COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES OPORTUNIDADES PARA UN USO MÁS EFICIENTE DE LOS RECURSOS EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN /* COM/2014/0445 final */
OPORTUNIDADES PARA UN USO MÁS EFICIENTE DE
LOS RECURSOS EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN
1. INTRODUCCIÓN
La construcción y el uso de
edificios en la UE representan alrededor de la mitad de los materiales que
extraemos[1]
y de la energía que utilizamos[2]
y aproximadamente un tercio del agua que consumimos[3]. El sector genera
asimismo en torno a un tercio de todos los residuos[4] y contribuye a las
presiones ambientales que se producen en las diferentes fases del ciclo de vida
de los edificios, incluida la fabricación de productos de construcción, la
construcción de edificios, la utilización, la renovación y la gestión de
residuos de la construcción. Los principales objetivos de
esta iniciativa son fomentar una utilización más eficiente de los recursos que
consumen los edificios comerciales, residenciales y públicos, nuevos y renovados,
y reducir su impacto ambiental global durante todo el ciclo de vida. El uso de
los recursos viene determinado en gran medida por las decisiones sobre el
diseño y la elección de los materiales de construcción. Para contribuir a
mejorar la eficiencia en el uso de los recursos, los diseñadores, fabricantes,
contratistas, autoridades y usuarios necesitan información práctica y fiable
para poder tomar decisiones fundadas. La presente iniciativa colma ese déficit
de información proponiendo un conjunto de indicadores claramente definidos y
mensurables para evaluar el comportamiento ambiental de los edificios.
2. REDUCIR
EL USO DE RECURSOS EN LOS EDIFICIOS
El consumo de recursos y su
impacto ambiental a lo largo del ciclo de vida de un edificio pueden reducirse
mediante:
la mejora del diseño, que contraponga el uso de los
recursos a las necesidades y la funcionalidad de la construcción y
considere escenarios de demolición,
la mejora de la planificación de los proyectos, que
garantice un mayor uso de productos eficientes desde el punto de vista de
los recursos y la energía,
el fomento de una fabricación de productos de
construcción más eficiente en el uso de los recursos, por ejemplo empleando,
materiales reciclados, reutilizando materiales existentes y recurriendo a
los residuos como combustible,
el fomento de una construcción y una renovación más
eficientes en el uso de los recursos, por ejemplo reduciendo los residuos
de la construcción y reciclando o reutilizando materiales y productos de
manera que el volumen destinado a los vertederos sea menor.
El reciclado o
reutilización de materiales o incluso de productos enteros está adquiriendo una
importancia cada vez mayor como medio para mejorar el uso eficiente de los materiales
y evitar los efectos negativos asociados al material virgen. No obstante, el
equilibrio general depende en gran medida de la existencia de un sistema de
reciclaje eficiente a nivel local, regional o nacional que constituya una
alternativa atractiva y rentable al depósito en vertederos. El atractivo de las
alternativas de reciclaje está determinado por la distancia de transporte hasta
los emplazamientos de reciclado, la consecución del nivel de pureza necesario
de los materiales reciclados y los procesos de producción y reciclado. El consumo de energía en la fase de uso de la calefacción y la
iluminación está regulado por diversos reglamentos de la UE[5],[6],[7]y[8]. La energía
utilizada en la fabricación de productos de construcción y en los procesos de
construcción también desempeña un papel fundamental en el impacto ambiental
global de un edificio. Diversos estudios muestran que entre el 5 % y el
10 % del consumo total de energía en la UE está relacionado con la
producción de productos de construcción[9].
Además, las emisiones de gases de efecto invernadero que lleva incorporadas un
edificio van en aumento[10]
y pueden suponer un porcentaje significativo de las emisiones totales de gases
de efecto invernadero. Para afrontar eficazmente los impactos ambientales, debe
considerarse todo el ciclo de vida de un edificio. De lo contrario, podrían subestimarse
los impactos o crearse problemas adicionales en otras partes del ciclo de vida.
Por ejemplo, algunas soluciones para mejorar la eficiencia energética de los
edificios en la fase de uso podrían dificultar y encarecer el reciclaje más
adelante. Reducir los costes
del ciclo de vida Los edificios diseñados y
construidos para reducir el impacto ambiental del ciclo de vida aportan
beneficios económicos directos, como unos costes de funcionamiento y
mantenimiento más reducidos[11],[12]y[13], una
depreciación más lenta y un valor de los activos más elevado[14]y[15].
