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Document 52011DC0002

INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES sobre los resultados obtenidos y los aspectos cualitativos y cuantitativos de la ejecución del Fondo Europeo para los Refugiados en el período 2005-2007

/* COM/2011/0002 final */

52011DC0002




Bruselas, 14.1.2011

COM(2011) 2 final

INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES

sobre los resultados obtenidos y los aspectos cualitativos y cuantitativos de la ejecución del Fondo Europeo para los Refugiados en el período 2005-2007

(Informe presentado de conformidad con el artículo 54, apartado 5, de la Decisión nº 573/2007/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 23 de mayo de 2007)

EVALUACIÓN FINAL

Evaluación final del Fondo Europeo para los Refugiados en el período 2005-2007

Introducción

El Fondo Europeo para los Refugiados, creado en 2000 para el período de 2000 a 2004, fue prorrogado posteriormente en virtud de la Decisión del Consejo 2004/904/CE de 2 de diciembre de 2004. El nuevo período de ejecución, que inicialmente debía abarcar de 2005 a 2010, fue limitado posteriormente a 2007 como consecuencia de la nueva base jurídica y financiera que se introdujo como parte del Programa general «Solidaridad y Gestión de los Flujos Migratorios» que englobaba al Fondo Europeo para los Refugiados junto con otros tres Fondos para la parte restante del período inicial y en lo sucesivo.

Sobre la base del primer periodo de ejecución del Fondo de 2000 a 2004, el Fondo Europeo para los Refugiados para el período 2005-2007 sigue proponiéndose «apoyar y fomentar los esfuerzos realizados por los Estados miembros con el fin de acoger a los refugiados y personas desplazadas y asumir las consecuencias de esta acogida de conformidad con la legislación comunitaria en estos ámbitos». El Fondo está concebido como un instrumento para asignar recursos equitativa y proporcionalmente a la carga que pesa sobre cada Estado miembro en función de sus esfuerzos de acogida de refugiados y personas desplazadas.

Los grupos destinatarios de las operaciones del Fondo son:

- - los nacionales de terceros países o apátridas que tengan el estatuto definido por la Convención de Ginebra y sean admitidos para residir en calidad de refugiados en uno de los Estados miembros;

- - los nacionales de terceros países o apátridas acogidos a una forma de protección subsidiaria concedida por un Estado miembro con arreglo a la normativa europea aplicable;

- - los nacionales de terceros países o apátridas que hayan solicitado una de las formas de protección anteriormente mencionadas;

- - los nacionales de países terceros o apátridas acogidos a un régimen de protección temporal en un Estado miembro con arreglo a la normativa europea aplicable.

Las acciones que pueden recibir apoyo del Fondo estarán relacionadas con uno o varios de los tres ámbitos siguientes:

- condiciones de acogida y procedimientos de asilo;

- integración de las personas pertenecientes a grupos destinatarios cuya estancia en el Estado miembro tenga un carácter duradero y estable;

- repatriación voluntaria de personas pertenecientes a grupos destinatarios, siempre que no hayan adquirido una nueva nacionalidad y no hayan salido del territorio del Estado miembro.

Las acciones apoyadas por el Fondo promoverán especialmente la aplicación de las disposiciones de la normativa europea actual y futura relativa al sistema europeo común de asilo. También tendrán en cuenta la situación específica de personas vulnerables como los menores, las personas mayores, las personas que han padecido torturas, violación u otras formas graves de violencia psicológica, física o sexual, etc.

El noventa y tres por ciento de los créditos presupuestarios se asignaron a los Estados miembros para la realización de programas nacionales cofinanciados por la Unión y ejecutados en régimen de gestión conjunta. El resto, es decir, hasta el 7 % de los recursos, estuvo disponible para acciones comunitarias ejecutadas directamente por la Comisión para financiar acciones transnacionales o acciones de interés para el conjunto de la Unión Europea relativas a la política de asilo y las medidas aplicables a refugiados y personas desplazadas.

Todos los Estados miembros de la Unión participaron en la ejecución del Fondo con excepción de Dinamarca, de conformidad con el Protocolo sobre la posición de Dinamarca anexo al Tratado de la Unión Europea. Bulgaria y Rumanía, que ingresaron en la Unión Europea el 1 de enero de 2007, sólo participaron en el último año 2007.

Tras la conclusión de los programas 2005-2007, cada Estado miembro presentó un informe de evaluación de los resultados y el impacto de las acciones cofinanciadas por el Fondo. En todos los Estados miembros la evaluación se llevó a cabo al nivel de los proyectos financiados; abarcó todos los programas o una muestra representativa cuando el número de proyectos era elevado. La mayoría de los Estados miembros recurrió a servicios de evaluación externos, por lo que los informes nacionales de evaluación ofrecen una visión equitativa e independiente de los logros y las posibles deficiencias de los programas.

El actual informe de evaluación se basa en el material suministrado por los Estados miembros sobre la ejecución de los programas nacionales. También desarrolla una serie de datos e informaciones adicionales disponibles para la Comisión. Hay que subrayar que las cifras cotejadas en el presente informe de evaluación son valores medios que no siempre reflejan desviaciones de la tendencia. Siempre que ha sido posible se han mencionado las variaciones o las divergencias respecto de los resultados medios.

EJECUCIÓN PRESUPUESTARIA DEL FONDO DE 2005 A 2007

La siguiente descripción resumida de la ejecución presupuestaria se basa en los fondos comprometidos, ya que no todas las operaciones de pago han concluido.

Programas nacionales

Resumen del presupuesto

Los créditos presupuestarios del Fondo para los programas nacionales ascendieron a 43 200 593 EUR en 2005, 46 288 323 EUR en 2006 y 63 302 688 EUR en 2007. Las cantidades destinadas a los programas según lo aprobado por la Comisión fueron 43 169 204 EUR en 2005, 45 200 066 EUR en 2006 y 63 302 688 EUR en 2007 (cifras redondeadas). Se utilizaron casi todos los recursos presupuestarios disponibles para los programas nacionales. La pequeña diferencia entre créditos presupuestarios y las cantidades utilizadas se debe a que en 2005 Eslovaquia no utilizó una pequeña parte de su asignación, al igual que Irlanda y el Reino Unido en 2006.

Los costes totales de todas las operaciones financiadas a través de los programas nacionales durante el período 2005-2007 ascendieron a casi 300 millones de EUR. La contribución del Fondo fue ligeramente superior a la mitad de este importe[1]. Los recursos adicionales fueron aportados por los presupuestos nacionales y los beneficiarios.

