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Document 52011DC0571
COMMUNICATION FROM THE COMMISSION TO THE EUROPEAN PARLIAMENT, THE COUNCIL, THE EUROPEAN ECONOMIC AND SOCIAL COMMITTEE AND THE COMMITTEE OF THE REGIONS Roadmap to a Resource Efficient Europe
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos
/* COM/2011/0571 final */
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos /* COM/2011/0571 final */
ÍNDICE 1........... Retos y oportunidades para
Europa................................................................................ 2 2........... Un uso eficiente de los
recursos en Europa...................................................................... 3 3........... Transformación de la economía....................................................................................... 5 3.1........ Consumo y producción
sostenibles.................................................................................. 5 3.2........ Conversión de los residuos en
recursos........................................................................... 9 3.3........ Apoyo a la investigación y la
innovación........................................................................ 10 3.4........ Subvenciones perjudiciales para
el medio ambiente y precios adecuados........................ 11 4........... Capital natural y servicios
ecosistémicos........................................................................ 14 4.1........ Servicios ecosistémicos................................................................................................. 14 4.2........ Biodiversidad............................................................................................................... 15 4.3........ Minerales y metales...................................................................................................... 15 4.4........ Agua............................................................................................................................ 16 4.5........ Aire.............................................................................................................................. 17 4.6........ Tierra y suelos.............................................................................................................. 18 4.7........ Recursos marinos......................................................................................................... 19 5........... Sectores clave.............................................................................................................. 20 5.1........ Alimentación................................................................................................................. 21 5.2........ Mejora de los edificios.................................................................................................. 22 5.3........ Garantía de una movilidad
eficiente................................................................................ 23 6........... Gobernanza y seguimiento............................................................................................. 23 6.1........ Nuevas sendas de actuación en
materia de eficiencia de los recursos.............................. 23 6.2........ Apoyo internacional a la
eficiencia de los recursos......................................................... 26 6.3........ Mejora de la obtención de
beneficios derivados de las medidas de la UE en el ámbito medioambiental 27 7........... Conclusión................................................................................................................... 27 Anexo: Eficiencia de los recursos: vínculos
entre sectores y recursos e iniciativas políticas de la UE 29
1.
Retos y oportunidades para Europa
Europa ha
disfrutado de muchas décadas de crecimiento en términos de prosperidad y
bienestar sobre la base de un uso intensivo de los recursos. Pero hoy se
enfrenta al desafío doble de, por un lado, estimular el crecimiento necesario
para proporcionar empleo y bienestar a sus ciudadanos y, por otro, garantizar
que la calidad de ese crecimiento redunde en un futuro sostenible. Para hacer
frente a esos desafíos y convertirlos en oportunidades, nuestra economía deberá
proceder, en el espacio de una generación, a una transformación radical en los
ámbitos de la energía, la industria, la agricultura, la pesca y los sistemas de
transporte, así como en el comportamiento de productores y consumidores. La preparación oportuna, previsible y controlada de
este proceso de transformación nos permitirá seguir desarrollando nuestra
riqueza y nuestro bienestar reduciendo al mismo tiempo los niveles y el impacto
del uso de nuestros recursos. A lo largo
del siglo XX, la utilización de combustibles fósiles en el mundo se multiplicó
por doce, y la extracción de recursos materiales, por treinta y cuatro. Cada ciudadano de la Unión Europea consume hoy en
día dieciséis toneladas de materiales al año, de las cuales seis se desechan,
descargándose la mitad en vertederos. Sin
embargo, las tendencias apuntan al fin de una era en la que los recursos eran
abundantes y baratos. Las empresas se
enfrentan al aumento de los costes de materias primas y minerales esenciales,
cuya escasez y volatilidad de precios están teniendo un efecto perjudicial para
la economía. Las fuentes de minerales, metales y energía, así como las reservas
pesqueras, la madera, el agua, los suelos fértiles, el aire limpio, la biomasa
y la biodiversidad, están bajo presión; lo mismo puede decirse de la
estabilidad del sistema climático. Mientras la
demanda de alimentos, piensos y fibra podría aumentar en un 70 % de aquí a
2050, el 60 % de los principales ecosistemas del mundo que contribuyen a
la producción de estos recursos ya se ha degradado o se está utilizando de
manera insostenible. Si seguimos usando los
recursos al ritmo actual, para el año 2050 necesitaremos, en conjunto, el
equivalente de más de dos planetas para sostenernos, y serán muchos los que no
podrán hacer realidad sus aspiraciones de mejorar su calidad de vida. Nuestro sistema
económico sigue fomentando el uso ineficiente de los recursos, pues los precios
de algunos de ellos se fijan por debajo de sus costes reales. Según estimaciones del Consejo Empresarial Mundial
de Desarrollo Sostenible (WBCSD), de aquí a 2050 la eficiencia de los recursos
deberá ser entre cuatro y diez veces mayor, y ya en 2020 deberán haberse
introducido mejoras significativas. Algunas empresas
dinámicas han reconocido los beneficios de un uso más productivo de los
recursos, pero muchas empresas y muchos consumidores aún no son conscientes de
la escala y la urgencia de las transformaciones que deberán realizar. Promover un uso eficiente de los recursos tiene
mucho sentido desde el punto de vista comercial y debería contribuir a aumentar
la competitividad y rentabilidad de las empresas. Por tanto, forma parte de la
agenda de la UE para la competitividad global. Además, la eficiencia de los
recursos contribuye a garantizar una recuperación sostenible de la crisis económica
y puede impulsar el empleo. La
transformación deberá contar con un marco estratégico que establezca las
condiciones para recompensar la innovación y la eficiencia de los recursos y genere
oportunidades económicas y una mayor seguridad de abastecimiento gracias al
nuevo diseño de los productos, a la gestión sostenible de los recursos
medioambientales, al incremento de la reutilización, el reciclado y la
sustitución de materiales, y al ahorro de recursos. Para
disociar el crecimiento de la utilización de recursos y desbloquear
estas nuevas fuentes de crecimiento, las políticas que configuran nuestra economía
y nuestro estilo de vida deberán ser coherentes e integradoras. La acción en materia de cambio climático ha abierto
ya la vía contribuyendo a disociar el crecimiento del uso de carbono. La Estrategia Europa 2020 y su iniciativa
emblemática «Una Europa que utilice eficazmente los recursos»[1]
sitúan a la Unión Europea en la senda de esta transformación. En la iniciativa emblemática se pedía la
elaboración de una hoja de ruta para «definir objetivos a medio y largo plazo y
los medios para conseguirlos». La presente hoja
de ruta desarrolla y completa las otras iniciativas de la iniciativa
emblemática, en particular los resultados de la política en favor de una
economía hipocarbónica, y toma en consideración los avances conseguidos en
relación con la Estrategia temática sobre el uso sostenible de los recursos
naturales de 2005[2]
y con la estrategia de la Unión en materia de desarrollo sostenible. La hoja de ruta debe situarse también en el
contexto de los esfuerzos internacionales con miras a la transición hacia una
economía verde[3].
Entre sus diversas fuentes, que se citan en el documento de trabajo adjunto, destaca
el informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente sobre el estado y las
perspectivas del medio ambiente europeo.
2.
Un uso eficiente de los recursos en Europa
Diseño de la hoja de ruta Visión: En 2050, la economía de
la UE habrá crecido de manera respetuosa con las restricciones de recursos y
con los límites del planeta, contribuyendo de esta manera a la transformación
económica mundial. Nuestra economía será
competitiva e integradora y proporcionará un elevado nivel de vida con un
impacto medioambiental mucho menor. Todos los
recursos se gestionarán de manera sostenible, desde las materias primas hasta
la energía, el agua, el aire, la tierra y el suelo. Se
habrán alcanzado los objetivos intermedios sobre el cambio climático, al tiempo
que se habrán protegido, valorado y restablecido sustancialmente la
biodiversidad y los servicios ecosistémicos que esta sustenta. Está visión podrá hacerse realidad gracias
a un desarrollo basado en el uso eficiente de los recursos. Tal desarrollo permite a la economía crear más con
menos, generando mayor valor con una menor aportación de recursos, utilizando
estos de forma sostenible y reduciendo al mínimo su impacto sobre el medio
ambiente. En la práctica, esto implica que
todos los activos medioambientales de los que se beneficia la UE o que esta
adquiere en otros países sean seguros y se gestionen garantizando su
rendimiento máximo sostenible. Asimismo, deberán
haber desaparecido prácticamente los desechos residuales, haberse restablecido
los ecosistemas y haberse comprendido y evitado los riesgos sistémicos para la
economía ligados al medio ambiente. Será
necesaria una nueva ola de innovación. La presente hoja
de ruta fija los objetivos intermedios, que muestran lo que deberemos hacer para
situarnos en la senda de un crecimiento sostenible y eficiente en el uso de los
recursos. A continuación, cada sección
describe las actuaciones necesarias a corto plazo para poner en marcha este
proceso. La hoja de
ruta ofrece un marco en el que se explica cómo las políticas se interrelacionan
y se completan recíprocamente, y que permitirá diseñar y aplicar con coherencia
las futuras actuaciones. La interrelación
entre sectores y recursos clave y las iniciativas de la UE correspondientes se
esbozan en el cuadro del anexo. Se prepararán
evaluaciones de impacto sobre todas las actuaciones importantes y todos los
posibles objetivos antes de la presentación de las correspondientes propuestas
detalladas[4]. Consecución y medición de los
avances Será necesario
fijar indicadores sólidos y de fácil comprensión para proporcionar señales y
medir los avances en la mejora de la eficiencia de los recursos. Esta hoja de
ruta propone una nueva senda de actuación en materia de eficiencia de los
recursos, en un proceso que implica a todos los interesados clave a fin de debatir
y acordar una serie de indicadores y objetivos de aquí a finales de 2013. Ese proceso se describe de forma más pormenorizada
en el capítulo 6. A fin de poner
en marcha el proceso, se formulan con carácter provisional dos niveles de
indicadores[5]: (1)
Un indicador clave provisional —«Productividad
de los recursos»— para medir el objetivo primordial de la hoja de ruta, a
saber, mejorar el rendimiento económico reduciendo al mismo tiempo la presión
sobre los recursos naturales. (2)
Una serie de indicadores complementarios sobre
recursos naturales esenciales como el agua, la tierra, los materiales y el
carbono, que servirán para evaluar el consumo global de estos recursos en la
Unión Europea. Eliminación
de los obstáculos La UE y sus
Estados miembros deben tratar de eliminar los obstáculos que se oponen a la
eficiencia de los recursos y, de esta manera, crear los incentivos adecuados
para la toma de decisiones sobre producción y consumo.
