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Document 52015DC0080
COMMUNICATION FROM THE COMMISSION TO THE EUROPEAN PARLIAMENT, THE COUNCIL, THE EUROPEAN ECONOMIC AND SOCIAL COMMITTEE, THE COMMITTEE OF THE REGIONS AND THE EUROPEAN INVESTMENT BANK A Framework Strategy for a Resilient Energy Union with a Forward-Looking Climate Change Policy
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO, AL COMITÉ DE LAS REGIONES Y AL BANCO EUROPEO DE INVERSIONES Estrategia Marco para una Unión de la Energía resiliente con una política climática prospectiva
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO, AL COMITÉ DE LAS REGIONES Y AL BANCO EUROPEO DE INVERSIONES Estrategia Marco para una Unión de la Energía resiliente con una política climática prospectiva
/* COM/2015/080 final */
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO, AL COMITÉ DE LAS REGIONES Y AL BANCO EUROPEO DE INVERSIONES Estrategia Marco para una Unión de la Energía resiliente con una política climática prospectiva /* COM/2015/080 final */
1. POR QUÉ NECESITAMOS UNA UNIÓN DE LA ENERGÍA El objetivo de una Unión de la Energía
resiliente, centrada en una política climática ambiciosa, es ofrecer a los
consumidores de la UE —hogares y empresas— una energía segura, sostenible,
competitiva y asequible. La consecución de este objetivo exigirá una
transformación profunda del sistema energético europeo. Aspiramos a una Unión de la Energía en la que
los Estados miembros se den cuenta de que dependen unos de otros para
garantizar a sus ciudadanos una energía segura, sobre la base de una
solidaridad y confianza auténticas, que hable con una sola voz en asuntos de
alcance mundial. Aspiramos a un sistema energético integrado a
escala continental, en el que la energía fluya libremente a través de las
fronteras, sobre la base de la competencia y el mejor uso posible de los
recursos, con una regulación eficaz de los mercados energéticos a nivel de la
UE, en caso necesario. Aspiramos a la Unión de la Energía en tanto
que economía sostenible, hipocarbónica y respetuosa con el clima, diseñada para
durar. Aspiramos a unas empresas europeas sólidas,
innovadoras y competitivas que desarrollen la tecnología y los productos
industriales necesarios para lograr la eficiencia energética y tecnologías
hipocarbónicas en Europa y fuera de ella. Aspiramos a una mano de obra europea con las
cualificaciones necesarias para construir y gestionar el sistema energético del
futuro. Aspiramos a la confianza de los inversores por
medio de señales de precios que reflejen las necesidades y los objetivos
políticos a largo plazo. Y lo que es más importante, aspiramos a una
Unión de la Energía centrada en los ciudadanos, en la que estos asuman la
transición energética, aprovechen las nuevas tecnologías para reducir sus
facturas y participen activamente en el mercado, y en la que se proteja a los
consumidores vulnerables. Para alcanzar nuestro objetivo, tenemos que
dejar atrás una economía propulsada por los combustibles fósiles, en la que la
energía se basa en un enfoque centralizado, guiado por la oferta, y que depende
de tecnologías antiguas y modelos empresariales obsoletos. Tenemos que
empoderar a los consumidores, proporcionándoles información y posibilidades de
elección, y flexibilizando tanto la demanda como la oferta. Tenemos que abandonar
un sistema fragmentado, caracterizado por la falta de coordinación de las
políticas nacionales, las barreras comerciales y las islas energéticas. El sistema energético europeo en cifras Según datos recientes, la UE importa el 53% de su energía a un coste de 400 000 millones de euros aproximadamente, lo que la convierte en el mayor importador de energía del mundo. Seis Estados miembros dependen de un único proveedor exterior para la totalidad de sus importaciones de gas y, por tanto, siguen siendo demasiado vulnerables a las perturbaciones del suministro. También se calcula que cada incremento porcentual adicional en términos de ahorro energético permite reducir un 2,6 %[1] las importaciones de gas. El 75 % del parque de viviendas es ineficiente desde el punto de vista energético. El 94 % del transporte depende de los productos derivados del petróleo, de los cuales el 90 % es importado. Globalmente, la UE gasta más de 120 000 millones de euros al año —directa o indirectamente— en subvenciones energéticas, a menudo no justificadas[2]. Solo de aquí a 2020 habrá que invertir más de un billón de euros en el sector energético[3]. Los precios de la electricidad al por mayor de los países europeos son bajos, aunque siguen siendo un 30 % más elevados que en los Estados Unidos. Al mismo tiempo, los precios de la electricidad después de impuestos aumentaron para los hogares una media del 4,4 % de 2012 a 2013. Los precios del gas al por mayor siguen siendo más del doble que los de los Estados Unidos[4]. La diferencia de precios respecto a otras economías repercute en la competitividad de nuestra industria, en particular en las industrias de gran consumo de energía. Las empresas europeas de energías renovables tienen un volumen de negocios anual combinado de 129 000 millones de euros y emplean a más de un millón de personas[5]. Las empresas de la UE tienen una cuota del 40 % de todas las patentes de tecnologías renovables[6]. El desafío consiste en mantener el liderazgo europeo en las inversiones mundiales en energías renovables[7]. Actualmente, la Unión
Europea cuenta con normas de energía a nivel europeo, pero, en la práctica,
tiene veintiocho marcos reglamentarios nacionales. Esto no puede seguir así. Se
requiere un mercado integrado de la energía para estimular la competencia,
aumentar la eficiencia del mercado mediante un uso más eficaz de las
instalaciones de producción de energía en toda la UE y garantizar precios
asequibles para los consumidores. El mercado minorista no
funciona correctamente. Muchos consumidores domésticos tienen muy poco margen
de elección respecto a los proveedores de energía y muy poco control sobre el
coste de la energía. Un porcentaje absolutamente inaceptable de hogares
europeos no puede pagar sus facturas de energía. La infraestructura
energética está quedando obsoleta y no se adapta al aumento de la producción a
partir de energías renovables. Es necesario atraer inversiones, pero el diseño
actual del mercado y las políticas nacionales no generan los incentivos
adecuados ni ofrecen suficiente previsibilidad a los inversores potenciales. Sigue habiendo islas
energéticas, ya que muchos mercados no están debidamente conectados con sus
vecinos. Esta situación es fuente de costes adicionales para los consumidores y
genera vulnerabilidad en términos de seguridad energética. Seguimos siendo
líderes en innovación y energías renovables, pero otras regiones del mundo se
están aproximando rápidamente y ya hemos perdido terreno en lo que respecta a
algunas tecnologías limpias, con bajas emisiones de carbono. El refuerzo de la
inversión en empresas de alta tecnología que compitan a escala mundial mediante
políticas estables generará crecimiento y empleo en Europa. Surgirán nuevos
sectores empresariales, nuevos modelos de negocio y nuevos perfiles
profesionales. Esa transformación afecta profundamente al papel que desempeñan
todos los agentes del sistema energético, incluidos los consumidores. Es el momento de
que Europa tome las decisiones correctas. Si continúa en la trayectoria actual,
será más difícil hacer frente al reto ineludible de pasar a una economía
hipocarbónica debido a los costes económicos, sociales y ambientales que supone
la fragmentación de los mercados nacionales de la energía. El bajo nivel actual
de los precios del petróleo y el gas, si se mantiene, debería aprovecharse como
una oportunidad histórica —junto con la bajada del coste de formas de energía
más limpias, una política decidida de la UE en materia de clima y la aparición
de nuevas tecnologías— para que la política energética de la UE vaya en la
dirección correcta: la de una Unión de la Energía. 2. CAMINO A SEGUIR La estrategia de la Unión de la Energía tiene
cinco dimensiones estrechamente relacionadas entre sí y que se refuerzan
mutuamente, cuyo objetivo es impulsar la seguridad energética, la
sostenibilidad y la competitividad: — seguridad energética, solidaridad y
confianza, — un mercado europeo de la energía plenamente
integrado, — eficiencia energética como contribución a la
moderación de la demanda, — descarbonación de la economía, — investigación, innovación y competitividad. 2.1. Seguridad energética, solidaridad y
confianza En su Estrategia Europea de la Seguridad
Energética[8]
de mayo de 2014, la Comisión indicaba cómo la UE seguía siendo vulnerable a
perturbaciones energéticas externas e invitaba a los responsables de las
políticas nacionales y de la UE a explicar claramente a los ciudadanos las
opciones existentes para reducir nuestra dependencia de determinados
combustibles, proveedores de energía y rutas. La Unión de la Energía se basa en
esta estrategia. Los factores clave de la seguridad
energética son la realización del mercado interior de la energía y un consumo
de energía más eficiente. Ello depende de una mayor transparencia, así como de
una mayor solidaridad y confianza entre los Estados miembros. La seguridad
energética de la UE está estrechamente relacionada con sus vecinos. El establecimiento de enfoques
conjuntos en el ámbito de la energía puede contribuir a que todas las regiones
de la Unión Europea sean más fuertes, por ejemplo en caso de escasez o
interrupciones del suministro. El espíritu de solidaridad en materia de energía
se menciona explícitamente en el Tratado y ocupa un lugar central en la Unión
de la Energía. Diversificación del suministro (fuentes de
energía, proveedores y rutas) Los retos políticos de los
últimos meses indican que la diversificación de fuentes de energía, proveedores
y rutas es crucial para garantizar un suministro energético seguro y resiliente
a las empresas y ciudadanos europeos, que esperan acceder a la energía a
precios asequibles y competitivos en todo momento. Para
garantizar la diversificación de los suministros de gas, deben intensificarse
los trabajos relativos al Corredor Meridional de Gas a fin de que los países de
Asia Central puedan exportar su gas a Europa. En el norte de Europa, el
establecimiento de centros líquidos de gas con múltiples proveedores está
incrementando en gran medida la seguridad del suministro. Este ejemplo debería