Cuadro 1 - Coste total de los programas del FER y fuentes de la financiación, 2005-2007

en el ámbito de la UE

(Consolidación de los planes financieros de los programas nacionales de todos los Estados miembros)

Fuente de financiación | Cantidades en EUR | % |

Asignación del Fondo Europeo para los Refugiados | A | 151 671 959,34 | 51,1 % |

Asignaciones estatales | B | 88 331 906,23 | 29,8 % |

Asignaciones de las regiones | C | 10 360 468,64 | 3,5 % |

Asignaciones de las autoridades locales | D | 16 295 722,46 | 5,5 % |

Asignaciones públicas nacionales | B+C+D | 114 988 097,33 | 38,7 % |

Total asignaciones públicas | A+ B+C+D | 266 660 056,67 | 89,9 % |

Asignaciones privadas | E | 30 125 122,27 | 10,1 % |

Coste total | A+B+C+D+E | 296 785 178,94 | 100 % |

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Distribución de la financiación del FER entre los Estados miembros y entre las acciones

La Comisión asignó los fondos disponibles para los programas nacionales a los Estados miembros según la clave de reparto establecida en la Decisión del Consejo por la que se establece el Fondo Europeo para los Refugiados. Dicha clave se basa en el número de personas de los grupos destinatarios del Fondo, previa aplicación de los coeficientes de ponderación pertinentes. Es la expresión tangible del principio de solidaridad y reparto de cargas que subyace al Fondo.

Como puede observarse en el cuadro 1, el Reino Unido, Alemania y Francia fueron los tres principales beneficiarios del Fondo en el período 2005-2007, con porcentajes comprendidos entre aproximadamente el 12 % (Francia) y el 17 % (Reino Unido); seguidos de Suecia y Austria (7,7 % cada uno) y los Países Bajos (5,4 %). Los tres principales Estados miembros beneficiarios fueron los mismos durante el periodo de programación anterior (2000-2004) y por el mismo orden, mientras que el orden de clasificación de los otros Estados miembros varía de un año a otro en función básicamente de la afluencia anual de solicitantes de asilo.

Cuadro 1 - Distribución de la financiación del FER entre los Estados miembros (UE 26) 2005-2007

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De los Estados miembros que se adhirieron a la UE en 2004 y 2007, los principales beneficiarios durante el período 2005-2007 fueron la República Checa, Polonia y Eslovaquia, seguidas de Hungría. En 2004, primer año de ejecución en los nuevos Estados miembros, Hungría fue el beneficiario más importante, por delante de Polonia y Eslovaquia. Sin embargo, la República Checa decidió no participar en la ejecución del Fondo en 2004.

Comparado con el período de programación anterior (2000-2004), el periodo 2005-2007 muestra cambios significativos en el desglose de la financiación del FER entre las tres acciones (condiciones de acogida y procedimientos de asilo, integración y repatriación voluntaria) según la programación establecida por los Estados miembros (véase el cuadro 2). Se produjo una disminución del porcentaje del primer ámbito de acción (del 46 % al 41 %), una disminución menor del porcentaje del segundo y un aumento relativamente fuerte del porcentaje del tercero (del 22 % al 28 %). Aunque era el ámbito de acción más reducido de los tres y su aplicación la más difícil, las estrategias de los Estados miembros se centraron de forma creciente en la repatriación voluntaria. Esta tendencia se refiere a la parte proporcional de cada acción, no a los importes; es decir, los Estados miembros no redujeron sus cantidades presupuestarias destinadas a la acogida o a la integración, sino que aumentaron considerablemente los importes destinados a la repatriación voluntaria.

Cuadro 2 - Distribución de la financiación de UE a nivel de UE por acciones (cifras redondeadas)

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Se registraron diferencias significativas entre los Estados miembros en cuanto al porcentaje de cada acción, relacionadas con la situación y estrategia de cada Estado miembro, como puede observarse en el cuadro 2 siguiente.

Mientras que la mayoría de los Estados miembros destinó una financiación significativa a la mejora de las condiciones de acogida de los solicitantes de asilo y a los procedimientos de asilo, en varios Estados miembros con una afluencia de solicitantes de asilo comparativamente elevada se registraron porcentajes superiores a la media (Chipre, Francia, Grecia, Italia y especialmente Malta). Del mismo modo, en muchos de los Estados miembros que se adhirieron a la UE en 2004 se destinaron cantidades relativamente elevadas del FER a mejorar las instalaciones de acogida de los solicitantes de asilo y los procedimientos de asilo para adaptarlos a los estándares exigidos por la normativa de la UE aplicable. Aunque las cantidades asignadas a acciones dirigidas a la integración de los refugiados y las personas acogidas a otra forma de protección internacional no registraron en general tantas diferencias, dichas cantidades fueron el ingrediente principal de algunos programas nacionales (Finlandia e Irlanda).

Las acciones de repatriación voluntaria sólo fueron emprendidas por un número reducido de Estados miembros durante el primer período de programación del Fondo Europeo para los Refugiados, 2000-2004, mientras que durante el segundo periodo de programación pasaron a ser un elemento común de los programas de todos los Estados miembros menos tres. En el Reino Unido, un proyecto amplio y exitoso en este ámbito llegó a agotar la mayoría de los créditos.

De este modo se adoptó un enfoque más equilibrado que incluye una mejor acogida de los solicitantes de asilo, la integración de los que han obtenido el estatuto de protección y, por último, mejores perspectivas de reintegración en el país de origen para las personas cuyas solicitudes sean rechazadas.

Los capítulos subsiguientes del presente informe contienen más detalles.

Cuadro 2 - Distribución de la financiación del FER a nivel de Estado miembro por acciones (2005-2007)

(Véase el cuadro 2 anterior para la definición de las acciones A, B y C)

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Acciones comunitarias

Las acciones comunitarias se ejecutaron a través de tres programas de trabajo anuales de la Comisión que se remiten a documentos oficiales, a saber, el Programa de La Haya y la Comunicación sobre la cooperación práctica (COM(2006)67 final). Los programas de trabajo preveían la cofinanciación de medidas para establecer estructuras para la puesta en común de los servicios nacionales de asilo, con objeto de facilitar la cooperación práctica para lograr tres objetivos principales: establecimiento de un procedimiento único a escala comunitaria; recopilación, evaluación y aplicación conjuntas de la información del país de origen; determinación de cómo los Estados miembros podrían colaborar más estrechamente para hacer frente a presiones particulares sobre los sistemas de asilo o las capacidades de recepción que sean el resultado de factores como la ubicación geográfica.

En general, los proyectos seleccionados se centraron en la ejecución de la legislación comunitaria, las buenas prácticas y la creación de redes de cooperación transnacional. La mayoría de los directores de proyecto eran organizaciones no gubernamentales y los grupos destinatarios eran jóvenes, personas vulnerables y personas reasentadas. Los proyectos se caracterizaron por sus aspectos innovadores desde el punto de vista del contenido, el grupo destinatario y la asociación. El cuadro 3 muestra un resumen de los proyectos seleccionados y su incidencia presupuestaria.

