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Document 52023DC0376

    COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO Informe sobre prospectiva estratégica de 2023 La sostenibilidad y el bienestar de las personas como núcleo central de la autonomía estratégica abierta de Europa

    COM/2023/376 final

    Bruselas, 6.7.2023

    COM(2023) 376 final

    COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO

    Informe sobre prospectiva estratégica de 2023


    La sostenibilidad y el bienestar de las personas como núcleo central de la autonomía estratégica abierta de Europa


    I.Introducción

    La Unión Europea (UE) está impulsando medidas sin precedentes para alcanzar la neutralidad climática y la sostenibilidad. El éxito de la transformación limitará los riesgos existenciales del cambio climático y la crisis medioambiental, reforzando al mismo tiempo la autonomía estratégica abierta y la seguridad económica de la UE. Será clave para reforzar la competitividad y el modelo social de Europa a largo plazo y, por tanto, su liderazgo mundial en la nueva economía climáticamente neutra, mediante el apoyo también a otras regiones en la construcción de un futuro sostenible. En última instancia, esto aumentará el bienestar de las generaciones actuales y futuras.

    Sin embargo, el éxito de una transformación socioeconómica justa no está garantizado. Junto con su hermana, la transición digital, la transición ecológica requiere cambios fundamentales y compromisos que afectarán, entre otras cosas, a nuestras economías y sociedades a un ritmo y una magnitud sin igual. Para tener éxito en esta transformación, es esencial reconocer los vínculos entre las dimensiones medioambiental, social y económica de la sostenibilidad. Esto permitirá a Europa aplicar una estrategia geopolítica a largo plazo que aproveche de forma satisfactoria sus activos más valiosos, a saber, su economía social de mercado única y su posición como el mayor bloque comercial del mundo.

    En este contexto, el informe sobre prospectiva estratégica de 2023 examina las intersecciones clave entre las tendencias estructurales y las dinámicas que afectan a los aspectos sociales y económicos de la sostenibilidad, a fin de aclarar las posibles opciones y los compromisos a los que probablemente se enfrentará la UE en el futuro. Sobre la base de un ejercicio de prospectiva inclusivo 1 y partiendo de las tres ediciones anteriores 2 , explora los principales retos que determinarán la transformación de nuestra sociedad y nuestra economía hacia un modelo que respete los límites planetarios y salvaguarde la competitividad mundial, unas bases sociales sólidas y la resiliencia. También examina cómo la búsqueda de un bienestar inclusivo a largo plazo, el compromiso con una vía hacia la sostenibilidad y la consolidación de la democracia pueden ser la receta para que Europa refuerce su papel mundial.

    Sobre esta base, el informe propone diez ámbitos de actuación para alcanzar los objetivos de una Europa social y económicamente sostenible con un papel más prominente a nivel mundial en los próximos años.

    II.Intersecciones clave entre los desafíos de la sostenibilidad económica y social

    Hemos vivido una era de permacrisis y policrisis, junto con los crecientes efectos del cambio climático y los desafíos medioambientales, la pandemia de COVID-19 y la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Los nuevos conflictos y la escalada de los ya existentes, los desplazamientos masivos, las crisis financieras o las pandemias son otros ejemplos de posibles crisis a las que nos enfrentaremos en el futuro. Por último, la magnitud sin precedentes de las transiciones plantea diversos retos que afectan a los aspectos sociales y económicos de la sostenibilidad (gráfico 1). Deberán tenerse en cuenta sus intersecciones y sus efectos combinados para permitir unos itinerarios viables hacia la sostenibilidad de Europa.

    Gráfico 1: principales desafíos para la transición hacia la sostenibilidad de la UE

    1. El auge de la geopolítica y la reconfiguración de la globalización

    La escena mundial está en constante evolución, y varios actores internacionales asumen nuevas funciones, a menudo, más conflictivas. La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania ha puesto en tela de juicio los fundamentos del multilateralismo y del orden internacional basado en normas. China está entrando en una nueva era, centrada en la influencia económica y la asertividad diplomática, con el objetivo de lograr un cambio sistémico del orden internacional. Sigue siendo un rival sistémico y un competidor económico, al tiempo que es un socio multilateral. Los Estados Unidos están siguiendo un itinerario de profunda integración de las políticas nacionales y exteriores. Esto implica reforzar su base industrial, proteger las tecnologías de próxima generación, trabajar con socios internacionales para desarrollar asociaciones económicas centradas en los desafíos mundiales y movilizar la inversión en las economías emergentes 3 . Los Estados Unidos también siguen siendo el socio estratégico de la UE. Al mismo tiempo, el itinerario estratégico de China y los Estados Unidos está estimulando la rivalidad geopolítica, económica y tecnológica mundial. También observamos una búsqueda cada vez mayor de influencia y representación por parte de los países emergentes en los foros internacionales. Entre ellos se encuentran potencias con diferentes modelos y valores de gobernanza, países evasivos (que presentan una combinación de estrategias de cooperación y confrontación), así como Estados pequeños y frágiles que exigen justicia climática. Esto supone un reto para una cooperación internacional eficaz en cuestiones transnacionales, como el cambio climático o la transición energética, aun cuando su urgencia no hace más que aumentar.

    Las tensiones en el orden mundial van acompañadas de una «batalla de discursos» que se transforma cada vez más en una «batalla de ofertas» y que configura tanto la opinión pública mundial como la acción de los gobiernos. La UE ha presentado la Global Gateway para apoyar las inversiones inteligentes en infraestructura de calidad, respetando las normas sociales y medioambientales más estrictas, en consonancia con los valores y normas europeos. Sin embargo, los discursos de la UE y, en términos más generales, occidentales, son cada vez más cuestionados. Por ejemplo, a pesar de la flagrante violación por parte de Rusia de principios fundamentales del Derecho internacional, dos tercios de la población mundial vive en territorios que han adoptado una postura neutral o partidaria de Rusia 4 . Esto se debe en parte a la propaganda, la desinformación y la información errónea que intentan influir en las posturas nacionales y mundiales, cada vez más amplificadas por las redes sociales y los usos engañosos de la inteligencia artificial generativa.

    Dado que la UE representa tan solo el 6,9 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y alrededor del 5 % de la población mundial, el compromiso y la cooperación a nivel mundial serán fundamentales para hacer frente a estos retos 5 . Al mismo tiempo, en un período de turbulencias económicas mundiales, varios países emergentes y en desarrollo se enfrentan a más retos para reducir las emisiones de carbono, a pesar de estar expuestos a riesgos cada vez mayores provocados por el clima. También plantean su preocupación sobre algunas de las recientes iniciativas ecológicas de la UE, ya que podrían convertirse en obstáculos para su desarrollo. Este es especialmente el caso de muchos países africanos, latinoamericanos y asiáticos, donde la influencia económica de China ha sido importante y es necesario reforzar el enfoque de la UE basado en una alianza entre iguales. Las relaciones internacionales se están convirtiendo cada vez más en transacciones, ya que cada vez son más los países que buscan las alianzas más ventajosas. Esto se traduce en una creciente «batalla de ofertas» (por ejemplo, en materia de financiación, desarrollo de infraestructura o apoyo para la transición energética) e iniciativas, como la iniciativa de la Franja y la Ruta de China o la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Globales del G7 6 . Se trata también de una «batalla de modelos» entre regímenes democráticos y autoritarios.

    La globalización, tal como la conocemos, está cuestionada fundamentalmente. Las reglas, normas e instituciones multilaterales han proporcionado un marco para la integración económica mundial y el libre comercio que han sacado a millones de personas de la pobreza. Sin embargo, la sucesión de desafíos y amenazas emergentes muestran que este modelo de globalización se está viendo amenazado. La pandemia ha puesto de relieve la fragilidad de las cadenas de suministro mundiales, así como las dependencias estratégicas de la UE. El aumento de la confrontación geoeconómica está reorganizando aún más el comercio mundial y los flujos de inversión, lo que aumenta el riesgo de restricciones comerciales e interrupciones de la cadena de suministro y obstaculiza el flujo de bienes, servicios y tecnologías «verdes». También puede agravar las dependencias de la UE, en particular el acceso a las materias primas fundamentales necesarias para la doble transición ecológica y digital, y supone un reto para los sectores estratégicos de la UE (desde las baterías hasta los microchips). Además, la búsqueda de cadenas de suministro resilientes también puede afectar al medio ambiente (por ejemplo, a través de la relocalización de la actividad industrial o un aumento del interés por la extracción en zonas objeto de disputa) y a la economía (por ejemplo, ejerciendo presión sobre los presupuestos públicos y los puestos de trabajo locales en sectores orientados a la exportación). Estas dinámicas afectan gradualmente a las políticas de la UE, en particular muchas que anteriormente se consideraban principalmente nacionales, y ponen en tela de juicio los enfoques sectoriales de la formulación de políticas. En este contexto, ha aumentado la urgencia de un esfuerzo renovado para defender el multilateralismo y reformar la Organización Mundial del Comercio (OMC).

    2. Búsqueda de una economía y un bienestar sostenibles

    La UE se encuentra en una coyuntura clave que requiere de un impulso conjunto de los responsables políticos y las empresas para garantizar una posición de liderazgo en la carrera mundial hacia una industria de cero emisiones netas. La sostenibilidad representará una fuente importante de la ventaja competitiva a largo plazo de la UE 7 , ya que aumentará su cuota de mercado de productos, servicios y tecnologías relacionados con ella, y atraerá inversiones y talento de todo el mundo. La UE ya ha realizado esfuerzos considerables para apoyar diversas tecnologías y soluciones ecológicas: desde el hidrógeno y los materiales avanzados hasta el ciclo del agua o la sostenibilidad desde el diseño. Sin embargo, a medida que se intensifique la competencia mundial, aumentar el apoyo a la investigación y el desarrollo, y a la fabricación de tecnologías estratégicas de cero emisiones netas 8 , aplicar una ambiciosa estrategia de seguridad económica 9 e impulsar 10 las inversiones en ámbitos de importancia crítica en los que la UE muestra una gran dependencia serán fundamentales para reforzar su autonomía estratégica abierta 11 .

