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Dokument 52020AE5237

    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Recomendación de Recomendación del Consejo sobre la política económica de la zona del euro» [COM(2020) 746 final]

    EESC 2020/05237

    DO C 123 de 9.4.2021, p. 12–14 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

    9.4.2021   

    ES

    Diario Oficial de la Unión Europea

    C 123/12


    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Recomendación de Recomendación del Consejo sobre la política económica de la zona del euro»

    [COM(2020) 746 final]

    (2021/C 123/03)

    Ponente:

    Judith VORBACH

    Consulta

    Comisión Europea, 27.11.2020

    Fundamento jurídico

    Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.

     

     

    Sección competente

    Unión Económica y Monetaria y Cohesión Económica y Social

    Aprobado en la sección

    14.12.2020

    Aprobado en el pleno

    27.1.2021

    Pleno n.o

    557

    Resultado de la votación

    (a favor/en contra/abstenciones)

    234/1/8

    1.   Conclusiones y recomendaciones

    1.1

    La UE ha entrado en la recesión más profunda de su historia. Reina la incertidumbre, y hay que hacerse cargo de que existen riesgos graves. Además, es probable que la crisis provocada por la pandemia agudice los desequilibrios y las desigualdades. A la luz de ello, el CESE acoge favorablemente las recomendaciones de la Comisión. El CESE también aboga por un enfoque de política económica que apoye la recuperación, aumente la inversión, prosiga la integración del mercado único, garantice unas condiciones de trabajo justas y profundice la unión económica y monetaria. El CESE apoya firmemente el paquete de medidas «Next Generation EU» e insta a que se alcancen lo antes posible los acuerdos necesarios al respecto.

    1.2

    La recuperación solo tendrá éxito si va acompañada de una reestructuración de nuestra economía y nuestra sociedad. Recuperar la confianza es fundamental para estabilizar la demanda. Las normas presupuestarias deben modificarse de modo que la gobernanza económica esté más orientada a la prosperidad, en particular mediante el uso de una «regla de oro», y no deben volver a aplicarse hasta que el desempleo disminuya significativamente. Debería estudiarse con más detenimiento el impacto de la crisis en la desigualdad y en la inseguridad socioeconómica. Es preciso mejorar tanto el entorno empresarial como el social. Es necesario que los interlocutores sociales y la sociedad civil participen de un modo mejorado en la política climática y en los planes nacionales de recuperación y resiliencia, y que se reformen las políticas fiscales decisivamente para hacer frente a los retos económicos, sociales y medioambientales. La unión bancaria y la unión de los mercados de capitales deben completarse, dando prioridad a la estabilidad de los mercados financieros.

    2.   Antecedentes

    La Comisión recomienda que los Estados miembros de la zona del euro tomen medidas para:

    2.1

    Garantizar una orientación de las medidas que apoye la recuperación: las políticas fiscales deberán seguir siendo de apoyo a lo largo de 2021. Cuando las condiciones lo permitan, eliminar gradualmente las medidas de apoyo de manera que se mitigue el impacto social y en el mercado laboral de la crisis, así como garantizar la sostenibilidad de la deuda. Mejorar la gestión de las finanzas públicas y centrar el gasto público en las necesidades de recuperación y resiliencia.

    2.2

    Emprender reformas que refuercen la productividad y el empleo y aumentar el nivel de inversión para apoyar una recuperación compatible con unas transiciones ecológicas y digitales justas. Proseguir la integración del mercado único. Garantizar unas políticas activas eficaces en el mercado laboral y unas condiciones de trabajo justas, así como la participación de los interlocutores sociales en la elaboración de políticas. Hacer frente a los retos fiscales que plantea la digitalización, luchar contra la planificación fiscal agresiva y apoyar la tarificación del carbono y la fiscalidad medioambiental.

    2.3

    Reforzar los marcos institucionales nacionales: anticipar las reformas para garantizar el buen uso de los fondos de la UE, reforzar la eficacia de la administración, reducir la carga administrativa para las empresas y establecer marcos eficaces para luchar contra el fraude, la corrupción y el blanqueo de capitales. Mejorar los marcos de insolvencia, las exposiciones dudosas y la asignación de capital.

    2.4

    Garantizar la estabilidad macrofinanciera: mantener los canales de crédito a la economía y las medidas de apoyo a las empresas viables. Mantener unos balances del sector bancario sólidos y, en particular, seguir afrontando el problema de los préstamos dudosos.

    2.5

    Avanzar en la profundización de la unión económica y monetaria con el fin de aumentar la resiliencia. Todo ello contribuirá al papel internacional del euro y promoverá los intereses económicos de Europa a nivel mundial.

