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Document 52012DC0299
COMMUNICATION FROM THE COMMISSION TO THE EUROPEAN PARLIAMENT, THE EUROPEAN COUNCIL, THE COUNCIL, THE EUROPEAN CENTRAL BANK, THE EUROPEAN ECONOMIC AND SOCIAL COMMITTEE, THE COMMITTEE OF THE REGIONS AND THE EUROPEAN INVESTMENT BANK ACTION FOR STABILITY, GROWTH AND JOBS
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO EUROPEO, AL CONSEJO, AL BANCO CENTRAL EUROPEO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO, AL COMITÉ DE LAS REGIONES Y AL BANCO EUROPEO DE INVERSIONES MEDIDAS EN FAVOR DE LA ESTABILIDAD, EL CRECIMIENTO Y EL EMPLEO
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO EUROPEO, AL CONSEJO, AL BANCO CENTRAL EUROPEO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO, AL COMITÉ DE LAS REGIONES Y AL BANCO EUROPEO DE INVERSIONES MEDIDAS EN FAVOR DE LA ESTABILIDAD, EL CRECIMIENTO Y EL EMPLEO
/* COM/2012/0299 final - 2012/ () */
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO EUROPEO, AL CONSEJO, AL BANCO CENTRAL EUROPEO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO, AL COMITÉ DE LAS REGIONES Y AL BANCO EUROPEO DE INVERSIONES MEDIDAS EN FAVOR DE LA ESTABILIDAD, EL CRECIMIENTO Y EL EMPLEO /* COM/2012/0299 final - 2012/ () */
1.
Introducción
La crisis que afecta
actualmente a tantas partes de Europa ha socavado la confianza en la capacidad
del sistema político y económico europeo para cumplir la aspiración recogida en
el Tratado de la UE de un «desarrollo sostenible … basado en un crecimiento
económico equilibrado». Muchos de nuestros conciudadanos han expresado su
cólera y su perplejidad ante la velocidad a la que un largo periodo de subida
continua del nivel de vida se ha convertido en una inmensa crisis financiera,
con grandes pérdidas de empleo y la perspectiva de unos niveles elevados de
deuda durante gran parte de los próximos años. Las deudas, déficits y
desequilibrios que afronta actualmente la UE no han surgido de un día para
otro; se han ido forjando a lo largo de muchos años y sus consecuencias
sociales son de gran alcance. Estamos en un momento de prueba para los
gobiernos nacionales y para la UE. Algunas de las dificultades que
experimentamos actualmente fueron traídas a la UE por la crisis financiera,
pero otras tienen causas internas. En cualquier caso, lo que importa ahora es
la calidad y la efectividad de nuestra respuesta. La crisis económica y
financiera ha subrayado la interdependencia entre todas las economías de la UE,
así como entre la economía de la Unión y el resto de las economías mundiales.
También ha puesto de manifiesto una serie de lagunas, deficiencias y
desequilibrios importantes en la formulación de las políticas nacionales,
europeas y mundiales. Desde los comienzos de la crisis la UE y sus Estados miembros
han estado trabajando para revisar su modelo económico y restaurar su
competitividad. Como afirmaba la Comisión en su Hoja de ruta para la
estabilidad y el crecimiento de octubre de 2011[1],
ello ha implicado: ·
Dar prioridad a las políticas de estabilidad y
refuerzo del crecimiento a fin de permitir a la UE volver a un crecimiento
sostenible y a niveles elevados de empleo. ·
Construir una gobernanza económica más
vigorosa e integrada que permita detectar y corregir los desequilibrios mucho
antes, sometiendo las políticas nacionales a una vigilancia más estricta a
nivel de la UE a fin de reflejar la realidad de que la fuerza y la prosperidad
futuras de cada Estado miembro están vinculadas a las de todos los demás. ·
Reforzar el sistema bancario exigiendo que los
bancos comuniquen su nivel real de endeudamiento, afronten sus créditos dudosos
y reestructuren sus modelos de negocio de forma que, en el futuro, sean capaces
de prestar dinero a las empresas y las familias sin necesidad de rescates
pagados por los contribuyentes. ·
Dar una respuesta decisiva a los problemas de
Grecia a través de dos grandes «paquetes» de ayuda financiera y un apoyo
intensivo a un programa de recuperación orientada al crecimiento. ·
Mejorar los mecanismos de protección frente a
la crisis en la Eurozona ideando nuevas formas de apoyar a aquellos Estados
miembros que tienen unos niveles de deuda muy elevados mientras restauran sus
finanzas públicas y equilibran sus ingresos y sus gastos a fin de poder seguir
costeando los servicios sociales, la atención sanitaria, las pensiones, la
educación y las infraestructuras públicas en el futuro. Siguiendo esta «Hoja
de ruta» hemos conseguido avances sólidos, aunque desiguales. Tras un periodo
de ralentización de la actividad económica, existen indicios claros de que se
está reestableciendo el equilibrio de nuestra economía; se están reduciendo los
grandes déficits por cuenta corriente que se habían ido acumulando desde
2007/8, se han realizado ajustes salariales al alza en los países con
«superávit» y a la baja en los países con «déficit», y en varios Estados
miembros los precios de la vivienda están volviendo a niveles más acordes a las
condiciones económicas subyacentes. De este doloroso proceso de estabilización
y reforma surgirá una nueva economía europea más fuerte gracias al apoyo del
nuevo sistema de gobernanza económica de la UE. El crecimiento
sostenible y duradero, así como la mejora del nivel de vida, solo pueden
basarse en unas finanzas públicas saneadas, unas reformas estructurales
profundas e inversiones selectivas. No obstante, la única forma de afrontar los
retos que plantean estas soluciones es contar con un crecimiento suficiente. La
estabilidad y el crecimiento no son términos contradictorios, sino las dos
caras de una misma moneda. Los Estados miembros tienen que hacer frente a la
falta de confianza actual en la economía con reformas audaces que permitan
invertir la tendencia a la baja de nuestra competitividad. Debemos actuar ahora
para reducir las diferencias alarmantes que se dan en materia de competitividad
en el interior de la UE y en el interior de la Eurozona. Aunque la UE en su
conjunto ha podido conservar su cuota del comercio mundial, también tenemos que
luchar contra el descenso de la competitividad internacional y la pérdida de
cuotas de mercado que se advierte claramente en varios Estados miembros. A corto plazo los
ciudadanos necesitan tener esperanza y la perspectiva de un futuro mejor; sin
esta perspectiva nos enfrentaremos a dificultades políticas y sociales cada vez
mayores a la hora de llevar a cabo las reformas necesarias lo que, a su vez,
retrasará la recuperación. Debemos alcanzar un consenso sobre la necesidad del
cambio y sobre las opciones que hay que tomar, y para ello hay que crear un
clima de confianza. El papel de los interlocutores sociales en este diálogo
será muy importante. Este es el motivo por
el que la UE tiene que mejorar la parte de su estrategia general referente al
crecimiento. Para ello habrá que combinar lo que puedan hacer los Estados
miembros a escala nacional con medidas a escala de la UE, sustentando estos
esfuerzos en la Estrategia Europa 2020 y en nuestras nuevas estructuras de
gobernanza. Algunos de los componentes clave de esta iniciativa de crecimiento
ya existen, pero es necesario aplicarlos plenamente. Otros requerirán visión,
valor y liderazgo para liberar todo su potencial, pero los retos que afronta
actualmente la UE exigen medidas audaces y efectivas. En la presente
Comunicación la Comisión propone una serie de elementos que pueden formar parte
de una nueva iniciativa de crecimiento basada en dos pilares que se refuerzan
mutuamente: ·
Un pilar europeo que aproveche los logros y
las sinergias del trabajo conjunto en la Unión. ·
Un pilar a escala de los Estados miembros que
libere el potencial de crecimiento de las reformas estructurales que se han
identificado dentro del Semestre Europeo. Tras la reunión
informal del Consejo Europeo que tuvo lugar el 23 de mayo y en el periodo
previo al Consejo Europeo de junio, la Comisión seguirá trabajando en todos los
elementos que puedan ayudar a reforzar el crecimiento y la competitividad.
2.
Papel de la UE en una nueva iniciativa de crecimiento
En la UE hemos nos
hemos puesto de acuerdo sobre la Estrategia Europa 2020[2], concebida para
lograr una Europa inteligente, sostenible e integradora. Esta es la plataforma
para lanzar una nueva iniciativa de crecimiento. Todos los Estados miembros han
expresado su acuerdo con los objetivos de Europa 2020 en materia de empleo,
energía, educación y formación, investigación y mitigación de la pobreza, que
indican el camino que deben seguir las reformas en Europa. Conseguir estos
objetivos dará un gran impulso a la competitividad y ayudará a la convergencia,
situando a la UE en la vía hacia un mayor crecimiento. Un compromiso más activo
en nuestro objetivo de invertir el 3 % del PIB en I+D podría generar 3,7
millones de empleos e incrementar el PIB de la UE en 800 000 millones EUR
de aquí a 2020. El cumplimiento de nuestros objetivos en materia de cambio
climático y energía para 2020 podría generar hasta 5 millones de empleos,
aumentaría la seguridad energética de Europa y nos ayudaría a alcanzar nuestras
metas a este respecto. Sacar de la pobreza a al menos 20 millones de personas
no solo mejorará sus vidas, también aportará beneficios económicos al conjunto
de la sociedad. Estas cifras muestran que es posible crear nuevas posibilidades
de empleo y de negocios en la UE, reduciendo notablemente el desempleo y
ofreciendo a nuestros conciudadanos un futuro mejor y más respetuoso con el
medio ambiente.
