disponibles para todos los sectores. Los mayores potenciales de ahorro pueden lograrse en la calefacción y la refrigeración de edificios públicos y privados. Pueden obtenerse importantes ahorros energéticos adicionales mediante procesos más eficientes, la transición a una economía circular y el transporte, así como aparatos más eficientes, tanto en los hogares (por ejemplo, bombas de calor) como en la industria.
AIE: Duplicar la tasa de mejora de la intensidad energética a lo largo de la próxima década contribuye a reducir la demanda de energía en 95 exajulios.
La UE ha adquirido experiencia normativa, legislativa, en normalización y en etiquetado que puede ser una fuente de inspiración para muchos países. La UE promoverá estas normas y prácticas a escala internacional, reconociendo al mismo tiempo las circunstancias específicas de sus socios. También es crucial movilizar grandes inversiones de capital tanto del sector público como del privado. Las mejores prácticas de la UE en materia de financiación de la eficiencia energética pueden compartirse y ampliarse, en estrecha cooperación con las entidades financieras y los socios internacionales.
El caso de la detención de las fugas de metano muestra que las medidas de ahorro energético pueden tener unos costes de reducción negativos: hasta el 70 % de las emisiones de metano de los sectores del petróleo, el gas y el carbón pueden detenerse utilizando la tecnología actual, y casi la mitad de ellas con beneficios o sin coste alguno.
La Comisión Europea ya ha adoptado una estrategia de la UE sobre el metano y una propuesta legislativa para regular las emisiones de metano que tienen una clara dimensión internacional. A escala internacional, la UE estableció, conjuntamente con los Estados Unidos, el Compromiso Mundial de Reducción de Emisiones de Metano. Los países participantes se comprometen a reducir sus emisiones colectivas de metano al menos un 30 % con respecto a los niveles de 2020 de aquí a 2030. Más de 110 países ya se han unido a este compromiso, lo que representa aproximadamente la mitad de las emisiones mundiales de metano de origen humano.
·Medidas clave: colaborar con socios para hacer de la eficiencia y el ahorro energéticos una prioridad mundial;
·apoyar la transición mundial hacia una economía más circular para reducir el consumo de energía;
·facilitar la disponibilidad de financiación y el acceso a la misma para las inversiones en la eficiencia y el ahorro energéticos;
·aplicar el Compromiso Mundial de Reducción de Emisiones de Metano y la dimensión exterior de la estrategia de la UE sobre el metano.
3.Apoyo a los socios afectados por la invasión rusa de Ucrania
La agresión militar rusa en todas sus dimensiones está produciendo alarmantes efectos sistémicos y en cadena en la economía mundial, que ya se ve afectada por la pandemia de COVID-19 y el cambio climático, con repercusiones particularmente drásticas en los países en desarrollo.
Según las previsiones recientes de la UNCTAD, el crecimiento del PIB de la economía mundial será un punto porcentual inferior al previsto debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que está perturbando gravemente los mercados alimentario, energético y financiero, ya de por sí tensos. Los precios de los productos básicos están alcanzando máximos históricos: los precios del crudo han aumentado alrededor de un 60 %, los del gas y los fertilizantes se han duplicado con creces y los de los alimentos son un 34 % superiores a los de hace un año por estas fechas.
Las recientes evaluaciones de las Naciones Unidas indican que una tercera parte de los 1 700 millones de personas que ya viven en la pobreza están expuestas a las perturbaciones en los sistemas alimentario, energético y financiero. Como consecuencia de ello, muchos países en desarrollo perderán más terreno en sentido económico, mientras que su vulnerabilidad se ve acentuada por el aumento de las tensiones geopolíticas y de la incertidumbre económica.
Reconociendo este impacto, la Unión Europea hará uso de todos los instrumentos existentes para seguir apoyando a las economías en desarrollo, especialmente en África y en los países vecinos de la UE, para recuperarse de la pandemia de COVID-19 y lograr un crecimiento inclusivo y sostenible, al tiempo que se crea la resiliencia económica necesaria para hacer frente a estas perturbaciones y a la crisis del cambio climático. Los esfuerzos de la UE para apoyar una transición energética justa y ecológica a escala mundial, descritos en el capítulo 4, son fundamentales para esta labor. La UE supervisará y abordará el impacto de la agresión de Rusia sobre sus socios a través de un compromiso bilateral y multilateral, y trabajará en pro de una respuesta mundial unificada.
