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Document 52013DC0253
COMMUNICATION FROM THE COMMISSION TO THE EUROPEAN PARLIAMENT, THE COUNCIL, THE EUROPEAN ECONOMIC AND SOCIAL COMMITTEE AND THE COMMITTEE OF THE REGIONS Energy Technologies and Innovation
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Tecnologías e innovación energéticas
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Tecnologías e innovación energéticas
/* COM/2013/0253 final */
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Tecnologías e innovación energéticas /* COM/2013/0253 final */
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL
PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL
COMITÉ DE LAS REGIONES Tecnologías e innovación energéticas 1. INTRODUCCIÓN La tecnología y la innovación son
cruciales para abordar todos los retos que nos plantea la energía... La UE necesita intensificar sus esfuerzos
para llevar al mercado nuevas tecnologías energéticas de alto rendimiento y
bajo coste, sostenibles y con baja emisión de carbono. Las nuevas tecnologías
son vitales para alcanzar todos los objetivos de la UE[1] para 2020 en lo que
se refiere a la energía, el clima y la política económica y social, así como
los objetivos fijados para 2030 y 2050. La UE debe contar con una estrategia
sólida y dinámica en materia de tecnología e innovación tanto para cumplir los
objetivos de su política como para reforzar su competitividad y mejorar la
coordinación de las inversiones. ...complementando la legislación de la
UE en la materia... Las políticas de la UE relativas al
mercado interior de la energía, la eficiencia energética y las energías
renovables respaldan la llegada al mercado de las tecnologías, desde los
paneles fotovoltaicos hasta los electrodomésticos eficientes, los contadores
inteligentes o la domótica. La UE necesita seguir reforzando el papel de la
tecnología y la innovación en el marco de la política energética, no solo
mediante tecnologías específicas, sino también impulsando nuevos modelos de
negocio, la adaptación social y del mercado y la mejora de los sistemas
energéticos que ofrezcan una perspectiva estratégica de inversión a más largo
plazo. ...dentro de un panorama en constante
evolución Como resultado de las políticas de la UE,
las inversiones mundiales en energías renovables han aumentado de forma
constante, exigiendo una mayor flexibilidad y gestión de la energía. El
abandono progresivo de la energía nuclear en algunos países y la rápida
expansión de la producción de gas por medios no convencionales son dos factores
que están cambiando la economía energética en todo el mundo. Para apoyar la
competitividad industrial europea, es preciso que la política de tecnología e
innovación energética de la UE consiga reducir rápidamente los costes y
acelerar la introducción en el mercado de nuevas tecnologías sostenibles. Esto
es particularmente importante en un momento de recesión económica, que tiene
consecuencias directas sobre las inversiones privadas y los presupuestos
nacionales. 2. ¿QUÉ HA CONSEGUIDO LA UE? 2.1. La legislación ha
introducido la tecnología y la innovación en el mercado El mercado interior de la energía de la
UE ayuda a crear mercados abiertos y competitivos en los que los miembros de la
industria invierten en tecnologías y servicios nuevos e innovadores. La escala
del mercado interior de la energía aporta el espacio que necesitan las fuerzas
del mercado para estimular el desarrollo tecnológico y la innovación. Esto se
ve reforzado por los esfuerzos por modernizar, integrar y ampliar la
infraestructura de redes hasta 2020 y posteriormente, en particular en lo que
se refiere a la electricidad. La UE ha seleccionado doce corredores
prioritarios, entre otras cosas para integrar más la electricidad solar y
eólica al tiempo que se garantiza un abastecimiento ininterrumpido. Las normas
técnicas que se están elaborando para el mercado interior (es decir, los
códigos de redes) se centran en la integración de las tecnologías para
responder a la evolución del sistema energético. Como parte de este trabajo,
los gestores de redes de transporte (GRT) están desarrollando nuevos métodos de
modelización e instrumentos más inteligentes de explotación de la red. A fin de
que los consumidores sean protagonistas activos de un mercado integrado de la
energía, la política de la UE también está impulsando el desarrollo de
tecnologías inteligentes e informatizadas, como los contadores inteligentes,
los coches eléctricos, la adaptación a la demanda, la microgeneración y las
tecnologías de almacenamiento local para hacer posible una demanda flexible y
un mejor control del consumo. Asimismo, para cumplir los objetivos
establecidos para 2020, la política energética de la UE apoya la transición a
tecnologías con baja emisión de carbono. Alentado por la Directiva sobre
energías renovables y por el apoyo de los Estados miembros, se ha producido un
notable crecimiento de las energías renovables y una significativa reducción de
los costes. Como parte de la transición hacia un sistema energético con baja
emisión de carbono, la política de la UE ha impulsado las tecnologías de
captura y almacenamiento de carbono (CAC) y una mayor seguridad en la
producción de energía nuclear. Las tecnologías están penetrando en el
