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Document 52016IE6759

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Los pueblos y las pequeñas ciudades como catalizadores del desarrollo rural: retos y oportunidades» (Dictamen de iniciativa)

OJ C 81, 2.3.2018, p. 16–21 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

2.3.2018   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 81/16


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Los pueblos y las pequeñas ciudades como catalizadores del desarrollo rural: retos y oportunidades»

(Dictamen de iniciativa)

(2018/C 081/03)

Ponente:

Tom JONES

Decisión del Pleno

22.9.2016

Fundamento jurídico

Artículo 29, apartado 2, del Reglamento interno

 

Dictamen de iniciativa

 

 

Sección competente

Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente

Aprobado en sección

3.10.2017

Aprobado en el pleno

18.10.2017

Pleno n.o

529

Resultado de la votación

(a favor/en contra/abstenciones)

129/0/1

1.   Conclusiones y recomendaciones

Conclusiones

1.1.

El CESE considera que, pese al creciente desequilibrio demográfico y el declive de la actividad económica tradicional en muchos pueblos y pequeñas ciudades, existen suficientes indicios de buenas prácticas para confiar en un futuro sostenible para muchos, si no todos, los asentamientos rurales. Estos asentamientos pueden ser catalizadores de una renovación y un desarrollo sostenible más amplios de las zonas rurales.

1.2.

Sin embargo, para poder ser optimistas es necesario realizar un esfuerzo sostenible y global, que asocie a personas y recursos financieros a todos los niveles de gobierno y en los tres tipos de actividad: sector privado, sector público y sociedad civil.

Recomendaciones

1.3.

El CESE apoya plenamente la iniciativa de la Comisión Europea «Pueblos Inteligentes», en particular, habida cuenta de los compromisos contraídos en relación con la cooperación entre direcciones generales. Los Programas de Desarrollo Rural nacionales o regionales (PDR), que la DG AGRI cogestiona con los Estados miembros, son esenciales, pero no llegarán nunca a movilizar recursos suficientes para esta iniciativa sin recurrir a inversiones públicas nacionales, regionales o locales. El CESE destaca y apoya el próximo dictamen del Comité de las Regiones sobre el tema «Pueblos Inteligentes» (1).

1.4.

Una banda ancha rápida, tanto móvil como fija, no solo es fundamental para las posibilidades de un desarrollo económico y social inteligente de los pueblos y las pequeñas ciudades, sino que debe ser plenamente accesible, tal como quedó garantizado por «la comprobación del impacto en las zonas rurales», que constituye uno de los aspectos destacados de la Declaración de Cork 2.0 de 2016.

1.5.

Los servicios públicos de educación, formación, salud y asistencia social, así como el cuidado de niños, deberían ser accesibles, estar integrados y ser innovadores a la hora de utilizar los avances tecnológicos.

1.6.

Las autoridades de ordenación del territorio en las zonas rurales deberían promover un proceso que permita renovar edificios abandonados en pueblos y pequeñas ciudades, garantizando un impuesto sobre bienes inmuebles comerciales poco elevado para las empresas emergentes, así como contribuciones compensatorias de los proyectos de comercio minorista en las zonas periféricas. Cuando se ponga a disposición este tipo de edificios renovados, deberán tenerse en cuenta las necesidades tanto de las ONG locales como de los sectores público y privado.

1.7.

La escasa conectividad de los transportes es otro problema que debe abordarse, y se recomienda el transporte compartido o la propiedad colectiva de autobuses y automóviles en caso de ausencia del sector privado.

1.8.

En la medida de lo posible, se debería animar a los empresarios a promover el teletrabajo y aprovechar las ventajas potenciales de la cooperación entre las zonas rurales y urbanas. En este contexto, revisten especial importancia la contribución del turismo tanto agrícola como rural, las actividades relacionadas con la salud y la estrategia de marca (branding) aplicada a los productos de la agricultura y la artesanía locales, así como la ampliación de la oferta de eventos culturales e históricos. Gracias al apoyo operativo del Programa de Desarrollo Rural (PDR), los empresarios cuentan con la posibilidad de atraer inversiones extranjeras y desarrollar y comercializar productos con un valor añadido.

