Bulgaria

REFERENCIAS

Dictamen de la Comisión [COM (97) 2008 final - no publicado en el Diario Oficial]

Informe de la Comisión [COM (98) 707 final - no publicado en el Diario Oficial]

Informe de la Comisión [COM (1999) 501 final - no publicado en el Diario Oficial]

Informe de la Comisión [COM (2000) 701 final - no publicado en el Diario Oficial]

Informe de la Comisión [COM (2001) 700 final - SEC (2001) 1744 final - no publicado en el Diario Oficial]

Informe de la Comisión [COM (2002) 700 final - SEC (2002) 1400 final - no publicado en el Diario Oficial]

Informe de la Comisión [COM (2003) 676 final - SEC (2003) 1210 - no publicado en el Diario Oficial]

Informe de la Comisión [COM (2004) 657 final - SEC (2004) 1199 - no publicado en el Diario Oficial]

Informe de la Comisión [COM (2005) 534 final - SEC (2005) 1352 - no publicado en el Diario Oficial]

Tratado de adhesión a la Unión Europea [Diario Oficial L 157 de 21.6.2005]

SÍNTESIS

En su dictamen de julio de 1997 la Comisión consideraba prematuro pronunciarse sobre la participación de Bulgaria en la zona del euro desde el momento de su adhesión.

El informe de noviembre de 1998 no presentaba grandes cambios respecto del precedente, aunque constataba la realización de algunos avances en los preparativos de este país para participar en la Unión Económica y Monetaria (UEM).

En su informe de octubre de 1999 la Comisión constataba que, aunque Bulgaria había declarado su intención de aceptar el acervo comunitario de la UEM y ajustarse plenamente al mismo, los progresos en este ámbito eran poco significativos.

El informe de noviembre de 2000 no constata la adopción de ninguna medida importante desde el último informe pero afirma que Bulgaria ha avanzado bien en lo que respecta a la aplicación del acervo en este ámbito.

En el informe de noviembre de 2001 la Comisión no destacaba ningún cambio legislativo en este ámbito.

El informe de octubre de 2002 no había registrado ningún progreso legislativo en este ámbito.

El informe de noviembre de 2003 tenía en cuenta algunos avances en la prohibición de conceder a las autoridades públicas un acceso privilegiado a las instituciones financieras.

El informe de octubre del 2004 constataba que, aunque los avances habían sido lentos al principio, se habían logrado algunos importantes durante los tres últimos años. Bulgaria había alcanzado poco a poco un alto grado de adecuación al acervo relativo a la UEM. Sin embargo, debía redoblar sus esfuerzos para concluir la transposición del acervo, especialmente en materia de independencia con respecto al Banco Central.

El informe de octubre de 2005 concluye que Bulgaria respeta la parte fundamental de los compromisos y exigencias que se derivan de las negociaciones de adhesión en el ámbito de la UEM. Por tanto, cuando sea miembro de la Unión Europea (UE), el país debería estar en condiciones de aplicar el acervo en este ámbito, aunque aún resultan necesarios algunos ajustes legislativos.

El Tratado de adhesión se firmó el 25 de abril de 2005, y la adhesión se produjo el 1 de enero de 2007

ACERVO COMUNITARIO

La tercera fase de la UEM comenzó el 1 de enero de 1999. Esta fecha es sinónimo de profundos cambios para todos los Estados miembros, incluso para aquellos que no participen en la zona del euro desde el principio.

En materia económica, el punto más importante es la coordinación de las políticas nacionales (programas nacionales de convergencia, orientaciones económicas generales, vigilancia multilateral y procedimiento de déficit excesivos). Todos los países deben respetar el pacto de crecimiento y estabilidad, renunciar a la financiación directa del déficit público por parte del banco central y al acceso privilegiado de las autoridades públicas a las instituciones financieras y haber culminado la liberalización de los movimientos de capitales.

Los Estados miembros que no participen en la zona del euro podrán mantener una política monetaria autónoma y participar en el Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) con ciertas restricciones. Los bancos centrales deberán ser independientes y tener como objetivo principal la estabilidad de precios. Además, la política cambiaria se considera una cuestión de interés común para todos los Estados miembros, que deben estar en condiciones de participar en el nuevo mecanismo de cambio.

Aunque la adhesión implique la aceptación del objetivo de la UEM, el cumplimiento de los criterios de convergencia no constituye una condición previa. No obstante, dado que estos criterios son indicadores de la tendencia hacia la estabilidad de la política macroeconómica, es necesario que todos los Estados miembros los respeten a tiempo y con carácter permanente.