mercado gracias a la política y la legislación sobre eficiencia energética de
la UE, que incluye las Directivas de eficiencia energética y de diseño
ecológico. Paralelamente, la legislación sectorial sobre eficiencia energética
en materia de diseño ecológico está impulsando el desarrollo y la implantación
de aparatos (como calderas, lavadoras, televisores u ordenadores)
energéticamente eficientes que permiten a los consumidores ahorrar energía. En
el sector de la construcción, la legislación de la UE fomenta la rehabilitación
de edificios en el plano energético y la construcción de edificios de consumo
de energía casi nulo. En cuanto al sector de los transportes, se están
impulsando los vehículos eléctricos y con bajo nivel de emisiones. El régimen de comercio de emisiones de la
UE y la Decisión de reparto del esfuerzo han convertido el precio de las
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en parte de las decisiones de
inversión y explotación de las empresas de la UE y han contribuido a reducir
sustancialmente las emisiones, pero se está cuestionando su papel de motor
importante de las inversiones en tecnologías de baja emisión de carbono a largo
plazo debido a la debilidad y volatilidad de la señal que da el precio del
carbono a raíz de la crisis. 2.2. Mejora de las
condiciones marco para la investigación y la innovación La «Unión por la innovación» definió una
estrategia integrada de investigación e innovación, lo que ha permitido mejorar
la financiación pública y combatir los obstáculos a la inversión privada. Se
han logrado avances importantes hacia la mejora de las condiciones marco, tanto
en lo que se refiere a la protección mediante una patente unitaria (lo que se
ha traducido en una drástica reducción de los costes de obtención de patentes)
como a un eficaz régimen en materia de capital riesgo a escala de la UE y a la
modernización de las normas de adjudicación de los contratos públicos. El
Espacio Europeo de Investigación está mejorando el efecto que se deriva de la
financiación de la investigación por parte de cada Estado miembro y las
condiciones marco que afectan a los investigadores, lo que incluye armonizar
mejor la financiación procedente de los distintos Estados miembros, mejorar la
situación profesional y la movilidad de los investigadores y permitir el acceso
de los investigadores a las infraestructuras científicas de categoría mundial. 2.3. El Plan EETE: impulsar
el Séptimo Programa Marco de investigación de la UE El Plan Estratégico Europeo de Tecnología
Energética (EETE) se creó en 2008 como marco de apoyo tecnológico a las
políticas de la Unión en materia de clima y energía. Se basa en una estructura
de ejecución de tres pilares: un Grupo de dirección, las iniciativas
industriales europeas (EII) y la Alianza Europea para la Investigación en el
Sector Energético (EERA), y está respaldada por un sistema de información
(SETIS)[2].
El Grupo director sobre tecnologías energéticas estratégicas ha permitido
entablar un diálogo estructurado con los Estados miembros, gracias al cual ha
aumentado la coherencia de las políticas nacionales de investigación e
innovación en el sector energético, y ha promovido la adopción de acciones
conjuntas para lograr objetivos comunes con mayor rapidez y eficacia. El Plan EETE ha dado prioridad a las
tecnologías más pertinentes para cumplir los objetivos en materia de política
energética y climática para 2020: energía eólica y solar, redes eléctricas,
captura y almacenamiento de carbono, bioenergía, energía nuclear, pilas de
combustible e hidrógeno y eficiencia energética. Las EII establecidas para
todos estos sectores han definido áreas de investigación e innovación
prioritarias mediante hojas de ruta tecnológicas que incluyen una hoja de ruta
específica sobre materiales[3]
y centrado su actuación en grandes proyectos de valor europeo. Mediante la EERA
se ponen en común las capacidades de investigación nacionales con el fin de
desarrollar nuevas soluciones cuyo efecto se observará más allá de 2020. Además se han aportado fondos europeos,
principalmente en virtud del Séptimo Programa Marco de investigación, a través
de la movilización de distintos apartados, como «Energía» y «Tecnologías
Facilitadoras Esenciales» (p. ej., TIC y Materiales). De 2007 a 2012, el tema
«Energía» del 7º PM financió unos 350 proyectos con aproximadamente 1 800
millones EUR. El 7º PM también ha facilitado un apoyo significativo a través de
asociaciones público-privadas e instrumentos financieros (véase a
continuación). Además, se ha prestado apoyo a escala de la UE a través del
Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT) y de su comunidad de
conocimiento e innovación (CCI) InnoEnergy. Otra partida de fondos importante
procedió del Programa Energético Europeo para la Recuperación (PEER) así como
del Programa NER (New Entrance Reserve) 300. Las inversiones
públicas y privadas en desarrollo tecnológico para los sectores del Plan EETE
pasaron de 3 200 millones EUR en 2007 a 5 400 millones EUR
en 2010[4]
(figura 1). Actualmente la industria supone alrededor del 70 % de la
inversión total en investigación e innovación en las prioridades del Plan EETE,
mientras que los Estados miembros representan aproximadamente el 20 % y la
Comisión Europea el 10 % restante. Figura 1.