1.9.

La gobernanza en el plano más local es un asunto de ámbito nacional o regional. No obstante, los pueblos y las pequeñas ciudades deben dotarse de mayores competencias y mejorar su acceso a los recursos financieros para hacer prevalecer y respaldar la voluntad de sus ciudadanos.

1.10.

Es necesario apoyar plenamente la iniciativa Leader y los grupos de acción local en sus esfuerzos encaminados al desarrollo local animando a las empresas, tanto privadas como sin ánimo de lucro, a ponerse en marcha y crecer, así como a garantizar un espíritu colectivo comprometido y solidario. Una mayor cooperación permitiría ampliar estos esfuerzos a través del desarrollo local participativo.

1.11.

Ante todo, los habitantes de los pueblos y las pequeñas ciudades deberían comprometerse con el desarrollo de un sentimiento de pertenencia a una comunidad que fomente en su seno la asunción de liderazgo. Las escuelas y los mentores locales deberían promover el liderazgo. Los líderes emergentes necesitan el pleno apoyo de los organismos consultivos y las ONG, que tienen acceso a buenas prácticas e iniciativas similares pertinentes.

1.12.

Los pueblos emergentes de desarrollo inteligente deberían servir de modelo a nivel regional, nacional y de la UE. Las instituciones de la UE y sus partes interesadas deberían organizar cada año un día de celebración para promover el éxito y la cohesión de las comunidades de los pueblos y las pequeñas ciudades.

1.13.

Para reforzar y desarrollar un verdadero espíritu de colaboración entre las ciudades o las grandes aglomeraciones y sus asentamientos vecinos, el CESE apoya las recomendaciones del documento de la asociación RED (2) de 2016, titulado «Engrandecer Europa con los territorios rurales», así como el proyecto piloto de hermanamiento de ciudades de la Carnegie Trust. Los principios del desarrollo sostenible y la economía circular deben aplicarse a las asociaciones rurales y urbanas.

1.14.

El Comité apoya el llamamiento realizado en el Manifiesto Rural Europeo, aprobado por el Segundo Parlamento Rural Europeo (PRE) en noviembre de 2015, a favor de «una mayor cooperación entre comunidades, organizaciones y autoridades en las zonas rurales y urbanas, con el fin de sacar el máximo provecho de los vínculos sociales, culturales y económicos que esta cooperación puede aportar; así como un intercambio dinámico de ideas y buenas prácticas entre las partes interesadas en las zonas rurales y urbanas».

1.15.

El CESE recomienda que el Banco Europeo de Inversiones establezca regímenes de ayuda a medida para las pequeñas empresas rurales, tanto privadas como sociales, incluidas las cooperativas, conforme al compromiso contraído en su programa para el período 2017-2019.

1.16.

Se debería apoyar al Consejo Europeo de los Jóvenes Agricultores (CEJA) y a organizaciones de representación de los jóvenes a fin de preparar el terreno para los foros de la juventud en las comunidades locales, que impulsarán acciones en función de sus necesidades y aspiraciones. Deben participar en mayor medida en el desarrollo de soluciones económicas y sociales, y es necesario adecuar la formación, la tutoría y las ayudas financieras a sus aspiraciones.

1.17.

El objetivo de desarrollo sostenible 11 de las Naciones Unidas hace referencia a las ciudades y comunidades. Los pueblos y las pequeñas ciudades sostenibles deberían figurar bajo el título «comunidades».

1.18.

Los valores culturales de los pueblos y las pequeñas ciudades deberían ocupar un lugar destacado tanto en la publicidad previa como en las iniciativas que se emprenderán a lo largo del Año Europeo del Patrimonio Cultural 2018. Las personas mayores que residen en los pueblos pueden desempeñar un papel importante en la promoción de las tradiciones y la cultura, por lo que deben crearse las condiciones para que puedan participar activamente en este ámbito.

1.19.

El Comité recomienda el intercambio de buenas prácticas a todos los niveles, como ya se hace bajo los auspicios de la ENRD, la ELARD, Ecovast y el PRE, y como se ve reflejado en el documento «The Best Village in the World» (El mejor pueblo del mundo) (3).