Para ello, será necesario: –
Abordar el problema de los mercados y precios,
impuestos y subsidios que no reflejan los costes reales del uso de los recursos
y encierran a la economía en una lógica insostenible. –
Fomentar un pensamiento innovador más a largo
plazo en el mundo de las empresas, las finanzas y la política que impulse
nuevas prácticas sostenibles, estimule el progreso en la innovación y
desarrolle una reglamentación con visión de futuro y rentable. –
Desarrollar la investigación para colmar las
lagunas de nuestros conocimientos y aptitudes y facilitar una información y
formación adecuadas. –
Abordar los problemas de la competitividad
internacional y tratar de llegar a un consenso con los socios internacionales
para avanzar en la misma dirección.
3.
Transformación de la economía
La transformación de la economía hacia un
uso más eficiente de los recursos reforzará la competitividad y aportará nuevas
fuentes de crecimiento y de empleo gracias al ahorro de costes derivado de la
mejora de la eficiencia, la comercialización de innovaciones y una mejor
gestión de los recursos en todo su ciclo de vida. Esa labor exige la
implantación de políticas que reconozcan las relaciones de interdependencia
entre la economía, el bienestar y el capital natural, y que traten de eliminar
las barreras que obstaculizan la mejora de la eficiencia de los recursos permitiendo
a las empresas operar sobre una base equitativa, flexible, predecible y
coherente. Fuente: Agencia Europea de Medio Ambiente
3.1.
Consumo y producción sostenibles
3.1.1. Mejora de los productos y
cambio de las pautas de consumo El cambio de
las pautas de consumo privado y público contribuirá a promover la eficiencia de
los recursos y, además, permite a menudo generar ahorros netos de los costes
directos. A su vez, puede estimular la demanda
de servicios y productos más eficientes en el uso de los recursos. Para ayudar a los consumidores en su toma de
decisiones es necesario contar con información precisa basada en el impacto y los
costes del uso de los recursos en todo su ciclo de vida. Los consumidores pueden ahorrar costes evitando derrochar y
adquiriendo productos duraderos o fáciles de reparar o reciclar. Nuevos modelos comerciales, en virtud de los cuales
los productos se alquilan en vez de adquirirse, pueden satisfacer las
necesidades de los consumidores con un uso menor de recursos en todo el ciclo
de vida. El mercado
interior y los instrumentos basados en el mercado desempeñan una labor
importante en la definición de un marco que permita a los mercados recompensar
los productos más ecológicos. El enfoque
basado en la combinación de medidas voluntarias y obligatorias, como en el caso
de las iniciativas sobre mercados líderes de la UE o la Directiva de diseño
ecológico, debe considerarse respecto a una gama más amplia de productos y
servicios e incluir criterios más pertinentes para los recursos. No obstante,
se ha demostrado que, en algunos casos, el ahorro de costes derivado de la
mejora de la eficiencia de una tecnología puede, de hecho, inducir a la gente a
consumir más. Este fenómeno, conocido como
«efecto de rebote», debe anticiparse y tomarse en consideración al desarrollar
políticas y fijar objetivos. Objetivo intermedio: En 2020, los ciudadanos y las autoridades públicas
contarán con los incentivos adecuados para elegir los productos y servicios más
eficientes en el uso de los recursos, gracias a unas señales de los precios
adecuadas y a una información medioambiental clara. Sus
decisiones de compra animarán a las empresas a innovar y a suministrar bienes y
servicios que impliquen un uso más eficiente de los recursos. Se habrán fijado normas sobre el rendimiento
medioambiental mínimo a fin de retirar del mercado los productos más
ineficientes en el uso de de los recursos y que más contaminen. Habrá una gran demanda de productos y servicios más
sostenibles por parte de los consumidores. 3.1.2. Impulso de la producción
eficiente Europa es el mayor importador neto de
recursos por persona, y su economía abierta depende en gran medida de la
importación de materias primas y energía. El
acceso seguro a los recursos se ha convertido en un aspecto económico cada vez
más estratégico, mientras que el posible impacto negativo social y
medioambiental sobre terceros países constituye un motivo de preocupación
adicional. La cantidad total de materiales
utilizados directamente en la economía de la Unión en 2007 superó los
8 000 millones de toneladas. Podríamos
reducir ese volumen al tiempo que incrementamos la producción y la competitividad[6]. Además, mejorar la reutilización de materias primas
mediante una mayor «simbiosis industrial» (en virtud de la cual los residuos de
algunas empresas son utilizados como recursos por otras) a lo largo de la Unión
Europea podría suponer un ahorro de 1 400 millones de euros al año y
generar 1 600 millones de euros en ventas[7]. Aunque muchas empresas han tomado ya
medidas para mejorar su eficiencia de los recursos, el margen de mejora sigue
siendo muy amplio. Este es el caso, en
especial, de las áreas empresariales no esenciales, por ejemplo cuando la
eficiencia de la energía o del agua no es un elemento central de la actividad
de la empresa. En muchos casos no se consigue
ahorrar en el uso de los recursos a largo plazo porque las prácticas actuales
en materia de publicación de resultados privilegian una visión a corto plazo. Las
empresas que ya están comenzando a invertir en eficiencia de los recursos
tienen que aprovechar los avances del conocimiento y la innovación. El intercambio de información entre los socios
de las cadenas de valor y entre distintos sectores, incluidas las PYME, sobre
vías hacia la eficiencia de los recursos puede evitar el derroche de recursos,
impulsar la innovación y crear nuevos mercados. Evitar en la medida de lo posible el uso
de productos químicos peligrosos y promover una química verde pueden ayudar a
proteger recursos esenciales como el suelo y el agua, así como facilitar y
abaratar el reciclado y la reutilización de otros recursos, como los
materiales. El enfoque que promueve la plena aplicación de REACH para la
gestión de los productos químicos ayudará a determinar oportunidades en lo que
respecta a la sustitución de productos químicos peligrosos por alternativas más
seguras y viables desde el punto de vista tecnológico y económico. Objetivo intermedio: En 2020 se habrán implantado los incentivos estratégicos
y de mercado que recompensarán las inversiones de las empresas en eficiencia. Esos incentivos habrán estimulado la innovación en
métodos de producción eficientes en el uso de los recursos cuya utilización
estará muy extendida. Todas las empresas, y
sus inversores, podrán medir y comparar su eficiencia en el uso de los recursos
a lo largo de todo el ciclo de vida. El
crecimiento económico y el bienestar se habrán disociado de la aportación de
recursos y radicarán sobre todo en el aumento del valor de los productos y
servicios correspondientes. A fin de fomentar un consumo y una producción
más sostenibles, la Comisión: ·
Reforzará los requisitos de la contratación
pública ecológica aplicables a los productos con un impacto medioambiental
significativo. Evaluará si la contratación
pública ecológica puede vincularse a proyectos financiados por la UE y promoverá la contratación conjunta y el
establecimiento de redes de poderes adjudicatarios de contratos públicos en
apoyo de la contratación pública ecológica (en 2012). ·
Establecerá un enfoque metodológico común que
permita a los Estados miembros y al sector privado valorar, medir y comparar el
comportamiento medioambiental de productos, servicios y empresas sobre la base
de una evaluación exhaustiva de su impacto medioambiental en todo el ciclo de
vida («huella ecológica») (en 2012). ·
Abordará la huella ecológica de los productos,
a partir de una evaluación en curso que estará lista en 2012 y tras un proceso
de consulta con los interesados, que incluye la fijación de requisitos en el
marco de la Directiva de diseño ecológico, para impulsar el uso eficiente de
los recursos presentes en los productos (por ejemplo, la posibilidad de reutilizarlos,
recuperarlos o reciclarlos, el contenido de material reciclado, la
durabilidad), y la ampliación del ámbito de aplicación de la Directiva de
diseño ecológico a productos no relacionados con la energía (en 2012). ·
Garantizará una mejor comprensión del
comportamiento de los consumidores y proporcionará mejor información sobre la
huella ecológica de los productos, lo que incluye prevenir el uso de
declaraciones engañosas y perfeccionar los sistemas de etiquetado ecológico (en
2012). ·
Apoyará la creación de redes y el intercambio
de las mejores prácticas entre agencias gestoras de regímenes sobre eficiencia
de los recursos destinados a PYME (de forma continua). A partir de 2012, los Estados
miembros, junto con la Comisión, deberían evaluar: ·
Las posibilidades de reforzar la recompensa de
los productos verdaderamente ecológicos en el mercado. ·
Medidas para ampliar la responsabilidad del
productor a todo el ciclo de vida de los productos que produce (mediante nuevos
modelos comerciales, asesoramiento sobre devoluciones y sistemas de reciclado y
apoyo a los servicios de reparaciones). ·
Iniciativas para optimizar la eficiencia de
los recursos en los envases. Los Estados miembros deberían: ·
Establecer incentivos que animen a la gran
mayoría de las empresas a medir, comparar y mejorar su eficiencia de los
recursos de manera sistemática (de forma continua). ·
Ayudar a las empresas a colaborar para hacer
el mejor uso posible de los residuos y los subproductos que producen (por
ejemplo, explotando la simbiosis industrial) (de forma continua). ·
Garantizar la disponibilidad de asesoramiento
y apoyo para ayudar a las PYME a determinar y mejorar su eficiencia de los
recursos y el uso sostenible de las materias primas (de forma continua). ·
Colaborar con la Comisión para garantizar que,
de aquí a 2020, todas las sustancias extremadamente preocupantes pertinentes se
inscriban en la lista de sustancias candidatas de REACH (de forma continua).
3.2.
