EUR-Lex Access to European Union law

Back to EUR-Lex homepage

This document is an excerpt from the EUR-Lex website

Document 52015DC0061

INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO sobre la evaluación ex post del Mecanismo Comunitario de Protección Civil y el Instrumento de Financiación de la Protección Civil para el período 2007-2013

/* COM/2015/061 final */

52015DC0061

INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO sobre la evaluación ex post del Mecanismo Comunitario de Protección Civil y el Instrumento de Financiación de la Protección Civil para el período 2007-2013 /* COM/2015/061 final */


INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO sobre la evaluación ex post del Mecanismo Comunitario de Protección Civil y el Instrumento de Financiación de la Protección Civil para el período 2007‑2013

1. ALCANCE Y FINALIDAD DEL INFORME

El Mecanismo Comunitario de Protección Civil (en lo sucesivo, «el Mecanismo») se creó en 2001[1] para facilitar una cooperación reforzada en las intervenciones de ayuda en el ámbito de la protección civil. En enero de 2006, la Comisión propuso revisar el Mecanismo sobre la base de la experiencia adquirida y proporcionar una base jurídica adecuada para las acciones futuras. La Decisión 2007/779/CE, Euratom del Consejo[2] (en lo sucesivo, «la Decisión sobre el Mecanismo»), tenía por objeto abordar el aumento de la frecuencia y la gravedad de las catástrofes naturales y de origen humano. Además, la Decisión 2007/162/CE, Euratom del Consejo[3] (en lo sucesivo, «la Decisión IFPC») permitió la financiación de acciones destinadas a la prevención, la preparación y una respuesta más eficaz, especialmente las adoptadas en el marco de la cooperación entre los Estados miembros y ejecutadas en el marco del Mecanismo. El importe total de las acciones y medidas destinadas a financiarse en el marco de la Decisión IFPC se fijó en 189,8 millones EUR para el período comprendido entre el 1 de enero de 2007 y el 31 de diciembre de 2013. La Decisión sobre el Mecanismo y la Decisión IFPC fueron derogadas a partir de la entrada en vigor, el 1 de enero de 2014, de la Decisión sobre el Mecanismo de Protección Civil de la Unión[4] (en lo sucesivo, «la Decisión de 2013»).

El artículo 15, apartado 2, letra d), de la Decisión IFPC exige a la Comisión la presentación al Parlamento Europeo y al Consejo de un informe de evaluación ex post sobre las acciones del Mecanismo en el ámbito de la protección civil que recibieron ayuda financiera durante el período 2007‑2013. Por otra parte, el artículo 14 de la Decisión sobre el Mecanismo impone a la Comisión la obligación de evaluar su aplicación y de transmitir las conclusiones al Parlamento Europeo y al Consejo. La Comisión ya llevó a cabo una evaluación intermedia sobre las acciones del Mecanismo que abarcaba el período 2007‑2009, cuyos resultados se transmitieron al Parlamento Europeo y al Consejo a finales de 2011 mediante un informe de la Comisión[5], acompañado de un documento de trabajo de los servicios de la Comisión[6] (denominados globalmente, en lo sucesivo, «el informe intermedio de evaluación»).

El presente informe presenta los principales resultados de la evaluación ex post de todas las acciones del Mecanismo durante el período comprendido entre el 1 de enero de 2007 y el 31 de diciembre de 2013. Se encargó a una consultoría externa que realizase una evaluación independiente de las acciones del Mecanismo sobre la base de un análisis documental amplio y exhaustivo, la observación de las acciones, estudios de casos y una amplia consulta de las partes interesadas (Estados participantes, socios internacionales o servicios de la Comisión) a través de entrevistas y encuestas en línea.

En términos generales, la evaluación externa tuvo un diseño acertado y aplicó un sólido enfoque metodológico. La evaluación se basó en una gran cantidad de datos extrapolados a partir de fuentes fiables; no obstante, la utilización de datos cuantitativos podría haber sido más amplia. En conjunto, la combinación de las pruebas proporcionadas por las diversas herramientas metodológicas fue equilibrada. Las observaciones de las partes interesadas distintas de los Estados participantes, capaces de evaluar el Mecanismo comparándolo con otros sistemas internacionales similares (por ejemplo, los socios internacionales o algunos servicios de la Comisión), están bien representadas, lo que contribuye a la credibilidad de los resultados. En algunos casos específicos, la evaluación se basa fundamentalmente en los resultados de encuestas y entrevistas, lo que conduce a afirmaciones que parecen un tanto subjetivas. No obstante, dentro de los límites de los datos y análisis, los resultados son creíbles y las conclusiones son equilibradas, se derivan lógicamente de los resultados y guardan relación con los hechos y datos. La evaluación externa completa, con todas las pruebas cualitativas y cuantitativas, puede consultarse en la siguiente dirección:

http://ec.europa.eu/echo/en/funding-evaluations/evaluations/thematic-evaluations.

En el presente informe se expone la posición de la Comisión sobre las principales conclusiones y recomendaciones de la evaluación externa. Los siguientes capítulos resumen los principales resultados de la evaluación en términos de pertinencia, coherencia, eficacia, eficiencia y valor añadido europeo de las acciones del Mecanismo llevadas a cabo durante el período comprendido entre el 1 de enero de 2007 y el 31 de diciembre de 2013, acompañadas por las conclusiones de la Comisión.

2. ANTECEDENTES DE LAS ACCIONES DEL MECANISMO DURANTE EL PERÍODO 2007‑2013

2.1.      Cambios institucionales de la UE

Antes de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa en 2009, las acciones de protección civil y la legislación de la UE, incluido el Mecanismo y las Decisiones IFPC, se basaban en la disposición general del artículo 308 del Tratado CE, que autoriza al Consejo a actuar (por unanimidad) cuando ello resulte necesario para alcanzar uno de los objetivos del Tratado en los ámbitos en los que el Tratado CE no proporciona ninguna otra base jurídica. Cuando se introdujo en el Tratado de Lisboa el nuevo artículo 196 consagrado a la protección civil, esta fue reconocida formalmente como una política independiente.

Hasta principios de 2010, la protección civil dependía del Comisario responsable de Medio Ambiente. Seguidamente, fue transferida a la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión (en lo sucesivo, la «DG ECHO») con el fin de aprovechar mejor las sinergias y reforzar la coherencia de las operaciones de respuesta de la UE.

2.2.      Descripción general del Mecanismo

El Mecanismo apoya la movilización de la ayuda de emergencia en caso de catástrofes importantes, naturales o de origen humano de todo tipo, dentro y fuera de la UE. A finales de 2013, 32 países participaban en el Mecanismo: los 28 Estados miembros de la Unión Europea y la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Islandia, Liechtenstein y Noruega (en lo sucesivo, «los Estados participantes»).

La principal responsabilidad de hacer frente a las consecuencias inmediatas de una catástrofe recae en el Estado participante o el país en el que se ha producido. No obstante, cuando la magnitud de la emergencia desborda la capacidad de respuesta nacional, cualquier país afectado por una catástrofe puede solicitar y beneficiarse de los medios y equipos de protección civil de los Estados participantes. Mediante la puesta en común de las capacidades de protección civil de los Estados participantes, el Mecanismo puede garantizar una mejor protección, principalmente de las personas, pero también del medio ambiente y los bienes, incluido el patrimonio cultural.