2.   Introducción

2.1.

Las zonas rurales constituyen una parte fundamental de Europa, de la que dependen sectores económicos esenciales como la agricultura y la silvicultura. Las comunidades de los pueblos y las pequeñas ciudades se sitúan en estas zonas rurales y forman parte de ellas, y siempre han sido lugares en los que las personas viven y trabajan.

2.2.

En las zonas rurales, las pequeñas ciudades constituyen un núcleo para los pueblos y las aldeas de los alrededores. A su vez, las pequeñas ciudades se sitúan en los alrededores de las grandes zonas urbanas. Todas son interdependientes. Además, contribuyen de manera esencial a la cooperación entre las zonas rurales y urbanas –un concepto fomentado por la DG REGIO (4) y la OCDE–, en cuyo marco ambas partes participan en pie de igualdad en la gestión y la planificación de su futuro. Los pueblos y las pequeñas ciudades de toda Europa han experimentado numerosas transformaciones, tanto económicas como sociales, y siguen enfrentándose a la necesidad de adaptarse a las circunstancias actuales.

2.3.

Junto con la agricultura y la silvicultura, los pueblos y las pequeñas ciudades no solo constituyen la «columna vertebral» de las zonas rurales, sino que proporcionan empleo, servicios y educación tanto a su población como a la de los pueblos y las aldeas de los alrededores. A su vez, las pequeñas ciudades forman parte de los alrededores de las grandes aglomeraciones y las ciudades. En todas las regiones, se forjan relaciones entre las zonas rurales y las urbanas. Las zonas rurales y urbanas se prestan servicios las unas a las otras: las zonas urbanas dependen de las zonas rurales para el suministro de alimentos y constituyen un mercado para los productos del campo, mientras que las zonas rurales ofrecen actividades recreativas y tranquilidad a la población urbana.

2.4.

En numerosas zonas rurales existe un tradicional y muy arraigado sentido de pertenencia a la comunidad. No obstante, esta tradición tiende a disminuir, y muchas de las zonas rurales más remotas también han sido objeto de abandono y dejación.

3.   Retos específicos

3.1.

En las últimas décadas, las comunidades rurales se han enfrentado a una serie de desafíos en relación con la tendencia a centralizar numerosos servicios para realizar economías de escala, la evolución del transporte y los desplazamientos y el cambio de estilo de vida. Las empresas de servicios locales están abandonando las comunidades rurales; muchos comercios, servicios bancarios y postales están desapareciendo y las pequeñas escuelas rurales están cerrando.

3.2.

En las zonas rurales, el desempleo no es perceptible porque el nivel es bajo en comparación con el número de parados en las zonas urbanas, si bien las zonas rurales se enfrentan al problema añadido que plantea el acceso a la asistencia de las oficinas de empleo, situadas en las zonas urbanas, y padecen, en muchos casos, una disminución de la oferta de transporte público. Puede que la tasa de desempleo sea baja debido al elevado número de jóvenes que se han marchado por motivos de formación, educación o empleo, mientras que muchos de los que se quedan trabajan a cambio de una remuneración escasa.

3.3.

El erario público, tan importante a la hora de apoyar a las comunidades rurales, está sujeto a cada vez más presión desde el punto de vista presupuestario, debido al aumento general del coste de la vida y de la prestación de los servicios.

3.4.

La inversión en carreteras y autopistas fomenta el uso del automóvil particular como la forma más sencilla de desplazarse al trabajo. En la actualidad, los habitantes de las zonas rurales están mucho más dispuestos a recorrer distancias más largas, aunque esto hace que dependan menos del empleo o la prestación de servicios en su comunidad local.

3.5.

Las pautas de consumo han cambiado. Los ciudadanos suelen realizar sus compras en el lugar donde trabajan, generalmente en una gran ciudad o aglomeración, en lugar de su pueblo o pequeña ciudad. Asimismo, compran por internet y los productos se entregan a domicilio. Todo ello ha contribuido a la desaparición de los comercios locales.

3.6.

