Gestión de los biorresiduos en la Unión Europea

Para limitar los gases de efecto invernadero, es esencial una gestión óptima de los biorresiduos. Por ello, la Comisión Europea va a llevar a cabo una evaluación sobre la gestión de los biorresiduos, con el fin de presentar, si procede, una propuesta.

ACTO

Libro Verde de la Comisión Europea sobre la gestión de los biorresiduos en la Unión Europea [COM(2008) 811 final – no publicado en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

El presente Libro Verde tiene como objetivo mejorar la gestión de los biorresiduos, que incluyen:

Se trata de un concepto nuevo en la legislación que se diferencia de los residuos biodegradables en que no incluye el papel.

Con el fin de preparar un debate sobre las opciones que hay para mejorar la gestión de estos residuos, el Libro Verde analiza los distintos tipos de gestión existentes, el uso de estos distintos tipos de gestión por parte de los Estados miembros, su impacto sobre el medio ambiente, la salud, el empleo y la economía, así como los instrumentos jurídicos existentes que regulan dicha gestión.

Recogida selectiva

Esta técnica consiste en la recogida de los residuos de cocina junto con los residuos sólidos municipales (RSU) mezclados. De esta forma, el poder calorífico de los RSU puede aprovecharse para producir un compost de alta calidad y facilitar la producción de biogás.

El potencial global máximo de los biorresiduos recogidos selectivamente se estima en 150 kg por habitante al año. No obstante, en estos momentos, sólo se aprovecha un 30 % de este potencial. Sería conveniente desarrollar esta técnica para producir más compost, que podría utilizarse en la rehabilitación de tierras o la cobertura de vertederos. Además, el aumento del compost también sería beneficioso para la agricultura.

No obstante, la optimización de este sistema será compleja, ya que requiere modificar los hábitos de los ciudadanos.

Depósito en vertederos

Este método es el más utilizado, sobre todo en los nuevos Estados miembros, aunque se considera la solución menos conveniente entre todos los sistemas de tratamiento de residuos.

El depósito en vertederos tiene un impacto medioambiental considerable. Al descomponerse, los biorresiduos producen metano (gas de efecto invernadero) y generan sustancias que pueden contaminar las aguas subterráneas y el suelo. Además, los vertederos producen bioaerosoles, olores e impacto visual, y ocupan una superficie importante que representa una pérdida irreparable de recursos y tierra.

La Directiva relativa al vertido de residuos proporciona un marco legislativo para el tratamiento de los biorresiduos y exige que ciertas categorías de biorresiduos sean separadas y no sean depositadas en vertederos.

La aplicación de la Directiva sobre el vertido de residuos hará que, en el futuro, esta alternativa sea menos interesante económicamente.

Incineración

Los biorresiduos se incineran normalmente como parte de los RSU. Esta técnica puede considerarse recuperación de energía o eliminación.

Este procedimiento está muy extendido entre los Estados miembros. La incineración de biorresiduos se realiza generalmente por medio de la cogeneración de electricidad y calor con condensación de los gases de combustión, para recuperar la energía.

La incineración de RSU que contienen residuos biodegradables genera gases de efecto invernadero y otros contaminantes, como dioxinas. La Directiva de incineración de residuos limita, no obstante, las emisiones procedentes de los RSU.

Desde el punto de vista económico, la incineración exige una inversión importante, pero permite realizar economías de escala y no requiere ninguna modificación de los actuales sistemas de recogida de RSU. Este método es rentable ya que permite la recuperación de energía.

Tratamiento biológico

Este tratamiento incluye el compostaje y la digestión anaerobia. El compostaje puede considerarse una forma de reciclado, ya que el compost se utiliza en las tierras y cultivos, mientras que la digestión anaerobia es un tipo de recuperación de energía.

La demanda de compost en Europa varía según las necesidades de mejora de los suelos. En este sentido, la estrategia europea a favor de la protección de los suelos debería fomentar la demanda de compost. La Directiva marco revisada relativa a los residuos establece una serie de criterios de calidad para el compost.

Dada la diversidad de técnicas de producción y de mercados, es difícil establecer un coste global para las técnicas de tratamiento biológico. En todo caso, la venta de compost y la recuperación de energía mediante digestión anaerobia puede representar una fuente de ingresos.

Comparación de las distintas opciones de gestión de biorresiduos

El Libro Verde subraya la diversidad de soluciones posibles para lograr una gestión óptima de los biorresiduos. El impacto medioambiental de los distintos sistemas de tratamiento depende de factores locales, tales como los sistemas de recogida, la composición de los residuos, las condiciones climáticas o el potencial de utilización de los diversos productos derivados.

Los beneficios del sistema de gestión de residuos elegido para los biorresiduos dependen en gran medida de lo siguiente:

Contexto

Tras un periodo de estabilización, el volumen de biorresiduos podría aumentar en la Unión Europea. Esto hace que sea conveniente reforzar las políticas para la prevención de este tipo de residuos, con el fin de contener las emisiones de gases de efecto invernadero.

La Comisión presentará a finales de 2009, si procede, algunas propuestas sobre la gestión de los biorresiduos.

Última modificación: 02.03.2009