    3.   Observaciones generales

    3.1

    Se han confirmado las sombrías perspectivas de las previsiones económicas de primavera de 2020, que señalaban que la UE había entrado en 2020 «en la recesión económica más profunda de su historia». La crisis de la COVID-19 ha provocado una serie de perturbaciones de la demanda y de la oferta que se traducen en una disminución prevista del PIB del 7,8 % en 2020. La situación del mercado de trabajo también se ha deteriorado, aunque unas medidas políticas ambiciosas —como los regímenes de reducción del tiempo de trabajo— han hecho que la recesión económica no se refleje plenamente en las tasas de desempleo. Aun así, nos enfrentamos a una caída del número total de horas trabajadas y a un descenso de las tasas de actividad ante la salida del mercado laboral de trabajadores desalentados.

    3.2

    Se prevé que la recuperación en 2021 sea más lenta de lo esperado. Prevalece una incertidumbre considerable. El CESE subraya la importancia de estar preparados para una serie de riesgos graves, en particular la posibilidad de una doble recesión, un desempleo masivo, quiebras, inestabilidad de los mercados financieros, deflación y efectos negativos en el consumo y la inversión debidos a la incertidumbre. También es probable que la crisis derivada de la pandemia agudice los problemas existentes, como el bajo nivel de inversión, el aumento de las divergencias entre Estados miembros y entre regiones, las desigualdades dentro de las sociedades y las tensiones políticas. Además, los acontecimientos de 2021 podrían provocar efectos negativos a largo plazo; por otra parte, la lucha contra la crisis climática seguirá siendo una cuestión urgente.

    3.3

    A la luz de todo ello, el CESE acoge favorablemente el conjunto de recomendaciones de la Comisión. Dichas recomendaciones reflejan muchas de las consideraciones expresadas en el Dictamen adicional del CESE sobre la Política económica de la zona del euro (2020) (1). Además, la recuperación solo tendrá éxito si va acompañada de una reestructuración de nuestra economía y nuestra sociedad que permita lograr una Unión más integrada, más democrática y más avanzada en lo social. En 2021, la principal responsabilidad de quienes elaboran la política económica será crear un entorno propicio para un crecimiento sostenible e integrador. Por consiguiente, es esencial restablecer la confianza.

    3.4

    El CESE apoya firmemente la contundente respuesta a escala de la UE para combatir la crisis, y en particular el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Urge ejercer la solidaridad para permitir una recuperación rápida y eficaz. Las empresas, los trabajadores y la sociedad civil europeos necesitan recursos para capear la crisis. Por lo tanto, el plan de recuperación no debe ponerse en tela de juicio ni retrasarse en su aplicación. Hay que alcanzar lo antes posible todos los acuerdos necesarios en ese sentido.

    4.   Observaciones particulares

    4.1

    El CESE acoge favorablemente la recomendación de la Comisión de garantizar una orientación de la política que apoye la recuperación. Retirar las medidas de apoyo demasiado pronto reduciría enormemente los efectos de las acciones de la UE contra la crisis. Los gobiernos deberían poder recurrir a las medidas que sean necesarias, independientemente de su nivel actual de deuda. La mejor manera de lograr unas finanzas públicas sostenibles es garantizar un crecimiento sostenible e integrador. Apoyar la productividad podría acelerar la reducción del déficit en los próximos años. (2). Para evitar un retorno a las antiguas normas presupuestarias y gestionar un cambio hacia una gobernanza económica centrada en la prosperidad (3), el CESE insta a que se reanude el proceso de revisión lo antes posible. En cualquier caso, las normas presupuestarias modernizadas no deberían aplicarse hasta que el desempleo disminuya significativamente.

    4.2

    El CESE acoge favorablemente la recomendación de la Comisión de aumentar el nivel de inversión privada y pública. Para lograr una recuperación a corto plazo, reforzar la competitividad, seguir siendo una potencia económica mundial y conservar una base social y medioambiental para el bienestar de las generaciones futuras es urgentemente necesario dar paso a inversiones sostenibles y ecológicas, inversiones en infraestructuras y sanidad, e inversiones que generen una mayor productividad. Además, el gasto en el reciclaje profesional de los trabajadores debe considerarse una inversión. El CESE remite a su recomendación de adoptar una «regla de oro».

