Navegación por satélite: Galileo

GALILEO es el programa europeo de radionavegación y posicionamiento por satélite. Lanzado por la Comisión Europea y desarrollado conjuntamente por la Agencia Espacial Europea, este programa dota a la Unión Europea (UE) de una tecnología independiente del GPS estadounidense y el GLONASS ruso. La Comunicación mencionada marca los inicios de GALILEO y define los retos y objetivos del programa.

ACTO

Comunicación de la Comisión de 10 de febrero de 1999: Galileo - La participación de Europa en una nueva generación de servicios de navegación por satélite [COM (1999) 54 final - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

Lo que está en juego

En el sector de la navegación por satélite, los retos son considerables y de naturaleza múltiple. En la actualidad, hay dos sistemas que compiten entre sí: el GPS (Estados Unidos), que domina el mercado, y el GLONASS (Federación Rusa).

La dependencia actual, sobre todo respecto al sistema GPS, plantea interrogantes de carácter estratégico puesto que los sistemas utilizados no están bajo control europeo. Por tanto, el reto consiste en garantizar las necesidades estratégicas europeas, por ejemplo, en materia de política exterior y de seguridad común, sin costes ni riesgos excesivos.

La navegación por satélite ofrece ventajas evidentes para la gestión del transporte, contribuyendo a aumentar la seguridad, agilizando las operaciones de tráfico, reduciendo la congestión y el deterioro del medio ambiente y facilitando el desarrollo multimodal. Los sistemas actuales, GPS y GLONASS, no parecen garantizar la fiabilidad y disponibilidad indispensables para el transporte, sobre todo, de viajeros. Estos inconvenientes pueden solucionarse mediante la puesta en marcha del sistema europeo.

Por otra parte, se plantean retos de índole económica e industrial. En efecto, ante un potencial de mercado mundial evaluado en 40.000 millones de euros para el año 2005, el desafío consiste en que Europa pueda hacerse con la parte que le corresponde del mercado de la navegación por satélite y con los puestos de trabajo que ello generaría. Se estima que la creación de la infraestructura Galileo generará 20.000 puestos de trabajo y que su explotación creará 2.000 puestos permanentes, sin contar las oportunidades en el campo de las aplicaciones.

Finalmente, hay que tener en cuenta que su aplicación al cumplimiento de la reglamentación no es un aspecto de importancia menor. En efecto, el recurso a sistemas de información que hagan uso de las señales de localización y sincronización podría permitir la vigilancia del cumplimiento de algunas normativas comunitarias, sobre pesca, por ejemplo, o sobre protección del medio ambiente.

Ante la ventaja de salida que tienen los Estados Unidos, es preciso que, frente a estos retos, Europa tome una decisión lo antes posible sobre su participación en la próxima generación de sistemas de posicionamiento, navegación y determinación de la hora basados en satélites.

Opciones estratégicas

El desarrollo de un sistema mundial de navegación por satélite (GNSS) debe hacerse de forma concertada. De acuerdo con la solicitud del Consejo Europeo de marzo de 1998, que pedía a la Comisión que estudiara la posibilidad de crear un sistema común con los Estados Unidos, se celebraron conversaciones, que han permitido aclarar las posibles opciones. Dado que Estados Unidos no está dispuesto, fundamentalmente por razones militares, a aceptar que Europa pueda tener en el futuro una parte de la propiedad y desempeñar un papel importante en el control del sistema GSP, la cooperación debería basarse:

La Comisión ha optado por esta última solución, rechazando así la opción cero, que consistiría en renunciar conscientemente a toda participación europea en el segmento espacial básico del futuro GNSS.

Según la Comisión, Galileo debe estar abierto también a otros socios, con los que ya se han establecido contactos, por ejemplo:

Por último, Galileo deberá explotar las posibilidades que brinda la aplicación de un sistema de navegación por satélite a las necesidades civiles esforzándose en resolver las insuficiencias del GPS y aumentar la fiabilidad del GNSS. Desde el principio, este sistema habrá de tener una cobertura mundial.

Requisitos y características técnicas

Galileo debe estar concebido de manera que tenga una cobertura planetaria y posibilite aplicaciones para el público en general, con un buen nivel de seguridad para las actividades de transporte europeas pero la menor infraestructura espacial posible. Además, tiene que proporcionar, como, mínimo una precisión horizontal inferior a 10 metros.

