Las cuestiones clave de la competitividad en Europa

La Unión Europea debe ganar en competitividad, y para ello es necesario impulsar su industria. La Comisión insiste una vez más en esa prioridad política de la Unión Europea. En ese sentido, propone una reflexión sobre los rendimientos y el futuro de la industria europea, con vistas a facilitar y guiar los trabajos del Consejo de Competitividad

ACTO

Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo, de 21 de noviembre de 2003, titulada «Algunas cuestiones clave de la competitividad en Europa: hacia un enfoque integrado» [COM (2003) 704 final - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

La competitividad viene determinada por el crecimiento de la productividad. Así, una economía competitiva es una economía que experimenta un crecimiento elevado y sostenido de la productividad.

Numerosos factores ejercen un efecto inmediato sobre la competitividad. A título de ejemplo, la capacidad para promover la investigación, la innovación y el espíritu empresarial, pero también para fomentar la inversión, el grado de competencia, o la obtención de un máximo de beneficios del mercado interior ampliado, inciden directamente sobre la evolución de la competitividad europea.

Retos para una Europa más competitiva

Una industria europea competitiva es indispensable para alcanzar los objetivos comunitarios sociales y medioambientales, y de esa forma garantizar una mejora de la calidad de vida de los ciudadanos europeos.

Situación actual de la competitividad

Actualmente, el crecimiento de la productividad europea experimenta una desaceleración que supone una pérdida de competitividad y es un serio motivo de preocupación, ya que implica riesgos para el rendimiento industrial europeo y la capacidad de la industria europea de llevar a cabo ajustes estructurales.

Si bien por el momento no existen pruebas concluyentes de que Europa esté sufriendo un proceso de desindustrialización en sentido estricto, el ajuste estructural que se está produciendo sí causa problemas.

Por ejemplo, la Unión Europea presenta signos de debilidad en varios ámbitos clave, en particular en materia de investigación y desarrollo, de innovación, de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y de espíritu empresarial, pero también de desarrollo de nuevas competencias.

En consecuencia, para ser competitiva en un mercado mundial donde hay cada vez más competencia, la Unión Europea debe ser más eficaz. Por ejemplo, muy especialmente debe fomentar las inversiones en la investigación, la innovación, las TIC, la reorganización del trabajo, la educación, que son elementos clave para el proceso de transición. Es fundamental que la industria europea anticipe los desafíos que plantean esos ajustes y se prepare mejor para afrontarlos.

Cómo abordar las cuestiones de competitividad

Es primordial que la acción de la Unión Europea se apoye en un análisis de la competitividad. Ese análisis consta, por una parte, de un análisis horizontal y, por otra, de un análisis detallado de la competitividad de los distintos sectores. Por ejemplo, se identifican las cuestiones clave en materia de competitividad, pero también los problemas específicos a que se enfrentan algunos sectores industriales. En consecuencia, el análisis permite determinar las acciones que la Unión debe llevar a cabo.

Ahora bien, todas las políticas comunitarias deben contribuir a la competitividad. Por consiguiente, es fundamental explotar las sinergias con determinadas políticas comunitarias (política industrial, política de investigación y desarrollo, política de competencia, estrategia del mercado interior, política fiscal, política de empleo, política de educación y formación, política medioambiental, política de transporte y energía, y política regional), con objeto de lograr mejores resultados en materia de competitividad, tanto a escala comunitaria como nacional.

Las instituciones europeas y los Estados miembros también deben ser «guardianes de la competitividad». Tienen la responsabilidad de adoptar y aplicar la legislación necesaria para el crecimiento económico. Por otra parte, deben efectuar sistemáticamente una evaluación de impacto. En otras palabras, deben asegurarse de tener plenamente en cuenta los efectos que sus decisiones políticas tienen sobre la competitividad.

Contexto

La Comunicación responde a la petición formulada por el Consejo Europeo de primavera de 2003 en relación con la elaboración de una estrategia de competitividad. De una forma más general, la Comunicación se enmarca en el debate sobre la contribución de la política industrial a la mejora de la competitividad de la industria que se inició con la Comunicación de la Comisión de 11 de diciembre de 2002.

Última modificación: 30.06.2005