3.1.Repotenciación del sistema energético de Ucrania y cooperación con vecinos cercanos
Desde el inicio de la agresión militar rusa, la ayuda a Ucrania y a otras naciones directamente afectadas por la guerra ha sido un elemento central de la política energética de la UE. La labor de la UE se ha centrado en garantizar el suministro ininterrumpido de energía y la seguridad nuclear en Ucrania. La sincronización de emergencia de la red eléctrica con Ucrania y Moldavia es un paso importante para garantizar la seguridad del suministro. La siguiente prioridad política es permitir el comercio de electricidad con la UE sobre la base de aumentos graduales de la capacidad negociable.
Los flujos en sentido inverso ya permiten transportar gas de Eslovaquia y Hungría a Ucrania. La apertura de la plataforma de la UE para compras comunes de gas, GNL e hidrógeno a Ucrania, Moldavia, Georgia y los Balcanes Occidentales también es una clara señal de apoyo. Los equipos energéticos dañados en Ucrania se reparan mediante la canalización de equipos energéticos especializados de los Estados miembros a Ucrania a través del Mecanismo de Protección Civil de la Unión. Los artículos que los Estados miembros no pueden entregar se adquieren a través del Fondo de Apoyo Energético para Ucrania establecido por la Comunidad de la Energía.
A fin de permitir la plena integración del mercado energético de Ucrania en el futuro, la UE proporciona apoyo técnico para garantizar las reformas del mercado. Las reformas también permitirán una mejor integración de las energías renovables y una armonización con la ambición climática de la UE. Este trabajo se está llevando a cabo en el marco del Acuerdo de Asociación y de la Asociación Estratégica UE-Ucrania. La Comunidad de la Energía y el recién creado Grupo de Trabajo sobre la Energía para Ucrania desempeñan un papel importante en esta labor.
La seguridad nuclear sigue siendo una gran prioridad, en particular tras el comportamiento temerario de Rusia en las instalaciones nucleares ucranianas. La UE está plenamente en consonancia con los esfuerzos del Organismo Internacional de Energía Atómica para garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares ucranianas en todo momento. La UE moviliza su Instrumento Europeo de Cooperación Internacional en materia de Seguridad Nuclear para atender las necesidades urgentes y restablecer la seguridad nuclear, a fin de cumplir el marco jurídico internacional, y sigue prestando su apoyo de larga data a la autoridad reguladora ucraniana. Está dispuesta a contribuir a la reconstrucción de la capacidad necesaria en seguridad nuclear.
De cara al futuro, la UE ha presentado su enfoque sobre el marco de reconstrucción a largo plazo en la Comunicación sobre la ayuda a Ucrania y la reconstrucción del país. La UE colaborará con Ucrania en la preparación de la iniciativa REPowerUkraine para «reconstruir mejor» el sistema energético ucraniano, con el objetivo de descarbonizar el sector energético del país, garantizando así su independencia energética. La atención debe centrarse en la eficiencia energética, las energías renovables, el hidrógeno renovable, el biometano y las infraestructuras preparadas para el futuro. La UE apoyará este proceso desde el punto de vista tanto financiero como técnico.
Con los Balcanes Occidentales, la UE seguirá apoyando la Agenda Verde y la independencia energética de la región, mediante la promoción de reformas que la hagan avanzar en su senda europea. La Comunidad de la Energía, con el apoyo de la Comisión Europea, está trabajando para determinar los objetivos energéticos y climáticos para 2030. Esto enviará las señales de inversión adecuadas y garantizará el compromiso político con la eliminación progresiva del carbón y la transición energética en general. La aplicación de los actos jurídicos clave adoptados por la Comunidad de la Energía en noviembre de 2021 permitirá una mejor integración de las energías renovables, el almacenamiento y la respuesta por parte de la demanda.
La UE propondrá la plena integración de los Balcanes Occidentales en el mercado interior de la electricidad de la UE para facilitar el cambio a la producción de energías renovables y la descarbonización del suministro energético en Europa Sudoriental. La introducción progresiva de la tarificación del carbono podría contribuir a una mayor armonización con la UE.
Medidas clave:
·apoyar la reparación y la reconstrucción de las infraestructuras energéticas en Ucrania;
·aumentar la capacidad transfronteriza para permitir el comercio de electricidad;
·facilitar el flujo en sentido inverso de gas a Ucrania a través de la República Eslovaca, Hungría y Polonia, y a Moldavia y Ucrania a través de Rumanía (gasoducto transbalcánico);
·invitar a Ucrania, Moldavia, Georgia y los países de los Balcanes Occidentales a participar en el sistema voluntario de la UE para la compra de gas;
·acelerar las reformas internas y las iniciativas emblemáticas en materia de energía de los planes económicos y de inversión para los Balcanes Occidentales y la Asociación Oriental, adaptadas a la situación actual, a fin de acelerar el despliegue de las energías renovables, garantizar una transición energética ecológica y ayudar a reducir la dependencia del gas ruso;
·aprovechar el marco de la Comunidad de la Energía para fomentar ambiciosos objetivos energéticos y climáticos y reformas del mercado, así como para impulsar las energías renovables y la eficiencia energética;
·poner en marcha la iniciativa REPowerUkraine para garantizar el suministro de energía y reconstruir el sector energético ucraniano tras la guerra.