    4.3

    La pandemia está aumentando las desigualdades y la exclusión social. Muchas mujeres, migrantes, personas con discapacidad o jóvenes se están llevando la peor parte de la crisis. Los que se encontraban ya en una situación de vulnerabilidad antes de la crisis pueden ser los más afectados. Sin embargo, muchos trabajadores con empleos de alta calidad también se sienten expuestos al riesgo de deterioro de las condiciones de trabajo, reducción de los ingresos o pérdida del puesto de trabajo. El CESE pide que la lucha contra la desigualdad se convierta en una prioridad en todas las medidas de recuperación previstas. Debe tenerse más en cuenta el impacto de la crisis no solo en la exclusión social sino también en el aumento de la inseguridad socioeconómica, que afecta a una parte sustancial de la población. Los beneficios de la recuperación deben distribuirse equitativamente. Esto también es crucial para fortalecer la confianza y estabilizar la demanda.

    4.4

    Proseguir la integración del mercado único debe seguir siendo una prioridad absoluta. Esto incluye también la aplicación de los principios del pilar europeo de derechos sociales. La mejora del entorno empresarial y la del entorno social deben ir de la mano. El CESE remite al documento de trabajo de los servicios de la Comisión Delivering on the UN's Sustainable Development Goals («Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas»), en el que se señala que «[…] los ODS harán que la UE dé prioridad a una trayectoria de crecimiento sostenible compatible con los límites del planeta, al bienestar, a la inclusión y a la equidad. De este modo se reconoce que la economía debe servir a las personas y al planeta». Entre las numerosas iniciativas para una Europa más social figuran una propuesta de Directiva sobre unos salarios mínimos adecuados y un plan de acción para hacer realidad el pilar europeo de derechos sociales. El CESE también ha emitido dictámenes sobre los temas «Por una Directiva marco europea sobre la renta mínima» (4) y «Normas mínimas comunes en materia de seguro de desempleo» (5).

    4.5

    También se acogen favorablemente las recomendaciones de la Comisión sobre el mercado laboral, entre ellas las de fomentar unas condiciones de trabajo justas, garantizar la participación de los interlocutores sociales en la elaboración de las políticas y reforzar el diálogo social y la negociación colectiva. El CESE pide una mayor ambición a la hora de implicar a los interlocutores sociales y la sociedad civil en la política climática. El cambio estructural para lograr una economía libre de carbono podría respaldarse mediante un diálogo social entre las regiones y los interlocutores sociales afectados a fin de salvaguardar los aspectos sociales. También será crucial garantizar la participación de la sociedad civil en la elaboración y aplicación de los planes nacionales para el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que se espera también sea objeto de seguimiento en el marco del proceso del Semestre Europeo.

    4.6

    Se necesitan marcos eficaces para luchar contra la evasión fiscal, la planificación fiscal agresiva, el blanqueo de capitales y la corrupción. El CESE insta a reformar decisivamente las políticas fiscales para hacer frente a los retos económicos, sociales y medioambientales. Esto implica también desplazar la carga fiscal desde los impuestos sobre el trabajo hacia bases imponibles menos perjudiciales para la oferta de mano de obra, teniendo en cuenta el correspondiente efecto distributivo y evitando efectos regresivos. El CESE también pide que se adopten medidas urgentes en relación con la votación por mayoría cualificada, en los términos recomendados en sus dictámenes anteriores (6). Se debe estudiar el concepto de imposición efectiva mínima de los beneficios empresariales y su posible aplicación. Por último, el CESE pide avances sustanciales en la introducción de nuevos recursos propios, tal como se expone en el plan de recuperación.

    4.7

    El CESE coincide con la Comisión en que la unión bancaria y la unión de los mercados de capitales deben completarse, dando prioridad la estabilidad de los mercados financieros. En el sector bancario, los pagos de dividendos se hallan actualmente limitados, algo que en la mayoría de los casos sucede de forma voluntaria. Debe considerarse la posibilidad de mantener esta limitación y reintroducir la suspensión total del reparto de dividendos durante el período de recuperación en el caso de los bancos que se están beneficiando de medidas de apoyo público. Esto reduciría el riesgo de inestabilidad de los mercados financieros y también podría mejorar las previsiones de rentabilidad de los bancos.

    Bruselas, 27 de enero de 2021.

    La Presidenta del Comité Económico y Social Europeo

    Christa SCHWENG


    (1)  DO C 10 de 11.1.2021, p. 79.

    (2)  El Banco Nacional de Bélgica estima que el déficit puntual en 2020 relacionado con la crisis podría ascender a un -4,6 % del PIB.

    (3)  DO C 429 de 11.12.2020, p. 227.

    (4)  DO C 190 de 5.6.2019, p. 1.

    (5)  DO C 97 de 24.3.2020, p. 32.

    (6)  DO C 353 de 18.10.2019, p. 90; DO C 364 de 28.10.2020, p. 29.


    Fuq