seguirse en Europa Central y Oriental y en la zona del Mediterráneo, donde se
está construyendo un centro de gas para el Mediterráneo. La construcción de infraestructuras para
proporcionar nuevas fuentes de gas a la UE exige la participación de muchos
socios, y constituye una iniciativa al mismo tiempo compleja y costosa. La
resolución de estos problemas requiere una acción decidida a nivel de la UE. La
Comisión reforzará su apoyo a este proceso utilizando todos los instrumentos de
financiación disponibles, en particular el futuro Fondo Europeo para Inversiones
Estratégicas (FEIE), y la plena participación de las instituciones financieras
europeas. No obstante, es preciso contar también con la infraestructura
necesaria dentro de la UE, incluyendo la posibilidad de recurrir a flujos
bidireccionales para llevar el gas allí donde se necesite. Vamos a explorar todo el potencial del gas
natural licuado (GNL), en particular como combustible de reserva en situaciones
de crisis, en las que el gas que llega a Europa a través del sistema de
gasoductos existente resulta insuficiente. El aumento del comercio de GNL
contribuirá a acercar aún más los precios del gas natural a nivel mundial. En
los últimos años, los precios del GNL han sido más elevados que los del gas de
gasoducto, debido, en particular, a los elevados costes de licuefacción,
regasificación y transporte, así como a la demanda asiática. Para solucionar
estos problemas, la Comisión elaborará una estrategia global del GNL, que
también tendrá en cuenta la infraestructura de transportes necesaria para
conectar los puntos de acceso del GNL al mercado interior. En este contexto,
también se estudiará el potencial de almacenamiento de gas en Europa y el marco
normativo necesario a fin de garantizar un nivel suficiente de reservas de gas
para el invierno. La Comisión también se esforzará por eliminar los obstáculos
a las importaciones de GNL procedentes de los Estados Unidos y de otros
productores. Dada la dependencia de las
importaciones de la UE y los desafíos del cambio climático a nivel mundial, es
necesario adoptar medidas suplementarias para reducir nuestro consumo de
petróleo. Los precios del petróleo son actualmente bajos
debido a un exceso de producción, combinado con un menor consumo y una mayor
eficiencia energética[9]. La UE depende en gran
medida de la importación de combustible nuclear y de servicios conexos en los
Estados miembros en los que la energía nuclear forma parte de la combinación
energética. La diversificación del suministro es importante para garantizar su
seguridad. La Comisión actualizará y reforzará
los requisitos relativos a la información que debe proporcionarse, de
conformidad con el artículo 41 del Tratado Euratom, sobre los proyectos de
instalaciones nucleares. La energía producida
internamente también contribuye a reducir la dependencia de Europa respecto a
las importaciones de energía. Esto incluye, en particular, las energías
renovables, necesarias para la descarbonación, y los recursos fósiles
convencionales y, en el caso de los Estados miembros que opten por ellos, no
convencionales. La producción en Europa de petróleo y gas de fuentes no
convencionales, como el gas de esquisto, es una alternativa posible, siempre
que se tengan debidamente en cuenta los problemas de aceptación pública y de
impacto ambiental.
Colaboración en materia de seguridad de suministro
Los Estados miembros, los
gestores de redes de transporte, la industria de la energía y todas las demás
partes interesadas deben trabajar en estrecha colaboración para garantizar un
nivel elevado de seguridad energética a los ciudadanos y empresas europeas. En relación con el
petróleo, ya se han tomado medidas importantes con la adopción, en 2009, de la
Directiva sobre reservas de petróleo[10],
que impone a los Estados miembros la obligación de crear y mantener un nivel
mínimo de reservas de petróleo crudo y productos petrolíferos. Los Estados miembros deben
tener la seguridad de que, en situaciones de escasez de suministro, pueden
contar con sus vecinos. El informe de la Comisión de 2014 sobre la capacidad de
reacción a corto plazo del sector del gas[11]
hacía hincapié en la necesidad de reforzar la cooperación a la hora de hacer
frente a una posible interrupción del suministro. Para establecer una gestión
común de las crisis, la Comisión propondrá planes de medidas preventivas y de
emergencia a nivel regional y de la UE, incluidas las partes contratantes de la
Comunidad de la Energía. Debe reforzarse la solidaridad entre Estados miembros,
especialmente en tiempos de crisis de suministro. Esas cuestiones y la
experiencia adquirida en la aplicación del Reglamento se tendrán en cuenta en
la propuesta de revisión del Reglamento sobre seguridad del suministro de gas. La Comisión evaluará las
opciones existentes en materia de mecanismos de agrupación voluntaria de la
demanda para la compra colectiva de gas durante una crisis y en caso de que los
Estados miembros dependan de un único proveedor. Estas medidas tendrían que ser
plenamente conformes con las normas de la OMC y con las normas de competencia
de la UE. Muchos Estados miembros
tienen actualmente unos marcos inadecuados en materia de seguridad de
suministro de electricidad y utilizan enfoques obsoletos e incoherentes de
evaluación a este respecto. En colaboración con los Estados miembros, la
Comisión establecerá una serie de niveles de riesgo aceptables respecto a las
interrupciones de suministro y una evaluación de la seguridad de suministro
objetiva y factual para toda la UE que aborde la situación en los Estados
miembros. Para ello se tendrán en cuenta los flujos transfronterizos, la producción
variable de energías renovables, la respuesta a la demanda y las posibilidades
de almacenamiento. Solo deben establecerse mecanismos de capacidad para hacer
frente al problema de la seguridad de suministro en caso de que una evaluación
de la adecuación de un sistema regional indique esa necesidad, teniendo en
cuenta el potencial de eficiencia energética y de respuesta a la demanda[12]. Refuerzo del papel de Europa en los
mercados mundiales de la energía La Unión de la Energía no
es un proyecto replegado en sí mismo. Una UE más fuerte y más unida puede
comprometerse de forma más constructiva con sus socios, en beneficio mutuo. La política energética se
utiliza a menudo como una herramienta de política exterior, en particular en
los principales países productores y de tránsito de energía. Esta realidad ha
de tenerse en cuenta a la hora de debatir la política exterior europea en
materia de energía. Por tanto, la Unión Europea tiene que aumentar su capacidad para proyectar su poder
en los mercados mundiales de la energía. Junto con sus principales socios, la Unión Europea se esforzará
en conseguir un mejor sistema de gobernanza mundial de la energía, lo
que dará lugar a unos mercados
energéticos mundiales más competitivos y transparentes. La política comercial de la UE contribuye a una mayor seguridad y
diversificación de la energía mediante la inclusión de disposiciones
relacionadas con la energía en los acuerdos comerciales con sus socios. Cuando
la UE negocie acuerdos con países importantes desde la perspectiva de la
seguridad del suministro, la Comisión considerará prioritario negociar
disposiciones específicas que contribuyan a la seguridad energética, en
particular el acceso a los recursos, y a los objetivos de la Unión Europea en materia de energía sostenible. En general, la Comisión
emprenderá un programa activo en materia
de comercio e inversión en el sector energético, incluido el acceso de la
tecnología y servicios energéticos europeos a los mercados extranjeros[13]. Como parte de una
diplomacia europea revitalizada en materia de clima y energía, la UE se servirá
de todos los instrumentos de política exterior de que dispone para establecer
asociaciones energéticas estratégicas con regiones o países productores y de
tránsito cada vez más importantes, como Argelia y Turquía, Azerbaiyán y
Turkmenistán, Oriente Próximo, África y otros posibles proveedores. La UE seguirá
desarrollando su asociación con Noruega, su segundo mayor proveedor de petróleo
crudo y gas natural. También continuará integrando plenamente a este país en
sus políticas internas en materia energética y desarrollará sus asociaciones
con países como los Estados Unidos y Canadá. Cuando se den las
condiciones adecuadas, la UE considerará
la posibilidad de redefinir su relación con Rusia en materia energética, basada
en la igualdad de condiciones en términos de apertura del mercado, competencia
leal, protección del medio ambiente y seguridad, en beneficio de ambas partes.
Se prestará especial
atención a la mejora de la asociación estratégica con Ucrania en el ámbito de
la energía. En este contexto, se abordarán cuestiones relacionadas con la
importancia de Ucrania como país de tránsito, así como las relativas a las
reformas del mercado de la energía de ese país, en particular la mejora de su red
de gas, la creación de un marco reglamentario adecuado para el mercado de la
electricidad y el incremento de la eficiencia energética para reducir su
dependencia de la energía importada. En nuestra vecindad inmediata, la Comisión va a proponer reforzar la
Comunidad de la Energía, garantizando la aplicación efectiva del acervo
de la UE en materia de energía, medio ambiente y competencia y de las reformas
del mercado de la energía e incentivando las inversiones en este sector. El
objetivo es una integración más estrecha de los mercados de la energía de la UE
y de la Comunidad de la Energía. Las relaciones energéticas con los países de
la Política Europea de Vecindad (PEV) se estudiarán en el marco de la revisión
en curso de dicha política. Mayor transparencia en
materia de suministro de gas Un elemento importante a
la hora de garantizar la seguridad energética (en particular por lo que
respecta al gas) es la plena conformidad de los acuerdos relativos a la compra
de energía de terceros países con el Derecho de la UE. En el caso de los
acuerdos intergubernamentales y de los acuerdos comerciales conexos basados en
la Decisión pertinente[14],
esos controles de la conformidad se llevan a cabo en la actualidad después de
que un Estado miembro y un tercer país hayan concluido un acuerdo. Hemos
observado que, en la práctica, resulta muy difícil renegociar tales acuerdos.