Estimación de las inversiones en I+D públicas y empresariales en 2010 por
tecnología y fuente (JRC/SETIS)[5]. Como resultado de estos esfuerzos se han
alcanzado grandes logros en cuanto a desarrollo tecnológico y reducción de costes
en lo que se refiere a las tecnologías del Plan EETE. En las dos últimas décadas los precios de
los sistemas fotovoltaicos se han reducido en todo el mundo, lo que en buena
medida ha estado motivado por el desarrollo tecnológico y del mercado. El coste
de los módulos fotovoltaicos descendió drásticamente (a un tercio en un par de
años)[6]. El objetivo de 1 EUR/kW[7] para 2030 del Plan EETE podría hacerse realidad para 2020, lo que
reduciría notablemente los costes para la sociedad. La energía eólica (principalmente en
tierra) ya aporta una cuota significativa de la producción de energía:
106 GW de capacidad instalada a finales de 2012, con una producción de
210 TWh equivalente al 7 % de la producción eléctrica europea[8]. El volumen de
negocio anual de los principales proveedores de equipamiento eólico alcanzó los
20 000 millones EUR en 2012. Si bien la energía eólica constituye un
mercado mundial, tiene una importante influencia local: la cuota de mercado
mundial de los fabricantes de turbinas depende en gran medida del
comportamiento de su mercado doméstico. La UE
prosigue asimismo sus esfuerzos con las aplicaciones de la energía eólica
marina, área en la cual aún está mejorando la tecnología y se están reduciendo
los costes. En el sector del transporte, los
esfuerzos de la UE se centran en llegar al 10 % del consumo de energía a
partir de fuentes renovables, en particular a través de los combustibles
alternativos. Para abordar el problema del cambio indirecto del uso de la
tierra, la Comisión propuso que no se alcanzara más de la mitad de ese objetivo
del 10 % con biocombustibles convencionales, incrementando la demanda de
biocombustibles avanzados a 6 Mtep, equivalente a quince plantas con una
capacidad anual de 100 ktep cada una. Los nueve proyectos de demostración
del empleo de biocombustible de lignocelulosas a gran escala, con capacidades
de cuarenta a ochenta mil toneladas al año, financiados por el 7º PM han
supuesto un comienzo positivo. 2.4. Programa «Energía
inteligente — Europa» Desde 2007, el programa de innovación
«Energía inteligente — Europa» (IEE) fomenta la implantación en el mercado
de tecnologías y la superación de obstáculos no tecnológicos (financieros,
reglamentarios y administrativos). El programa se ha centrado en la eficiencia
energética y la energía renovable. A través de más de 300 proyectos, ha
supuesto inversiones conexas por valor superior a 4 000 millones EUR
en todos los sectores de consumo final, incluido el del transporte. El IEE ha permitido la integración de
nuevos modelos de negocio que atraen la financiación privada. Uno de ellos es
el contrato de rendimiento energético (CRE), en el cual la inversión inicial en
medidas de ahorro energético se ve compensada por el ahorro de costes que se
deriva de una mayor eficiencia energética. El IEE ha reproducido hasta ahora
este modelo de negocio en 10 Estados miembros, incluidos algunos en los que el
concepto era casi desconocido. El IEE también ha establecido una
cooperación con las instituciones financieras para conseguir movilizar
inversiones por valor de unos 2 000 millones EUR (con
38 millones de fondos de la UE) en energía sostenible a través de sus
mecanismos de ayuda al desarrollo de proyectos (ELENA[9] y Movilización
de la Inversión Local en Energía). El programa ha sido el primero en ayudar a
los protagonistas de la «transformación energética», como las autoridades
locales y regionales, las escuelas, los hospitales y las viviendas sociales,
así como en abordar las necesidades de los profesionales proporcionándoles
formación e información. Se espera que las inversiones generen un ahorro
energético superior a los 2000 GWh anuales. A través de su iniciativa Build-up
Skills, el programa está respondiendo a las necesidades de los
profesionales para construir edificios de consumo de energía casi nulo en la
UE. En cuanto a las industrias que hacen un uso intensivo de la energía, el
proyecto CARE+ movilizó a las PYME de la industria química para conseguir un
ahorro energético de entre el 10 % y el 20 %. 2.5. Asociaciones
público-privadas y empresas comunes Con el apoyo del 7º PM, la Empresa
Común «Pilas de Combustible e Hidrógeno» (FCH) ha permitido la puesta en
práctica de un programa de actividades de investigación y demostración liderado
por la industria que cubre las aplicaciones energéticas tanto fijas como en el
ámbito del transporte. Los 380 millones EUR en subvenciones asignados
hasta la fecha han acercado al mercado diversas aplicaciones (por ejemplo,
vehículos para manipulación de materiales, sistemas auxiliares de alimentación
eléctrica), reduciendo al tiempo los costes y mejorando su eficiencia y
duración. Las asociaciones público-privadas (APP)
orientadas a la investigación sobre la eficiencia energética en edificios, las
fábricas del futuro y los automóviles ecológicos han reunido a las partes
interesadas de cada uno de esos sectores para elaborar una agenda común y
canalizar los fondos de la UE hacia sus objetivos. De 2009 a 2012, la UE
comprometió un total de 1 600 millones EUR, alcanzando la inversión
privada una cifra similar. Las APP han conseguido atraer un alto nivel de
participación de las PYME. 2.6. Mejorar el acceso a la
financiación de deuda: el Instrumento de Financiación de Riesgo Compartido
(IFRC) Dentro del 7º PM, el IFRC ha ayudado
al Banco Europeo de Inversiones (BEI) a proporcionar 10 000 millones
EUR de compromisos de crédito (con 1 000 millones aportados por la
UE) para atraer más de 20 000 millones EUR de inversión en
investigación e innovación, aportados principalmente por grandes empresas y
empresas de capitalización media. El IFRC anima a los promotores de proyectos a
emprender actividades de investigación e innovación asociadas a un grado de
riesgo elevado. De 2009 a 2012, el sector energético ha supuesto entre un
14 % y un 18 % de la cartera del IFRC, con importantes inversiones
pioneras en energía solar y eólica e inversiones para mejorar la eficiencia
energética, en particular en el sector de la automoción. 2.7. Dimensión regional —
ayuda de la política de cohesión El presupuesto de la política de cohesión
dedica una financiación significativa a la energía sostenible, con una
inversión prevista superior a 10 000 millones EUR para eficiencia
energética y energías renovables en el periodo de programación de 2007 a 2013.
Un ejemplo de ello es el proyecto Wave Hub, en el suroeste de
Inglaterra, que se propone crear el emplazamiento de ensayo más grande del
mundo para los dispositivos de generación de electricidad a partir de la
energía de las olas. Otro ejemplo es el proyecto Green Buildings Cluster
de Baja Austria, que pone en contacto a los profesionales de la construcción y
la edificación con los investigadores para abordar retos tales como el cambio
climático y hace posible la innovación a través de la cooperación. 2.8 Evaluación del marco de las
tecnologías y la innovación energéticas de la UE Europa se encuentra en el buen camino
para impulsar el desarrollo de tecnologías energéticas y crear las condiciones
adecuadas para la innovación, pero aún queda mucho por hacer. La rápida evolución del panorama
energético requiere un enfoque sistémico y receptividad ante las novedades.