4.Liderazgo y aceleración de la transición energética ecológica y justa a escala mundial
La transición energética ecológica es crucial para limitar el calentamiento global a 1,5 °C, impulsar el crecimiento, ofrecer oportunidades y mejorar las condiciones de vida en todo el mundo, así como para mitigar los riesgos de precio y de seguridad energética. El escenario de 1,5 °C implicaría un crecimiento del PIB un 2,3 % mayor de aquí a 2030 que si se mantuviera la situación actual y 85 millones de nuevos puestos de trabajo relacionados con la transición energética.
La UE se ha comprometido a liderar y acelerar la transición ecológica mundial y a apoyar a sus socios internacionales en el proceso. Esto incluye trabajar juntos en materia de energías renovables, eficiencia y ahorro energéticos, economía circular, crecimiento ecológico, protección de los recursos naturales, materias primas fundamentales, tecnologías limpias e infraestructuras preparadas para el futuro.
La Comisión Europea y el Alto Representante de la UE han puesto en marcha la Global Gateway, una nueva estrategia europea para impulsar unos vínculos inteligentes, limpios y seguros en los sectores digital, energético y del transporte y reforzar los sistemas de salud, educación e investigación en todo el mundo, en consonancia con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y el Acuerdo de París. La Global Gateway, que incluye un fuerte impulso a la transición energética ecológica, se aplicará a través de un enfoque del «Equipo Europa», que reunirá a la UE y a sus Estados miembros con sus instituciones financieras y de desarrollo, entre ellas el BEI y el BERD, con el fin de movilizar hasta 300 000 millones EUR en concepto de inversiones entre 2021 y 2027.
Asimismo, la UE apoya la transición ecológica mundial a través de su financiación de la lucha contra el cambio climático. El 30 % de la dotación para ayuda al desarrollo de la UE se canaliza hacia la lucha contra el cambio climático, también en el sector energético. Podría decirse que la UE es el mayor contribuyente al compromiso mundial de las naciones más desarrolladas de proporcionar 100 000 millones USD anuales para financiar la lucha contra el cambio climático y seguirá implicando a otros socios para que sigan su ejemplo.
Para tener éxito, la transición ecológica debe ser justa y socialmente equitativa. Especialmente en el contexto de la lenta recuperación, las turbulencias económicas y las consecuencias mundiales de la agresión rusa contra Ucrania, los aspectos sociales de la remodelación de los sistemas energéticos deben ocupar un lugar central en la transición. Esto es una prioridad para la UE y una parte integrante de nuestra política energética exterior. Por una parte, implica reducir el impacto social y económico de la eliminación progresiva de los combustibles fósiles (en particular el carbón) y, por otra, ofrecer nuevas oportunidades a través de las tecnologías ecológicas (capítulo 4.1), abordando al mismo tiempo cuestiones como el acceso a la energía, las subvenciones a los combustibles fósiles, el desarrollo de capacidades y los efectos distributivos de la transición.
El carbón, aunque no es el único combustible fósil, es el más contaminante y es responsable del 40 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Por tanto, constituye el núcleo de los esfuerzos de la UE para lograr una transición justa, que se centran, en particular, en los principales países consumidores de carbón.
Como seguimiento de la COP26, la UE, junto con sus Estados miembros Francia y Alemania, así como sus socios internacionales, los Estados Unidos y el Reino Unido, está poniendo en práctica una asociación para una transición justa con Sudáfrica, con un presupuesto de 8 500 millones USD para acelerar la descarbonización de la economía, haciendo hincapié en la eliminación progresiva del carbón y la minimización de los costes de adaptación social del país. La UE está estudiando la posibilidad de establecer asociaciones para una transición justa con otros socios, tales como Vietnam, Indonesia y la India.
