Revalorizar la enseñanza profesional y la formación inicial, y estimular el intercambio de experiencias entre los Estados miembros, así como la cooperación transnacional entre organismos de formación. Prolongar el "Programa PETRA" hasta el 31 de diciembre de 1994.

Decisión 91/387/CEE del Consejo, de 22 de julio de 1991, por la que se modifica la decisión 87/569/CEE sobre un programa de acción para la formación y la preparación de los jóvenes para la vida adulta y profesional.

El programa se adopta durante un periodo de tres años a partir del 1 de enero de 1992. Su objetivo es apoyar y completar mediante medidas comunitarias las políticas de los Estados miembros destinadas a procurar que todos los jóvenes que lo deseen reciban dos años o más de formación profesional, además de la escolaridad obligatoria a tiempo completo, que les permita obtener una cualificación profesional reconocida.

Apoyo a la cooperación transnacional entre proyectos, incluida una asistencia específica a las iniciativas en las que los propios jóvenes participen en la programación, la organización y la realización de las actividades. Esta cooperación estará destinada en particular a fomentar en la Comunidad:

Apoyo a las medidas destinadas a introducir una dimensión comunitaria en los procesos y los sistemas de información y de orientación profesionales:

Si fuera necesario, asistencia técnica para la aplicación del presente programa; estudios comparativos sobre cuestiones relacionadas con la enseñanza y la formación profesionales, incluido el estudio del impacto de los programas de formación para los jóvenes, y el análisis de la evolución de las cualificaciones profesionales.

7) trabajos posteriores

Informe de la Comisión sobre la ejecución del Programa PETRA en virtud del artículo 8 de la Decisión 91/387/CEE [COM(93) 704 final].

La ayuda financiera aportada por la Comunidad asciende a 140,2 millones de ecus para el periodo 1992-1994. Las actividades comunitarias realizadas dentro del Programa PETRA para cumplir los objetivos de la decisión y apoyar las actividades de los Estados miembros pueden clasificarse en las categorías Acción I, II, III y medidas complementarias.

En lo que se refiere a la Acción I, es decir, el apoyo a los periodos de estancia de formación y de trabajo de prácticas en otros Estados miembros destinados a jóvenes en formación profesional inicial, jóvenes trabajadores, jóvenes licenciados y jóvenes en programas de perfeccionamiento profesional, de 1992 a 1994, 36 000 jóvenes participaron en las estancias de la Acción I.

Dentro de la Acción II, el apoyo a la cooperación transnacional entre proyectos innovadores de formación de distintos Estados miembros, incluidos los Proyectos de iniciativa juvenil, que se llevan a cabo en la red europea de asociaciones de formación, se estima que aproximadamente 100 000 jóvenes y 20 000 formadores habrán participado directamente en el trabajo de la Red europea en el periodo comprendido entre 1992 y 1994. En total, más de 900 Proyectos de iniciativa juvenil recibieron asistencia en el programa. Desde 1988 son 25 000 los jóvenes directamente implicados en los Proyectos de Iniciativa juvenil.

Dentro de la Acción III del Programa PETRA, relativo al apoyo a los sistemas nacionales para el intercambio de datos y experiencia sobre la orientación profesional, se creó una red comunitaria de centros de recursos en los Estados miembros, y comenzó la formación de consejeros de orientación sobre la dimensión comunitaria de la orientación; actualmente 27 centros de recursos colaboran en la Unión Europea.

En cuanto a las medidas complementarias relativas al apoyo a la difusión de los resultados del Programa, la cooperación transnacional en los estudios sobre la formación profesional de los jóvenes, la asistencia técnica a nivel comunitario y a nivel nacional necesaria para la coordinación y la evaluación del Programa, desde 1988 el Programa ha estado presente en más de 200 acontecimientos informativos a nivel comunitario o nacional. PETRA ha prestado apoyo a las asociaciones nacionales de investigación, que contaban con la participación de más de 70 institutos de investigación designados por las autoridades nacionales.

Se han realizado estudios específicos sobre problemas tales como los obstáculos jurídicos y administrativos a los periodos de estancia transnacionales de formación y de experiencia profesionales, la certificación de los periodos de estancia y el acceso de los jóvenes a la formación profesional.

Informe final de la Comisión, de 22 de julio de 1997, sobre la ejecución del programa PETRA [COM(97) 385 final;no se ha publicado en el Diario Oficial]

Este informe presenta la evolución del programa PETRA (1988-1994, con un presupuesto total de 150 MECU para todo el período).