Tanto la evaluación de la aplicación del Plan EETE[10] como la consulta
pública[11]
realizada con vistas a la presente Comunicación confirman que dicho Plan debe
centrarse más en la integración del sistema energético y de las actividades de
la cadena de innovación, así como en una mayor coordinación de las EII y la
EERA al servicio de estos objetivos. Deben seguir desarrollándose las cadenas
de suministro industriales, al tiempo que es necesaria una mayor coordinación
de los actores y las inversiones en toda la cadena de investigación e
innovación con el fin de acelerar el desarrollo y el lanzamiento comercial. Además, aunque los Estados miembros
comparten unos objetivos de investigación e industriales comunes, su compromiso
con el plan EETE se encuentra actualmente por debajo del nivel óptimo. Es
preciso fomentar las inversiones coordinadas o conjuntas entre los Estados
miembros y con la UE para impulsar las inversiones del sector privado en apoyo
de las hojas de ruta de las EII y de los programas conjuntos de la EERA. De
modo similar, debe garantizarse un claro compromiso de los socios industriales
participantes en las APP sobre la base de una visión compartida y unos
objetivos claramente definidos, al tiempo que deben integrarse más las
capacidades de investigación dentro del marco de la EERA a fin de acelerar la
obtención de resultados de mejor encaje con la industria. Según concluyó una evaluación externa del
programa IEE en 2011[12],
este tiene una importancia crucial para el desarrollo de la innovación en el
ámbito de los servicios, de la generación de capacidades y conocimientos y de
nuevos modelos de negocio que atraigan la inversión privada para que las
tecnologías renovables y la eficiencia energética penetren en el mercado. A
partir del éxito de este ejemplo, las medidas de apoyo a la implantación de la
innovación energética en el mercado deben extenderse a otros ámbitos de la
política energética y vincularse más a los Fondos Estructurales y de Cohesión. En la misma línea, la evaluación
provisional de la Empresa Común FCH[13]
recomendó mayor atención a la investigación aplicada y a actividades de
demostración de mayor envergadura vinculadas a las necesidades del sistema
energético, como el uso de hidrógeno para almacenar electricidad de origen
renovable. Estos aspectos subrayan la necesidad de
una cadena de investigación e innovación integrada a escala de la UE que
comprenda desde la investigación básica hasta la implantación en el mercado. 3. ESTRATEGIA DE TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN
ENERGÉTICAS HASTA 2020 Y EN ADELANTE Es necesario que la estrategia en materia
de tecnología e innovación energéticas acelere la innovación en las tecnologías
punta con baja emisión de carbono y las soluciones innovadoras y establezca un
puente entre la investigación y el mercado. Esto queda claramente plasmado en
las propuestas de la Comisión relativas a Horizonte 2020, que agrupa el
apoyo de la UE a la investigación y la innovación (incluidos los herederos de
los actuales 7º PM y programa IEE-II y un mayor apoyo al EIT) en un marco
simplificado. No obstante, la financiación de la UE sigue siendo solo una parte
de la financiación total a escala europea y los principios y transformaciones
clave deben verse reflejados igualmente en las inversiones del sector privado y
de los Estados miembros. La aplicación debe basarse progresivamente en
asociaciones con la escala y el alcance necesarios para lograr mayores efectos
a partir de recursos públicos y privados escasos. 3.1. Principios fundamentales
Añadir valor a escala de la UE La intervención de la UE necesita
centrarse allí donde realmente puede añadir valor. Así, debería concentrarse en
esfuerzos a gran escala que vayan más allá de lo que los Estados miembros pueden
conseguir por sí mismos o bilateralmente, promoviendo la innovación mediante la
reglamentación y la financiación. Asimismo, debería apoyar la creación de
capacidades de investigación e innovación para acelerar las transformaciones, y
generar economías de escala. Considerar el sistema energético en
conjunto al establecer prioridades El desarrollo de tecnologías energéticas
debería considerarse desde la perspectiva de ofrecer a los consumidores finales
unos servicios energéticos rentables: luz, calefacción, refrigeración,
transporte limpio, etc. Los progresos tecnológicos individuales deberían
evaluarse atendiendo a su integración y su incidencia en el conjunto del
sistema energético (producción, transporte, distribución y uso de la energía).
Un enfoque sistémico implica ir más allá de las divisiones existentes entre
fuentes de energía y usos finales, y explotar en consecuencia las sinergias
entre sectores (por ejemplo, energía, TIC, transporte, agricultura),
aprovechando los efectos indirectos y la complementariedad entre distintos
sectores, así como buscar soluciones basadas en el ciclo de vida que reduzcan
la necesidad total de energía gracias a la reducción de los residuos y a la
reutilización y el reciclado de materiales. Integrar las acciones a lo largo de
la cadena de innovación energética y reforzar el vínculo con la política
energética Favorecer el ciclo de la innovación desde
la investigación básica hasta la implantación en el mercado significa impulsar
medidas de penetración en el mercado para generar capacidades, establecer
pruebas del concepto para la próxima generación de tecnologías, superar los
obstáculos normativos, analizar las condiciones del mercado para tecnologías
específicas y crear un clima y un horizonte propicios para la inversión que
hagan aumentar la inversión en innovación. Poner recursos en común y emplear
una cartera de instrumentos financieros El reto energético requiere inversiones
en investigación e innovación que no están al alcance de un único Estado
miembro o actor privado. En un momento en el que se necesitan urgentemente
soluciones impulsadas por la investigación y en el que los recursos públicos no
abundan, existe una necesidad de potenciar las inversiones de cada Estado
miembro para apoyar a la industria con programas que permitan desarrollos
industriales ambiciosos y completos, e indirectamente con una mayor integración
de los centros de investigación y de la financiación institucional nacional.