En consonancia con las ambiciones declaradas por China de reducir su dependencia del carbón y avanzar hacia su objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono de aquí a 2060, la plataforma de cooperación energética UE-China y el diálogo anual de alto nivel UE-China sobre la energía se centran en los mercados del carbono, los sistemas energéticos, las energías renovables, la eficiencia energética y la cooperación empresarial. La UE también ha establecido diálogos sobre política laboral y social con la India, China y los países vecinos meridionales en el marco de la Plataforma Regional sobre Empleo y Trabajo de la Unión por el Mediterráneo. La UE también presta apoyo a la eliminación progresiva del carbón en los Balcanes Occidentales y Ucrania a través de su iniciativa «Regiones carboníferas en transición».
Medidas clave:
·acelerar la transición energética ecológica a escala mundial facilitando las inversiones sostenibles y la conectividad a través de la Global Gateway;
·colaborar en la transición justa y la eliminación progresiva del carbón con los países socios de la UE, incluidos los países vecinos de la Unión;
·trabajar para garantizar el compromiso mundial de proporcionar 100 000 millones USD anuales para financiar la lucha contra el cambio climático y utilizar la contribución de la Unión para apoyar la transición ecológica y justa;
·poner en práctica la asociación conjunta para la transición energética con Sudáfrica y estudiar las posibilidades de forjar otras asociaciones mundiales con arreglo a este modelo;
·aplicar la iniciativa «Regiones carboníferas en transición» en Ucrania y los Balcanes Occidentales;
·armonizar y aplicar las iniciativas mundiales para poner fin a las subvenciones a los combustibles fósiles y colaborar con los países que dependen en gran medida de la generación de electricidad a partir de carbón para lograrlo;
·trabajar con la AIE, la IRENA y la OIT para impulsar una transición justa e inclusiva a escala mundial.
4.1.Fomento de las tecnologías renovables y la eficiencia energética en los países socios
En la actualidad, la electricidad basada en energía eólica y solar es la opción más barata en la mayoría de las regiones del mundo. En un mundo con un calentamiento global limitado a 1,5 °C, las energías renovables podrían representar el 90 % de la producción mundial de energía de aquí a 2050. Se calcula que el valor de los mercados mundiales será de 24 billones EUR para las energías renovables y de 33 billones EUR para la eficiencia energética hasta 2050. Esto representa una gran oportunidad para la economía mundial.
El aumento de las energías renovables cambiará la dinámica del sistema energético mundial. Los recursos de hidrocarburos estaban concentrados en unos pocos países, pero todas las naciones tienen el potencial de desarrollar energías renovables y participar en el comercio energético. Actualmente, alrededor del 80 % de la población mundial vive en países que son importadores netos de energía. Esto cambiará.
La UE, que representa el 9 % de las emisiones mundiales, tiene un gran interés en impulsar la adopción de las energías renovables y mejorar la eficiencia energética en todo el mundo. Para acelerar el despliegue de la energía fotovoltaica, la Comisión Europea publica una estrategia de energía solar europea junto con la presente estrategia.
El despliegue eficaz de las fuentes de energía renovables y el aumento de la eficiencia energética requieren un «enfoque sistémico» más amplio que tenga en cuenta la producción, el transporte y el consumo de electricidad en su conjunto. La instalación de capacidad de energía renovable es más eficaz cuando se integra en mercados regionales abiertos y flexibles. La UE ha sido pionera en la creación de un gran mercado integrado de la energía y nuestra experiencia puede ayudar a los socios internacionales a acelerar su transición.
Muchos países de los Balcanes Occidentales, la Asociación Oriental y la vecindad meridional están aumentando gradualmente el uso de energías renovables en su región. Países como la India y Marruecos ya se han fijado objetivos ambiciosos para el despliegue de energías renovables, aplicados y reforzados en el marco de la asociación UE-India en materia de energía limpia y clima y de la Asociación Verde UE-Marruecos. Se está llevando a cabo una labor similar en nuestra asociación con China (incluidos los regímenes de comercio de derechos de emisión basados en el sistema de la UE).
Una cooperación energética justa y recíproca con África es una prioridad importante, tanto para garantizar el acceso a la energía para 570 millones de personas que actualmente carecen de electricidad en el África subsahariana como para apoyar las inversiones en sistemas energéticos sostenibles y en el comercio de hidrógeno renovable, una vez satisfechas las necesidades locales. De aquí a 2030, la Iniciativa Africana de Energía Verde tiene por objeto apoyar el despliegue de, al menos, 50 GW de electricidad renovable, proporcionando acceso a la electricidad a 100 millones de personas, como mínimo. Para alcanzar este objetivo, será fundamental impulsar las inversiones del sector privado.