Dado que las posiciones de los signatarios ya se han fijado, hay una presión
política para no modificar ningún aspecto del acuerdo. En el futuro, la Comisión
debe ser informada de la negociación de acuerdos intergubernamentales desde la
fase inicial, a fin de garantizar una mejor evaluación ex ante de la
compatibilidad del acuerdo intergubernamental con las normas del mercado
interior y los criterios de seguridad de suministro. Asimismo, la participación
de la Comisión en esas negociaciones con terceros países y la evolución hacia
cláusulas contractuales normalizadas podrían evitar de manera más eficaz
presiones innecesarias y garantizar el respeto de las normas europeas. Por
tanto, la Comisión revisará la Decisión relativa a los acuerdos
intergubernamentales y presentará opciones para garantizar que la UE hable con
una sola voz en las negociaciones con terceros países. En el contexto de la
revisión del Reglamento sobre la seguridad del suministro de gas, la Comisión
propondrá, además, garantizar una transparencia adecuada de los contratos
comerciales de suministro de gas que puedan tener un impacto en la seguridad
energética de la UE, al tiempo que se protege la confidencialidad de la
información sensible. 2.2. Un mercado interior de la energía
plenamente integrado A pesar de los progresos realizados en los
últimos años, el sistema energético europeo sigue siendo poco eficaz. Dada la
configuración actual del mercado no se generan inversiones suficientes, la
concentración del mercado y la escasa competencia siguen siendo un problema y
el panorama energético europeo continúa estando demasiado fragmentado. Tenemos
que dar un nuevo impulso político a la realización del mercado interior de la
energía. El hardware del
mercado interior: unir mercados mediante interconexiones Hoy por hoy, las
redes europeas de transporte de gas y electricidad, en particular las
conexiones transfronterizas, no son suficientes para un buen funcionamiento del
mercado interior de la energía ni para conectar las islas energéticas que aún
existen a la red principal de gas y electricidad. Los trabajos sobre
proyectos de infraestructuras se han acelerado en los últimos años, y más aún a
raíz de los recientes acontecimientos en la frontera oriental de la Unión
Europea. En 2013, la Unión Europea determinó 248 proyectos de infraestructuras
energéticas de interés común (PIC). La lista se revisará y actualizará a
finales de este año y, a continuación, cada dos años[15]. En 2014, la
Estrategia Europea de la Seguridad Energética determinó treinta y tres
proyectos de infraestructuras que son esenciales para mejorar la seguridad del
suministro y conectar mejor los mercados de la energía. Se ha establecido un
objetivo mínimo específico de interconexión de electricidad del 10 % de la
capacidad instalada de producción de electricidad de los Estados miembros, que
debe alcanzarse de aquí a 2020. Las medidas necesarias para alcanzar este
objetivo del 10 % se exponen en la Comunicación de la Comisión que
acompaña a la presente Estrategia Marco para la Unión de la Energía. En 2016,
la Comisión presentará un informe sobre las medidas necesarias para alcanzar el
objetivo del 15 % de aquí a 2030. La transición a un
sistema energético más seguro y sostenible requerirá grandes inversiones en
producción, redes y eficiencia energética, estimadas en unos
200 000 millones de euros al año en la próxima década[16]. Si bien el sector
privado asumirá los costes de muchas de esas inversiones, el acceso a la
financiación será fundamental. Actualmente, el Banco Europeo de Inversiones, el
Mecanismo «Conectar Europa» y la financiación en virtud de los Fondos
Estructurales y de Inversión Europeos ya prevén medios a tal fin. Por otra parte,
el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas propuesto prestará apoyo
adicional, facilitando así en mayor medida el acceso a la financiación de
proyectos de importancia europea, como las redes de energía, las energías
renovables y la eficiencia energética. La Comisión estudiará propuestas de
regímenes de inversión en el ámbito energético que pongan en común recursos
para financiar inversiones viables desde el punto de vista económico, evitando
la distorsión y fragmentación del mercado. Los inversores pueden
apoyarse en el portal de inversiones que se está creando en el marco del Fondo
Europeo para Inversiones Estratégicas, cuyo objetivo es impulsar la
transparencia de la reserva de proyectos de inversión de la UE, a fin de que
los inversores potenciales puedan acceder a la información. La Comisión también
pondrá en común información sobre los proyectos de infraestructuras financiados
por el Mecanismo «Conectar Europa» y los fondos de la política de cohesión de
la UE para lograr una mayor coherencia en la amplia gama de sistemas de
financiación existentes y maximizar su impacto. La Comisión hará un
balance periódico de la ejecución de los principales proyectos de
infraestructuras que contribuyen a la Unión de la Energía, en particular en el
marco del seguimiento de los PIC. Como parte de este balance, la Comisión
presentará un informe anual sobre los progresos realizados en la consecución
del objetivo del 10 % de interconexión eléctrica, prestando especial
atención a la aplicación de los planes de acción regionales. Por último, la
Comisión convocará también un foro específico de infraestructuras energéticas
para analizar los progresos con los Estados miembros, los grupos de cooperación
regional pertinentes y las instituciones de la UE. Dicho foro se reunirá por
primera vez a finales de 2015. Aplicación y actualización del software del mercado
interior de la energía Para
establecer la Unión de la Energía, debe concederse la máxima prioridad a la
plena ejecución y al control estricto de la aplicación de legislación vigente
en materia de energía y ámbitos conexos. No tiene sentido
desarrollar nuevas políticas y planteamientos sobre bases débiles. La Comisión utilizará todos los instrumentos
políticos disponibles a este respecto e insistirá en que los Estados miembros
apliquen plenamente y hagan cumplir el tercer paquete del mercado interior de
la energía, en particular en lo que se refiere a la separación y a la
independencia de los reguladores. Deben cumplirse determinadas condiciones ex
ante de manera que los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos puedan
utilizarse para cofinanciar inversiones en el sector energético. Ello
contribuirá a garantizar el respeto de la legislación de la UE en materia de
energía. El control estricto de la aplicación de las normas
del Tratado en materia de competencia contribuirá a evitar que las empresas
distorsionen el mercado interior de la energía. El control de la aplicación de
la normativa de defensa de la competencia permitirá que la energía fluya
libremente, eliminando las restricciones territoriales en los contratos de
suministro y abordando las cuestiones relativas a la exclusión de los mercados
ascendentes y descendentes y de las redes (interconectores incluidos).
Asimismo, la Comisión evaluará —mediante el control de la aplicación del
Derecho de competencia— la evolución y formación de los precios de la energía. Un mercado interior de la energía que funcione
adecuadamente requiere un marco reglamentario eficaz. El tercer paquete sobre
el mercado interior de la energía establece organismos para garantizar la
cooperación entre los gestores de redes de transporte y los reguladores. El
funcionamiento de esos organismos se reforzará en el contexto del debate sobre
el diseño del mercado. Hoy por hoy, las decisiones adoptadas en esos organismos
siguen reflejando las posiciones nacionales. La gestión de la red de transporte tendrá que
ser mucho más integrada para hacer frente a los retos de la transformación del
sistema energético. Las Redes Europeas de Gestores de Redes de Transporte de
Electricidad y Gas (REGRT-E/G), creadas también en el marco del tercer paquete
del mercado interior de la energía, deben actualizarse para que puedan cumplir
esa función. Deben crearse centros operativos regionales, de manera que puedan
planificar y gestionar de forma efectiva los flujos transfronterizos de gas y
electricidad. La Agencia de Cooperación de los Reguladores
de la Energía (ACER) se estableció en el ámbito del tercer paquete del mercado
interior de la energía para ayudar a los reguladores nacionales, en particular
en cuestiones transfronterizas. No obstante, la ACER en la actualidad actúa
fundamentalmente por medio de recomendaciones y dictámenes. Sus derechos en
materia de toma de decisiones son muy limitados, por ejemplo, solo puede tomar
decisiones a petición de los reguladores nacionales o si estos no adoptan una
decisión en un plazo determinado. Es preciso fortalecer el reglamento del
mercado único a nivel de la UE mediante un refuerzo significativo de los
poderes y la independencia de la ACER para asumir funciones reglamentarias a
nivel europeo, a fin de que pueda vigilar eficazmente el desarrollo del mercado
interior de la energía y las normas de mercado conexas, y hacer frente a todas
las cuestiones transfronterizas necesarias para crear un mercado interior
homogéneo[17].
El tercer paquete del mercado interior de la
energía preveía asimismo la adopción de códigos de red a fin de que
contribuyeran a armonizar el flujo de electricidad y gas entre diferentes redes
de transporte. Este trabajo debe completarse para garantizar un mejor
funcionamiento de los mercados transfronterizos de la energía. La integración de los mercados de producción
de electricidad renovable exige mercados flexibles, tanto del lado de la oferta
como del lado de la demanda, dentro y fuera de las fronteras de un Estado
miembro. Por tanto, las redes de electricidad deben evolucionar de forma
significativa. Es necesario ampliar las posibilidades de la producción
distribuida y la gestión de la demanda, incluidos los mercados intradiarios,
para desarrollar nuevas conexiones de alta tensión a larga distancia
(superredes) y nuevas tecnologías de almacenamiento. La Comisión va a preparar una propuesta
legislativa ambiciosa para rediseñar el mercado de la electricidad, enlazando
el mercado mayorista y el minorista. De este modo aumentará la seguridad del
suministro y se garantizará un mercado de la electricidad más adaptado a la
transición energética, lo que traerá consigo multitud de nuevos productores,
sobre todo de fuentes de energías renovables, y permitirá la plena
participación de los consumidores en el mercado, en particular a través de la
respuesta a la demanda. Una mayor integración, también a nivel regional, el
aumento del comercio transfronterizo y el desarrollo de mercados a corto y
largo plazo con una formación de precios efectiva enviarán las señales de
inversión adecuadas y proporcionarán la flexibilidad necesaria para que puedan
integrarse en el mercado nuevas fuentes de producción. Un mercado interior de la energía plenamente
operativo, que envíe señales de inversión eficientes, es la mejor manera de
reducir la necesidad de mecanismos de capacidad. La Comisión ya ha establecido
orientaciones[18]
y normas[19]
para limitar los efectos negativos de intervenciones públicas mal diseñadas,
fragmentadas y descoordinadas. No obstante, la aplicación efectiva de esas
orientaciones solo puede constituir un primer paso para garantizar que las
diferentes disposiciones acordadas en los mercados nacionales, como los
mecanismos de capacidad y los planes descoordinados de apoyo a las energías
renovables, sean más compatibles con el mercado interior[20]. Aunque en algunos
casos resulten necesarias y justificadas para hacer frente a las deficiencias
del mercado, algunas formas de intervención pública han tenido un gran impacto
negativo en el funcionamiento eficaz del mercado interior de la energía. La
Comisión colaborará con los Estados miembros para garantizar que los mecanismos
de capacidad y de apoyo a la electricidad procedente de fuentes de energía
renovables sean plenamente conformes con las normas vigentes y no distorsionen
el mercado interior de la energía. Las subvenciones perjudiciales para el medio
ambiente deben eliminarse por completo[21].