Otro importante objetivo del Mecanismo es apoyar y complementar los esfuerzos de preparación de los Estados participantes. Esto incluye una amplia gama de actividades de preparación, como cursos de formación, intercambios de expertos, ejercicios de simulación y diferentes tipos de proyectos de cooperación. El período 2007‑2013 registró asimismo un aumento de las actividades de prevención.

2.3.      Principales acciones del Mecanismo

Durante el período 2007‑2013, el Mecanismo consistió en una serie de elementos (descritos a continuación) destinados a facilitar una prevención y una preparación adecuadas, así como una respuesta eficaz a las catástrofes a nivel de la UE. La mayoría de ellos se financiaron a través de la Decisión IFPC. Algunos se financiaron mediante fondos adicionales otorgados por el Parlamento Europeo y el Consejo[7], u otros instrumentos de la UE, tales como el Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación.

El Centro de Control e Información (en lo sucesivo, «el CCI») fue el núcleo operativo del Mecanismo y desempeñó tres funciones principales: i) función de seguimiento [intercambio de alertas y de información de alerta rápida sobre futuras catástrofes, mediante los Sistemas de Alerta Rápida[8] (en lo sucesivo, «los SAR»)]; ii) función de suministro de información al público en general y a los Estados participantes a través del Sistema Común de Comunicación e Información de Emergencia (en lo sucesivo «el SCCIE»); y iii) función de coordinación de la asistencia prestada a través del Mecanismo[9]. A partir del 15 de mayo de 2013, el CCI fue sustituido por el Centro Europeo de Coordinación de la Respuesta a Emergencias (en lo sucesivo, «el CECRE»), que desde entonces ofrece un servicio de seguimiento 24 horas al día, siete días a la semana, y de respuesta inmediata a las catástrofes en todo el mundo. Durante el período 2007‑2013, el CCI/CECRE gestionó 223 activaciones del Mecanismo, incluidas 132 fuera de los Estados participantes, en un total de 69 países. Asimismo, coordinó un total de 72 misiones y desplegó en el marco de estas a 246 expertos y 64 agentes de enlace CCI/CECRE.

El programa de formación, que incluía cursos de formación, ejercicios de simulación y un programa de intercambio de expertos, buscaba propiciar un entendimiento común de la cooperación en las intervenciones de protección civil y acelerar la respuesta a emergencias graves. Durante el período 2007‑2013, 4 657 expertos asistieron a cursos de formación, 882 expertos de 29 Estados participantes tomaron parte en el programa de intercambio de expertos y, en el marco de las convocatorias de propuestas 2007‑2013, se seleccionaron 31 ejercicios de simulación de las 58 propuestas recibidas.

Se predefinieron módulos y equipos de ayuda y asistencia técnica (en lo sucesivo, «TAST»), unidades de respuesta de emergencia específicas e interoperables desplegables rápidamente. A finales de 2013, los Estados participantes registraron 150 módulos y 10 TAST en el SCCIE. También se financiaron ejercicios de módulos específicos, destinados a módulos de formación que puedan presentarse en una situación de emergencia real.

Los proyectos de prevención y preparación estaban destinados a lograr una mayor concienciación y una cooperación más estrecha entre los Estados participantes en el ámbito de la protección civil. Durante el período 2007‑2013, se definieron las prioridades para los proyectos de prevención y preparación y se fijaron los objetivos de la convocatoria de propuestas sobre una base anual (excepto en 2007, en que sí hubo una convocatoria de propuestas para los proyectos de prevención, pero no para los proyectos de preparación). En el marco de la convocatoria de propuestas 2007‑2013, se seleccionaron un total de 76 proyectos de prevención y preparación, de las 371 propuestas recibidas.

Se desarrolló un marco político de prevención para complementar las políticas de la UE en los ámbitos de la preparación y la respuesta en caso de catástrofe. Se iniciaron y ejecutaron diversas actividades de prevención para dar curso a las acciones contempladas en la Comunicación de la Comisión de 2009 sobre un enfoque comunitario para la prevención de catástrofes naturales y de origen humano.

Los Estados participantes pudieron solicitar apoyo y cofinanciación para el transporte de asistencia de protección civil a un país víctima de una situación de emergencia. La Comisión se encargó de ayudar a los Estados participantes en: i) el intercambio o puesta en común de los medios de transporte puestos a disposición de forma voluntaria; ii) la identificación de los medios de transporte disponibles en el mercado comercial o recurriendo a otras fuentes (contratistas de transporte, etc.); y iii) la utilización de fondos de la UE (subvenciones o contratistas de transporte) para financiar los medios de transporte necesarios. Se concedieron un total de 122 subvenciones para transporte durante el período 2007‑2013, con lo que la contribución total neta de la Comisión rondó los 10,9 millones EUR. El agente de transporte se utilizó doce veces durante ese período: nueve veces como solución independiente y tres veces en combinación con una subvención.

Entre las acciones globales del Mecanismo figuraron asimismo numerosas actividades relacionadas con la contaminación marina. En este ámbito, la Comisión cooperó estrechamente con la Agencia Europea de Seguridad Marítima (en lo sucesivo, «la AESM»). Durante el período 2007‑2013, el CCI/CECRE se activó nueve veces por contaminación marina; cuatro de estas activaciones condujeron al despliegue de un total de 13 expertos y tres agentes de enlace CCI/CECRE; se cofinanciaron cinco proyectos de preparación y dos de prevención de la contaminación marina, junto con un ejercicio de simulación de contaminación marina.

Durante el período 2008-2010, se llevaron a cabo varios proyectos piloto y programas de acciones preparatorias, financiados mediante fondos adicionales otorgados por el Parlamento Europeo y el Consejo. Se puso en marcha una acción preparatoria para poner a prueba nuevas formas de mejorar la capacidad de respuesta de la UE en caso de catástrofe: para la convocatoria de propuestas de 2008, se recibieron 15 propuestas de proyectos, de las que se seleccionaron 5, con una cofinanciación total de aproximadamente 3,1 millones EUR; en la convocatoria de propuestas de 2009, se recibieron 15 propuestas, de entre las cuales se aprobaron siete proyectos, a los que se destinaron unos 6 millones EUR; en la convocatoria de propuestas de 2010 se recibieron 14 propuestas de proyectos, de entre las cuales se aprobaron cinco, con una financiación total de aproximadamente 7 millones EUR. El proyecto piloto Reserva Táctica de Lucha contra Incendios de la UE (en lo sucesivo, «RTCIFUE»), consistente en dos aviones contraincendios (un recurso suplementario destinado a reforzar la capacidad global de la UE en la lucha contra los incendios), intervino en 6 de las 9 emergencias de incendios forestales de 2009.

Las acciones con terceros países tenían por objeto garantizar que las acciones llevadas a cabo entre los Estados participantes y terceros países estuvieran mejor coordinadas con vistas a prepararse para las catástrofes, prevenirlas y responder a ellas. Entre estas acciones, cabe citar en particular: i) las acciones con los países candidatos y los países candidatos potenciales, a saber, el primer programa de cooperación en el ámbito de la protección civil en el marco del IAP, ejecutado entre diciembre de 2010 y noviembre de 2012, que consistió en un intercambio de expertos y en sesiones de formación, ejercicios y talleres; ii) las acciones con los países de la Vecindad Europea, en que la UE cooperó con estos países a través del Programa para la prevención, preparación y respuesta a las catástrofes naturales y provocadas por el hombre (PPRC meridional y PPRC oriental); y iii) las acciones con otros terceros países, como aquellos con los que se había firmado un acuerdo de cooperación, así como con los países de la ASEAN y China.