Conversión de los residuos en recursos
En la Unión
Europea desechamos cada año 2 700 millones de toneladas de residuos, de
los cuales 98 millones de toneladas son residuos peligrosos. Como promedio, solo el 40 % de nuestros
residuos sólidos se reutilizan o reciclan; el resto se descarga en vertederos o
se incinera. En su conjunto, la generación de
residuos se mantiene estable en la Unión Europea, pero siguen aumentando los flujos
de algunos residuos, tales como los residuos de construcción y demolición, los
fangos de depuración o los desechos marinos. Se espera que solamente los
residuos de equipos eléctricos y electrónicos aumenten aproximadamente un
11 % entre 2008 y 2014. En algunos
Estados miembros se recicla más del 80 % de los residuos, lo que ilustra
las posibilidades de utilizar los residuos como uno de los recursos clave de la
UE. La mejora de la gestión de los residuos
permite utilizar mejor los recursos y puede crear nuevos mercados y empleos,
así como promover una menor dependencia de las importaciones de materias primas
y un menor impacto sobre el medio ambiente. Para que los residuos se conviertan en
recursos que vuelven a incorporarse al sistema productivo como materia prima,
su reutilización y reciclado deben ocupar un lugar mucho más prioritario. Una
combinación de políticas contribuiría a crear una economía en la que se
explotaran plenamente las posibilidades de reciclado; cabe citar en este
sentido, por ejemplo, un diseño de productos que integre un enfoque basado en
el ciclo de vida, una mejor cooperación entre todos los operadores del mercado
a lo largo de la cadena de valor, la mejora de los procesos de recogida, un
marco de reglamentación adecuado, incentivos para la prevención y el reciclado
de residuos, así como inversiones públicas en instalaciones modernas para el
tratamiento de residuos y el reciclado de alta calidad. Objetivo
intermedio: En 2020, los residuos se
gestionarán como recursos. Los residuos per
cápita registrarán un marcado descenso. El reciclado y la reutilización de los
residuos serán opciones económicamente atractivas para los operadores públicos
y privados, ya que la recogida selectiva estará muy extendida y se habrán
desarrollado mercados funcionales para las materias primas secundarias. Se reciclarán más materiales, incluidos los que
tengan un impacto significativo sobre el medio ambiente y las materias primas
fundamentales. La legislación sobre residuos
se aplicará en su totalidad. Se habrá
erradicado el transporte ilegal de residuos. La
recuperación de energía se limitará a los materiales no reciclables, se habrá
eliminado prácticamente la descarga en vertederos y el reciclado de alta
calidad estará garantizado. La
Comisión: ·
Estimulará el mercado de materiales
secundarios y la demanda de materiales reciclados ofreciendo incentivos
económicos y desarrollando criterios para determinar cuándo un residuo deja de
serlo (en 2013/2014). ·
Revisará los objetivos vigentes en materia de
prevención, reutilización, reciclado, recuperación y desvío de residuos de los
vertederos, a fin de iniciar la senda hacia una economía basada en la
reutilización y el reciclado, con unos desechos residuales próximos a cero (en
2014). ·
Evaluará la introducción de unas tasas mínimas
de material reciclado y la fijación de criterios de durabilidad y
reutilización, así como la ampliación de la responsabilidad del productor en el
caso de productos esenciales (en 2012). ·
Evaluará las áreas en las que la legislación
sobre los distintos flujos de residuos podría alinearse para mejorar la
coherencia (en 2013/2014). ·
Seguirá trabajando dentro de la Unión y con
nuestros socios internacionales para erradicar el transporte ilegal de
residuos, prestando especial atención a los residuos peligrosos. ·
Garantizará que la financiación pública
mediante el presupuesto de la Unión dé prioridad a actividades situadas en un
nivel superior de la jerarquía de residuos, tal como esta se define en la
Directiva marco de residuos (por ejemplo, prioridad a las plantas de reciclado
sobre la eliminación de residuos) (en 2012/2013). ·
Facilitará el intercambio entre los Estados
miembros de las mejores prácticas en materia de recogida y tratamiento de
residuos y desarrollará medidas para combatir con más eficacia las infracciones
de la normativa de residuos de la Unión (en 2013/2014). Los Estados miembros deberían: ·
Garantizar la plena aplicación del acervo de
la Unión en materia de residuos, lo que incluye la fijación de objetivos
mínimos mediante sus estrategias nacionales de prevención y gestión de residuos
(de forma continua).
3.3.
Apoyo a la investigación y la innovación
La transición hacia una economía verde e
hipocarbónica requerirá una innovación considerable que implicará desde
pequeños cambios cuantitativos hasta grandes avances tecnológicos. Al mismo tiempo, necesitamos una base de
conocimientos más amplia y fiable acerca de cómo reaccionan los sistemas
naturales a las distintas presiones que ejercemos sobre ellos. La investigación
básica y la aplicada deberían determinar los retos y orientar las actuaciones,
lo que incluye la investigación en ciencias sociales para mejorar nuestra
comprensión de los comportamientos. Para desencadenar este impulso de la
investigación y la innovación, deberán haberse implantado las iniciativas
adecuadas, de tal manera que el sector privado invierta más en investigación e
innovación en el uso eficiente de los recursos. Las medidas orientadas a la demanda
contribuirán a crear incentivos para la innovación verde creando mercados
nuevos. Será preciso contar con unas condiciones de referencia claras a fin de
elevar el grado de seguridad de los inversores y de mejorar el acceso a
financiación por parte de las empresas que realicen inversiones ecológicas,
consideradas más arriesgadas o con plazos de reembolso más largos. Objetivo intermedio: En 2020, los avances científicos y los esfuerzos sostenidos
en materia de innovación habrán mejorado radicalmente la manera en la que
comprendemos, gestionamos, reutilizamos, reciclamos, sustituimos,
salvaguardamos y valoramos los recursos, y reducimos su uso. Esa mejora será posible gracias a un incremento
sustancial de las inversiones, a la coherencia en la manera de abordar el
desafío que representan para la sociedad la eficiencia de los recursos, el
cambio climático y la resiliencia frente al mismo, y a las ventajas derivadas
de la especialización inteligente y de la cooperación en el Espacio Europeo de
Investigación. Junto con
la Comisión, los Estados miembros: ·
Establecerán un marco adecuado y un conjunto
de incentivos para impulsar las inversiones del sector privado en investigación
e innovación en el ámbito de la eficiencia de los recursos (de forma continua). La Comisión: ·
Desarrollará «cooperaciones de innovación»
para cumplir objetivos de eficiencia de los recursos, por ejemplo, en materia
de agua, materias primas y agricultura productiva y sostenible (a partir de
2011). ·
Desarrollará iniciativas tecnológicas conjuntas
u otras formas de asociaciones público-privadas, así como iniciativas de
programación conjunta que aúnen los esfuerzos nacionales en materia de
investigación en áreas de la eficiencia de los recursos (de forma continua). ·
Abordará las barreras a la innovación
ecológica (en 2011). ·
Centrará la financiación de la investigación
por parte de la Unión (Horizonte UE 2020) en objetivos esenciales de la
eficiencia de los recursos, respaldando soluciones innovadoras en los
siguientes ámbitos: energía sostenible, transporte y construcción; gestión de
los recursos naturales; preservación de los servicios ecosistémicos y la biodiversidad;
agricultura eficiente en el uso de los recursos y, en términos más amplios,
bioeconomía; extracción de materias primas respetuosa con el medio ambiente;
reciclado, reutilización, sustitución de materiales con efectos negativos para
el medio ambiente o materiales raros, diseño más inteligente, productos
químicos ecológicos, y plásticos con menor impacto ecológico y biodegradables. Los
Estados miembros deberían: ·
Centrar la financiación pública de la investigación
en objetivos clave de eficiencia de los recursos (de forma continua).
3.4.
Subvenciones perjudiciales para el medio
ambiente y precios correctos
Las decisiones de compra y de inversión
se guían fundamentalmente por los precios de mercado, pero esos precios no
reflejan necesariamente los costes reales del uso de los recursos y su impacto
medioambiental. Además, los precios pueden
falsearse de forma deliberada mediante las subvenciones perjudiciales para el
medio ambiente concedidas por los gobiernos, que confieren una ventaja a
determinados consumidores, usuarios o productores a fin de completar sus
ingresos o reducir sus costes, pero que discriminan las prácticas respetuosas
con el medio ambiente[8]. 3.4.1. Eliminación progresiva de las subvenciones ineficientes Se estima que las subvenciones con
efectos negativos potenciales para el medio ambiente, sobre todo en los ámbitos
de los combustibles fósiles, el transporte y el agua, representan un valor
total de un billón de dólares estadounidenses al año.
Esas subvenciones incrementan los residuos, las emisiones y la
extracción de recursos, o tienen repercusiones negativas sobre la
biodiversidad. Pueden consolidar prácticas
ineficientes e impedir a las empresas invertir en tecnologías ecológicas. Adoptan formas distintas; por ejemplo, pueden
consistir en deducciones o exenciones fiscales. La retirada progresiva de las
subvenciones perjudiciales para el medio ambiente puede aportar beneficios económicos,
sociales y medioambientales y propiciar un aumento de la competitividad. En el Estudio Prospectivo Anual sobre el
Crecimiento de 2011[9]
ya se invitaba a los Estados miembros a eliminar esas subvenciones para
respaldar el saneamiento presupuestario. En el
proceso de retirada de esas subvenciones, podría resultar necesario adoptar
medidas atenuantes alternativas para los sectores económicos, regiones y
trabajadores más afectados, o para erradicar la pobreza energética, y debe
considerarse el impacto del posible desplazamiento de la producción a otros
países. Objetivo intermedio: En 2020, se habrán eliminado las subvenciones
perjudiciales para el medio ambiente y se habrán adoptado medidas transitorias
alternativas para las personas necesitadas. 3.4.2. Fijación de precios correctos y reorientación de la carga
impositiva El mercado lanza sus propias señales de
escasez de algunos recursos mediante el aumento de los precios de los productos
básicos, y las empresas se enfrentan cada vez más a la necesidad urgente de
adaptarse para preservar su competitividad, sobre todo en el contexto
internacional. Con todo, puede ocurrir que el
coste de los factores externos siga sin tenerse en cuenta, y en lo que respecta
a algunos recursos esas señales pueden llegar demasiado tarde para evitar su
explotación insostenible. La incidencia global
de la fiscalidad a menudo repercute en los precios de manera que favorece más el
uso de los recursos que el aumento del empleo en la economía. Los instrumentos basados en el mercado
están llamados a desempeñar un papel destacado en la corrección de las
deficiencias del mercado, por ejemplo introduciendo impuestos o gravámenes
medioambientales, regímenes de permisos negociables, incentivos fiscales para
un consumo más respetuoso con el medio ambiente u otros instrumentos. Políticas nuevas deberían contribuir a alinear los
precios de los recursos que no están valorados adecuadamente en el mercado,
tales como el agua, el aire limpio, los ecosistemas, la biodiversidad y los
recursos marinos. Puede resultar necesario que
esas políticas se inscriban en un planteamiento más global que incluya la
regulación, por ejemplo cuando los recursos son bienes comunes. En el Estudio Prospectivo Anual sobre el
Crecimiento de 2011[10]
y en las conclusiones del Consejo Europeo de marzo de 2011[11]
se resaltaba ya la necesidad de reducir la carga fiscal sobre las rentas del
trabajo a fin de impulsar el empleo y el crecimiento económico. Las «reformas del impuesto ecológico», que
consisten en incrementar los impuestos medioambientales y reducir otros
impuestos, revisten su importancia en este contexto. Los
impuestos medioambientales, además, pueden conciliar los esfuerzos del
saneamiento presupuestario con la transición hacia una economía eficiente en el
uso de los recursos. No obstante, la parte que representan los impuestos
medioambientales sobre los ingresos fiscales totales de la UE, como promedio,
ha ido descendiendo desde 1999, hasta alcanzar el 6,3 % en 2009[12]. Algunos Estados miembros han logrado, aplicando
diversas medidas de reforma de la fiscalidad medioambiental, que la parte que
representan los impuestos medioambientales respecto a los ingresos fiscales
totales supere el 10 %, preservando al mismo tiempo los ingresos fiscales
y mejorando la competitividad y la eficiencia energética. Eso demuestra que se puede desplazar la tributación
hacia las actividades perjudiciales para el medio ambiente en un entorno
económico saneado. No obstante, a fin de medir
con más eficacia el desplazamiento de las señales de los precios, requerido para
impulsar las inversiones en un uso más eficiente de los recursos, puede
resultar necesario establecer un indicador complementario, como puede ser el
tipo impositivo efectivo sobre la contaminación ambiental o el uso de recursos. Objetivo
intermedio: En 2020, el desplazamiento sustancial de la tributación de las
rentas del trabajo hacia la tributación medioambiental, en particular mediante el
ajuste periódico de los tipos reales, entrañará un aumento considerable de la parte
que representan los impuestos medioambientales respecto a los ingresos
públicos, en consonancia con las mejores prácticas de los Estados miembros. A fin de resolver el problema de las subvenciones perjudiciales
para el medio ambiente y de mejorar las señales transmitidas por los precios,
la Comisión: ·
Supervisará, en el marco del Semestre Europeo,
el seguimiento por los Estados miembros de las recomendaciones específicas por
país sobre la aplicación de reformas fiscales que propicien el desplazamiento
de la fiscalidad de las rentas del trabajo hacia el impacto medioambiental y la
eliminación de las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente a partir
de 2012. ·
Promoverá el intercambio periódico, entre los
Estados miembros, de las mejores prácticas y revisiones paritarias de la
reforma de las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente y de los
instrumentos de mercado, en particular en el marco del foro de los instrumentos
de mercado y del grupo sobre política fiscal (de forma continua). ·
Examinará de qué manera se han aplicado las
ayudas estatales para medidas destinadas a incrementar la eficiencia de los
recursos y hasta qué punto deben reforzarse los objetivos de la eficiencia de
los recursos cuando se revisen las directrices pertinentes sobre ayudas estatales
a partir de 2013. ·
Proseguirá su labor de mejorar los indicadores
relativos a la fiscalidad sobre la contaminación y los recursos. Los Estados miembros deberían: ·
Determinar las principales subvenciones
perjudiciales para el medio ambiente con arreglo a metodologías establecidas
(de aquí a 2012). ·
Preparar planes y calendarios para eliminar
tales subvenciones e informar al respecto en el marco de sus programas
nacionales de reforma (de aquí a 2012/2013). ·
Desplazar la fiscalidad de las rentas del
trabajo hacia el impacto medioambiental (de forma continua). ·
Revisar sus políticas e instrumentos fiscales
para respaldar la eficiencia de los recursos con más eficacia y, en este
contexto, reflexionar sobre los incentivos en apoyo de las decisiones de los
consumidores y de las iniciativas de los productores en favor de la eficiencia
de los recursos (de aquí a 2013).
