Política europea general de migración

La Comisión presenta una serie de medidas cuyo objetivo es aplicar una política europea general de migración basada en una mayor solidaridad entre los Estados miembros y que permita que la Unión Europea (UE) pueda responder mejor a los retos que plantea la migración.

ACTO

Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones de 4 de mayo de 2011 denominada «Comunicación sobre migración» [COM(2011) 248 - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

Las revueltas árabes de la primavera de 2011 han provocado una importante afluencia de inmigrantes procedentes del sur del Mediterráneo que han entrado de manera irregular en la Unión Europea (UE), alcanzando las costas de Italia y Malta. La UE ha adoptado medidas de emergencia para responder a esta situación. Sin embargo, estos acontecimientos han puesto de relieve los límites de los medios de la UE en materia de migración y la necesidad de una mayor solidaridad entre los Estados miembros en este ámbito.

En respuesta, la Comisión presenta iniciativas que pretenden aplicar una política europea general de migración para responder a los retos que esta plantea. Esta política debe respetar la tradición europea de asilo y de protección al tiempo que evite que se atraviesen las fronteras de manera irregular.

De este modo, se abordan distintos aspectos de la migración:

El control de las fronteras exteriores de la UE debe ser eficaz y debe mantener un alto nivel de seguridad, facilitando al mismo tiempo el paso de las personas autorizadas a entrar en la UE. La Comisión quiere reforzar las normas comunes existentes. En concreto, contempla crear un sistema europeo de guardias de fronteras. Asimismo, insiste en la mejora de la cooperación entre las autoridades nacionales así como del intercambio de información operativa en caso de incidente en las fronteras exteriores, sobre todo mediante el Sistema EUROSUR. También debe reforzarse la capacidad operativa de la Agencia Frontex.

La evaluación de la aplicación de las normas de Schengen por parte de los Estados miembros debe efectuarse a nivel de la UE, con la participación de expertos de los Estados miembros y de Frontex, bajo la dirección de la Comisión. Esta prevé, asimismo, establecer un mecanismo que permita decidir, a escala europea, la reintroducción excepcional del control en las fronteras interiores.

Por último, para prevenir la inmigración irregular, la Comisión insiste en la necesidad de una política europea de retorno (repatriar a los inmigrantes ilegales que no requieren protección internacional) equilibrada y eficaz. Reitera que todos los Estados miembros deben incorporar en el Derecho nacional la Directiva «Retorno» sobre las normas y procedimientos comunes para el retorno de inmigrantes ilegales así como una directiva que sancione la contratación de residentes ilegales. Por último, reconoce la eficacia de los acuerdos de readmisión con los terceros países pero considera que deben considerarse en el marco del conjunto de las relaciones de la UE con los países implicados y que deben ofrecer incentivos que ayuden a los países a aplicarlos.

La Comisión recomienda una movilidad mejor organizada basada en la cooperación (entre las agencias europeas Frontex y Europol, y entre las autoridades policiales y aduaneras nacionales) y en las nuevas tecnologías. Un sistema de entradas y salidas europeo garantizaría que estuviesen a disposición de las autoridades los datos sobre el cruce de fronteras de los ciudadanos de países terceros. Un programa de viajeros registrados permitiría automatizar el control de fronteras de los viajeros frecuentes.

Asimismo, la política de visados es un instrumento importante en términos de movilidad. Para evitar cualquier abuso del régimen de liberalización de visados, la Comisión propone introducir una cláusula de salvaguardia que permita introducir temporalmente la obligación de visado para los ciudadanos de un país tercero que se benefician de este régimen.

Al mismo tiempo, la Unión reconoce que los migrantes son una mano de obra indispensable para la UE que permite dar respuesta a la carencia de trabajadores en determinados sectores y a la mano de obra altamente cualificada. Por tanto, es importante reconocer su cualificación y facilitar procedimientos administrativos. La Comisión espera avanzar en el proyecto de permiso único que autorice a los extranjeros a residir y trabajar en un Estado miembro e insta a los países de la UE a que incorporen en el Derecho nacional la Directiva sobre la tarjeta azul europea que facilite la contratación de personas altamente cualificadas. Asimismo, ha presentado propuestas sobre trabajadores estacionales y personas trasladadas temporalmente por sus empresas. Para proporcionar a los migrantes información clara y práctica, la Comisión pone en marcha este año el Portal de la UE sobre inmigración.

Por último, la integración de los migrantes en la sociedad europea debe efectuarse respetando el equilibrio entre los derechos de los migrantes y las leyes y la cultura de los países de acogida. Requiere, por tanto, esfuerzos tanto de los migrantes como de los países de acogida. El éxito de la integración es fundamental para explotar al máximo las ventajas económicas, sociales y culturales de la inmigración, en beneficio de las personas y las empresas. La Comisión presentó en julio de 2011 la Agenda Europea para la Integración de los Nacionales de Terceros Países.

La creación del Sistema Europeo Común de Asilo debe finalizar antes de 2012. Su objetivo es reducir las diferencias entre los países de la UE en materia de resultados de las solicitudes de asilo y facilitar un conjunto común de derechos procedimentales, garantizando a la vez el pleno cumplimiento de la Convención de Ginebra sobre los refugiados. La Oficina Europea de Apoyo al Asilo reforzará la cooperación en este ámbito.

La Comisión insiste en la necesidad de que el reasentamiento de los refugiados (reasentamiento permanente en un Estado miembro de un refugiado que ha obtenido protección en un tercer país) sea una parte integrante de la política europea de asilo.

Las cuestiones relativas a la migración deben integrarse en el conjunto de las relaciones exteriores de la UE. Se debe alcanzar un mayor equilibrio entre la organización de la migración legal, la lucha contra la migración irregular y la maximización de los beneficios mutuos de la inmigración para el desarrollo. Es necesario reforzar la dimensión humana mediante un planteamiento centrado en los migrantes.

En relación con los países del sur del Mediterráneo, la Unión les ha propuesto un diálogo estructurado sobre las migraciones con el fin de crear asociaciones de movilidad destinadas a facilitar el acceso de sus ciudadanos al territorio de la UE a cambio de colaboración en la gestión de los flujos migratorios. Asimismo, la Comisión revisará su política de vecindad con estos países.

Última modificación: 09.10.2011