3. PERTINENCIA DE LAS ACCIONES DEL MECANISMO EN 2007‑2013

La evaluación externa independiente puso de relieve, en particular, los aspectos siguientes en lo que se refiere a la pertinencia de las distintas acciones del Mecanismo:

1. Todas las partes consultadas en la evaluación externa estimaron que el CCI/CECRE y los instrumentos conexos (el SCCIE y el SAR) son mecanismos pertinentes, y se declararon satisfechas con el seguimiento, coordinación y gestión de la información facilitada. Los Estados participantes consideran que el CCI/CECRE es esencial para garantizar una respuesta de emergencia efectiva, eficaz y rápida en caso de catástrofe; un despliegue efectivo de los equipos de protección civil de la UE; y la complementariedad de las intervenciones de la UE en caso de catástrofe con respecto a la respuesta internacional y de los Estados miembros. En el marco de la transición del CCI al CECRE, se abordó una de las principales lagunas del CCI, a saber, la falta de cobertura permanente (24 horas al día, siete días a la semana) reflejada asimismo en la evaluación intermedia.

2. La mayoría de los Estados participantes estimaron que los cursos de formación responden a las necesidades de sus autoridades nacionales de protección civil. Las tasas de asistencia a los cursos de formación fueron elevadas durante el período 2007‑2013, con una media de ocupación del 88,6 % de todas las plazas disponibles. No obstante, la evaluación externa señalaba también que no se había realizado ninguna evaluación del número óptimo de expertos que había que formar para gestionar el volumen de despliegues en el marco del Mecanismo. Se estima que el porcentaje de expertos formados realmente desplegados supera ligeramente el 10 %.

3. Los ejercicios de simulación cubrieron una amplia variedad de situaciones de especial relevancia para los Estados participantes. La mayoría (todos menos cuatro) de los Estados participantes tomaron parte en los ejercicios (18 como organizadores principales), una prueba más de su relevancia. Sin embargo, durante el período 2007‑2013, el número de propuestas recibidas y ejercicios de simulación cofinanciados varió y mostró una tendencia a la baja: en 2008 se registró un número récord de 18 propuestas presentadas, frente a las 5 de 2013 (final del período de evaluación); se cofinanciaron asimismo 8 ejercicios de simulación en el marco de las convocatorias de propuestas de 2007 y 2008, frente a los 2 de 2013.

4. Los resultados de la encuesta en línea de los participantes en el programa de intercambio de expertos puso de manifiesto que el 99 % de las personas que habían participado en la encuesta pensaban que sus competencias y cualificaciones habían mejorado como consecuencia del intercambio. La gran mayoría de los participantes y anfitriones opinaron que la gestión de los programas había sido útil, clara y competente por lo que se refiere a la comunicación de los detalles sobre la organización de los intercambios. Algunas partes interesadas consideraron que el volumen de los intercambios había sido demasiado limitado y expresaron su convicción de que el programa debería ser capaz de financiar nuevos intercambios. Cabe asimismo destacar un fuerte desequilibrio en la participación de los Estados participantes en el programa.

5. Se desplegaron módulos y TAST en una serie de catástrofes dentro y fuera de la UE. Tan solo en 2013, se desplegaron 12 módulos. Aun cuando la mayor parte de los Estados participantes convinieron en que durante el período 2007‑2013 se habían desarrollado y aplicado a los módulos directrices pertinentes y procedimientos operativos normalizados, la consulta de otras partes interesadas y el estudio de casos mostró la necesidad de unas orientaciones y normas más internacionales y unificadas para la creación y funcionamiento de los módulos, y para la instauración de procedimientos comunes. Para muchas partes interesadas, los ejercicios de módulos resultaron esenciales y pertinentes para identificar y tratar las lagunas detectadas en el funcionamiento de los módulos, aumentando así el nivel de cooperación con otros módulos y mejorando la coordinación de la ayuda.

6. Los proyectos de prevención y preparación seleccionados en el marco de las convocatorias de propuestas 2007‑2013 estuvieron en consonancia con los objetivos específicos definidos en las convocatorias de propuestas y se consideraron relevantes para los objetivos generales del Mecanismo. El proceso de selección se consideró adecuado, aunque se estimó conveniente reducir su duración. Por último, el proceso de supervisión de los proyectos se consideró transparente y sencillo.

7. Los Estados participantes, el Parlamento Europeo y el Consejo han exigido reiteradamente la adopción de medidas en materia de prevención: las diversas actividades acometidas para desarrollar un marco político de prevención respondieron así claramente a las necesidades de las partes interesadas. El informe intermedio precisaba que el marco político de prevención de la UE debería poder abordar los diversos aspectos de la prevención en los diferentes ámbitos políticos de la UE y facilitar una mayor cooperación entre los Estados participantes. Todo indica que la protección civil ya se ha integrado en otras 13 políticas de la UE y que la cooperación ha recibido un impulso a través de una serie de reuniones de expertos que dieron lugar al intercambio de buenas prácticas. Por lo tanto, se han seguido las recomendaciones. No obstante, la prevención sigue siendo una de las principales prioridades para las partes interesadas, dado que el desarrollo de un marco político de prevención es reciente y necesita, por lo tanto, más tiempo para madurar.

8. El desarrollo del marco legal para la ayuda de transporte fue sumamente pertinente, ya que respondía a una necesidad previamente identificada. Aunque la ejecución fue lenta al comienzo del período de evaluación, la intensificación del uso de la ayuda de transporte durante dicho período puso de manifiesto que, al final del mismo, ya era una acción firmemente asentada. También evidenció que la Comisión ha tenido en cuenta la recomendación recogida en la evaluación intermedia de simplificar los procedimientos y los requisitos de documentación. Todo indicaba que la ayuda de transporte había contribuido positivamente a la decisión de facilitar ayuda en el ámbito de la protección civil.

9. La participación del Mecanismo en la lucha contra la contaminación marina exigió una estrecha colaboración con la Agencia Europea de Seguridad Marítima (AESM). Según la evaluación externa, las actividades de lucha contra la contaminación marina contribuyeron a la consecución de los tres objetivos clave del Mecanismo: el CCI/CECRE coordinó las respuestas de la UE a la contaminación marina en nueve ocasiones entre 2007 y 2013; el CCI/CECRE también proporcionó apoyo a los países afectados, a menudo en cooperación con la AESM, que aportó su experiencia y apoyo logístico; estas operaciones contribuyeron a la protección de vidas humanas y del medio ambiente.

10. El proyecto piloto y los proyectos de acción preparatoria contribuyeron a reforzar la capacidad de respuesta de la UE, respondiendo a las necesidades críticas derivadas de las grandes catástrofes. Las partes interesadas consultadas informaron de que la disponibilidad y aptitud de los aviones de Canadair que participaron en el proyecto piloto supusieron un verdadero activo en la lucha contra los incendios forestales. Del mismo modo, las acciones preparatorias permitieron probar soluciones innovadoras y el desarrollo de nuevos módulos que posteriormente se desplegaron en el marco del Mecanismo.