El programa PETRA ha obtenido un doble resultado: la realización de numerosos estudios y la creación de redes. Se crearon 5 grupos de redes:

la red de las Agencias Nacionales de Coordinación (ANC), que gestionaron las estancias de formación (entre 1992 y 1994, se beneficiaron 33719);
otras redes relacionadas con las estancias de formación (por ejemplo, la red informal de organizadores de estancias de experiencia laboral;
redes relacionadas con los Proyectos Asociados de Formación (REPAF);
redes relacionadas con los sistemas de orientación profesional (consejeros de orientación);
redes de investigación.

El primer gran objetivo de PETRA era favorecer la participación de los jóvenes en programas de formación profesional, apoyando y completando las políticas de los Estados miembros, que introdujeron importantes reformas en su sistema nacional. Destacan, en particular, las siguientes medidas:

fijación de objetivos cuantitativos para la participación en la formación profesional inicial: por ejemplo, el plan danés "Educación y formación para todos" prevé que en el año 2000, el 95% de los jóvenes siga un programa de enseñanza;
establecimiento del derecho a obtener una formación profesional: por ejemplo, en Francia, se introdujo en 1990 una ley que establece el derecho de todos los trabajadores a una cualificación en forma de "crédito formación";
ampliación de la oferta de formación profesional inicial: por ejemplo, en Grecia, en 4 años se incrementó el número de programas en un 50.8%;
mejora del status y el atractivo de la formación profesional: por ejemplo, Alemania lanzó en 1991 una iniciativa que ofrecía un apoyo especial a jóvenes especialmente dotados en la formación profesional, con objeto de dar a ésta un prestigio equivalente al de la enseñanza general postobligatoria;
introducción de una dimensión comunitaria en los servicios de orientación profesional;
medidas para promover la igualdad de oportunidades entre los jóvenes de uno y otro sexo: por ejemplo, Dinamarca propone cursos de formación dirigidos específicamente a las mujeres que carecen de cualificaciones;
particular atención a las categorías desfavorecidas: en Francia por ejemplo, se crearon en 1990 los contratos de empleo-solidaridad para jóvenes de entre 18 y 25 años de edad que tuvieran dificultades para incorporarse al mercado del trabajo.

Las reformas nacionales tenían también como objetivo mejorar la calidad de la formación profesional y garantizar su adaptación al cambio. Así, Portugal introdujo un nuevo tipo de escuelas profesionales, las Escolas Profissionais, en las que los antiguos cursos de enseñanza técnica y profesional fueron sustituidos por cursos de formación de las nuevas tecnologías.

promoción de la creatividad, la iniciativa y el espíritu de empresa en los jóvenes, haciendo hincapié, como en Alemania, en el desarrollo personal, la motivación, la responsabilidad y la adquisición de competencias fundamentales;
importantes esfuerzos dirigidos a la cualificación de profesores y formadores: en Bélgica, por ejemplo, se da una particular importancia al tema;
disposiciones relativas a la certificación de cualificaciones: Luxemburgo, por ejemplo, introdujo certificados a dos niveles, a fin de aumentar el porcentaje de éxito de la formación inicial;
refuerzo de los vínculos entre los centros de formación profesional y la industria: El Reino Unido, por ejemplo, lanzó dos iniciativas en favor del aprendizaje que permiten a los jóvenes obtener una cualificación como artesano, técnico o administativo, a partir de la experiencia profesional en una empresa;
participación más activa de los interlocutores sociales en la definición de las necesidades nacionales de formación, con objeto de aumentar la eficacia de los programas;
adaptación de la oferta de formación profesional a las necesidades locales y regionales.

La mayoría de los Estados miembros explotó las posibilidades ofrecidas por el programa PETRA para introducir o reforzar la dimensión comunitaria en su sistema de formación inicial. Se hizo hincapié en la movilidad transnacional y, menos a menudo, en el aprendizaje de idiomas dentro de la formación profesional.

Los principales objetivos del programa PETRA siguen siendo actuales:

reducir el número de jóvenes que se incorporan al mercado del trabajo sin cualificaciones básicas;
incrementar el atractivo de la formación profesional;
introducir una dimensión comunitaria práctica en la formación profesional inicial;
desarrollar competencias centrales a través de la formación profesional inicial;
reforzar la orientación profesional, añadiéndole una dimensión comunitaria;
difundir la innovación en materia de formación profesional inicial tanto en cada uno de los los Estados miembros como entre éstos.

El programa Leonardo da Vinci, que reagrupa todas las actividades en materia de formación profesional tanto inicial como continua, ha adoptado estos objetivos.