EVALUACIÓN

Bulgaria inició su transición hacia la economía de mercado con un determinado retraso comparado a otros países en transición y en condiciones desfavorables tras una profunda crisis económica provocada por factores de origen externo. El ambicioso comienzo pronto se vio frustrado por falta de un apoyo político claro a las reformas estructurales, habiéndose perdido prácticamente seis años. Por el contrario, el informe 2002 considera que Bulgaria posee una economía de mercado viable, que debería estar en condiciones de hacer frente a la presión competitiva y a las fuerzas del mercado dentro de la Unión a medio plazo, siempre que siga aplicando su programa de reforma, con el fin de superar algunas dificultades persistentes. El informe 2003 constata que la renta media per cápita (medida en estándar de poder adquisitivo) es baja y sólo alcanza un 25% de la media de la UE.

En agosto de 2003 las autoridades búlgaras presentaron su último programa económico de preadhesión, elaborado por el Ministerio de Finanzas y que confirma la voluntad del Gobierno de ajustarse a una política presupuestaria prudente. El informe de 2005 constata que el PIB per cápita, medido en estándar de poder adquisitivo, aumentó hasta alcanzar el 30,8% de la media de la UE-25.

Después de un desarrollo negativo durante los primeros años de transición, la actividad económica se recuperó tímidamente en 1994 para caer en recesión en 1996, año en que el PIB disminuyó un 10,1%. A pesar de las tentativas de estabilización, 1997 fue también un año de grave recesión en Bulgaria (-7% del PIB). Sólo en 1999 la actividad económica se recuperó, con un crecimiento real del PIB del 2,4%. La crisis financiera rusa y la guerra en Kosovo tuvieron consecuencias directas sobre la industria búlgara, aunque las exportaciones minimizaron sus efectos. Desde entonces el crecimiento económico se recuperó y el primer semestre del 2000 presentó un porcentaje del 5,2%. En el 2002 el crecimiento del PIB real fue del 4,8%. El informe 2003 apuntaba que a pesar de una lentificación económica general, la economía búlgara experimentaba un fuerte crecimiento y estabilidad, especialmente gracias al dinamismo de la demanda interna. A pesar de la morosidad generalizada en la UE, el crecimiento del PIB real se estima provisionalmente en el 4,3% para el 2003. Bajo la influencia de una importante demanda interior y de inversiones masivas, el PIB real alcanzó el 5,6% en 2004. En el primer semestre de 2005, los resultados económicos seguían siendo buenos, con un índice de crecimiento del PIB del 6,2%.

Por lo que se refiere a la hacienda pública, la política del Gobierno fue rigurosa, prudente y responsable. El déficit de las Administraciones públicas siguió siendo inferior al 1% del PIB durante estos años e incluso se transformó en excedente en 1998 y 1999. En el 2002 alcanzó un 0,6% del PIB. En el 2003 el sector de las Administraciones públicas registró un excedente de tesorería que culminó en octubre en el 2,8% del PIB. Esta tendencia se confirmó durante el primer semestre de 2004, con una previsión de un excedente del 2,3% del PIB.

Unos déficits poco importantes y un fuerte crecimiento del PIB nominal permitieron reducir la deuda pública desde más del 100% del PIB en 1997 al 66,4% a finales del 2001 y al 53,0% a finales del 2002. Una nueva ley prohíbe al Gobierno acumular nuevas deudas si la deuda supera el 60% del PIB. Gracias al excedente constante del presupuesto primario, a una gestión activa y a la depreciación del dólar frente al euro, la deuda pública alcanzó un 46% del PIB en el 2003. A finales de julio del mismo año, el presupuesto consolidado indicaba un excedente de tesorería del 1,8% del PIB proyectado.

A finales de julio del 2004, el Gobierno destinó una parte de la reserva presupuestaria a reducir la deuda externa a través del rescate de obligaciones. Esto permitió hacer caer los cocientes de la deuda exterior y la deuda pública en unos tres puntos. Se constituyó por otra parte una reserva presupuestaria de más del 10% del PIB en el Banco Central para reforzar la capacidad del país de asumir sus obligaciones, en particular por lo que se refiere a la deuda exterior. El mantenimiento de una cierta prudencia en las orientaciones presupuestarias desempeñó un papel clave en el control del déficit exterior en 2004. Respecto al 2005, en el primer semestre se siguió manteniendo una orientación presupuestaria restrictiva. Para el conjunto del año 2005, el objetivo presupuestario contempla un excedente de al menos un 1% del PIB sobre la base de la tesorería.