También se producen impactos sociales positivos, como la mejora de la salud y
la productividad. Actualmente, la mayor parte de los edificios certificados son
edificios comerciales y públicos de gama alta (por ejemplo, hoteles y oficinas
de prestigio), debido a los costes administrativos y de certificación
adicionales que deben considerarse más bien en el contexto de los beneficios a
largo plazo. Los costes disminuyen a medida que crece la sensibilización entre
los diseñadores, los proveedores y los fabricantes, porque la cadena de
suministro se adapta a los nuevos requisitos y prácticas. En Francia, un
estudio realizado por Qualitel concluye que el coste adicional derivado de la
construcción de edificios residenciales sostenibles respecto a los normales ha
pasado del 10 % en 2003 a menos del 1 % en la actualidad[16]. Esa tendencia se
observa también en el Reino Unido[17]. 3. HACIA UN
ENFOQUE EUROPEO COMÚN PARA EVALUAR EL COMPORTAMIENTO AMBIENTAL DE LOS EDIFICIOS Situación actual La hoja de ruta hacia una
Europa eficiente en el uso de los recursos[18]
propuso la renovación y construcción de edificios con una mayor eficiencia en
el uso de los recursos, lo que requería políticas que tuvieran en cuenta una
amplia gama de impactos ambientales durante todo el ciclo de vida. La estrategia
para una competitividad sostenible del sector de la construcción y de sus
empresas[19]
insistía en que la eficiencia en el uso de los recursos figuraba entre los
principales desafíos del sector hasta 2020. La estrategia indicaba asimismo que
la Comisión «propondrá enfoques de reconocimiento mutuo o de armonización de
los distintos métodos de evaluación existentes a fin de hacerlos más operativos
y asequibles para las empresas de construcción, el sector de los seguros y los
inversores». Diversos instrumentos tienen
un impacto sobre los edificios y los productos de construcción, como la Directiva
relativa a la eficiencia energética de los edificios[20], la Directiva relativa
a la eficiencia energética[21],
el Reglamento sobre los productos de construcción[22], el Régimen de
Comercio de Derechos de Emisión de la UE[23],
la Directiva sobre emisiones industriales[24], la Directiva Marco del Agua[25]
y la Directiva relativa al vertido de residuos[26],
pero se centran en recursos y partes del ciclo de vida diferentes y, por el
momento, no están concebidos para ofrecer un enfoque general del ciclo de vida. A nivel nacional,
algunos Estados miembros preparan políticas relacionadas con la información
sobre el ciclo de vida. Existe el riesgo de que difieran los indicadores que
puedan desarrollar, lo que daría lugar a un entorno empresarial
innecesariamente complejo. Por otro lado, el interés actual puede considerarse
una oportunidad para coordinar los enfoques nacionales divergentes, establecer
datos comparables y compartir mejores prácticas. En el contexto de la
Comunicación sobre la competitividad sostenible del sector de la construcción[27], la Comisión propuso
mejorar el reconocimiento mutuo de los métodos de evaluación ambiental para
ofrecer nuevas oportunidades comerciales a las pequeñas y medianas empresas
(pymes) del sector de la construcción. En el sector privado,
por su parte, el comportamiento ambiental de los edificios a menudo no se
evalúa en una medida significativa a través de sistemas multicriterio de
certificación voluntaria de empresas. Menos del uno por ciento de los edificios
europeos está certificado mediante esos sistemas[28]. Su aceptación se ve
obstaculizada por unos costes de certificación que se suponen elevados y por la
incertidumbre sobre si el cliente final exigirá un sistema de evaluación y, en
tal caso, con arreglo a qué sistema en particular. A la incertidumbre y
complejidad existentes para las empresas se suma también el hecho de que no
esté establecida la comparabilidad entre los diferentes sistemas. En resumen, faltan datos,
métodos e instrumentos fiables, comparables y asequibles, en los que puedan