4.
Capital natural y servicios ecosistémicos
4.1.
Servicios ecosistémicos
Nuestra prosperidad económica y nuestro
bienestar dependen de nuestro capital natural y, concretamente, de los
ecosistemas, los cuales nos proporcionan toda una gama de bienes y servicios
esenciales, desde suelos fértiles hasta tierras y mares productivos, desde agua
dulce y aire limpio hasta la polinización, el control de las crecidas y la
regulación del clima. Muchos de estos servicios ecosistémicos se utilizan
prácticamente como si su suministro fuera ilimitado. Se tratan como productos
básicos «gratuitos», su valor económico no se tiene debidamente en cuenta en el
mercado y, por tanto, siguen siendo objeto de sobreexplotación o contaminación,
lo que pone en peligro nuestra sostenibilidad y nuestra resiliencia a largo
plazo frente a las presiones medioambientales. En los últimos cincuenta años se ha
degradado el 60 % de los servicios ecosistémicos de la Tierra. En la UE,
el 88 % de las poblaciones de peces se captura por encima de su
rendimiento máximo sostenible, y solo el 11 % de los ecosistemas
protegidos se encuentra en un estado favorable. Para garantizar el suministro a largo plazo de bienes y servicios
ecosistémicos esenciales tenemos que valorar adecuadamente nuestro capital
natural. La inversión en capital natural, como las infraestructuras ecológicas,
aporta a menudo una mayor rentabilidad, con un coste inicial menor, que las alternativas
construidas o manufacturadas. Objetivo intermedio: En 2020, el capital natural y los servicios
ecosistémicos se valorarán adecuadamente y serán tomados en consideración por
las autoridades públicas y las empresas. La
Comisión: ·
Promoverá el uso de instrumentos financieros y
de mercado innovadores y explorará su potencial en un sentido más amplio, en concreto
la posibilidad de establecer un mecanismo de financiación de la biodiversidad y
un sistema de pago de servicios ecosistémicos, a fin de abordar los retos a que
se enfrentan los ecosistemas y la biodiversidad a escala nacional, de la UE e
internacional, en particular en cooperación con el Banco Europeo de Inversiones
y mediante asociaciones público-privadas (de forma continua). ·
Presentará propuestas para impulsar las
inversiones en capital natural y aprovechar todo el potencial de crecimiento e
innovación de la infraestructura ecológica y la «economía de restablecimiento»,
mediante una comunicación sobre infraestructura ecológica (en 2012) y una iniciativa
para evitar pérdidas netas de biodiversidad (en 2015). Junto con
la Comisión, los Estados miembros: ·
Harán un inventario del estado de los
ecosistemas y sus servicios (de aquí a 2014). ·
Evaluarán su valor
económico y promoverán la incorporación de ese valor a
los sistemas de contabilidad y comunicación de datos a escala de UE y en el
ámbito nacional (de forma continua). ·
Trabajarán con los principales interesados
para animar a las empresas a evaluar su dependencia de los servicios
ecosistémicos a partir de los trabajos de la Plataforma Empresas y
Biodiversidad de la UE (de forma continua).
4.2.
Biodiversidad
La biodiversidad sustenta muchos de
nuestros ecosistemas y es vital para su resiliencia. Su pérdida puede debilitar
un ecosistema poniendo en peligro la prestación de servicios ecosistémicos y
haciéndolo más vulnerable frente a las presiones medioambientales. El
restablecimiento de ecosistemas degradados es costoso y, en algunos casos, el
cambio puede ser irreversible. Se ha estimado que, para el año 2050, las
oportunidades de negocio ligadas a la biodiversidad y los servicios
ecosistémicos que dependen de ella podrían representar un valor global de entre
800 000 millones y 2,3 billones de dólares estadounidenses al año. En la práctica, no obstante, el valor de la
biodiversidad apenas está empezando a tenerse en cuenta a nivel operativo en la
toma de decisiones. Si queremos preservar la
biodiversidad, tomarla en consideración debe convertirse en práctica común. La nueva Estrategia de la UE sobre la Biodiversidad
presenta las principales herramientas políticas para alcanzar ese objetivo y
revertir las tendencias de pérdida de biodiversidad que hemos padecido en las
últimas generaciones. Objetivo intermedio: En 2020, la pérdida de biodiversidad en la UE y la
degradación de los servicios ecosistémicos se habrán detenido y, en la medida
de lo posible, se habrá restablecido la biodiversidad. La Comisión: ·
Redoblará en una medida significativa sus
esfuerzos para integrar la protección de la biodiversidad y las actuaciones
sobre los ecosistemas en otras políticas comunitarias, con una atención
especial a la agricultura y la pesca (de forma continua). Junto con la Comisión, los
Estados miembros: ·
Trabajarán con miras a la
consecución de los objetivos de la Estrategia sobre la Biodiversidad integrando
el valor de los servicios ecosistémicos en la elaboración de las políticas (de
forma continua).
4.3.
Minerales y metales
La mejora de la eficiencia de recursos
naturales como los metales y minerales es un aspecto esencial de la eficiencia
de los recursos. Los riesgos específicos de esos recursos, entre los que destaca
la seguridad de abastecimiento, se abordan en la Iniciativa sobre Materias
Primas, así como en las políticas sobre cambio climático y energía en el marco
de la iniciativa emblemática sobre la eficiencia de los recursos, de manera que
no se tratan extensamente en esta sección aunque se reconoce la interacción
entre su uso y otros recursos. A medida que nos encaminemos hacia una
gestión sostenible de los materiales basada verdaderamente en el consumo, o
hacia una «economía circular» en la que los residuos se conviertan en recursos,
los minerales y metales se utilizarán con más eficiencia. Las etapas esbozadas
en la sección 3 de la presente hoja de ruta tendrán un impacto directo sobre la
eficiencia de los recursos minerales y metálicos, gracias a las medidas
destinadas a tomar más en consideración el impacto en todo el ciclo de vida,
evitar la generación de residuos y fomentar más su reutilización y reciclado, y
mejorar la investigación y la innovación, así como a través de otras iniciativas
concebidas para mejorar las estructuras del mercado.
4.4.
Agua
El agua es un recurso vital para la salud
humana y un insumo esencial para la agricultura, el turismo, la industria, el transporte
y la energía. La menor disponibilidad de agua repercute de manera crítica en la
energía hidráulica y la refrigeración de centrales nucleares y térmicas. El buen estado del medio ambiente y la
salud de los ciudadanos dependen de la calidad y disponibilidad de agua dulce, que,
sin embargo, están disminuyendo. Se estima que el cambio climático acentuará la
escasez de agua y la intensidad y frecuencia de las inundaciones. Muchas
cuencas y aguas fluviales europeas se han visto alteradas por la extracción de
aguas y el drenaje de terrenos y presas, lo que a menudo deteriora la calidad
del agua y, como consecuencia de ello, produce efectos ecológicos adversos,
repercute posiblemente en la salud y limita el espacio para los hábitats
naturales. En Europa se despilfarra entre el
20 % y el 40 % del agua, y su consumo podría mejorar en un 40 %
con la mera introducción de mejoras tecnológicas[13].
