Directrices para la cooperación al desarrollo en el ámbito de los recursos hídricos

El bienestar social, económico y político exige una buena gestión de los recursos de agua dulce y de su uso por el hombre. Esta afirmación evidente suscita una gran atención en el plano internacional y la propia Unión Europea demuestra su movilización en la materia publicando en 1999 unas directrices con el título «Hacia una gestión sostenible de los recursos hídricos: un enfoque estratégico».

Las directrices definen una estrategia de planificación y gestión de las actividades relacionadas con los recursos hídricos desde la elaboración de las políticas nacionales hasta la explotación de los servicios, pasando por la ejecución de los proyectos y programas especializados. Su aplicación deberá permitir extender al conjunto de la humanidad, especialmente a las poblaciones pobres y peor dotadas, el beneficio de las propiedades sanitarias y productivas de los recursos de agua dulce de manera más equitativa, eficaz y sostenible. Estas directrices implican un cambio radical de las actitudes tradicionales en relación con la gestión del agua y exigen la instauración de prácticas correctas conformes a los principios fundamentales adoptados en una serie de reuniones organizadas desde hace algunos años en el marco de iniciativas nacionales, regionales y de las Naciones Unidas.

Los destinatarios de las directrices son todos aquellos que participan en la cooperación al desarrollo de la Unión Europea en el ámbito de la gestión y el uso del agua, por ejemplo los organismos públicos y el sector privado, y su espíritu es semejante al de los planteamientos adoptados por los Estados miembros de la Unión Europea, los países asociados y otros donantes.

Objeto y conceptos clave

A través de estas directrices, la Unión Europea establece un planteamiento estratégico y global de la gestión y el uso del agua.

Los principios rectores constituyen el primer elemento clave de estas directrices. Los 19 principios se reparten en seis grupos, a saber:

El segundo elemento clave del planteamiento es la elaboración de los ámbitos objetivo, que son en particular los siguientes:

Además de los principios rectores y de los ámbitos objetivo, las directrices incluyen temas prioritarios de acción, a saber:

Aplicación del planteamiento estratégico

La aplicación del planteamiento y de sus principios se efectúa a través de elementos de apoyo práctico incluidos en las directrices. El instrumento principal es la gestión del ciclo de proyecto (GCP), cuyas diferentes fases de planificación y ejecución enmarcan los proyectos en una estructura temporal y lógica:

Una serie de listas de preguntas clave facilita también la aplicación de los principios rectores y de la GCP al identificar eventuales problemas y presentar respuestas para las preguntas principales. No obstante, este conjunto de preguntas y respuestas no constituye un manual normativo y absoluto.

Además, se propone un gran número de instrumentos complementarios que incluyen apoyos específicos a los proyectos e información relativa a las estructuras y a los instrumentos de financiación de la Unión Europea en este ámbito.

Última modificación: 12.09.2007