    Las crecientes presiones sobre los aspectos sociales y económicos de la sostenibilidad avivan el debate sobre la necesidad de un nuevo modelo económico, centrado en el bienestar de las personas y la naturaleza. Un enfoque predominante en los factores económicos, sin la debida consideración a la calidad del crecimiento y el empleo, ha fomentado prácticas de producción y consumo insostenibles. Al mismo tiempo, los recursos medioambientales, que no son infinitos, constituyen el fundamento mismo de la actividad económica: por ejemplo, el 72 % de los 4,2 millones de empresas de la zona del euro dependen en gran medida de al menos un servicio relacionado con la naturaleza, como la polinización, el agua limpia, un suelo sano o la madera 12 . Evitar la perturbación de los sistemas naturales críticos, como el ciclo del agua, respetar los límites planetarios y detener la pérdida de biodiversidad son, por tanto, condiciones previas esenciales para unas sociedades resilientes y unas economías sostenibles. A medida que esta interdependencia entre la economía y el medio ambiente se hace más evidente, también se convierte en una cuestión de equidad intergeneracional: la adaptación del modelo económico será la base del bienestar y la riqueza material de las generaciones futuras, en particular la manera en que se distribuyen los beneficios económicos. El Semestre Europeo se articula en torno a las cuatro dimensiones de la sostenibilidad competitiva: estabilidad medioambiental, justicia social, productividad y estabilidad macroeconómica. Sin embargo, las cuestiones mencionadas requieren nuevas formas de reflejar el progreso y la prosperidad más allá del producto interior bruto (PIB).

    Ajuste del PIB en función de los diferentes factores

    En los últimos noventa años, el PIB ha sido uno de los indicadores económicos más utilizados y sigue siendo el indicador más importante de los resultados económicos de un país. Al mismo tiempo, en la década de 1970 ya comenzaron las reflexiones sobre sus limitaciones. Con acontecimientos recientes como el cambio climático y la pandemia, se ha hecho cada vez más evidente que el PIB es un medidor de progreso incompleto, ya que no refleja plenamente los importantes retos medioambientales o sociales de nuestra época. Esto requiere desarrollar parámetros complementarios (e integrarlos progresivamente en la formulación de políticas) que permitan hacer un mejor seguimiento de la transición hacia la sostenibilidad de la UE y de su desempeño en comparación con el resto del mundo.

    Como continuación de los anteriores informes sobre prospectiva estratégica, la Comisión ha puesto en marcha un trabajo interno para desarrollar métricas de bienestar sostenible e inclusivo para que la UE complemente el PIB. Este enfoque reúne por primera vez diferentes líneas de trabajo, con el objetivo de contribuir a la elaboración de las políticas de la UE en el futuro.

    Una opción para desarrollar métricas que vayan más allá del PIB consiste en asignar valores monetarios a factores pertinentes de bienestar y utilizar dichos valores para «ajustar» el PIB. Estos pueden incluir diferentes aspectos de la calidad de vida (p. ej., la salud, la educación y el ocio), los cuidados no remunerados y el trabajo doméstico, las desigualdades, los costes de los daños medioambientales (p. ej., la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero) o el agotamiento de los recursos naturales. A continuación se presentan los resultados de un proyecto piloto 13 , en el que se utiliza la esperanza de vida como variable sustitutiva de la dimensión sanitaria del bienestar. Muestra el PIB (per cápita) ajustado en función de la salud para la UE, Estados Unidos, China e India en 2000, 2020 y 2040. Se seguirá trabajando en el desarrollo de otros indicadores complementarios que vayan más allá del PIB para reflejar determinados factores, como las desigualdades o los daños medioambientales. El ajuste por desigualdad puede obtenerse «descontando» la renta media (PIB per cápita) en función del nivel de desigualdad de ingresos. Los daños medioambientales pueden incorporarse restando su daño económico estimado. Esto es coherente con el compromiso global, consagrado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, de diseñar mediciones de los avances en el desarrollo sostenible que complementen el PIB. En el proceso de reforma del sistema financiero internacional también se estudia ampliar miras más allá del PIB.

    Gráfico 2: el ajuste del PIB per cápita en función de la esperanza de vida da lugar a mayores variaciones al alza (en %) para la UE en comparación con los Estados Unidos, China e India

    Las columnas grises muestran el valor del PIB per cápita en paridad del poder adquisitivo fijo por año, y las de color morado muestran la versión ajustada de la misma cifra del PIB. Para obtener el ajuste, se fija un nivel de referencia para la mortalidad y se calcula la disposición de la población a pagar para obtener ese nivel. Las cifras se refieren a la curva de supervivencia del mundo proyectada para 2050 como nivel de referencia. Los datos de la UE incluyen veinticuatro países (no se dispone de proyecciones para Croacia, Chipre y Malta).

    El ajuste al alza del PIB de la UE sería del 15,5 % en 2040, superando al de Estados Unidos (12,0 %), China (11,7 %) e India (1,3 %). La tasa media de crecimiento anual compuesta del PIB no ajustado en el período 2000-2040 es del 1,33 % para la UE, mientras que la del PIB ajustado es del 1,57 %. Además, ajustar el PIB en función de la esperanza de vida da lugar a un mayor porcentaje del PIB ajustado de la UE con respecto al PIB total de las cuatro economías combinadas en 2040 (lo que corresponde al 19,8 %, frente al 18,9 % del PIB).

    Disociar el crecimiento económico del uso de los recursos será el reto fundamental de un nuevo modelo económico. Europa ha logrado una reducción sustancial de las emisiones de CO2 a pesar del crecimiento continuo. La investigación e innovación de vanguardia, así como una rápida adopción de las tecnologías seguirán siendo esenciales para lograr la sostenibilidad. Sin embargo, las tecnologías por sí solas pueden no ser suficientes. La huella interna de la UE 14 ya ha disminuido un 13 % en los últimos diez años y es probable que otras innovaciones respalden esta tendencia. Sin embargo, la huella del consumo de la UE, que tiene en cuenta el impacto ambiental integrado del comercio, ha aumentado un 4 % 15 . Mientras tanto, los actuales patrones de consumo mundial ya han llevado a rebasar la mayoría de los límites del planeta y, sobre la base de las tendencias actuales, se prevé que estos efectos negativos sigan aumentando hasta 2030 16 . Por ejemplo, en los países de renta alta se desperdicia el 40 % de los alimentos 17 . Con el tiempo, la reducción de las emisiones puede lograrse reduciendo la contaminación y los residuos mediante la circularidad, la utilización eficiente de los recursos y la energía, y las medidas de suficiencia 18 . Del mismo modo, una producción y un consumo más eficientes en los sectores agroalimentario y pesquero podrían reducir el impacto sobre los ecosistemas naturales.

    Los cambios en los comportamientos y el consumo pueden marcar una gran diferencia. Por ejemplo, algunas previsiones muestran que, a escala mundial, las medidas de mitigación de la demanda, en particular los cambios de comportamiento o de estilo de vida (incentivar dietas o viajes más sostenibles y saludables, reducir el desperdicio de alimentos o los residuos textiles, reducir el consumo de energía y agua, etc.) o el uso de las infraestructuras (renovación de edificios, garantizar un transporte sostenible, etc.) podrían reducir las emisiones hasta entre un 40 y un 70 % de aquí a 2050.  19 Paralelamente, también podrían mejorar el bienestar. Sin embargo, no solo es importante el diseño de las medidas propuestas, sino también su percepción y sus efectos sobre el comportamiento. La transición hacia unos comportamientos y un consumo más sostenibles puede percibirse de forma positiva y ser más aceptable si se presenta en un contexto de equidad y satisfacción vital 20 . Si no se tienen en cuenta, las medidas propuestas conducirán a la oposición pública y, posteriormente, ralentizarán o incluso impedirán los planes para introducirlas 21 .

    3. Aumentar la presión para garantizar una financiación suficiente

    La transición ecológica requiere inversiones sin precedentes. En general, se necesitarán inversiones adicionales de más de 620 000 millones EUR anuales para cumplir los objetivos del Pacto Verde y el Plan RepowerEU. La mayor parte de estas inversiones tendrá que proceder, con diferencia, de financiación privada 22 . Los presupuestos de los Estados miembros también desempeñarán un papel importante. La UE ya va a gastar 578 000 millones de euros (al menos el 30 % de su presupuesto) en acciones relacionadas con el clima para el período 2021-2027. Sin embargo, se desconocen todos los costes y consecuencias de la crisis climática y de biodiversidad. Los efectos cada vez mayores de los fenómenos meteorológicos extremos ya en la actualidad dan lugar a graves pérdidas económicas. Por ejemplo, en el caso de las sequías ascienden a unos 9 000 millones EUR anuales 23 y en de las crecidas de los ríos, a 7 600 millones EUR 24 . Impulsar la resiliencia frente al cambio climático en ámbitos clave, como las infraestructuras de transporte, las tecnologías digitales, la energía, el almacenamiento de recursos, la sanidad, los alimentos, los edificios o las plantas de fabricación, también requerirá importantes recursos. Además, la frecuencia cada vez mayor de las catástrofes climáticas podría hacer que los seguros fueran inasequibles para los hogares 25 y muchas empresas, y aumentar aún más la presión sobre los presupuestos públicos. El próximo informe europeo de evaluación de riesgos climáticos proporcionará más datos sobre los riesgos relacionados con el clima. Todo esto genera también un sólido argumento para la prevención: cada euro invertido en sistemas de alerta temprana genera un beneficio por término medio de 131 EUR en pérdidas evitadas, costes de respuesta y beneficios sociales adicionales 26 .

    Otras inversiones estratégicas también están creciendo. Colmar el déficit de inversiones de la UE para la transición digital costará al menos 125 000 millones EUR al año 27 . Los precios de la nueva geopolítica también serán elevados: por ejemplo, en 2021, el gasto en defensa de los Estados miembros aumentó significativamente hasta los 214 000 millones EUR, con un gasto adicional de 75 000 millones EUR previsto hasta 2025 para desarrollar capacidades de defensa adecuadas 28 . Por último, la reconstrucción de Ucrania requerirá de todos los socios 384 000 millones de euros durante los próximos diez años 29 .

