Economía europea: Informe 2004

La presente Comunicación hace balance de la economía en 2004, año marcado por la adhesión de diez nuevos Estados miembros a la Unión, y se inscribe en el examen intermedio de la estrategia de Lisboa.

ACTO

La economía de la Unión Europea: Informe 2004 - Resumen y conclusiones [COM (2004) 723 final - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

La Comunicación hace balance de la evolución económica de la Unión Europea en el año 2004 e influye en la revisión intermedia de la estrategia de Lisboa, analizando en primer lugar las tendencias macroeconómicas en la zona euro y luego cuatro temas importantes: convergencia, empleo, productividad y medio ambiente.

Recuperación tardía de la economía y resistencia a los choques económicos

La Comisión constata que las perspectivas económicas mejoraron en 2004 en un contexto internacional favorable. Las exportaciones fueron el principal motor del crecimiento y la demanda interior en la zona euro se aceleró. Con todo, los dos principales componentes de la demanda interior, las inversiones y el consumo privado, siguieron siendo demasiado inestables para hablar de una recuperación sólida.

A pesar de la mejora de las perspectivas económicas, la recuperación europea es tardía y débil con relación a la de otras grandes economías como Estados Unidos. La Comisión se interroga sobre la resistencia de la economía de la zona euro. ¿Es más sensible que otras regiones a los choques económicos? ¿Sus estructuras favorecen menos la recuperación de la actividad?

Los análisis ponen de manifiesto que los choques económicos influyeron por supuesto en los indicadores de confianza de los sondeos de coyuntura, pero su impacto en la producción industrial se disipó rápidamente y no fue especialmente importante. Por el contrario, las rigideces estructurales contribuyeron aún más al ajuste coyuntural tardío de la zona euro. Estas rigideces influyen sobre todo en la inversión. Por lo tanto, la velocidad de retorno a la producción potencial depende de la medida en que estas rigideces pesan sobre la inversión una vez eliminados el impacto coyuntural de la falta de demanda y las dificultades financieras que frenan la inversión.

Los ajustes lentos de los precios en la zona euro tienen su origen en las rigideces salariales y en las condiciones imperfectas de competencia.

Lograr que Unión sea competitiva en 2010

La Comisión establece en la presente Comunicación los puntos clave para que la Unión sea competitiva en 2010:

Convergencia: El 1 de mayo de 2004, diez nuevos Estados miembros se incorporaron a la Unión. La Comisión examina las condiciones para incrementar su capacidad de recuperación económica y de convergencia, ya que parten de niveles de renta claramente inferiores a la media de la UE. Es cierto que estos nuevos Estados miembros ya han experimentado un proceso de convergencia económica considerable, pero basado esencialmente en la inversión y la productividad. La Comisión considera que también será necesario aumentar las tasas de empleo, relativamente bajas en estos Estados, y movilizar progresivamente el ahorro interior para completar las inversiones extranjeras directas. La estabilidad macroeconómica debe consolidarse y los déficit públicos tienen que ser reducidos. A tal efecto, las reformas internas deben continuar. La Comisión juzga que los fondos estructurales de la UE pueden contribuir a la convergencia, siempre que se dé una concentración geográfica y temática más específica.

Empleo: la Comisión teme que los objetivos de la estrategia de Lisboa en materia de empleo, es decir, el aumento de la tasa de empleo prevista para 2010, no puedan lograrse. Ello está ligado a la lentificación económica y también a la lentitud e insuficiencia de los avances realizados en materia de reformas estructurales. La Comisión constata sin embargo progresos en algunos ámbitos como el aumento de la tasa de empleo de las mujeres. Considera que la estrategia está clara, pero recuerda a los Estados miembros que queda mucho por hacer en materia de reformas: diferenciación de los salarios, normativa del mercado laboral, mejora de la educación y la formación, etc. Estas reformas deben ser consustanciales a cada país, teniendo en cuenta las distintas normativas del mercado laboral y de protección social.

Productividad: no sólo el volumen de mano de obra debe aumentar, sino que también debe reforzarse el crecimiento de la productividad. La lentificación de la productividad es de carácter estructural, ligada a su escaso crecimiento en sectores de tecnología media, al tamaño relativamente reducido de la industria europea de tecnologías de la información y la comunicación, etc. Además, la mundialización y la mayor movilidad internacional de los capitales permiten realizar beneficios más elevados fuera de Europa, lo que influye sobre la productividad del capital en la UE. Estos cambios explican en parte porqué el crecimiento de la productividad laboral ha disminuido. La Comisión constata que la productividad total de todos los factores viene determinada por la competencia de los asalariados y el nivel de tecnología de los bienes de equipo. Desea que la economía del conocimiento sea potenciada aún más en Europa para alcanzar el mismo nivel que en Estados Unidos, ya que este país se orientó en materia de productividad hacia sectores con fuerte crecimiento, como los de fabricación de productos y prestación de servicios ligados a las tecnologías de la información y la comunicación. Gracias a su sistema de innovación mejor adaptado y a unos mayores importes asignados a investigación, los Estados Unidos pueden hacer frente mejor a las presiones competitivas y tecnológicas derivadas de la mundialización desde mediados de los años 80. Es primordial proceder a reformas permitiendo a empresas nuevas e innovadoras desarrollarse y proseguir el proceso de integración interna.

Medio ambiente: la protección del medio ambiente y el crecimiento económico a menudo se consideran difícilmente conciliables. Sin embargo, la demanda de protección del medio ambiente aumenta en paralelo al crecimiento económico. La política de protección medioambiental intenta colocar los recursos naturales bajo un régimen de propiedad común de la humanidad, en previsión de las restricciones a las actividades de riesgo o perjudiciales. La intensidad contaminadora de las actividades en Europa se redujo gracias a la intervención pública, a las fuerzas del mercado y al crecimiento del sector de servicios. La Comisión subraya que el aumento de la protección medioambiental no tuvo lugar debido a una exportación de la contaminación por deslocalizaciones a gran escala. Las políticas medioambientales causan un ajuste de las estructuras económicas, por ejemplo al adoptar regímenes que protegen los cada vez más escasos recursos naturales y teniendo en cuenta los nuevos conocimientos científicos. También deben tener en cuenta los riesgos sanitarios a los que está expuesta la población.

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Última modificación: 06.10.2005