2.1.
Aprovechar el potencial de crecimiento de la
Unión Económica y Monetaria
En los últimos años
se ha trabajado intensamente en el establecimiento de los mecanismos de
vigilancia económica necesarios para apoyar la Unión Económica y Monetaria. La
forma en que la UE y sus Estados miembros apliquen este nuevo sistema
determinará la efectividad de sus políticas, así como la confianza en los
mercados. En una perspectiva a más largo plazo, es necesaria una integración
más profunda para la plena realización de nuestra Unión Económica y Monetaria.
Una UE fuerte necesita una moneda estable; ello beneficia a todos los Estados
miembros independientemente de que pertenezcan o no a la Eurozona. La
credibilidad del euro en los mercados internacionales afecta a la capacidad de
Europa para contraer préstamos a tipos razonables y reembolsarlos gracias a una
economía fuerte. ·
El Pacto de Estabilidad y Crecimiento
reforzado ofrece a la UE los sólidos instrumentos estratégicos y basados en la
reglamentación que necesita para garantizar unas finanzas públicas saneadas.
Para la mayoría de los Estados miembros la prioridad actual es corregir los
déficits excesivos. Aparte del conjunto de dos medidas legislativas («two
pack») propuesto recientemente, no existe una necesidad inmediata de
cambiar las reglas que se acordaron no hace mucho. Las reglas vigentes permiten
valorar la situación de cada Estado miembro y diferenciarla de la de los demás
en función de su margen de maniobra presupuestario y sus condiciones macroeconómicas,
garantizando a la vez la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas.
Un aspecto esencial para la aplicación de las reglas es la evaluación de las
medidas presupuestarias adoptadas por los Estados miembros, especialmente en
términos estructurales. La Comisión supervisará los efectos de las rigurosas
restricciones presupuestarias sobre el gasto público favorable al crecimiento y
sobre la inversión pública. En caso necesario, facilitará orientaciones sobre
el margen de acción posible dentro de los límites de los marcos presupuestarios
nacionales y de la UE. En los próximos meses publicará un informe sobre la
calidad del gasto público en el que tratará este asunto. ·
Hemos avanzado considerablemente en el
refuerzo de nuestros mecanismos financieros de protección. El Mecanismo
Europeo de Estabilidad entrará en vigor el 1 de julio de 2012 – un año antes de
los previsto – como mecanismo permanente para financiar la gestión de la crisis
en la Eurozona. Considerando conjuntamente el Mecanismo Europeo de Estabilidad,
el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera y otros instrumentos para
financiar la crisis, actualmente contamos con una capacidad de préstamo de
800 000 millones EUR. Junto con el incremento de los recursos del FMI
acordado recientemente, los mecanismos financieros de protección europeos
suponen una contribución notable para las redes mundiales de seguridad
financiera. Empero, la forma en que utilicemos nuestros mecanismos reviste
también una importancia fundamental. Para los países que ratifiquen el Tratado
Presupuestario, el Mecanismo Europeo de Estabilidad cuenta con una amplia gama
de instrumentos nuevos que permitirán a la UE responder de manera más efectiva
a las situaciones de crisis. En este contexto la flexibilidad y la capacidad de
actuar rápidamente serán fundamentales. ·
Un sector bancario más fuerte en la UE:
Se ha evitado el colapso financiero y la supervisión del sector financiero se
ha revisado de arriba abajo. Actualmente los bancos transfronterizos están
supervisados por órganos colegiados y se han creado tres nuevas autoridades de
supervisión de la UE. También se ha creado la Junta Europea de Riesgo Sistémico
como supervisor macroprudencial en toda la UE. Sigue siendo necesario completar
la recapitalización de algunos bancos, como parte de la estrategia que
actualmente está coordinando la Autoridad Bancaria Europea. Aunque varios
bancos están reembolsando ya los préstamos públicos recibidos durante la
crisis, el coste para el contribuyente ha sido enorme. Para garantizar que el
sector privado pague la parte que le corresponda en posibles futuros rescates,
la Comisión propondrá en junio medidas legislativas sobre un marco común para
la recuperación y la resolución de los bancos y las empresas de inversión. Ello
ofrecerá un conjunto de herramientas que permitirá la resolución gestionada de
las entidades de importancia sistémica en caso necesario. ·
Profundizar en la Unión Económica y
Monetaria: Tenemos que mirar más allá del futuro
inmediato, y considerar la Unión Económica y Monetaria en una perspectiva a más
largo plazo. La Comisión propugnará una respuesta ambiciosa y estructurada. Las
previsiones de crecimiento de la UE se ven seriamente afectadas por la actual
falta de confianza en la Eurozona. Mientras no se superen una serie de
incertidumbres fundamentales, como la situación en Grecia, seguiremos sin
contar con la confianza necesaria para la inversión y la creación de empleo.
Partiendo de lo conseguido hasta la fecha, necesitaremos un proceso para trazar
los principales pasos hacia una plena Unión Económica y Monetaria. Para señalar
que estamos firmemente decididos a ir más allá, los Estados miembros han de
demostrar su compromiso político con el euro, lo que ayudará a restaurar la
confianza en la Eurozona y nuestra capacidad para superar las dificultades
actuales. Ello requerirá un amplio proceso que tendrá en cuenta los aspectos
legales e incluirá un proceso político que confiera legitimidad democrática a
las futuras medidas destinadas a conseguir una mayor integración y garantice la
rendición de cuentas. Los principales bloques constitutivos podrían incluir,
entre otras cosas, el avance hacia una unión bancaria con supervisión
financiera integrada y un único sistema de garantía de depósitos. Ya en su
Libro Verde[3]
de noviembre de 2011 la Comisión expuso sus ideas sobre la forma en que la
Eurozona puede pasar a emitir deuda conjunta. Habrá que planificar el ritmo y
la secuencia de estos avances, con un programa de trabajo y un calendario, pero
si confirmamos cuanto antes los pasos que deben darse pondremos de relieve la
irreversibilidad y la solidez del euro.
2.2.
Aprovechar el potencial del mercado interior
El mercado interior
de bienes está funcionando en líneas generales, pero no puede decirse lo mismo
del mercado de servicios o del mercado único en línea. Aprovechar mejor el
mercado interior es una de las formas más efectivas de impulsar el crecimiento
en toda la UE. La decisión de adoptar por fin la Patente UE daría un
impulso inmediato a las empresas innovadoras; después de tantos años ha llegado
el momento de decidirse. En junio la Comisión
propondrá medidas para mejorar la aplicación de la Directiva de servicios.
Muchos Estados miembros han optado por mantener obstáculos y restricciones que
les impiden, a ellos y a los demás Estados miembros, beneficiarse plenamente de
esta Directiva en términos de competitividad y crecimiento. Los análisis de la
Comisión muestran que si se eliminaran todas las restricciones podría añadirse
un beneficio adicional del 1,8 % del PIB al ya obtenido gracias a la
aplicación parcial de la Directiva, estimado en un 0,8 %. También
demuestra que la reducción o la eliminación de los obstáculos tiene un efecto
positivo sobre los flujos comerciales y la inversión extranjera directa, así
como sobre los niveles de productividad dentro de cada Estado miembro.
Asimismo, ello contribuirá a restaurar el equilibrio entre los países que
presentan superávit y los que presentan déficit. Posteriormente en
este mismo año la Comisión propondrá un Acta del Mercado Único II
concebida para completar el mercado único en ámbitos clave, como la industria
digital y la industria de redes, en los que los resultados actuales de la UE
son insuficientes. Dotar a la UE de la infraestructura física y virtual que
necesita para afrontar los desafíos del siglo XXI puede impulsar el crecimiento
y el empleo. Las nuevas tecnologías y redes pueden reducir la congestión en
nuestros cielos y carreteras, ayudar al desarrollo de redes eléctricas
inteligentes que utilicen energías renovables y puedan, por ejemplo, impulsar
coches eléctricos, y facilitar a todas las empresas tecnologías generadoras de
productividad a costes más bajos a través de la «computación en nube». La UE
necesita invertir en tecnologías facilitadoras esenciales como la biotecnología,
las nanotecnologías y las microtecnologías para mantener su competitividad
industrial en el futuro, desarrollando nuevos bienes y servicios y
reestructurando sus procesos industriales a fin de modernizar su industria. La Comisión ha
subrayado siempre la importancia de eliminar los obstáculos tributarios transfronterizos
en el mercado interior. Los progresos conseguidos a escala de la UE pueden
apoyar y facilitar las medidas adoptadas por los distintos Estados miembros
para alcanzar los objetivos de sus respectivas estrategias de crecimiento y
colaborar en el establecimiento de un marco general sólido para reforzar la
recaudación de ingresos, luchar contra el fraude y garantizar unas condiciones
de competencia justas y sólidas. En este contexto es necesario que el Consejo
desbloquee las propuestas de la Comisión sobre el ahorro y sobre los mandatos
para la cooperación con terceros países. A lo largo de este año la Comisión
publicará una Comunicación en la que expondrá las opciones para tratar los asuntos
relacionados con los paraísos fiscales y las técnicas agresivas de
planificación fiscal. La Comisión considera que debe combatirse la
planificación fiscal predatoria paralelamente a la lucha contra el fraude. Ello
requiere un trabajo técnico detallado y un compromiso político claro, pero
podría aportar ventajas sustanciales no sólo en términos de mayores ingresos,
sino también de unas condiciones de competencia más justas. La fiscalidad de la energía ofrece un claro
ejemplo de la relación positiva entre las medidas adoptadas por la UE y las
adoptadas por los Estados miembros. La propuesta de la Comisión de
reestructurar la forma de imposición de la energía apoyaría el objetivo de
pasar a una economía con bajas emisiones de carbono y eficiente desde el punto
de vista energético, reduciendo a la vez las distorsiones debidas a las
diferencias en la fiscalidad de productos similares utilizados para el mismo
fin. Reforzar la neutralidad de los impuestos e incentivar las fuentes de
energía más ecológicas ayudarían a cumplir los objetivos de la UE en materia de
reducción de CO2, eficiencia energética y energías renovables.