La mejora del planteamiento relativo a la gestión sostenible de los recursos
hídricos exige la estrecha coordinación con las políticas de agricultura,
transporte, desarrollo regional y energía, así como un sistema de precios del
agua efectivo y equitativo, tal como establece la Directiva marco sobre el agua
(DMA). Los cambios en los ecosistemas, el uso de la tierra, la producción y el
consumo de agua y las pautas de reutilización podrían reducir la escasez en
condiciones rentables y asegurar la calidad del agua. Objetivo
intermedio: En 2020, se habrán aplicado desde hace tiempo todos los planes hidrológicos
de cuenca de la DMA. En 2015, las cuencas fluviales de toda la UE se
encontrarán en buen estado en términos de calidad, cantidad y uso. Los efectos
de las sequías e inundaciones serán mínimos, gracias a unos cultivos adaptados,
a una mayor retención de agua en los suelos y a unos sistemas de irrigación
eficientes. Solo se recurrirá a opciones alternativas de abastecimiento de agua
cuando se hayan agotado todas las posibilidades de ahorro más baratas. La
extracción de agua deberá situarse por debajo del 20 % de los recursos
hídricos renovables que estén disponibles. La Comisión: · Proseguirá la integración de consideraciones relativas a la eficiencia de los recursos en la política de aguas, con un plan rector para preservar el agua de Europa que definirá una estrategia rentable (en curso). · Evaluará los planes hidrológicos de cuenca de los Estados miembros para determinar las áreas en las que se precisen actuaciones adicionales (en 2011). · Evaluará y propondrá (en 2012): – Objetivos de eficiencia en materia de agua y medidas de mejora de la misma (p. ej., contadores inteligentes, requisitos obligatorios para los dispositivos que utilizan agua, orientaciones sobre la reutilización del agua, reducción de las fugas en la infraestructura hidrológica, ahorro de agua en la irrigación, etc.). – Mejorará la gestión de la demanda mediante instrumentos económicos (precios, asignación de agua) y el uso de sistemas de etiquetado y certificación que midan el impacto en todo el ciclo de vida y el contenido de agua virtual de los productos. – Establecerá una asociación europea para la innovación en materia de agua. Los Estados miembros deberían: · Fijar objetivos de eficiencia del agua de las cuencas hidrográficas para 2020, que incluyan la adopción de medidas complementarias adecuadas, sobre la base de una metodología común de la UE que tenga en cuenta la variedad de situaciones vigentes en los diferentes sectores económicos y zonas geográficas.
4.5.
Aire
El aire limpio es un recurso valiosísimo. En las zonas geográficas con más densidad de
población de la UE se rebasan con creces varias normas de calidad del aire,
sobre todo las relativas a los contaminantes más problemáticos como las
partículas, el ozono troposférico o el dióxido de nitrógeno. A pesar de los
considerables esfuerzos para reducir las emisiones contaminantes, las
concentraciones actuales de partículas finas causan 500 000 muertes
prematuras al año[14]
en la UE y sus países vecinos. Otros estudios
han mostrado que el número de días laborables perdidos debido a enfermedades
inducidas por la contaminación atmosférica es mayor que los días laborables
requeridos para pagar las medidas adicionales de reducción de los
contaminantes. Es significativo que los ecosistemas y la
agricultura también sufran daños por el impacto de la contaminación atmosférica,
como la acidificación, la eutrofización y los daños del ozono a la vegetación. Se ha estimado que, en 2020, su coste económico
anual ascenderá a 537 000 millones de euros[15]. La mejor aplicación de la legislación
vigente y la adopción de nuevas normas basadas en datos científicos ayudarían a
resolver esos problemas y orientar la actividad innovadora. Con los plazos de desarrollo adecuados, esas normas
pueden aportar ventajas relativas a la calidad del aire gracias a la transición
hacia una economía hipocarbónica y mediante otras iniciativas citadas en esta
hoja de ruta —por ejemplo, reducción de los residuos, métodos de producción más
eficientes— y otras actuaciones en los ámbitos de la política agraria y el transporte. Objetivo intermedio: En 2020 se satisfarán las normas provisionales de
la UE relativas a la calidad del aire, incluso en puntos críticos urbanos. Se
habrán actualizado esas normas y se habrán definido medidas adicionales para
reducir la distancia respecto al objetivo último de alcanzar niveles de calidad
del aire que no causen un impacto significativo sobre la salud y el medio
ambiente. La Comisión: · Llevará a cabo una revisión exhaustiva de todas las políticas de la Unión ligadas a la contaminación del aire (de aquí a 2013). · Propondrá una estrategia perfeccionada que vaya más allá de 2020, evaluando las posibilidades de utilizar las normas sobre calidad del aire y emisiones y otras medidas para reducir las emisiones de las principales fuentes (2013). · Respaldará la aplicación de las medidas existentes para contribuir a la resolución de problemas persistentes de calidad del aire. Los Estados miembros deberían: · Acelerar la aplicación de la legislación de la Unión sobre calidad del aire (de forma continua).
4.6.
Tierra y suelos
En la Unión
Europea, más de 1 000 km² de suelo son ocupados cada año para viviendas,
industrias, carreteras o fines recreativos. De hecho, aproximadamente la mitad
de esta superficie está «sellada»[16].
La disponibilidad de infraestructuras varía considerablemente entre regiones
pero, en términos globales, cada diez años pavimentamos una superficie
equivalente a Chipre. Para cumplir el objetivo de que en 2050 se haya detenido
la ocupación neta de suelo, necesitaríamos que todos los años, siguiendo una
pauta lineal, se redujera la ocupación en un promedio de 800 km² durante
el periodo 2000-2020. En muchas regiones, el suelo está erosionado de manera
irreversible o tiene un escaso contenido de materia orgánica. La contaminación
del suelo representa también un problema grave. El uso de la
tierra implica casi siempre un compromiso entre distintas necesidades sociales,
económicas y medioambientales (p. ej., vivienda, infraestructura de transporte,
producción de energía, agricultura y protección de la naturaleza). Las decisiones sobre el uso de la tierra son
compromisos a largo plazo que resulta difícil o costoso revertir. En el momento actual, esas decisiones suelen
tomarse sin un análisis previo adecuado de esos impactos, como puede ser una
evaluación medioambiental estratégica. La reforma de las políticas de
agricultura, energía, transporte y cohesión ofrecerá la oportunidad de
establecer el marco de referencia y los incentivos adecuados para que las
autoridades públicas y los propietarios de tierras alcancen este objetivo. Objetivo
intermedio: En 2020, las políticas de la UE tomarán en consideración su impacto
directo e indirecto sobre el uso de la tierra en la Unión y en el mundo, y el
índice de ocupación de suelo estará bien encaminado hacia el objetivo de una
ocupación cero de suelo en 2050; la erosión del suelo se habrá reducido y habrá
aumentado su contenido de materia orgánica, y los trabajos de rehabilitación de
los emplazamientos contaminados irán por buen camino. La
Comisión: ·
Proseguirá el desarrollo de la base de
conocimientos científicos sobre material biótico, efectos y tendencias del uso
del suelo y planificación espacial, lo que incluirá el impacto mundial y los
efectos sobre nuestros socios comerciales, y subrayará las mejores prácticas de
los Estados miembros, lo que culminará en una Comunicación sobre el uso del
suelo (en 2014). ·
Abordará el cambio en los usos indirectos del
suelo derivado de la política sobre energías renovables (de forma continua). ·
Publicará directrices sobre las mejores
prácticas para limitar, mitigar o compensar el sellado del suelo (en 2012). ·
Incluirá consideraciones más amplias sobre
eficiencia de los recursos en la revisión de la Directiva sobre la evaluación
del impacto ambiental (en 2012). ·
Propondrá una asociación europea para la innovación
(en 2011) sobre productividad y sostenibilidad de la agricultura con el
objetivo, entre otras cosas, de asegurar una funcionalidad satisfactoria del
suelo (de aquí a 2020). Los Estados miembros deberían: ·
Integrar mejor en el proceso de toma de
decisiones los usos directos e indirectos del suelo y su impacto medioambiental
y limitar en la medida de lo posible la ocupación y el sellado del suelo (de
forma continua). ·
Aplicar las medidas necesarias para reducir la
erosión e incrementar la materia orgánica del suelo (de forma continua). ·
Elaborar un inventario de emplazamientos
contaminados y un calendario para los trabajos de saneamiento (de aquí a 2015).
4.7.
Recursos marinos
El entorno marino brinda oportunidades
económicas en numerosos sectores, tales como la extracción de minerales, los
productos farmacéuticos, la biotecnología y la energía. Asimismo, el entorno
marino proporciona servicios ecosistémicos esenciales, como las funciones
reguladoras naturales, que contribuyen a combatir el cambio climático o a ralentizar
la erosión costera. No obstante, sigue habiendo fuertes presiones sobre esos
sistemas, concretamente las derivadas de la descarga al mar de contaminantes
contenidos en el agua dulce, si bien en algunos casos están disminuyendo. El
espacio marino no se gestiona de manera coherente, lo que ya está afectando a
nuestras posibilidades de extraer beneficios de las actividades marítimas. El
uso de instrumentos de ordenación del espacio en zonas marinas contribuiría a
la eficiencia de los recursos. El agotamiento de poblaciones de peces
tiene graves consecuencias económicas y sociales para las zonas costeras y
contribuye a otras pérdidas de biodiversidad al perturbar los sistemas, mientras
que la contaminación marina y el cambio climático plantean otros desafíos (p.
ej., la acidificación). La Política Pesquera
Común y la Política Marítima Integrada de la UE están situando la
sostenibilidad en el núcleo de sus objetivos, a fin de garantizar un uso
eficiente y sostenible de los recursos marinos por parte de todos los operadores
de la cadena de valor. Más de un
millón de aves y de cien mil mamíferos marinos y tortugas de mar mueren cada
año a consecuencia de los residuos plásticos y otros residuos marinos. Factores
como los desechos marinos y el tratamiento de las aguas residuales urbanas
agravan considerablemente la contaminación de algunos mares de Europa. Para
abordar estas presiones, la Directiva Marco sobre la estrategia marina tiene
por objetivo conseguir que las aguas marinas alcancen un buen estado
medioambiental. Objetivo intermedio: En 2020, todas
las aguas marinas de la UE habrán alcanzado un buen estado medioambiental, y en
2015 la actividad pesquera respetará los límites del rendimiento máximo
sostenible. La Comisión: · En el contexto de las últimas propuestas de la Comisión para la reforma de la Política Pesquera Común, se pondrá por objetivo garantizar la gestión sostenible de los recursos pesqueros. · Presentará nuevas propuestas para ir eliminando todas las subvenciones a la pesca que puedan ser perjudiciales para el medio ambiente. · Contribuirá a preservar el capital natural costero y marino proponiendo medidas sobre gestión y planificación (en 2012) y ofreciendo apoyo permanente a la obtención de conocimientos y a los proyectos de demostración. · Promoverá estrategias basadas en los ecosistemas e integrará el riesgo climático en las actividades marítimas (Comunicación sobre la adaptación de las costas y del mar al cambio climático en 2012). · Apoyará el uso sostenible de los recursos marinos y determinará oportunidades de negocio innovadoras en la economía marítima y costera (Comunicación sobre el «crecimiento azul» en 2012). · Contribuirá a las estrategias sobre desechos marinos en las cuatro regiones marinas de la UE en estrecha colaboración con los Estados miembros costeros o en los respectivos convenios marinos regionales (en 2012). · Apoyará a los Estados miembros en el desarrollo de medidas para alcanzar un buen estado medioambiental de las aguas marinas en 2020 y establecerá una red extensa de zonas protegidas (en 2020). Los Estados miembros deberían: · Aplicar la Directiva Marco sobre la estrategia marina y designar zonas marinas protegidas.
5.
Sectores clave
En los países industrializados, la alimentación, la vivienda y la
movilidad suelen ser responsables del 70 %-80 % de todo el impacto
medioambiental. Asimismo, esos sectores son clave para abordar los desafíos de
la energía y el cambio climático contemplados en estrategias complementarias a
largo plazo, que se combinan con las medidas esbozadas en el presente documento
para maximizar las sinergias en el marco de la iniciativa emblemática sobre la
eficiencia de los recursos[17].