Cuadro 3 - Acciones comunitarias FER en 2005, 2006 y 2007

Número de proyectos seleccionados e incidencia presupuestaria

Acciones comunitarias del FER |

Año | Presupuesto total disponible (para subvenciones) EUR | Nº de propuestas recibidas | Nº de propuestas financiadas | Para los proyectos seleccionados | % de ejecución presupues-taria |

% de propuestas seleccionadas del total de propuestas recibidas | Costes subvencionables totales EUR | Contribución FER EUR | Cofinan-ciación % |

2005 | 2 250 000 | 26 | 8 | 31 % | 2 067 166 | 1 576 038 | 76 % | 70 % |

2006 | 3 144 067 | 18 | 10 | 56 % | 2 685 093 | 1 820 310 | 68 % | 58 % |

2007 | 4 204 996 | 35 | 17 | 49 % | 5 278 476 | 4 150 101 | 78 % | 99 % |

Las cantidades no comprometidas se explican por la baja calidad de las propuestas. Se decidió no seleccionar proyectos por debajo de determinado nivel de calidad técnica; en consecuencia, algunos créditos no se utilizaron a su debido tiempo.

Todavía hay cierto margen para hacer un uso más eficiente de las acciones comunitarias. Por ejemplo, los mecanismos para recopilar y difundir información sobre las acciones comunitarias deberían mejorar tanto en los servicios de la Comisión responsables del Fondo como en los servicios responsables de cada Estado miembro. También hay que mejorar el vínculo establecido entre las acciones comunitarias y los programas nacionales.

Además de las subvenciones anteriormente mencionadas, la Comisión utilizó algunos recursos para la contratación pública, como un estudio de viabilidad sobre la Oficina Europea del Apoyo al Asilo (138 800 EUR) en 2007.

2. EJECUCIÓN DE LOS PROGRAMAS NACIONALES DE 2005 A 2007

2.1 Aplicación de las directrices estratégicas de la Comisión

Los programas nacionales de los Estados miembros tenían que cumplir las directrices estratégicas de la Comisión. Las directrices, que incluían cinco prioridades, proporcionaban un marco de aplicación conforme a determinados objetivos fijados a nivel europeo, pero no restringían la elegibilidad de las medidas previstas por los Estados miembros, siempre que se ajustaran a la base jurídica del Fondo Europeo para los Refugiados. A continuación figura la evaluación de la ejecución de las directrices al cierre del programa.

- Prioridad 1: ejecución de los principios y medidas, incluidos los relacionados con objetivos de integración, establecidos en el acervo comunitario de la política de asilo.

La finalidad de la prioridad 1 era apoyar la aplicación del acervo comunitario de la política de asilo a través de medidas y proyectos financiados por el Fondo Europeo para los Refugiados. Todos los Estados miembros sin excepción se ocuparon de esta prioridad.

- Prioridad 2: preparación de la aplicación de los principios y medidas previstos en la Directiva del Consejo por la que se establecen normas mínimas sobre los procedimientos de los Estados miembros para conceder y retirar el estatuto de refugiado.

La prioridad 2 se llevó a cabo en gran medida en todos los Estados miembros salvo Luxemburgo y el Reino Unido. Un aspecto importante de la aplicación de la prioridad 2 fue la asistencia jurídica prestada a los solicitantes de asilo, que fue una de las principales categorías de operaciones financiadas en el marco de la acción «condiciones de acogida y procedimientos de asilo».

- Prioridad 3: - ejecución de acciones destinadas a mejorar la calidad de los procedimientos de examen de las solicitudes de protección internacional en los Estados miembros

La prioridad 3 se aplicó en todos los Estados miembros excepto Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Luxemburgo, Malta y Portugal. Los proyectos trataron esta prioridad desde diversos puntos de vista: mejora de los procedimientos; modificación de los métodos de trabajo de las autoridades competentes; realización de estudios para descubrir las formas de presión sobre el sistema de asilo; compra de equipos, como por ejemplo sistemas informáticos para mejorar la calidad de los procedimientos, etc.

- Prioridad 4: ejecución de las medidas relativas a los menores solicitantes de asilo, refugiados o beneficiarios de la protección temporal o subsidiaria, en cumplimiento del principio del interés superior del menor.

Diez Estados miembros (Bulgaria, Chipre, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Luxemburgo, Malta, Eslovenia y España) tuvieron proyectos enteramente dedicados a los menores y cuatro (Bélgica, Hungría, Polonia y Eslovaquia) tuvieron diversos proyectos específicos para los solicitantes de asilo o refugiados que se ocupaban especialmente de los menores. En Alemania, Grecia e Irlanda, se insistió en cierta medida en esta prioridad.

- Prioridad 5: para los Estados miembros que han adoptado programas de reasentamiento o desean hacerlo, acciones destinadas a acoger y orientar a las personas admitidas en los Estados miembros en el marco de tales programas y gestión de los mismos.

Sólo tres Estados miembros se ocuparon de la prioridad 5: Finlandia (integración de personas reasentadas al amparo del programa de reasentamiento de ACNUR), Portugal (traslado de doce refugiados transferidos desde Malta) y España (análisis detallado del procedimientos de reasentamiento).

2.2 Datos clave

Los programas nacionales se aplicaron por lo general a través de convocatorias de propuestas abiertas (en la mayoría de los Estados miembros hubo convocatorias anuales) que recibieron el impresionante número de 2 492 propuestas en total. De estas se seleccionaron y financiaron 1 403. El número total de proyectos financiados en cada Estado miembro osciló entre 1 en Rumanía y 6 en Bulgaria (que no participó en el Fondo hasta 2007) hasta 441 en Alemania.

La cifra media anual de proyectos financiados (467 en la UE) es superior a la registrada en el periodo de programación anterior (410 en el período 2000-2004), pero el incremento del número de proyectos es inferior al incremento de los créditos presupuestarios. Así, durante el período 2005-207 hubo una cifra media superior de proyectos comparativamente más pequeños: la contribución media de la UE ascendió aproximadamente a 108 000 EUR por proyecto.

La mayoría de los beneficiarios de proyectos fueron organizaciones no gubernamentales y autoridades locales (82 % del total de los proyectos). Las autoridades estatales también fueron beneficiarias importantes (9 % de todos los proyectos), especialmente en los Estados miembros donde el Fondo apoyó la mejora de instalaciones de propiedad estatal como los centros de acogida de solicitantes de asilo. De las categorías beneficiarias restantes la más importante es la Organización Internacional para las Migraciones, que recibió financiación de programas nacionales en 15 Estados miembros hasta un total de 31 proyectos.