2.3.
Aprovechar el potencial del capital humano
En su reciente «paquete» sobre el empleo la Comisión
ha propuesto una serie de medidas concretas para una recuperación generadora de
empleo en toda la UE. La Comisión, los Estados miembros, los interlocutores
sociales y las partes interesadas de los sectores público y privado deberán
cooperar en la aplicación de las medidas concretas propuestas para aprovechar
el potencial de generación de empleo de sectores clave como las TIC
(tecnologías de información y comunicación), la atención sanitaria y la
economía verde. La supervisión mejorada de los planes nacionales de empleo
mediante evaluaciones comparativas e indicadores de resultados propuesta por la
Comisión dará un mayor impulso a las reformas destinadas a la creación de
empleo, que también se beneficiarían de una vinculación más estrecha entre las
recomendaciones específicas para cada país y la utilización de los Fondos
Estructurales, especialmente el Fondo Social Europeo, tal como preconiza la
Comisión de cara al próximo periodo de programación (2014-2020). Con más de tres millones de puestos vacantes en toda
la UE se hace necesario invertir más en cualificaciones para solucionar los
desfases entre la oferta y la demanda. Los programas de la UE como Erasmus y
Leonardo desempeñan un papel importante para ayudar a los ciudadanos a
estudiar, recibir formación y adquirir experiencia laboral en los demás Estados
miembros. Nuevos instrumentos como el Panorama de Capacidades y el Pasaporte de
Capacidades ayudarán a que todos los Estados miembros reconozcan las
cualificaciones adquiridas en otro Estado miembro. La Comisión está trabajando
para mejorar la movilidad laboral y ayudar a casar las cualificaciones de los
trabajadores disponibles con las ofertas de empleo. Todavía puede conseguirse
mucho más si se eliminan los obstáculos jurídicos y prácticos a la libre
circulación de trabajadores, especialmente en lo que respecta a la portabilidad
de las pensiones y la coordinación de las disposiciones en materia de seguridad
social, y se ponen mejor en relación las ofertas de empleo con las personas que
buscan empleo, transformando EURES en un auténtico instrumento europeo de
colocación y contratación.
2.4.
Aprovechar las fuentes exteriores de
crecimiento
Si bien la balanza de
comercio exterior de la UE está equilibrada en su conjunto, los exámenes de
cada país efectuados por la Comisión muestran que algunos Estados miembros han
estado sufriendo una pérdida preocupante de sus cuotas de mercado de
exportación durante un periodo prolongado. Muestran también, empero, que los
Estados miembros con mejores resultados han utilizado el crecimiento derivado
de la exportación para impulsar sus economías. Lo que es más, dos terceras
partes de las importaciones de la UE se reexportan con valor añadido, lo que
demuestra que la UE tiene mucho que ganar si intensifica sus relaciones
comerciales y de inversión con socios clave. Gran parte del crecimiento mundial
futuro vendrá de las economías emergentes, con gran potencial de crecimiento.
La UE tiene que aprovechar este crecimiento celebrando acuerdos de comercio e
inversión bilaterales y regionales con socios clave. El Acuerdo de Libre Comercio
con Corea, que entró en vigor recientemente, ya está dando sus frutos, con un
aumento del 20 % de las exportaciones de la UE durante 2011. La UE está
negociando activamente diversos acuerdos de libre comercio, a los que seguirán
otros. Para que se plasmen las inmensas ventajas que ofrecen estos acuerdos,
tenemos que acelerar el ritmo de las negociaciones y las ratificaciones.
2.5.
Aprovechar el potencial de financiación por la
UE del crecimiento que necesita Europa
Incluso en momentos
de riguroso saneamiento presupuestario las inversiones y el gasto público
selectivos siguen siendo necesarios. La Comisión ha estado fomentando un
saneamiento favorable al crecimiento, instando a los Estados miembros a
proteger el gasto en investigación, educación, gestión sostenible de los
recursos naturales, energía y servicios sociales. Aunque el presupuesto de la
UE es reducido, solo un 1 % de su PIB, ofrece un valor añadido inmenso y
puede actuar como catalizador del crecimiento en toda Europa. ·
El Marco Financiero Plurianual 2014-2020. La Comisión ha presentado propuestas relativas a un
presupuesto de crecimiento e inversión para la UE en el próximo periodo
financiero. Las propuestas de la Comisión vinculan las recomendaciones
específicas de reformas estructurales para cada país con el apoyo del
presupuesto de la UE, con el fin de ayudar a los Estados miembros a llevar a
cabo las inversiones y modificaciones necesarias. Incluyen ideas innovadoras
para financiar la investigación y la innovación y para conectar Europa mediante
redes de transporte, energía y banda ancha, así como para modernizar la
política agrícola y reforzar el desarrollo rural. Más de 600 000 millones
EUR del presupuesto propuesto por la Comisión se destinarían a financiar la
investigación, las redes transeuropeas, la inversión en capital humano, la
política de cohesión y el desarrollo rural. Esta suma, combinada con el efecto
de palanca de la cofinanciación nacional y la utilización de instrumentos
financieros innovadores, representa un presupuesto importante para un
crecimiento inteligente, sostenible e integrador. La Comisión ha
propuesto la utilización de bonos para la financiación de proyectos en
determinados proyectos de infraestructuras y a fin de aumentar las subvenciones
con cargo al presupuesto de la UE. Estos bonos están diseñados para conseguir
que los mercados de deuda sean una fuente adicional de financiación para los
proyectos de infraestructura y para estimular la inversión en infraestructuras
europeas clave de transporte, energía y banda ancha. El objetivo es atraer
inversores institucionales a la financiación, a través del mercado de
capitales, de proyectos comercialmente viables con flujos de caja estables y
previsibles, mejorando la calidad crediticia de los bonos para proyectos
emitidos por empresas privadas. A fin de probar este planteamiento, la Comisión
ha propuesto la emisión de bonos piloto para la financiación de proyectos en el
periodo 2012-2013. Los colegisladores están actuando rápidamente para permitir
que el BEI lleve a cabo los proyectos piloto este año. ·
Presupuesto de la UE para 2013. La Comisión ha propuesto un aumento necesario del 7 % en los
créditos de pago para poder satisfacer las solicitudes de pago de los Estados
miembros previstas. Este aumento se mantiene por debajo del límite de los
créditos de pago acordado en virtud del marco financiero actual de la UE. Todos
estos pagos se destinarán a apoyar inversiones productivas, ayudas al empleo y
la formación y financiación de la investigación en los distintos Estados. En
algunos Estados miembros los fondos de la UE cofinancian más del 50 % de
la inversión pública total, por lo que la capacidad de cumplir los compromisos
de la UE representa una forma importante de promover el crecimiento. ·
Destinar los Fondos Estructurales al
crecimiento y la convergencia en 2012-2013. La
política de cohesión de la UE moviliza una media de 65 000 millones EUR
anuales para inversiones en apoyo del crecimiento y la creación de empleo. Para
responder mejor a las necesidades derivadas de la crisis se han reprogramado
17 000 millones EUR, lo que supone un desplazamiento notable de los fondos
hacia la investigación y la innovación, el apoyo a las PYME y las medidas del
mercado de trabajo en favor de las personas vulnerables, junto con inversiones
en infraestructura y eficiencia energética. Estos trabajos continuarán en el
futuro. Más recientemente se han reprogramado más de 7 000 millones EUR en
el marco de los trabajos de los equipos piloto de la Comisión para apoyar la
lucha contra el desempleo juvenil y mejorar el acceso de las PYME a la
financiación. ·
Aumentar el capital desembolsado del Banco
Europeo de Inversiones (BEI). Para seguir
manteniendo unas prácticas bancarias adecuadas, el BEI requiere un aumento de
su capital desembolsado si desea mantener su elevado nivel actual de actividad
de préstamo, en torno a los 65 000 millones EUR anuales. La Comisión ha
propuesto que, como parte de una nueva iniciativa de la UE para el crecimiento,
sus accionistas, los Estados miembros, aprueben un incremento de 10 000 millones
EUR en capital desembolsado. Ello incrementará sustancialmente la capacidad
general de préstamo, en hasta 180 000 millones EUR. Los préstamos
adicionales que permitiría este incremento se distribuirían en toda la UE,
incluidos los países más vulnerables. Se destinarían a ayudar al sector de las
PYME en ámbitos como la eficiencia energética y la renovación de viviendas,
entre otros, capaces de generar un empleo muy necesario en el sector de la
construcción, duramente castigado por la crisis, y a ayudar a la UE a cumplir
sus objetivos en materia de cambio climático y energía. Si se aprueba este
incremento de capital, la Comisión colaborará con los Estados miembros para
ayudarles a utilizar parte de las asignaciones recibidas de los Fondos
Estructurales para compartir el riesgo derivado de los préstamos del BEI y para
facilitar garantías de préstamo a las PYME. Esta combinación de instrumentos
financieros podría impulsar la actividad económica en todos los sectores y
regiones y ayudar a superar los problemas de acceso al crédito que actualmente
suponen un obstáculo para las PYME. ·
Impuesto sobre las transacciones
financieras. La Comisión ha propuesto la creación
de un impuesto sobre las transacciones financieras. Según su propuesta[4] los ingresos
obtenidos con dicho impuesto (que se estiman en unos 57 000 millones EUR)
podrían utilizarse para financiar inversiones generadoras de crecimiento y/o
recapitalizaciones bancarias. La Comisión ha propuesto que una parte de los
ingresos que irían al presupuesto de la UE se utilicen para reducir las
contribuciones de los Estados miembros al mismo.