En el marco de la iniciativa Global Gateway, la UE movilizará 2 400 millones EUR en subvenciones para el África subsahariana y 1 080 millones EUR para África del Norte, con el fin de apoyar las energías renovables, la eficiencia energética, la transición justa y la ecologización de las cadenas de valor locales. Esto también apoyará el plan de acción de recuperación verde de la Unión Africana, que pretende aumentar la capacidad de generación de energías renovables al menos 300 GW de aquí a 2030.
La aceleración de la adopción de las energías renovables en todo el mundo también brinda una oportunidad para reforzar las relaciones comerciales. Para desarrollar su potencial de generación de energías renovables autóctonas, la mayoría de los países del mundo necesitan acceso a tecnologías innovadoras, conocimientos y capital, y la industria de la ecotecnología de la UE está bien situada para participar en estos esfuerzos. La mitad de la energía eólica mundial procede de turbinas fabricadas en Europa. Las empresas de la UE son líderes en segmentos importantes de las industrias fotovoltaica, del hidrógeno y de las bombas de calor y están adquiriendo un nivel similar al de Asia en materia de tecnología de baterías gracias a la Alianza Europea de Baterías.
Para prosperar y seguir creciendo, la industria de la ecotecnología debe poder basarse en un marco regulador estable, una competencia leal, inversiones suficientes y una igualdad de condiciones en materia fiscal, lo que es igualmente importante y beneficioso para la UE y los agentes locales. La política energética exterior debe trabajar conjuntamente con la política industrial y comercial de la UE, garantizando el acceso al mercado para nuestra industria y abordando los retos a través de los acuerdos de libre comercio y las medidas de ejecución.
El desarrollo de relaciones entre empresas requiere una atención constante: los actos de establecimiento de contactos empresariales organizados en el marco del Consejo de Energía UE-EE. UU., más recientemente sobre la energía eólica marina, son un modelo que debe replicarse. En Asia (por ejemplo, en la República de Corea y Taiwán), se ha celebrado este tipo de actos para ofrecer nuevas oportunidades de negocio a las empresas de ecotecnología de la UE.
La reducción de riesgos y los instrumentos de crédito a la exportación también son fundamentales para permitir la entrada en nuevos mercados. Las empresas de tecnologías limpias de la UE compiten cada vez más con empresas extranjeras que reciben apoyo financiero directo de sus Gobiernos. La Comisión desarrollará una estrategia de la UE para los créditos a la exportación en beneficio de las empresas de ecotecnología, a fin de mejorar la igualdad de condiciones para las empresas de la UE en los mercados de terceros países. Asimismo, la Comisión está intentando modificar las normas de la OCDE para incentivar aún más el apoyo al crédito a la exportación para las tecnologías respetuosas con el clima.
Medidas clave:
·acelerar el despliegue de las energías renovables y de la eficiencia energética en todo el mundo, en particular en los Balcanes Occidentales, África, el Mediterráneo y la región Indopacífica;
·aplicar la mutuamente beneficiosa Iniciativa de Energía Verde UE-África;
·apoyar la transición ecológica en Asia Central a través de una iniciativa regional del «Equipo Europa» sobre medio ambiente, energía y agua;
·aumentar el despliegue de las energías renovables en las ciudades y los municipios rurales, por ejemplo a través de la misión «Transiciones Urbanas» de la iniciativa mundial «Misión Innovación»;
·impulsar las tecnologías limpias en el contexto del Consejo de Comercio y Tecnología con los Estados Unidos;
·desarrollar una estrategia de crédito a la exportación de la UE.
4.2.Cooperación en materia de investigación y tecnología
Muchas de las tecnologías necesarias para lograr la plena descarbonización de la economía mundial aún no están maduras ni son competitivas con la calefacción y la electricidad basadas en combustibles fósiles. La cooperación internacional es esencial para acelerar la innovación y el despliegue de la energía ecológica, al tiempo que se reduce su coste, en particular para las energías y el hidrógeno renovables. Otros ámbitos de investigación importantes para una transición impulsada por la innovación son el desarrollo de redes eléctricas inteligentes, ciberseguras y flexibles, el almacenamiento de energía de larga duración, las materias primas sostenibles, los reactores modulares pequeños y los combustibles sostenibles para la industria y el transporte.
Dado que las energías y el hidrógeno renovables no podrán sustituir a todos los combustibles fósiles de la combinación energética, también será necesaria la absorción de carbono, en particular en los sectores industriales en los que la electrificación o las opciones basadas en el hidrógeno no sean rentables. La UE cooperará con sus vecinos y otros países para introducir en los mercados mundiales soluciones innovadoras de eficiencia energética de consumo cero, así como tecnologías como la captura, el almacenamiento y la utilización de carbono (CAUC).