    Al mismo tiempo, el cambio demográfico y la transformación económica supondrán un desafío para los presupuestos públicos a todos los niveles. Por ejemplo, la tasa de dependencia de las personas mayores podría aumentar del 34,4 % en 2019 al 59,2 % en 2070, lo que podría dar lugar a un posible aumento de los gastos relacionados con el envejecimiento de la población en dos puntos porcentuales, hasta alcanzar el 26 % del PIB 30 . El actual marco fiscal de la UE, que se basa fundamentalmente en los impuestos sobre el trabajo, en particular las cotizaciones sociales, no refleja los cambios en curso 31 . Dado que la proporción de personas en edad de trabajar se reducirá drásticamente en las próximas décadas y es poco probable que el crecimiento de la productividad compense esta evolución, es muy probable que se reduzca la capacidad de la fiscalidad del trabajo para generar la misma cantidad de ingresos que en la actualidad. Además, la transformación económica y la globalización dan lugar a un papel cada vez más predominante de los activos inmateriales y a una mayor movilidad internacional de las actividades económicas. Por otro lado, la propia transición ecológica tendrá repercusiones. Podría contribuir a la contracción de la base imponible tradicional, debido a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, los cambios en los patrones de consumo y las fluctuaciones del crecimiento. Al mismo tiempo, esto puede compensarse en cierta medida con nuevas actividades, productos y servicios sostenibles. Las nuevas formas de fiscalidad (p. ej., sobre las emisiones de carbono, los residuos, los productos y servicios no sostenibles o insalubres) también podrían adquirir importancia a la hora de complementar los impuestos sobre el trabajo e impulsar la sostenibilidad de las finanzas públicas y del estado del bienestar.

    Lograr la transición hacia la sostenibilidad dependerá de que se garantice una financiación suficiente y rápida por parte del sector privado. Por lo tanto, centrarse en desbloquear las inversiones privadas será esencial para el sector público, evitando al mismo tiempo los efectos de desplazamiento en la financiación privada o el desencadenamiento de una carrera de subvenciones entre las economías. La UE ha desarrollado un marco global de finanzas sostenibles que ayuda a las empresas y al sector financiero a aumentar sus inversiones necesarias para la transición hacia la sostenibilidad que incluye una taxonomía, la divulgación de información en materia de sostenibilidad, índices de referencia climáticos y bonos verdes. No obstante, persisten varios desafíos. La brecha en las inversiones productivas entre la UE y los Estados Unidos se ha ampliado desde la crisis financiera de 2008 y alcanzó el 2 % del PIB en 2022 32 . Además, las inversiones privadas se ven obstaculizadas por la falta de un verdadero mercado único de capitales y de una auténtica unión bancaria. Esto obstaculiza la canalización de los elevados ahorros de la UE (el superávit del ahorro interno frente a las inversiones internas en la UE ascendió a una media de casi 300 000 millones EUR en los últimos diez años 33 ) hacia la financiación del crecimiento futuro. Aunque los bancos seguirán desempeñando un papel clave en la financiación de la economía de la UE, aún queda mucho por hacer para diversificar las fuentes de financiación. Por ejemplo, el nivel de inversión de capital riesgo en la UE, aunque se acerca al de los Estados Unidos, sigue siendo insuficiente, en particular en lo que se refiere a la financiación en fases avanzadas y, en la Unión, las empresas europeas emergentes y en expansión de éxito tienen dificultades para obtener el capital necesario para crecer. Esto se traduce en una tasa de innovación más baja y en que el potencial de los mercados de capitales para financiar las transiciones sigue estando poco desarrollado. Otros obstáculos adicionales incluyen la ralentización de la productividad prevista y la deuda acumulada de las empresas tras la pandemia 34 . Esto se ve agravado por el aumento de los costes de los préstamos 35 , lo que también aumenta las preocupaciones sobre la capacidad del sector privado para realizar las inversiones necesarias en la actualidad, especialmente en el ámbito de la energía renovable 36 . Por último, los instrumentos públicos para atraer inversiones privadas se utilizan a veces con demasiada aversión al riesgo para impulsar inversiones en proyectos de alto riesgo, de baja rentabilidad u orientados al futuro.

    4. Demanda en aumento de capacidades y competencias para un futuro sostenible

    Las transiciones requerirán unos sistemas europeos de educación y formación sólidos, que den prioridad a la adaptabilidad. La disponibilidad de trabajadores con las capacidades técnicas e interpersonales adecuadas será crucial para la viabilidad de las transiciones y la competitividad de la UE. Por ejemplo, reducir la brecha de género en las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas (CTIM), esencial para las tecnologías ecológicas y digitales, podría dar lugar a una mejora del PIB de la UE de hasta 820 000 millones EUR en 2050 37 . Ya en la actualidad, la falta de personal disponible con el conjunto adecuado de capacidades es un factor adicional que obstaculiza las inversiones para el 85 % de las empresas de la UE 38 , tanto en las industrias ya consolidadas como en las nuevas. La escasez de mano de obra es un problema cada vez mayor en varios sectores con gran intensidad de mano de obra, como la asistencia sanitaria, los cuidados de larga duración, la construcción o la agricultura, especialmente ante el envejecimiento de la población europea. También es motivo de preocupación en sectores clave para las transiciones. Por ejemplo, la UE necesita 180 000 trabajadores formados en la industria de las pilas de combustible de hidrógeno de aquí a 2030 y hasta 66 000 en el sector fotovoltaico 39 . Al mismo tiempo, las competencias básicas de la juventud europea se han deteriorado 40 y la pandemia ha empeorado los resultados del aprendizaje en muchos Estados miembros 41 . Además, si bien la mano de obra de la UE es la más formada de su historia, todavía hay 60 millones de adultos poco cualificados y con un bajo nivel educativo. Por otro lado, la inadecuación de las capacidades no es la única causa de la escasez de mano de obra. También existe un problema de disponibilidad de puestos de trabajo de calidad, relacionado con las malas condiciones de trabajo, los salarios y los contratos, el equilibrio entre la vida profesional y la vida privada y la falta de oportunidades de desarrollo o de carrera profesional. Las tendencias demográficas y la disminución de la población en edad de trabajar tienen un marcado impacto territorial, ya que ochenta y dos regiones de la UE representan el 30 % de la población europea que se enfrenta a una trampa para el desarrollo del talento o corre el riesgo de caer en ella 42 . Si estos problemas no se abordan, obstaculizarán la cohesión europea.

    Nuestros sistemas de educación y formación todavía no son adecuados para la magnitud y la velocidad de las transformaciones. Además de las cualificaciones formales, las capacidades están adquiriendo cada vez más importancia. Esto va acompañado de los cambios en los valores y las aspiraciones de las nuevas generaciones hacia el equilibrio entre la vida profesional y la vida privada y los trabajos significativos. Las tecnologías digitales, en particular la inteligencia artificial generativa, crean nuevas oportunidades de enseñanza y aprendizaje, tanto para la escolarización normal como para el aprendizaje a lo largo de la vida y en el puesto de trabajo. Sin embargo, también plantean retos para los sistemas de educación y formación existentes. Por ejemplo, por lo que respecta a la alfabetización digital de los docentes, los enfoques pedagógicos, la garantía de calidad y la fiabilidad de los sistemas y sus contenidos, la garantía de la igualdad de oportunidades (p. ej., en relación con el acceso a infraestructura y equipamiento tecnológico básico) o a preocupaciones éticas.

    El desafío de las capacidades va más allá de las meras consideraciones económicas. La alfabetización y las capacidades digitales serán fundamentales no solo para encontrar puestos de trabajo de calidad, sino también para participar activamente en la vida cívica o distinguir los hechos de la información errónea y de la desinformación, también en relación con la sostenibilidad. Actualmente, tan solo el 54 % de los ciudadanos de la UE cuenta al menos con capacidades digitales básicas 43 . Además, las competencias en materia de sostenibilidad medioambiental 44 , junto con las capacidades cívicas y de emprendimiento, así como la resiliencia, serán igualmente importantes para la innovación social, la intervención y la participación basados en la comunidad. Por último, las capacidades también son importantes para el sector público, ya que un déficit de competencias puede limitar su capacidad para actuar de forma eficaz. Por ejemplo, el 69 % de los municipios de la UE señalaron la falta de capacidades de evaluación medioambiental y climática como un factor que ralentizaba sus inversiones relacionadas con el clima 45 .

    La transmisión persistente de desventajas educativas entre generaciones se sumará a todas estas cuestiones. Por ejemplo, los estudiantes con un nivel socioeconómico bajo en la UE tienen 5,6 veces más probabilidades de tener un bajo rendimiento en la escuela que los estudiantes con un nivel socioeconómico alto 46 . Esto pone de manifiesto los límites de la movilidad social existente y obstaculiza las posibilidades de beneficiarse de las oportunidades que ofrecen las transiciones. También es uno de los factores que afectan a la cohesión social de la UE.

    5. Aumento de las fisuras en la cohesión social

    El Pacto Verde Europeo se basa en la capacidad de permitir que las personas participen con éxito en la transición y se beneficien de ella. A este respecto, se han producido claros avances. Teniendo en cuenta el nivel de vida general o la salud, los europeos disfrutan de una vida más larga y mejor que las generaciones anteriores, y su esperanza de vida seguirá aumentando. Desde 2004, han ganado cuatro años de esperanza de vida saludable 47 y han surgido nuevas posibilidades de vida y profesionales. Muchos países europeos se encuentran entre los lugares más felices para vivir 48 . No obstante, es necesario reforzar los fundamentos del contrato social existente para hacer frente a diversos retos.