3.
Papel de los Estados miembros en una nueva iniciativa
de crecimiento
3.1.
Aprovechar el potencial del Semestre Europeo
2012
Con el fin de
acercarnos a los objetivos de la Estrategia Europa 2020, la Comisión ha
transmitido al Consejo recomendaciones específicas para cada Estado miembro con
arreglo al Semestre Europeo 2012 y el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que
ha sido muy reforzado. Estas recomendaciones se basan en exámenes exhaustivos
de la situación de cada Estado miembro y en la forma en que dichos Estados han
aplicado las recomendaciones del Semestre Europeo 2011[5] y han seguido las
orientaciones del Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento 2012[6]. Cada Estado miembro
tiene sus características específicas, y las recomendaciones de la Comisión
están adaptadas para tener en cuenta sus puntos fuertes y débiles y su
capacidad para asumir los retos. No obstante, las economías de todos los
Estados miembros están ligadas indisolublemente, no sólo por elección política,
o por la historia y la geografía, sino también por la dinámica desencadenada
por las nuevas tecnologías, que integra los mercados con más rapidez que nunca
en el pasado. La suma de las situaciones nacionales es la que determina la
dirección que toma la UE. Las acciones (o la inacción) de cada país provocarán
siempre efectos colaterales inevitables, positivos y negativos, en el resto de
la UE, de ahí la necesidad de un sistema de gobernanza económica en toda la Unión
aplicado a través del Semestre Europeo (véase el anexo 1). Asimismo,
y por primera vez, la Comisión ha llevado a cabo exámenes exhaustivos basados
en el procedimiento de desequilibrios macroeconómicos[7]. Este procedimiento
ha sido concebido para favorecer la estabilidad macroeconómica general y el
crecimiento e impulsar una mayor competitividad. En febrero se publicó el
primer Informe sobre el mecanismo de alerta y, con arreglo a sus conclusiones,
se llevó a cabo el primer conjunto de exámenes, que abarcaba doce países
(Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, España, Francia, Italia, Chipre, Hungría,
Eslovenia, Finlandia, Suecia y el Reino Unido)[8].
Estos exámenes confirmaron la existencia de desequilibrios que no son excesivos
pero requieren atención, y exigen que siga adelante el proceso de
restablecimiento del equilibrio entre los países con superávit y los países con
déficit. Las recomendaciones específicas para cada país incluyen
recomendaciones preventivas que abarcan las políticas en apoyo de la
competitividad y los ajustes en el mercado laboral, un proceso de
desapalancamiento para los sectores público y privado y una evolución estable
en los mercados de activos.
3.2.
Evaluaciones y recomendaciones de la Comisión
La
valoración general de la Comisión es que los Estados miembros están tomando las
medidas necesarias para corregir los desequilibrios de sus finanzas públicas y
garantizar la sostenibilidad presupuestaria, pero no siempre en la dirección
más favorable al crecimiento. Si bien el desempleo, especialmente el desempleo
juvenil, constituye un problema grave que solo podrá resolverse con el tiempo,
es necesario actuar sin demora para aumentar el empleo y la productividad,
conseguir una mejor correspondencia entre las ofertas de trabajo y las
cualificaciones, facilitar formación y ayudar a las personas a volver al
trabajo en unos mercados laborales que funcionen correctamente. Desde un punto
de vista más general, hay que abordar las repercusiones sociales negativas de
la crisis que se plasman, entre otras cosas, en los niveles de pobreza. Algunos
Estados miembros, especialmente los países sometidos a un programa de ajuste
estructural y los que se encuentran en el punto de mira de los mercados, están
emprendiendo grandes reformas estructurales, incluida la de sus mercados de
trabajo. Estos esfuerzos son esenciales para apoyar la recuperación y un
crecimiento duradero y contribuyen a la reducción general de los desequilibrios
macroeconómicos dentro de Europa. Sin embargo, hay que trabajar mucho más en
toda la UE para liberar nuestro potencial de crecimiento, crear oportunidades
para el desarrollo empresarial y aprovechar el potencial de nuevas fuentes de
trabajo, por ejemplo, en la economía «verde», los servicios, los sectores
relacionados con la energía, el turismo y la economía digital, así como para
aumentar los niveles de cualificación e innovación. Es urgente tomar medidas en
apoyo de la recuperación y los niveles de vida, así como para ayudar a afrontar
los desafíos planteados por el envejecimiento de la población. La Comisión se muestra preocupada al observar que el nivel de los
compromisos adquiridos por los Estados miembros no permitirá a la UE alcanzar
sus principales objetivos para 2020 en ámbitos esenciales como las tasas de
empleo, la I+D, la educación y la lucha contra la pobreza, a pesar de que el
cumplimiento de estos objetivos es esencial para el futuro de Europa. ¿Cómo pueden
los Estados miembros liberar su potencial de crecimiento? En su Estudio
Prospectivo Anual sobre el Crecimiento de 2012, la Comisión señaló que en 2012
los esfuerzos, tanto nacionales como a nivel de la UE, deberían concentrarse en
cinco prioridades: ·
Buscar un saneamiento presupuestario
diferenciado favorable al crecimiento ·
Restablecer la situación normal de préstamo a
la economía ·
Promover el crecimiento y la competitividad
presentes y futuros ·
Hacer frente al desempleo y a las
consecuencias sociales de la crisis ·
Modernizar la administración pública En esta sección se
resumen las principales conclusiones de los análisis efectuados por la Comisión
para cada país, basadas en los programas de estabilidad o convergencia de los
Estados miembros, los programas nacionales de reforma y, en su caso, los
compromisos adquiridos en virtud del Pacto por el Euro Plus. En el recuadro que
figura al principio de cada sección se resumen las principales recomendaciones
específicas por país y se indica cómo su implementación puede contribuir a las
perspectivas nacionales de crecimiento. Buscar un saneamiento presupuestario
diferenciado favorable al crecimiento Las
recomendaciones específicas para cada país relativas a un saneamiento
presupuestario favorable al crecimiento tienen como objetivo garantizar que,
con el tiempo, todos los Estados miembros apliquen políticas presupuestarias
saneadas. Son coherentes con las estrategias presupuestarias diferenciadas y
tienen en cuenta las características específicas de cada Estado miembro,
especialmente los riesgos presupuestarios y macrofinancieros existentes. Se
aconseja a los Estados miembros que, al reducir sus déficits públicos y sus
niveles de deuda, mantengan la inversión pública en investigación e innovación,
educación y energía, y aumenten la sostenibilidad y la efectividad de sus
sistemas de protección social, incluidas las pensiones. Hay varias recomendaciones
sobre fiscalidad concebidas para desplazar la presión fiscal del trabajo al
medio ambiente y el consumo, aumentar la eficiencia eliminando las exenciones
múltiples (incluidos los tipos reducidos) y luchar contra la evasión fiscal y
la economía sumergida. Asimismo se recomienda a los Estados miembros que
garanticen la disciplina presupuestaria en las administraciones locales. En
virtud del Pacto de Estabilidad y Crecimiento actualmente son veintitrés los
Estados miembros sometidos al procedimiento de déficit excesivo. Las
recomendaciones de este paquete para cada uno de ellos reflejan la necesidad de
seguir las recomendaciones de correcciones presentadas previamente por el
Consejo. En los casos de Alemania y Bulgaria, la Comisión decidió el 30 de mayo
proponer por separado la derogación de su situación de déficit excesivo. Por
otra parte, tras evaluar las medidas adoptadas por Hungría y de conformidad con
las disposiciones del Reglamento del Fondo de Cohesión de la UE, la Comisión
también ha adoptado una propuesta de decisión del Consejo para levantar la
suspensión de los compromisos del Fondo de Cohesión decidida en marzo de 2012.
