92000E0858

PREGUNTA ESCRITA E-0858/00

de Carles-Alfred Gasòliba i Böhm (ELDR) a la Comisión

(22 de marzo de 2000)

Asunto: Litigio en relación a la utilización de marca

La Comisión Europea está considerando proponer un panel ante la Organización Mundial del Comercio para dirimir una posible controversia con los Estados Unidos de América en relación a una norma de este estado del 1998, la Sección 211 del Omnibus Appropiation Act.

En realidad esta propuesta está relacionada con un litigio que hace referencia a la utilización de la marca Havana Club y en el que está involucrado por una parte una sociedad que pertenece al 50 por ciento a un grupo francés y el otro 50 por ciento al Gobierno cubano y por otra la que defiende la legitimidad de la propiedad de la citada marca.

¿Qué motivos justifican la intervención de la Comisión en un litigio eminentemente privado?

¿Se puede considerar que si finalmente la Comisión propone el citado panel quiere apoyar al actual Gobierno cubano?

¿Tiene en cuenta la Comisión la utilización por parte del Gobierno cubano de bienes y derechos expropiados sin que conste la adecuada compensación propia de un estado de derecho?

Respuesta del Sr. Lamy en nombre de la Comisión

(19 de abril de 2000)

La actual controversia en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se centra en una ley de Estados Unidos y más concretamente, la Omnibus Appropiations Act de 1998, que, según la opinión de la Comunidad y de sus Estados miembros, viola varias disposiciones del Acuerdo de la OMC sobre Cuestiones comerciales de los Derechos de la Propiedad Intelectual (Acuerdo TRIP). El principal objetivo de la Comisión es el adecuado cumplimiento y aplicación por los Estados Unidos del Acuerdo TRIP de la OMC dado que la sección 211 puede afectar potencialmente a todas las empresas europeas que comercian con Cuba. A la Comunidad y a sus Estados miembros les interesaría que las disposiciones del Acuerdo TRIP de la OMC fuesen respetadas por todos los miembros de la OMC.

La controversia actual en el seno de la OMC no afecta a la cuestión de si las expropiaciones de bienes extranjeros que no han recibido indemnización tienen que ser reconocidas o no por otros Estados. De hecho, la sección 211 afecta a las marcas registradas americanas que no eran y no podían ser expropriadas por el Gobierno cubano. Los particulares y las empresas expropiadas por el Gobierno cubano continuaban siendo sus propietarios fuera de Cuba. Más concretamente, sus derechos respecto a las marcas registradas en los Estados Unidos no se veían afectadas por la revolución cubana.

La controversia en el seno de la OMC se debe más bien al trato que se da a las marcas registradas en los Estados Unidos que son idénticas o similares a las marcas registradas que pertenecieron previamente a propietarios cubanos que no pudieron renovar sus marcas registradas ante las autoridades de Estados Unidos. Como consecuencia de este fracaso de dichos propietarios, que es independiente de la expropiación de sus activos en Cuba por el Gobierno cubano, las marcas registradas respectivas pasaron a ser de dominio público y dejaron de pertenecer a sus propietarios cubanos, como es el caso de la marca registrada Havana Club mencionada por Su Señoría. Sin embargo, tales marcas pueden ser registradas, renovadas y aplicadas en los Estados Unidos por sus nuevos dueños solamente bajo ciertas condiciones. Estas condiciones se recogen en la sección 211 de la Omnibus Appropiations Act de Estados Unidos adoptada por este país casi 40 años después de la revolución cubana.