La reforma del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión también desempeñará
un papel importante al enviar las señales de inversión oportunas. Por último, la Comisión garantizará una mayor
transparencia en la composición de los costes y precios de la energía mediante
el seguimiento y la presentación de informes periódicos y detallados, en
particular sobre el impacto de los costes y precios de la energía en la
competitividad. Se prestará especial atención a las intervenciones públicas,
como las tarifas reguladas, las políticas de fiscalidad de la energía y el
nivel de ayudas públicas, así como a su impacto en los mecanismos de fijación
de precios, incluido el déficit de tarifa eléctrica. Mayor cooperación regional en un marco
común de la UE En una Unión de la Energía, los Estados
miembros deben coordinarse y cooperar con sus vecinos para elaborar sus
políticas de energía. La ejecución técnica de los diferentes
elementos de la estrategia de la Unión de la Energía será muy compleja. Algunos
elementos, como las nuevas disposiciones de mercado para los mercados a corto
plazo del gas y la electricidad o la integración de las actividades de los
gestores de redes de transporte, deben desarrollarse y aplicarse a nivel
regional, como un paso hacia la plena integración del mercado a nivel de la UE.
Las disposiciones existentes, como el foro pentalateral de la energía o el plan
de interconexión del mercado báltico de la energía (BEMIP), son iniciativas que
deben consolidarse. El éxito obtenido en esas regiones debe servir de
catalizador para otras regiones. La Comisión se asegurará de que todas
las iniciativas regionales evolucionen de manera coherente y den lugar a un
mercado único de la energía plenamente integrado. Dada su especial vulnerabilidad, es necesario
mejorar la cooperación, la solidaridad y la confianza en Europa Central y
Sudoriental. La celebración de acuerdos de cooperación específicos contribuiría
a acelerar la integración de esos mercados en un mercado europeo de la energía
más amplio, lo que permitiría aumentar la liquidez y la resiliencia del sistema
energético, así como la plena utilización del potencial de eficiencia
energética y energías renovables de la región. La Comisión adoptará con
carácter urgente y prioritario iniciativas concretas en este sentido. Por lo que respecta al mar del Norte y el
Báltico, la Comisión colaborará con los Estados miembros y la industria para
aplicar una reducción de costes a esos sistemas de producción de energía en el
mar. Nuevo marco para los consumidores En una Unión de la Energía, los consumidores
de un Estado miembro deben poder elegir con conocimiento de causa y comprar
energía libremente y sin problemas a una empresa de otro Estado miembro. Ello
requiere una mayor adaptación de los actuales marcos reglamentarios nacionales,
ya que en su gran mayoría los hogares europeos siguen siendo consumidores
pasivos. En algunos Estados miembros, las posibilidades de elección de los
consumidores son limitadas, y el cambio de proveedor es relativamente complejo.
Para empoderar a los consumidores, los Estados
miembros y sus autoridades deben aplicar plenamente y hacer cumplir las normas
europeas existentes, en particular las que se refieren a la protección de los
consumidores. Los entes regionales y locales, por su parte, deben tomar las
medidas de apoyo necesarias para que los consumidores dispongan de una
información comprensible y accesible, herramientas sencillas e incentivos
financieros para ahorrar energía. Las tecnologías inteligentes ayudarán a los
consumidores y a las empresas energéticas que les presten servicios a
aprovechar las oportunidades existentes en el mercado de la energía asumiendo
el control de su consumo (y eventualmente recurriendo a la autoproducción). De
este modo se logrará una mayor flexibilidad en el mercado y, en su caso, se
reducirá la factura de los consumidores. La Comisión seguirá impulsando la
normalización, apoyando el despliegue de contadores inteligentes a nivel
nacional[22]
y promoviendo el desarrollo de aparatos y redes inteligentes, de manera que se
recompense el uso flexible de energía. Establecerá sinergias entre la Unión de
la Energía y la Agenda del mercado único digital y tomará medidas para
garantizar la protección de la vida privada y la ciberseguridad. No obstante, esto solo será posible si los
precios de mercado envían las señales correctas. En algunos Estados miembros,
las tarifas reguladas siguen limitando el desarrollo de una competencia
efectiva, lo que desincentiva las inversiones y la aparición de nuevos
operadores en el mercado. Las tarifas reguladas para los usuarios finales se
utilizan a menudo para proteger a los hogares o incluso a los clientes no
domésticos de los aumentos de los costes de la energía. El impacto de esas
medidas recae en los consumidores no regulados, en las empresas de electricidad
y/o en las finanzas públicas, que son los que soportan los déficits tarifarios
de electricidad. Sin embargo, a largo plazo, esas medidas perjudican los
intereses de los consumidores a los que pretenden proteger. La Comisión
procurará eliminar progresivamente los precios regulados inferiores al precio
de coste mediante la normativa de competencia y de gobernanza económica.
Asimismo, animará a los Estados miembros a establecer una hoja de ruta para la
eliminación progresiva de todos los precios regulados. Protección de los consumidores vulnerables La pobreza energética influye negativamente en
las condiciones de vida y de salud. Sus causas son múltiples, en su mayoría
resultantes de una combinación de bajos ingresos y condiciones generales de
pobreza, viviendas ineficientes y un régimen inmobiliario incapaz de impulsar
la eficiencia energética. Solo se puede hacer frente a la pobreza energética
mediante una combinación de medidas, sobre todo en el ámbito social y dentro de
las competencias de las autoridades nacionales, regionales o locales. Al mismo
tiempo que se eliminan progresivamente los precios regulados, los Estados
miembros deben proponer un mecanismo para proteger a los consumidores
vulnerables, que podría aplicarse, preferentemente, por medio del sistema
general de protección social. Si se facilita por medio del mercado energético,
podría aplicarse mediante sistemas tales como una tarifa de solidaridad o un
descuento en la factura energética. El coste de esos sistemas debe quedar
cubierto colectivamente por los clientes no beneficiarios. Así pues, es
importante que este tipo de sistema esté bien orientado a fin de contener los
costes globales y limitar las distorsiones derivadas de los precios regulados
(por ejemplo, no debe aumentar el déficit tarifario de los Estados miembros).
2.3. Eficiencia energética como contribución
a la moderación de la demanda de energía En octubre de 2014, el Consejo Europeo
estableció un objetivo indicativo a nivel de la UE de al menos un 27 % de
mejora de la eficiencia energética en 2030. Este objetivo se revisará de aquí a
2020, con miras a fijarlo en un 30 %. En este contexto, es necesario
redefinir completamente la eficiencia energética y considerarla fuente de
energía por derecho propio, que representa el valor de la energía ahorrada.
Dentro de la revisión del diseño del mercado, la Comisión velará por que la
eficiencia energética y la respuesta de la demanda puedan competir en igualdad
de condiciones con la capacidad de producción. La mayor parte del trabajo debe llevarse a
cabo a nivel nacional, regional y local, pero la Comisión puede desempeñar un
papel importante mediante la creación del marco adecuado para avanzar en este
sentido. Por tanto, la Comisión animará a los Estados miembros a primar la
eficiencia energética en sus políticas. La UE ya ha adoptado el conjunto de medidas
más avanzado del mundo para ser más eficientes en el consumo de energía.
Gracias a la legislación sobre diseño ecológico y etiquetado energético, los
consumidores pueden elegir con conocimiento de causa en materia de consumo de
energía. Aunque todos los sectores económicos deben tomar medidas para aumentar
la eficiencia del consumo de energía, la Comisión prestará una atención
especial a los sectores con un enorme potencial de eficiencia energética, en particular
los sectores de la construcción y del transporte. La Comisión seguirá
estableciendo sinergias entre las políticas de eficiencia energética, las
políticas de eficiencia en el uso de los recursos y la economía circular. Ello
incluirá aprovechar el potencial de producción de «energía a partir de
residuos». Incremento de la
eficiencia energética en el sector de la construcción La calefacción y la refrigeración constituyen
la principal fuente de demanda energética en Europa, y la mayoría de las
importaciones de gas en Europa se utilizan para esos fines. Todavía pueden
obtenerse mejoras de eficiencia enormes en los sistemas urbanos de calefacción
y refrigeración, que serán objeto de una estrategia de la Comisión. Los Estados miembros deben tomar medidas, sobre
todo a nivel local y regional, para aprovechar el potencial de eficiencia
energética de los edificios. Atraer inversiones a la escala necesaria sigue
siendo un reto, en particular a nivel local, debido principalmente a la falta
de sensibilización y conocimientos especializados en cuanto a la financiación a
pequeña escala. La Comisión apoyará los medios necesarios para simplificar el
acceso a la financiación existente y ofrecerá a las autoridades de gestión de
los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos y a las partes interesadas
modelos de financiación de los instrumentos financieros «listos para el uso»,
promoverá nuevos sistemas de financiación basados en el reparto de riesgos y
beneficios, y desarrollará nuevas técnicas de financiación y apoyo en términos
de asistencia técnica. La ayuda financiera debe combinarse con apoyo técnico
para contribuir a integrar los proyectos de pequeña escala en programas más
amplios, lo que puede abaratar los costes de transacción y atraer al sector
privado a la escala necesaria. El trabajo desarrollado en el marco de las
iniciativas sobre Ciudades y Comunidades Inteligentes, así como el Pacto de los
Alcaldes, que realizan principalmente los alcaldes, las organizaciones de la
sociedad civil, los inversores, las instituciones financieras y los proveedores
de servicios, es importante para seguir avanzando en el ámbito de la eficiencia
energética dentro y fuera de la UE. Este trabajo cuenta con el apoyo decidido
de la Comisión. Esta va a elaborar asimismo una iniciativa de «excelencia
mundial para la elaboración de políticas de eficiencia energética» como
contribución al plan de acción del G20 en materia de eficiencia energética.
