Formación y contratación de la gente de mar

La presente Comunicación define una serie de acciones prioritarias que, debidamente aplicadas por los Estados miembros y los interlocutores sociales, podrían poner remedio a la situación actual de escasez de marinos comunitarios.

ACTO

Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo, de 6 de abril de 2001, sobre la formación y la contratación de la gente de mar [COM (2001) 188 final - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

El número total de nacionales de la UE empleados a bordo de buques de pabellón comunitario es actualmente alrededor de 120.000 personas, lo que supone una disminución del 40% respecto a 1985, mientras que el número de nacionales extracomunitarios empleados a bordo de buques comunitarios ha pasado de 29.000 en 1983 a unos 34.500 en la actualidad. Se estima que el déficit de oficiales comunitarios podría ascender a 13.000 en 2001, y a 36.000 en 2006, situación agravada por el problema del envejecimiento de esos oficiales.

Varios factores sociológicos o financieros explican la falta de atractivo del oficio para los jóvenes europeos. Entre 1992 y 1999, los ingresos mensuales medios de la gente de mar especializada descendieron un 53% para los alemanes, un 51% para los belgas, un 49% para los holandeses, un 26% para los portugueses y un 14% para los franceses. Los jóvenes aspirantes a marinos aceptan peor el alejamiento de la familia y de los amigos, mientras que la posibilidad de visitar lugares exóticos ha desaparecido porque los buques sólo hacen escalas de corta duración o permanecen fuera del puerto para sus operaciones comerciales. Así, el porcentaje de abandono los cursos de formación marítima se sitúa entre un 22 y un 32% y entre un 60 y un 70% en algunos Estados miembros.

A esto se añade el hecho de que, ante la mayor competencia de los terceros países, varios armadores de la UE decidieron reducir sus costes registrando sus buques bajo pabellón extracomuntario o bajo segundos registros nacionales, al mismo tiempo que sustituían a sus marinos comunitarios por mano de obra de terceros países, con unos costes salariales inferiores.

La falta actual de gente de mar comunitaria podría tener consecuencias dramáticas. En primer lugar, desde el punto de vista de la seguridad, un 80% de los accidentes se debe a errores humanos y en general el personal de terceros países está peor cualificado que el comunitario. A eso se añade que toda una serie de actividades vinculadas al transporte (puertos, compañías marítimas, organismos de inspección, compañías de seguros) podría enfrentarse a dificultades de contratación en la medida en que una experiencia en el mar constituye a menudo una ventaja o requisito previo a la hora de contratar personal.

Para la Comisión, no se trata de promulgar nuevos actos legislativos, sino más bien de velar por la aplicación correcta de la legislación vigente o pendiente de adopción, con la única excepción de un acto legislativo relativo a los buques abandonados en los puertos comunitarios. Se trataría de autorizar a los puertos a revender estos buques y a aplicar la legislación sobre los traspasos de empresas y los despidos colectivos.

La Comisión desea que todos las partes interesadas del sector combinen sus esfuerzos y apliquen las medidas prioritarias siguientes:

Servicios de pasajeros y transbordadores

Frente a la tendencia reciente a contratar marineros extracomunitarios en este sector (en primer lugar en la restauración, luego entre los oficiales), la Comisión insta a la adopción de una legislación europea en estudio encaminada a garantizar condiciones de empleo iguales para los marinos comunitarios y no comunitarios y considera que podría llegarse a un acuerdo sobre este tema entre los interlocutores sociales. Este acuerdo podría también incluir otros aspectos, como la mejora de la formación, las condiciones de vida y trabajo, la definición de trayectorias profesionales y los niveles salariales.

Campañas de sensibilización y de promoción del empleo

La Comisión recomienda la organización de campañas de sensibilización coordinadas, tanto a escala nacional como europea, con el fin de mejorar la imagen de marca de este sector ante los jóvenes. Deberán hacer hincapié en el amplio abanico de posibilidades de empleo ofrecidas a los marinos en actividades muy diversas. Paralelamente, los interlocutores sociales deberían promover aún más el acceso de las mujeres a las profesiones marítimas.

Condiciones de vida y trabajo

Para hacer más atractivas las condiciones de vida y trabajo a bordo, la Comisión preconiza la utilización de las tecnologías modernas de la información (correo electrónico, por ejemplo) que deben facilitar a los marinos permanecer en contacto con sus familias. Así pues, habría que contemplar la instalación de salas de informática a bordo de los buques y el suministro de ordenadores a las familias de los marineros. La instalación de salas de lectura, música y vídeo es también otra posibilidad. Pero la medida más importante es la organización de períodos de rotación convenientes entre las actividades en mar y en tierra. Por último, la Comisión invita a los armadores a estudiar la posibilidad de incrementar el salario de los oficiales a bordo de los buques con miras a convencer a los jóvenes a elegir el mar.

Educación y formación

Sin cuestionar la competencia general de los Estados en materia de formación, la Comisión desea llamar la atención sobre medidas susceptibles de mejorar globalmente el sistema de educación y formación marítimas. Propone, en concreto:

La Comisión sigue creyendo que la creación de un fondo comunitario específico para la formación marítima no es una opción realista y recomienda más bien a los Estados miembros utilizar las posibilidades ofrecidas por los instrumentos comunitarios existentes (programas Sócrates y Leonardo).

Apoyo del programa de investigación

La Comisión cita una serie de ámbitos de investigación que podrían abordarse en el futuro sexto programa marco:

Última modificación: 24.01.2007