La evolución de la protección social a largo plazo: pensiones seguras y viables

Con el objetivo de asegurar la viabilidad a largo plazo de los sistemas de pensiones de la Unión Europea (UE), la Comisión pone en marcha un plan para modernizar estos sistemas. A juicio de la Comisión, esta reforma de las pensiones debe ir acompañada de una política económica robusta y una estrategia activa de empleo.

ACTO

Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social. Evolución futura de la protección social desde una perspectiva a largo plazo: Pensiones seguras y viables [COM (2000) 622 final - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

En esta Comunicación se recuerdan los principales retos a los que se enfrentarán los sistemas de pensiones a largo plazo y se propone un marco de análisis de esos desafíos y de las respuestas políticas. Se pretende también documentar al grupo de trabajo de alto nivel formado para preparar un estudio sobre el tema.

Varios Consejos Europeos han destacado el desafío que supone el envejecimiento de la población y, en particular, sus implicaciones para el mantenimiento de unas pensiones adecuadas y sostenibles. Así, el Consejo de Lisboa (2000) señaló la necesidad de modernizar la protección social y estudiar «la evolución futura de la protección social desde una perspectiva a largo plazo, prestando particular atención a la sostenibilidad de los sistemas de pensiones en distintos marcos temporales hasta el año 2020 y más allá, de ser necesario».

Si bien los Estados miembros siguen siendo responsables de sus respectivos regímenes de pensiones, la viabilidad de éstos determinará en gran medida la capacidad de la Unión Europea de lograr un alto nivel de protección social, uno de los objetivos fundamentales del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea.

Varios Estados miembros han emprendido ya reformas que pueden incluir los tres niveles del sistema, a saber: los regímenes públicos básicos, los regímenes profesionales y los planes individuales de pensiones. Las reformas de los regímenes públicos de pensiones se centran principalmente en controlar el crecimiento del gasto, mientras que en muchos casos es preciso mejorar los regímenes de pensiones profesionales e individuales para que puedan tener un papel más importante en los ingresos de las personas de edad avanzada.

A pesar de los enfoques sustancialmente diferentes de sus sistemas de pensiones, los Estados miembros afrontan desafíos comunes, como el envejecimiento de la población, el descenso de las tasas de fertilidad y la inmigración. Estos retos exigen una coordinación de esfuerzos y un intercambio de puntos de vista y de información sobre las prácticas y las reformas.

El envejecimiento

El mayor desafío, que representa una preocupación a largo plazo para los sistemas de pensión actuales, es el envejecimiento. En las próximas décadas, el número de personas de la tercera edad va a aumentar mucho en relación con el de la población activa por causa del aumento de la esperanza de vida y de los avances de la medicina.

El principal cambio de las próximas décadas será la llegada a la edad de jubilación de la numerosa generación del «baby boom», nacida después de la Segunda Guerra Mundial. Este aumento de la población se verá reflejado inicialmente en el envejecimiento de la población activa, posteriormente, en un fuerte incremento del número de beneficiarios de pensiones y más tarde en un aumento de las necesidades de asistencia sanitaria y cuidados de larga duración.

Como consecuencia del envejecimiento de la población, el gasto público puede subir vertiginosamente, ya que un importante crecimiento en el número de pensionistas requerirá forzosamente que se incrementen los recursos aportados por la población activa.

El descenso de las tasas de fertilidad

Las tasas de fertilidad están bastante por debajo de lo que se precisa para la renovación completa de la población actual. Incluso aunque las tasas de fertilidad tienden a ser más altas en los Estados miembros que aplican una política para conciliar la familia y la vida laboral, éstas siguen siendo demasiado bajas como para evitar el envejecimiento de la población.

Podrían subir si se eliminaran algunos de los obstáculos (principalmente en lo que respecta al mercado de trabajo, la vivienda y el cuidado de los niños) que disuaden de formar una familia y tener hijos.

No obstante, la inmigración puede ayudar a disminuir los efectos del aumento significativo del número de personas de la tercera edad, pero su impacto positivo depende de la medida en que los inmigrantes puedan estar suficientemente integrados en el mercado de trabajo.