Después de la subida de los precios a raíz de su liberalización, la inflación evolucionó de manera errática con una tendencia general a la baja hasta 1996. El hundimiento del tipo de cambio en mayo de 1996 implicó un período de hiperinflación en 1997. La situación mejoró a continuación para alcanzar un 2,6% en 1999. La introducción del régimen de caja de emisión contribuyó a controlar la inflación que, medida por el índice de precios al consumo armonizado (IPCH) por término medio anual se duplicó para alcanzar un 7,4% en el 2001. La inflación general de los precios administrados se redujo al 23,3% en mayo del 2002. Si no se tienen en cuenta los precios administrados, la inflación alcanzó un 10% en el 2000 y el 2001 y un 2,7% en mayo del 2002. Generalmente la liberalización de precios progresó. El informe 2003 constataba que con relación al mes correspondiente del año anterior la inflación ascendió al 3,8% al final del 2002 y bajó a niveles inferiores al 2% durante el primer semestre del 2003. Los tipos remontaron durante el segundo semestre, debido a la subida del precio de los alimentos y a la normativa sobre precios de la energía. La inflación fuera de los precios administrados alcanzó un 4,8% a finales del 2003. En el 2004 Bulgaria sufrió una aceleración de la inflación debida, en particular, al aumento de los tipos de los impuestos y a los precios de los productos energéticos. La inflación de precios al consumo alcanzó un 6,7% durante el primer semestre de 2004, con relación a la media del 2,3% en 2003. Hasta agosto de 2005, la inflación media volvió a caer al 4,4%.

Por lo que se refiere al tipo de cambio, el euro sustituye al marco alemán desde el 1 de enero de 1999 como moneda de referencia. La depreciación del euro tuvo efectos sobre el servicio de la deuda, las reservas presupuestarias y el comercio exterior. Como Bulgaria se vio más afectada por la inflación que el resto de la eurozona, el lev búlgaro se apreció, en términos reales, en alrededor de un 40% con relación a la moneda única desde la introducción del régimen de caja de emisión en julio de 1997. Durante este mismo período, el tipo de cambio real efectivo, basado en los precios al consumo, se apreció un 22%.

El informe 2003 considera que a pesar de una fuerte apreciación del tipo de cambio efectivo real la competitividad internacional de la economía búlgara fue sostenida por los aumentos de productividad. En realidad, la competitividad exterior de Bulgaria no se deterioró realmente por lo que se refiere a los productos comerciales. Los análisis disponibles indican que el tipo de cambio de la moneda búlgara está ahora próximo al equilibrio, después de un comienzo a un tipo devaluado al introducirse el régimen de caja de emisión.

El déficit de la balanza por cuenta corriente, que se elevaba al 5,3% del PIB en 1999, no se reabsorbió en el 2000. El valor de las importaciones energéticas, que prácticamente se duplicó en un año, pesa mucho sobre el saldo de operaciones corrientes. El déficit de la balanza por cuenta corriente fue importante en el 2002. En el primer semestre del 2003, después de un período de retroceso, aumentó bruscamente al 8,5% del PIB en el 2003, o sea un nivel muy superior al del mismo período del año anterior. Para los seis primeros meses del 2004, el déficit de las cuentas corrientes alcanzó un 4,8% del PIB previsto, contra un 5,3% para el mismo período del 2003.

El déficit de la balanza comercial fue también inquietante en el 2003 (12,5% del PIB) y esta tendencia parece confirmarse en el 2004 (14% del PIB) ya que entre enero y junio las importaciones aumentaron un 17% y las exportaciones un 11% con relación al mismo período del 2003. Este aumento se traduce en una agravación del déficit comercial del 38%. De junio de 2004 a junio de 2005, el déficit comercial aumentó de nuevo al 15,7% del PIB, implicando un deterioro del déficit de las cuentas corrientes (9,6% del PIB sobre una base anual). Como en 2003, las entradas masivas de IED (8,4% del PIB) financiaron con creces el déficit de las cuentas corrientes en 2004, antes de descender de junio de 2004 a junio de 2005 hasta alcanzar el 6,4% del PIB sobre una base anual.

Por lo que se refiere a las reformas estructurales, la privatización en el sector bancario continuó lentamente. La vigilancia de los bancos fue mejorada por varias medidas adoptadas para reforzar la eficacia e incrementar su papel de intermediarios financieros. Generalmente el sistema bancario búlgaro es sano y muy capitalizado. Cerca del 98% de los activos totales de los bancos comerciales están ahora en manos de empresas privadas y más del 75% de empresas extranjeras. Los créditos bancarios concedidos a las sociedades privadas y a los hogares aumentaron a un ritmo regular, para alcanzar un 26% del PIB en 2003. Los depósitos, por su parte, se duplicaron y representaban un 40% del PIB en el 2003. El mercado bursátil fue reabierto en octubre de 1997 pero el mercado de capitales sigue siendo aún modesto: su volumen de negocios sigue siendo muy modesta a pesar de las numerosas sociedades cotizadas. Sin embargo, la capitalización de estas sociedades aumentó desde un 5,8% del PIB en 1999 al 7,9% en el 2003. A finales del 2003, el volumen de negocios total de la bolsa búlgara con relación a la capitalización del mercado era del 12,5%.