La base jurídica del Fondo Europeo para los Refugiados para el período 2005-2007 trajo consigo dos cambios importantes en cuanto a las características de los proyectos que pueden optar a la ayuda, a saber, la posibilidad de apoyar proyectos plurianuales y la de financiar proyectos que abarquen más de una acción. Nueve Estados miembros (Bélgica, Estonia, Alemania, Hungría, Irlanda, los Países Bajos, Eslovenia, Suecia y el Reino Unido) apoyaron proyectos plurianuales y diez (Bélgica, Estonia, Finlandia, Alemania, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Malta y Polonia) financiaron proyectos que abarcaban varias acciones. Italia, en particular, hizo pleno uso de la posibilidad de financiar proyectos que abarcan varias acciones al incluir casi todos sus proyectos, a nivel municipal, tanto la mejora de las condiciones de acogida de los solicitantes de asilo como la integración de los refugiados. Alemania destaca en ambos aspectos, con una tercera parte de los proyectos de carácter plurianual, casi dos tercios de los proyectos que incluyen más de una acción y el 45 % de los proyectos alemanes que incluyen las tres acciones subvencionables por el Fondo.

Muchos proyectos no se limitaron a una actividad; los proyectos solían englobar varias actividades (en lo sucesivo denominadas operaciones) dentro de una misma acción o dentro de varias acciones. Por lo tanto, el número total de operaciones financiadas (3 259) fue considerablemente superior al número de proyectos. En los siguientes capítulos, el análisis de la aplicación de cada una de las tres acciones se basa en la descripción detallada de estas operaciones tal como se comunicaron en los informes de aplicación presentados por los beneficiarios al cierre del proyecto.

2.3 Ejecución de la acción «condiciones de acogida y procedimientos de asilo»

De las tres acciones subvencionables, la acción sobre «las condiciones de acogida y procedimientos de asilo» fue la más importante por el número de operaciones financiadas. Abarcó numerosos aspectos dentro de ocho grandes categorías: las infraestructuras o servicios de alojamiento; la ayuda material; los cuidados médicos y psicológicos, la asistencia social, la información o la ayuda en las gestiones administrativas y la asistencia jurídica; otras ayudas como la lingüística y la interpretación; la enseñanza, la formación lingüística y otras iniciativas que sean coherentes con el estatuto de la persona; la información a las comunidades locales que habrán de comunicar con las personas que son recibidas en el país de acogida; la mejora de la eficacia y la calidad de los procedimientos de asilo.

La acción sobre «las condiciones de acogida y los procedimientos de asilo» estuvo muy presente en todos los Estados miembros, pero con algunas diferencias. Los Estados miembros con el menor número de operaciones correspondientes a esta acción fueron el Reino Unido, Rumanía, Bulgaria y Estonia. En el caso de Bulgaria y Rumanía esto se debió a que sólo participaron en un programa anual. El Reino Unido optó por centrar su programa en otras acciones subvencionables como «la integración» y especialmente «la repatriación voluntaria». Alemania, Italia y Francia, por su parte, se centraron claramente en esta acción.

La ayuda social, la ayuda en las gestiones administrativas y la asistencia jurídica, fueron la categoría más frecuente en la mayoría de los proyectos financiados en el período. Esta categoría incluyó el asesoramiento jurídico, administrativo y social a los solicitantes de asilo en el marco del procedimiento de asilo, individualmente o en reuniones de grupo o entrevistas personales, así como la difusión de material informativo. La siguiente categoría fueron los cuidados médicos y psicológicos, prestados en veintiún Estados miembros, y que se han incrementado al aumentar el número de solicitantes de asilo con problemas médicos y psicológicos causados por la violencia y las torturas.

De las categorías restantes, las infraestructuras o servicios de alojamiento recibieron ayuda en quince Estados miembros. En los Estados miembros que ingresaron en la Unión a partir de 2004, el Fondo Europeo para los Refugiados ha desempeñado un papel muy importante en la modernización de las instalaciones de propiedad estatal donde se aloja a los solicitantes de asilo según las normas de la UE, no sólo al ampliarlas o reformarlas, sino también mejorando los servicios prestados a los solicitantes de asilo (alimentación, vestido, actividades, asistencia administrativa/jurídica, etc.).

En la mayoría de los Estados miembros se registró la tendencia creciente a que los organismos encargados de la ejecución de proyectos ofrezcan a los solicitantes de asilo un paquete de medidas que engloba diversos tipos de asistencia (social, jurídica, administrativa, médica, material, educativa, etc.) que puede adaptarse a medida a la situación de cada persona o grupo de personas.

Las operaciones menos frecuentes fueron las relacionadas con la mejora de la eficiencia y calidad de los procedimientos de asilo que en once Estados miembros se financiaron sólo con recursos nacionales, es decir, al margen de los programas. Ahora bien, en los Estados miembros donde se ejecutó este tipo de operaciones se realizaron con éxito operaciones de desarrollo de los sistemas de información y bases de datos del país de origen necesarios para el procedimiento de asilo, operaciones de mejora de la aplicación del Reglamento Dublín II y la cooperación entre los Estados miembros, así como de mejora y simplificación de los procedimientos de asilo en general.

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2.4 Ejecución de la acción «integración»

Según el número de operaciones financiadas, la acción «integración», destinada únicamente a las personas cuya estancia es de naturaleza estable o duradera (refugiados reconocidos, personas acogidas a otras formas de protección internacional), se situó en el segundo lugar entre las tres acciones subvencionables por el Fondo. Los aspectos de que se ocupa esta acción pueden agruparse en las siguientes categorías: asistencia a la vivienda y suministro de medios de subsistencia; cuidados médicos y psicológicos, asistencia social, ayuda en las gestiones administrativas, asistencia jurídica, asistencia lingüística; educación, formación profesional, adquisición de cualificaciones; otras acciones dirigidas al acceso al empleo; otras acciones concebidas para promover la autocapacitación; acciones para permitir a los beneficiarios adaptarse a la sociedad del Estado miembro; acciones para promover la participación en la vida civil y cultural, la igualdad de acceso y de resultados en las relaciones con las administraciones públicas.

Las operaciones correspondientes a esta acción estuvieron muy presentes en todos los Estados miembros. Italia fue el Estado miembro con el mayor número de operaciones (más del 40 % de todas las operaciones de integración financiadas en la UE) debido a que la mayoría de los proyectos italianos de ámbito local combinaron la acogida de solicitantes de asilo con la integración de las personas acogidas al estatuto de protección. El número comparativamente reducido de operaciones registrado en algunos Estados miembros se debió a que el sistema de asistencia social nacional, que no recibió financiación de la UE, ya se ocupó de prestar ayuda a las personas necesitadas como los refugiados.

