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Document 52006AE0971

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Aplicar el programa comunitario de Lisboa: Fomentar la mentalidad empresarial mediante la educación y la formación COM(2006) 33 final

OJ C 309, 16.12.2006, p. 110–114 (ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, IT, LV, LT, HU, NL, PL, PT, SK, SL, FI, SV)

16.12.2006   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 309/110


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Aplicar el programa comunitario de Lisboa: Fomentar la mentalidad empresarial mediante la educación y la formación»

COM(2006) 33 final

(2006/C 309/23)

El 5 de abril de 2006, de conformidad con el artículo 262 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, la Comisión decidió consultar al Comité Económico y Social Europeo sobre la propuesta mencionada.

La Sección Especializada de Empleo, Asuntos Sociales y Ciudadanía, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su Dictamen el 2 de junio de 2006 (ponente: Sra. JERNECK).

En su 428o Pleno de los días 5 y 6 de julio 2006 (sesión del 6 de julio de 2006), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 122 votos a favor, 16 en contra y 10 abstenciones el presente dictamen.

Puntos principales de la posición del CESE

El espíritu empresarial se relaciona con la capacidad de un individuo para convertir las ideas en actos. La formación en el espíritu empresarial promueve la innovación, la creatividad y la autoestima. Para fomentar el espíritu empresarial mediante la educación y la formación, es preciso:

inculcarlo pronto, sobre la base de una formación y una educación en el espíritu de empresa;

que en los planes de estudio nacionales estén integrados programas complementarios centrados en fomentar el espíritu empresarial desde la escuela primaria a la educación superior;

que exista una cooperación efectiva y positiva entre las escuelas y universidades y las empresas;

la participación de los profesores, lo que beneficiará a su desarrollo personal;

que en la elaboración de los programas de enseñanza participen tanto los empresarios como los empleados;

una fuerte participación y presencia de la sociedad civil en el proceso de aprendizaje;

que se tenga en cuenta la importancia de las mujeres empresarias en las escuelas a fin de favorecer un buen equilibrio entre hombres y mujeres;

que el espíritu de empresa se fomente por igual entre las personas discapacitadas;

tener en cuenta la importancia del intercambio de buenas prácticas y el seguimiento de los progresos podría realizarse a través de conferencias recapitulativas organizadas anualmente por la Comisión;

tener en cuenta la importancia de la actuación de los medios de comunicación y la imagen que transmiten de las empresas;

prever la posibilidad de utilizar en los Estados miembros el modelo entrepreuneurial staircase (escalera del espíritu empresarial) como uno de los posibles modelos;

tener en cuenta la importancia de la creación de «ventanillas únicas» para facilitar la creación de empresas;

declarar un «Año europeo del espíritu empresarial», a propuesta de la Comisión;

tener en cuenta que la enseñanza y la formación destinadas a estimular el espíritu empresarial pueden desempeñar un papel para comunicar mejor Europa y aproximar la UE a sus ciudadanos.

1.   Síntesis del documento de la Comisión

1.1

En febrero de 2005 la Comisión propuso relanzar la estrategia de Lisboa centrando los esfuerzos de la Unión Europea en dos tareas principales: lograr un crecimiento mayor y más duradero y crear más y mejores empleos. La nueva asociación para el crecimiento y el empleo destaca la importancia de fomentar una cultura más empresarial y de crear un entorno de apoyo a las PYME.

1.2

Es preciso crear en la sociedad un clima más favorable al espíritu empresarial, basado en una política integrada, no solo con miras a cambiar la mentalidad sino también a aumentar las cualificaciones de los europeos y a eliminar los obstáculos a la creación de empresas y a su transmisión y crecimiento.

1.3

El espíritu empresarial es un factor clave para el crecimiento, el empleo y la realización personal. Reconociendo que el espíritu empresarial debería adquirirse con el aprendizaje permanente, la Comunicación se centra en la enseñanza desde la escuela primaria hasta la universidad, incluyendo la formación profesional secundaria (formación profesional inicial) y los centros técnicos superiores.