A los Estados miembros que no están sometidos a este procedimiento, las
recomendaciones específicas les animan a aplicar planes presupuestarios que,
siendo favorables al crecimiento, aspiren a conseguir y mantener situaciones
presupuestarias que garanticen la sostenibilidad de las finanzas públicas a
largo plazo, incluyendo los costes del envejecimiento de la población. Los análisis
efectuados por la Comisión muestran que, en general, los esfuerzos de
saneamiento presupuestario en los Estados miembros se han atenido a lo
previsto, reduciendo sus déficits públicos anuales. El objetivo es reducirlos
del 4,5 % en 2011 al 3,5 % in 2012. Sin embargo el ratio de deuda
pública sigue subiendo y ha llegado al 86 % del PIB en 2012, lo que se
debe también a un crecimiento inferior. La Comisión considera esencial cumplir
los plazos convenidos para la corrección de los déficits excesivos y
llevar a cabo rápidamente los esfuerzos de saneamiento, avanzando hacia los
objetivos presupuestarios a medio plazo definidos por el Consejo. Estos ajustes
presupuestarios deberán llevarse a cabo de forma que apoyen un crecimiento
económico más sostenible, como se explica más abajo. Ello es coherente con el
Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que deja actuar a los estabilizadores
automáticos en la senda de ajuste estructural tendente a la corrección de los
déficits excesivos y a la consecución de los objetivos a medio plazo. Al mismo
tiempo subraya la necesidad de que los Estados miembros que se encuentran en el
punto de mira de los mercados sigan una trayectoria de saneamiento ambiciosa,
incluso si el entorno macroeconómico es peor de lo esperado. A aquellos países
que están saliendo del procedimiento de déficit excesivo se les recomienda que
utilicen el margen presupuestario de que dispongan para inversiones favorables
a la inversión. Se están introduciendo marcos presupuestarios nacionales
reforzados, como exige la legislación de la UE, pero es necesario un esfuerzo
especial para garantizar que la disciplina presupuestaria del gobierno central
va acompañada de medidas igualmente efectivas para controlar las finanzas
públicas en las administraciones locales. Ello representa un reto
especial en varios países federales o con estructuras regionalizadas. Es importante mejorar
la calidad de las finanzas públicas: hay que conceder prioridad al gasto en los
objetivos de Europa 2020 y velar por que sea lo más eficaz posible. El control
de las ayudas estatales en la UE ayuda a promover unos gastos de calidad y
minimiza los falseamientos de la competencia. La Comisión ha puesto en marcha
recientemente una ambiciosa propuesta de modernización de su política en
materia de ayudas estatales, y los Estados miembros deberán garantizar un
mejor cumplimiento de las normas y una mejor coordinación interna de las
intervenciones en materia de ayudas estatales en sus respectivos territorios. Los sistemas de
pensiones se están adaptando para hacer frente al problema del
envejecimiento de la población, y varios países están aplicando reformas
importantes que tienen como característica común la prolongación de la vida
laboral. Estas reformas son esenciales para contener los costes financieros y
garantizar la sostenibilidad a largo plazo de unos sistemas adecuados de
bienestar social. Paralelamente, es necesario atraer a los trabajadores de más
edad al empleo, y mantenerlos en él durante más tiempo que el previsto en los
patrones de jubilación actuales, lo que resulta coherente con la mejora de la
expectativa de vida, y considerar la adecuación del nivel de las pensiones a
fin de impedir situaciones de pobreza en la tercera edad. Se ha avanzado menos
en el ámbito de los sistemas de atención sanitaria, en los que hay que buscar
un equilibrio entre la necesidad de acceso a la atención sanitaria y de
asistencia de larga duración, por un lado, y las crecientes presiones
financieras derivadas de la evolución demográfica, por otro. Varios Estados miembros están subiendo
los impuestos para apoyar el saneamiento presupuestario. La Comisión ha
pedido que se reduzca la fiscalidad sobre el trabajo y se aumente en cambio la
fiscalidad sobre las prácticas perjudiciales para el medio ambiente, el consumo
y la propiedad inmobiliaria, velando siempre por que la carga no recaiga de
manera desproporcionada en las secciones más pobres de la sociedad. Si bien
varios Estados miembros han aumentado significativamente los impuestos sobre el
consumo y han empezado a invertir la tendencia a la baja de la fiscalidad
medioambiental, no existen indicios de una reducción general de los impuestos
sobre el trabajo. Se están tomando algunas medidas, que deberán proseguir, para
eliminar las exenciones fiscales y las subvenciones, así como los tipos
reducidos, como los del IVA. También se están tomando medidas para mejorar el
cumplimiento tributario, aunque hacen falta medidas mucho más decididas para
luchar contra la economía sumergida. Restablecer la situación normal de
préstamo a la economía Para ayudar a
restablecer la situación normal de préstamo a la economía, las recomendaciones
específicas para cada país se centran en finalizar la reestructuración del
sector bancario, evitando a la vez un desapalancamiento excesivo. Se continúa trabajando en la reestructuración
del sector financiero y el refuerzo de su marco de supervisión, de
conformidad con la legislación y las recomendaciones de la UE. La situación de
los bancos que se han visto más expuestos a la crisis y siguen presentando puntos
vulnerables continúa siendo motivo de preocupación. Este es el motivo por el
que las recomendaciones formuladas a algunos países piden una mayor
reestructuración y medidas preventivas. Restablecer un nivel normal de flujos de crédito para la
economía real sigue siendo un reto en muchos países, especialmente para las
PYME. Si bien ello se explica en parte por la debilidad de la situación
financiera y las perspectivas de las empresas, la ausencia de unos canales
apropiados para llegar hasta las PYME también ha jugado un papel importante.
Habría que promover nuevas agrupaciones de capital para las empresas, incluido
el acceso al préstamo entre iguales, el capital inversión y el capital riesgo.
Los Fondos Estructurales de la UE pueden desempeñar un papel importante en este
contexto en algunos Estados miembros, financiando préstamos y garantías a
través de instrumentos específicos. Muchas PYME experimentan problemas debido a los atrasos en los
pagos de las administraciones públicas. La nueva Directiva sobre la morosidad,
que entrará en vigor en marzo de 2013, abordará este problema. Puede ser
necesario que las administraciones públicas realicen un esfuerzo adicional para
eliminar los retrasos acumulados antes de que la Directiva entre en vigor. Promover el crecimiento y la
competitividad presentes y futuros A fin de
ayudar a promover el crecimiento y la competitividad las recomendaciones
específicas para cada país se centran en mejorar el entorno empresarial, lo que
incluye reducir la carga administrativa, y abrir a la competencia las
industrias de red, como la energía, el ferrocarril y las telecomunicaciones, a
fin de prestar mejores servicios a mejores precios para las empresas y los
ciudadanos. En algunos casos recomiendan una mayor independencia de los reguladores.
Se refieren a la aplicación de la Directiva de servicios mediante la supresión
de las restricciones injustificadas o desproporcionadas para la prestación de
servicios, incluida la discriminación por motivos de nacionalidad o residencia.
Tratan también sobre las restricciones existentes en el sector minorista. Otras
recomendaciones se refieren a la necesidad de reforzar la investigación y la
innovación, mejorar la eficiencia de los recursos y vincular más estrechamente
la educación a las necesidades del mercado de trabajo. En muchos Estados miembros el acceso a
diversos servicios es insuficiente. Este problema podría solucionarse
mediante una aplicación más ambiciosa de la Directiva de servicios, así como
mediante medidas para mejorar la competencia y la competitividad en el sector
minorista, eliminando los obstáculos a la entrada y la salida de empresas y las
restricciones injustificadas que se aplican a los servicios empresariales y
profesionales, las profesiones jurídicas, la asesoría contable o técnica y los
sectores sanitario y social. Asimismo, la apertura de la contratación
pública con el objetivo de buscar licitaciones transfronterizas estimularía
nuevas oportunidades, procesos e innovaciones. Hay que mejorar
considerablemente el funcionamiento de las industrias de red clave –
transporte, energía y banda ancha. En varios países es necesario invertir en
infraestructuras para mejorar las interconexiones, ampliar la oferta y permitir
la competencia en materia de precios. Puesto que el margen presupuestario de
maniobra es limitado, habrá que recurrir a formas innovadoras de financiación
que combinen fuentes públicas y privadas, como los bonos de la UE para
proyectos. El nivel de competencia en muchos mercados sigue siendo bajo, y
todavía no se aplica plenamente el marco normativo de la UE: la mitad de los
Estados miembros aún no han incorporado a sus legislaciones las Directivas
sobre el mercado interno de la energía o no lo han hecho correctamente. En
varios Estados miembros son necesarias una mayor competencia entre los
proveedores de energía, la eliminación de los precios regulados y la
independencia del organismo regulador. Por lo que respecta al transporte, hay
que esforzarse más para reducir la carga normativa y los obstáculos a la
entrada por ferrocarril en los Estados miembros de gran tamaño o en los Estados
miembros de tránsito. El porcentaje medio de penetración de la banda ancha
sigue siendo bajo y existe un margen considerable para mejorar los servicios y
hacer más seguro el comercio electrónico. Una utilización más
eficaz de los recursos y la transición hacia una economía con baja emisión de
carbono son esenciales para aumentar la competitividad europea, habida cuenta
de que los recursos son cada vez más escasos y los precios más volátiles y de
la evolución del cambio climático. La utilización más eficiente y la mejor
gestión de los recursos naturales ofrecerán oportunidades económicas
importantes para el crecimiento y el empleo en el futuro, lo que redundará en
la mejora de la productividad, unos costes más bajos y una mayor innovación. Para mantener la competitividad europea son
esenciales unos niveles elevados de I+D e innovación. Si bien
algunos de sus Estados miembros se encuentran actualmente entre los líderes
mundiales en muchos ámbitos, en general la UE está perdiendo terreno. En muchos
Estados miembros el gasto público en investigación se ha visto reducido por el
saneamiento presupuestario, en vez de verse protegido o aumentado. Es evidente
la necesidad de inversiones privadas adicionales en I+D y, en caso necesario,
deberá fomentarse con incentivos públicos. Conviene acercar al mercado los
resultados de la investigación recurriendo a las compras públicas antes de la
comercialización. De manera más general, hay una necesidad obvia de más
asociaciones entre las instituciones educativas y de formación permanente, los
organismos de investigación y las empresas, utilizando los instrumentos de la
UE disponibles. Hacer frente al desempleo y a las
consecuencias sociales de la crisis Muchas de las
recomendaciones hablan de crear las condiciones necesarias para conseguir un
mayor nivel de empleo, aumentar la participación en el mercado laboral y