Entre todos los ámbitos de la ayuda, el acceso al empleo, incluidas la educación, la formación profesional, la adquisición de cualificaciones, las acciones concebidas para promover la autocapacitación y todas las formas de asistencia necesarias, destacaron como los aspectos más importantes. En algunos Estados miembros también se prestó asistencia en vivienda a través de diversos tipos de medidas. Se reconoce que tener trabajo y alojamiento cuanto antes una vez que se les ha reconocido su estatuto son requisitos previos esenciales para que los refugiados y las personas acogidas a la protección internacional puedan acelerar su integración en la sociedad del país de acogida. Los cuidados médicos y psicológicos, que constituyen un componente esencial de las medidas destinadas a los solicitantes de asilo, siguieron siendo necesarios después del reconocimiento del estatuto de protección. Por último, se subvencionaron adecuadamente las operaciones dirigidas a lograr la participación en y la comunicación con la sociedad de acogida que contaron con la participación de esta última.

Se incrementó la ayuda a la autocapacitación de los refugiados y las personas acogidas a protección internacional a fin de promover eficazmente su integración. Se trata de ayudar a los refugiados a aprovechar sus posibilidades económicas, sociales, culturales e incluso políticas para integrarse en la sociedad de acogida y crear modelos positivos.

Por último, al igual que las operaciones financiadas en el marco de la acción sobre las «condiciones de acogida y mejora del procedimiento de asilo», la mayoría de los proyectos financiados dentro de la acción «integración» abarcó varios temas (alojamiento, trabajo, asistencia social, cuidados médicos, etc.). Estos se combinaron en paquetes de medidas de integración centrados en diversos aspectos (empleo; comunicación entre refugiados y la comunidad local; ayuda directa en situaciones específicas como vivienda, asistencia jurídica etc.), adaptando así la ayuda a la integración a la situación particular de las personas interesadas y a su entorno mediante un conjunto de medidas adecuadas.

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2.5 Ejecución de la acción «repatriación voluntaria»

Con menos del 10 % de sus operaciones financiadas por el Fondo, la acción «repatriación voluntaria» fue la menos presente de las tres acciones. Las operaciones financiadas entraron en las siguientes categorías: información y asesoramiento sobre la repatriación voluntaria; información sobre la situación en el país de origen o de anterior residencia habitual; asistencia en el viaje; ayuda, incluida financiera, a la reintegración en el país de origen o de residencia habitual anterior; otras acciones que faciliten la organización y ejecución de programas nacionales de repatriación voluntaria.

Cuatro Estados miembros no aplicaron la repatriación voluntaria, pero en los Estados miembros donde se apoyaron estas operaciones su número aumentó sensiblemente comparado con el primer período de ejecución (2000-2004). En el momento de preparar el programa, la Comisión animó a los Estados miembros a incluir la acción de repatriación voluntaria. Es importante señalar que las organizaciones no gubernamentales que apoyan a los solicitantes de asilo reconocen cada vez más que sería útil proporcionar a los solicitantes de asilo cuya solicitud sea rechazada la ayuda necesaria para reintegrarse en sus países de origen, además de las acciones de asistencia a solicitantes de asilo durante el procedimiento de asilo y para facilitar la integración de refugiados reconocidos.

Entre todos los Estados miembros, Alemania, con el 45 % de las operaciones de repatriación voluntaria realizadas en la UE, fue el Estado miembro donde más se puso de manifiesto esta situación, ya que la mayoría de las operaciones de repatriación voluntaria se ejecutaron como parte de proyectos que abarcaban dos o tres acciones subvencionables por el Fondo. Los organismos encargados de la ejecución de proyectos se esforzaron por ofrecer a los solicitantes de asilo de los que se ocupaban unas perspectivas razonables con independencia del resultado de la solicitud de asilo, que podían ser la integración en la sociedad alemana en caso de concesión del estatuto de refugiado o, si no podían cumplir las condiciones de reconocimiento, un nuevo comienzo en el país de origen y, en cualquier caso, asistencia hasta la salida del país.

Las operaciones de repatriación voluntaria fueron las más difíciles de ejecutar, pues dependen de la voluntad de los solicitantes de asilo de retornar a sus países de origen y renunciar a lo que consideraron una vida mejor en un próspero país de acogida. Pero la dificultad de ejecutar la repatriación voluntaria puede ser la razón por la que algunas operaciones financiadas exitosas se valoraran por estar bien planeadas e incluso por ser innovadoras. Este fue el caso del proyecto más logrado del Reino Unido en el período de programación 2005-2007, que se ejecutó en el marco de esta acción. En algunos Estados miembros otro factor de éxito fue la participación de la Organización Internacional para las Migraciones, como organizador de la ejecución o como socio.

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3. EFICACIA, EFICIENCIA Y VALOR AÑADIDO DE LOS PROGRAMAS NACIONALES DE 2005 A 2007

3.1 Eficacia

En la mayoría de los Estados miembros, los resultados logrados en las operaciones fueron más satisfactorios de lo previsto. Ahora bien, las que tuvieron más éxito fueron las operaciones de integración, seguidas por las de acogida de solicitantes de asilo, mientras que las operaciones de repatriación voluntaria fueron las que produjeron resultados menos satisfactorios.

Las principales razones que explican que determinadas operaciones lograran resultados superiores a los previstos o que no los lograran, no están relacionadas con el tipo de actividad en cuestión (con la excepción de la repatriación voluntaria) sino con factores externos y, en particular, con el carácter impredecible de la afluencia de solicitantes de asilo. En consecuencia, en los años de gran afluencia de solicitantes de asilo los proyectos de acogida de estos solicitantes abarcaron a un número de personas superior al previsto, mientras que en otros años de menor afluencia no se alcanzaron las metas previstas.

Otras explicaciones de la superación o de la no realización de los objetivos residen en la calidad de la preparación, gestión y organización del proyecto; en la comprensión clara de las características específicas del grupo particular de solicitantes de asilo por parte de los organismos encargados de la ejecución; en el nivel de asociación con otros organismos y, por último, en el compromiso personal de los organizadores del proyecto. Además, la medida en que los solicitantes de asilo, los refugiados y las personas acogidas a otras formas de protección participaron en la concepción y ejecución de los proyectos resultó ser un factor fundamental del éxito o el fracaso.

Las operaciones de repatriación voluntaria se enfrentaron a diversos problemas. Muchos solicitantes de asilo y personas acogidas a protección internacional, tras haber realizado un gran esfuerzo para llegar al país de acogida, no estuvieron interesados en repatriarse a pesar de la difusión de información sobre las posibilidades de retorno y ayuda. Asimismo, las desalentadores situaciones en algunos países de origen les disuadieron de solicitar la ayuda para el retorno.

A nivel de los programas nacionales los resultados previstos se alcanzaron en medida diversa: los objetivos fijados al principio de los programas no se realizaron completamente en algunos Estados miembros, pero se superaron en otros. La ejecución de las estrategias nacionales en materia de condiciones de acogida de solicitantes de asilo resultó ser bastante acertada, pero lo fue menos en materia de integración de refugiados y, en lo que respecta a la repatriación voluntaria, la ejecución de estrategias se situó por debajo de las expectativas, a excepción del Reino Unido.