11. Las acciones en terceros países respondieron a las necesidades tanto de los terceros países beneficiarios como de los Estados participantes. En los terceros países, las acciones contribuyeron a mejorar su capacidad para hacer frente a las catástrofes y a una mejor comprensión del Mecanismo y sus capacidades. Para los Estados participantes, el desarrollo de capacidades en terceros países, especialmente en los países vecinos, puede haber contribuido a reducir la necesidad de asistencia del mecanismo en el futuro, impidiendo la propagación de algunos tipos de catástrofe (catástrofes transfronterizas), o aumentando la velocidad de respuesta en caso de catástrofe.

En general, teniendo en cuenta su experiencia operativa colectiva con el Mecanismo y su evolución positiva, la Comisión está de acuerdo con las conclusiones de la evaluación independiente de que todas las acciones del Mecanismo fueron elementos pertinentes de una política global que contribuye a la mejora de los sistemas nacionales de gestión de catástrofes en el ámbito de la protección civil dentro y fuera de Europa. Estas conclusiones se basan asimismo en datos cuantitativos[10] que confirman, por ejemplo, el aumento del número de activaciones del Mecanismo, del número de solicitudes de cofinanciación del transporte y del número de módulos desplegados, así como los altos niveles de participación en los ejercicios, actividades de formación e intercambios de expertos.

4. COHERENCIA DE LAS ACCIONES DEL MECANISMO DURANTE EL PERÍODO 2007‑2013

La evaluación externa independiente destacó, en particular, los siguientes aspectos:

1. El 94 % de los Estados participantes que respondieron a la encuesta en línea consideró que el CCI/CECRE ha mejorado la coordinación entre la UE y los Estados miembros en cuanto a la ayuda en el ámbito de la protección civil durante las intervenciones. Esto es una clara señal de que la Comisión ha seguido las recomendaciones recogidas en la evaluación provisional en el sentido de que sería deseable mejorar la coordinación entre el CCI/CECRE, por un lado, y, por otro, los Estados participantes y los socios internacionales. A nivel de la UE, el CCI/CECRE participó en la coordinación de todos los tipos de respuesta en caso de catástrofe y garantizó la plena coherencia entre los servicios de la Comisión y otras instituciones de la UE en caso de catástrofe (por ejemplo, la cooperación con la DG SANCO en Haití, con la DG ENER en Japón, con el SEAE en Pakistán y con la AESM en los Estados Unidos). Todos los socios internacionales entrevistados consideraban que el CCI/CECRE era un socio fiable y capaz de facilitar información y canalizar el apoyo. El CCI/CECRE colaboró ampliamente con otros servicios de la Comisión y con los socios internacionales (en más de 60 ocasiones durante el período 2007‑2013).

2. Los vínculos entre los cursos de formación se concibieron de forma coherente, en la medida en que estos cubrían aspectos introductorios, operativos y de gestión, y estaban interrelacionados entre sí. Algunas observaciones de poca importancia se referían a ámbitos específicos (por ejemplo, la gestión de los medios de comunicación), que podrían incorporarse de forma coherente en los diferentes cursos.

3. Los ejercicios de simulación fueron coherentes con otras acciones del Mecanismo, y, en particular, con los cursos de formación y los ejercicios de módulos, cuyo enfoque y modus operandi, al ser diferentes, generaron resultados complementarios. En función del escenario del ejercicio, una serie de ejercicios de simulación permitió asimismo la integración de terceros países, lo que reforzó aún más la coherencia externa del Mecanismo. No obstante, ya en la evaluación intermedia se señalaba que cabía mejorar la coherencia de los ejercicios de simulación estableciendo una estrategia o marco general para este programa. Esta recomendación se está aplicando actualmente, como consecuencia de los requisitos establecidos en la Decisión de 2013.

4. Los Estados participantes percibieron en ocasiones el programa de intercambio de expertos como una alternativa a los cursos de formación, en lugar de como una acción complementaria o un foro para el intercambio de conocimientos y buenas prácticas. No obstante, se consideró que el programa creaba oportunidades para obtener más información acerca del papel del Mecanismo, y ofrecía oportunidades de interconexión en red que pueden resultar esenciales en una catástrofe real.

5. Los módulos predefinidos e interoperables representaron capacidades adicionales que podían desplegarse en poco tiempo y, por lo tanto, fueron importantes para lograr el objetivo del Mecanismo de facilitar la cooperación en el ámbito de la protección civil. Los ejercicios de módulos fueron coherentes, en la medida en que proporcionaron formación básica y métodos de análisis de las capacidades y procedimientos con escenarios de emergencia muy realistas.

6. Los proyectos de prevención y preparación seleccionados fueron acordes con las prioridades definidas anualmente en la convocatoria de propuestas. Las acciones implementadas por los proyectos seleccionados también fueron coherentes con los financiados a través de otros instrumentos de la UE. Sin embargo, se sugirió que las prioridades para los proyectos de prevención y preparación definidas en la convocatoria de propuestas eran muy amplias: una definición más precisa de las prioridades podría contribuir más eficazmente a gestionar el Mecanismo, y a evitar cualquier riesgo potencial de duplicación de esfuerzos con otros instrumentos de financiación de la UE.

7. El marco político de prevención se integró en mayor medida en otras políticas de la UE, y fue también coherente con las políticas y programas de gestión de los riesgos de catástrofes a nivel internacional. Además de los esfuerzos ya existentes, se sugirió que podrían contemplarse otras medidas para integrar en mayor medida las actividades de prevención en las políticas nacionales de protección civil, estableciendo un vínculo entre la prevención, por una parte, y, por otra, la preparación y la respuesta.

8. Los diferentes elementos del proceso de ayuda de transporte (es decir, la fase de puesta en común, la identificación de las opciones de transporte en el mercado comercial y la cofinanciación) contribuyeron directamente a la consecución de los objetivos fundamentales del Mecanismo, a saber, coordinar la prestación de ayuda y el despliegue de esta ayuda en caso necesario.

9. Por lo que se refiere a la lucha contra la contaminación marina, se establecieron una serie de objetivos comunes para la cooperación entre la AESM y la Comisión (DG ECHO) y se establecieron diferentes mecanismos para garantizar una clara división de tareas y una buena coordinación. La Comisión también cooperó activamente con cuatro acuerdos regionales desarrollados en las cuencas marítimas de la UE, colaboración que la evaluación externa consideró muy sólida y bien organizada. Además, la Comisión participó en la Reunión Intersecretarial entre los acuerdos regionales, la Comisión y la AESM. Estos resultados confirman también que la Comisión adoptó las medidas adecuadas para aplicar las recomendaciones formuladas en la evaluación intermedia, a saber, las que señalaban la necesidad de una mejora en la coordinación con la AESM.

10. Uno de los objetivos principales de los proyectos de acción preparatoria era conseguir que una serie de bienes de equipo y otros recursos estuvieran listos para ser desplegados en operaciones de respuesta a las catástrofes, lo que ocurrió efectivamente en varios casos (por ejemplo, en el terremoto de Haití). El proyecto piloto, por su parte, contribuyó a reforzar la capacidad global de la UE para luchar contra los incendios. Por lo tanto, la evaluación externa estimó que los resultados obtenidos a través del proyecto piloto y de las acciones preparatorias estuvieron a la altura de sus objetivos, como el de cubrir las lagunas existentes de manera coherente.