Las distintas fases de innovación e implantación requieren mecanismos de financiación
adecuados. Debería reforzarse el aprovechamiento de sinergias con los Fondos
Estructurales y de Inversión de la UE, especialmente a través de marcos
estratégicos de investigación e innovación nacionales y/o regionales para la
especialización inteligente[14].
También pueden emplearse otros programas para financiar la innovación, como el
Mecanismo «Conectar Europa» (redes inteligentes y autopistas de la
electricidad) o instrumentos de financiación como los propuestos en el
componente «Acceso a la financiación de riesgo» de Horizonte 2020 o los
implantados directamente por el Banco Europeo de Inversiones. Además, en el
futuro podrían contemplarse mecanismos de financiación basados en el régimen de
comercio de derechos de emisión similares al Programa NER 300. Centrar la atención en las
tecnologías más prometedoras para el periodo posterior a 2020, pero manteniendo
al tiempo la puerta abierta a otras opciones La mayoría de las tecnologías energéticas
tienen plazos de maduración muy largos y, por tanto, las decisiones de
inversión que se tomen ahora tendrán repercusiones mucho más allá de 2020. Por
tanto, la UE necesita impulsar el desarrollo de un conjunto de tecnologías que
no alcanzarán la madurez hasta pasado 2020. La estrategia de tecnología e innovación
energéticas establece un marco para la obtención de tecnologías y soluciones
energéticas viables y económicas tanto a corto como a largo plazo para la UE y
para el mercado mundial. Se basa en la propuesta Horizonte 2020 de la
Comisión Europea actualmente sometida al proceso legislativo de adopción.
También incorporará los resultados del debate en torno al Libro Verde sobre el
marco para las políticas de clima y energía en 2030. 3.2 Principales transformaciones
que resultan necesarias Liberar el pleno potencial de la
eficiencia energética, centrarse en el consumo del uso final Invertir en eficiencia energética genera
ahorros para los consumidores y permite a las industrias de la UE depender
menos de los precios de la energía, al tiempo que reducen sus costes y mejoran
su competitividad. Los edificios, con casi el
40 % del consumo de energía final, son una de las principales prioridades,
tanto en lo que se refiere a aumentar la tasa de renovaciones que mejoren la
eficiencia energética en el caso de los edificios ya construidos como a que los
nuevos tengan un consumo de energía casi nulo. Por ello deben desarrollarse y
demostrarse nuevos materiales de construcción, diseños para integrar las
energías renovables en los edificios y nuevos conceptos y modelos de negocio
para la rehabilitación de edificios en el plano energético. Estos aspectos
requieren apoyo mediante una convergencia entre los enfoques reglamentarios a
escala nacional y regional con el fin de reducir las cargas administrativas,
establecer metodologías normalizadas para medir el rendimiento energético de
los edificios y hacer posible el mercado único. Deben priorizarse el desarrollo y el
lanzamiento comercial de innovaciones que reduzcan de manera sustancial los
costes energéticos de la industria, en particular en el caso de las PYME y las
industrias que hacen un uso intensivo de la energía (por ejemplo, el uso del
aislamiento industrial en toda Europa reduciría el consumo energético anual en
un 4 %). Esto comprende apoyar el desarrollo de competencias que permitan
aprovechar los ahorros por eficiencia energética en la industria mediante la
formación de auditores y gerentes energéticos. Obtener soluciones competitivas
para lograr un sistema energético limpio, sostenible, seguro y eficiente Las innovaciones que aseguren la
flexibilidad y la seguridad del sistema energético europeo reducirán los
costes de la infraestructura energética en su conjunto y la prepararán para
absorber cantidades mucho mayores de energía renovable. Las tecnologías de
almacenamiento de electricidad serán importantes en los ámbitos del transporte
y la distribución. Se requieren innovaciones para garantizar
la continuidad del abastecimiento eléctrico y racionalizar la demanda de
infraestructuras mediante un equilibrio rentable de la electricidad
renovable, en el ámbito local mediante reactividad y flexibilidad ante la
demanda y en el ámbito del transporte mediante innovación en el transporte de
electricidad a larga distancia para permitir un equilibrio entre las múltiples
ubicaciones de las fuentes de energía renovables, por ejemplo, para conectar la
energía eólica marina. Las tecnologías que permitan una participación
activa del consumidor permitirán mejorar la eficiencia energética en las
redes con un mayor aprovechamiento de las TIC. La innovación en las redes de
distribución y el desarrollo de un entorno de mercado que capacite a los
consumidores para aprovechar el mejor precio y las mejores condiciones
energéticas, así como para producir y vender su propia energía, al tiempo que
se garantiza una adecuada protección de los vulnerables. Si bien ya se han desarrollado e
implantado en el mercado satisfactoriamente una serie de tecnologías (energía
eólica en tierra y energía solar fotovoltaica) gracias al apoyo a su
despliegue, se requiere un enfoque abierto y flexible para seguir
desarrollando una cartera de opciones energéticas sostenibles y rentables.