La UE seguirá apoyando la cooperación internacional y las iniciativas multilaterales en consonancia con su enfoque global para la investigación y la innovación. La Comisión proporcionará recursos para la cooperación internacional con cargo a Horizonte Europa, el programa de financiación pública de la UE para la investigación y la innovación. La UE reforzará asimismo su compromiso con las principales iniciativas internacionales, tales como Misión Innovación y el Foro Ministerial sobre Energías Limpias, para desarrollar conjuntamente las soluciones de energía ecológica del futuro.
Medidas clave:
·desarrollar técnicas de captura y almacenamiento de CO2 hasta la madurez de mercado, también en cooperación con Noruega;
·continuar la asociación conjunta a largo plazo para la investigación y la innovación UE-Unión Africana en materia de energías renovables y ampliar su ámbito de aplicación al hidrógeno renovable.
4.3.Garantía del acceso a las materias primas críticas
Si bien la UE está decidida a poner fin a su dependencia de la energía rusa, está igualmente decidida a evitar nuevas dependencias en el futuro. A medida que disminuye la demanda de combustibles fósiles, el aumento de la demanda de materias primas, por ejemplo, las tierras raras y los metales, podría dar lugar a nuevos retos de suministro durante la transición energética. Según el estudio prospectivo sobre las materias primas fundamentales para tecnologías y sectores estratégicos, la demanda de materias primas fundamentales necesarias en el sector de la energía con bajas emisiones de carbono y sus costes aumentarán considerablemente de aquí a 2050. En este sector, la UE depende principalmente de las tierras raras, el litio, el magnesio, el niobio, el germanio, los boratos y el escandio, algunos de los cuales no pueden adquirirse en el mercado interior.
Para seguir avanzando en su transición energética, las empresas de la UE tendrán que obtener estos materiales en mercados tensos de productos básicos o sustituirlos a largo plazo mediante nuevos procesos industriales. Entre las posibles soluciones para minimizar la futura dependencia de la UE en este ámbito estratégico figuran una mayor diversificación de las cadenas de suministro mundiales, la priorización de las medidas de eficiencia energética, la incentivación de las inversiones a largo plazo en nuevas actividades mineras y de refinado dentro de la UE, así como la intensificación de los esfuerzos de circularidad para garantizar que los materiales se conserven en la economía durante el mayor tiempo posible y que los residuos se reciclen.
La Comisión intensificará los trabajos relacionados con el suministro de las materias primas fundamentales y preparará una propuesta legislativa. Esta iniciativa tendrá por objeto reforzar la cadena de valor europea mediante la identificación de recursos minerales y de proyectos de materias primas como parte del interés estratégico europeo, garantizando al mismo tiempo un alto nivel de protección del medio ambiente.
La UE ya ha establecido asociaciones de cadenas de valor de materias primas sostenibles con Canadá y Ucrania. A fin de diversificar aún más sus cadenas de suministro, la Comisión está trabajando para establecer otras asociaciones mutuamente beneficiosas de cadenas de valor de materias primas en África (por ejemplo, Namibia), América Latina, los Balcanes Occidentales y con Australia, a través de acuerdos comerciales o memorandos de entendimiento.
Al menos a medio plazo, el acceso a suministros diversificados procedentes de mercados internacionales será clave para garantizar la resiliencia. La política comercial de la UE desempeña un papel clave a este respecto, al garantizar un acceso abierto a los suministros y evitar las distorsiones del mercado mediante el desarrollo y la aplicación de acuerdos comerciales. Los capítulos sobre energía y materias primas de los acuerdos de libre comercio (ALC) de la UE desempeñan un papel fundamental a este respecto.
Medidas clave:
·establecer asociaciones mutuamente beneficiosas de cadenas de valor de materias primas, más allá de Ucrania y Canadá;
·reforzar la cooperación en relación con las cadenas de valor de materias primas con Noruega en el marco de la Alianza Ecológica UE-Noruega;
·reforzar el uso de los instrumentos de política económica y comercial de la UE para garantizar un acceso no distorsionado a los mercados internacionales;
·promover la eficiencia y la circularidad de los recursos a escala mundial, en particular a través de medidas de diseño de productos;
·trabajar con organizaciones internacionales, tales como la OCDE, la AIE y la IRENA, en las cadenas de suministro de las materias primas fundamentales utilizadas en la transición energética.