11. La investigación documental y las entrevistas con las partes interesadas en el marco de la evaluación externa de las acciones con terceros países llevaron a la conclusión de que el éxito de la ejecución de las actividades en el marco de los programas del IAP y del PPRC meridional y oriental había contribuido a una mayor cooperación entre los países candidatos y los países candidatos potenciales, así como entre los países vecinos y la UE, permitiendo una colaboración más coherente en el ámbito de la prevención, la preparación y las acciones de respuesta.

La experiencia de la Comisión con las operaciones del Mecanismo y las conclusiones de las sesiones de información y recabado de opiniones celebradas con todas las partes interesadas una vez concluidas las operaciones, ejercicios o cursos de formación, corroboran los resultados de la evaluación externa, según los cuales las acciones del Mecanismo fueron complementarias entre sí y con otras acciones desarrolladas a nivel nacional, de la UE e internacional. No obstante, la Comisión considera que aún hay margen para una delimitación más completa de todas las acciones del Mecanismo y para mejorar las oportunidades de aprendizaje transversal, y tratará de abordar este aspecto mediante el establecimiento de un marco estratégico global para la formación, los ejercicios y la experiencia adquirida. Los resultados de la actual coordinación interna de la Comisión entre los distintos servicios, así como los contactos con los interesados externos pertinentes, corroboran la conclusión de la evaluación externa de que la ejecución global del Mecanismo fue coherente con las acciones y programas internacionales y de la UE correspondientes.

5. EFICACIA DE LAS ACCIONES DEL MECANISMO DURANTE EL PERÍODO 2007‑2013

La evaluación externa independiente puso de relieve, en particular, los siguientes aspectos:

1. Se consideró que el CCI/CECRE era una plataforma eficaz, con las características apropiadas y los recursos suficientes para alcanzar sus objetivos y desempeñar sus funciones. Todos los Estados participantes que respondieron a la encuesta en línea consideraban que el CCI/CECRE garantizaba adecuadamente la comunicación entre la UE y los Estados participantes, y casi todos consideraban que el CCI/CECRE era accesible y capaz de reaccionar de manera inmediata y sin interrupción (24 horas al día, siete días a la semana). Algunos interesados observaron que el tiempo que el CCI/CECRE necesita para coordinar y desplegar la asistencia de la UE ha disminuido a lo largo de los años. Unos pocos Estados participantes y otras partes interesadas formularon algunas críticas con relación a: i) la selección de los expertos nacionales llamados a ser enviados sobre el terreno en caso de emergencia (opinaban que el CCI/CECRE debería desempeñar un mayor papel en la selección de los expertos para poder ajustar mejor las cualificaciones a las necesidades reales sobre el terreno); y ii) la falta de experiencia sobre el terreno del personal del CCI/CECRE.

2. Los cursos de formación alcanzaron sus objetivos de mejorar las aptitudes y competencias individuales de los expertos y de llegar a un acuerdo para la cooperación en las intervenciones de protección civil. La evaluación sugiere que la relación entre las cualificaciones requeridas sobre el terreno y las enseñanzas extraídas de las actividades de despliegue y de los cursos de formación podría reforzarse, y que este proceso podría ser más sistemático.

3. Los ejercicios de simulación alcanzaron ampliamente sus objetivos, en particular el fomento de una mayor coordinación y de unos tiempos de respuesta más rápidos, y contribuyeron al Mecanismo en su conjunto. También se alcanzaron varios objetivos más globales mediante ejercicios de simulación, como la exploración de las posibilidades de colaboración entre los equipos UNDAC y los equipos de protección civil de la UE, o un mayor desarrollo de la colaboración operativa y estratégica entre la ayuda humanitaria y la protección civil a nivel nacional y de la UE.

4. El programa de intercambio de expertos se consideró eficaz en la medida en que había cumplido los objetivos de los participantes. Muchos expertos informaron de que habían desarrollado competencias especializadas directamente aplicables. No obstante, en muchos casos sus expectativas de poder desplegarse en los equipos de protección civil de la UE tras el intercambio no se vieron satisfechas. Aunque los participantes y las organizaciones de acogida, en general, valoraron positivamente el programa, el proceso de recabado de opiniones podría mejorarse, ya que es un factor crucial para la medición de su eficacia.

5. La evaluación intermedia recomienda desarrollar en mayor medida el concepto de módulos, inclusive a través de ejercicios especializados y el desarrollo de procedimientos operativos normalizados. Estas recomendaciones se cumplieron plenamente. El número de módulos y TAST registrados en la base de datos del SCCIE aumentó durante el período 2007‑2013, alcanzando un total de 150 módulos a finales de 2013. Se registraron 16 tipos diferentes de módulos, de los 17 definidos. Con el fin de aumentar la eficacia de los módulos registrados, las partes interesadas propusieron seguir desarrollando los requisitos mínimos y las directrices aplicables a los módulos. La mayoría de los Estados participantes encuestados consideraron que los ejercicios de módulos habían alcanzado sus objetivos, en la medida en que animaban al personal de protección civil a tener en cuenta la experiencia adquirida y a introducir mejoras en el funcionamiento de los módulos. Sin embargo, se sugirió que un aumento de la frecuencia de los módulos, aunque a menor escala y con ejercicios menos complejos, contribuiría a su sostenibilidad en términos de competencias adquiridas.

6. Los resultados de los proyectos de prevención y preparación alcanzaron los objetivos fijados en los programas de trabajo anuales y se tradujeron en medidas concretas, como las destinadas a apoyar el desarrollo de estrategias de prevención de catástrofes y a aumentar la sensibilización sobre cuestiones específicas. Sin embargo, el impacto y la sostenibilidad de los proyectos de prevención y preparación fueron demasiado limitados: en particular, los resultados apenas se aplicaron realmente a nivel nacional, no se promovieron de forma sistemática y visible, y su transferencia a otros Estados participantes no cumplió las expectativas.

7. Las distintas actividades de prevención desarrolladas y aplicadas contribuyeron a la consecución de los objetivos que figuran en la Comunicación de la Comisión de 2009 y en las conclusiones del Consejo sobre prevención. En particular, las actividades contribuyeron a un mayor número de políticas de prevención de catástrofes basadas en el conocimiento, a la vinculación de los actores y políticas relacionados con la prevención con los actores relevantes de las actividades de preparación y respuesta, y a la integración de las consideraciones en materia de prevención de catástrofes en los actuales instrumentos financieros y legislativos de la UE.

8. El 77 % de los Estados participantes encuestados consideró que la prestación de ayuda de transporte a través de subvenciones había contribuido realmente a la mejora de la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia. Algunas partes interesadas afirmaron que el agente de transporte se había adaptado a las situaciones que requieren un gran nivel de flexibilidad, y que su potencial de mejora es considerable. Por último, la experiencia de algunas catástrofes sugiere que la cofinanciación de la UE, limitada al 50 %, reducía significativamente la eficacia del instrumento. Esto se hace eco de una de las recomendaciones de la evaluación intermedia, que aconsejaba examinar el potencial de los distintos niveles de cofinanciación. La Comisión ya ha realizado progresos en este sentido, con la introducción de nuevos porcentajes de cofinanciación más elevados en la Decisión de 2013.