Aunque se estimó que otras acciones o medidas distintas de las financiadas no habrían sido más eficaces, se reconoció ampliamente que los proyectos podían haber sido más eficaces. Una mayor cooperación y un intercambio de conocimientos y experiencias más intenso entre los organismos de ejecución habrían generado sinergias y favorecido la puesta en común de recursos, y habría contribuido a evitar posibles duplicaciones. Las operaciones de repatriación voluntaria podrían haber sido más eficaces si se hubieran intensificado los contactos con los socios de los países de origen, la formación del personal o el intercambio de las mejores prácticas entre los Estados miembros.

En cuanto a la planificación y gestión del proyecto, el apoyo a proyectos a más largo plazo o el desarrollo de proyectos anteriores en lugar de adoptar nuevas iniciativas podía haber sido más eficaz. La carga de trabajo administrativo de los organismos encargados de la ejecución del proyecto se consideró un obstáculo para la ejecución eficaz de los proyectos, por lo que debería revisarse.

3.2 Eficiencia

Los recursos necesarios para ejecutar los proyectos se estimaron suficientes en general. Durante el proceso de selección realizado en los Estados miembros se recurrió a los peritajes pertinentes para evaluar el presupuesto de las propuestas, asegurando así que los costes previstos fueran realistas y los recursos asignados suficientes para los proyectos elegidos. No obstante, en algunos Estados miembros la cofinanciación de proyectos por el presupuesto nacional, que se añadió a la financiación de la UE, resultó difícil o incluso llegó a desaparecer completamente como consecuencia de restricciones presupuestarias; esto provocó situaciones muy difíciles para los pequeños y medianos organismos.

La disponibilidad de la financiación en el tiempo fue menos satisfactoria. Se estimó que los fondos estuvieron a disposición de los organismos de ejecución más tarde de lo previsto; esto se debió a que todas las disposiciones de la UE se adoptaron un año después del comienzo del periodo de programación, pero también a los retrasos nacionales. En consecuencia, la firma de contratos y los primeros pagos tras la firma de contratos con los organismos encargados de la ejecución se retrasaron, lo cual tuvo repercusiones negativas en varios Estados miembros. En algunos casos los retrasos provocaron la anulación de proyectos o partes de proyectos, mientras que en otros los organismos encargados de la ejecución tuvieron que pedir prestados fondos para iniciar las actividades. Del mismo modo, durante la ejecución del proyecto el tiempo transcurrido entre el primer pago y los siguientes fue considerado excesivo por los organismos encargados de la ejecución y los recursos de los organismos fueron demasiado limitados para llevar a cabo todas las actividades durante el período.

Los costes generados para alcanzar los resultados de los proyectos se consideraron razonables. En los casos en que esta consideración se basó en comparaciones con otros instrumentos o fuentes de financiación, o bien en precios unitarios conocidos, se constató que los proyectos eran tan eficientes o incluso más que proyectos similares financiados con otros recursos. Por ejemplo, la Oficina Nacional de Auditoría del Reino Unido concluyó que el coste medio en el marco de un proyecto a gran escala de repatriación voluntaria era considerablemente más barato que el de expulsión forzosa, y produjo mejores resultados al prever la reintegración en el país de origen según las necesidades.

No obstante, las cosas pueden hacerse mejor. Al nivel de proyecto, se podía haber ahorrado en determinados gastos de asistencia técnica, costes de gestión, seminarios, talleres, mesas redondas etc. En algunos casos se consideró que los costes de personal debían mantenerse a un nivel mínimo, pero se cuestionó el mantenimiento de este nivel gracias al empleo de voluntarios. A pesar de su alto grado de compromiso, los voluntarios que trabajan de forma desinteresada no siempre tienen tiempo o la posibilidad de dedicarse plenamente a la ejecución del proyecto, algo necesario para el éxito del mismo.

En el marco de los programas en general, se podía haber ahorrado más reduciendo las tareas administrativas impuestas a las autoridades nacionales responsables de la ejecución del programa y los requisitos de información exigidos a los organismos de ejecución, que se consideraron especialmente exigentes para la mayoría. En algunos casos, la contratación pública podría haber sustituido a la subvención del proyecto reduciendo así los costes del programa. Por último, se podría haber hecho un uso más eficiente de los recursos disponibles con una cooperación más intensa entre proyectos, proyectos de mayor duración y, en su caso, proyectos más grandes (desde el punto de vista del presupuesto).

3.3 Adicionalidad y valor añadido europeo

El uso del Fondo Europeo para los Refugiados durante el período 2005-2007 resultó complementario de la financiación nacional. Hubo muy pocos casos de proyectos que podían ser financiados con la ayuda nacional. Por otra parte, el Fondo no sustituyó en ningún caso la financiación por otros fondos europeos como el Fondo Social Europeo o el programa EQUAL. Por lo tanto, sólo unos pocos, si es que hubo alguno, de los 1 403 proyectos financiados se habrían ejecutado en ausencia del Fondo Europeo para los Refugiados.

En las convocatorias de propuestas los Estados miembros introdujeron la regla de que los proyectos ya financiados con fondos nacionales u otros fondos europeos no podían ser financiados por el Fondo Europeo para los Refugiados. En la práctica los Estados miembros aplicaron diversas estrategias para garantizar la adicionalidad del Fondo. El Fondo se utilizó bien como complemento de los recursos nacionales para aumentar el volumen de los proyectos y actividades existentes; bien como complemento para financiar actividades vinculadas a proyectos existentes pero de diversa naturaleza, sin aumentar necesariamente el número de proyectos; bien completamente separado de otros instrumentos de financiación, para financiar proyectos de nuevo tipo, contenido o tamaño, entre los cuales figuraban proyectos innovadores no incluidos en otros sistemas de subvención.

4. EFECTOS Y REPERCUSIONES DE LOS PROGRAMAS NACIONALES DE 2005 A 2007

Se calcula que los 1 403 proyectos financiados beneficiaron directamente a un número total superior a 350 000 personas pertenecientes a grupos beneficiarios. De estas personas 26 200 regresaron a sus países de origen en operaciones de repatriación voluntaria. Además de las personas de grupos destinatarios, más de 6 500 personas pertenecientes a organismos de ejecución de proyectos recibieron ayuda del Fondo, por ejemplo para formación o a través de la contratación de personal suplementario. Estos son logros notables si se consideran los recursos relativamente limitados del Fondo (unos 50 millones de euros anuales).

Además de los resultados directos de los proyectos, se señalaron repercusiones significativas en los siguientes ámbitos.

4.1 Mejora de las condiciones de acogida y los procedimientos de asilo en los Estados miembros

En la mayoría de los Estados miembros que ingresaron en la Unión Europea a partir de 2004, así como en otros Estados miembros, los proyectos contribuyeron específicamente a la renovación o ampliación de los centros de acogida de solicitantes de asilo o a la calidad de los servicios que estos prestan a los solicitantes de asilo. Generalmente, en estos centros se alojan todos los solicitantes de asilo de los Estados miembros, por lo que se ha conseguido mejorar en general las condiciones de acogida a nivel nacional. En Letonia se crearon las condiciones de acogida temporal para el caso de afluencia repentina de solicitantes de asilo.