Los jóvenes están abandonando las zonas rurales en busca de formación, educación y empleo en las ciudades. Si no se mantiene el empleo en las zonas rurales será difícil lograr que la juventud se sienta de nuevo atraída por las comunidades rurales. Urge poner la voz de los jóvenes en el centro de la democracia local. Es necesario apoyar las organizaciones de representación de los jóvenes para fomentar la participación en la gobernanza. Asimismo, los organismos económicos y sociales deberían asegurarse de que su asesoramiento y apoyo financiero tienen en cuenta los intereses de los jóvenes.

3.7.

La cohesión entre las generaciones se ve amenazada por el desequilibrio numérico entre los diferentes grupos de edad. La disponibilidad de medidas de empleo específicas, así como de escuelas y guarderías, junto con el acceso a viviendas asequibles en las zonas rurales es esencial para permitir que los jóvenes y las familias con hijos permanezcan o vuelvan a las comunidades rurales. Las personas en comunidades a veces tienen diferentes puntos de vista sobre la actividad económica local. Han de darse diálogo y comprensión para equilibrar la tranquilidad con iniciativas adecuadas para la creación de empleo.

4.   Oportunidades

4.1.

La iniciativa de la Comisión Europea «Pueblos Inteligentes» es crucial, en particular debido a los compromisos de cooperación contraídos por las direcciones conjuntas. El Programa de Desarrollo Rural de la DG AGRI no llegará nunca a movilizar recursos suficientes para esta iniciativa sin recurrir a los de otras direcciones generales, y sin inversiones públicas nacionales, regionales o locales. Tras su evaluación, se deberá incluir esta iniciativa piloto en cualquier nuevo programa regional y de la política agrícola común. Asimismo, la iniciativa debe ampliarse para incorporar a las pequeñas ciudades como parte del «renacimiento rural».

4.2.

La banda ancha es esencial para todas las zonas rurales. La mejora de la cobertura de la banda ancha, tanto móvil como fija, podría servir de ayuda en una amplia gama de actividades, no solo en el desarrollo empresarial y la capacidad para trabajar desde casa, sino también en la mejora de la calidad de la vida cotidiana de las personas. Asimismo, posibilitaría el aprendizaje en línea, el acceso a una mejor atención sanitaria y la comercialización de servicios disponibles en línea. Existen ejemplos de buenas prácticas, que muestran cómo las comunidades en las zonas rurales se han visto beneficiadas por un mejor acceso a internet. Debería ofrecerse un aprendizaje básico que permitiera en especial a los ciudadanos de edad avanzada utilizar internet.

4.3.

En la medida de lo posible, se debería animar a los empresarios a promover el trabajo a distancia y aprovechar las ventajas potenciales de la cooperación entre las zonas rurales y urbanas. Gracias al apoyo operativo del Programa de Desarrollo Rural (PDR), los empresarios cuentan con la posibilidad de atraer inversiones extranjeras y desarrollar y comercializar productos con un valor añadido como, por ejemplo, productos alimenticios, bebidas, paisajes y patrimonio histórico, y actividades culturales, sanitarias y recreativas, garantizando al mismo tiempo la continuidad de las capacidades artesanales y medioambientales rurales.

4.4.

Los servicios públicos de educación, formación, salud y atención social deberían integrarse, agruparse y ser innovadores a la hora de utilizar los avances tecnológicos, para evitar la discriminación y la exclusión, en especial de las personas mayores y los adolescentes que residen en zonas rurales. La dispersión de las administraciones públicas podría servir de ejemplo en la reducción de la saturación y la contaminación en las ciudades, promoviendo al mismo tiempo un sentimiento de equidad rural. Los entes locales están llamados a desempeñar un papel clave en la ordenación del territorio en las zonas rurales, y para garantizar y apoyar una acción positiva en las comunidades rurales a fin de contribuir a garantizar su futuro. Los proveedores de servicios podrían compartir edificios, o los edificios no utilizados podrían adaptarse para acoger nuevas actividades comerciales, lo que permitiría crear nuevos puestos de trabajo susceptibles de brindar oportunidades para una mayor actividad económica. Cuando se ponga a disposición este tipo de edificios renovados, deberán tenerse en cuenta las necesidades tanto de las ONG locales como de los sectores público y privado.

