Situación en 1999 y perspectivas de la gestión de residuos radiactivos

La Comisión analiza la situación de los residuos radiactivos en la Unión Europea tras la aplicación del plan de acción de la Comunidad (1980-1999).

ACTO

Comunicación y cuarto informe de la Comisión, de 11 de enero de 1999, sobre la situación actual y las perspectivas de la gestión de residuos radiactivos en la Unión Europea [COM (98) 799 final - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

El volumen de los residuos radiactivos generados es muy pequeño en comparación con otros residuos industriales. Parte de ellos, en particular los residuos radiactivos de alto nivel generados en la producción de energía nuclear, siguen siendo peligrosos durante miles de años; deben ser cuidadosamente controlados y vertidos instalando barreras que retrasen el retorno de los radioisótopos a la biosfera.

Generalmente se considera que son residuos radiactivos aquellos materiales para los que no se ha previsto un nuevo uso y que se han gestionado en un sistema de notificación, autorización y control acorde con las recomendaciones internacionales o con la legislación comunitaria o nacional.

Los procesos y técnicas que se utilizan en la gestión de todas las categorías de residuos radiactivos se han desarrollado hasta un punto que pueden aplicarse a escala industrial. El único aspecto que todavía debe llevarse a la práctica es el vertido de los residuos termógenos de alto nivel. Aunque se ha demostrado su viabilidad técnica en extensas investigaciones experimentales, su realización se ha demorado en algunos Estados miembros debido a dificultades en la concesión de licencias y problemas de percepción pública.

La estrategia comunitaria de gestión de residuos radiactivos presentada por la Comisión en la comunicación de 2 de marzo de 1994 [COM(94) 66 final] está orientada básicamente a la seguridad pública y la protección ambiental.

Su objetivo es armonizar en el ámbito comunitario, siempre que sea viable, los principios y prácticas de la gestión de residuos radiactivos a fin de garantizar la existencia de un nivel aceptable de seguridad en toda la Unión Europea.

La estrategia representa un programa completo a medio y largo plazo que requiere un planteamiento gradual para su implantación. Se concentra en varios elementos principales, que son: la definición y clasificación de los residuos radiactivos; la reducción de su producción; su transporte; su tratamiento y almacenamiento; la financiación de la gestión de los residuos radiactivos; y la información pública.

Todos los Estados miembros producen residuos radiactivos, aunque las cantidades que requieren almacenamiento y vertido a largo plazo son muy pequeñas en los países sin capacidad de producción de energía nuclear.

La producción de residuos radiactivos ha disminuido considerablemente en comparación con los volúmenes pronosticados para determinados países. El principal motivo es que se ha detenido la construcción de nuevas centrales nucleares en la mayoría de los Estados miembros a consecuencia de la revisión de sus políticas al respecto tras el accidente ocurrido en Three Mile Island en 1976 y por la catástrofe de Chernóbil en 1986. Otro motivo es que se han cerrado definitivamente varias centrales nucleares de primera generación o de demostración.

Principalmente son cuatro las actividades que producen residuos radiactivos:

La mayoría de los nucleidos aplicados en medicina tienen un período radiactivo muy corto; los residuos se almacenan para favorecer su desintegración y se liberan después cuando las concentraciones caen por debajo de los límites definidos en la licencia de explotación de, por ejemplo, ciertos hospitales o instalaciones de almacenamiento provisional. Las fuentes selladas agotadas, que normalmente se recogen y almacenan en una instalación centralizada, son objeto de especial preocupación por motivos radiológicos.

El ciclo de combustible nuclear produce, con mucho, la mayor cantidad de residuos radiactivos, derivándose el mayor volumen de ellos de la extracción, transformación y enriquecimiento del uranio. Las cantidades de residuos que contienen concentraciones aumentadas de radionúclidos naturales normalmente no se registran como residuos radiactivos, pero, en determinadas circunstancias y si se tratan incorrectamente, pueden presentar riesgos para la salud y el medio ambiente.

El informe contiene pormenores de las cuestiones derivadas de las tres primeras actividades en períodos quinquenales hasta el año 2020 con respecto a todos los Estados miembros, así como información general sobre el procesado de materiales (las cifras sólo tienen en cuenta la producción de las instalaciones ya en servicio, en construcción o comprometidas en firme).