1.4

Hasta ahora, la enseñanza reglada en Europa no ha contribuido a crear espíritu empresarial ni trabajo por cuenta propia y, si bien hay muchas iniciativas en curso sobre el espíritu empresarial, no siempre forman parte de un marco coherente. Las propuestas de la Comisión, basadas en la experiencia y las buenas prácticas, quieren ayudar a encontrar enfoques más sistemáticos a la educación empresarial y a reforzar el papel de la enseñanza para crear una cultura más empresarial en las sociedades europeas. La mayoría de estas medidas deben ser adoptadas a escala nacional o local.

1.5

La Comunicación servirá de referencia para evaluar los avances de la evolución política, sobre todo mediante los «informes de Lisboa» que los Estados miembros presentarán con arreglo a las Directrices integradas para el crecimiento y el empleo.

2.   Observaciones generales del CESE

2.1

El Comité se congratula de la propuesta de la Comisión. Una mayor actividad empresarial es importante si se quiere que el crecimiento económico contribuya efectivamente a mantener el modelo social europeo y que la Estrategia de Lisboa logre sus objetivos. Europa necesita un mayor número de empresarios que posean las competencias adecuadas para hacer frente satisfactoriamente a la competencia en los mercados. Tal como la Comisión reconoce, el provecho de una educación en el espíritu empresarial no se limita a que haya más nuevas empresas, más innovadoras, y a que se creen más empleos. La mentalidad empresarial debería considerarse una competencia básica y una salida profesional, así como un componente esencial del desarrollo personal. Promueve la innovación y la creatividad, así como la autoestima, ya que desarrolla el espíritu de iniciativa y contribuye a que los individuos aprendan a hacer frente al fracaso. Se trata de inculcar una actitud empresarial, y no únicamente de aprender a ser un hombre o una mujer de negocios. El fomento de la mentalidad empresarial mediante la formación puede hacer que los trabajadores sean más conscientes del contexto en que se inscribe su trabajo y, a la vez, aumentar su disponibilidad a aprovechar las oportunidades que se les brindan. El espíritu empresarial se relaciona con la capacidad de un individuo para convertir ideas en actos (1).

2.2

El CESE apoya la idea de que un cambio de mentalidad o de actitud es esencial para aumentar las competencias empresariales, y cree que debe inculcarse a una edad temprana. El espíritu empresarial también debería concebirse como un proceso de aprendizaje permanente, que se inicia en la escuela primaria. En ella se sientan las bases para desarrollar determinadas competencias empresariales específicas además de los conocimientos y la cultura generales adquiridos en el marco de la educación formal y se estimula la creatividad, el espíritu de iniciativa y una actitud proactiva que estimula el afán de descubrir y aprender, etc. Esto puede ofrecer cada vez mayor flexibilidad en las distintas etapas de la vida de una persona, contribuyendo así a facilitar tanto a las mujeres como a los hombres un equilibrio entre el trabajo y la vida privada. Debe tenerse en cuenta el papel de las familias y su actitud frente al espíritu empresarial.

2.3

El Comité acoge favorablemente las conclusiones del Consejo de primavera (2). El Consejo Europeo subraya la necesidad de crear un clima general positivo para las empresas e invita a los Estados miembros a reforzar las correspondientes medidas, incluso mediante la educación y formación en el espíritu empresarial. Las medidas para mejorar el entorno empresarial destinadas a todo tipo de PYME y para animar a más personas –en particular, a las mujeres y los jóvenes– a convertirse en empresarios deberían mencionarse también expresamente en los programas nacionales de reforma, así como en los informes correspondientes.