5.1.
Alimentación
La cadena de valor de los alimentos y bebidas en la UE genera el
17 % de nuestras emisiones directas de gases de efecto invernadero y el
28 % del uso de recursos materiales, de modo que nuestras pautas de
consumo, sobre todo las ligadas al consumo de proteínas animales, tienen un
impacto global. Este sector es usuario de agua de gran calidad, la cual es
esencial para su funcionamiento correcto. Sin embargo, solo en la UE desechamos
90 millones de toneladas de alimentos al año, o 180 kg por persona. Gran parte
de esos desechos son alimentos aptos aún para el consumo humano. Un esfuerzo
combinado de los agricultores, la industria alimentaria, los minoristas y los
consumidores, gracias a unas técnicas de producción eficientes en el uso de los
recursos, a unas decisiones sostenibles en materia de alimentos (en consonancia
con las recomendaciones de la OMS sobre la cantidad de proteínas animales,
incluidos la carne y los productos lácteos, consumidas por persona) y a una
disminución de los residuos alimenticios, puede contribuir a mejorar la
eficiencia de los recursos y la seguridad alimentaria en el mundo. En la
Comunicación «Un presupuesto para Europa 2020», la Comisión propone las medidas
que deberán adoptarse en el marco de una Política Agrícola Común reformada para
impulsar la eficiencia de los recursos[18]. Otro desafío importante para la seguridad
alimentaria a largo plazo es el suministro sostenible de fósforo, un recurso
clave para la fertilización del suelo que no puede sustituirse. Es preciso
investigar más para determinar de qué manera las mejoras en los ámbitos de los
fertilizantes, la producción de alimentos y los biorresiduos podrían reducir
nuestra dependencia de la extracción de fosfato. Objetivo intermedio: En 2020 se
habrán generalizado los incentivos para una producción y un consumo de
alimentos más sanos y sostenibles y se habrá conseguido reducir un 20 % la
aportación de recursos a la cadena alimenticia. La eliminación de residuos
alimenticios comestibles se habrá reducido a la mitad en la UE. La Comisión: ·
Seguirá evaluando la mejor manera de limitar
los residuos a lo largo de la cadena de suministro alimenticio, y examinará
fórmulas para reducir el impacto medioambiental de las pautas de producción y
consumo de alimentos (Comunicación sobre alimentación sostenible, de aquí a
2013). ·
Desarrollará una metodología para establecer
criterios de sostenibilidad respecto a bienes alimenticios básicos esenciales
(de aquí a 2014). ·
Proseguirá la evaluación de la seguridad de
suministro de fósforo y de las medidas potenciales para su utilización
sostenible (Libro Verde sobre el uso sostenible del fósforo, de aquí a 2012). Se pide a
los Estados miembros que: ·
Aborden el problema del despilfarro de
alimentos en sus programas nacionales de prevención de residuos (2013).
5.2.
Mejora de los edificios
La mejora de la construcción y del uso de edificios en la UE influirá
el 42 % de nuestro consumo final de energía, en torno al 35 % de
nuestras emisiones de gases de efecto invernadero[19]
y más del 50 % de todos los materiales extraídos;
asimismo, nos ayudaría a ahorrar hasta un 30 % de agua[20]. Por tanto, las políticas existentes para promover
la eficiencia energética y el uso de energías renovables en los
edificios deben reforzarse y completarse con políticas sobre eficiencia de los recursos
que aborden una gama más amplia de impactos ambientales a lo largo del
ciclo de vida de los edificios e infraestructuras. En
vez de limitarse a los costes iniciales, deben tenerse más en cuenta los costes
de los edificios en todo el ciclo de vida, en particular los residuos de
construcción y demolición. La mejora de la planificación de infraestructuras es
un requisito previo para la eficiencia de los recursos de los edificios, pero también
para la movilidad. La aportación de
mejoras significativas en el uso de los recursos y la energía en todo el ciclo
de vida, con mejores materiales sostenibles, un mayor grado de reciclado de residuos
y un diseño perfeccionado, contribuirá a dotar de competitividad al sector de
la construcción y al desarrollo de un parque de viviendas eficiente en el uso
de los recursos. Esa labor requiere la
implicación activa de toda la cadena de valor del sector de la construcción. Se precisan políticas específicas para estimular a
las PYME, que componen la amplia mayoría de las empresas de construcción, a fin
de que realicen actividades de formación e inviertan en métodos y prácticas de
construcción eficientes en el uso de los recursos. Objetivo intermedio: En 2020, la
renovación y construcción de edificios e infraestructuras registrarán niveles
elevados de eficiencia de los recursos. Se habrá
generalizado el enfoque basado en el ciclo de vida; todos
los nuevos edificios serán de consumo de energía casi nulo[21]
y altamente eficientes en el uso de los materiales, y se habrán implantado
políticas de renovación del parque inmobiliario existente[22],
renovándose, con una buena relación coste-eficiencia, a un ritmo del 2 %
anual. Se reciclará el 70 % de los residuos de construcción y demolición
no peligrosos[23]. La Comisión, junto con los Estados miembros: ·
Estudiará la manera de respaldar los planes de
inversión en capacidades, los regímenes de aprendizaje y la comunicación sobre
las mejores prácticas de la industria en materia de eficiencia de los recursos
(de forma continua). ·
Adoptará medidas, utilizando en su caso un
«test de PYME», para estimular la demanda y la incorporación de prácticas de
construcción eficientes en el uso de los recursos, aplicando un cálculo de
costes basado en todo el ciclo de vida y disposiciones de financiación
adecuadas, así como medidas para ampliar el
ámbito de aplicación de los Eurocódigos a los criterios de diseño ligados a la
sostenibilidad, para desarrollar incentivos para recompensar los edificios
eficientes en el uso de los recursos, y para promover el uso sostenible de la madera
en la construcción (Comunicación sobre la competitividad sostenible del sector
de la construcción en 2011, Comunicación sobre los edificios sostenibles en
2013). ·
Examinará la mejor manera de estimular la
innovación del sector privado en la construcción (de forma continua).
5.3.
Garantía de una movilidad eficiente
Un sistema de movilidad moderno y
eficiente en el uso de los recursos al servicio tanto de los pasajeros como de
las mercancías puede contribuir de manera significativa a la competitividad y
la sostenibilidad. El Libro Blanco del transporte[24]
esboza toda una gama de opciones para cumplir la exigencia de aplicar una
política de transportes holística. Objetivo
intermedio: En 2020, la eficiencia global del
sector del transporte proporcionará un valor mayor, gracias a un uso óptimo de
recursos como las materias primas, la energía y el suelo, y a un impacto menor
sobre el cambio climático, la contaminación del aire, el ruido, la salud, los
accidentes, la biodiversidad y la degradación de los ecosistemas. En el transporte se usará menos energía, y más
limpia, se explotarán mejor unas infraestructuras modernas y se reducirá su
impacto negativo en el medio ambiente y en recursos naturales esenciales, como
son el agua, la tierra y los ecosistemas. A
partir de 2012, todos los años se reducirán en un 1 % las emisiones de
gases de efecto invernadero en el transporte. La Comisión garantizará que las
iniciativas esbozadas en el Libro Blanco del transporte se apliquen de manera
compatible con los objetivos de la eficiencia de los recursos, en concreto orientando
las actuaciones hacia la internalización de los costes externos.
6.
Gobernanza y seguimiento
La transformación de la UE en una economía
más eficiente en el uso de los recursos exigirá una acción concertada a través
de todo un abanico de políticas. La Comisión
emprenderá una iniciativa conjunta con las partes interesadas para trabajar en
la definición de indicadores y objetivos adecuados para la orientación de las
actuaciones y la supervisión de los avances. Esos
objetivos e indicadores solo tendrán el efecto transformador requerido si
desempeñan plenamente su papel en la Estrategia Europa 2020, integrando la
eficiencia de los recursos en el Semestre Europeo sobre la coordinación de la
política económica.
6.1.
Nuevas sendas de actuación en materia de
eficiencia de los recursos
Reforzar el
diálogo: Los responsables de la elaboración de las políticas de la UE, los
Estados miembros y las regiones deben establecer un diálogo activo con las
empresas y la sociedad civil en torno a las condiciones políticas necesarias
para superar las barreras a la eficiencia de los recursos. Invertir en la transición: La eficiencia de los
recursos puede reducir costes, pero a menudo exige inversiones iniciales. El PNUMA ha estimado que las necesidades
financieras anuales para conseguir un mundo más eficiente en el uso de los
recursos se sitúan entre 1,05 y 2,59 billones de dólares estadounidenses[25],
fundamentalmente procedentes de fuentes privadas. Por
tanto, no solo resultará necesario gastar en soluciones ecológicas, sino
también integrar la dimensión medioambiental en todas las inversiones públicas
y privadas. En la propuesta de Marco Financiero Plurianual para 2014-2020 se
dan ya algunos pasos importantes en la dirección de integrar la eficiencia de
los recursos en el presupuesto de la Unión. El
rápido crecimiento de la financiación mundial de energías limpias muestra que
este cambio de mentalidad es posible. No
obstante, la falta de familiaridad de las entidades financiadoras con los
riesgos y rendimientos de las inversiones en eficiencia de los recursos
representa un obstáculo a la inversión, la incertidumbre acerca de la dirección
política y la credibilidad añade riesgos financieros y las inversiones a más
largo plazo a menudo no se ven favorecidas por los mercados financieros, centrados
en obtener un rendimiento a corto plazo. Desarrollar indicadores y objetivos
potenciales: La fijación de indicadores y la
definición de un proceso para establecer objetivos generales de eficiencia de
los recursos ayudarán a trazar la senda de actuación hacia el objetivo de 2050
en este ámbito: las políticas públicas pueden diseñarse mejor para tomar en
consideración los costes y beneficios de una utilización más eficiente de los
recursos, y el sector privado se beneficiará de mejores señales para sus planes
de inversión y de la previsibilidad y transparencia necesarias para la adopción
de decisiones a largo plazo. El objetivo del crecimiento sostenible de
la Estrategia Europa 2020 establece objetivos específicos sobre emisiones de
gases de efecto invernadero, eficiencia energética y energías renovables, los
cuales son pertinentes para la consecución de los objetivos de eficiencia de
los recursos. La consecución de esos objetivos es vital para proteger los
recursos naturales, y a ello contribuyen también las iniciativas previstas en
esta hoja de ruta. Sin embargo, esos objetivos no resuelven algunas importantes
consecuencias adversas para nuestra economía, nuestra salud y nuestra calidad
de vida, tales como el uso ineficiente del suelo, la escasa calidad y
disponibilidad de agua, los residuos, la contaminación atmosférica y la pérdida
de servicios ecosistémicos, reservas pesqueras y biodiversidad. La
consideración de esos factores facilitaría la explotación de nuevas fuentes de
crecimiento sostenible y el aumento de la competitividad a largo plazo. Si bien se están consiguiendo avances
importantes para integrar los sistemas de contabilidad medioambiental,
económica y social, no hay consenso acerca de qué indicadores deben utilizarse,
mejorarse o desarrollarse para orientar mejor las decisiones políticas o de
inversión. Los indicadores deben ser sólidos, de fácil comprensión y de
aceptación generalizada a fin de medir de manera permanente los avances en
materia de mejora de la eficiencia de los recursos. Este es el motivo por el
cual la Comisión propone trabajar con todos los interesados clave para
desarrollar esos indicadores y objetivos potenciales. No obstante, reconociendo la necesidad de
empezar inmediatamente a medir tales avances, la Comisión propone utilizar como
indicador clave provisional la productividad de los recursos, medida por el
ratio de PIB con respecto al consumo interior de materiales (expresado en
euros/tonelada). Un ratio más elevado indicaría un resultado mejor en virtud
del cual el crecimiento consumiría menos recursos en términos relativos[26].