Fomentará activamente la adopción de metas y objetivos ambiciosos en el ámbito
de la eficiencia energética en foros tales como la iniciativa «Energía
sostenible para todos» de las Naciones Unidas y la Agencia Internacional de la
Energía. Como líder mundial en tecnologías de eficiencia energética, debe
impulsar las exportaciones, así como el crecimiento y el empleo en la UE. Los fondos de la UE y la financiación del BEI
pueden ser decisivos. El Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas ofrece la
oportunidad de promover importantes inversiones en la renovación de los
edificios. Las inversiones en este ámbito pueden aportar grandes beneficios en
términos de crecimiento y empleo. Hacia un sector del transporte
energéticamente eficiente e hipocarbónico El transporte representa más del 30 % del
consumo final de energía en Europa. La realización de su potencial de
eficiencia energética exige seguir centrándose en el endurecimiento de las
normas de emisiones de CO2 de los turismos y vehículos comerciales
ligeros después de 2020 y en medidas para aumentar la eficiencia del
combustible y reducir las emisiones de CO2 de los vehículos pesados
y autobuses. También debe promoverse la mejora de la gestión del tráfico, como
herramienta moderna y prospectiva para reducir las emisiones de CO2. Esta iniciativa debe ir acompañada de medidas
encaminadas a aprovechar mejor el potencial del mercado único e internalizar
los costes externos. La Comisión fomentará el uso de sistemas de tarificación
vial sobre la base de los principios de «quien contamina, paga» y de «quien
utiliza, paga» y redoblará los esfuerzos para crear un espacio único europeo de
transporte, basado en un uso optimizado del parque de vehículos. También puede
conseguirse un ahorro considerable de combustible eliminando los obstáculos al
desarrollo de modos de transporte con menos emisiones de gases de efecto
invernadero, como el ferroviario, marítimo y fluvial, y haciéndolos más
atractivos y rentables. La Comisión seguirá promoviendo la iniciativa
«Shift2Rail»[23]. Asimismo, la Comisión tomará nuevas medidas
para descarbonar el sector del transporte, que sigue utilizando esencialmente
productos derivados del petróleo. Esto requerirá una transformación progresiva
de todo el sistema de transporte, así como un mayor desarrollo y despliegue de
combustibles alternativos. La Comisión tomará medidas adicionales para promover
el rápido despliegue de la infraestructura necesaria, es decir, puntos de
repostaje y recarga[24].
La aceptación por el mercado de esos vehículos depende del despliegue
simultáneo de infraestructuras, vehículos y combustibles. La electrificación del transporte es
importante para romper la dependencia del petróleo y descarbonar el transporte,
especialmente el transporte por carretera (de corta y media distancia) y por
ferrocarril. Europa necesita acelerar la electrificación de su parque de
vehículos y de otros medios de transporte y convertirse en líder en materia de
tecnologías de almacenamiento de energía y electromovilidad. Ello exige la
plena integración de los vehículos eléctricos en las políticas de movilidad
urbana y en la red de electricidad, en su calidad de consumidores de energía y
de instalaciones de almacenamiento potenciales. 2.4. Descarbonación de la economía Una política climática ambiciosa constituye
parte integrante de nuestra Unión de la Energía. La política climática de la UE
se basa en un mercado del carbono de la UE (Régimen de Comercio de Derechos de
Emisión de la UE), unos objetivos nacionales de reducción de gases de efecto
invernadero ambiciosos pero equitativos para los sectores no incluidos en dicho
Régimen y una política energética que convierta a la Unión Europea en líder de
las energías renovables. Una política
climática ambiciosa para la UE El acuerdo sobre el marco de clima y energía
para 2030 estableció el compromiso de la UE de reducir las emisiones internas
de gases de efecto invernadero en al menos un 40 % en comparación con
1990. Este objetivo representa una ambiciosa contribución a las negociaciones
internacionales sobre el cambio climático con vistas a alcanzar un acuerdo
vinculante sobre el clima en 2015. Esta contribución se especifica en la
Comunicación «Rumbo a París», presentada al mismo tiempo que la presente
Estrategia Marco para la Unión de la Energía. La Comisión, junto con los
Estados miembros, entablará un diálogo con otras grandes economías para
convencerlas de que se sumen al ambicioso objetivo europeo. Esto se conseguirá
mediante una diplomacia europea activa en materia de clima que haga pleno uso
de los instrumentos comerciales y de desarrollo. La piedra angular de la política climática
europea es el buen funcionamiento del Régimen de Comercio de Derechos de
Emisión de la UE. Como resultado de la reserva de estabilidad del mercado y de
las medidas necesarias para alcanzar el objetivo más ambicioso decidido en el
marco del acuerdo para 2030, el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de
la UE garantizará un precio coherente para las emisiones de carbono y
estimulará reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero
rentables. La Comisión Europea quiere que el Régimen de Comercio de Derechos de
Emisión de la UE desempeñe plenamente su función como catalizador
tecnológicamente neutro y rentable de inversiones hipocarbónicas a nivel de la
UE. Mediante la formación de precios a nivel de la UE, dicho régimen refuerza
el funcionamiento del mercado interior de la energía y fomenta la aceptación de
las energías renovables y otras tecnologías hipocarbónicas y eficientes desde
el punto de vista energético. Las políticas destinadas a evitar la fuga de
carbono deben reflejar el grado de esfuerzo realizado por otras grandes
economías. Aún es preciso establecer objetivos nacionales
para los sectores no incluidos en el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión
de la UE, y los sectores agrícola y forestal se incorporarán al marco de la UE
para 2030, a fin de que se beneficien también de los incentivos adecuados para
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuyan a la lucha
contra el cambio climático. Convertirse en líder de las energías
renovables La Unión Europea se ha comprometido a convertirse
en líder mundial de las energías renovables y centro mundial de desarrollo de
la próxima generación de energías renovables técnicamente avanzadas y
competitivas. Asimismo ha establecido asimismo un objetivo de al menos un
27 % para la cuota de energía renovable consumida en la UE en 2030. La UE está en vías de alcanzar su objetivo del
20 % de energías renovables en su combinación energética de aquí a 2020,
los costes de la capacidad eólica y fotovoltaica se han reducido
considerablemente gracias en gran medida a los compromisos de la UE en este
ámbito y la reforma de los regímenes de ayuda para seguir reduciendo los costes
va por buen camino. No obstante, para lograr el objetivo del 27 %, es
preciso afrontar nuevos desafíos. Para integrar la producción de energías
renovables de una manera progresiva y eficaz en un mercado que promueva
energías renovables competitivas e impulse la innovación, las redes y los
mercados de la energía han de estar preparados para las energías renovables[25]. Es necesario aplicar
plenamente la legislación vigente y las nuevas normas de mercado, de manera que
permitan el despliegue de redes inteligentes con arreglo a las nuevas
tecnologías y la respuesta a la demanda con vistas a una transición energética
eficiente. De acuerdo con las Directrices sobre ayudas
estatales al medio ambiente y a la energía, la producción de energías
renovables tiene que estar respaldada mediante mecanismos basados en el mercado
que corrijan las deficiencias del mercado, garanticen la rentabilidad y eviten
una compensación excesiva o una distorsión. La financiación de bajo coste de
energías renovables que requieren un uso intensivo de capital depende de la
existencia de un marco de inversión estable que reduzca el riesgo regulador.