Principios directores y objetivos de la reforma de las pensiones

Los Estados miembros son los que deben decidir qué régimen de pensión desean y qué combinación de políticas se requiere para que las personas de edad sigan teniendo ingresos adecuados, sin poner en peligro la estabilidad de las finanzas públicas, comprometer los incentivos al empleo ni recortar otros gastos públicos esenciales. Sin embargo, comparten también objetivos en relación con los sistemas de pensiones y compromisos con una serie de principios, entre los que se cuentan la justicia y la cohesión social que caracterizan el modelo social europeo.

Por lo tanto, la Comisión invita a los Estados miembros a coordinar sus esfuerzos e intercambiar puntos de vista e información sobre las prácticas, y propone una serie de objetivos, a saber:

La Comisión estima también que las reformas para lograr regímenes de pensiones viables tendrán que ser amplias y no limitarse exclusivamente a las pensiones. Unas políticas macroeconómicas sólidas y reformas estructurales que fomenten el crecimiento creando un entorno económico y empresarial favorable serán esenciales para la futura viabilidad de los regímenes de pensiones.

Contexto

Tras el Consejo de Lisboa, en el que se señaló la necesidad de estudiar la evolución de la protección social prestando una especial atención a la sostenibilidad de los regímenes de pensiones, en el Consejo de Gotemburgo de 2001 se aprobaron tres grandes principios para modernizar los regímenes de pensiones:

En el Consejo de Laeken de diciembre de 2001 se preconizó un método abierto de coordinación en materia de pensiones «para ayudar a los Estados miembros a elaborar progresivamente sus propias políticas, de manera que se conserve la adecuación de las pensiones manteniendo su viabilidad financiera y afrontando el reto de la evolución de las necesidades de la sociedad».

Por último, en el Consejo de Barcelona de 2002 se invitó a acelerar la reforma de los regímenes de pensiones «para garantizar tanto su viabilidad financiera como la realización de sus objetivos en el plano social».

ACTOS CONEXOS

Informe conjunto de la Comisión y del Consejo, de 6 de marzo de 2003, sobre la adecuación y la viabilidad de las pensiones (pdf ).

Este informe se basa en los informes de estrategia nacional que presentaron en septiembre de 2002 los Estados miembros y en él se explica cómo prevén los Estados miembros hacer frente a los retos de establecer pensiones adecuadas y financieramente viables y modernizar los sistemas de pensiones a largo plazo. El informe conjunto fue aprobado el 6 de marzo por el Consejo «Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores» y el 7 de marzo por el Consejo «Economía y Finanzas» y presentó una contribución al Consejo Europeo los días 20 y 21 de marzo de 2003. Presenta una serie de puntos (prevenir la exclusión social, permitir el mantenimiento del nivel de vida, promover la solidaridad, etc.) en los que se ha avanzado y muestra que la clave del éxito de las reformas reside en el equilibrio entre las preocupaciones sociales y las financieras.

Informe conjunto del Comité de protección social (CPS) y del Comité de política económica (CPE), de noviembre de 2001, sobre los objetivos y los métodos de trabajo en el ámbito de las pensiones: aplicación del método abierto de coordinación (pdf ).

Este informe responde a la petición del Consejo Europeo de aplicar el método abierto de coordinación al ámbito de la política de pensiones. Con este fin propone una serie de objetivos y de métodos de trabajo destinados a crear un marco integrado de cooperación política en este sector.

Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social: «Apoyo a las estrategias nacionales para garantizar pensiones seguras y viables mediante un planteamiento integrado» [COM (2001) 362 final - no publicada en el Diario Oficial].

Esta Comunicación responde a la necesidad de adoptar estrategias claras e integradas para afrontar el desafío que plantea el envejecimiento demográfico a los sistemas de pensiones. Estas estrategias no deberán centrarse únicamente en los sistemas de pensiones del primer nivel. Los dos otros niveles serán también importantes para lograr los objetivos generales de los sistemas de pensiones.

Última modificación: 07.03.2005