Con todo, este indicador solo capta los aspectos de los recursos materiales y
no aborda los demás recursos ni el posible traslado de la carga a otros países. Como el indicador
clave provisional no proporciona más que una imagen parcial, debe completarse
con un «tablero» de indicadores sobre el agua, el suelo, los materiales y el
carbono, así como con otros indicadores que midan el impacto medioambiental y
nuestro capital natural o nuestros ecosistemas, y debe tratarse de tomar en
consideración la dimensión mundial del consumo de la UE. En un tercer nivel se
utilizarán indicadores temáticos para supervisar los avances hacia objetivos
existentes en otros sectores, tal como se detalla en el documento de trabajo de
los servicios de la Comisión que se adjunta a la presente hoja de ruta. Objetivo intermedio: En 2020 se
habrá movilizado a los interesados de todos los niveles para garantizar que las
políticas, la financiación, la inversión, la investigación y la innovación sean
coherentes y se refuercen mutuamente. Unos objetivos ambiciosos en materia de
eficiencia de los recursos y unos indicadores sólidos y oportunos guiarán a los
responsables públicos y privados de la toma de decisiones en la transformación
de la economía hacia una mayor eficiencia de los recursos. La Comisión, junto con los Estados miembros: ·
Integrará las consideraciones sobre eficiencia
de los recursos en el Semestre Europeo a partir de 2012, centrando la atención
en priorizar las medidas que favorezcan un crecimiento sostenible. ·
Reunirá a empresas, científicos, ONG y
autoridades locales y nacionales para que examinen las oportunidades y los
desafíos, y recomendará nuevas vías de actuación para un crecimiento sostenible
y eficiente en el uso de los recursos (en 2012). ·
Llegará a un acuerdo de gran alcance con todas
las partes interesadas acerca de cómo medir los avances y fijar los objetivos
necesarios para responder al desafío en juego (de aquí a 2013). La Comisión: ·
Lanzará una plataforma de transición hacia una
UE eficiente en el uso de los recursos (2012) a partir del trabajo de plataformas
existentes. ·
Establecerá una mesa redonda sobre
financiación eficiente en el uso de recursos que incluya a representantes de
los bancos privados e institucionales (como el BEI o el BERD), las empresas de
seguros y las empresas de capital riesgo, a fin de determinar las posibilidades
de desarrollar una financiación adaptada y de emplear instrumentos financieros
innovadores con vistas a la eficiencia de los recursos (2012). ·
Elaborará un panorama de capacidades de la UE
y un consejo sectorial europeo sobre capacidades con vistas a la creación de
empleos ecológicos y más ecológicos. ·
Proseguirá los trabajos sobre los indicadores,
que incluirá la calidad de los datos, haciendo balance de los marcos de
evaluación existentes, como iGrowGreen, con miras a su inclusión en la revisión
intermedia de la Estrategia Europa 2020 (2013). ·
Propondrá un nuevo indicador clave sobre
capital natural e impacto ambiental del uso de los recursos (finales de 2013). ·
Mantendrá sus esfuerzos en el marco de la hoja
de ruta «Más allá del PIB» para medir los avances sociales y económicos de
manera más exhaustiva, entre otras cosas prosiguiendo el desarrollo del sistema
de contabilidad medioambiental, integrando en mayor medida las externalidades
medioambientales en la contabilidad nacional y desarrollando un índice
compuesto sobre presiones medioambientales. ·
Estudiará la mejor manera de incluir las
consideraciones relativas a la eficiencia de los recursos en las evaluaciones
de impacto de las futuras propuestas políticas. Los Estados miembros deberían: ·
Desarrollar o reforzar las estrategias
nacionales existentes en materia de eficiencia de los recursos e integrarlas en
las políticas nacionales sobre crecimiento y empleo (de aquí a 2013). ·
Informar de sus avances en materia de
eficiencia de los recursos en el marco de sus programas nacionales de reforma.
6.2.
Apoyo a la eficiencia de los recursos en el ámbito internacional
Algunos
países —no solo en la UE, sino también Corea, Estados Unidos, China, etc.— están aplicando políticas para recoger los frutos
de una mayor eficiencia de los recursos. También en los países vecinos de la UE
hay un gran interés en el diálogo y la cooperación en este ámbito. Tales iniciativas pueden considerarse en el
contexto de los esfuerzos que se realizan en todo el mundo para promover la
transición hacia una economía ecológica. La UE
puede aprender de experiencias ajenas, y participa activamente tratando de influir
sobre la senda que toman nuestros países socios, concretamente los países
candidatos a la adhesión, a los que se ha invitado a iniciar el ajuste de sus
políticas. Como base
para un debate más detallado en la Conferencia de Río + 20 de junio de 2012, la
Comisión Europea propuso recientemente todo un abanico de posibles actuaciones,
entre las que figuran nuevas iniciativas internacionales sobre agua, energía,
agricultura, uso del suelo, bosques, productos químicos y recursos marinos,
programas de formación de capacidades, movilización de fuentes públicas y
privadas de financiación e inversión, así como medidas para iniciar la
transición hacia un sistema de gobernanza multilateral mundial más efectivo[27]. Objetivo
intermedio: En 2020, la eficiencia de los
recursos será un objetivo común de la comunidad internacional, y se habrá
avanzado en ese camino sobre la base de los enfoques acordados en Río. La Comisión, junto con los Estados miembros (de forma continua): ·
Promoverá el éxito de la cumbre de Río + 20 de
2012 y avances concretos hacia la economía ecológica, así como un uso más
eficiente de los recursos naturales. ·
Mejorará el diálogo con nuestros socios
estratégicos a fin de intercambiar experiencias y buenas prácticas en materia
de eficiencia de los recursos. ·
Emprenderá iniciativas conjuntas con los
países candidatos, candidatos potenciales y otros vecinos que comparten con
nosotros muchos recursos medioambientales. ·
Respaldará la conclusión y aplicación efectiva
de acuerdos internacionales que impulsen la sostenibilidad de las pautas
globales de consumo y producción. ·
Utilizará las ayudas al desarrollo para
respaldar los esfuerzos de los países menos desarrollados para mejorar la
eficiencia de los recursos en el contexto del desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza. ·
Cooperará con nuestros socios internacionales
en materia de investigación e innovación en eficiencia de los recursos. ·
Trabajará con miras al establecimiento de
mecanismos multilaterales más sólidos para la gobernanza mundial de los bienes
públicos.
6.3.
Aumento de los beneficios derivados de las
medidas de la UE en el ámbito medioambiental
Los avances
en el campo de la eficiencia de los recursos dependen de la introducción de
mejoras en la gestión de nuestros recursos naturales y nuestros ecosistemas. Sigue habiendo lagunas importantes en lo que
respecta a los resultados de los Estados miembros en la aplicación de medidas,
sobre todo en materia de conservación de la naturaleza y gestión de los
residuos y el agua. El coste de no aplicar la
legislación actual se ha estimado en alrededor de 50 000 millones de euros
al año[28]. Objetivo intermedio: En 2020, la
legislación medioambiental de la UE aportará todos sus frutos. La Comisión: ·
Propondrá medidas para impulsar los conocimientos,
fomentar la sensibilización y movilizar mejor a los operadores clave para
reforzar el rendimiento de las medidas medioambientales en toda la UE. Los Estados miembros deberían: ·
Colmar sus lagunas en lo que respecta a sus
resultados en la concretización de los beneficios derivados de la legislación
de la Unión.
7.