La energía eólica marina flotante y en aguas profundas, la energía oceánica,
los avances en la energía solar concentrada y las nuevas aplicaciones
fotovoltaicas son ejemplos de fuentes energéticas renovables prometedoras. Por
otro lado, es necesario centrar más la investigación en el ámbito de las
tecnologías de calefacción y refrigeración y las tecnologías de pilas de
combustible e hidrógeno. También es necesaria la innovación en nuevos
materiales, tecnologías facilitadoras esenciales, como las tecnologías TIC, la
nanotecnología, la microelectrónica y la nanoelectrónica, la fotónica, la
biotecnología y las vías de procesamiento de fabricación avanzada. El proyecto
ITER (reactor experimental termonuclear internacional)[15] constituye un
elemento fundamental de la investigación a largo plazo que lleva a cabo la UE
en el ámbito de la energía de fusión. El desarrollo tecnológico es necesario
para favorecer el funcionamiento seguro de los sistemas nucleares, el
desarrollo de soluciones sostenibles para la gestión de los residuos
radiactivos, y las competencias nucleares. Debería centrarse en la
seguridad de las centrales nucleares existentes, en particular con el fin de
prorrogar su vida útil, así como en la seguridad de los futuros sistemas
nucleares. Asimismo, debe continuar la investigación en el ámbito de las
soluciones a largo plazo para la gestión de los residuos radiactivos en Europa mediante
el desarrollo del almacenamiento geológico. Estos esfuerzos deberían ir
acompañados de investigación multidisciplinar sobre los riesgos asociados a las
dosis bajas de radiación. La siguiente generación de centrales nucleares de
fisión, como los sistemas que prevé la «cuarta generación», representa las
posibles opciones a largo plazo dentro de la energía nuclear. Aportar unos combustibles alternativos
sostenibles para la combinación de combustibles del transporte en Europa, en consonancia con la estrategia de combustibles alternativos[16] para la
sustitución a largo plazo del petróleo como fuente de energía para todos los
modos de transporte. Esto exige el desarrollo específico y la reducción de los
costes de los combustibles (en particular los biocombustibles avanzados, el
biometano y el hidrógeno) y tecnologías para las aplicaciones de transporte. Impulsar la innovación en entornos
reales y mediante un marco orientado al mercado La ciudades que utilizan mucha más
energía de la que producen necesitan un enfoque particular. Es necesaria una
mayor integración y optimización de los flujos de energía, información y
transporte a nivel de barrios, ciudades y comunidades. Tal es la premisa de la
asociación europea para la innovación «Ciudades y Comunidades Inteligentes»[17]: demostrar
soluciones urbanas inteligentes de escala comercial basadas en el uso de las
TIC en los sectores de la energía y el transporte que permitan obtener
soluciones rentables en las zonas urbanas europeas. Las medidas de absorción por el mercado
son necesarias durante la fase de despliegue de todas las tecnologías
energéticas innovadoras para permitir el incremento de las inversiones en las
cadenas de suministro y apoyar la aplicación de políticas en materia de redes,
energía renovable y eficiencia energética a fin de superar los obstáculos no
tecnológicos, entre ellos: ·
reforzar la capacidad de los
protagonistas del mercado y las autoridades públicas para introducir políticas
y medidas eficaces que acerquen las tecnologías al mercado; esto incluye el
desarrollo continuo de los profesionales (por ejemplo, la capacitación de
técnicos o ingenieros); ·
favorecer el desarrollo y la implantación de
soluciones de financiación innovadoras para la energía renovable y la
eficiencia energética, lo que comprende financiar su despliegue. Las estrategias de innovación nacionales
y regionales deben desempeñar una función esencial para impulsar la innovación
en entornos reales. Por tanto, conviene movilizarlas para sostener la creación
de capacidades de investigación e innovación y acelerar la explotación y
difusión en el mercado de los resultados de la investigación y la innovación,
con especial atención a la creación de un entorno empresarial que favorezca la
innovación en el ámbito de las PYME y la industria regional y local, lo que
incluye mejorar el acceso a la financiación de riesgo. 4. APLICACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE
TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN ENERGÉTICAS El Plan EETE sigue siendo el instrumento
fundamental para dar respuesta a los retos antes mencionados. Constituye el
punto de referencia para las inversiones de la UE, nacionales, regionales y
privadas en investigación e innovación en el sector energético. No obstante, también debe reforzarse el
Plan EETE para que responda a los nuevos retos y consolidar mejor los recursos
y la capacidad de investigación e innovación en toda Europa. A tal efecto, se
proponen los siguientes cambios: ·
Para abordar la integración del sistema
energético y la cadena de innovación, debería elaborarse una hoja de ruta
integrada, bajo los auspicios del Grupo de Dirección del Plan EETE, que
incorporase los principios y las medidas clave enunciados en la presente
Comunicación. Esta hoja de ruta integrada debería consolidar las hojas de ruta
tecnológicas (actualizadas) del Plan EETE, conservando al tiempo las
particularidades de las tecnologías; contemplar íntegramente la cadena de
investigación e innovación, desde la investigación básica hasta la demostración
y el apoyo a la implantación en el mercado; e identificar claramente las funciones