    El cambio climático afectará de forma desigual a los distintos territorios y tendrá un impacto desproporcionado en las personas más vulnerables y con menos recursos. Los hogares de renta baja serán los más expuestos al aumento de los precios de los alimentos 49 o de la energía 50 ya que, por lo general, tienen menos margen para amortiguar los fuertes aumentos del coste de la vida a través del ahorro. En comparación con otros grupos de población, también gastan proporcionalmente más en bienes esenciales como la alimentación, la electricidad, el gas, la calefacción y el transporte. Las personas con menos recursos también suelen vivir en las zonas más contaminadas de las ciudades y, por consiguiente, son más vulnerables a los efectos de la contaminación, especialmente sobre su salud. El 13,7 % de los ciudadanos de la UE afirma haber estado expuesto a la contaminación o a peligros medioambientales 51 . Los segmentos más vulnerables de la sociedad también se ven afectados de manera desproporcionada por las catástrofes relacionadas con el clima. Al mismo tiempo, la capacidad de adaptación de nuestras sociedades e instituciones está distribuida de manera desigual por toda Europa 52 . Además, las disparidades de renta y riqueza están estrechamente vinculadas a las desigualdades ecológicas y a las contribuciones al cambio climático. Por ejemplo, el 10 % más rico de los europeos emite más de tres veces más per cápita que el resto 53 . Sin embargo, otros factores, como la edad, el tipo de vivienda o el nivel de aglomeración, también determinan las emisiones de los hogares, lo que añade complejidad a las posibles políticas fiscales y redistributivas vinculadas a las emisiones de carbono 54 .

    La desigualdad entre los Estados miembros se ha ido reduciendo, pero las desigualdades dentro de cada Estado miembro van en aumento 55 . Existe una fuerte percepción en la sociedad de que han llegado a unos niveles excesivos 56 . En 2021, el 38,2 % de la renta total equivalente en la UE se atribuyó al 20 % de la población con la renta más alta, mientras que el 20 % con la renta más baja recibió tan solo una cuota del 7,9 %, aunque con grandes diferencias entre los Estados miembros 57 . Estas cifras se reflejan en las actitudes de los europeos: el 81 % cree que la desigualdad de ingresos es demasiado elevada 58 . Muchos europeos de todas las ciudades y regiones que se enfrentan a un estancamiento y un declive económicos están cada vez más insatisfechos por las disparidades en la educación o las oportunidades de empleo, la movilidad social, la igualdad, la esperanza de vida o la conectividad. Al mismo tiempo, la concentración de la riqueza es significativamente superior a la desigualdad de ingresos y aumenta gradualmente, obstaculizando directamente la igualdad de oportunidades y la movilidad social ascendente 59 , pero también alimenta la polarización política 60 . Las estadísticas muestran que las transferencias sociales reducen la desigualdad de ingresos: en 2021, el coeficiente de Gini para la renta fue del 52,2 % antes de las transferencias sociales, pero se redujo al 30,1 % después de tenerlas en cuenta 61 . Además, los efectos del cambio climático también pueden tener un impacto directo en la dinámica de la inflación. Las presiones inflacionistas resultantes, por ejemplo, sobre los precios de los alimentos o de la energía, junto con una disminución del poder adquisitivo, podrían intensificar aún más las desigualdades, ya que sus efectos difieren significativamente en los hogares de renta baja y los de renta alta. Sin unas medidas adecuadas, esto podría aumentar la pobreza, en particular la pobreza energética, la exclusión social y las asimetrías territoriales en toda la UE 62 .

    La equidad intergeneracional también es cada vez más importante. Los jóvenes europeos se benefician de grandes mejoras generacionales, y el 67 % está de acuerdo en que la UE les ofrece mejores perspectivas de futuro 63 . Sin embargo, también se enfrentan a nuevos retos. Tienen una mejor formación, pero tienen menos renta disponible que las generaciones jóvenes anteriores y más probabilidades de trabajar en formas de empleo inestables 64 . En consecuencia, los jóvenes han sustituido a las personas de edad avanzada como el grupo más expuesto al riesgo de pobreza 65 . Los niños y niñas nacidos en 2020 experimentarán un aumento de dos a siete veces mayor de los fenómenos meteorológicos extremos y los riesgos para la salud asociados, en comparación con las personas nacidas en 1960 66 . Además, los jóvenes se ven especialmente afectados por problemas de salud mental, en particular la ansiedad ecológica o la solastalgia 67 . Esto puede verse agravado por el uso poco saludable de los medios digitales 68 y las repercusiones de la pandemia. Más del 45 % de los jóvenes admiten experimentar estos tipos de ansiedad 69 . Esta es también la razón por la que esperan una actuación más decidida: nueve de cada diez jóvenes europeos están de acuerdo en que la lucha contra el cambio climático mejoraría su salud y bienestar 70 . Sus preocupaciones se extienden también a la deuda pública, ya que es probable que las generaciones más jóvenes contribuyan en mayor medida al estado del bienestar, mientras que reciben a cambio menos que sus antecesores. Con la disminución de la proporción correspondiente de votantes jóvenes, la cuestión de la equidad intergeneracional también ha ganado impulso político. La falta de solidaridad intergeneracional en cuestiones climáticas, económicas y sociales puede contribuir a su alienación política y a su desilusión con la capacidad de la clase política y el sistema político actuales para hacer frente a los desafíos generacionales.

    6. Amenazas para la democracia y el contrato social existente

    Las desigualdades están estrechamente relacionadas con una menor confianza en las instituciones nacionales y de la Unión 71 , así como en la democracia liberal en general. La privación de derechos, el descontento creciente y la falta de un programa positivo se combinan dando lugar a una erosión de la confianza en las instituciones públicas, la polarización y un mayor atractivo de los movimientos extremistas, autocráticos o populistas. A nivel mundial, el nivel de democracia que disfrutaba el ciudadano medio ha retrocedido a niveles registrados por última vez en 1989 72 . La democracia se ve cada vez más cuestionada en tanto que modelo de gobernanza más adecuado para hacer frente a los crecientes problemas socioeconómicos 73 . En la UE, se ha producido un deterioro en lo que respecta a algunos de los requisitos básicos para el funcionamiento de la democracia. Esto se ve reflejado en las amenazas a las que se ve expuesto el Estado de Derecho y en una ciudadanía cada vez más silenciosa, por ejemplo, una disminución constante de la participación electoral en muchos Estados miembros, tanto en las elecciones nacionales como en las europeas 74 , o la creciente falta de interés en la vida democrática en general. Por ejemplo, el 47 % de los ciudadanos está de acuerdo en que sus opiniones cuentan en la UE, mientras que el 49 % cree que no 75 . La personalización de la política, donde los líderes políticos adquieren más importancia que los propios partidos políticos, también va en aumento. La polarización del debate político y el sentimiento de aislamiento se ven amplificados por la información errónea y la desinformación, las dinámicas de grupo en las redes sociales o el sesgo algorítmico 76 . Además, los lugares que sienten que han quedado olvidados alimentan el desinterés y el descontento. Si no se abordan las trampas para el desarrollo de las regiones estancadas, los ciudadanos tendrán menos probabilidades de apoyar la integración y los valores europeos, en lo que ha llegado a conocerse como la «geografía del descontento» 77 . En el lado positivo, también aparecen nuevas formas de activismo político y movilización social. Sin embargo, si no se aborda la salud de las democracias europeas se pondrá en peligro tanto el despliegue de políticas sostenibles como la propia transición.

    El contrato social existente no se ajusta plenamente a la nueva realidad socioeconómica. El contrato social actual se remonta a mediados del siglo XX, en el contexto de unas condiciones socioeconómicas diferentes. Desde entonces, las realidades de los europeos han evolucionado drásticamente, con nuevas formas de aprendizaje, trabajo y vida ancladas en el cambio demográfico y la migración. Las implicaciones de vivir una vida más larga serán profundas para las personas, las empresas, las comunidades y los gobiernos. Por lo tanto, persisten lagunas y podrían surgir nuevas tensiones en el futuro. Por ejemplo, mientras que las formas de trabajo «atípicas» (en particular el trabajo por cuenta propia) representan actualmente el 40 % de la población activa 78 , los regímenes de protección social siguen estando diseñados principalmente para las formas tradicionales de empleo (p. ej., trabajadores fijos a tiempo completo por cuenta ajena). Es necesario introducir cambios para que algunos sectores de la mano de obra, en particular los jóvenes, los nacidos fuera de la UE y las mujeres, estén suficientemente cubiertos por los sistemas de protección social. De lo contrario, estas brechas podrían amenazar el bienestar de las personas y sus familias, especialmente de los hogares con renta baja, y podrían tener un impacto perjudicial en los derechos de pensión y el bienestar durante los últimos años de vida. También podrían socavar la estabilidad financiera de los regímenes de bienestar existentes y pueden afectar a la competitividad general a través de unos mercados laborales menos eficientes, con personas menos dispuestas a asumir riesgos, cambiar de puesto de trabajo, entrar o salir del mercado laboral, crear una empresa o cerrarla. Por último, para muchos europeos sus salarios ya no son suficientes. El indicador más revelador es la asequibilidad de la vivienda: actualmente se encuentra en su nivel más bajo, tanto para quienes desean comprar como para quienes desean alquilar una vivienda 79 .

    Paralelamente, el papel geoeconómico de los agentes públicos y privados está evolucionando. Observamos una convergencia cada vez mayor en los ámbitos económico y de la seguridad, ya que las decisiones económicas están cada vez más motivadas por las preocupaciones relativas a la seguridad. Las expectativas en relación al Estado están cambiando y para la consecución de las transiciones, la autonomía estratégica abierta y la resiliencia económica se requerirán instrumentos y competencias adecuados. Por otra parte, la actual difusión del poder, con una importancia cada vez mayor a nivel mundial de las grandes empresas multinacionales, pone en tela de juicio el papel actual del Estado en la economía, la democracia o la vida social.

    III.Ámbitos de actuación claves

    Las cuestiones presentadas anteriormente tendrán repercusiones directas en los aspectos sociales y económicos de la sostenibilidad, y supondrán un reto para la factibilidad y viabilidad de las transiciones. Esta es la razón por la que lograr una Europa sostenible de aquí a 2050 requiere ya de una intervención coordinada en todos los ámbitos políticos. Sobre la base de los resultados del proceso de prospectiva, los ámbitos de actuación descritos a continuación presentan ideas para abordar los retos señalados en las secciones anteriores.