9. La eficacia de las acciones de lucha contra la contaminación marina depende directamente de la adecuada cooperación con la AESM. En todas las operaciones en que participó la AESM, se consideró que esta cooperación había sido eficaz. Igualmente, los proyectos de prevención y preparación de lucha contra la contaminación marina se consideraron sumamente eficaces, en la medida en que habían ofrecido resultados que no habrían sido posibles sin la ayuda financiera de la Comisión (DG ECHO). La evaluación del ejercicio de simulación de lucha contra la contaminación marina resultó poco concluyente, ya que la Comisión y la AESM tenían diferentes perspectivas sobre su eficacia.

10. La mayoría de los Estados participantes encuestados consideró que el proyecto piloto y las acciones preparatorias habían contribuido a mejorar la eficacia de la respuesta ante las catástrofes, complementando las capacidades existentes en vez de duplicando los esfuerzos y resultados anteriores. Por ejemplo, en comparación con las soluciones individuales de los Estados participantes, el proyecto piloto ofrece un apoyo esencial en el caso infrecuente pero grave de que se declaren simultáneamente varios grandes incendios forestales. La eficacia de los proyectos de acción preparatoria fue limitada, en la medida en que la difusión de los resultados podría haber sido mayor.

11. En general, todo parece indicar que se alcanzaron los objetivos de las acciones con terceros países, a saber, el programa IAP y los programas PPRC meridional y oriental. Varias partes interesadas destacaron la necesidad de centrarse más en las acciones de prevención en el futuro, en consonancia con la evolución del Mecanismo.

La opinión de la Comisión es que, tal y como demuestra la experiencia operativa de la Comisión y los comentarios recabados con relación a la implementación o financiación de numerosas acciones de prevención, actividades de preparación (ejercicios, etc.) y operaciones de respuesta llevadas a cabo con éxito durante el período de 2007‑2013, se alcanzó plenamente el objetivo estratégico general del Mecanismo en su conjunto, a saber, un mayor refuerzo de la cooperación. El éxito de estas acciones es inmediatamente visible en algunos casos, como, por ejemplo, en el caso del proyecto piloto que consiguió apoyar a los Estados participantes en la lucha contra los incendios forestales a falta de otras capacidades de respuesta disponibles, mientras que en otros casos los resultados son menos visibles inmediatamente, y consisten, por ejemplo, en enseñar a los equipos a trabajar juntos con vistas a una posible cooperación en una emergencia real. La tesis de la Comisión se apoya en los resultados de la evaluación externa, según los cuales la aplicación de las acciones del Mecanismo había sido efectiva en la medida en que todas y cada una de ellas habían alcanzado sus objetivos estratégicos específicos.

6. EFICIENCIA DEL ACCIONES DEL MECANISMO EN 2007‑2013

La evaluación externa independiente puso de relieve, en particular, los siguientes aspectos:

1. Se asignó un total de aproximadamente 20 millones EUR en el marco de los programas de trabajo anuales de 2007‑2013 para financiar las diversas funciones del CCI/CECRE, incluido el mantenimiento y mayor desarrollo del CCI/CECRE, el SCCIE, los SAR y las operaciones de despliegue. La evaluación señalaba que el CCI/CECRE había resultado particularmente eficaz a la hora de facilitar la prestación coordinada de ayuda, lo que había permitido un uso eficiente de los recursos. El paso del CCI al CECRE, que, al contar con personal contratado, ofrecía una mayor accesibilidad permanente (24 horas al día, siete días a la semana), fue otro factor importante de aumento de la eficiencia, especialmente por lo que se refiere a la planificación y a la capacidad de respuesta rápida en situaciones de emergencia. Una de las conclusiones de la evaluación intermedia es que había margen para introducir mejoras operativas en los SAR. Desde entonces, se ha realizado una inversión considerable en los SAR. El presupuesto asignado a los SAR pasó de 0,7 millones EUR en 2009 a 1,6 millones EUR en 2013, y se ha utilizado para desarrollar una plena cobertura de múltiples riesgos a través de SAR casi en tiempo real.

2. Se asignó un total de aproximadamente 29 millones EUR a los cursos de formación en el marco de los programas de trabajo anuales de 2007‑2013. Entre 2009 y 2010, el número de cursos de formación ofrecidos se duplicó, pasando de seis a doce. Entre 2010 y 2013, el número de participantes en los cursos de formación aumentó de forma sostenida, mientras la cantidad de recursos financieros invertidos se mantuvo constante. Los participantes en las acciones de formación confirmaron que la participación en los cursos había propiciado un entendimiento común del Mecanismo, lo que a su vez se había traducido en un aumento de la eficiencia, al ofrecer una respuesta coordinada y, por lo tanto, más eficaz.

3. El volumen total del presupuesto asignado a los ejercicios de simulación en el marco de los programas de trabajo anuales de 2007‑2013 superó los 20 millones EUR. En función del alcance y de la complejidad del escenario, los distintos presupuestos varían considerablemente. Debido a las características particulares de cada escenario, era difícil llevar a cabo una comparación de eficiencia entre los ejercicios de simulación. No obstante, según los informes financieros y de auditoría de terceros examinados durante la evaluación externa, el presupuesto de cada ejercicio de simulación fue apropiado y proporcional a sus objetivos específicos.

4. El importe total asignado al programa de intercambio de expertos en el marco de los programas de trabajo anuales 2007‑2013 ascendió a 1,75 millones EUR. Los resultados de la evaluación externa muestran que algunos Estados participantes consideraron que la capacidad global del programa era limitada, refiriéndose a los largos tiempos de espera que se habían producido en la asignación de los expertos a los intercambios. En opinión de los expertos, la gestión concreta de los intercambios había sido buena, y el proceso de selección, adecuado y propicio para el logro de los objetivos del programa.

5. En el marco de los programas de trabajo anuales 2007‑2013, se asignó un total de más de 13 millones EUR a los ejercicios de módulos. Según la evaluación externa, aunque en general los ejercicios de módulos se habían percibido muy positivamente, algunas partes interesadas dudaban de la conveniencia de invertir en la preparación de un número tan significativo de módulos, teniendo en cuenta que la proporción de módulos realmente desplegados en el marco del Mecanismo había sido relativamente pequeña en los últimos años. Además, parecía que los ejercicios de módulos no habían incluido por igual todos los tipos de módulos, sino que se habían centrado principalmente en unos pocos.

6. Durante el período 2007‑2013, el presupuesto global disponible fue de aproximadamente 14 millones EUR para los proyectos de prevención, y de aproximadamente 10,5 millones EUR para los proyectos de preparación. La mayoría de los Estados participantes encuestados consideraban que el volumen del presupuesto había sido adecuado y proporcional a lo que los proyectos pretendían lograr. La mayoría de los presupuestos de los proyectos finalizados había sido proporcional a los resultados concretos obtenidos.

7. Los Estados participantes compartían la opinión de que la prevención es una forma rentable y legítima de reducir los costes humanos y económicos de las catástrofes. No obstante, señalaban que no estaba claro si las actividades de prevención habían contribuido plenamente a un refuerzo de la capacidad de gestión de las catástrofes a nivel de la UE, ni el modo en que las actividades de prevención interactuaban con otras acciones del Mecanismo.

8. En el marco de los programas de trabajo anuales 2007‑2013, se asignó un total de 62,9 millones EUR a la ayuda de transporte, por lo que la contribución neta de la Comisión a la ayuda de transporte fue de aproximadamente 11 millones EUR durante este período. La evaluación externa recoge dos grandes observaciones: la fase de puesta en común de los transportes contemplada en el marco jurídico tenía por objeto garantizar una puesta en común y una combinación eficaz de las operaciones de transporte, pero, habida cuenta de los limitados resultados efectivos de la puesta en común, la necesidad de esta fase resulta dudosa; y, si bien la utilización del agente de transporte se había concebido atendiendo a su rentabilidad, dicha utilización fue finalmente mínima.