y responsabilidades de las distintas partes interesadas, como la EERA, las EII,
el EIT, las APP europeas pertinentes y otras partes interesadas como las
universidades, los inversores y los financiadores, así como promover sinergias
e interacciones entre ellas. La primera hoja de ruta integrada debería estar
elaborada para finales de 2013. ·
Basándose en la hoja de ruta integrada, los
Estados miembros y la Comisión deberían elaborar un plan de acción que
estableciera inversiones coordinadas y/o conjuntas por parte de cada Estado
miembro, entre los Estados miembros y con la UE. Tales inversiones deberían ir
más allá de los programas de subvenciones e incluir adquisiciones e
instrumentos de ingeniería financiera. El plan de acción seguirá un enfoque
flexible y preverá distintos modos de aplicación, como la armonización de la
financiación de los Estados miembros y la CE en torno a las prioridades
enunciadas en la hoja de ruta integrada e inversiones conjuntas entre los
Estados miembros y/o con la Unión Europea. Este plan de acción debería, además,
contemplar la financiación institucional y las capacidades de investigación de
la EERA. Debería desarrollarse para mediados de 2014, actualizarse con
regularidad y recibir el apoyo de una o varias redes de organismos de
financiación. ·
Un sólido sistema de informes basado en el sistema
estratégico de información sobre tecnologías energéticas (SETIS) del Plan
EETE permitiría el seguimiento de la aplicación de la hoja de ruta integrada y
del plan de acción. Debería realizarse un informe anual de los progresos
alcanzados conforme a los datos proporcionados por los Estados miembros con el
fin de evaluar el efecto en los objetivos de la política energética y orientar
mejor la ayuda nacional y de la UE. ·
Debería crearse una estructura de
coordinación al amparo del Grupo de Dirección del Plan EETE para fomentar
las inversiones en investigación e innovación en el ámbito de la eficiencia
energética. Debería incluir las asociaciones público-privadas de la UE en este
ámbito, la asociación europea para la innovación «Ciudades y Comunidades
Inteligentes» y otras iniciativas destinadas a facilitar el despliegue en el
mercado. Esta estructura debería estar integrada por la comunidad
investigadora, la industria y el mercado, las autoridades públicas y los
financiadores. Por tanto, podría ser necesario reforzar
el funcionamiento y el mandato del Grupo de Dirección del Plan EETE con
objeto de abordar el reto de elaborar la hoja de ruta integrada. Asimismo, las iniciativas industriales
europeas y las plataformas tecnológicas europeas conexas deben ajustar su
mandato, estructura y participación, en particular reforzando el componente
industrial, para actualizar sus hojas de ruta tecnológicas y para contribuir a
la hoja de ruta integrada. Deben abordarse las tecnologías emergentes y los
nuevos desarrollos, en particular en materia de energía marina y
almacenamiento, vinculados a la estrategia de «crecimiento azul». Al mismo
tiempo, la Alianza Europea para la Investigación en el Sector Energético
debe seguir integrando sus capacidades de investigación y aumentar la
repercusión comercial en el mercado de sus resultados, en estrecha colaboración
con las iniciativas industriales europeas. En todas estas estructuras debe atraerse
a nuevas partes interesadas con el fin de abordar la innovación no tecnológica
y la superación de los obstáculos reglamentarios, financieros, comportamentales
y comerciales para así mejorar la preparación del mercado. Esto incluye a los
actores locales, las PYME, las TIC, los reguladores, los operadores de redes,
los financiadores y los consumidores. La dimensión externa debería
reforzar la excelencia de la UE y su atractivo como socio en materia de
investigación. La cooperación internacional en I+D, en consonancia con la
Estrategia de Cooperación Internacional[18]
y en virtud de Horizonte 2020, debería centrarse en aquellos retos clave
en materia de investigación e innovación energéticas a los cuales pueda aportar
valor añadido y beneficios para la UE. La dimensión externa de la política
energética, que incluye los diálogos bilaterales sobre cuestiones energéticas[19] y los acuerdos de
cooperación científica y tecnológica existentes entre la Comisión y terceros
países socios, debería aplicarse de forma coordinada y de manera que estos aspectos
se reforzasen mutuamente. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre
el Cambio Climático, que proporciona un marco internacional para las
tecnologías climáticas y energéticas, constituye otro asociado importante.
Gracias a su mecanismo tecnológico se espera un crecimiento del mercado mundial
de la transferencia de tecnología a los países emergentes y en desarrollo. Países como los Estados Unidos, Japón y
China están iniciando y aplicando ambiciosos programas de bajas emisiones de
carbono, los cuales representan importantes oportunidades de cooperación en
materia de investigación e innovación para el sector europeo de la
investigación, así como oportunidades de mercado para la industria, por ejemplo
en relación con las redes inteligentes, las pilas de combustible e hidrógeno,
la energía renovable o la seguridad nuclear y la fusión nuclear. Debe
mantenerse la cooperación multilateral entre la UE, los Estados Unidos y Japón
en cuanto a las materias primas críticas para energía. Además, debería seguir
explotándose el potencial de la energía solar en cooperación con los socios
mediterráneos. 5. CONCLUSIONES La estrategia de tecnología e innovación
energéticas de la UE forma parte integrante de la política energética de la UE.