Conclusión
Las pautas de crecimiento del pasado trajeron
una mayor prosperidad, pero a costa de un uso intensivo y a menudo ineficiente
de los recursos. La función de la
biodiversidad y de los ecosistemas y sus servicios está muy infravalorada, los
precios no suelen reflejar el coste de los residuos, y los mercados y políticas
públicas actuales no pueden conciliar plenamente las exigencias encontradas en
lo que respecta a la obtención de recursos estratégicos como los minerales, la
tierra, el agua y la biomasa. Esta situación
exige una respuesta coherente e integrada, a través de toda una gama de
políticas, que aborde las restricciones de recursos previstas y sostenga
nuestra prosperidad a largo plazo. La presente hoja
de ruta no ofrece una respuesta definitiva a todos esos problemas. Se trata de un primer paso hacia la definición de
un marco de actuación coherente que atraviesa distintas áreas políticas y
sectores. Su objetivo consiste en ofrecer una
perspectiva estable para la transformación de la economía. La Comisión tiene previsto preparar propuestas políticas
y legislativas de cara a la aplicación de esta hoja de ruta. Sin la implicación de otros operadores públicos y
privados no alcanzaremos nuestros objetivos en materia de eficiencia de los
recursos. La Comisión invita al Consejo, al
Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las
Regiones a refrendar esta hoja de ruta y participar en el desarrollo de las
iniciativas de la Unión a fin de conseguir una Europa eficiente en el uso de
los recursos. Anexo:
Eficiencia de los recursos: vínculos entre sectores y recursos e iniciativas
políticas de la UE Recurso/sector || Combustibles fósiles || Materiales y minerales || Agua || Aire || Tierra || Suelos || Ecosistemas: biodiversidad || Recursos marinos || Residuos || Iniciativas políticas de la UE Economía circular || Reducir, reutilizar, reciclar, sustituir, preservar, valorar || Revisión del CPS (2012) Energía || Reducir el uso de combustibles fósiles mediante: - una mayor eficiencia energética (20 % en 2020); - sustitución por recursos renovables (20 % de aquí a 2020, y 10 % en el transporte). || - Garantizar la seguridad de suministro de materias primas clave (energías renovables y electrificación). - Reducir la intensidad energética de la extracción, producción y consumo de materiales. || - Uso eficiente como fuente de energía renovable. - Reducir las necesidades de refrigeración de las centrales eléctricas. - Reducir la intensidad energética del tratamiento del agua. - Reducir el uso de agua caliente mediante mejores aparatos y mejores infraestructuras de agua. || - Reducir la contaminación por sustancias peligrosas, en particular limitando el uso de combustibles fósiles. - Reducir en un 20 % las emisiones de GEI de aquí a 2020 (30 % si las condiciones son adecuadas). - Reducir entre el 80 % y el 95 % las emisiones de GEI de aquí a 2050. || - Reducir la ocupación de suelo para biocombustibles. - Optimizar las infraestructuras energéticas. || - Prevenir daños del suelo por emisiones de SO2 y NOx. - Mitigar el impacto de nuevas infraestructuras/soluciones energéticas sobre el suelo. - Preservar las turberas. || - Reducir la acidificación limitando el uso de combustibles fósiles. - Evitar el daño de los ecosistemas derivado de la extracción/explotación de vectores de energía. || - Uso como fuente de energía renovable. - Garantizar el uso sostenible de algas para biocombustibles. - Prevenir los riesgos de vertidos de petróleo y otras catástrofes similares. - Reducir la acidificación derivada de las emisiones de GEI. || - Garantizar la recuperación energética de los residuos no reciclables. - Reducir la intensidad energética del tratamiento de residuos. - Incrementar el uso de residuos biodegradables para la bioenergía y los bioproductos. || - Energía 2020: Estrategia para una energía competitiva, sostenible y segura (2011) - Plan estratégico europeo de tecnología energética - Las prioridades de la infraestructura energética a partir de 2020 – Esquema para una red de energía europea integrada (2011) - Plan Europeo de Eficiencia Energética 2020 (2011) - Revisión de la Directiva sobre imposición de los productos energéticos (2011) - Paquete de medidas en materia de infraestructuras energéticas (2011) Plan de trabajo de la energía 2050 (2011) - Redes inteligentes (2011) - Seguridad del suministro energético y cooperación internacional (2011) Alimentos || - Reducir el uso de combustibles fósiles mediante una mayor eficiencia energética de la producción alimentaria. - Evitar impactos adversos de la sustitución de los combustibles fósiles por biocombustibles. || - Optimizar el uso de minerales y materiales (p. ej., fósforo). - Mejorar el envasado para una mejor preservación y reciclabilidad. || - Optimizar el uso de agua en la agricultura. - Prevenir inundaciones y sequías, p. ej. combatiendo el cambio climático. - Garantizar la disponibilidad de agua limpia para productos de calidad. - Evitar la contaminación por fertilizantes y plaguicidas. || - Reducir las emisiones de GEI. - Reducir las emisiones de SO2 y NOx. || - Optimizar el uso del suelo para conciliarlo con otros usos. - Usar suelo fértil ocupado para la agricultura. - Reducir la ocupación de suelo (p. ej., mediante la ingesta óptima de proteínas animales). || - Invertir la pérdida de suelo. - Restablecer el contenido de materia orgánica en los suelos. - Prevenir daños del suelo por emisiones de SO2 y NOx. - Evitar la contaminación por fertilizantes y plaguicidas. || - Restablecer y preservar los ecosistemas para garantizar la polinización, la retención de agua, etc. - Evitar la eutrofización por fertilizantes y reducir el uso de plaguicidas. - Aumentar la biodiversidad mediante buenas prácticas agrícolas. || - Restablecer poblaciones de peces y eliminar capturas accesorias y descartes. - Eliminar técnicas pesqueras destructivas. - Desarrollar una acuicultura sostenible. - Reducir la contaminación de zonas costeras por fertilizantes. - Prevenir los desechos marinos. || - Reducir los residuos de alimentos. - Usar envases reciclables/ biodegradables. - Desarrollar el compostaje de biorresiduos. || - Reforma de la PAC (2011) - Propuesta de asociación para la innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas (2011) - Libro Verde sobre el fósforo (2012) - Comunicación sobre alimentación sostenible (2013) Edificios || - Reducir el uso de combustibles fósiles mediante una mayor eficiencia energética y el uso de energías renovables en los edificios. - Construir edificios de consumo de energía cero y aumentar el índice de renovación del parque inmobiliario existente. || - Optimizar el uso de materiales. - Usar materiales sostenibles. || - Mejorar la eficiencia del agua en edificios y aparatos. || - Reducir las emisiones de GEI de los edificios. - Mejorar la calidad del aire en el interior de los edificios. || - Evitar nuevas ocupaciones de suelo (p. ej., para la expansión urbana). - Rehabilitar emplazamientos contaminados. || - Evitar la expansión urbana en suelos fértiles. - Minimizar el sellado del suelo. || - Garantizar espacios verdes suficientes y conectados entre sí que formen parte de infraestructuras verdes. || - Reducir la acidificación derivada de las emisiones de GEI. || - Reciclar residuos de construcción y demolición (70 % hasta 2020). || - Estrategia para la competitividad sostenible del sector de la construcción de la UE (2011) - Comunicación sobre los edificios sostenibles (2013) - Iniciativa sobre eficiencia del agua en edificios (2012) Movilidad || - Reducir la dependencia de los combustibles fósiles mediante: una mayor eficiencia de los combustibles, el uso de energías renovables, la retirada en las ciudades de los vehículos con combustible convencional de aquí a 2050, una mejor logística multimodal, mejores redes de transporte, vehículos más eficientes. || - Aumentar la eficiencia de los recursos de las infraestructuras. - Optimizar la logística del transporte de materiales. - Garantizar la seguridad de suministro de materiales clave (necesarios para las baterías). || - Usar el potencial de transporte de agua para reducir las emisiones. - Reducir la contaminación derivada del transporte de agua. || - Reducir la contaminación derivada del transporte: 60 % menos de GEI en 2050; menos ozono troposférico, partículas, NO2; menos contenido de azufre en los combustibles para uso marítimo. || - Minimizar el impacto de las infraestructuras de transporte en la fragmentación de tierras. || - Minimizar el impacto de las infraestructuras de transporte en el sellado del suelo. || - Minimizar el impacto del sellado del suelo y de su fragmentación y contaminación. - Evitar la expansión de especies exóticas invasoras. || - Usar el potencial de transporte marítimo para reducir las emisiones. - Evitar los desechos marinos, incluidos los de los buques. || - Garantizar la reutilización y el reciclado eficientes de vehículos (85 %-95 % de aquí 2015) y buques al final de su vida útil. || - Libro Blanco sobre el futuro del transporte (2011) - Revisión de la RTE-T (2011) - Plan estratégico sobre tecnología del transporte Iniciativas políticas de la UE || Normativa de ayudas estatales (2013). Directiva sobre la calidad de los carburantes; etc. || - Abordar los desafíos de los mercados de productos básicos y materias primas (2011). - Propuesta de asociación para la innovación sobre materias primas. || - Plan rector sobre el agua (2012). - Asociación para la innovación en materia de eficiencia del agua. - Revisión de la Directiva NCA (sustancias prioritarias) (2011). - Revisión de la Directiva sobre las aguas subterráneas (2012). || - Hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica en 2050 (2011). - Revisión de la normativa sobre seguimiento y presentación de informes sobre GEI. - Revisión de la política de la UE sobre calidad del aire (2013). || - Comunicación sobre el uso del suelo (2014). - Comunicación sobre LULUCF en los compromisos de la UE sobre cambio climático (2011). || - Directrices sobre las mejores prácticas para limitar, mitigar o compensar el sellado del suelo. || - Estrategia de la UE sobre la Biodiversidad 2020 (2011). - Comunicación sobre la infraestructura ecológica y la economía de restablecimiento (2012). - Iniciativa para evitar pérdidas netas de biodiversidad (2015). || - Reforma de la Política Marítima Integrada y de la Política Pesquera Común (2011) [AGRI]. - Adaptación al cambio climático en la costa y en el mar (2012). - «Crecimiento azul» (2013). - Gestión Integrada de las Zonas Costeras (2012). - Ordenación del espacio marítimo (2012). || - Revisión de los objetivos de prevención, reutilización, reciclado y descarga en vertederos de los residuos (2014). || - Plan de trabajo para una Europa que utilice eficazmente los recursos (2011) - Marco Financiero Plurianual 2014-2020 - La política de cohesión de 2013 en adelante (2011)[REGIO] - Plan de acción hacia una bioeconomía sostenible para 2020 (2011) - Plan de Acción para la Innovación Ecológica (2011) - Horizonte UE 2020 (2011) - Revisión de la Directiva sobre la evaluación del impacto ambiental [1] COM(2011)
21. [2] COM(2005)
670. [3] Como
reflejan, por ejemplo, la Estrategia de Crecimiento Verde de la OCDE y el
Informe sobre la economía verde del PNUMA, así como las actividades de la
Agencia Europea de Medio Ambiente. [4] http://ec.europa.eu/governance/impact/index_en.htm [5] Tal como
se expone en el documento adjunto COM(2011) 571. [6] Un
estudio sugiere que, solo en Alemania, las ventajas obtenidas en la industria
en términos de eficiencia de los recursos podrían generar un ahorro de costes
de entre el 20 % y el 30 % y crear hasta un millón de puestos de trabajo
en el país. Otro estudio reciente estima en 23 000 millones de libras
esterlinas el ahorro que para las empresas británicas se derivaría de la
adopción de medidas de eficiencia de los recursos de bajo coste o gratuitas. [7] Para más
detalles, véase el documento de trabajo de los servicios de la Comisión. [8] «Environmentally
harmful subsidies: challenges for reform», OCDE, 2005. [9] COM(2011)
11 final. [10] COM(2011)
11 final. [11] EUCO
10/1/11 REV1. [12] «Taxation
trends in the European Union», Unión Europea, 2011. [13] «EU Water
saving potential», Ecologic, 2007. [14] AEMA, SOER
2010. [15] «Assessment
of Health-Cost Externalities of Air Pollution at the National Level using the
EVA Model System», J. Brandt y otros, CEEH, 2011. [16] «Report on
best practices for limiting soil sealing and mitigating its effects», Prokop y
otros, Comunidad Europea, 2011. [17] COM(2011)
112, COM(2011) 109, COM(2010) 639. [18] COM(2011)
500. [19] COM(2007)
860 final. [20] COM(2007)
414 final. [21] Directiva
2010/31/UE. [22] En
consonancia con el artículo 9 de la Directiva 2010/31/UE, de 19 de mayo de
2010. [23] En
consonancia con el artículo 11 de la Directiva 2008/98/CE. [24] COM(2011)
144. [25] «Green
Economy Synthesis», PNUMA, 2010. [26] A título
ilustrativo, el promedio de la UE se situó en torno a 1,30 EUR/tonelada en
2007, oscilando los valores nacionales entre menos de 0,3 y aproximadamente
2,5. [27] COM(2011)
363. [28] «The cost
of not implementing the environmental acquis», COWI, próxima publicación.