mantener a los trabajadores en el mismo. Se hace especial hincapié en la lucha
contra el desempleo juvenil, la reducción del abandono escolar y la mejora de
la formación, incluida la formación profesional y el desarrollo del
aprendizaje. Varias recomendaciones abordan la lucha contra la pobreza y la
ayuda a los grupos vulnerables. Asimismo se formulan recomendaciones para
reforzar la ayuda a las personas que buscan trabajo y personalizarla más, y
para promover el trabajo de las mujeres en jornada completa. Se recomienda a
los Estados miembros que velen por que sus mecanismos de fijación de salarios
reflejen adecuadamente la evolución de la productividad y estimulen la creación
de empleo. La crisis ha provocado un aumento notable
del desempleo y ha empeorado significativamente las perspectivas
laborales de muchas personas, que corren el riesgo de desaparecer del mercado
de trabajo. Es probable que la tasa de desempleo siga siendo elevada durante
algún tiempo, dado el desfase entre la recuperación económica y las mejoras en
el mercado de trabajo. Se están aplicando políticas activas en el mercado
laboral, como la formación para desempleados y la orientación facilitada por
los servicios públicos de empleo, pero a menudo están mal centradas y son poco
efectivas. Las consecuencias
sociales de la crisis se hacen sentir cada vez más. La pobreza y el
riesgo de pobreza están aumentando, y las presiones sobre el gasto público
conducen a compromisos difíciles para la oferta de prestaciones y servicios
sociales. El desempleo juvenil ha aumentado
espectacularmente, con lo que los jóvenes tienen el doble de probabilidades que
los adultos de estar desempleados. En toda la UE el desempleo juvenil es de un 22 % y en algunos Estados miembros llega al 50 %. Hay
algunas experiencias prometedoras con garantías para los jóvenes que podrían
extenderse por toda la UE, incluso con apoyo del Fondo Social Europeo. Los avances
conseguidos en la expansión de guarderías e instalaciones asequibles para el
cuidado de personas dependientes, la reducción de las diferencias salariales y
la mejora del tratamiento fiscal de la segunda persona que contribuye a los
ingresos familiares no han sido suficientes para aumentar de manera
significativa la participación de las mujeres en el mercado laboral. Hay
que poner más énfasis en las estrategias de envejecimiento activo, lo que
incluye la modernización de las modalidades de trabajo y un mayor acceso al
aprendizaje permanente, esenciales para conseguir una mayor participación en el
mercado laboral, especialmente de los trabajadores de mayor edad. Algunos Estados
miembros han introducido reformas de amplio alcance en sus sistemas de
fijación e indización de salarios con el fin de que la evolución salarial
refleje mejor la evolución de la productividad en el tiempo. No sucede así en
otros países, en los que el funcionamiento de algunos sistemas de indización de
salarios parece constituir una posible amenaza a la competitividad. Estos
países deberán encontrar, en consulta con los interlocutores sociales, la forma
de solucionar este problema en el futuro. En aquellos países que actualmente
tienen superávit por cuenta corriente, se advierte un cierto reequilibrio en
favor de la demanda nacional, entre otras cosas a través de aumentos
salariales, lo que deberá continuar. Hay que conseguir un equilibrio entre la
necesidad de que los niveles salariales no sean excesivamente altos y
desincentiven la contratación de los jóvenes o las personas poco cualificadas
en particular, y la necesidad de que no sean tan bajos como para que puedan
aparecer «trampas de pobreza» para los trabajadores. Mientras que
algunos Estados miembros ya han empezado a introducir reformas de amplio
alcance en su legislación laboral a fin de permitir formas de
contrato y condiciones laborales más flexibles, en otros casos el proceso de
reforma parece lento en comparación con la urgencia de la situación y los
riesgos de segmentación del mercado de trabajo, con un gran porcentaje de la
población todavía con empleos precarios o al margen del mercado laboral. En
varios países las fórmulas de trabajo en jornada reducida y otras prácticas
internas de flexibilidad han demostrado su eficacia para mantener el empleo en
los momentos álgidos de la crisis, especialmente en el sector manufacturero.
Con el fin de apoyar la creación de empleo, la Comisión ha presentado
propuestas para animar a los Estados miembros a reforzar sus políticas de
empleo[9]
para aprovechar las oportunidades de trabajo que ofrecen la economía verde, el
sector de la atención sanitaria y las TIC, en los que estima que podrían
crearse más de 20 millones de puestos de trabajo. Por añadidura, el sistema de
ofertas de trabajo EURES puede apoyar una mayor movilidad entre Estados
miembros, poniendo en relación las cualificaciones y las ofertas de empleo a
través de las fronteras. Es necesario acelerar los trabajos en curso
para afrontar los elevados niveles de abandono escolar mediante
medidas preventivas y la reforma de los sistemas de educación y formación
profesional, incluida la promoción de los contratos de aprendizaje. Ello es
esencial para que las nuevas generaciones tengan posibilidades de acceder al
empleo, pero también para la competitividad general de la economía, ya que la
UE va por detrás de sus principales socios comerciales. Lo que es más, el
cambio demográfico genera nuevos riesgos de inadecuación y escasez de
competencias, lo que supone una presión adicional para trabajar durante más
años y de forma más productiva. Algunos países deben esforzarse especialmente
en reducir su alto nivel de abandono escolar, mejorar las posibilidades para
los jóvenes en el mercado de trabajo y reducir el desempleo juvenil. De manera
más general, hay que mejorar sin excepciones la enseñanza, incluida la
formación profesional y la enseñanza universitaria. En muchos Estados miembros
hay margen para desarrollar más los programas de aprendizaje. En general, todavía
queda mucho por hacer para adaptar por anticipado la educación y la formación a
las necesidades futuras del mercado laboral a fin de facilitar la transición de
la escuela al trabajo. Modernizar la
administración pública Las recomendaciones específicas para cada
país relativas a la administración pública versan sobre los servicios a las
empresas, los retrasos en el sistema jurídico y la utilización de la
administración en línea para facilitar los contactos con los ciudadanos y las
empresas. Varias de ellas se refieren también al refuerzo de la capacidad
administrativa para gestionar los fondos de la UE. Actualmente las administraciones públicas
están sometidas a presiones en toda la UE: no solo se enfrentan a recortes de
presupuesto y personal, sino que además deben adaptarse a unas expectativas
cada vez más exigentes por parte de la sociedad y las empresas. Según avanza la
integración política y económica también necesitan aplicar una legislación de
la UE que cada vez es más sofisticada y exigente. Las administraciones
deficientes en diferentes Estados miembros plantean problemas, que van desde
las dificultades para hacer negocios a la escasa capacidad de implementación de
los fondos de la UE y la escasa transposición del Derecho de la Unión.
Conseguir unos servicios públicos de elevada calidad requiere innovaciones
tecnológicas y organizativas, como la transición a la administración
electrónica. El intercambio intensivo de buenas practicas podría ser
beneficioso para un cierto número de administraciones. Hay que conseguir unos
sistemas de justicia civil más eficientes en muchos países, en
particular reduciendo los atrasos, acelerando los procesos judiciales e
introduciendo formas alternativas para la solución de conflictos. Ante las presiones existentes sobre las finanzas públicas, los fondos
de la UE constituyen una palanca fundamental para estimular la economía y
financiar proyectos generadores de crecimiento sobre el terreno en muchos
países. Hay que reforzar la gobernanza de las instituciones públicas profesionalizando
más la función pública, mejorando la gestión de los recursos humanos, ampliando
las capacidades de análisis y garantizando la continuidad y la estabilidad del
personal competente. Las normas en la UE se han simplificado, y la Comisión está
ayudando a los Estados miembros a reprogramar sus esfuerzos para adaptar la
financiación a las nuevas necesidades de crecimiento. Muchos Estados miembros deben incrementar sus esfuerzos para
luchar contra el fraude y la evasión fiscales. En todos los Estados miembros
hay «economías sumergidas», algunas muy desarrolladas. Los problemas que
plantean el fraude y la evasión fiscales deben abordarse a distintos niveles a
través de: la labor de los Estados miembros para aumentar la efectividad de su
recaudación fiscal; una cooperación reforzada y efectiva entre Estados
miembros; una política europea clara y coherente frente a los terceros países
para garantizar la posibilidad de adoptar medidas adecuadas contra el fraude y
la evasión cometidos mediante el recurso a países no pertenecientes a la UE y
que no aplican normas equivalentes; y una política coordinada y efectiva en
relación con los terceros países.
4.
Conclusiones
La crisis puso de
manifiesto unos desequilibrios muy enraizados y el hecho de que no se han aplicado
las reformas necesarias en toda la UE. Al igual que estos problemas tardaron un
tiempo en hacerse sentir, llevará tiempo volver a asentar la economía europea
sobre una base sólida. El análisis efectuado para el Semestre Europeo 2012
muestra que la nueva gobernanza económica de la UE está empezando a funcionar,
ayudando a los Estados miembros a centrarse en las reformas esenciales que
darán lugar a un crecimiento sostenible y la creación de empleo. También
resulta evidente que los Estados miembros no siempre están siguiendo las vías
más favorables al crecimiento en sus decisiones de saneamiento presupuestario. En conjunto, en los
próximos doce meses habrá que considerar más importantes y urgentes las medidas
destinadas a favorecer el crecimiento, continuando a la vez la consolidación
presupuestaria y la estabilización del sector financiero. Ello debe hacerse de
manera coordinada a nivel de los Estados y de la UE para sacar el máximo
partido de las medidas y reformas políticas. A través de las propuestas incluidas en la
presente Comunicación y en sus recomendaciones específicas para cada país, más
detalladas, la Comisión está proponiendo medidas concretas que pueden ayudar a
la UE a volver al crecimiento y a crear empleos que ayudarán a subir los niveles
de vida, mitigarán la pobreza y garantizarán un crecimiento más sostenible en
el futuro. Es necesario conceder a la aplicación de estas recomendaciones
carácter prioritario. La Comisión recurrirá a todos los instrumentos del nuevo
marco de gobernanza para supervisar y evaluar los progresos en el próximo año. Al mismo tiempo la Comisión continuará muy
centrada en la plena aplicación de la Hoja de ruta de octubre de 2011 a fin de
garantizar un planteamiento equilibrado que ayude a la UE a salir de la crisis. La Comisión colaborará intensamente con los
Estados miembros y las instituciones europeas para aplicar su iniciativa de
crecimiento y establecer los módulos y el horizonte temporal para la plena
realización de la Unión Económica y Monetaria. Anexo 1: El Semestre Europeo Anexo 2: Resultados de los
exámenes exhaustivos y los procedimientos de déficit excesivo Anexo 1: El Semestre Europeo de coordinación de
políticas En marzo de 2010 la
Comisión propuso la Estrategia Europa 2020, que fue refrendada por el Consejo.
