Un año después de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible

Un año después de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en septiembre de 2002 en Johannesburgo, la Comisión Europea examina los progresos registrados en el cumplimiento de los compromisos asumidos por la Unión Europea en dicha Cumbre. Se repasan las medidas tomadas al respecto, tanto dentro como fuera de las fronteras de la Unión. Estas medidas se refieren, entre otras cosas, a la coherencia de las políticas de la Unión, a la gestión sostenible de los recursos naturales, al fomento de unos modos de consumo y producción sostenibles, a la reducción de la pobreza, al comercio y a la mundialización, así como a la gobernanza internacional.

ACTO

Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo, de 23 de diciembre de 2003, «La Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible un año después: cumplimiento de nuestros compromisos» [COM(2003) 829 final - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

Los principales objetivos asumidos por la comunidad internacional en la Cumbre de Johannesburgo de septiembre de 2002 son lo siguientes:

En marzo de 2003, con el fin de concretar los objetivos fijados en Johannesburgo y de consolidar las prioridades de la estrategia de la Unión en pro del desarrollo sostenible, el Consejo Europeo formuló unas prioridades de actuación, centradas, entre otras cosas, en el fomento del comercio sostenible y equitativo, la continuación de las iniciativas de la Unión «Agua para la vida» y «Energía para la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible», la gestión sostenible de los recursos naturales, el fomento de unos modos de producción y consumo sostenibles y la gobernanza internacional en asuntos de medio ambiente.

Al efecto de cumplir los objetivos y las prioridades de acción indicadas, la Unión adoptó las medidas siguientes tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Medidas dentro de la Unión

Es muy importante aumentar la coherencia de las políticas de la Unión, tanto en el interior (integración de los temas medioambientales en las demás políticas de la Unión) como en el exterior (en especial, para prevenir repercusiones negativas de las políticas europeas fuera de la Unión). Estos dos aspectos se han tenido en cuenta, por ejemplo, en las últimas reformas de la política agrícola común y de la política pesquera común. También está previsto hacer lo mismo con las políticas energética y de los transportes, así como con la política regional y de cohesión. Se ha creado un mecanismo de evaluación del impacto de las propuestas de la Comisión que permite evaluar los efectos ecológicos, económicos y sociales de las propuestas, así como sus repercusiones en terceros países. La puesta en marcha de una red diplomática ecológica se decidió en junio de 2003, la cual debería desempeñar un papel importante en la integración del medio ambiente en las relaciones exteriores de la Unión.

Respecto a la gestión sostenible de los recursos naturales, la Unión se ha fijado un objetivo en materia de biodiversidad que supera el compromiso de Johannesburgo. En vez de reducir el declive de la biodiversidad en 2010, según lo decidido en Johannesburgo, la Unión se compromete a atajar ese declive en la misma fecha. Se ha iniciado una reconsideración de la política europea sobre la biodiversidad, se han fijado algunos planes de acción y se están elaborando indicadores de la diversidad biológica, además de estrategias de protección de los suelos y los mares, fuentes esenciales de biodiversidad. En octubre de 2003, la Comisión publicó una comunicación sobre la utilización sostenible de los recursos naturales encaminada a definir el uso de recursos con un potencial elevado de mejora medioambiental.

Con el fin de fomentar el consumo y la producción sostenibles, la Unión ha creado una amplia gama de instrumentos: por ejemplo, la política de prevención y control integrados de la contaminación, el sistema comunitario de gestión y auditoría medioambientales (EMAS), las etiquetas ecológica, social y de comercio justo, el nuevo marco comunitario de imposición de los productos energéticos y la electricidad y la política de productos integrada. Además de estos instrumentos, la Unión debe centrarse en los sectores en los que las emisiones siguen aumentando, como los transportes y la energía. La nueva política europea sobre productos químicos (REACH) también constituye una aportación importante. Lo mismo puede decirse del Plan de Acción sobre Tecnología Medioambiental.

La ampliación de la Unión ha contribuido significativamente, y sigue haciéndolo, a la prosecución del desarrollo sostenible. Los diez nuevos Estados miembros han ajustado su legislación al acervo comunitario (incluido el acervo medioambiental y social).

Medidas fuera de la Unión

Para reducir la pobreza, la Unión ha puesto en marcha medidas dirigidas al cumplimiento de los compromisos asumidos en la conferencia de Monterrey sobre la financiación para el desarrollo, especialmente el aumento de la ayuda pública al desarrollo.

La Unión ha formulado iniciativas en el ámbito del agua, la energía y los bosques. Las iniciativas «Agua para la vida» y «Energía para la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible» se pusieron en marcha en la Cumbre de Johannesburgo. Una tercera iniciativa en el ámbito forestal tiene por objeto principal la lucha contra la tala ilegal y el comercio relacionado con la misma. Dentro de la iniciativa sobre el agua, la Comunidad ha creado un fondo del agua para los países de África, el Caribe y Asia. La Comisión ha publicado un plan de acción sobre la aplicación de las leyes, gobernanza y comercio forestales.

Para alcanzar los objetivos de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible en asuntos de comercio y mundialización, la Unión participa en las reuniones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) e intenta integrar de manera eficaz a los países en desarrollo en el sistema comercial mundial («Programa de Doha»). También se ha comprometido a tener en cuenta el medio ambiente y el desarrollo sostenible en las negociaciones comerciales con terceros países. La Unión está creando una oficina especial de ayuda al comercio con el fin de proporcionar a los exportadores de los países terceros la información técnica necesaria para acceder al mercado europeo. Se han puesto en marcha varias iniciativas para mejorar y fomentar la responsabilidad social de las empresas a escala comunitaria e internacional. La evaluación de las consecuencias en el desarrollo sostenible centran los esfuerzos de la Unión en pro de la integración de la sostenibilidad en su política comercial.

La Unión considera necesario reforzar la gobernanza internacional en favor del desarrollo sostenible para poder cumplir los compromisos asumidos en Johannesburgo. El Consejo Europeo ha propuesto consolidar el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), si procede mediante la creación de una agencia de la ONU sobre el medio ambiente. La Unión apoya a la Comisión de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas como el principal foro de seguimiento internacional del plan de aplicación de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible. Además, la Unión colabora activamente en las tareas de creación de los programas dirigidos a la adopción de unos modos de consumo y producción sostenibles, así como en la elaboración de las estrategias nacionales de desarrollo sostenible.

ACTOS CONEXOS

Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo, de 13 de diciembre de 2005, relativa a la revisión de la Estrategia para un desarrollo sostenible - Plataforma de acción [COM (2005) 658 final - no publicada en el Diario Oficial].

Última modificación: 25.07.2007