9. En los programas de trabajo anuales 2007‑2013, no se asignó una financiación específica a las acciones de lucha contra la contaminación marina. Dado que la lucha contra la contaminación marina accidental se había integrado en las diferentes acciones del Mecanismo, quedó asimismo integrada en las distintas líneas presupuestarias, y se evaluó como parte de ellas.

10. La autoridad presupuestaria de la UE destinó un total de 22,5 millones EUR al proyecto piloto y las acciones preparatorias para el período 2008‑2010. La evaluación externa señaló que el presupuesto disponible había sido adecuado, permitiendo llevar a término las actividades previstas, y que se había utilizado para obtener resultados concretos, incluidos el refuerzo de la capacidad de respuesta, el diseño de ejercicios o módulos, los programas de formación y las actividades de comunicación.

11. Las acciones con terceros países se financiaron a través de distintos instrumentos financieros. El primer programa de cooperación en el ámbito de la protección civil del IAP se financió en el marco del Instrumento de Ayuda Preadhesión (IAP) para el período 2010‑2012. El PPRC meridional se ejecutó entre 2009 y 2012, con un presupuesto de 5 millones EUR, mientras que el PPRC oriental cubrió el período 2010‑2014, con un presupuesto de 6 millones EUR. Por otra parte, el proyecto de gestión del riesgo de catástrofes UE-China se puso en marcha en 2012 y se financió mediante el Instrumento de Cooperación al Desarrollo, con un presupuesto total de 6 millones EUR. La evaluación externa señaló que, debido a la diversidad de las acciones con terceros países y los diferentes mecanismos de financiación, la eficiencia global de las acciones con terceros países se había visto potencialmente reducida debido a la ausencia de un marco general para estas acciones.

En general, la Comisión está de acuerdo con los resultados de la evaluación externa que indican que las acciones del Mecanismo se habían concebido para ser rentables (en el caso de los cursos de formación, por ejemplo, el presupuesto se mantuvo estable durante el período 2010‑2013, pese al aumento del número de participantes que se beneficiaron de los cursos) y, en general, se implementaron de manera eficiente. Al margen del análisis externo de los datos cuantitativos y cualitativos, la experiencia operativa de la Comisión con el Mecanismo ofrece una imagen más matizada. Por ejemplo, el aumento de la inversión en los SAR fue relativamente pequeño en comparación con el presupuesto asignado a otras acciones del Mecanismo, pero supuso un importante beneficio operativo para el Mecanismo. Del mismo modo, gracias a las inversiones en formación, son muchos los especialistas formados, aunque no necesariamente desplegados en las operaciones del Mecanismo. Esta conclusión subestima el importante beneficio que supone contar en las operaciones nacionales con expertos formados en el marco del Mecanismo, y su potencial para difundir los conocimientos.

7. VALOR AÑADIDO EUROPEO DE LAS ACCIONES DEL MECANISMO EN 2007‑2013

La evaluación externa independiente subrayó, en particular, los siguientes aspectos:

1. El valor añadido del CCI/CECRE fue múltiple. Para los Estados participantes, el CCI/CECRE constituía una «ventanilla única» para enfrentarse a las catástrofes, con un claro valor añadido con respecto a una respuesta bilateral. Todas las partes interesadas consideraron que el SCCIE era una útil plataforma de intercambio de información centralizada, con un claro valor añadido europeo. Para los terceros países y socios internacionales, el CCI/CECRE era algo que les permitía hacerse oír y pedir ayuda a través de una única plataforma, lo que facilitaba la cooperación. Los SAR permitían a los Estados participantes acceder a los sistemas de alerta rápida más modernos y que cubren todo el espectro de posibles peligros, así como contar con una mejor interfaz entre los niveles científico y operativo, favorable a la innovación.

2. Los cursos de formación demostraron tener un fuerte valor añadido europeo, lo que no solo se tradujo en que los participantes adquirieran aptitudes y conocimientos sobre el Mecanismo, sino también en un refuerzo de la red de profesionales de la protección civil. Según la evaluación externa, este efecto de creación de redes había facilitado la cooperación y las intervenciones.

3. De las entrevistas se desprende que, en al menos cinco de cada seis casos, los ejercicios de simulación no se habrían llevado a cabo sin la cofinanciación de la UE. El intercambio de experiencias y el aprendizaje basado en las mejores prácticas habían constituido uno de los resultados clave, y también habían proporcionado un fuerte valor añadido europeo. Además, los ejercicios habían permitido una recreación de los escenarios de emergencia, y, en opinión de las partes interesadas, habían complementado los cursos de formación.

4. El intercambio de experiencias y el aprendizaje basado en las mejores prácticas fue uno de los principales resultados del programa de intercambio de expertos. El programa se tradujo en el fomento de sólidas conexiones a nivel nacional y europeo, facilitando la cooperación. Se consideró poco probable que este intercambio se hubiera producido sin la ayuda financiera de la UE.

5. El valor añadido europeo que se deriva de los módulos y ejercicios de módulos resulta evidente en la medida en que estos brindaron una ayuda directa a la respuesta nacional a las catástrofes en los países afectados. La verificación de las competencias y procedimientos durante los ejercicios de módulos generó un entendimiento común con relación a la coordinación de la ayuda.

6. Los proyectos de prevención y preparación lograron resultados que los Estados participantes no podrían haber alcanzado por separado. La mayoría de los proyectos contaron con la intervención de varios socios de diferentes Estados participantes, mejorando con ello el mutuo conocimiento y contribuyendo a la creación de un clima de confianza entre los Estados participantes.

7. Las actividades de prevención demostraron tener un valor añadido europeo: antes del establecimiento de una política de prevención a nivel de la UE, no todos los Estados participantes tenían políticas bien desarrolladas para la prevención de catástrofes. Fueron las actividades emprendidas a nivel de la UE las que animaron a esos Estados participantes a realizar esfuerzos adicionales para desarrollar tales políticas. Estos también se beneficiaron de los intercambios de prácticas y de las reuniones de expertos a nivel de la UE.

8. La ayuda de transporte propuesta por el Mecanismo aportó un valor añadido europeo al apoyar directamente el despliegue de asistencia en caso de catástrofe en los países afectados. Cabe citar, a modo de ejemplo, los ahorros conseguidos tanto a nivel del Estado participante como a nivel de la UE apoyando la puesta en común de los medios de transporte y esa flexibilidad que algunos casos requieren, cuando la situación sobre el terreno lo justifica.

9. Parece que el Mecanismo ofreció un valor añadido europeo en la lucha contra la contaminación marina, sobre todo mediante el acercamiento de las comunidades que se ocupan de la contaminación marina y la protección civil, y el apoyo a la cooperación y colaboración en caso necesario. Se destacó el papel de los proyectos de prevención y preparación en la lucha contra la contaminación marina, considerados una iniciativa clave dotada de valor añadido.

10. El proyecto piloto y las acciones preparatorias contribuyeron al desarrollo o a la disponibilidad de capacidades adicionales que de otro modo no habrían sido desarrolladas o puestas a disposición por los distintos Estados participantes. Además, la cooperación entre estos resultó reforzada. En algunos casos, los resultados de las acciones preparatorias propiciaron la elaboración de una evaluación global de las necesidades de capacidad y el uso de procedimientos normalizados.