basarse los operadores de la cadena de suministro para analizar y comparar los
resultados de las distintas soluciones desde el punto de vista ambiental. Así
pues, resulta difícil adoptar decisiones significativas sobre el riesgo de la
cadena de suministro, las oportunidades de mercado y las prioridades relativas
a las inversiones internas. Los consumidores se ven afectados por la falta de
orientaciones adecuadas sobre cómo incorporar las consideraciones ambientales
en sus decisiones de compra, lo que hace difícil generar confianza y seguridad
en el mercado. El 79 % de los europeos encuestados sostiene que este sería
un factor importante a la hora de tomar decisiones, si dispusieran de la
información necesaria al respecto[29]. Próximas etapas: necesidad
de datos objetivos y fiables Para que los profesionales,
los responsables políticos y los inversores de toda la UE puedan utilizar los
aspectos relacionados con el ciclo de vida, se requieren datos empíricos,
fiables, transparentes y comparables[30]
que, a su vez, deben basarse en indicadores claros sobre el comportamiento de
los edificios, teniendo en cuenta los objetivos de los diversos requisitos
públicos y privados. Si bien los diferentes sistemas nacionales y comerciales pueden tener
motivos para diferir ligeramente en sus enfoques (por ejemplo, materiales
específicos o consideraciones climáticas), debe establecerse un marco común de indicadores
clave centrados en los aspectos más importantes de los impactos
ambientales. Esos indicadores permitirán la comparabilidad y proporcionarán a
los consumidores y a los responsables políticos un acceso más fácil a
información fiable y coherente. Un marco único con
indicadores clave:
facilitará la
comunicación de información a profesionales y no profesionales,
ofrecerá datos fiables y comparables sobre
todo el ciclo de vida de los edificios que se utilizarán en la toma de
decisiones,
permitirá el establecimiento de objetivos
claros, con límites del sistema, respecto al comportamiento de los
edificios, completando la legislación europea ya existente al respecto[31],
aumentará la sensibilización respecto a los
beneficios de los edificios sostenibles entre los agentes que intervienen
en la oferta de edificios, así como entre los clientes públicos y privados,
en particular los usuarios de edificios,
facilitará la
transferencia efectiva de buenas prácticas de un país a otro,
reducirá el coste
de evaluar eficazmente y comunicar el comportamiento ambiental de los
edificios,
facilitará a las autoridades públicas el
acceso a los indicadores clave y a una masa crítica de datos pertinentes
en los que basar sus iniciativas políticas, incluida la aplicación de
criterios ecológicos en la adjudicación de contratos públicos,
·
ampliará el mercado de los edificios sostenibles a
más países respecto a lo que indican las tendencias actuales y a otros sectores
de la construcción, como los edificios no residenciales, y, finalmente, al
mercado residencial. Las ventajas para los profesionales del sector de la construcción
(incluidas las pymes) son las siguientes:
los arquitectos,
diseñadores, fabricantes de productos de construcción, constructores,
promotores e inversores podrán beneficiarse de ventajas competitivas
basadas en el comportamiento ambiental,
los fabricantes
de productos de construcción solo tendrán que proporcionar la información
necesaria para evaluar el edificio de una única manera, con el
consiguiente ahorro de costes[32],
los arquitectos y
los constructores contarán con mayor información, tanto sobre los
productos como sobre la construcción, lo que supondrá una reducción de los
costes a la hora de incorporar aspectos de sostenibilidad[33],
los promotores
podrán comparar más fácilmente los resultados de los proyectos[34],
los inversores,
los propietarios y los aseguradores podrán mejorar la asignación de
capital e integrar el riesgo ambiental en sus decisiones.