En los Países Bajos, donde la responsabilidad de acogida de solicitantes de asilo corresponde a un único organismo, el conocimiento de la protección social mejoró gracias a un proyecto de gran envergadura que se aplicó en todos los lugares de acogida. Las personas alojadas en muchos de estos lugares recibieron formación en materia de adaptación y todos los establecimientos recibieron material informativo.

Del mismo modo, en Francia, las «plataformas de acogida», gestionadas por organizaciones no gubernamentales en la mayoría de las regiones, prestaron a los solicitantes de asilo en todo el país una serie de servicios de calidad que se mantuvieron a pesar de la amplia afluencia durante el período de aplicación 2005-2007. En España casi la mitad de los solicitantes de asilo se benefició de servicios que abarcaron desde la mejora de las condiciones de acogida hasta la asistencia médica/psicológica, la asistencia jurídica y la cobertura de necesidades básicas.

En algunos Estados miembros se hizo especial hincapié en determinados grupos vulnerables con resultados significativos a nivel nacional. En Italia se crearon procedimientos de acogida específicos. En Austria y Bélgica la ayuda psicológica se prestó en todo el ámbito nacional. Chipre creó una Unidad de atención a la tortura. En Bélgica, Francia y Portugal los organismos encargados de la ejecución empezaron a ocuparse de las necesidades específicas de los menores no acompañados que, según se informó, no se habían tenido debidamente en cuenta en por los regímenes existentes.

En varios Estados miembros como Bulgaria, Alemania, Eslovaquia y España, la asistencia jurídica a los solicitantes de asilo mejoró a nivel nacional como resultado de la ejecución de los programas. En Alemania por ejemplo, los proyectos sobre este tema beneficiaron aproximadamente a un tercio de los solicitantes de asilo.

Dado el número comparativamente inferior de operaciones relativas a procedimientos de asilo, las repercusiones en este ámbito fueron más limitadas. Se realizaron varias operaciones en Chipre. En Austria se introdujo un sistema de gestión de calidad de los procedimientos de asilo a escala nacional. En Polonia se creó una base de datos con la información sobre los países de origen. En Eslovenia se financió el establecimiento del sistema EURODAC y de un sistema que establecía tarjetas de identificación, así como un registro de solicitantes de asilo. El Reino Unido designó a un funcionario de enlace para el asilo en Italia, que gestionó eficazmente las relaciones entre los dos Estados miembros conforme al Reglamento de Dublín.

4.2 Mejorar la integración de los refugiados en la sociedad de los Estados miembros

Las repercusiones en la integración de los refugiados a escala nacional fueron menos importantes y parecen específicas de algunos Estados miembros. En Francia por ejemplo, los proyectos de integración adquirieron una importancia creciente, beneficiaron a alrededor del 9 % de los refugiados e hicieron especial hincapié en el acceso a un alojamiento independiente y en la asistencia social como primera medida de acceso al mercado laboral. En Finlandia, donde la integración de los refugiados se ha convertido en un tema importante de debate político, los modelos desarrollados para la integración a escala local, que implican a la población en general, el apoyo prestado por antiguos inmigrantes en circunstancias similares y los servicios prestados conjuntamente por organizaciones no gubernamentales y municipios, pueden tener repercusiones importantes a nivel nacional siempre que se apliquen a gran escala. En Chipre los proyectos mejoraron el conocimiento de los problemas de los refugiados por el público en general, promoviendo el multiculturalismo y la diversidad. Los proyectos de integración también tuvieron repercusiones significativas en Irlanda y Letonia.

4.3 Aumento de la repatriación voluntaria de personas pertenecientes a grupos destinatarios

Al ser la menos presente de las tres acciones, la repatriación voluntaria fue la que tuvo menos repercusiones a escala nacional. En el Reino Unido, 11 262 personas se beneficiaron de un amplio programa de repatriación voluntaria, una cifra significativa a nivel nacional. En Luxemburgo la repatriación voluntaria, que se aplicó por primera vez con el apoyo del Fondo Europeo para los Refugiados, se incrementó en un 10 % después de varios años de disminución; esto se debió a la novedad de las entrevistas de carácter individual. En Hungría la propia existencia de la repatriación voluntaria fue considerada una consecuencia del programa, y en Malta se pudo crear por primera vez un sistema de repatriación voluntaria asistido. En Eslovaquia el Fondo permitió entablar la cooperación con los países de origen con la ayuda de la repatriación voluntaria y por primera vez se concedió una contribución financiera a los solicitantes de ayuda repatriados.

4.4 Desarrollo de medidas de política de asilo, incluida una contribución al desarrollo del sistema europeo común de asilo

Aunque ningún proyecto tuvo por objetivo directo el desarrollo de medidas de política de asilo, en este ámbito se pusieron de manifiesto en determinados Estados miembros algunas repercusiones específicas, con frecuencia indirectas.

En Portugal los proyectos de mejora de las condiciones de acogida de los solicitantes de asilo se tuvieron en cuenta al decidir los cambios necesarios para adaptar la legislación nacional a la Directiva europea sobre normas mínimas de acogida. En Bélgica, donde se adoptaron tres leyes importantes sobre el procedimiento de asilo y la acogida de solicitantes de asilo, el Fondo desempeñó un papel importante en la información sobre las nuevas disposiciones legales y la formación de los participantes para su correcta aplicación. En Luxemburgo, el apoyo continuo a los proyectos ejecutados por una organización no gubernamental aumentó su acción de presión facilitando así la aprobación por el Parlamento de una nueva ley sobre el asilo y la protección subsidiaria.

En Finlandia, los proyectos para mejorar la calidad del sistema de acogida y para la integración de refugiados dieron lugar a nuevos modelos que suscitaron la atención y el interés de otros Estados miembros de la UE. Del mismo modo, el funcionario de enlace para el asilo italiano designado por el Reino Unido suscitó el interés de otros Estados miembros. Por último, en Estonia, como consecuencia de los proyectos de integración de refugiados, el Ministerio de Asuntos Sociales inició la modificación de la ley de asistencia social.

4.5 Otras repercusiones relacionadas al menos en parte con la ejecución de los programas

La aplicación de los proyectos financiados por el Fondo Europeo de los Refugiados tuvo efectos tangibles y duraderos en los organismos encargados de la ejecución como la ampliación de su experiencia, cualificación y capacidad institucional y la mejora de la gestión de fondos y proyectos; la cooperación y la conexión en red con otras organizaciones, tanto a nivel nacional como con otros Estados miembros; y su reconocimiento como interlocutores por parte de las autoridades nacionales en cuestiones relativas a los solicitantes de asilo y refugiados.

