Reforma de las universidades en el marco de la estrategia de Lisboa

Si las partes interesadas no reaccionan, podría incrementarse el desfase que separa las universidades europeas de sus principales competidores mundiales. La Comunicación muestra tres ámbitos para la reforma de las universidades: mejorar su calidad y reforzar su atractivo, mejorar su gobernanza y sus sistemas, e incrementar y diversificar su financiación con o sin aportación importante por parte de los estudiantes.

ACTO

Comunicación de la Comisión de 20 de abril de 2005 - Movilizar el capital intelectual de Europa: crear las condiciones necesarias para que las universidades puedan contribuir plenamente a la estrategia de Lisboa [COM (2005) 152 final - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

Las universidades europeas, a pesar de una calidad de enseñanza bastante buena, no logran liberar todo su potencial para estimular el crecimiento económico, la cohesión social y la mejora de la calidad y cantidad de empleo. La Comisión invita a los Estados miembros a presentar medidas que permitan a las universidades desempeñar claramente su función en la estrategia de Lisboa revisada. También insta al Consejo a que adopte una resolución para crear un nuevo tipo de asociación entre los poderes públicos y las universidades, e invierta de manera suficiente en la enseñanza superior.

Europa debe reforzar los tres vértices de su triángulo del conocimiento, a saber, la educación, la investigación y la innovación. La universidad desempeña un papel decisivo en cada uno de estos ámbitos. Invertir más y mejor en la modernización y la calidad de las universidades significa invertir directamente en el futuro de Europa y de los europeos.

La presente Comunicación se basa en gran medida en una serie de opiniones coincidentes expresadas en el marco del proceso de consulta, en el que se identificaron los tres principales retos a los que ha de enfrentarse la enseñanza superior europea: conseguir un nivel de calidad mundial, mejorar la gobernanza e incrementar y diversificar la financiación.

En el marco de la estrategia de Lisboa, la Comisión quiere actuar en tres frentes:

La calidad y el atractivo de las universidades

Las tasas de acceso a la enseñanza superior y su finalización son más elevadas en Estados Unidos, Canadá o Corea del Sur. A pesar de que forma al mayor número de investigadores, la Unión Europea no emplea los suficientes. La tendencia a la uniformidad en los sistemas nacionales suele beneficiar a los cualificados académicamente y excluye a los que no se ajustan al modelo estándar. La fragmentación del sistema universitario europeo y su aislamiento con respecto a la industria también generan una falta de espíritu emprendedor en los titulados y un alejamiento del mercado de trabajo.

Tras la consulta a las universidades europeas, la Comisión destaca la necesidad de:

La Comisión defiende la calidad especialmente a través del programa Marie Curie (EN) para el desarrollo de las carreras y la movilidad de investigadores, así como por el apoyo a un programa de posdoctorado en el Instituto Universitario de Florencia (EN). También desea crear un Instituto europeo de tecnología.

Gobernanza

Una reglamentación excesiva y la organización de los programas de estudios a nivel nacional impiden la modernización y la gestión eficaz de las universidades de la UE. Para realizar la reforma de la gobernanza, las universidades europeas solicitan una creciente autonomía en la preparación de sus programas, la gestión de su personal y de sus instalaciones y recursos. También desean reforzar la función de los poderes públicos en la orientación estratégica del sistema en su conjunto. Por consiguiente, no se trata de un llamamiento a favor de la retirada del Estado, sino a un nuevo reparto de las tareas.

La Comisión invita a los Estados miembros a suavizar el marco reglamentario para permitir a las direcciones de las universidades emprender auténticas reformas y tomar decisiones estratégicas.

Financiación

Aunque semejante a la de Japón, la financiación de las universidades europeas, que supone el 1,1 % del Producto Interior Bruto (PIB), sigue siendo muy inferior a la de EE.UU. o Canadá. Para corregir este desfase, la Comisión destaca la necesidad de invertir cada año 150 000 millones de euros suplementarios a escala europea. Considera que una inversión total cercana al 2 % del PIB sería el esfuerzo mínimo para alcanzar los objetivos buscados. Mientras que en la Unión Europea (UE) el sistema de enseñanza superior europeo se basa principalmente en la financiación pública, en los países competidores se puede observar una diversificación de la financiación, con una mayor aportación de la industria y de los hogares.

Las universidades han de hacer gala ante todo de una utilización eficaz de los recursos existentes para poder acceder a una nueva financiación. La financiación suplementaria serviría a alentar la innovación y las reformas para alcanzar un nivel elevado de calidad de la enseñanza, la investigación y los servicios. La Comisión también plantea la cuestión del aumento de las tasas académicas acompañado de un sistema de ayuda eficaz para los grupos de población con ingresos más bajos y el desarrollo de alianzas duraderas entre la industria y las universidades.

La Comisión invita a los Estados miembros a colmar el déficit de financiación de la enseñanza superior para el cumplimiento de los objetivos de la estrategia de Lisboa. La combinación de los distintos tipos de financiación debería variar en función de las tradiciones universitarias de cada Estado miembro. También se trata de fomentar el establecimiento de alianzas entre las empresas y las universidades mediante incentivos fiscales. En cualquier caso, deberá mantenerse un acceso equitativo para todos.

La Comisión aboga por un fortalecimiento de la ayuda procedente de los Fondos Estructurales y del Banco Europeo de Inversiones (BEI). En el marco del programa « Educación y Formación 2010 » sostendrá las reformas mediante el intercambio de mejores prácticas, encuestas y estudios o el aprendizaje mutuo por parte de los responsables políticos. El programa de acción integrado en el ámbito del aprendizaje permanente propuesto para el período 2007-2013 estimulará, en particular, la movilidad y la cooperación entre la universidad y la industria.

Contexto

El presente texto es una continuación de la Comunicación de la Comisión sobre « El papel de las universidades en la Europa del conocimiento » y del debate posterior. Su objetivo es asegurarse de que las universidades europeas asuman una función decisiva para alcanzar el objetivo estratégico establecido en el Consejo Europeo de Lisboa de convertir a la Unión Europea (UE) en la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo.

Si el nacimiento y el crecimiento de la economía y de la sociedad del conocimiento dependen de la combinación de cuatro elementos interdependientes, a saber, la producción de nuevos conocimientos, su transmisión a través de la educación y la formación, su difusión a través de las TIC y su utilización mediante procedimientos industriales o servicios nuevos, las universidades europeas son las verdaderas protagonistas de este nuevo proceso.

La Comisión completará esta Comunicación con un plan de acción relativo a la investigación universitaria.

ACTOS CONEXOS

Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15 de febrero de 2006, sobre una mayor cooperación europea en la garantía de la calidad de la enseñanza superior [DO L 64/60 de 4.3.2006].

Comunicación de la Comisión de 5 de febrero de 2003: El papel de las universidades en la Europa del conocimiento [COM (2003) 58 final - no publicada en el Diario Oficial].

Comunicación de la Comisión, de 10 de enero de 2003 - Invertir eficazmente en educación y formación : un imperativo para Europa [COM (2002) 779 final - no publicada en el Diario Oficial].

Recomendación del Consejo 98/561/CE, de 24 de septiembre de 1998, sobre la cooperación europea para la garantía de la calidad en la enseñanza superior [Diario Oficial L 270 de 7.10.1998].

Última modificación: 23.10.2006