5.Establecimiento de las bases del nuevo sistema energético mundial
5.1.Refuerzo de las alianzas establecidas, creación de nuevas asociaciones
El nuevo sistema energético mundial no implica solo sustituir los combustibles fósiles por energías renovables, sino que será fundamental y estructuralmente diferente del actual. La colaboración y las asociaciones serán clave para su funcionamiento. A medida que la UE se esfuerce por hacer realidad la transición ecológica mundial, llegará a todo el mundo, lo escuchará y trabajará con él.
IRENA: Cambios en el valor del comercio de productos energéticos, 2020 a 2050.
La UE seguirá trabajando conjuntamente con Estados Unidos, con quien las prioridades están bien armonizadas en todo el espectro de la política energética. A través del Consejo de Energía UE-EE. UU. y en los foros internacionales, la UE se esforzará por efectuar un cambio positivo en el panorama energético mundial. La relación con Canadá en el campo de la energía se ha acelerado considerablemente, basándose en el actual diálogo de alto nivel sobre la energía.
Tanto la vecindad oriental como la meridional seguirán siendo cruciales para la UE. Las relaciones en materia de energía con los países de la Asociación Oriental deberán reforzarse y revisarse, sin dejar de centrarse en la seguridad energética sostenible y la transición energética ecológica, de conformidad con los compromisos contraídos en la 6.ª Cumbre de la Asociación Oriental en diciembre de 2021. La resiliencia, la seguridad energética y la transición ecológica de Ucrania, Moldavia y los Balcanes Occidentales están vinculadas a las de la UE y, por tanto, son una prioridad central. La cooperación con Turquía debe continuar en materia de descarbonización, a fin de garantizar la adaptación del marco jurídico turco al acervo de la UE, en particular a través de la plataforma de inversión turca.
En los países vecinos meridionales, debe desarrollarse una política energética mediterránea común basada en la Declaración ministerial de la Unión por el Mediterráneo adoptada en junio de 2021. La UE apoyará la cooperación regional en la región del Mediterráneo Oriental y Meridional en materia de transición energética y para liberar el potencial de generación de energías renovables. La UE seguirá cooperando en materia de descarbonización, incluidas las emisiones de metano, con todos los proveedores de combustibles fósiles de la región, como Egipto, Israel y Argelia.
África es un socio clave para la UE. Además de los objetivos de la política de cooperación, se prevé un mayor compromiso comercial y de inversión con los países africanos, ya que se están convirtiendo cada vez más en mercados de rápido crecimiento de tecnologías energéticas ecológicas. Los países africanos también pueden contribuir a la seguridad energética de la UE, actualmente con el suministro de petróleo y GNL y en el futuro a través del hidrógeno verde y los combustibles renovables, así como de las materias primas fundamentales para la transición energética ecológica.
La UE seguirá trabajando con socios como Noruega, Japón, Australia, Chile, el Reino Unido y otros en relación con la transición energética y las prioridades mutuamente pertinentes. Actualmente, la UE está negociando un acuerdo de libre comercio con Australia. Como futuro productor importante de hidrógeno verde, el refuerzo de los vínculos energéticos debe ser una prioridad. También se espera que Chile se convierta en un gran productor de hidrógeno verde en el futuro, además de suministrar materias primas fundamentales como el litio.
Como parte de la asociación UE-India en materia de energía limpia y clima, la UE intensificará su cooperación energética con la India en apoyo de la aceleración del despliegue local de las energías renovables y la rápida descarbonización de su industria. La UE apoyará actividades conjuntas en los ámbitos de la energía solar y eólica marina y su integración a través de redes inteligentes.
La UE sigue trabajando con China en materia de descarbonización, la reforma del mercado de la energía y la mejora de la eficacia y la eficiencia del sistema energético. La cooperación se centrará en los regímenes de comercio de derechos de emisión, los sistemas eléctricos, la modelización de redes, la financiación de la eficiencia energética y la cooperación empresarial.
Tal como se establece en la Comunicación conjunta sobre el Golfo, la UE colaborará estrechamente con los países del Golfo para promover la transición energética ecológica, también con inversiones en los países vecinos meridionales. A fin de estructurar mejor su cooperación con el Golfo, la Comisión propuso celebrar reuniones ministeriales anuales sobre la transición ecológica complementadas con iniciativas conexas del sector privado.
Asia Central es una región clave rica en recursos. Sobre la base del potencial de la región en materia de energía solar, eólica e hidroeléctrica, la UE fomentará las reformas del sector energético de Asia Central y la transición a una economía hipocarbónica, así como la cooperación sobre materias primas fundamentales con países como Kazajistán.
