Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 2000 (CMR-2000)

1) OBJETIVO

Suscitar, habida cuenta de los resultados de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de 1997, un debate político en el Parlamento Europeo y el Consejo sobre los intereses comunitarios de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR-2000) y garantizar la oportuna participación de todas las partes interesadas en el proceso preparatorio.

2) ACTO

Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo sobre las necesidades en materia de radiofrecuencias de las políticas comunitarias en el contexto de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR-2000) [COM (98) 298 final - no publicado en el Diario Oficial].

3) SÍNTESIS

Resulta imprescindible, en beneficio de la economía europea, los consumidores y la seguridad de las personas, establecer una amplia gama de tecnologías y servicios de radiocomunicaciones. Estas tecnologías y servicios tienen a su cargo conexiones esenciales en las redes de telecomunicaciones públicas y privadas, garantizan la eficacia y la seguridad de los transportes marítimos, aéreos y terrestres, permiten ofrecer servicios de información y programas recreativos en el sector de la radiodifusión, y, por último, hacen posibles las previsiones meteorológicas y contribuyen a la lucha contra la contaminación y a la realización de otras muchas funciones que la sociedad moderna necesita. Estos servicios de radiocomunicaciones tienen en común competir por la utilización de los limitados recursos del espectro de radiofrecuencias.

Los tipos de servicios autorizados a utilizar determinadas frecuencias y la manera de utilizarlas se determinan en el marco de las conferencias mundiales de radiocomunicaciones (CMR), organizadas bajo los auspicios de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), en las que participan los 15 Estados miembros de la Unión Europea. En la última CMR, celebrada en 1997, se adoptaron decisiones importantes por lo que se refiere a las comunicaciones móviles y por satélite, a la radiodifusión y a los servicios de radionavegación por satélite y servicios aeronáuticos. La próxima CMR se organizará en marzo de 2000.

El contexto en el que se inscriben las CMR ha experimentado una gran transformación. Si en el pasado se abordaban cuestiones fundamentalmente técnicas, las decisiones relativas a la atribución de las frecuencias se basan cada vez en mayor medida en consideraciones económicas y políticas, por influjo de la liberalización, la competencia, la mundialización y la innovación tecnológica en los sectores de las comunicaciones y la información.

A nivel comunitario, la aplicación de un gran número de políticas comunes exige disponer de las frecuencias necesarias, como es el caso de las comunicaciones móviles y por satélite, la radiodifusión, los servicios aeronáuticos y de radionavegación por satélite y las actividades de observación de la Tierra.

Los Estados miembros no desean confiar a la Comunidad ni la tarea de elaborar posiciones comunitarias comunes, ni la de representarlos en las negociaciones en el marco de las CMR. Sin embargo, vista la evolución del contexto en el cual se inscriben estas conferencias, cada vez resulta más necesario que las posiciones que en ellas se defienden reciban un respaldo a nivel político, dado que las diferencias de opinión en cuanto a la armonización de las frecuencias entre los distintos participantes en las CMR se deben generalmente a una evaluación política distinta de los sistemas de radiocomunicaciones de interés comercial o general. Esta situación podrá observarse claramente, por ejemplo, si Europa solicita frecuencias suplementarias para el desarrollo de las comunicaciones móviles de tercera generación (UMTS), y otros países se oponen a ello, sea porque a nivel nacional se potencian más las comunicaciones por satélite (caso, en particular, de los Estados Unidos), sea por la existencia de dificultades relacionadas con la eliminación progresiva o la reubicación de los sistemas existentes (países en vías de desarrollo). Puede resultar necesario disponer de frecuencias para los servicios aeronáuticos y de radionavegación, con el fin de satisfacer la demanda de las aplicaciones tanto comerciales como de interés público en función de las necesidades y prioridades nacionales, sin por ello dejar de tener en cuenta las peticiones de los operadores comerciales de comunicaciones móviles por satélite. Por consiguiente, para obtener buenos resultados en las CMR y garantizar que los intereses de la Comunidad estén bien representados en los contactos con sus principales socios comerciales, tanto desde el punto de vista técnico como desde el punto de vista político, es esencial que las posiciones técnicas establecidas cuenten con un respaldo político eficaz. La Comunidad, representada por la Comisión, podría desempeñar un papel decisivo a este respecto, siempre que los propios Estados miembros respaldaran políticamente las posiciones elaboradas para las CMR.

La coordinación de las posiciones de los Estados miembros en la CEPT con vistas a las CMR de 1995 y 1997 condujo en general a resultados que han permitido el desarrollo permanente del mercado europeo de las radiocomunicaciones. Para la CMR-97, los 43 países miembros de la CEPT firmaron unas 300 "propuestas europeas comunes" (EPC) relativas a los 50 puntos del orden del día, la mayor parte de las cuales fueron aprobadas por la Conferencia. Sin embargo, aunque las posiciones europeas comunes presentadas en la CMR-97 contaron con un apoyo satisfactorio de los países europeos, algunos puntos muy controvertidos no pudieron resolverse sobre bases puramente técnicas, como ocurrió en el caso de los servicios de alta velocidad por satélite y de los servicios aeronáuticos y de radionavegación por satélite, así como de observación de la Tierra. El marco comunitario aplicable a las comunicaciones por satélite y a las comunicaciones móviles, que prevé la consulta con la industria y los organismos representativos y la coordinación con ellos, permite traducir de manera relativamente precisa las políticas comunitarias en las radiofrecuencias necesarias, cuya atribución debe negociarse en las CMR. Sin embargo, en el caso de las otras políticas mencionadas estas actividades de consulta y coordinación no son siempre tan automáticas, por lo cual se corre el riesgo de que los intereses comerciales del sector de las telecomunicaciones estén mejor situados para obtener las frecuencias disponibles.

De acuerdo con las Conclusiones del Consejo de 22 de septiembre de 1997, adoptadas sobre la base de la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo sobre la CMR-97, la Comisión Europea participará en la CMR-2000 con los objetivos siguientes:

No obstante, resulta necesario abordar estos objetivos en el marco de un examen general de la política de frecuencias en la Comunidad, examen en el que las necesidades de frecuencias se sitúen dentro de un plan de frecuencias estratégico europeo a largo plazo que consiga un equilibrio entre los intereses generales y los comerciales, se base en una amplia consulta con todas las partes interesadas, sea aprobado a nivel político y permita la preparación de posiciones europeas con vistas a la CMR.

4) TRABAJOS POSTERIORES

Comunicación de la Comisión, de 19 de noviembre de 2003, al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones - Resultados de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones 2003 (CMR - 2003) [COM (2003) 707].

Esta comunicación da cuenta de los resultados positivos de las negociaciones puesto que, desde un punto de vista comunitario, se alcanzaron los principales objetivos de la CMR-03. Entre los logros más notables caben destacar la armonización a escala mundial de las condiciones de utilización de los sistemas RLAN de banda ancha y la protección a largo plazo del sistema de navegación por satélite Galileo.

Última modificación: 20.11.2003