4.5.

Es necesario seguir trabajando para desarrollar un verdadero espíritu de colaboración entre las ciudades o las grandes aglomeraciones y sus asentamientos vecinos, para que compartan, sobre la base de condiciones mutuamente aceptadas, un sentimiento de pertenencia, una estrategia de marca e inversiones conjuntas. En 2016, la asociación RED recomendó, junto con otras organizaciones, una estrategia política europea para los territorios rurales de aquí a 2030 (5). Otro ejemplo es el proyecto de hermanamiento de ciudades de la Carnegie Trust. Los principios del desarrollo sostenible y la economía circular deben aplicarse a las asociaciones rurales y urbanas.

4.6.

En noviembre de 2015, el Segundo Parlamento Rural Europeo (PRE) aprobó el Manifiesto Rural Europeo. La red del PRE, que cuenta con socios en 40 países europeos, está trabajando en los temas expuestos en el Manifiesto. El PRE tiene como objetivo lograr «una mayor cooperación entre comunidades, organizaciones y autoridades en las zonas rurales y urbanas, con el fin de sacar el máximo provecho de los vínculos sociales, culturales y económicos que esta cooperación puede aportar; así como un intercambio dinámico de ideas y buenas prácticas entre las partes interesadas en las zonas rurales y urbanas». Todos los socios trabajan en diversos ámbitos como «Pequeñas ciudades», «Servicios e infraestructuras sostenibles» y «Desarrollo rural integrado y Leader/CLLD». Este trabajo dará lugar a un informe que se someterá para debate al Tercer Parlamento Rural Europeo, que se celebrará en octubre de 2017, en Venhorst (Países Bajos).

4.7.

El Banco Europeo de Inversiones debería establecer regímenes de ayuda a medida para las pequeñas empresas rurales, tanto privadas como sociales, incluidas las cooperativas, conforme al compromiso contraído en su programa para el período 2017-2019 y ejemplificado mediante su apoyo a la empresa Niki’s Sweets, en Agros, en los montes Troodos de Chipre.

4.8.

El sector del voluntariado es muy activo en las zonas rurales y contribuye a coordinar acciones y fomentar la colaboración entre las personas. Las empresas sociales y comunitarias, como las 300 empresas socioeconómicas en Dinamarca que tienen permitido utilizar la denominación «RSV» (empresa socioeconómica registrada o «Virksomhed», en danés) o la cafetería Cletwr, en la región central del País de Gales, están contribuyendo cada vez más a sustituir los servicios públicos y privados que habían desaparecido. Estas iniciativas están en línea con los conceptos de responsabilidad social de las empresas (RSE). En este sentido, el apoyo y asesoramiento de organizaciones como la Fundación Plunkett es importante para crear y mantener la sostenibilidad de las empresas sociales y comunitarias.

4.9.

Los residentes de los pueblos y las pequeñas ciudades proceden de todas las clases sociales y profesionales, y todos deben tener voz en sus respectivas comunidades locales. El nivel más bajo de la administración pública —las juntas parroquiales o los municipios (pequeños)— no solo debería participar en la toma de decisiones a escala local, sino que debería reforzarse y empoderarse para satisfacer esta necesidad. Las personas se enorgullecen de sus comunidades locales, lo cual puede percibirse como una baza y utilizarse para animar a otras partes interesadas a participar. Los empresarios jubilados y las personas que han trabajado en los sectores público o civil tienen muchas capacidades que ofrecer. Los programas europeos y locales ejecutan proyectos que han contribuido al desarrollo de asociaciones locales en pueblos y pequeñas ciudades, y de este proceso han surgido muchos emprendedores en las comunidades. Proceden de todos los sectores, y se han erigido en embajadores de sus comunidades.

4.10.