    1. Garantizar un nuevo contrato social europeo apto para un futuro sostenible. La UE debe seguir animando a los Estados miembros a desarrollar servicios sociales inclusivos y de alta calidad que mejoren la capacidad de las personas para contribuir a la economía y a la sociedad, aprovechando al mismo tiempo su potencial y sus aspiraciones, lo que asimismo implica actualizar las políticas de bienestar siguiendo un enfoque de inversión social a lo largo de toda la vida. Esto incluye apoyar la participación y la inclusión en el mercado laboral, seguir adaptando la protección social a las formas de empleo atípicas y a los nuevos riesgos relacionados con el clima y garantizar un nivel adecuado de protección social, así como un enfoque de inclusión activa en el mercado laboral, que debe tener en cuenta la nueva realidad demográfica, con sus retos (el envejecimiento) y oportunidades (la longevidad). También significa garantizar la integración efectiva de los inmigrantes y de los ciudadanos de la UE de origen migrante a fin de generar beneficios fiscales significativos para los Estados miembros y aportar una contribución importante para hacer frente a los retos en materia de bienestar que plantea el cambio demográfico. El seguimiento continuo de los indicadores sociales, en particular para los hogares más vulnerables, será clave para luchar contra la pobreza, la exclusión social y las desigualdades sociales y territoriales. Un nuevo contrato social debe incluir una mayor atención a una transición justa e inclusiva, apoyar la cohesión regional y hacer uso de la equidad intergeneracional, así como de la convergencia social ascendente como principios rectores. También debe centrarse más en la vida en un entorno saludable como bien público fundamental y en abordar los orígenes de los problemas de salud mental, como son la exclusión social, la discriminación y el impacto del cambio climático.

    2. Aprovechar el mercado único para abogar por una economía resiliente de cero emisiones netas. La UE debe seguir reforzando su marco coordinado para lograr una autonomía estratégica abierta, especialmente la seguridad económica. En particular, sobre la base del mecanismo existente para examinar las dependencias estratégicas actuales, la UE y sus Estados miembros deben seguir desarrollando instrumentos para evaluar las dependencias futuras en todos los sectores estratégicos (p. ej., la salud, la alimentación, las tecnologías digitales, la energía, el espacio y el agua). La UE también debe hacer un uso mejor y más estratégico de los instrumentos de defensa comercial, la normativa sobre subvenciones extranjeras y los instrumentos de contratación pública. La expansión del mercado único será clave para salvaguardar el futuro poder económico de la UE. Unos niveles adecuados de inteligencia estratégica y gobernanza anticipatoria deben guiar las perspectivas de futuro de un marco regulador que fomente el crecimiento, en particular para el mercado único 80 . En los ecosistemas con mayor potencial para la transición es necesario un nuevo enfoque para abordar los obstáculos 81 , así como para la aplicación de las normas vigentes. Esto debe ir acompañado de normas de competencia sólidas y adecuadas a su propósito. También será importante incentivar modelos de negocio sostenibles y garantizar un apoyo suficiente para el desarrollo y el despliegue rápidos de tecnologías de cero emisiones netas. La UE también debe seguir salvaguardando la igualdad de condiciones para todos los participantes en el mercado, garantizando unos vínculos sólidos entre el acceso al mercado y unas normas de sostenibilidad estrictas. Por último, también se necesita apoyo para la fabricación rápida de componentes esenciales para la transición energética, como materias primas o equipos tecnológicos de cero emisiones netas.

    3. Reforzar las interrelaciones entre las políticas interior y exterior de la UE, también con objeto de impulsar la oferta y la narrativa de la UE en la escena mundial. La geoeconomía pide cada vez más la combinación de enfoques ágiles y asociaciones estratégicas. En este contexto, la Global Gateway debe seguir utilizándose para desarrollar asociaciones sobre proyectos estratégicos, por ejemplo, con países que se enfrentan a retos relacionados con la transición energética o la seguridad del agua. Tales asociaciones deben estimular nuevas cadenas de valor locales para atraer la inversión y crear puestos de trabajo y oportunidades para las generaciones más jóvenes. Sobre la base del actual modelo de acuerdo de libre comercio, podrían explorarse nuevos tipos de acuerdos de asociación más flexibles y específicos con la vecindad europea, con África, Asia o América Latina. Es necesario aumentar las sinergias y los vínculos entre estos acuerdos y la Global Gateway. La creación de un mercado transatlántico ecológico que facilite el acceso a los sistemas de incentivos y evite la discriminación serviría de apoyo a las inversiones ecológicas y la producción sostenible. Además, a través del planteamiento «Equipo Europa», la UE debe reforzar su presencia en los foros multilaterales que son fundamentales para los esfuerzos mundiales en materia de sostenibilidad, en particular aquellos que dan forma al futuro de la financiación sostenible (p. ej., la Iniciativa de Bridgetown, las reformas del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional). También debe seguir liderando los esfuerzos para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible 82 y contribuir al debate sobre su futuro más allá de 2030. Además, la UE debe liderar la acción para preservar el patrimonio común universal (biodiversidad, suelo, agua dulce, océanos, etc.), en particular mediante la financiación o la cooperación en los ámbitos de la tecnología y de la innovación (tanto de alta como de baja tecnología). Deben explorarse nuevos acuerdos de financiación para la adaptación y la resiliencia, centrados en los países más vulnerables. La UE también debe garantizar que sus políticas en materia de clima, medio ambiente y energía se diseñen y apliquen de manera coherente con las ambiciones y los compromisos internacionales de la UE. Esto implica tener en cuenta las perspectivas de sus socios comerciales, así como las repercusiones de la legislación de la UE en ellos. Esto podría lograrse mediante un aumento del diálogo, la comunicación, la diplomacia (ecológica, digital o cultural) y la cooperación en su diseño y aplicación 83 . También debe continuar con su compromiso proactivo sobre sus políticas del Pacto Verde Europeo en la Organización Mundial del Comercio. Además de desarrollar su propio marco legislativo, la UE necesita forjar alianzas y acuerdos internacionales amplios sobre tecnologías emergentes de gran impacto que propicien la sostenibilidad, como la inteligencia artificial, de manera que se reflejen sus valores y objetivos estratégicos y se gestionen los riesgos. También debe aunar fuerzas con socios afines para luchar contra las amenazas y los ataques, como la desinformación. Por último, el refuerzo del Plan de Acción para la Juventud en la acción exterior de la UE podría ayudar a generar apoyo por parte de las generaciones jóvenes fuera de la UE.

    4. Apoyar los cambios en la producción y el consumo en aras de la sostenibilidad. Desde el punto de vista de la producción, esto implica reformas e inversiones en todos los Estados miembros para descarbonizar y descontaminar la economía, especialmente los procesos industriales y los sectores de gran consumo energético, mitigar los efectos sobre la biodiversidad y reducir al mínimo la huella ecológica del consumo. También son fundamentales una reducción de los trámites burocráticos, la aceleración de los procedimientos administrativos y de concesión de permisos, o el aumento de la accesibilidad y la calidad del apoyo local. Por otro lado, es necesario actuar a gran escala para reforzar la resiliencia de la UE en lo que respecta al agua, abordando la contaminación y la demanda en aumento de la agricultura, la producción de energía, la industria o los hogares. Son fundamentales medidas para mejorar la gobernanza del agua (en particular mecanismos adecuados de tarificación y asignación), su uso eficiente, el desarrollo de fuentes alternativas sostenibles, la eliminación de la contaminación hídrica y la garantía de la igualdad de acceso. Tratar de lograr la sostenibilidad también requerirá cambios en los comportamientos de las personas, en particular de aquellas con la mayor huella de carbono, a fin de minimizar la huella ecológica del consumo. También será esencial garantizar las señales de precios adecuadas (p. ej., a través de la tarificación del carbono, de impuestos medioambientales, de la eliminación o reforma de las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente o del refuerzo de los incentivos positivos para el medio ambiente) junto con la salvaguardia de la asequibilidad y la disponibilidad de productos y servicios sostenibles. Para cambiar las estrategias y los modelos de negocio de las empresas, la UE debe seguir diseñando políticas y normativas que sigan abordando la obsolescencia programada, así como promover la reparación en el contexto de los servicios postventa y el diseño para la circularidad. Sobre la base de análisis adecuados, las medidas también podrían incluir la prohibición de la publicidad de las prácticas o los servicios más perjudiciales para el medio ambiente. En conjunto, estos elementos podrían constituir componentes para un futuro marco jurídico más amplio, que tenga en cuenta la competitividad mundial a largo plazo de la economía de la UE. UN análisis más a fondo de las repercusiones distributivas y territoriales en la formulación de políticas y comunicar con mayor claridad los resultados podría ayudar a diseñar nuevas medidas de manera que se minimizaran los posibles efectos negativos sobre la pobreza y la desigualdad y se dispusieran medidas estratégicas de acompañamiento que mitigaran dichos efectos negativos. Por último, deberían intensificarse en todos los grupos de edad la educación y la sensibilización sobre opciones y estilos de vida sostenibles y saludables.