11. Todas las partes interesadas confirmaron el valor añadido europeo de las acciones con terceros países. El resultado comunicado más importante fue la reducción del impacto de los desastres provocados gracias a la mejora de las capacidades en materia de protección civil. También se consideró que la participación en las acciones con terceros países había tenido un impacto positivo en las políticas nacionales. La mayoría de los interesados de los terceros países encuestados habían participado directamente en activaciones del Mecanismo y reconocían su valor añadido europeo en los terceros países.

La Comisión concluye, sobre la base de los resultados de la evaluación externa y de las enseñanzas extraídas de las numerosas operaciones del Mecanismo en Europa y fuera de Europa, así como de las opiniones de los países que solicitan ayuda del Mecanismo, que este ha demostrado tener un valor añadido europeo en múltiples niveles, y, en particular, por su capacidad para reforzar la cooperación entre los Estados participantes, abordar la necesidad de actividades de prevención adecuadas, facilitar el despliegue de equipos y asistencia, y ofrecer un único «paquete» de ayuda, incluidos los expertos en protección civil, los módulos y los TAST. En general, el Mecanismo constituye un sector estratégico acertado de la UE, con una creciente demanda por parte de los Estados miembros y otras partes interesadas.

8. CONCLUSIONES

Atendiendo a las conclusiones del informe de evaluación externa y teniendo en cuenta su propia experiencia operativa y las enseñanzas extraídas, así como su propia valoración de las pruebas y datos cualitativos y cuantitativos, la conclusión general de la Comisión es que las acciones del Mecanismo que recibieron ayuda financiera durante el período 2007 se ejecutaron de forma muy satisfactoria y alcanzaron sus objetivos. La evaluación global de la aplicación del Mecanismo señala generalmente unos muy buenos resultados y muestra claramente la pertinencia, coherencia, eficacia, eficiencia y valor añadido europeo tanto del Mecanismo en su conjunto como de sus distintas medidas. Las acciones del Mecanismo se revelaron acertadas en muchos aspectos, y, en particular, por su capacidad de mejorar la coordinación y la cooperación, reforzar la preparación y las capacidades de respuesta de los Estados participantes, proporcionar una respuesta eficaz, rápida y efectiva a las situaciones de emergencia, y proporcionar acceso a los recursos de transporte para garantizar una respuesta rápida.

La Comisión toma nota de los significativos progresos realizados por el Mecanismo entre 2007 y 2013, como, en particular, el paso del CCI al CECRE, la mayor atención prestada a las políticas y acciones de prevención, y el refuerzo de la cooperación con los terceros países. Muchas de las ideas que se hallaban en estado embrionario al inicio del período de evaluación son ahora verdaderas acciones del Mecanismo que proporcionan beneficios significativos a los Estados participantes, tales como la ayuda de transporte y el concepto de módulos. La Comisión también destaca los importantes progresos realizados por el Mecanismo desde el informe intermedio de evaluación por lo que respecta a sus recomendaciones, todas las cuales se han tenido en cuenta al final del período de evaluación y han sido aplicadas o están en vías de aplicación, inclusive como resultado de la Decisión de 2013.

A la luz de lo anterior, la Comisión concluye que la cooperación y coordinación europeas en el ámbito de la protección civil ha registrado importantes avances desde 2007 y ha establecido una buena base para proseguir esta evolución positiva. La evaluación externa ofrece una serie de ejemplos positivos que demuestran en qué medida el Mecanismo y la coordinación de la respuesta de la UE en caso de catástrofe han evolucionado positivamente y son más eficaces en la consecución de sus objetivos. La financiación del IFPC utilizada con este fin ha generado un gran valor añadido europeo.

La evaluación externa, a pesar de su valoración positiva de la ejecución del Mecanismo y la totalidad de sus acciones, también puso de manifiesto algunas posibilidades de mejora adicional. Las recomendaciones más significativas mencionan la creación de un marco más coherente para las acciones de preparación del Mecanismo, incluidos los ejercicios, los cursos de formación y el intercambio de expertos, una mejor planificación, y procedimientos de respuesta más integrados y porcentajes más elevados de cofinanciación del transporte a cargo de la UE. La Comisión está de acuerdo en que en una serie de ámbitos hay margen para seguir mejorando y desarrollando el Mecanismo, y acoge con satisfacción las recomendaciones de la evaluación externa.

La Decisión de 2013 proporciona la base jurídica necesaria para avanzar de manera significativa en la prevención, preparación y respuesta, y aborda en concreto muchos de los problemas identificados en la evaluación externa (por ejemplo, la Decisión de 2013 exige un marco estratégico para los ejercicios de simulación). Por lo tanto, la Comisión procurará tener en cuenta la mayoría de estas recomendaciones en el ya iniciado proceso de aplicación de la Decisión de 2013. Las recomendaciones relacionadas con las operaciones se tendrán en cuenta en el marco de los trabajos en curso sobre la mejora de los procedimientos (convocatorias de propuestas, etc.) o la ejecución de los programas.

La Comisión invita al Parlamento Europeo y al Consejo a tomar nota de estas conclusiones de la evaluación.

[1]     Decisión 2001/792/CE, Euratom del Consejo, de 23 de octubre de 2001, por la que se establece un mecanismo comunitario para facilitar una cooperación reforzada en las intervenciones de ayuda en el ámbito de la protección civil. (link)

[2]     Decisión 2007/779/CE, Euratom del Consejo, de 8 de noviembre de 2007, por la que se establece un Mecanismo Comunitario de Protección Civil (Refundición). (link)

[3]     Decisión 2007/162/CE, Euratom del Consejo, de 5 de marzo de 2007, por la que se establece un Instrumento de Financiación de la Protección Civil (IFPC). (link)

[4]     Decisión 1313/2013/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de diciembre de 2013, relativa a un Mecanismo de Protección Civil de la Unión. (link)

[5]     COM(2011) 696 final. (link)

[6]     SEC(2011) 1311 final. (link)

[7]     Proyectos piloto y acciones preparatorias de conformidad con el artículo 49, apartado 6, letras a) y b), del Reglamento (CE, Euratom) nº 1605/2002 (Reglamento financiero); líneas presupuestarias 07 04 04 y 07 04 05 del presupuesto de la UE de 2008; Decisión C (2008) 1740 de la Comisión; línea 07 04 05 del presupuesto de la UE de 2009; Decisión C (2009) 3356 de la Comisión; línea 07 04 05 del presupuesto de la UE de 2010; Decisión C (2010) 1206 de la Comisión.

[8]     Los Sistemas de Alerta Rápida desarrollados por el Centro Común de Investigación (CCI) incluyen el Sistema Mundial de Alerta y Coordinación en caso de Catástrofe (GDACS), el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS) y el Sistema Europeo de Alerta de Inundaciones (EFAS).

[9]     El CCI/CECRE también se encarga de la coordinación operativa del servicio de gestión de emergencias de Copernicus, puesto en marcha en 2012, incluido su componente cartográfico y la interacción con los usuarios autorizados.

[10]             Estadísticas oficiales del CCI/CECRE; véase también el informe de evaluación externa, páginas 32‑34, 53‑56, 69‑71 y 77‑78 y 114‑116.

Top