Transportes: directrices

En la política de desarrollo de la Comunidad Europea se ha considerado ámbito prioritario la puesta en marcha de transportes sostenibles, ya que representan un elemento esencial en el desarrollo de un país. Al garantizar la circulación eficaz de bienes y personas, las infraestructuras de transporte facilitan conexiones vitales para el comercio y garantizan el acceso a servicios esenciales como la asistencia sanitaria, la educación y el empleo, contribuyendo a la vez al desarrollo económico y social y a la integración en la economía mundial.

Objetivo

Las directrices para la política de la Comunidad en materia de transportes en los países en desarrollo se elaboraron en 1996 y tienen por objetivo proporcionar un marco para las actividades en este ámbito aplicando un enfoque sectorial.

Estructura

Se componen de tres partes distintas:

Parte I: Formulación de un enfoque sectorial

Los transportes en los países en desarrollo atravesaron en los años 80 un período de crisis profunda, que alcanzó su máxima amplitud en 1988. Las redes de transportes, sobre todo su mantenimiento, se deterioraron hasta el punto de obstaculizar más que facilitar la circulación de personas y bienes. Esto se debió a muchos factores, incluso a problemas macroeconómicos y políticos, y a un control reglamentario inadecuado.

Tras haber iniciado estudios sobre sus políticas en este ámbito (en particular, en el marco de la cooperación con los países ACP), la Comunidad Europea adoptó un nuevo enfoque basado en una orientación sectorial en lugar de enfocarlo por proyecto. Este enfoque tiene en cuenta a los usuarios y debería permitir construir y explotar infraestructuras de transportes que respondan a las necesidades de sus beneficiarios. Se trata, pues, de volver a situar las distintas infraestructuras (carreteras, ferrocarriles, etc.) en su contexto económico -agricultura, industria, turismo, etc.- y de someterlas a consideración según la óptica de los beneficiarios, los patronos y los empleados de la industria, por poner un ejemplo. Es también necesario, además, que el enfoque tenga en cuenta las necesidades sociales de las Comunidades y que las infraestructuras puedan responder a necesidades distintas. Debe entablarse un diálogo permanente entre el Gobierno, los usuarios y los beneficiarios a tal efecto.

Para poner en marcha transportes sostenibles es de importancia capital contar con un flujo regular de capital suficiente para la explotación y el mantenimiento de las infraestructuras. Por otra parte, los transportes deben también administrarse como una empresa, por lo que es deseable una gran participación del sector privado.

Se ha elaborado un enfoque sectorial para los cinco sectores importantes del transporte: el sector de carreteras, el sector ferroviario, el sector portuario, el sector aeroportuario y los transportes urbanos.

Parte II: Aplicación de un enfoque sectorial a la Gestión del Ciclo del Proyecto (GCP)

Al igual que en otros ámbitos sectoriales, la aplicación de la política se lleva a cabo, en particular, a través de proyectos elaborados conforme a la Gestión del Ciclo del Proyecto (GCP), proceso que facilita un marco detallado para la realización de los proyectos. Integran la GCP las siguientes acciones:

Dichas partes abordan cada etapa de la realización de un proyecto y la aplicación de la política en esta materia, del acuerdo sobre la función que desempeña la política de transportes a nivel nacional y regional (programación) en la evaluación. Cada parte está constituida por cuestiones clave relativas a la sostenibilidad medioambiental, financiera, institucional, etc., y posibles problemas y acciones potenciales con el fin de guiar al usuario a lo largo del proceso.

Parte III: Instrumentos de un enfoque sectorial

Las directrices proponen instrumentos específicos para la realización del proyecto. Esta parte proporciona especificaciones para sus instrumentos (modelos normalizados).

Los instrumentos son los siguientes:

Última modificación: 19.07.2006