    5. Avanzar hacia una «Europa de las inversiones» aumentando los flujos financieros privados en apoyo de las inversiones estratégicas para las transiciones. Lograr avances decisivos en la unión bancaria y la unión de los mercados de capitales es fundamental para desbloquear la financiación privada necesaria para la doble transición. Los instrumentos de financiación sostenible, como los bonos verdes europeos, financiarán inversiones estratégicas sostenibles de la UE. Para garantizar que la UE siga siendo un lugar atractivo para invertir en la economía circular y de cero emisiones netas será fundamental la creación de un marco ágil, rápido y capaz de responder para impulsar las inversiones privadas, así como velar por un entorno empresarial positivo. A este respecto, la financiación pública debe utilizarse idealmente como catalizador para las inversiones privadas, en particular para los proyectos de sostenibilidad innovadores y de mayor riesgo, especialmente para su ampliación y para las capacidades de fabricación conexas en la UE. En particular, el Banco Europeo de Inversiones, el mayor banco público del mundo, debe prestar un mayor apoyo a las inversiones estratégicas pertinentes para la doble transición, como las materias primas, la tecnología ecológica o la biotecnología, en especial para proyectos de vanguardia. También es importante proseguir los esfuerzos para facilitar el acceso a las fuentes pertinentes de financiación de la UE para las empresas emergentes y las pymes europeas. Otros instrumentos también pueden ayudar a aumentar los flujos financieros privados: incentivos fiscales, contratación pública ecológica y sostenible, asociaciones público-privadas, incentivar a los proveedores a adoptar soluciones sostenibles, contratación precomercial, colaboraciones con organizaciones no gubernamentales para la prestación de servicios públicos o con ciudadanos y partes interesadas para la presupuestación participativa. También podría lograrse una colaboración más estrecha entre el sector público y el privado mejorando las estrategias de financiación combinada, por ejemplo, mediante una mejor intermediación de los proveedores de financiación preferente y ampliando las funciones de las instituciones de desarrollo de la UE y de los Estados miembros. Por último, será importante seguir trabajando para incorporar los riesgos relacionados con el clima en la evaluación de la estabilidad financiera.

    6. Adaptar los presupuestos públicos a la sostenibilidad. Las políticas fiscales y la fiscalidad deben adaptarse a la doble transición, destinar inversiones adicionales para proyectos que las promuevan y proporcionar las señales de precios y los incentivos adecuados a los productores, los usuarios y los consumidores, al tiempo que mejoran la sostenibilidad fiscal. La aplicación de la reforma de la fiscalidad internacional de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es el primer paso en esta dirección, ya que limita la carrera a la baja de los tipos del impuesto sobre sociedades y garantiza que las empresas multinacionales paguen una proporción equitativa de impuestos dondequiera que operen. La UE debe seguir aplicando estrategias globales de lucha contra la elusión fiscal que sigan apoyando la equidad de los sistemas fiscales. También debe estudiar cómo reducir la presión fiscal sobre el trabajo y cómo trasladarla a otras bases tributarias menos perjudiciales para el crecimiento, con objeto también de abordar la desigualdad en un contexto de envejecimiento de la población y de nuevas formas de trabajo. La intensificación de los esfuerzos para optimizar el gasto público mediante una mejora de la calidad y la composición de las finanzas públicas y una mejora de la eficiencia y la eficacia del gasto público será crucial para hacer el mejor uso posible de los fondos públicos. Para ello es necesario reforzar las capacidades públicas en materia de recogida y análisis de datos, con el objetivo de diseñar mejores medidas fiscales. La política fiscal debe seguir centrándose en la protección de los hogares y las empresas vulnerables, siendo al mismo tiempo asequible y manteniendo los incentivos para un comportamiento sostenible. Por último, dada la desigual repercusión de los desafíos fiscales y la necesidad de impulsar la inversión estratégica y garantizar una financiación adecuada para los bienes comunes de la UE, deben explorarse nuevas vías para la acción común.

    7. Seguir modificando los indicadores políticos y económicos hacia un bienestar sostenible e integrador. Los aspectos medioambientales y sociales ya se tienen en cuenta en las decisiones de los agentes públicos y privados, pero deben integrarse en mayor medida. En este contexto, deben seguir desarrollándose las métricas que van más allá del PIB e integrarlas progresivamente en la formulación de políticas de la UE. Esto ayudará a supervisar los avances hacia el bienestar, facilitará la comunicación de los desafíos políticos y diseñará las estrategias para abordarlos de forma centrada en las personas y el planeta, garantizando al mismo tiempo que el crecimiento económico no destruya sus propios cimientos. También deben realizarse esfuerzos adicionales para mejorar los instrumentos de seguimiento mediante el desarrollo de indicadores sólidos basados en modelos (p. ej., basados en los límites del planeta o en el nexo entre sociedad, medio ambiente y economía) y modelos de evaluación mejor integrados para las proyecciones y el análisis de escenarios. Para servir mejor de base a las políticas, las normas estadísticas para las cuentas nacionales deben complementarse con indicadores adicionales que reflejen mejor la interdependencia entre la actividad económica, el bienestar de las personas y el medio ambiente. Esto abordaría, por ejemplo, las diversas formas en que el agotamiento de los recursos y la degradación del medio ambiente socavan el bienestar y la seguridad económica de las personas y, por otra parte, las distintas repercusiones de la actividad económica en el medio ambiente. La UE seguirá contribuyendo a los debates en el seno de la comunidad internacional sobre la manera en que pueden tenerse en cuenta las interrelaciones entre la economía y el medio ambiente en las cuentas nacionales y en las estadísticas económicas y medioambientales de una forma sólida desde el punto de vista metodológico. Además, seguirá promoviendo el uso de la contabilidad económica y medioambiental existente para fundamentar la elaboración de políticas en diversos ámbitos, en particular impulsando la integración de las estadísticas económicas y medioambientales existentes y la contabilidad social para abordar mejor las desigualdades sociales en la distribución de los ingresos.

    8. Garantizar que todos puedan contribuir con éxito a la transición hacia la sostenibilidad. Son necesarios esfuerzos continuos para aumentar la participación en el mercado laboral de todos los segmentos de la población, en especial las mujeres, las personas con discapacidad, las personas mayores, los jóvenes y otros grupos infrarrepresentados que ni estudian, ni trabajan, ni reciben formación. A fin de colmar las brechas de desigualdad debe fomentarse la inversión en una educación temprana de alta calidad. Además de a las capacidades técnicas, debe prestarse mayor atención a las capacidades en materia de sostenibilidad, digital, cívica, de resiliencia o de emprendimiento. El fomento del aprendizaje a lo largo de la vida, por ejemplo, a través de una mayor formación en el puesto de trabajo y de la formación profesional, o de formas innovadoras de enseñanza aumentaría la flexibilidad del aprendizaje. Esto debe ir acompañado de la adaptación de los lugares y las condiciones de trabajo a los nuevos tipos de empleo, las expectativas generacionales y las necesidades de los trabajadores. También debe reforzarse la cooperación entre los agentes públicos y privados y la sociedad civil a través de los mecanismos establecidos (p. ej., el Pacto por las Capacidades o las academias de capacidades). Las tecnologías digitales deben utilizarse para enriquecer y adaptar la educación y la formación, así como para impulsar las posibilidades de aprendizaje para todas las personas. Con el fin de gestionar el cambio demográfico, la UE necesita instrumentos sólidos para la previsión detallada de las capacidades y las necesidades de mano de obra en sectores clave. Las trampas para el desarrollo del talento deben abordarse a nivel regional estimulando la oferta y la demanda de talento con medidas específicas y en colaboración con los empleadores y las instituciones educativas. Por último, para abordar las brechas específicas del mercado laboral y los retos demográficos, la UE debe atraer más talento a nivel mundial y apoyar la creación de reservas de talentos y asociaciones con terceros países. Esto debe ir acompañado del apoyo a las comunidades de origen y de la adaptación de la educación y la formación a fin de mejorar la integración.

    9. Reforzar la democracia, en particular mediante un aumento de la participación ciudadana. Lograr un amplio apoyo público a la sostenibilidad requiere aumentar la participación de los ciudadanos europeos en las deliberaciones democráticas y en los procesos de formulación de políticas, como complemento de la democracia representativa 84 . La equidad inter e intrageneracional, la participación inclusiva y la intervención de todos los ciudadanos deben ocupar un lugar primordial en la formulación de políticas. Por ejemplo, la incorporación de la prospectiva estratégica en la formulación de políticas puede ayudar a los gobiernos a adoptar políticas públicas basadas en futuras repercusiones distributivas (en particular las intergeneracionales), aplicando estrategias para minimizar la probabilidad de que se materialicen resultados sociales muy negativos. Por lo tanto, serán fundamentales una mayor apertura de la toma de decisiones y la capacidad de mejorar el compromiso y la comunicación con los ciudadanos. La UE debe reforzar continuamente su capacidad para defender la democracia y el Estado de Derecho 85 . Para contrarrestar la información errónea y la desinformación, así como las injerencias extranjeras, es importante disponer de unos instrumentos más eficaces y aplicarlos adecuadamente. Es fundamental exigir una mayor responsabilidad a las plataformas de redes sociales y apoyar a los medios de comunicación independientes. También debe optimizarse el impacto de la digitalización en la democracia, abordando al mismo tiempo los posibles aspectos negativos (ciberseguridad de las elecciones, proliferación del discurso de odio y radicalización). Por último, serán esenciales unos servicios públicos abiertos, eficientes, interoperables y responsables. Por lo tanto, es necesario reforzar la capacidad de las instituciones locales y otros agentes, tales como los interlocutores sociales y las organizaciones de la sociedad civil. Esto requiere una actuación a mayor escala para garantizar que dichas instituciones tengan las capacidades necesarias, así como recursos financieros y tecnológicos para contribuir a la doble transición y aprovechar las oportunidades que esta brinde 86 .