Ello es necesario para asegurar la confianza de los inversores y atraer
inversiones de fondos internacionales, promotores de proyectos a gran escala y
cooperativas y hogares en un marco basado en el mercado que mantenga los costes
de capital en un nivel reducido. La Comisión facilitará la cooperación[26] y la convergencia de
los regímenes nacionales de ayuda, lo que dará lugar a una mayor apertura
transfronteriza, mediante debates en profundidad con los Estados miembros sobre
las orientaciones pertinentes de la Comisión[27]
y las Directrices sobre ayudas estatales al medio ambiente y a la energía. Las decisiones de inversión en electricidad
renovable tienen que tener en cuenta la realidad física de la disponibilidad de
recursos y de la red, la aceptación de los ciudadanos, la localización del
consumo y los obstáculos administrativos. Asimismo, el desarrollo de nuevas
infraestructuras, en particular las interconexiones, exige reducir el coste de
integrar la electricidad renovable en el mercado interior de la energía. La UE tiene que invertir en combustibles
alternativos avanzados y sostenibles, incluidos los procesos de producción de
biocombustibles, y, en términos más generales, en bioeconomía. Ello nos
permitirá conservar el liderazgo tecnológico e industrial y cumplir los
objetivos en materia de cambio climático. La UE también ha de tener en cuenta
el impacto de la bioenergía en el medio ambiente, el uso de la tierra o la
producción de alimentos. El plan de inversión de la UE, y otras fuentes de
financiación europeas, podrían contribuir a garantizar la financiación
necesaria. 2.5. Una Unión de la Energía al servicio de
la investigación, la innovación y la competitividad Una nueva estrategia de investigación e
innovación (I+i) debe ocupar un lugar central de la Unión de la Energía. Si Europea
pretende ser líder mundial en energías renovables, debe encabezar la próxima
generación de tecnologías renovables y las soluciones de almacenamiento. De la misma manera, para que la Unión de la
Energía genere crecimiento, empleo y competitividad, es fundamental situar a la
UE en la vanguardia de la tecnología de redes y hogares inteligentes,
transportes limpios, así como combustibles fósiles menos contaminantes y la
producción de energía nuclear más segura del mundo. Aunque se han realizado importantes progresos
en la mejora de la eficacia de los programas de la investigación europeos,
todavía se puede conseguir mucho más. Estamos aún lejos de una investigación
plenamente coordinada y con objetivos claros, que combine adecuadamente los
programas de la UE y los Estados miembros en torno a metas y resultados
comunes. Si queremos alcanzar nuestros objetivos, es preciso sacar el máximo
partido posible de cada euro invertido en el conjunto de la UE. Esto supone
adoptar un enfoque integrado para crear sinergias; trabajar juntos para
coordinar esfuerzos y obtener resultados; establecer vínculos más eficaces
entre la investigación y la industria e introducir así nuevas tecnologías en el
mercado de la UE. Para alcanzar este objetivo, el nuevo enfoque
europeo de investigación e innovación en materia de energía[28] debe acelerar la
transformación del sistema energético. Este enfoque debe basarse en la
iniciativa Horizonte 2020 e incluir a todos los Estados miembros, las partes
interesadas y la Comisión. Las medidas deben agruparse en torno a las
cuatro prioridades clave siguientes, con las que los Estados miembros y la
Comisión deben comprometerse: –
ser líder mundial en el desarrollo de la próxima
generación de tecnologías de energías renovables, incluidas la producción y la
utilización de biomasa y biocombustibles respetuosos del medio ambiente, así
como el almacenamiento de energía, –
facilitar la participación de los consumidores en
la transición energética mediante redes inteligentes, electrodomésticos
inteligentes, ciudades inteligentes y sistemas domóticos, –
establecer sistemas energéticos eficientes y
aprovechar la tecnología para que el parque de edificios sea energéticamente
neutro, y –
fomentar unos sistemas de transporte más
sostenibles, que desarrollen y desplieguen a gran escala tecnologías y
servicios innovadores para aumentar la eficiencia energética y reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero. A esas cuatro prioridades comunes se suman
otras prioridades en materia de investigación que precisan un nivel de
colaboración mucho mayor entre la Comisión y los Estados miembros que desean
utilizar esas tecnologías: –
Un enfoque prospectivo de la captura y
almacenamiento de carbono (CAC) y de la captura y utilización de carbono (CUC)
para los sectores energético e industrial, que será decisivo para alcanzar los
objetivos climáticos de una manera rentable en el horizonte 2050. Para ello,
será necesario establecer un marco político propicio, que incluya una reforma
del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión y el nuevo fondo de innovación,
a fin de aumentar la claridad que necesitan las empresas y los inversores para
seguir desarrollando esas tecnologías. –
En la actualidad, la energía nuclear genera cerca
del 30 % de la electricidad de la UE[29]. La
UE debe garantizar que los Estados miembros apliquen las normas más estrictas
en materia de seguridad, protección, gestión de residuos y no proliferación.
Asimismo, la UE debe procurar mantener su liderazgo tecnológico en el ámbito
nuclear, en particular a través del ITER[30],
de forma que no aumente su dependencia energética y tecnológica. Impulsada por la innovación, la transición a
una economía hipocarbónica brinda grandes oportunidades para el crecimiento y
el empleo. Surgirán nuevos sectores empresariales, nuevos modelos de negocio y
nuevos perfiles profesionales. El liderazgo tecnológico debe ir acompañado del
desarrollo de capacidades de producción industrial o de cadenas de suministro
tecnológico en toda Europa. Esto exige reunir a investigadores, industrias, sector
financiero y autoridades públicas. Una estrategia industrial eficiente en este
sentido permitirá que la industria de la UE aproveche la ventaja de ser pionera
a nivel tecnológico, tanto en el mercado interior como en los mercados
internacionales, con los consiguientes efectos positivos sobre la
competitividad y el empleo. La Comisión estudiará de qué manera la
contratación pública puede aprovechar su potencial para actuar como catalizador
de la innovación industrial y empresarial, así como del crecimiento verde,
tanto dentro de la UE como fuera de ella. Recurrirá a la política comercial de
la UE para mejorar el acceso a los mercados extranjeros de tecnologías y
servicios relacionados con la Unión de la Energía, así como para proteger el
mercado de la UE contra las prácticas comerciales desleales, y apoyará a otros
países en sus esfuerzos por establecer sistemas energéticos modernos y
sostenibles. La Comisión trabajará con los Estados miembros y las regiones para
garantizar sinergias entre los diferentes fondos de la UE y aprovechar todo el
potencial de financiación de la política de cohesión en favor de la innovación. El cambio significa también que algunos
sectores, modelos de negocio o perfiles profesionales tendrán que adaptarse.
Deben establecerse itinerarios de formación profesional y de otro tipo para
perfiles de empleo nuevos o adaptados, de manera que correspondan a las nuevas
necesidades de las empresas y proporcionen a las personas unas competencias
sólidas. Una transición energética justa y equitativa requerirá, por tanto, un
reciclaje profesional de los trabajadores de determinados sectores o una mejora
de sus competencias y, en caso necesario, medidas sociales al nivel adecuado.
Los conocimientos y la experiencia directa de los interlocutores sociales son
fundamentales a este respecto. La Comisión informará a estos últimos y les
invitará a incluir la transición energética en su diálogo social a nivel
europeo. 3. Gobernanza de la Unión de la Energía La
Unión de la Energía también necesita un proceso integrado de gobernanza y
seguimiento, a fin de garantizar que todas las acciones relacionadas con la
energía emprendidas a nivel europeo, nacional, regional y local contribuyan a
los objetivos de la Unión de la Energía. El proceso de gobernanza debe tener
por objeto: -
Agrupar las acciones en materia de energía y clima, así como
acciones en otros ámbitos políticos pertinentes, con vistas a una mayor
coherencia de las políticas y a más largo plazo. Esta agrupación también
proporciona a los inversores orientaciones y seguridad a largo plazo. -
Garantizar la realización del mercado interior de la energía
y del marco de energía y clima para 2030, en particular, la ejecución de los
objetivos acordados para ese año en materia de energías renovables, eficiencia
energética, emisiones no cubiertas por el Régimen de Comercio de Derechos de
Emisión e interconexiones. -
Racionalizar
los requisitos actuales de planificación y presentación de informes, evitando
cargas administrativas innecesarias. -
Entablar
un diálogo en materia de energía con las partes interesadas, que contribuya a
la elaboración de las políticas y apoye la participación activa en la gestión
de la transición energética. -
Reforzar
la cooperación entre Estados miembros, en particular a nivel regional, y con la
Comisión. -
Mejorar
los datos, los análisis y la información confidencial necesaria para respaldar
la Unión de la Energía, poniendo en común los conocimientos pertinentes y
facilitándolos a todas las partes interesadas. -
Informar
anualmente al Parlamento Europeo y al Consejo sobre la situación de la Unión de
la Energía a fin de abordar los principales problemas y orientar el debate
político. La
Comisión pondrá en marcha un proceso de gobernanza dinámico para la Unión de la
Energía. Aunque existen vínculos evidentes entre este proceso de gobernanza y
el Semestre Europeo, los dos procesos se gestionarán por separado. 4. Realización de la Unión de la Energía La consecución de
la Unión de la Energía significa llevar a cabo las acciones previstas en la
presente estrategia, que se resumen en los quince puntos que se exponen a
continuación. La hoja de ruta adjunta presenta las iniciativas que deben
emprenderse en el marco de la estrategia, junto con un calendario claro para su
adopción y aplicación, así como las responsabilidades respectivas. La Comisión
considera que estas acciones están interrelacionadas y son coherentes con el
grado de ambición que la UE necesita para transformar el sistema energético
europeo. El éxito de la
aplicación depende del compromiso político de todos los agentes, es decir, las
instituciones de la UE, los Estados miembros, el Banco Europeo de Inversiones y
las demás partes interesadas, incluso a nivel regional y local, conforme a los
principios de subsidiariedad, proporcionalidad y de «legislar mejor». La UE debe poder
reaccionar frente a acontecimientos imprevistos, aprovechar nuevas
oportunidades y anticiparse y adaptarse a las tendencias futuras. Siempre que
sea necesario, la Comisión hará uso de su derecho de iniciativa para dar una
respuesta adecuada a los acontecimientos. La Comisión invita
al Parlamento Europeo y al Consejo a que refrenden la presente estrategia en
favor de la Unión de la Energía y se comprometan activamente en su aplicación,