2.4

El Comité valora positivamente la propuesta de que se establezcan ventanillas únicas para que la creación de una empresa se efectúe de manera rápida y sencilla. Es un aspecto importante para el crecimiento en general y para la creación de empleo. No obstante, como el Comité ha afirmado en otras ocasiones, las barreras al espíritu empresarial antes y después del proceso de creación de la empresa son mucho más importantes de lo que se supone. Esta insistencia en agilizar la inscripción de una empresa puede, involuntariamente, acortar el importante período necesario de investigación, planificación, creación de capacidad y evaluación global antes de que el empresario se embarque en un nuevo negocio (3). En este contexto, el Comité recuerda que esto no sólo afecta a la creación de nuevas empresas, sino también a los traslados de empresas.

2.5

Algunos dictámenes anteriores del Comité se centraron en los obstáculos reglamentarios, fiscales y financieros, factores todos ellos que influyen en el espíritu de empresa (4).

2.6

Aunque apoya y respalda las propuestas y recomendaciones que se formulan en la Comunicación, el Comité quisiera formular las siguientes observaciones.

3.   Observaciones particulares del CESE

3.1   Mentalidad empresarial en la enseñanza

3.1.1

Desarrollar una mentalidad empresarial es un proceso de aprendizaje permanente, que conviene iniciar en una edad temprana y que debería constituir un «hilo conductor» a lo largo de todo el sistema de enseñanza. Tanto la enseñanza primaria como la secundaria y la superior deberían proporcionar una mejor base para adquirir competencias y capacidades que permitan más tarde desarrollar la autonomía y el espíritu empresarial. Una educación básica de elevada calidad abrirá más tarde la vía a una formación especializada en espíritu empresarial que resulte más eficaz. Un reciente estudio (5) demuestra que los programas para formar el espíritu empresarial desempeñan un papel esencial para alentar a los jóvenes a que consideren el trabajo por cuenta propia una futura elección de carrera. Estos programas han demostrado también que mejoran las aptitudes de los estudiantes para solucionar los problemas, desarrollan su autoestima y les enseñan el valor de la cooperación y el trabajo en equipo. La formación en el espíritu empresarial implica una participación activa en la enseñanza y no sólo una absorción pasiva de información. Un estudio de la Universidad de Lund (6) revela que las capacidades empresariales se adquieren sobre todo en experiencias de trabajo reales y no exclusivamente en el marco de la educación formal.

3.1.2

Desarrollar el espíritu empresarial es importante en la enseñanza secundaria y superior, tanto teórica como profesional, y puede tener también efectos positivos complementarios ya que contribuye a aumentar el interés por las distintas formas de aprendizaje. A este respecto, el Comité precisa que existen distintas culturas de empresa que deben tenerse en cuenta en la elaboración de los programas de enseñanza.

3.1.3

La clave está, entre otras cosas, en establecer oportunamente contactos concretos entre las escuelas, las empresas, el Gobierno, las autoridades interesadas y la comunidad local. Las administraciones responsables de la educación y los empresarios deberían cooperar para desarrollar el mejor sistema de enseñanza posible. Sería necesario que empresarios y trabajadores tuvieran más visibilidad y participaran de modo adecuado en la enseñanza. El Comité coincide con la Comisión en que conviene establecer claramente la importancia del espíritu empresarial, que debe convertirse en un componente indispensable de los programas de estudios. Este enfoque debería ir acompañado de las medidas de aplicación adecuadas. La naturaleza horizontal del espíritu empresarial hace necesaria una estrecha colaboración entre todos los ministerios interesados (educación/industria/economía) con el fin de garantizar un enfoque coordinado.

3.1.4

Deberían apoyarse las distintas iniciativas nacionales y locales, así como el intercambio de buenas prácticas. En el marco de este trabajo debería consultarse a la sociedad civil organizada (incluidos los interlocutores sociales, las organizaciones de apoyo a las familias, etc.).