    10. Reforzar el conjunto de instrumentos de la UE en materia de preparación y respuesta para complementar la protección civil con «prevención civil». La UE debe anticipar estratégicamente los posibles acontecimientos catastróficos y prepararse para sus repercusiones, como han demostrado recientemente la pandemia y la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. El desarrollo continuo de las capacidades de prospectiva estratégica y seguimiento, en particular de los sistemas de alerta temprana, facilitará la traducción de la información temprana en una actuación rápida y debe servir de guía para orientar las inversiones y la financiación futuras de los Estados miembros a fin de mejorar la preparación y la prevención. Los espacios de datos europeos, las réplicas digitales y los nuevos modos de interacción serán cruciales para comprender y utilizar mejor grandes cantidades de información compleja. También debe reforzarse de forma ininterrumpida la capacidad de la UE para reaccionar rápida y eficazmente a las crisis. Por ejemplo, el Instrumento de Emergencia del Mercado Único garantizará la libre circulación de bienes, servicios y personas, con una mayor transparencia y coordinación en tiempos de crisis. Para abordar la resiliencia de las entidades críticas, será fundamental la aplicación de las Directivas de la UE y las Recomendaciones del Consejo relativas a la resiliencia 87 . El Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias debe seguir desarrollándose para convertirse en un nodo central que conecte a todos los agentes pertinentes de la gestión de crisis de la UE (por ejemplo, la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias) y para reforzar la preparación operativa para futuras situaciones de emergencia 88 . Debe brindarse apoyo a diversas herramientas e instrumentos existentes que son fundamentales para la resiliencia en ámbitos como la protección civil, la migración, la salud, los alimentos o el agua, y deben reforzarse las sinergias y la cooperación entre ellos. La UE también debe estar mejor preparada para hacer frente a los desastres y los desplazamientos relacionados con el clima. Además de las medidas de resiliencia, la UE deberá evaluar, prevenir, prepararse y gestionar los riesgos en un enfoque sistémico de «un planeta, una salud». Además, el desarrollo de procedimientos comunes debe apoyarse mediante el refuerzo o establecimiento de nuevos vínculos intersectoriales con las autoridades pertinentes a todos los niveles, así como con el sector privado, en particular los gestores de riesgos y las entidades aseguradoras. Por último, deben explorarse formas de aumentar aún más la disponibilidad de financiación para el riesgo de desastres.

    IV.Cumplir la promesa de la transición hacia la sostenibilidad

    La transición hacia la sostenibilidad se basa en una triple promesa: un planeta saludable y un medio ambiente próspero; un crecimiento económico desvinculado del uso de los recursos y de la degradación del medio ambiente; y una garantía de que ninguna persona o lugar quedará olvidado. A medida que la UE avance con esta transformación histórica, será fundamental construir una visión positiva y preservar el sentido de oportunidad y optimismo a fin de crear un amplio apoyo democrático para los cambios y compromisos necesarios en circunstancias complejas. El presente informe describe los ámbitos clave en los que es muy necesario actuar para lograr la transición hacia la sostenibilidad y reforzar los vínculos entre sus aspectos medioambientales, sociales y económicos.

    Situar la sostenibilidad en el centro de la autonomía estratégica abierta de la UE es esencial para que Europa pueda cumplir estas promesas. Para las generaciones de europeos actuales y futuras, esto supondrá una vida más sana y más larga, la realización a nivel privado y profesional y una mayor participación en el futuro. Para las empresas de la UE, supondrá aprovechar la ventaja del pionero de una economía de cero emisiones netas, con productos y servicios sostenibles líderes a escala mundial. Y para las demás regiones del mundo, supondrá beneficiarse de la cooperación y del desarrollo sostenible.

    (1)

         La presente Comunicación se basa en el informe de la serie de la ciencia al servicio de la política («Science for Policy») del Centro Común de Investigación titulado Towards a fair and sustainable Europe 2050: social and economic choices in sustainability transitions [«Hacia una Europa justa y sostenible en 2050: opciones sociales y económicas en las transiciones hacia la sostenibilidad», documento en inglés] basado en un proceso de prospectiva completo. Comenzó con la creación de escenarios prospectivos que describen versiones alternativas del futuro sostenible de la UE de aquí a 2050. Para cada escenario, los itinerarios de transición hacia la sostenibilidad se derivaron utilizando una técnica de prospección inversa (backcasting) cocreativa. Esto permitió la definición de nuevas prácticas y estructuras alternativas, así como la eliminación progresiva de las prácticas y estructuras insostenibles existentes de aquí a 2050, en particular el análisis de los compromisos, los cuellos de botella y las sinergias a lo largo de los itinerarios de transición. Un análisis transversal de los diversos patrones de cambio señaló ámbitos críticos que permiten los cambios transformadores hacia la sostenibilidad. El proceso de prospectiva también incluyó consultas con expertos y partes interesadas, debates con los servicios de la Comisión, organismos y empresas comunes, la publicación de una convocatoria de datos y debates con socios institucionales (sistema europeo para el análisis estratégico y político) y con los Estados miembros.

    (2)

         El informe sobre prospectiva estratégica de 2022 se centró en la interacción entre la doble transición ecológica y digital de Europa en un nuevo contexto geopolítico. La edición de 2021 se desarrolló en torno a tendencias importantes que afectarán a la autonomía estratégica abierta y a la libertad de acción de la UE en las próximas décadas. El informe de 2020 analizó la resiliencia de la UE en cuatro dimensiones: social y económica, geopolítica, ecológica y digital.

    (3)

         Observaciones del consejero de seguridad nacional de los Estados Unidos, Jake Sullivan, sobre la renovación del liderazgo económico estadounidense en la Brookings Institution el 27 de abril de 2023.

    (4)

         El 36 % de la población mundial vive en países que condenaron activamente e impusieron sanciones a Rusia. Cerca de un tercio de la población de cada país se ha mantenido neutral. Por último, otro 32 % se encuentra en países en los que el gobierno apoyó las acciones o la narrativa de Rusia. Howey, W. (2022). Russia can count on support from many developing countries [«Rusia puede contar con el apoyo de muchos países en desarrollo», artículo en inglés], https://www.eiu.com/n/russia-can-count-on-support-from-many-developing-countries/ .

    (5)

          EDGAR - Base de datos de emisiones para la investigación atmosférica global, Comisión Europea.

    (6)

         La Asociación para la Infraestructura y la Inversión Mundiales del G7, de la que forma parte la Global Gateway de la UE, tiene por objeto responder a la demanda de financiación de infraestructuras de alta calidad en los países de renta media y baja.

    (7)

       Institute for Sustainability Leadership (CISL), Universidad de Cambridge (2022)  https://www.cisl.cam.ac.uk/competitive-sustainability-index . 

    (8)

         Ley sobre la industria de cero emisiones netas [COM(2023) 161 final].

    (9)

         Estrategia Europea de Seguridad Económica [JOIN(2023) 20 final].

    (10)

         Investment needs assessment and funding availabilities to strengthen EU's Net-Zero technology manufacturing capacity [«Evaluación de las necesidades de inversión y las disponibilidades de financiación para reforzar la capacidad de fabricación de tecnología de cero emisiones netas de la UE», documento en inglés] [SWD(2023) 68 final].

    (11)

         España, junto con otros Estados miembros, ha desarrollado, en el marco de la red de prospectiva a escala de la UE, una vía específica para analizar las dependencias actuales y futuras en cuatro sectores críticos (energía, tecnología digital, salud y alimentos), haciendo uso también de la metodología propuesta por la Comisión [véase SWD(2021) 352 final, SWD(2022) 41 final y WP2023/14]. Este trabajo ofrece recomendaciones para reforzar la autonomía estratégica abierta de la UE, en particular su seguridad económica, y su liderazgo mundial de aquí a 2030.

    (12)

         Elderson, F., (2023), https://www.ecb.europa.eu/press/blog/date/2023/html/ecb.blog230608~5cffb7c349.es.‌html . 

    (13)

         Los detalles de la metodología aplicada, las fuentes de datos, los resultados adicionales y un análisis de sensibilidad se presentan en el informe técnico del JRC Health-adjusted income: complementing GDP to reflect the valuation of life expectancy [«Renta ajustada a la salud: complementar el PIB para reflejar la valoración de la esperanza de vida», documento en inglés], JRC 134152 , https://publications.jrc.ec.europa.eu/repository/handle/JRC 134152 .

    (14)

         La huella interna cuantifica el impacto ambiental causado por la producción y el consumo internos a través de un conjunto de indicadores basados en el ciclo de vida.

    (15)

       Comisión Europea. Consumption footprint and domestic footprint [«Huella del consumo y huella interna», documento en inglés], 2023,  https://doi.org/10.2760/218540 . 

    (16)

         Comisión Europea, Centro Común de Investigación, Zero pollution – Outlook 2022 [«Contaminación cero –Perspectivas 2022», documento en inglés], Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, 2022,  https://doi.org/10.2760/39491 .

    (17)

         Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas,  https://www.wfpusa.org/drivers-of-hunger/food-waste , versión de 12 de junio de 2023.

    (18)

         Véase, por ejemplo: Versailles Statement: The crucial decade for energy efficiency, [«Declaración de Versalles: la década crucial para la eficiencia energética», documento en inglés] de 8 de junio de 2023  https://iea.blob.core.windows.net/assets/2de1ef68-c97a-4fdb-b8be-fb12b693893e/IEA8thGlobalConferenceonEnergyEfficiency_JointStatement.pdf . 

    (19)

         Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (2023), https://www.ipcc.ch/report/ar6/syr/ . 

    (20)

         Binder, M., y Blankenberg, A. K., (2017), https://doi.org/10.1016/j.jebo.2017.03.009 . 

    (21)

         France Jagers, S. C., Martinsson, J., y Matti, S., (2019), https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/14693062.2018.1470963. 

    (22)

         SWD(2023)68 final y COM/2022/438 final. Además, la Ley sobre la industria de cero emisiones netas exige un total de 92 000 millones EUR durante el período 2023-2030.

    (23)

         Cifras combinadas para la UE y el Reino Unido; Naumann, G., et al., (2021), https://doi.org/10.1038/s41558-021-01044-3 . 

    (24)

         Cifras combinadas para la UE y el Reino Unido; Dottori, F., et al., (2023), https://doi.org/10.1038/s41558-022-01540-0 . 

    (25)

         En la actualidad, solo una cuarta parte de las pérdidas por catástrofes relacionadas con el clima están aseguradas en la UE. Véase Banco Central Europeo, EIOPA, (2022), https://www.ecb.europa.eu/pub/pdf/other/ecb.policyoptions_EIOPA~‌c0adae58b7.en.pdf . 

    (26)

         Banco Mundial, (2021), http://hdl.handle.net/10986/35686 . 

    (27)

         «El momento de Europa: reparar los daños y preparar el futuro para la próxima generación» [COM(2020) 456 final].

    (28)

         Agencia Europea de Defensa, (2022), https://doi.org/10.2836/97270 . 