en estrecha cooperación con todas las partes interesadas pertinentes. * * * La Unión de la Energía en quince puntos de acción 1. Para establecer la Unión de la Energía, la máxima prioridad es la plena aplicación y el control estricto del cumplimiento de la legislación vigente en materia de energía y ámbitos conexos. Ø La Comisión utilizará todos los instrumentos disponibles para garantizar que los Estados miembros apliquen plenamente la legislación energética, en particular el tercer paquete del mercado interior de la energía, y hará cumplir rigurosamente las normas de competencia del Tratado. 2. La UE debe diversificar su suministro de gas y hacerlo más resiliente a las interrupciones del suministro. Ø La Comisión propondrá, en 2015-2016, un paquete sobre la resiliencia y diversificación del sector del gas en el marco de la revisión del actual Reglamento sobre la seguridad del suministro de gas. Ø La Comisión elaborará una estrategia global para el gas natural licuado (GNL) y su almacenamiento. Ø La Comisión colaborará con los Estados miembros para desarrollar el acceso a proveedores alternativos, en particular del Corredor Meridional de Gas, el Mediterráneo y Argelia, a fin de reducir la dependencia actual de proveedores concretos. 3. Los acuerdos intergubernamentales deben respetar plenamente la legislación de la UE y ser más transparentes. Ø La Comisión propondrá en 2016 una revisión de la Decisión sobre los acuerdos intergubernamentales para garantizar, antes de la negociación, la compatibilidad de los acuerdos con la legislación de la UE, incluir a la Comisión en dichas negociaciones, elaborar cláusulas contractuales normalizadas que abarquen la legislación de la UE y hacer más transparentes los contratos comerciales de suministro de gas. 4. La existencia de infraestructuras adecuadas es una condición indispensable para la realización del mercado energético, la integración de las energías renovables y la seguridad del suministro. Ø La Comisión apoyará la ejecución de grandes proyectos de infraestructura, en particular los proyectos de interés común, por medio de los recursos financieros disponibles, tales como el Mecanismo «Conectar Europa», los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos y el futuro Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas, a fin de movilizar la financiación privada y pública que resulte necesaria. Ø La Comisión reunirá información sobre los proyectos de infraestructuras financiados por la UE a fin de reforzar la coherencia y maximizar su impacto. Ø La Comisión creará un foro específico de infraestructuras energéticas para analizar los progresos de los grandes proyectos de infraestructura con los Estados miembros, los grupos de cooperación regional y las instituciones de la UE. El foro se reunirá por primera vez a finales de 2015. 5. La creación de un mercado interior de la energía homogéneo que beneficie a los ciudadanos, garantice la seguridad de suministro y la integración de las energías renovables en el mercado y corrija el desarrollo actualmente descoordinado de los mecanismos de capacidad en los Estados miembros exige una revisión del diseño actual del mercado. Ø La Comisión propondrá en 2016 legislación sobre la seguridad del suministro de electricidad. Ø La Comisión propondrá en 2015 un nuevo diseño del mercado europeo de la electricidad, que irá acompañado en 2016 de propuestas legislativas. 6. Conviene seguir desarrollando el marco regulador creado por el tercer paquete del mercado interior de la energía para que los ciudadanos y las empresas se beneficien de un mercado interior de la energía homogéneo. Ø La Comisión revisará en 2015-2016 el marco regulador, en particular el funcionamiento de la ACER y la ENTSO, y propondrá medidas adecuadas para reforzar el marco regulador europeo. 7. Los enfoques regionales de la integración del mercado constituyen un elemento importante para avanzar hacia un mercado energético plenamente integrado a nivel de la UE. Ø La Comisión preparará orientaciones sobre la cooperación regional y participará activamente en los organismos de cooperación regional con los Estados miembros y las partes interesadas. 8. Una mayor transparencia de los costes y precios de la energía, así como del nivel de ayudas públicas, reforzará la integración del mercado y permitirá determinar las medidas que distorsionan el mercado interior. Ø La Comisión elaborará informes bienales sobre los precios de la energía, analizará en profundidad el papel de los impuestos, exacciones y subvenciones y procurará la eliminación progresiva de los precios regulados inferiores al precio de coste. Ø A nivel nacional y local, deben adoptarse medidas para proteger a los consumidores vulnerables mediante políticas sociales. 9. La UE se ha fijado el objetivo de alcanzar al menos un 27 % de ahorro de energía de aquí a 2030. Ø En 2015 y 2016, la Comisión revisará toda la legislación pertinente sobre eficiencia energética y propondrá revisiones, en su caso, para respaldar el objetivo de 2030. Ø Los Estados miembros y las regiones deben hacer un mayor uso de los fondos europeos para la renovación de las viviendas. 10. Los edificios tienen un enorme potencial de mejora de la eficiencia energética. La modernización de los edificios existentes para que sean eficientes desde el punto de vista energético y el pleno uso de sistemas sostenibles de calefacción y refrigeración de espacios reducirán las facturas de importación de energía de la UE, reforzarán la seguridad energética y abaratarán los costes de la energía para los hogares y las empresas. Ø La Comisión elaborará una iniciativa de «financiación inteligente para edificios inteligentes» a fin de hacer más eficientes en energía los edificios existentes, facilitando el acceso a los instrumentos de financiación disponibles. Ø La Comisión propondrá una estrategia para facilitar las inversiones en sistemas calefacción y refrigeración. 11. La UE debe acelerar la eficiencia energética y la descarbonación del sector del transporte, su transición progresiva a combustibles alternativos y la integración de los sistemas de energía y transporte. Ø La Comisión propondrá un paquete completo sobre el transporte por carretera que promueva una tarificación más eficiente del uso de las infraestructuras, el despliegue de soluciones de transporte inteligentes y la mejora de la eficiencia energética. Ø La Comisión tomará medidas suplementarias a fin de crear las condiciones de mercado adecuadas para un mayor despliegue de combustibles alternativos y fomentar aún más la contratación pública de vehículos limpios. Esos objetivos se conseguirán mediante una combinación de medidas nacionales, regionales y locales, respaldadas por la UE. 12. En el Consejo Europeo de octubre, la UE acordó un marco en materia de clima y energía para 2030. Ahora corresponde proceder a su aplicación. La UE aportará una contribución ambiciosa a las negociaciones internacionales sobre el clima. Ø La Comisión propondrá legislación para alcanzar el objetivo de reducción de los gases de efecto invernadero acordado en el Consejo Europeo de octubre de 2014, tanto en el marco del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión como en los sectores no incluidos en el mismo. 13. La UE ha establecido el objetivo de al menos un 27 % de energías renovables a nivel de la UE de aquí a 2030. Ø La Comisión propondrá un nuevo paquete sobre energías renovables en 2016-2017. Ese paquete incluirá una nueva política para la producción sostenible de biomasa y biocombustibles, así como legislación para garantizar la consecución del objetivo de la UE para 2030 de una manera rentable. 14. Es necesario que la UE desarrolle una estrategia prospectiva de I+i para la energía y el clima a fin de mantener el liderazgo tecnológico europeo y ampliar las oportunidades de exportación. Ø La Comisión propondrá, en 2015-2016, un enfoque europeo de I+i para la energía, que incluya un plan estratégico actualizado de tecnología energética y un programa estratégico de I+i para el transporte, con un número limitado de prioridades esenciales y objetivos claros. Ø La Comisión pondrá en marcha una iniciativa de liderazgo mundial en tecnología e innovación sobre clima y energía para fomentar el crecimiento y el empleo. 15. La UE utilizará todos los instrumentos de política exterior para garantizar que una UE sólida y unida se comprometa de forma constructiva con sus socios y hable con una sola voz sobre clima y energía. Ø La Comisión, con la AR/VP y los Estados miembros, revitalizará la diplomacia europea en materia de clima y energía. Ø La Comisión, con la AR/VP, establecerá una agenda activa para reforzar la cooperación de la UE con terceros países en el ámbito de la energía, incluidas las energías renovables y la eficiencia energética. Ø La Comisión hará pleno uso de la política de comercio exterior de la UE para promover el acceso de las tecnologías y servicios energéticos europeos a los recursos energéticos y a los mercados extranjeros. [1] Comunicación «La eficiencia energética y su contribución a la
seguridad de la energía y al marco 2030 para las políticas en materia de clima
y energía», COM(2014) 520. [2] Estrategia Europea de la Seguridad Energética, COM(2014) 330. [3] Estimaciones de la Comisión. La AIE calcula que se requieren 1,3
billones de euros de aquí a 2025 para producción, transporte y distribución. [4] Cálculos de la DG Energía basados en los informes de mercado de
Platts y en los datos de la AIE para el primer semestre de 2014. [5] Informe de EurObser'ER 2014. [6] En comparación con una cuota de la UE del 32 % del conjunto
de patentes mundiales. [7] Tendencias mundiales de las inversiones en energías renovables,
2014 (PNUMA-BNEF). [8] COM(2014) 330. [9] Los líderes de la UE seguirán impulsando el establecimiento de
normas y la mejora de la eficiencia a nivel mundial a fin de reducir el consumo
de petróleo y, por tanto, la dependencia de la UE. [10] Directiva 2009/119/CE, de 14 de septiembre de 2009, por la que se
obliga a los Estados miembros a mantener un nivel mínimo de reservas de
petróleo crudo o productos petrolíferos. [11] COM(2014) 654 final. [12] Véase la Comunicación «Realizar el mercado interior de la
electricidad y sacar el máximo partido de la intervención pública», C(2013)
7243. [13] Iniciativas tales como «el comercio de productos ecológicos»
contribuirán a promover productos que permitan reducir las emisiones de CO2,
beneficien al medio ambiente y generen empleo y crecimiento en la UE. [14] Decisión nº 994/2012/UE, por la que se establece un mecanismo
de intercambio de información con respecto a los acuerdos intergubernamentales
entre los Estados miembros y terceros países en el sector de la energía. [15] Esa actualización incluirá proyectos estratégicos de interés para
la Comunidad de la Energía (PICE), que son importantes para reforzar la seguridad
de suministro de la Unión de la Energía, si satisfacen también los criterios
para convertirse en PIC. [16] Un plan de inversiones para Europa, COM(2014) 903. [17] Cabe citar, a modo de ejemplo, las decisiones relativas a las
nuevas infraestructuras que afectan a más de dos Estados miembros, las
exenciones a la inversión de los flujos físicos en consonancia con el
Reglamento sobre la seguridad del suministro de gas, la asignación de costes
transfronterizos en virtud del Reglamento RTE-E u otras cuestiones similares. [18] Véase la Comunicación «Realizar el mercado interior de la