3.1.5

Es necesario prestar un apoyo sin reservas a los profesores. Estos deben estar suficientemente informados sobre las ventajas de la formación empresarial y debe mostrárseles cómo puede aplicarse este tipo de programas desde la escuela primaria. En este contexto, es esencial que la escuela disponga no sólo de recursos humanos y financieros, sino también de la autonomía necesaria para lograr llevar a término con éxito tanto ésta como otras misiones que le sean encomendadas. Los profesores, por su parte, deben comprender que la formación integral de sus alumnos debe incluir también elementos de autonomía, curiosidad y espíritu crítico capaces de estimularlos y de desarrollar en ellos una capacidad emprendedora. Para ello, debe apoyarse a los profesores, transmitiéndoles la idea de que esta formación puede constituir también un enriquecimiento personal.

3.1.6

El Comité lamenta que, pese a mencionarse en la introducción, la Comunicación no aborde más en profundidad la cuestión del potencial emprendedor de las mujeres. El índice de participación de las jóvenes en las actividades del tipo «miniempresa» en la escuela secundaria es igual al de los jóvenes, e incluso superior en algunos países. Pese a ello, los estudios indican que es más probable que los hombres creen y dirijan su propia empresa y están más seguros de sus competencias empresariales (7). Este fenómeno merece estudiarse más a fondo y afecta a todo el sistema educativo.

3.1.7

Las posibilidades de convertirse en empresario deberían ser las mismas para las personas con discapacidades que para las demás personas. La educación y la formación en el espíritu empresarial deberían tener este factor en cuenta y proporcionar una ayuda apropiada a las personas interesadas. Las organizaciones representativas de las personas con discapacidad en el nivel europeo y nacional deberían participar en este proceso.

3.2   Difusión de las mejores prácticas y seguimiento

3.2.1

En su Comunicación la Comisión examina y reúne las distintas acciones que se han llevado a cabo, señalando las mejores prácticas. En la actualidad, debería prestarse atención a la manera de aplicar y difundir estas conclusiones, propuestas y recomendaciones.

3.3   Difusión de las mejores prácticas

3.3.1

El Comité es consciente de que existe un enorme acervo de buenas prácticas en los Estados miembros de programas de enseñanza enriquecidos con temas y diversas actividades destinados a desarrollar las competencias requeridas para el ejercicio de una actividad empresarial futura y le gustaría añadir otro ejemplo a los que ya figuran en la Comunicación. Tanto las autoridades públicas como el sector privado participan activamente en la formación en materia de espíritu empresarial. Es preciso verificar la eficacia de este tipo de proyectos y averiguar si pueden aplicarse de forma más general, como en el caso del modelo denominado entrepreneurship staircase  (8) («escalera del espíritu empresarial»). Este modelo, con varias etapas diferentes desde la enseñanza primaria hasta la etapa de investigación, ha demostrado ser un medio eficaz de inculcar el espíritu empresarial a los individuos en las primeras etapas de su vida y de promoverlo en las fases posteriores de la educación;

a los siete años: la iniciativa «Flashes of genius» permite el desarrollo de innovaciones simples y prácticas;

a los 15 años: información y participación activa de las empresas, las organizaciones y las autoridades públicas en las escuelas;

a los 18 años: jóvenes empresarios crean miniempresas;

enseñanza superior: facultades y programas especiales centrados en el espíritu empresarial.

3.3.2

Es fundamental establecer un foro de mejores prácticas. Las iniciativas adoptadas para determinar e intercambiar las mejores prácticas deberían seguir desarrollándose en los Estados miembros y estar coordinadas por la Comisión. Las conferencias anuales organizadas en el marco de la Carta Europea de la Pequeña Empresa constituyen un aspecto importante de este proceso. El Comité aguarda con interés la conferencia que la Comisión organizará en otoño de 2006 como seguimiento de la Comunicación «Fomentar la mentalidad empresarial mediante la educación y la formación». El Comité pide que en esta conferencia participen todos los protagonistas públicos y privados interesados y propone que los distintos modelos, por ejemplo el de la «escalera del espíritu empresarial», se incluyan como estudios de caso. Es importante que en este foro se debatan modelos de éxito probado que pueden facilitar el trabajo para que, ya desde la escuela primaria, se creen las condiciones (mentales y personales) que generen futuras capacidades empresariales y que puedan desarrollarse para adaptarlos a los criterios y programas de estudio nacionales de otros Estados miembros. El Comité propone también que de ahora en adelante este tipo de conferencias recapitulativas se celebren anualmente a fin de poder evaluar la aplicación de las recomendaciones de la Comisión.