    (29)

         Sobre la base de una evaluación conjunta del Gobierno de Ucrania, el Grupo del Banco Mundial, la Comisión Europea y las Naciones Unidas. Fuente: Banco Mundial, Ukraine: Rapid Damage and Needs Assessment. February 2022 - February 2023 [«Ucrania: evaluación rápida de daños y necesidades. Febrero 2022 - febrero 2023», documento en inglés].

    (30)

         The 2021 ageing report [«Informe sobre el envejecimiento de 2021», documento en inglés], Comisión Europea, (2021),  https://doi.org/10.2765/84455 . 

    (31)

         «La fiscalidad de las empresas para el siglo XXI» [COM(2021) 251 final].

    (32)

         Banco Europeo de Inversiones, (2023). https://doi.org/10.2867/307689 . 

    (33)

         Fuente: Eurostat, balanza de pagos (MBP6), cuenta corriente más capital. Período de referencia: 2013-2022. Datos extraídos el 28 de junio de 2023.

    (34)

         Banco de Pagos Internacionales,  Crédito al sector no financiero (bis.org) , actualizado el 27 de febrero de 2023.

    (35)

         Véase el indicador compuesto del coste de endeudamiento del BCE, que aumentó 1,83 puntos porcentuales interanuales en abril de 2023.

    (36)

         Schnabel, I., (2023). https://www.ecb.europa.eu/press/key/date/2023/html/ecb.sp230110~21c89bef1b.en.html . 

    (37)

         Instituto Europeo de la Igualdad de Género, (2017). https://doi.org/10.2839/538402 . 

    (38)

         Banco Europeo de Inversiones, (2023). https://doi.org/10.2867/307689 . 

    (39)

         Comisión Europea, The strategic energy technology (SET) plan [«El Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (Plan EETE)», documento en inglés], 2018, https://doi.org/10.2777/04888 . 

    (40)

         Las puntuaciones PISA de bajo rendimiento en lectura (22,5 %), matemáticas (22,9 %) y ciencias (22,3 %) siguen estando muy por encima del objetivo de la UE para 2030 de menos del 15 % y han aumentado en comparación con la ronda de 2015. Véase: Comisión Europea, (2022). https://www.doi.org/10.2766/117416 . 

    (41)

         Comisión Europea, Covid-19 learning deficits in Europe [«Déficits de aprendizaje en Europa debido a la COVID-19», documento en inglés], 2023, https://doi.org/10.2766/881143 . 

    (42)

         «El aprovechamiento del talento en las regiones de Europa» [COM(2023) 32 final].

    (43)

         Eurostat, (2022).  https://ec.europa.eu/eurostat/web/products-eurostat-news/-/ddn-20220330-1 . 

    (44)

         Las competencias en materia de sostenibilidad se refieren al conjunto de conocimientos, capacidades, actitudes y valores interrelacionados que permiten una acción eficaz y plasmada en el mundo con respecto a los problemas, retos y oportunidades en materia de sostenibilidad, según el contexto. Véase: Comisión Europea, (2022). https://doi.org/10.2760/13286 . 

    (45)

         Banco Europeo de Inversiones, (2023). https://doi.org/10.2867/307689 .

    (46)

         Comisión Europea, Education and training monitor 2022: comparative report [«Monitor de educación y formación 2022: informe comparativo», documento en inglés], 2022,  https://www.doi.org/10.2766/117416 . 

    (47)

         Eurostat, https://ec.europa.eu/eurostat/databrowser/view/HLTH_SILC_17__custom_6521084/default/table?‌lang=en, datos de junio de 2023.

    (48)

         Helliwell, J. F. et al. (Eds.), (2023). World Happiness Report [«Informe sobre la felicidad en el mundo», documento en inglés], ISBN 978-1-7348080-5-6.

    (49)

         FAO, (2022). The future of food and agriculture [«El futuro de la alimentación y la agricultura», documento en inglés], https://www.fao.org/documents/card/es?details=cc0959en . 

    (50)

         En 2021, el precio de la energía, medido por la incapacidad de mantener el hogar adecuadamente caliente, afectó al 6,9 % de la población total de la UE y es probable que aumente. Véase Eurostat, https://ec.europa.eu/eurostat/databrowser/bookmark/‌8f6604d8-6581-4f7b-adde-7a9e53a28caf?lang=en , datos válidos de junio de 2023.

    (51)

         Eurostat, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Quality_of_life_indicators_-_‌natural_‌and_living_environment , datos de septiembre de 2022.

    (52)

         ESPON (2022), CLIMATE, Actualización e integración de mapas y conjuntos de datos climáticos.

    (53)

         Comisión Europea, Centro de Conocimiento sobre Biodiversidad, (2023). https://knowledge4policy.ec.europa.eu/foresight/who-can-afford-digital-green-transition_en . 

    (54)

         Pisani-Ferry, J. y Mahfouz, S., (2023). France Stratégie. https://www.strategie.gouv.fr/publications/‌incidences-economiques-de-laction-climat  

    (55)

         Cohesion in Europe towards 2050 [«La cohesión en Europa de cara a 2050», documento en ingles] [SWD(2022) 24 final].

    (56)

         Comisión Europea (2023). Equidad, desigualdad y movilidad intergeneracional (2652/SP529).

    (57)

         Eurostat (2022). https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Living_conditions_in_‌Europe_-_income_distribution_and_income_inequality , datos de noviembre de 2022.

    (58)

         Comisión Europea (2023). Equidad, desigualdad y movilidad intergeneracional (2652/SP529).

    (59)

         Eurofound, Darvas, Z. y Midões, C., (2021). https://doi.org/10.2806/129514 .

    (60)

         Lipps, J. y Schraff, D., (2021). https://doi.org/10.1111/1475-6765.12430 .

    (61)

         Eurostat, (2022). https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Living_conditions_in_‌Europe_-_income_distribution_and_income_inequality&oldid=528159 , datos de noviembre de 2022.

    (62)

    Pisani-Ferry, J. y Mahfouz, S. France Stratégie, (2023). https://www.strategie.gouv.fr/publications/‌incidences-economiques-de-laction-climat .

    (63)

         Futuro de Europa, Comisión Europea (2022), (2554/SP517).

    (64)

         OCDE, (2020). https://doi.org/10.1787/c3e5cb8a-en . 

    (65)

         OCDE, (2015). https://doi.org/10.1787/9789264235120-en . 

    (66)

         Thiery, W. et al., (2021). https://doi.org/10.1126/science.abi7339 .

    (67)

         La angustia que experimentan las personas cuyo entorno natural directo se ve afectado negativamente por el cambio medioambiental.

    (68)

         Marciano, L. et al., (2022). https://doi.org/10.3389/fpubh.2021.793868 . 

    (69)

         Hickman, C. et. al., (2021). https://doi.org/10.1016/S2542-5196(21)00278-3 . 

    (70)

         Futuro de Europa, Comisión Europea (2022), (2554/SP517).

    (71)

         Véase, entre otros, Lipps, J. y Schraff, D. (2021). «Regional inequality and institutional trust in Europe» [«Desigualdad regional y confianza institucional en Europa», en inglés], European Journal of Political Research,Vol. 60,n.º 4. 

    (72)

         V-Dem Institute (Universidad de Gotemburgo), (2023). https://www.v-dem.net/documents/29/V-dem_‌democracyreport2023_lowres.pdf . 

    (73)

         Sitra, Dufva, M., y Rekola, S., (2023), ISBN 978-952-347-302-7.

    (74)

         RECONNECT EUROPE, Briatte, F. et. al., (2020). https://reconnect-europe.eu/wp-content/uploads/‌2020/05/D6.1.pdf . 

    (75)

         Futuro de Europa, Comisión Europea (2022), (2554/SP517).

    (76)

         El sesgo algorítmico hace referencia a la tendencia de los algoritmos a producir resultados que dan lugar a desventajas para determinados grupos, como las mujeres y las minorías étnicas. Véase Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, (2022). https://doi.org/10.2811/25847 .

    (77)

         The geography of EU discontent and the regional development trap [«La geografía del descontento en la UE y la trampa del desarrollo regional», documento en inglés], Comisión Europea, WP 03/2023.

    (78)

         Informe de la Comisión al Consejo sobre la aplicación de la Recomendación del Consejo relativa al acceso a la protección social para los trabajadores por cuenta ajena y por cuenta propia [COM(2023) 43 final].

    (79)

         Eurofound (2023). https://doi.org/10.2806/715002 . 

    (80)

         Dictamen de la Plataforma «Preparados para el Futuro» sobre el tema «Garantizar un marco regulador para el mercado único preparado para el futuro».

    (81)

    «El mercado único cumple treinta años» [COM(2023)162 final].

    (82)

         «Examen voluntario de la UE sobre los progresos realizados en la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible» [COM(2023) 700 final].

    (83)

     Comunicación conjunta al Parlamento Europeo y al Consejo «Una nueva agenda para las relaciones entre la UE y América Latina y el Caribe» [JOIN(2023) 17 final].

    (84)

         Grupo Europeo de Ética de la Ciencia y de las Nuevas Tecnologías, (2023). «Dictamen sobre la democracia en la era digital».

    (85)

    A finales de este año, la Comisión presentará un paquete para la defensa de la democracia a fin de profundizar la actuación en el marco del Plan de Acción para la Democracia Europea y promover unas elecciones libres y justas, intensificar la lucha contra la desinformación y apoyar la libertad y el pluralismo de los medios de comunicación.

    (86)

         Por ejemplo, prevista en una próxima iniciativa, la ComPAct, sobre la mejora del Espacio Administrativo Europeo.

    (87)

         Directiva (UE) 2022/2557, de 14 de diciembre de 2022, relativa a la resiliencia de las entidades críticas y por la que se deroga la Directiva 2008/114/CE del Consejo, ELI: http://data.europa.eu/eli/dir/2022/2557/oj . 

    (88)

       Comisión Europea, Strategic crisis management in the EU [«Gestión estratégica de crisis en la UE», no disponible en español], 2022, https://doi.org/10.2777/517560 . 

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