Se trata de la estrategia de crecimiento de la UE para la próxima década, con
cinco objetivos principales en materia de empleo, I+D, clima y energía,
educación y lucha contra la pobreza. En marzo de 2011 veintitrés Estados
miembros acordaron también el Pacto por el Euro Plus para intensificar
la coordinación de las reformas en aquellos ámbitos que no están plenamente
cubiertos a nivel de la UE (véase el recuadro). Asimismo la Comisión
propuso un conjunto de medidas legislativas sobre gobernanza económica (six-pack)
que fue aprobado por los colegisladores y entró en vigor el 13 de diciembre de
2011. Esta nueva legislación ha proporcionado a la UE nuevas herramientas
eficaces para intensificar la supervisión de las políticas económicas y
presupuestarias de los Estados miembros y para aplicar las normas. Mediante
ella se modificó el Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento a fin de
reforzar la vigilancia colectiva de las finanzas públicas. Se concede una
importancia mucho mayor al criterio del coeficiente de deuda pública incluido
en el Tratado y se han introducido nuevos mecanismos de vigilancia del
cumplimiento (entre ellos sanciones) tanto en su faceta preventiva como en la
correctiva. Reconociendo la importancia de afrontar
enérgicamente los desequilibrios macroeconómicos de carácter no presupuestario,
también se amplió el marco de vigilancia mediante un nuevo procedimiento
de desequilibrios macroeconómicos, que tiene como objetivo prevenir la
aparición de desequilibrios que planteen un riesgo para la estabilidad
económica. Caso que estos desequilibrios persistan, el procedimiento
garantizará la aplicación de medidas correctoras. El nuevo procedimiento
incluye un sistema de sanciones por incumplimiento reiterado de las medidas
acordadas. Utilizando este nuevo procedimiento, en febrero de 2012 se publicó
el primer Informe sobre el mecanismo de alerta. Con arreglo a sus conclusiones
se llevaron a cabo los primeros exámenes exhaustivos en doce países (Bélgica,
Bulgaria, Dinamarca, España, Francia, Italia, Chipre, Hungría, Eslovenia,
Finlandia, Suecia y Reino Unido)[10]. A fin de alcanzar colectivamente estos
objetivos y agrupar todos los compromisos, así como de garantizar una mejor
coordinación previa y un mejor seguimiento de las decisiones, los Estados miembros
consensuaron y aplicaron por primera vez en 2011 una nueva forma de coordinar
sus políticas nacionales, el Semestre Europeo de coordinación de políticas. El ciclo comienza con
la publicación de un Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento por parte
de la Comisión Europea, en el que se analizan los retos económicos y se fijan
prioridades para el conjunto de la UE. Este estudio anual se presenta al
Parlamento Europeo y sirve como referencia para el debate de los Jefes de
Estado y de Gobierno en la Cumbre Europea de primavera. Basándose en sus
orientaciones, los Estados miembros presentan sus programas de estabilidad o
convergencia (analizando la situación de sus finanzas públicas) y programas
nacionales de reforma (analizando las medidas para impulsar el crecimiento y el
empleo) en abril, para que la Comisión pueda evaluarlos simultáneamente. La
evaluación de la Comisión se plasma en propuestas de recomendaciones anuales
específicas para cada país, que son debatidas posteriormente por las distintas formaciones
del Consejo, refrendadas por el Consejo Europeo a principios del verano y
finalmente adoptadas por el Consejo. En la segunda parte del año los Estados
miembros finalizan sus presupuestos nacionales y sus estrategias de reforma, y
la Comisión y los organismos pertinentes de la UE analizan y supervisan su
funcionamiento y sus progresos. El conjunto de
medidas que hoy se presenta abre el camino a la conclusión del segundo Semestre
Europeo de coordinación de políticas en el Consejo Europeo de junio de 2012. En
comparación con el año pasado el proceso es ahora más efectivo y las
orientaciones presentadas tendrán una mayor repercusión gracias a la
experiencia adquirida en la aplicación de las recomendaciones correspondientes
a 2011, las conclusiones de los exámenes exhaustivos llevados a cabo para doce
Estados miembros y la consiguiente mayor automaticidad que cabe esperar en la
adopción de las recomendaciones de medidas. Cuadro 1: Panorámica de las recomendaciones específicas por países para 2012-2013* * Para Irlanda, Grecia, Portugal y
Rumanía la única recomendación es implementar los compromisos existentes en el
marco de los programas de ayuda financiera UE/FMI. Cuadro 2: Panorámica de los objetivos Europa 2020[11] El símbolo «*» se añade cuando un objetivo nacional se expresa con un indicador diferente al indicador del objetivo principal de la UE Objetivos de los Estados miembros || Tasa de empleo (en %) || I+D en % del PIB || Objetivos de reducción de emisiones (en relación con los niveles de 2005)[12] || Energías renovables || Eficiencia energética – reducción del consumo de energía en Mtep[13] || Abandono escolar en % || Educación superior en % || Reducción de la población en riesgo de pobreza o exclusión social en número de personas Indicador principal de la UE || 75 % || 3 % || -20 % (en relación con los niveles de 1990) || 20 % || 20 % de aumento de eficiencia energética Equivalente a 368 Mtep || 10 % || 40 % || 20 000 000 Estimación de la UE || 73,70-74 % || 2,65-2,72 % || -20 % (en relación con los niveles de 1990) || 20 % || 206,5 || 10,3-10,5 % || 37,6-38,0 %[14] || AT || 77-78 % || 3,76 % || -16 % || 34 % || 7,16 || 9,5 % || 38 % (incluido el nivel CINE 4a, que en 2010 era en torno al 12 %) || 235 000 BE || 73,2 % || 3,0 % || -15 % || 13 % || 9,80 || 9,5 % || 47 % || 380 000 BG || 76 % || 1,5 % || 20 % || 16 % || 3,20 || 11 % || 36 % || 260 000* CY || 75-77 % || 0,5 % || -5 % || 13 % || 0,46 || 10 % || 46 % || 27 000 CZ || 75 % || 1 % (solo en el sector público) || 9 % || 13 % || n.d. || 5,5 % || 32 % || Manteniendo el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social en el nivel de 2008 (15,3 % de la población total) e intentando reducirlo en 30 000 DE || 77 % || 3 % || -14 % || 18 % || 38,30 || <10 % || 42 % incluido el nivel CINE 4, que en 2010 era en torno al 11,4 %) || 320 000 (desempleados de larga duración)* DK || 80 % || 3 % || -20 % || 30 % || 0,83 || <10 % || Al menos 40 % || 22 000 (personas que viven en hogares con una intensidad de trabajo muy baja)* EE || 76 % || 3 % || 11 % || 25 % || 0,71 || 9,5 % || 40 % || 61 860 personas han salido de situaciones de riesgo de pobreza* EL || 70 % || No existe objetivo disponible || -4 % || 18 % || 2,70 || Inferior al 10 % || 32 % || 450 000 ES || 74 % || 3 % || -10 % || 20 % || 25,20 || 15 % || 44 % || 1 400 000 - 1 500 000 FI || 78 % || 4 % || -16 % || 38 % || 4,21 || 8 % || 42 % (Definición nacional ajustada) || 150 000 FR || 75 % || 3 % || -14 % || 23 % || 34,00 || 9,5 % || 50 % || Reducción de la tasa de población en riesgo de pobreza en un tercio durante el periodo 2007-2012 o en 1 600 000 personas* HU || 75 % || 1,8 % || 10 % || 14,65 % || 2,96 || 10 % || 30,3 % || 450 000 IE || 69-71 % || aprox.2 % 2,5 % del PNB) || -20 % || 16 % || 2,75 || 8 % || 60 % || 200 000* IT || 67-69 % || 1,53 % || -13 % || 17 % || 27,90 || 15-16 % || 26-27 % || 2 200 000 LT || 72,8 % || 1,9 % || 15 % || 23 % || 1,14 || <9 % || 40 % || 170 000 LU || 73 % || 2,3-2,6 % || -20 % || 11 % || 0,19 || <10 % || 66 % || 6 000 LV || 73 % || 1,5 % || 17 % || 40 % || 0,67 || 13,4 % || 34-36 % || 121 000* MT || 62,9 % || 0,67 % || 5 % || 10 % || 0,24 || 29 % || 33 % || 6 560 NL || 80 % || 2,5 % || -16 % || 14 % || n.d. || <8 % || >40 % 45 % previsto en 2020 || 93 000* PL || 71 % || 1,7 % || 14 % || 15,48 % || 13,6 || 4,5 % || 45 % || 1 500 000 PT || 75 % || 3 % || 1 % || 31 % || 6,00 || 10 % || 40 % || 200 000 RO || 70 % || 2 % || 19 % || 24 % || 10,00 || 11,3 % || 26,7 % || 580 000 SE || Muy superior al 80 % || Aprox. 4 % || -17 % || 49 % || 12,80 || <10 % || 40-45 % || Reducción del % de hombres y mujeres no incluidos en la población activa (exceptuando los estudiantes a tiempo completo), desempleados de larga duración o personas en baja prolongada por enfermedad a un nivel muy por debajo del 14 %* SI || 75 % || 3 % || 4 % || 25 % || n.d. || 5 % || 40 % || 40 000 SK || 72 % || 1 % || 13 % || 14 % || 1,65 || 6 % || 40 % || 170 000 UK || No hay objetivo en el PNR || No hay objetivo en el PNR || -16 % || 15 % || n.d. || No hay objetivo en el PNR || No hay objetivo en el PNR || Objetivos númericos existentes en la Ley sobre la pobreza infantil de 2010* Anexo 2: Resultados de los exámenes exhaustivos El 14 de febrero de 2012 la Comisión Europea presentó
su primer Informe sobre el mecanismo de alerta, elaborado de conformidad con el
Reglamento (UE) nº 1176/2011, relativo a la prevención y corrección de los
desequilibrios macroeconómicos. El Informe examinaba la situación de todos los
Estados miembros, con la excepción de los cuatro países sometidos a programas
(Grecia, Irlanda, Portugal y Rumanía). Partiendo de una lectura económica de
los cuadros de indicadores de alerta, la Comisión llegó a la conclusión de que
valía la pena llevar a cabo nuevos exámenes exhaustivos de la evolución
macroeconómica en los doce Estados miembros siguientes: Bélgica, Bulgaria,
Dinamarca, España, Francia, Italia, Chipre, Hungría[15], Eslovenia,
Finlandia, Suecia y el Reino Unido. Los servicios de la Comisión realizaron exámenes exhaustivos de
cada uno de estos países, que se presentan como documentos de trabajo de dichos
servicios y forman parte del presente conjunto de documentos. Para preparar
estos exámenes se llevaron a cabo misiones de supervisión específicas, como
prevé la legislación[16].