3.3.3

En su Comunicación la Comisión compara Europa con los Estados Unidos, donde las actividades empresariales se fomentan más que aquí. En un dictamen anterior, el Comité afirmaba que los datos aportados indican que, en comparación con Estados Unidos, proporcionalmente son menos los europeos que ponen en marcha empresas y que son muchos más los que prefieren ser empleados que trabajadores autónomos. Muchos observadores creen que el modelo social europeo es una de las principales razones por las que los europeos prefieren ser empleados. Debería tenerse en cuenta lo siguiente: a) si los datos son por sí solos suficientes para realizar una evaluación comparativa de la actividad en la UE, dentro de los Estados y en comparación con el resto del mundo, b) el efecto de preferir el trabajo asalariado al trabajo autónomo, c) si esto está directamente relacionado con la falta de dinamismo empresarial en Europa, y d) si las soluciones son aceptables para la sociedad europea (9).

3.3.4

El espíritu empresarial es importante para la sociedad en su conjunto. A fin de promover y favorecer la aparición de una cultura empresarial, así como para hacer comprender la importancia del espíritu empresarial para el desarrollo general de un país, el Comité propone que 2009 sea declarado «Año europeo del espíritu empresarial». A este respecto, el Comité observa que en 2010 tendrá lugar la evaluación intermedia de varios programas comunitarios importantes. Debe crearse una actitud pública positiva hacia el espíritu empresarial. Este año debería también proporcionar la ocasión de consolidar y reforzar los intercambios existentes de mejores prácticas. Un Año europeo del espíritu empresarial podría desempeñar un papel importante para comunicar mejor Europa y aproximar la UE a sus ciudadanos.

3.3.5

Como el Comité ha señalado, los medios de comunicación son esenciales para transmitir el espíritu empresarial y hacer comprender cómo funcionan las empresas. Sin embargo, suele prestarse una atención excesiva a las grandes empresas y a las multinacionales. Deberían definirse estrategias que permitan poner de relieve el papel del empresario, dar a conocer la imagen de las pequeñas empresas y microempresas y valorizar el papel de los oficios especializados, los servicios y las actividades tradicionales y artesanales (10).

3.4   Seguimiento

3.4.1

Dado que la educación y la formación forman parte de los ámbitos de competencia de los Estados miembros, las cuestiones del seguimiento y de la aplicación tienen una importancia capital. El Comité toma nota de que los informes de evaluación anteriores elaborados en el marco de la Carta Europea de la Pequeña Empresa serán sustituidos de ahora en adelante por informes generales que forman parte de la Estrategia de Lisboa (Directrices integradas para el crecimiento y el empleo, directriz no 15). No obstante, el Comité considera que podrían seguir elaborándose indicadores nacionales. La Comisión debe definir objetivos cualitativos y cuantitativos para evaluar los progresos eficazmente y a largo plazo, y respetar al mismo tiempo el principio de subsidiariedad y las situaciones específicas de cada país. Las propuestas contenidas en el informe final del Grupo de expertos «Educación en el espíritu empresarial» (11) son válidas.

3.4.2

El Comité toma nota de que varios programas comunitarios de formación podrían contribuir financieramente a los esfuerzos para fomentar el espíritu empresarial, en particular, los programas Erasmus y Leonardo, los Fondos Estructurales, sobre todo el Fondo Social Europeo, así como el futuro programa para la innovación y la competitividad (PIC). Sin embargo, no parece haber ningún tipo de coordinación entre estas posibilidades de apoyo. Es necesaria una estrategia concertada a escala comunitaria para fomentar el espíritu empresarial. Los medios de acción y la financiación deben definirse claramente y debe informarse a los distintos protagonistas de todos los niveles sobre las posibilidades de financiación comunitaria.