Las organizaciones no gubernamentales no sólo desarrollaron la cooperación entre sí, sino también con las organizaciones gubernamentales en aquellas cuestiones de asilo y refugiados que se plantearon como consecuencia de la ejecución de los programas.

En cuanto a las organizaciones gubernamentales, mejoró la calidad de su trabajo, aumentó el conocimiento de las necesidades de los solicitantes de asilo y los refugiados, las instituciones responsables de la política de asilo mejoraron sus métodos de trabajo y pudieron tener acceso a información de primera mano sobre los solicitantes de asilo y refugiados, así como sobre los escollos y puntos críticos de la política de asilo. Se logró una mejor coordinación interinstitucional en varios Estados miembros (Polonia, España y Eslovaquia). En Italia, la ejecución de los proyectos a nivel de los municipios optimizó la aplicación de las disposiciones de asilo establecidas a escala nacional. En Bélgica, al concentrarse la ayuda en los sectores pertinentes a nivel de la UE, mejoró la coherencia y la especificidad de las acciones realizadas en los diversos niveles de la administración.

5 . EVALUACIÓN DE LOS PROGRAMAS Y SUGERENCIAS DE MEJORA POR PARTE DE LAS AUTORIDADES RESPONSABLES Y LOS ORGANISMOS ENCARGADOS DE LA EJECUCIÓN

En el marco de los informes nacionales de evaluación, se pidió a las autoridades responsables de los Estados miembros, por una parte, y a los organismos encargados de la ejecución, por otra, que realizaran su evaluación del programa del Fondo Europeo para los Refugiados y formularan sugerencias para su mejora.

Tanto las autoridades responsables como los organismos encargados de la ejecución se mostraron satisfechos con el Fondo Europeo para los Refugiados al que consideran un instrumento verdaderamente útil para mejorar las condiciones de acogida de los solicitantes de asilo y la integración de las personas acogidas a un estatuto de protección, así como para apoyar los esfuerzos de los Estados miembros por cumplir el acervo comunitario en materia de política de asilo. También consideraron que la gama de medidas que pueden optar a la ayuda era adecuada y al cierre del programa pudieron alcanzar resultados significativos en relación con los objetivos fijados para el Fondo.

Las autoridades responsables y los organismos encargados de la ejecución formularon una serie de sugerencias de mejora. La recomendación más importante se refirió a la reducción de los requisitos administrativos exigidos. Se propuso intervenir en diversas áreas relacionadas con la gestión del programa: disminución de las peticiones de documentos en la fase de selección de proyectos; simplificación de las normas de elegibilidad, mecanismos de control y supervisión; simplificación de los requisitos de responsabilidad financiera; reducción de los requisitos de información. En este contexto, los organismos responsables de la ejecución consideraron que el papeleo excesivo y la continua elaboración de informes provisionales entorpecían la ejecución de los proyectos y suponían una carga desproporcionada de trabajo que iba en detrimento del contenido y las actividades de los proyectos. No obstante, esto se refería a disposiciones nacionales que pueden ser más exigentes que los requisitos europeos.

La segunda recomendación se refería a la oportunidad de la aprobación del programa durante el primer año de ejecución y a la oportunidad de los pagos. En caso de aprobación tardía los Estados miembros no podían cumplir sus propios calendarios y los organismos encargados de la ejecución carecían de fondos en la fase de puesta en marcha del proyecto, que es cuando más se necesitan. Los flujos financieros tampoco deberían retrasarse durante la ejecución ni al cierre.

También se podría actuar con más flexibilidad durante la ejecución del programa y del proyecto. Las autoridades responsables podrían alterar en cierta medida razonable el presupuesto y posiblemente el contenido de las medidas, sin dejar de cumplir el principio de adicionalidad que les permite actuar con mayor discrecionalidad en la gestión cotidiana. A nivel del proyecto, a los organismos encargados de la ejecución se les podría permitir más flexibilidad para transferir recursos entre partidas de los proyectos o entre los años de ejecución del proyecto.

Por último, tanto las autoridades responsables como los organismos de ejecución subrayaron que una cooperación más integrada y eficaz entre los Estados miembros y entre los organismos de ejecución podría tener efectos positivos, tanto para ellos como para los grupos destinatarios. En particular, el establecimiento de sistemas de cooperación que dejaran fluir libremente los conocimientos y las buenas prácticas entre los Estados miembros sería muy beneficioso para la planificación y realización de las actividades relacionadas con el asilo y los refugiados.

Dichos sistemas favorecerían la adopción de medidas para promover el intercambio de experiencias y buenas prácticas con los profesionales habilitados de los organismos públicos y de la sociedad civil de toda Europa.

6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

El balance global de la aplicación del Fondo Europeo para los Refugiados durante el período 2005-2007 es satisfactorio. Los organismos encargados de la ejecución de los proyectos y las autoridades nacionales responsables de la ejecución de los programas nacionales pudieron basarse en la experiencia adquirida desde el primer período de aplicación del Fondo, de 2000 a 2004, y lograr incluso mejores resultados. Más allá de los logros de los proyectos financiados, a nivel nacional se produjeron repercusiones significativas con respecto a los principales objetivos de las políticas fijados para el Fondo. Aunque todavía quedan cosas por mejorar, el Fondo Europeo para los Refugiados, después de transcurridos dos períodos de ejecución, se ha consolidado en el marco del Programa general «Solidaridad y Gestión del los Flujos Migratorios» como un instrumento europeo de financiación útil para la aplicación del acervo europeo en materia de política de asilo.

De las numerosas recomendaciones surgidas de la evaluación relativas a las actividades financiadas y a los mecanismos de aplicación, algunas ya se han aplicado en la tercera fase del Fondo, de 2008 a 2013, que se desarrolla actualmente en el contexto más amplio del Programa general «Solidaridad y gestión de los Flujos Migratorios». Por ejemplo, la Comisión ha publicado diversos documentos de orientación para aclarar los requisitos legales en diversas áreas (normas de elegibilidad, programación, información, cierre del programa etc.) con objeto de adoptar soluciones prácticas, y ha intercambiado periódicamente información con los Estados miembros sobre diversos aspectos de la aplicación desde el comienzo de los nuevos programas; los Estados miembros han apreciado especialmente estas medidas. Todas las recomendaciones se volverán a tener en cuenta en el contexto del debate que se celebrará a escala de la Comisión sobre las propuestas que deberán elaborarse para el periodo posterior a 2013.

[1] La contribución del Fondo a proyectos subvencionados no puede exceder del 50 % del coste total, a excepción de proyectos especialmente innovadores (hasta el 60 %) y los países de la cohesión, donde el porcentaje llega hasta el 75 %. En consecuencia, la cifra global para todos los Estados miembros de la UE fue del 51 %.

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