En materia de seguridad, el sistema ha de garantizar la protección física de infraestructuras vitales y el suministro de unas señales de navegación precisas en caso de crisis o guerra. Hay que trabajar a conciencia para que la utilización inadecuada de la señal espacial y el acceso al sistema por fuerzas enemigas en caso de guerra sean totalmente imposibles. Para responder a estos requisitos de seguridad, los expertos preconizan el establecimiento de un acceso controlado.

Aspectos financieros

El coste total de Galileo durante el período 1999-2008 se estima entre 2.200 y 2.950 millones de euros, dependiendo del grado de cooperación con los Estados Unidos y del uso de sistemas terrestres.

La política que están aplicando los Estados Unidos consiste en suministrar gratuitamente la señal básica de GPS. La aplicación de este tipo de planteamiento a Galileo creará una necesidad de financiación pública importante porque el sector privado no está en condiciones de correr solo con estos costes, que son necesarios para suministrar un servicio gratuito a los usuarios.

Galileo constituye un elemento clave de la red transeuropea y de la política común de transportes y, por eso, se justifica una financiación comunitaria con cargo, principalmente, al presupuesto de la Unión Europea, especialmente los presupuestos de las RTE, la Agencia Espacial Europea y el Quinto Programa Marco de I+D. Además, se podrían generar ingresos específicos mediante disposiciones reglamentarias como pueden ser la instauración de algunos servicios de acceso controlado reservados a los abonados o el cobro de un canon por receptor de señales. Por último, convendría impulsar la creación de una asociación público-privada.

Marco organizativo

Para diseñar, construir y explotar Galileo, la Comisión propone un marco organizativo en el que participen, en particular, el Grupo de Alto Nivel GNSS, la Comisión, la Agencia Espacial Europea y todos los inversores. En este sentido, podría crearse una pequeña administración ad hoc.

Sin embargo, lo fundamental es, sobre todo, conseguir desde el principio un compromiso político para dar el impulso necesario a la inversión privada, de manera que puedan negociarse las características del sistema con los socios internacionales y reforzar la influencia de Europa en este campo estratégico. El Consejo Europeo podría dar unas orientaciones en este sentido.

Contexto

Tras una primera comunicación en enero de 1998, el Consejo Europeo de marzo de 1998 invitó a la Comisión a que le presentara unas recomendaciones sobre un planteamiento europeo en materia de navegación mundial por satélite. La Comunicación publicada constituye la respuesta a la solicitud del Consejo y ha ido seguida en 2002 de la creación de la empresa común Galileo y, posteriormente, de la aprobación del Reglamento sobre el despliegue y la explotación del programa Reglamento sobre el despliegue y la explotación.

ACTOS CONEXOS

Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a la ejecución de las fases de despliegue y de explotación del programa europeo de radionavegación por satélite [COM(2004) 477 final - no publicado en el Diario Oficial].

El programa Galileo ha llegado a una fase de madurez avanzada y en este momento va mucho más allá de un simple proyecto de investigación. Este Reglamento tiene por objeto dotar al programa de una base jurídica específica, más apta para satisfacer sus necesidades industriales y comerciales y más adecuada a las exigencias de una buena gestión financiera.

Reglamento (CE) n° 876/2002 del Consejo, de 24 de mayo de 2002, por el que se crea la Empresa Común Galileo.

En virtud de esta disposición se crea la Empresa Común encargada de la gestión de la fase de desarrollo (2002-2005) del Programa GALILEO. Además de la gestión de la fase de desarrollo hasta 2005, la Empresa Común tiene que preparar la ejecución de las fases posteriores del programa (despliegue y explotación).

Resolución del Consejo de 3 de agosto de 1999 [Diario Oficial C 221 de 3 de agosto de 1999].

El 19 de julio de 1999, el Consejo adoptó una Resolución sobre «La participación de Europa en una nueva generación de servicios de navegación por satélite - Galileo - Fase de definición», en la cual invitaba a la Comisión a presentarle un proyecto de mandato de negociación para explorar todas las posibilidades de cooperación con los Estados Unidos y Rusia. Asimismo, pedía que le presentara un análisis riguroso de la relación coste/beneficio estudiando, especialmente, las fuentes de ingresos posibles, la asociación prevista entre el sector público y el privado, y las posibilidades de financiación a cargo del sector privado.

Última modificación: 13.01.2006