Papel de la normalización europea en el marco de las políticas y de la legislación europeas

La normalización europea es un instrumento complementario de las políticas europeas, dado su carácter consensual entre distintos agentes económicos, que permite comparar y hacer compatibles productos y servicios dentro del mercado interior. También es un factor de potencia. Debido a su eficacia en lo que respecta a la libre circulación de mercancías, se ha extendido progresivamente a todo el mercado interior, aunque aún es preciso realizar numerosos esfuerzos. Además, está destinada a extenderse más allá del mercado interior. Con carácter voluntario, todas las partes interesadas deberían tener una mayor participación.

ACTO

Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo, de 18 de octubre de 2004, sobre el papel de la normalización europea en el marco de las políticas y la legislación europea (Texto pertinente a efectos del EEE) [COM (2004) 674 final - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

A la vista de la Resolución de 28 de octubre de 1999 y de las conclusiones del Consejo de 1 de marzo de 2002, la Comisión evalúa la normalización europea. La Comisión elabora un balance examinando su ámbito de aplicación y evalúa las necesidades de la política europea.

La normalización es un instrumento elemental y eficaz de las políticas europeas, cuyos objetivos son:

De esta forma, en el contexto del mercado interior, la normalización es un instrumento indispensable del « nuevo enfoque », mediante el cual se trata de armonizar los requisitos básicos de los productos y que ha contribuido en gran medida a materializar y realizar la libre circulación de mercancías.

En el ámbito de la industria, la normalización es una baza muy importante en términos de valor añadido, si bien no se limita únicamente a la legislación comunitaria. En efecto, las normas permiten incrementar la competitividad y garantizar la interoperabilidad, sin que ello vaya en detrimento de la calidad. Todas las partes interesadas deberían contribuir a lograrlo, a través de la elaboración de normas. Algunos ámbitos se ven más afectados:

La normalización también puede servir de apoyo a las necesidades de la sociedad, a saber:

A pesar del balance positivo, es preciso mejorar y reforzar la normalización europea y su marco institucional. Debe hacerse un uso más amplio de las normas. En sus conclusiones de 1 de marzo de 2002, el Consejo preconizó el mantenimiento de ese enfoque. Su extensión más allá del mercado único de mercancías ha de proseguir, a la vista de las ventajas que ha reportado en ese ámbito, respetándose las características específicas de cada una de las políticas previstas. Tres objetivos principales rigen ese proceso: eficacia, coherencia y visibilidad.

La mejora de la eficacia de la normalización europea supone:

Es absolutamente necesario reorganizar el marco institucional de la normalización europea. A tal fin, la Comisión propone que se cree una base jurídica para financiar la normalización europea. Además, ha de revisarse la parte consagrada a las normas de la Directiva 98/34/CE, por la que se establece un procedimiento de información en materia de las normas y reglamentaciones técnicas.

En lo que respecta a la creación de una base jurídica para la financiación de la normalización europea, la Comisión se encarga de elaborar una propuesta legislativa que tendrá en cuenta todas las actividades y necesidades de la normalización. La reforma de la financiación de la normalización europea se basará en tres elementos principales:

Por último, debe garantizarse la financiación de la infraestructura central de dos OEN, el Comité Europeo de Normalización (EN) y el Comité Europeo de Normalización Electrotécnica (EN). Todas las partes interesadas deberían contribuir a su financiación, más allá del sistema actual, en el que la UE y los organismos nacionales son los principales proveedores de ayuda.

La normalización europea tiene también una dimensión mundial. Los acuerdos de la OMC sobre los obstáculos técnicos al comercio y los acuerdos de cooperación y de asociación entre organismos europeos e internacionales de normalización ofrecen unos marcos de unidad reglamentarios. De esta forma, la Comisión, en cooperación con los OEN, preconiza la utilización de las normas internacionales y su transposición en la UE. Los OEN velan por su conformidad con los objetivos de las políticas europeas.

También deberá promoverse la visibilidad de las normas europeas a escala mundial. En efecto, la normalización europea es un factor de potencia en la escena internacional. Contribuye a incrementar la competitividad de la industria europea, en particular a través de la apertura de sus mercados. Por consiguiente, debe reforzarse el sistema europeo de normas. En consecuencia, es fundamental que exista una infraestructura suficiente a escala europea. Todas las partes interesadas deben participar en ella.

La Comisión propone que se defina un plan de acción para nuevas iniciativas con respecto a la normalización europea con los Estados miembros y las partes interesadas.

ACTOS CONEXOS

Documento de trabajo de la Comisión, de 18 de octubre de 2004, sobre los retos de la normalización europea [SEC (2004) 1251 - no publicado en el Diario Oficial].

Este documento de trabajo acompaña a la presente comunicación y en él se prevén numerosas iniciativas para hacer frente a dichos retos. Está dirigido especialmente a todas las partes que se ven más afectadas por la normalización.

See also

Puede obtenerse información complementaria en el sitio de la Dirección General de Empresa e Industria (EN).

Última modificación: 10.05.2005