5.2.Geopolítica y arquitectura energética mundial
La invasión de Ucrania por parte de Rusia es un claro recordatorio de que el mundo está marcado por importantes rivalidades geopolíticas y económicas. Si no se contrarrestan, las relaciones entre las grandes potencias podrían volverse cada vez más conflictivas y unilaterales, lo que conduciría a visiones y agendas que compiten entre sí.
La transición energética ecológica mundial puede ayudar a la UE a alcanzar sus objetivos geopolíticos más amplios para reforzar la resiliencia y la autonomía estratégica abierta. La Comisión Europea y el Alto Representante promoverán los objetivos energéticos de la UE reforzando el papel de la diplomacia energética en la política exterior y de seguridad. Para ello, será necesario reforzar los mecanismos de seguimiento, la prospectiva y la evaluación de las implicaciones estratégicas de la transición energética mundial para los países socios.
Abordar eficazmente los retos de la transición energética mundial requiere confianza y cooperación entre la comunidad internacional. La UE intensificará su actuación multilateral en apoyo de los objetivos de la UE y de los compromisos mundiales sobre la base de los principios del multilateralismo efectivo y basado en normas establecidos en la Comunicación conjunta de 2021 sobre el refuerzo de la contribución de la UE al multilateralismo basado en normas. Se necesitan asociaciones reforzadas dentro de las Naciones Unidas, el G20 y el G7, así como una cooperación más estrecha con las instituciones financieras internacionales.
Las organizaciones y los foros multilaterales de la energía, tales como la IRENA, la AIE, la Comunidad de la Energía, la Alianza Solar Internacional, el Foro Ministerial sobre Energías Limpias y Misión Innovación, el Pacto Mundial de los Alcaldes por el Clima y la Energía, tienen una responsabilidad clave en la promoción de la transición energética a escala mundial. Algunas organizaciones, como la Carta de la Energía, necesitan con urgencia una profunda modernización para adaptarlas a los objetivos para 2050 y la UE está abordando activamente esta cuestión. Si no puede lograrse una reforma suficiente del Tratado sobre la Carta de la Energía, la UE estudiará la posibilidad de renunciar a su calidad de miembro.
La UE seguirá apoyando una representación más inclusiva de las economías emergentes y en desarrollo en las instituciones internacionales. La UE, junto con sus Estados miembros y como parte de un enfoque de «Equipo Europa», contribuirá cada vez más al liderazgo y a la formulación inclusiva de decisiones mediante una mayor participación en los órganos rectores de las organizaciones pertinentes. La UE también debe sopesar los beneficios de mejorar su presencia colectiva hasta convertirse en miembro de pleno derecho en los foros de energía considerados clave y estratégicos para impulsar el Pacto Verde Europeo y la presente estrategia.
Además, la UE reforzará la cooperación en el marco de organizaciones multilaterales y regionales y buscará una relación más estrecha con la Unión por el Mediterráneo, la Unión Africana y sus organismos, la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) o la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN) para abordar retos comunes y colaborar a escala internacional.
Medidas clave:
·hacer un seguimiento periódico del impacto geopolítico de la transición ecológica;
·iniciar una revisión de la participación de la UE en foros internacionales de energía clave para la transición energética mundial;
·intensificar la diplomacia energética en la política exterior de la UE y de los Estados miembros.
6.Conclusión
Nos encontramos en un momento crítico para la política energética mundial. El cambio climático, los cambios geopolíticos, los avances tecnológicos y el aumento de la demanda mundial de energía crean un entorno difícil y en rápida evolución que requiere adaptar nuestros sistemas energéticos y nuestras relaciones.
Además, la invasión de Ucrania por parte de Rusia tiene consecuencias de gran alcance para la seguridad energética no solo de la UE, sino del mundo entero. Las acciones de Rusia han desencadenado una volatilidad de los precios sin precedentes en los mercados de la energía y han subrayado la necesidad de establecer asociaciones basadas en la confianza y en objetivos compartidos a largo plazo.
La transición energética ecológica es la única manera de garantizar simultáneamente una energía sostenible segura y asequible en todo el mundo. Para tener éxito, esta transición debe ser socialmente justa y equitativa, sin dejar a nadie atrás. No solo implica la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y las prácticas obsoletas, sino también la introducción gradual de la energía ecológica, tecnologías innovadoras, mejores mercados y la economía circular. Requiere abordar desde ahora los posibles riesgos y dependencias futuros.
La transición es una oportunidad para que la UE y sus socios construyan conjuntamente un nuevo sistema energético más sostenible, más equitativo y más colaborativo. La presente Comunicación expone la estrategia de la UE para alcanzar ese objetivo.