El informe distingue entre:

El almacenamiento de residuos radiactivos se ha convertido en una cuestión de rutina. Los Estados miembros sin capacidad de producción de energía nuclear han abandonado, por el momento al menos, los planes de eliminación de sus residuos radiactivos. Además, tres países que disponen de centrales nucleares -Italia, Países Bajos y Reino Unido- han decidido posponer el vertido de residuos de alto nivel durante períodos de tiempo que oscilan entre un mínimo de cincuenta años y un máximo, en algunos casos, de más de cien.

Todos los Estados miembros que disponen de centrales nucleares han realizado vertidos de residuos radiactivos bien por vertido al mar, bien por vertido terrestre superficial o a poca profundidad, bien por vertido geológico a gran profundidad.

La financiación de actividades de investigación se dedica ahora a la investigación de materias más fundamentales, como técnicas avanzadas de separación de radionúclidos y transmutación de radionúclidos de largo período radiactivo. Todos los Estados miembros disponen de programas de energía nuclear y han creado agencias responsables, en su totalidad o en parte, de la gestión de los residuos radiactivos. El control de las actividades de estas agencias se confía a las autoridades competentes en materia de seguridad.

En relación con la legislación, existen normas de seguridad en materia de protección frente a la radiación, control de transportes de material radiactivo y defensa frente al material fisible. Además, la Directiva 85/337/CEE, modificada por la Directiva 97/11/CEE, establece la evaluación del impacto ambiental de los depósitos de residuos radiactivos.

En el ámbito internacional, el Convenio conjunto sobre la seguridad del tratamiento de combustible agotado y sobre la seguridad de la gestión de residuos radiactivos quedó listo para su firma por las partes contratantes en septiembre de 1997 (a finales de febrero de 1998, el convenio había sido firmado por once Estados miembros: Alemania, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Reino Unido, Luxemburgo, Italia y Suecia).

La Comisión recomienda prestar una atención especial a:

ACTOS CONEXOS

Propuesta de Directiva (EURATOM) del Consejo relativa a la gestión del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos [COM (2003) 32 final - no publicada en el Diario Oficial].

La Comisión propone una serie de medidas para garantizar que el combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos se gestionan de manera segura, eficaz y coherente en toda la Unión Europea. Estas medidas incluyen, entre otras, la adopción por parte de los Estados miembros de programas nacionales de almacenamiento de los residuos radiactivos, en general, y depósitos profundos de residuos de alta actividad, en particular. La propuesta también prevé la obligación para los Estados miembros de adoptar todas las medidas apropiadas para garantizar la protección de las personas y del medio ambiente durante el tratamiento y la gestión del combustible nuclear gastado y de los residuos radiactivos.

Conclusiones del Consejo, de 14 de junio de 1999, sobre la situación actual y las perspectivas de la gestión de residuos radiactivos en la Unión Europea [no publicado en el Diario Oficial].

Estas conclusiones del Consejo constituyen la respuesta a la comunicación y cuarto informe de la Comisión sobre la situación actual y las perspectivas de la gestión de residuos radiactivos en la Unión Europea, que se refiere al período que termina a finales de 1997.

El Consejo destaca la reducción del volumen de residuos radiactivos producidos en la Comunidad y exhorta a los Estados miembros a seguir trabajando para reducir las cantidades y actividad de los residuos procedentes de todas las aplicaciones nucleares.

El Consejo insiste en la importancia:

Debe garantizarse la transparencia, en el ámbito de los gobiernos, las autoridades de reglamentación, los operadores y la población, de las actividades de gestión de residuos en toda la Comunidad para posibilitar un mayor conocimiento de las cuestiones técnicas, sociales, medioambientales y éticas conexas.

El Consejo:

Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo, de 17 de marzo de 1999, sobre el desmantelamiento de instalaciones nucleares obsoletas y la gestión de residuos: Peso del pasado nuclear en relación con las actividades realizadas en el marco del Tratado EURATOM [COM(1999) 114 final].

El programa de acción, objeto de la comunicación, que se refiere a las instalaciones ya paralizadas y a la gestión de los residuos nucleares, cubre un primer período de cuatro años (1999-2002). El importe considerado necesario para este período asciende a 25,4 millones de euros. Se trata de la primera fase de un programa de desmantelamiento de instalaciones ya paralizadas que se llevará a cabo en 15 años y cuyo importe se evalúa en 230 millones de euros.

Última modificación: 11.09.2006