Los pueblos y las pequeñas ciudades son un elemento importante de la cultura europea. A menudo mantienen sus costumbres y tradiciones locales. Estos asentamientos rurales suelen ser «históricos», y en su arquitectura pueden apreciarse los materiales de construcción locales y los estilos que han ido evolucionando con el paso del tiempo. A diferencia de los centros de las ciudades de mayor tamaño, los de las pequeñas ciudades en muchos casos han conservado más comercios locales y no se han visto invadidos por las fachadas estándar impuestas por las cadenas comerciales. Asimismo, los pequeños asentamientos rurales están estrechamente vinculados a los paisajes en los que se ubican. El entorno forma parte del ambiente de los pueblos y las pequeñas ciudades y refleja sus diversos orígenes: posiciones de defensa en la cima de una colina, lugares de cruce de ríos, asentamientos a lo largo de manantiales, junto a lagos, en islas, en la costa, etc. Los valores culturales de los pueblos y las pequeñas ciudades deberían ocupar un lugar destacado tanto en la publicidad previa como en las iniciativas que se emprenderán a lo largo del Año Europeo del Patrimonio Cultural 2018. Las personas mayores que residen en los pueblos pueden desempeñar un papel importante en la promoción de las tradiciones y la cultura, por lo que deben crearse las condiciones para que puedan participar activamente en este ámbito.

4.11.

Estos pueblos y pequeñas ciudades poseen recursos valiosos que pueden utilizarse para mantener o mejorar sus economías locales. Están vinculados a la producción local agrícola, silvícola y energética, así como al turismo agrícola y rural, las actividades relacionadas con la salud, los festivales culturales, la protección del medio ambiente y la educación. Existen cientos de ejemplos en toda Europa, como Kozard, en Hungría, o Alston Manor, en Inglaterra, que podrían seguir otras ciudades. El informe de Ecovast, «The Importance of Small Towns» (La importancia de las pequeñas ciudades) también representa una valiosa aportación para describir y comprender la importancia del papel que desempeñan los pueblos y las pequeñas ciudades.

4.12.

Las futuras políticas rurales que se acordaron con entusiasmo en septiembre de 2016, en la Conferencia de Cork 2.0, deberían ayudar a los Estados miembros y las regiones a desarrollar políticas rurales de apoyo y promover proyectos al amparo de los programas europeos. La comprobación del impacto en las zonas rurales, descrita en la Declaración de Cork 2.0, es fundamental para la UE, los Estados miembros y las regiones.

4.13.

La metodología de la iniciativa Leader de la UE y las iniciativas de desarrollo local participativo (DLP) emprendidas por la población local proporcionan herramientas de asistencia destinadas a reforzar y empoderar a las comunidades rurales. Esta iniciativa y los grupos de acción local pueden apoyar los esfuerzos locales encaminados a animar a las empresas, tanto privadas como sin ánimo de lucro, a ponerse en marcha y crecer, así como a garantizar un espíritu colectivo comprometido y solidario. Hasta 2014, la iniciativa Leader contó con el apoyo del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural. Sin embargo, desde 2015, otros Fondos Estructurales y de Inversión pueden ejecutar la metodología a través de la financiación múltiple y el desarrollo local participativo. Para ello, es necesario mejorar la cooperación, y se pueden encontrar buenos ejemplos en casos como IRD Duhallow y SECAD, en el condado de Cork, o PLANED, en el País de Gales, donde durante años se ha puesto en práctica un desarrollo local participativo de carácter ascendente.

4.14.

Existen numerosos proyectos rurales, emprendidos en el marco de los programas europeos, que muestran de manera eficaz una gran variedad de buenas prácticas en pueblos y pequeñas ciudades. Las buenas prácticas también ponen de manifiesto la necesidad y el valor de los intermediarios a la hora de apoyar a empresarios y pequeños colectivos.

Bruselas, 18 de octubre de 2017.

El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

Georges DASSIS


(1)  La revitalización de las zonas rurales a través de la acción «Smart Villages» (pendiente de publicación en el Diario Oficial).

(2)  RED: Ruralidad-Medio ambiente-Desarrollo.

(3)  Por Ulla Herlitz et al., como ejemplo de buenas prácticas — ENRD (Red europea de desarrollo rural); ELARD (asociación europea Leader para el desarrollo rural); Ecovast (Consejo europeo de los pueblos y las pequeñas ciudades).

(4)  Ecovast formaba parte de la antigua red Rurban de la DG REGIO.

(5)  «Engrandecer Europa con los territorios rurales».


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