Como tal, debe complementar las medidas reglamentarias existentes, garantizar
que la UE se encuentre en la vanguardia de la innovación en los mercados
energéticos internacionales y abordar los retos que plantea la actual situación
económica. Debe contribuir a que nuestra energía sea más competitiva en costes
y a la fiabilidad del abastecimiento. En la presente Comunicación, la Comisión
ha descrito su estrategia para asegurar que la UE siga disponiendo de un sector
de tecnología e innovación de categoría mundial para abordar los retos hasta
2020 y en fechas posteriores. Para respaldar este enfoque, la Comisión ·
se encargará de: ·
garantizar la elaboración, junto con las
partes interesadas del Plan EETE, de una hoja de ruta integrada en torno a las
prioridades enunciadas en la estrategia de tecnología e innovación energéticas
de la UE para finales de 2013; ·
definir, junto con los Estados miembros, un
plan de acción de inversiones conjuntas e individuales que sustenten la hoja de
ruta integrada para mediados de 2014; ·
reforzar, junto con los Estados miembros, el
sistema de informes para el seguimiento de la hoja de ruta integrada y del plan
de acción sobre la base del sistema estratégico de información sobre
tecnologías energéticas (SETIS) del Plan EETE; ·
invitar, junto con los Estados miembros en el
contexto del Grupo de Dirección, a las iniciativas industriales europeas y a
las plataformas tecnológicas europeas asociadas a que reajusten su mandato,
estructura y participación para actualizar sus hojas de ruta tecnológicas y
contribuir a la hoja de ruta integrada; ·
crear una estructura de coordinación al amparo
del Grupo de Dirección del Plan EETE para fomentar las inversiones en
investigación e innovación en el ámbito de la eficiencia energética; ·
pide al Parlamento Europeo y al Consejo que: –
reafirmen su apoyo al Plan EETE como parte de
las políticas europeas en materia de energía y cambio climático y a su refuerzo
para el desarrollo de la tecnología y la innovación energéticas, tal como
contempla la presente Comunicación; –
refrenden los principios y transformaciones
clave propuestos, exigidos por la tecnología y la innovación energéticas en
toda la UE; –
apoyen la alineación de los recursos de la UE,
nacionales, regionales y privados con este enfoque integrado de la
investigación y la innovación; ·
invita a los Estados miembros y las regiones a
apoyar la puesta en práctica de la hoja de ruta integrada y del plan de acción
mediante: –
una mejor coordinación de sus programas de
investigación e innovación energéticas y mediante el uso de los Fondos Estructurales
y de Inversión de la UE y de los ingresos procedentes de las subastas del
régimen de comercio de emisiones de la UE; –
una mayor colaboración a través de acciones
conjuntas y agrupaciones en proyectos con un valor añadido europeo; –
una mayor integración de las capacidades de
investigación y de la financiación institucional a escala nacional a través de
la Alianza Europea para la Investigación en el Sector Energético; –
la prestación de apoyo para un despliegue más
rápido en el mercado de las tecnologías energéticas sostenibles. [1] Tal como se establecieron en la Comunicación sobre
el Plan EETE en 2007 (COM(2007) 723) y en la Comunicación sobre la inversión en
tecnologías con baja emisión de carbono en 2009 (COM(2009) 519). [2] El Grupo de Dirección del Plan EETE, integrado por
los Estados miembros de la UE, tiene el mandato de diseñar acciones conjuntas y
conseguir recursos para la aplicación del Plan EETE. Las IIE, basadas en las
plataformas tecnológicas europeas, proponen hojas de ruta tecnológicas a fin de
aunar los esfuerzos de la UE, los Estados miembros y la industria para la
consecución de objetivos comunes. La EERA agrupa a los principales centros de
investigación energética de la UE y tiene el mandato de aplicar programas
conjuntos mediante la puesta en común de las capacidades nacionales en Europa.
La Cooperación de Innovación Europea «Ciudades y Comunidades Inteligentes», que
en un principio era el componente de eficiencia energética del Plan EETE,
integra ahora a nivel de ciudades y comunidades las aplicaciones a escala real
de soluciones innovadoras en materia de energía, transporte y TIC. La Comisión
sistema estratégico de información sobre tecnologías energéticas (SETIS) está
dirigido y coordinado por el Centro Común de Investigación (JRC). [3] SEC(2011) 1609 – Documento de trabajo de los
servicios de la Comisión «Materials Roadmap Enabling Low Carbon Energy
Technologies». [4] En COM(2009) 519 se estimaban necesarios 8 000
millones EUR anuales para hacer avanzar eficazmente las acciones del plan EETE.
[5] En el caso del sector nuclear el gasto se refiere a
Euratom. [6] Documento de trabajo de los servicios de la
Comisión sobre evaluación tecnológica, figura 3.2. [7] 1 EUR/kW para los sistemas llave en mano de
100 kW en 2030 (expresado en precios de 2011, sin incluir el IVA). [8] Estimación del JRC basada en un factor de capacidad
del 23 %, que es la cifra media de 2011 en Europa. [9] El mecanismo ELENA de replicación en el mercado fue
lanzado por la Comisión y el Banco de Europeo de Inversiones (BEI) en diciembre
de 2009 para apoyar la inversión en eficiencia energética y proyectos
relacionados con las energías renovables. A cargo del BEI, el Kreditanstalt für
Wiederaufbau (KfW), el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa (BDCE) y el
Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), el mecanismo ELENA se
financia a través del programa IEE de la Comisión Europea. [10] La revisión del Plan EETE por el JRC/SETIS puede
consultarse en: http://setis.ec.europa.eu/set-plan-implementation/set-plan-review-2010-2012 [11] El informe completo de la consulta pública puede
consultarse en: http://ec.europa.eu/energy/technology/consultations/20130315_technology_innovation_en.htm [12] Ex-ante evaluation of a successor of the
‘Intelligent Energy- Europe II’ (2007-2013), disponible en:
http://ec.europa.eu/energy/intelligent/files/doc/2011_iee2_programme_ex_ante_en.pdf [13] Disponible en:
http://ec.europa.eu/research/evaluations/pdf/archive/other_reports_studies_and_documents/eval_fuel_cell_hydro_report_2011.pdf [14] En la propuesta relativa a la política regional para
el periodo 2014-2020 se solicita a los Estados miembros o las regiones la
elaboración de tales estrategias. [15] Desarrollado conjuntamente por Japón, China, India,
Corea del Sur, Rusia, Estados Unidos y la UE. [16] COM(2013) 17 final. [17] C(2012) 4701 final. [18] COM(2012) 497 final. [19] COM(2011) 539 final.