La presente Comunicación cumple lo estipulado en el artículo 5, apartado 3, del
Reglamento (UE) nº 1176/2011, según el cual la Comisión informará al
Parlamento Europeo y al Consejo sobre los resultados del examen exhaustivo y
los hará públicos. Basándose en i) los exámenes exhaustivos llevados a cabo de
conformidad con el artículo 5 del Reglamento (UE) nº 1176/2011, la Comisión ha
llegado a la conclusión de que es necesario solucionar los desequilibrios que a
continuación se indican, y en algunos casos de manera urgente: ·
Bélgica está experimentando
desequilibrios. Concretamente hay que prestar más atención a la evolución
macroeconómica en lo que respecta a la competitividad exterior de las
mercancías y al endeudamiento, en especial el elevado nivel de deuda pública, a
fin de reducir el riesgo de repercusiones negativas sobre el funcionamiento de
la economía. ·
Bulgaria está
experimentando desequilibrios. Concretamente hay que prestar atención al
nivel de endeudamiento exterior y a la evolución de la situación macroeconómica
en lo que respecta al desapalancamiento del sector empresarial y al proceso de
ajuste del mercado laboral, a fin de reducir el riesgo de repercusiones
negativas sobre el funcionamiento de la economía ·
Dinamarca
está experimentando desequilibrios. Concretamente hay que prestar
atención a la evolución de ciertas variables macroeconómicas, en particular las
que sustentan su competitividad exterior, y a los riesgos potenciales asociados
al endeudamiento de las familias, a fin de reducir el riesgo de repercusiones
negativas sobre el funcionamiento de la economía.
España está experimentando
desequilibrios muy graves. La evolución macroeconómica, especialmente
en lo que respecta al nivel significativo de deuda del sector privado, la
situación ampliamente negativa de la deuda exterior y el sector
financiero, que se vio muy afectado por la evolución del mercado
inmobiliario, requiere una vigilancia estrecha y medidas de política
económica urgentes a fin de evitar cualquier repercusión negativa sobre el
funcionamiento de la economía y sobre el funcionamiento de la Unión
Económica y Monetaria.
Francia está
experimentando desequilibrios graves. Concretamente
hay que prestar atención a la evolución de determinadas variables
macroeconómicas, esto es el comportamiento de las exportaciones y la
competitividad, a fin de reducir el riesgo de repercusiones negativas
sobre el funcionamiento de la economía.
Italia está
experimentando desequilibrios graves. Concretamente hay que prestar
atención al elevado nivel de endeudamiento público y a la evolución de la
situación macroeconómica en lo que respecta a las exportaciones, ya que
desde la adopción del euro la competitividad exterior italiana está
bajando. Habida cuenta del elevado nivel de su deuda pública, Italia debe
conceder una prioridad absoluta a reforzar su potencial de crecimiento a
fin de reducir el riesgo de repercusiones negativas sobre el
funcionamiento de la economía.
Chipre está experimentando
desequilibrios muy graves. La evolución de la situación
macroeconómica, que se refleja en su cuenta corriente, sus finanzas
públicas y su sector financiero, requiere una vigilancia estrecha y
medidas de política económica urgentes a fin de evitar cualquier repercusión
negativa sobre el funcionamiento de la economía y sobre el funcionamiento
de la Unión Económica y Monetaria.
Hungría está experimentando
desequilibrios graves. Concretamente hay que seguir muy de cerca la
evolución de ciertas variables macroeconómicas, como el saldo neto,
ampliamente negativo, de su balanza de inversiones exteriores y la deuda
pública, a fin de reducir el riesgo de repercusiones negativas sobre el
funcionamiento de la economía. Tras la evaluación de la eficacia de las
medidas y de conformidad con las disposiciones del Reglamento del Fondo de
Cohesión de la UE, la Comisión ha adoptado una propuesta de decisión del
Consejo para levantar la suspensión de los compromisos del Fondo de
Cohesión decidida en marzo de 2012.
Eslovenia está experimentando
desequilibrios graves. Concretamente la evolución de la situación
macroeconómica en lo que respecta al desapalancamiento del sector
empresarial y a la estabilidad bancaria, así como la evolución
desfavorable, aunque menos inquietante, de su competitividad exterior,
requieren un seguimiento estrecho a fin de reducir el riesgo de
repercusiones negativas sobre el funcionamiento de la economía.
Finlandia está
experimentando desequilibrios. Concretamente hay que prestar atención
a la evolución de la situación macroeconómica en lo que respecta a la
competitividad, a fin de reducir el riesgo de repercusiones negativas
sobre el funcionamiento de la economía.
Suecia está experimentando
desequilibrios. Concretamente hay que prestar atención a la evolución
de ciertas variables macroeconómicas como son la deuda del sector privado
y el mercado inmobiliario, a fin de reducir el riesgo de repercusiones
negativas sobre el funcionamiento de la economía.
El Reino Unido está experimentando
desequilibrios. Concretamente hay que prestar atención a la evolución
de la situación macroeconómica en lo que respecta al endeudamiento de las
familias y al mercado inmobiliario, así como a la evolución desfavorable
de su competitividad exterior, a fin de reducir el riesgo de repercusiones
negativas sobre el funcionamiento de la economía.
Estos
desequilibrios serán objeto de seguimiento en virtud de la vertiente preventiva
del procedimiento de desequilibrios macroeconómicos y se integran en las
recomendaciones específicas para cada país con arreglo al Semestre Europeo. [1] COM(2011)
669 [2] COM(2010) 2020 [3] COM(2011) 818. [4] COM(2011) 594 y COM(2011) 510. [5] COM(2011) 400. [6] COM (2011) 815. [7] Reglamento (UE) nº 1176/2011 relativo a
la prevención y corrección de los desequilibrios económicos. [8] Los «países sometidos a un programa»,
Grecia, Irlanda, Portugal y Rumanía, no se incluyeron en este ejercicio. [9] COM (2012) 173 [10] Los «países sometidos a un programa»,
Grecia, Irlanda, Portugal y Rumanía, no se incluyeron en este ejercicio. [11] Objetivos nacionales
expuestos en los programas nacionales de reforma (PNR) de abril de 2012. [12] Los objetivos
nacionales de reducción de emisiones definidos en la Decisión 2009/406/CE
(«Decisión de reparto del esfuerzo») se refieren a las emisiones no cubiertas
por el régimen de comercio de derechos de emisión. Las emisiones cubiertas por
dicho régimen se reducirán en un 21 % en relación con los niveles de 2005.
La reducción global de emisiones correspondiente será de un -20 % en relación
con los niveles de 1990. [13] Hay que observar que
las previsiones nacionales también varían con arreglo al año o años de
referencia para la estimación del ahorro. [14] Este cálculo no
incluye la CINE 4 (Alemania, Austria), ni el Reino Unido; el resultado con la CINE 4 es
40,0-40,4 %. [15] El Gobierno húngaro solicitó
formalmente ayuda financiera con carácter preventivo a la UE y al FMI en
noviembre de 2011. [16] De conformidad con el
artículo 5, apartado 1, y el artículo 13 del Reglamento (UE) nº 1176/2011, los
exámenes exhaustivos se llevarán a cabo conjuntamente con misiones de
supervisión. Las misiones se llevaron a cabo, a nivel de los servicios, entre
marzo y abril.