En el ámbito de la liberalización de los movimientos de capitales, Bulgaria adoptó, en septiembre de 1999, una nueva legislación monetaria que entró en vigor en el 2000. El régimen es liberal respecto a las entradas de capitales. En virtud de la legislación vigente las inversiones extranjeras y nacionales son tratadas en igualdad de condiciones. Bulgaria aplica sin embargo un procedimiento de autorización para la mayoría de las salidas de capital. La liberalización de los precios progresó bien en el 2002 y el 2003, en particular en los ámbitos de energía y telecomunicaciones. En julio del 2004 se alcanzó la última etapa de alineación de los precios de los productos energéticos a los niveles de cobertura de los costes, gracias a un aumento medio del 10% de los precios de la electricidad y la calefacción urbana.

La propiedad privada, por su parte, progresó bien, pero el programa de privatización avanzó más lentamente de lo previsto. El informe 2002 apuntaba que se realizaron progresos considerables en la reestructuración de la economía y las privatizaciones y en el 2002 se establecieron nuevos procedimientos de privatización. En su informe 2003 la Comisión constataba progresos pero no sin dificultades. Según el informe 2004, el proceso de privatización llega a su fin. En marzo del 2004, un 64% de los asalariados trabajaban en el sector privado y en junio del 2004, el porcentaje de los activos privatizados ascendía al 86%. El sector financiero está casi íntegramente en manos de empresas privadas, la mayoría extranjeras.

Con el fin de acelerar los procedimientos de insolvencia, se modificó el código de comercio. En adelante, toda sociedad que no pague sus deudas en el plazo de 60 días después del vencimiento será considerada insolvente. La revisión del código prevé también la creación de tribunales especiales dedicados exclusivamente a asuntos de quiebras. A este respecto, se adoptó una nueva ley sobre quiebras bancarias, para aumentar la transparencia y acelerar los procedimientos.

En el informe de 2005, la Comisión constata el avance de las reformas estructurales, a pesar de que el proceso de privatización no ha acabado. La reforma judicial ha avanzado igualmente, pero resulta primordial mejorar el funcionamiento del sistema judicial con el fin de garantizar un marco jurídico transparente, estable y fiable a los empresarios, así como velar por el respeto de los derechos de propiedad.

La independencia del Banco Central con relación al Gobierno y a las instituciones públicas es garantizada por la introducción del sistema de caja de emisión en 1997. Toda financiación directa del sector público por el Banco Central está prohibida. El informe 2001 invitaba al Gobierno a adoptar medidas para que el Banco Central búlgaro fuera totalmente independiente. Toda financiación directa del sector público debería resultar imposible. El informe 2002 pedía nuevos esfuerzos de adecuación por lo que se refiere a la independencia de la institución como tal y de las personas que emplea. La legislación sobre prohibición del acceso privilegiado del sector público a las instituciones financieras así como a la financiación directa del sector público debería ajustarse al acervo comunitario.

El informe 2003 no registraba ningún progreso en la independencia del Banco Central. Por el contrario, Bulgaria realizó algunos progresos adoptando una nueva legislación sobre la prohibición de conceder a las autoridades públicas un acceso privilegiado a las instituciones financieras.

A principios de 2003, una nueva comisión de control financiero, nacida de la fusión de tres comisiones de control del sector no bancario, entró en funciones. El Banco Central acaba de reforzar algunas normas para mejorar la vigilancia de los riesgos derivados del fuerte crecimiento del crédito.

El informe de 2005 señala que la normativa relativa a la independencia del banco central búlgaro se ha introducido en lo esencial y es prácticamente conforme al acervo.

Por lo que se refiere al estado de las negociaciones relativas a su participación en la UEM, Bulgaria declaró que acepta el acervo comunitario existente y va a ajustarse plenamente. Las estructuras administrativas necesarias para la aplicación del acervo se establecerán. Desde la publicación del dictamen, si los progresos realizados en primer lugar fueron lentos, grandes avances se han realizado estos últimos años. Bulgaria llegó así a un alto grado de adecuación al acervo relativo a la UEM. Las negociaciones sobre estos capítulos están temporalmente cerradas y no se solicitó ninguna disposición transitoria. Generalmente, el informe 2004 constata que Bulgaria respeta sus compromisos y cumple las exigencias derivadas de las negociaciones de adhesión en este ámbito. El informe de 2005 confirma que Bulgaria debería estar en condiciones de aplicar el acervo correspondiente a la UEM desde su adhesión, a reserva de algunos ajustes legislativos.

Última modificación: 22.12.2005