Informe sobre la igualdad entre mujeres y hombres 2005

La Comisión Europea presenta su segundo informe anual para el Consejo Europeo de primavera sobre la evolución de la situación respectiva de las mujeres y los hombres en materia de educación, empleo y vida social. Dicho informe recoge los avances conseguidos y los retos y orientaciones políticas que implica promover la igualdad entre mujeres y hombres y se detiene en la situación específica de las mujeres y los hombres inmigrados.

ACTO

Informe de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, de 14 de febrero de 2005, «Informe sobre la igualdad entre mujeres y hombres, 2005» [COM (2005) 44 - no publicado en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

PRINCIPALES AVANCES

Legislación comunitaria

La adopción en diciembre de 2004 de una Directiva relativa a la igualdad de trato entre hombres y mujeres al acceso a bienes y servicios y su suministro amplió por vez primera el acervo comunitario en materia de igualdad entre mujeres y hombres por encima del ámbito laboral.

Además, en abril de 2004, la Comisión adoptó una propuesta de refundición de cinco directivas existentes con objeto de clarificar el principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres en materia de empleo.

Por último, la Directiva relativa a la expedición de un permiso de residencia a nacionales de terceros países que sean víctimas de la trata de seres humanos se adoptó en abril de 2004.

Desequilibrios entre hombres y mujeres

Se observa, en general, que se han reducido las diferencias entre hombres y mujeres, pero las diferencias salariales prácticamente no han variado.

Por lo que respecta a la tasa de empleo, la diferencia entre hombres y mujeres disminuyó en un 0,5 % entre 2002 y 2003 para situarse en el 15,8 %. La tasa de empleo femenino en 2003 era del 55,1 %.

Por lo que respecta a la tasa de desempleo, la diferencia entre hombres y mujeres se mantiene estable, ya que en 2004 la tasa de desempleo femenino era del 10 %, mientras que el masculino se situaba en el 8,3 %.

La proporción media de empleo a tiempo parcial era del 30,4 % en el caso de las mujeres y tan sólo del 6,6 % en el de los hombres en 2004, y esta diferencia tiende a aumentar de un año a otro.

La conciliación del trabajo y la vida familiar sigue siendo un reto importante. La tasa de empleo de las mujeres con niños pequeños es aún un 13,6 % inferior a la de las mujeres sin niños, mientras que la tasa de empleo de los hombres con niños pequeños es un 10 % más alta que la de los hombres sin niños. Estas diferencias se deben a una oferta de guarderías limitada y a modelos familiares estereotipados en cuanto al papel de ambos sexos, ya que las mujeres asumen la mayor parte de las tareas domésticas y educativas.

Las diferencias salariales entre hombres y mujeres no parecen haberse reducido apenas, ya que se mantienen estables en la Unión Europea, aproximadamente en un 15 % en 2004.

Las mujeres de más edad siguen estando más expuestas a la pobreza que los hombres. Además, las cabezas de familia monoparentales suelen sufrir múltiples desventajas y son especialmente vulnerables a la exclusión social.

En el caso de los sistemas de pensiones, que difieren considerablemente en la UE, los derechos de las mujeres son significativamente inferiores a los de los hombres debido a su reducida participación en el mercado laboral (tiempo parcial, larga interrupción para hacerse cargo de los hijos, etc.). No obstante, algunos países están adaptando sus sistemas y conceden derechos de pensión para los periodos de cuidado de los niños, de las personas mayores o de las personas con discapacidad.

Mujeres y hombres inmigrantes

La tasa de empleo de los no nacionales de la UE es, por término medio, muy inferior a la de los nacionales de la Unión Europea, y de manera más significativa en el caso de las mujeres que en el de los hombres. Por otra parte, aumenta la diferencia entre la tasa de empleo de las mujeres europeas muy cualificadas y la de las mujeres inmigrantes con las mismas cualificaciones.

Las diferencias salariales entre las mujeres inmigrantes y las mujeres europeas es del 10 %, mientras que sólo asciende al 4 % entre los hombres.

RETOS

Para afrontar el problema del envejecimiento, Europa debe movilizar a las personas para que se incorporen al mercado laboral, concebir políticas para promover más el empleo femenino en todas las categorías de edad y aprovechar plenamente el potencial de empleo de las mujeres inmigrantes. El objetivo es también reducir las diferencias salariales entre hombres y mujeres y facilitar la conciliación del trabajo y la vida familiar tanto de las mujeres como de los hombres.

Potenciar la situación de las mujeres en el mercado laboral

Los Estados miembros deben reducir las diferencias entre las tasas de empleo de mujeres y hombres, especialmente en el caso de las personas de más edad. Deben buscar soluciones a la persistencia de las diferencias salariales e intentar evitar la segregación por razón de sexo en el mercado laboral (por profesiones y sectores). Deben proseguir la reforma de los sistemas de protección social y eliminar los factores financieros y no financieros que desincentivan el empleo femenino.

Aumento de los servicios de cuidado de niños y otras personas dependientes

La puesta a disposición de servicios de cuidado de niños, de las personas mayores o de las personas con discapacidad a precios razonables, accesibles y de calidad debe mejorarse, gracias, entre otras cosas, a las contribuciones financieras de los Fondos Estructurales, para que las mujeres puedan acceder al mercado laboral y permanecer en él a lo largo de su vida (conciliación del trabajo y la vida familiar).

Dirigirse a los hombres para lograr la igualdad de género

Los interlocutores sociales y los Estados miembros deben promover una organización del trabajo que favorezca la conciliación del trabajo y la vida familiar y sistemas adecuados de permiso parental, destinados por igual a las madres y los padres. Asimismo, deben sensibilizar a los hombres para animarlos a compartir responsabilidades en el cuidado de niños.

Integración de la perspectiva de género en las políticas de inmigración e integración

La dimensión de género debe tenerse en cuenta en las políticas de integración para aprovechar plenamente el potencial de las mujeres inmigrantes en el mercado laboral. Los Estados miembros deben tomar mejor en consideración las prácticas y expectativas culturales sobre el papel de la mujer en los países de acogida y en los de origen, y luchar contra la doble discriminación sexista y racista que sufren.

Seguimiento de la evolución hacia la igualdad de género

Los Estados miembros, la Comisión y el Consejo de Ministros deben dedicar un mayor esfuerzo a desarrollar estadísticas e indicadores comparables y desglosados por sexo en las políticas que carezcan de estos datos.

La propuesta de la Comisión de marzo de 2005 para la creación de un Instituto Europeo de la Igualdad de Género debería facilitar la recogida de esos datos y ampliar la posibilidad de evaluación de las realizaciones.

Por otra parte, el 10º aniversario de la plataforma de acción de Pekín en 2005 servirá para que la Unión Europea reafirme los compromisos asumidos en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer que se celebró en Pequín en 1995 y para presentar los resultados obtenidos en materia de igualdad de sexos desde 1995.

Última modificación: 17.08.2005