3.4.3

El Comité tiene previsto efectuar el seguimiento de la acción prioritaria aprobada por la Presidencia finlandesa para desbloquear el potencial empresarial, tal como solicitó el Consejo Europeo (12).

Bruselas, 6 de julio de 2006.

La Presidenta

del Comité Económico y Social Europeo

Anne-Marie SIGMUND


(1)  COM(2005) 548 final — «Propuesta de Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente».

(2)  Consejo Europeo de Bruselas, 23 y 24 de marzo de 2006 — Conclusiones de la Presidencia.

(3)  Dictamen del CESE sobre el «Libro Verde — El espíritu empresarial en Europa» (Ponente: Sr. Butters) — (DO C 10, p. 58, de 14.1.2004).

(4)  Dictamen del CESE sobre la «Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — El programa europeo en favor del espíritu empresarial» (ponente: Sr. Butters) — (DO C 74, p. 1, de 23.3.2005); Dictamen del CESE sobre el «Libro Verde — El espíritu empresarial en Europa» (Ponente: Sr. Butters — (DO C 10, p. 58, de 14.1.2004).

(5)  Enterprise 2010 the next generation, estudio elaborado por Junior Achievement Young Enterprise, septiembre de 2005.

(6)  «Entrepreneurship, Career Experience and LearningDeveloping our Understanding of Entrepreneurship as an Experiential Learning Process», tesis de Diamanto Politis, 2005, School of Economics and Management, Universidad de Lund.

(7)  Global Entrepreneurship Monitor, 2005 Executive report.

(8)  Puesto en marcha por la Confederación de Empresas Suecas.

(9)  Dictamen del CESE sobre el «Libro Verde — El espíritu empresarial en Europa» (Ponente: Sr. Butters, DO C 10, p. 58, de 14.1.2004).

(10)  Dictamen del CESE sobre el «Libro Verde — El espíritu empresarial en Europa» (Ponente: Sr. Butters) — (DO C 10, p. 58, de 14.1.2004).

(11)  Informe final del Grupo de expertos «Educación en el espíritu empresarial» — Making progress in promoting entrepreneurial attitudes and skills through Primary and Secondary education, concluido en febrero de 2004.

(12)  Consejo Europeo de Bruselas, 23 y 24 de marzo de 2006 — Conclusiones de la Presidencia.


ANEXO I

Las siguientes enmiendas, que obtuvieron al menos una cuarta parte de los votos emitidos, fueron rechazadas durante el debate:

Puntos principales de la posición del CESE, 14o guión

Modifíquese del siguiente modo:

 

debe declararse un «Año europeo del espíritu empresarial» a propuesta de la Comisión;

Resultado de la votación:

Votos a favor: 48

Votos en contra: 62

Abstenciones:15

Punto 3.3.4

Modifíquese del siguiente modo:

«El espíritu empresarial es importante para la sociedad en su conjunto. A fin de promover y favorecer la aparición de una cultura empresarial, así como para hacer comprender la importancia del espíritu empresarial para el desarrollo general de un país, el Comité pide a la Comisión que adopte las medidas oportunas propone que 2009 sea declarado “Año europeo del espíritu empresarial”. A este respecto, el Comité observa que en 2010 tendrá lugar la evaluación intermedia de varios programas comunitarios importantes. para crear Debe crearse una actitud pública positiva hacia el espíritu empresarial y. Este año debería también proporcionar la ocasión de consolidar y reforzar los intercambios existentes de mejores prácticas. Un Año europeo del espíritu empresarial podría desempeñar un papel importante para comunicar mejor Europa y aproximar la UE a sus ciudadanos.»

Resultado de la votación:

Votos a favor: 60

Votos en contra: 73

Abstenciones: 13


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