electricidad y sacar el máximo partido de la intervención pública», C(2013)
7243. [19] Directrices sobre ayudas estatales en materia de protección del
medio ambiente y energía, DO C 200 de 28.6.2014, p. 1. [20] A pesar de que la aplicación de las orientaciones a los regímenes
de ayuda aprobados hasta la fecha haya atenuado parcialmente los efectos de la
fragmentación, se requieren nuevas medidas. [21] Véanse las Comunicaciones «Hoja de ruta hacia una Europa eficiente
en el uso de los recursos», COM(2011) 571, y «Velar por la buena marcha
del mercado interior de la energía», COM(2012) 663, de acuerdo con el
compromiso del G20. [22] Véase el informe «Evaluación comparativa de la implantación de los
contadores inteligentes en la Europa de los 27, en particular en lo relativo a
la electricidad», COM(2014) 356. [23] Reglamento (UE) n °642/2014 del Consejo, por el que se establece
la Empresa Común Shift2Rail. [24] Directiva 2014/94/UE del Parlamento Europeo y del Consejo,
de 22 de octubre de 2014, relativa a la implantación de una
infraestructura para los combustibles alternativos. [25] Adaptar los mercados a las energías renovables supone que los
mercados a corto plazo pasen a ser profundos y líquidos y a funcionar en tiempo
real. Las redes eléctricas existentes, diseñadas y gestionadas a menudo para la
producción de energía convencional en un marco nacional, están por debajo del
nivel óptimo de cara a un futuro en el que el suministro a partir de fuentes
renovables será cada vez más importante y en el que el equilibrio será
fundamental para compensar su variabilidad inherente. [26] Varios Estados miembros están estudiando la posibilidad de
utilizar los mecanismos de cooperación previstos en la Directiva sobre las
fuentes de energía renovables para alcanzar sus objetivos nacionales de modo
rentable. La Comisión ha apoyado este proceso ayudando a los Estados miembros a
encontrar soluciones a problemas técnicos y financieros relacionados con esos
mecanismos transfronterizos. [27] Orientaciones de la Comisión Europea para el diseño de regímenes
de apoyo a las energías renovables, SWD(2013) 439; Orientaciones sobre la
utilización de mecanismos de cooperación en materia de energías renovables,
SWD(2013) 440. [28] Este enfoque debe incluir un plan estratégico actualizado de
tecnología energética y un programa estratégico de investigación e innovación
en materia de transportes. [29] Véase la Estrategia Europea de la Seguridad Energética, COM(2014)
330. Hoja de ruta hacia la Unión de la Energía Abreviaturas: SdS: Seguridad de suministro /
MIE: Mercado interior de la energía / EE: Eficiencia energética / GEI: Gases de
efecto invernadero / I+i: Investigación e innovación Medidas || Parte responsable || Calendario || SdS || MIE || EE || GEI || I+i Infraestructura || || || || || || || Aplicación efectiva del objetivo de interconexión eléctrica del 10 % || Comisión Estados miembros Autoridades nacionales de reglamentación Gestores de la red de transporte || 2015-20 || X || X || || X || Segunda lista de proyectos de interés común (PIC), conducente a un acto delegado de la Comisión || Comisión Estados miembros || 2015 || X || X || || X || Comunicación sobre los avances hacia la conclusión de la lista de las infraestructuras energéticas más esenciales y sobre las medidas necesarias para alcanzar el objetivo de interconexión eléctrica del 15 % para 2030 || Comisión || 2016 || X || X || || || Establecimiento de un foro de infraestructuras energéticas || Comisión Estados miembros || 2015 || X || X || || || Electricidad || || || || || || || Iniciativa sobre el diseño del mercado y los mercados eléctricos regionales, y coordinación de capacidades para garantizar la seguridad de suministro, a fin de impulsar el comercio transfronterizo y facilitar la integración de la energía renovable || Comisión || 2015-2016 || X || X || X || X || Revisión de la Directiva en lo que respecta a medidas para preservar la seguridad del suministro eléctrico || Comisión || 2016 || X || X || || X || Mercado minorista || || || || || || || Nuevo marco para los consumidores de energía: empoderamiento de los consumidores, despliegue de la respuesta de la demanda; utilización de tecnología inteligente; vinculación de los mercados mayorista y minorista; eliminación gradual de los precios regulados; medidas de apoyo para proteger a los consumidores vulnerables || Comisión Estados miembros || 2015-2016 || || X || X || X || X Gas || || || || || || || Revisión del Reglamento relativo a la seguridad del suministro de gas || Comisión || 2015-2016 || X || X || || || Estrategia sobre el gas natural licuado y sobre almacenamiento || Comisión || 2015-2016 || X || || || || Marco regulador || || || || || || || Revisión del funcionamiento de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) y del marco regulador de la energía || Comisión || 2015-16 || X || X || || X || Energías renovables || || || || || || || Paquete de energía renovable: nueva Directiva sobre energías renovables para 2030, mejores prácticas en el autoconsumo de energía renovable y regímenes de apoyo, y política de sostenibilidad de la bioenergía || Comisión || 2015-2017 || X || X || || X || Comunicación sobre la transformación de residuos en energía || Comisión || 2016 || X || || || X || Acción por el clima || || || || || || || Propuesta legislativa para revisar el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE (2021-2030) || Comisión || 2015 || X || X || || X || Propuestas legislativas sobre la Decisión de reparto del esfuerzo y la incorporación del uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y la silvicultura (LULUCF) en el marco en materia de clima y energía para 2030 || Comisión || 2016 || || || || X || Medidas en el ámbito del transporte || || || || || || || Fijación de precios equitativa y efectiva para un transporte sostenible; revisión de la Directiva «Euroviñeta» y marco para promover el peaje electrónico europeo || Comisión || 2016 || || || X || X || Revisión de las normas de acceso al mercado del transporte por carretera para impulsar su eficiencia energética || Comisión || 2016 || || || X || X || Plan Maestro para el despliegue de sistemas de transporte inteligentes cooperativos || Comisión Estados miembros Industria || 2016 || || || X || X || X Revisión de los Reglamentos que establecen normas de comportamiento en materia de emisiones de los turismos y furgonetas || Comisión || 2016-2017 || || || X || X || X Establecimiento de un sistema de seguimiento y notificación de las emisiones de los vehículos pesados (camiones y autobuses) a efectos de una mejor información del consumidor || Comisión || 2016-2017 || || || X || X || X Revisión de la Directiva relativa a la promoción de vehículos de transporte por carretera limpios y energéticamente eficientes || Comisión || 2017 || || || X || X || Comunicación sobre la descarbonación del transporte, con inclusión de un plan de acción sobre biocombustibles de segunda y tercera generación y otros combustibles sostenibles alternativos || Comisión || 2017 || || || X || X || X Eficiencia energética || || || || || || || Revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética || Comisión || 2016 || X || || X || X || X Revisión de la Directiva sobre la eficiencia energética de los edificios, con inclusión de una iniciativa sobre financiación inteligente de edificios inteligentes || Comisión || 2016 || X || || X || X || X Revisión del marco regulador de la eficiencia energética de los productos (Directiva relativa al etiquetado energético y Directivas de diseño ecológico) || Comisión || 2015 || X || || X || X || X Refuerzo del uso selectivo de los instrumentos financieros en apoyo de las inversiones en eficiencia energética || Comisión || 2015 || || || X || X || Calefacción y refrigeración || || || || || || || Estrategia de la UE en materia de calefacción y refrigeración; contribución de la calefacción y la refrigeración a la consecución de los objetivos energéticos y climáticos de la UE || Comisión || 2015 || X || X || X || X || X Política exterior de energía y clima || || || || || || || Diplomacia de la UE en el ámbito de la energía y el clima || Comisión AR/VP Estados miembros || 2015 || X || X || || X || X Revisión de la Decisión por la que se establece un mecanismo de intercambio de información con respecto a los acuerdos intergubernamentales entre los Estados miembros y terceros países en el sector de la energía || Comisión AR/VP || 2016 || X || X || || || Diálogo nuevo y reforzado con países importantes desde la perspectiva de la política energética de la UE || Comisión AR/VP || 2015 || X || X || X || X || X Memorando de acuerdo sobre el refuerzo de la asociación estratégica con Ucrania || Comisión AR/VP Parlamento Europeo Consejo || 2015 || X || X || || || Memorando de acuerdo trilateral con Turkmenistán y Azerbaiyán sobre los gasoductos transcaspios || Comisión AR/VP Parlamento Europeo Consejo || 2015 || X || X || || || Iniciativa para reforzar la Comunidad de la Energía || Comisión Partes contratantes de la Comunidad de la Energía AR/VP || 2015 || X || X || || || Refuerzo de la cooperación euromediterránea en los ámbitos del gas, la electricidad, la eficiencia energética y la energía renovable || Comisión AR/VP || 2015-2016 || X || X || || || Adopción y firma de una nueva Carta Internacional de la Energía en nombre de la UE y de Euratom || Comisión AR/VP || 2015 || X || X || || || Competitividad industrial || || || || || || || Nuevo enfoque europeo de I+i para acelerar la transformación del sistema energético, consistente en: - un Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (SET) integrado - una agenda estratégica de I+i en el transporte || Comisión || 2015-2017 || || || || || X Análisis de los precios y costes de la energía (incluidos los impuestos y subsidios) || Comisión || 2016 y, a partir de entonces, cada dos años || || X || || || Iniciativa sobre el liderazgo mundial de la UE en tecnología e innovación en el campo de la energía y el clima, a fin de impulsar el crecimiento y el empleo || Comisión || 2015-2016 || || || X || X || X Refuerzo de la política comercial para facilitar la exportación de tecnologías de la UE || Comisión || 2015-2019 || X || X || || || X Medidas transversales || || || || || || || Revisión de las Directrices sobre ayudas estatales en materia de protección del medio ambiente y energía || Comisión || 2017-2019 || X || X || X || X || X Informe sobre la Estrategia Europea de la Seguridad Energética: una plataforma y una hoja de ruta para Euromed, y estrategias sobre el GNL, el almacenamiento de energía y el Corredor Meridional del Gas || Comisión || 2015-2016 || X || X || X || X || X Datos, análisis e información confidencial sobre la Unión de la Energía: iniciativa para la puesta en común de los conocimientos pertinentes en la Comisión y los Estados miembros y para facilitar el acceso a tales conocimientos || Comisión || 2016 || X || X || X || X || X Energía nuclear || || || || || || || Reglamento del Consejo relativo a la actualización de los requisitos de información del artículo 41 del Tratado Euratom a la luz de la Estrategia Europea de la Seguridad Energética || Comisión || 2015 || X || X || || || Comunicación relativa a un Programa Indicativo Nuclear (PINC) con arreglo al artículo 40 del Tratado Euratom || Comisión || 2015 || X || || || X ||