Comunicación sobre el futuro de la estrategia europea de empleo (2003)
Esta Comunicación, presentada por la Comisión como documento de debate con vistas a la revisión de la EEE en 2003, ha tenido por objeto presentar las líneas generales de la nueva estrategia de empleo, con ejemplos concretos de objetivos existentes y consideraciones y sugerencias de posibles nuevos objetivos. La Comunicación introduce una nueva generación de directrices. Está previsto efectuar una revisión posterior en 2005, en el marco de la revisión de la Estrategia de Lisboa.
ACTO
Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, de 14 de enero de 2003, - «El futuro de la estrategia europea de empleo (EEE) - una estrategia para el pleno empleo y mejores puestos de trabajo para todos» [COM (2003) 6 final - no publicada en el Diario Oficial].
SÍNTESIS
La Comunicación completa el balance de los cinco años de la estrategia europea de empleo (EEE). Estimando que la EEE es un elemento fundamental de apoyo de la Agenda de Lisboa, la Comisión hace hincapié en que ésta contribuirá a responder a los retos a medio y largo plazo a los que ha de hacer frente la Unión Europea, en particular mediante una nueva generación de directrices para el empleo.
Lo más destacable de las recomendaciones de la Comisión son la simplificación de las directrices, la definición de objetivos cuantitativos, una mejor coordinación de las políticas y la movilización de los distintos agentes que intervienen en la aplicación de la EEE.
Las nuevas directrices tienen tres objetivos globales:
- El pleno empleo, mediante el incremento de las tasas generales de empleo (67 % en 2005 y 70 % en 2010 de media para la Unión Europea), de las tasas de empleo de las mujeres (57 % y 60 %, respectivamente) y la de los trabajadores mayores (50 % en 2010).
- La calidad y la productividad en el trabajo: ambas están estrechamente relacionadas; la calidad incluye, en particular, la satisfacción con la remuneración y las condiciones de trabajo, la salud y la seguridad en el lugar de trabajo, la existencia de una organización flexible del trabajo y de disposiciones en materia de ordenación del tiempo de trabajo, y el equilibrio entre la flexibilidad y la seguridad.
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Cohesión y mercado laboral que fomente la inserción de todas las personas que deseen trabajar (23 millones de solicitantes de empleo en 2001; la tasa de empleo de los 38 millones de personas con discapacidad no llega al 40 %).
Para alcanzar esos objetivos globales, la Comisión propone lo siguiente:
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Introducir o reforzar medidas activas y preventivas destinadas a los desempleados y a las personas inactivas, mediante la presentación de una oferta apropiada a la persona apropiada en el momento apropiado, mediante la identificación temprana de las necesidades de cada solicitante de empleo, y mediante un plan de acción personalizado con vistas a garantizar una integración duradera. Debe prestarse especial atención al desempleo de los jóvenes y al desempleo de larga duración.
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Hacer que sea más rentable trabajar, mediante una revisión de los sistemas fiscales y de protección social para suprimir las trampas del desempleo y de la pobreza, alentando la incorporación y la permanencia de las mujeres en el mercado laboral, o su reintegración tras una interrupción de su carrera profesional, y manteniendo a los trabajadores mayores durante un mayor período de tiempo en la vida activa.
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Fomentar el espíritu empresarial para crear más y mejores puestos de trabajo, en particular a través de la sensibilización sobre la posibilidad de optar por un trabajo autónomo, sobre todo entre los desempleados, las mujeres, los jóvenes y las personas inactivas, así como a través de la reducción de los obstáculos que entorpecen la contratación de personal, sobre todo en las empresas de pequeñas dimensiones.
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Transformar el trabajo no declarado en empleo legal, a través de la sensibilización sobre los efectos nefastos del trabajo no declarado, la simplificación de los procedimientos y de la legislación, la reducción de la carga fiscal que grava el trabajo, la vigilancia y sanciones eficaces.
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Promover el envejecimiento activo, para mantener a los trabajadores más tiempo en actividad, en particular mejorando la calidad del trabajo.
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Desarrollar y reforzar la política de inmigración con vistas a una buena integración de los migrantes.
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Promover la capacidad de adaptación en el mercado laboral, mediante la diversificación de las condiciones contractuales y las modalidades relativas al tiempo de trabajo, mediante el fomento del acceso a la formación y mediante la negociación entre los interlocutores sociales.
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Fomentar la inversión en recursos humanos y las estrategias de aprendizaje permanente, mediante la reorientación del gasto público a fin de incrementar la eficacia en estos ámbitos, mediante la elevación del nivel de educación y mediante una mayor participación de las empresas en la formación de adultos.
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Promover la igualdad entre hombres y mujeres, evaluando sistemáticamente la incidencia de las nuevas propuestas legislativas sobre la igualdad entre hombres y mujeres, incrementando la participación de las mujeres en estos ámbitos clave, como la enseñanza superior y la investigación, y promoviendo estructuras que permitan a las mujeres conservar su empleo, por ejemplo guarderías.
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Apoyar la integración y la lucha contra la discriminación en el mercado de trabajo de las personas desfavorecidas, por ejemplo debido a una discapacidad, al origen étnico, a la situación familiar, a la edad, al lugar de residencia, etc.;
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Reducir las disparidades regionales en materia de empleo, a través de una política específica dirigida a la calidad de los recursos humanos, la adquisición de competencias y del aprendizaje permanente, y de las asociaciones locales y regionales, fomentando la creación de empleo y la lucha contra las carencias en materia de cualificaciones.
En el anexo de la presente Comunicación se incluyen ejemplos de indicadores y de los objetivos cuantificados para la EEE.
Los servicios operativos que desempeñan un papel especialmente importante en el contexto de la EEE son los servicios de empleo, los servicios de reinserción social, los servicios de formación y los servicios de inspección de trabajo. Los interlocutores sociales, a los que se ha pedido que presenten un informe anual sobre su contribución a escala europea, nacional, regional y local, también participan estrechamente en la aplicación de la EEE.
El Consejo Europeo de Berlín de 1999 consagró el Fondo Social Europeo (FSE) como instrumento financiero clave para apoyar la EEE, pero es preciso tener en cuenta la evolución de los mercados de empleo regionales y nacionales al aplicar los programas de los Fondos Estructurales.
ACTOS CONEXOS
Resolución del Consejo, de 6 de febrero de 2003, sobre la inclusión social mediante el diálogo y la cooperación social [Diario Oficial C 39 de 18.2.2003].
Última modificación: 03.03.2005