Próximas etapas: selección de indicadores fiables En colaboración con las partes interesadas, la Comisión elaborará un marco de indicadores clave, con sus métodos correspondientes, que se utilizarán para evaluar el comportamiento ambiental de los edificios durante todo su ciclo de vida. Sobre la base de las políticas, reglamentos y datos existentes[35] a nivel nacional y de la UE, y sin prejuzgar los resultados de futuros trabajos, este proceso debería estudiar como mínimo los siguientes ámbitos[36]: consumo total de energía, incluida la energía de funcionamiento[37] (sobre la base de la legislación vigente) y la energía contenida en los productos y procesos de construcción, uso de materiales y sus impactos ambientales[38], durabilidad de los productos de construcción, planificación de la demolición, gestión de residuos de construcción y de demolición, contenido reciclado de los materiales de construcción, posibilidad de reciclado y reutilización de los materiales y productos de construcción, agua utilizada en los edificios[39], intensidad de uso de los edificios (principalmente públicos), como, por ejemplo, la funcionalidad flexible para los diferentes usuarios en distintos momentos del día)[40], confort interior. Teniendo en cuenta el amplio
abanico de edificios existentes en la UE, así como las diferencias a la hora de
construir nuevos edificios o renovar los existentes, el marco no abarcará todos
los aspectos relativos al comportamiento ambiental, sino que incluirá los
indicadores que, tras la consulta con las partes interesadas, se hayan
considerado que tienen mayor impacto ambiental en la UE. Próximas etapas: desarrollo
del marco Asimismo, el marco con
indicadores clave y sus correspondientes métodos:
facilitarán orientaciones sobre su aplicación, en
particular respecto a los requisitos de calidad y fiabilidad de los datos,
fomentando la verificación por terceros,
incluirán las instrucciones necesarias para el uso
de los indicadores,
propondrán los parámetros de referencia pertinentes
en cuanto al comportamiento de los edificios, más allá de la eficiencia
energética,
permitirán traducir los indicadores técnicos en
información útil para la comunidad financiera cuando sea necesario.
El marco debe ser flexible,
de manera que pueda integrarse en los sistemas de evaluación nuevos y
existentes, o utilizarse como tal. Debe ser suficientemente riguroso para
impulsar la mejora del comportamiento y permitir la comparación entre
edificios. El marco de indicadores clave
y la recogida e intercambio eficaces de datos se acordarán en cooperación con
las partes interesadas y los Estados miembros. El proceso durará alrededor de
dos años e incluirá periodos de consulta con las partes interesadas, a fin de
garantizar una participación adecuada. Se basará en parte en trabajos
existentes, como la norma técnica EN15978[41],
y en sistemas de certificación voluntaria de empresas, incluida la labor de la
Alianza de Construcción Sostenible[42],
teniendo en cuenta asimismo los proyectos de investigación pertinentes[43] y la evolución a nivel
internacional. El objetivo es que el marco
pueda utilizarse libremente en las diferentes fases del proceso de toma de
decisiones y también en la formulación de las políticas a distintos niveles.
Por tanto, el marco debe poder:
incorporarse como un módulo a los sistemas de
evaluación junto a sus grandes conjuntos de indicadores, o
utilizarse como tal, en tanto que solución
asequible en un principio para los edificios no residenciales y
posteriormente para los residenciales, una vez adquirida la experiencia
necesaria.
4. HACIA UN MEJOR
FUNCIONAMIENTO DEL MERCADO DE LOS MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN RECICLADOS El marco prestará
una atención especial al aumento del uso de materiales reciclados y a la
reducción de residuos de construcción y demolición, que constituyen un tercio
del total de residuos generados en la UE[44].
La mayoría de esos residuos es reciclable, pero, salvo en unos pocos Estados
miembros que reciclan hasta el 90 %, la tasa de recuperación media en la
EU-27 se sitúa por debajo del 50 %[45]y[46]. El reciclado de ese tipo de
residuos puede dar lugar a importantes beneficios desde el punto de vista del
medio ambiente y de los recursos. Por lo que respecta a los metales, por
ejemplo, se observa una reducción general del impacto superior al 90 % en
el caso del aluminio y el cobre y de alrededor del 15 % en el caso del
acero de baja aleación[47].
El hormigón es el material más utilizado en la construcción, y su reciclado
reduce el agotamiento de los recursos naturales y el vertido de residuos. El
hormigón puede reciclarse a menudo en las obras de construcción o de demolición
cercanas a las zonas urbanas donde puede reutilizarse, reduciendo así la
demanda de transporte y los costes y emisiones correspondientes[48]. El reciclado permite ahorrar
asimismo en otros materiales. Por lo que respecta al vidrio plano (utilizado en
ventanas, etc.), una tonelada de material reciclado supone un ahorro de
1 200 kg de material virgen, de un 25 % de energía y de 300 kg
de emisiones de CO2 (directamente relacionadas con el proceso de
fusión)[49].
Se observa un ahorro similar en términos de energía y emisiones de CO2
en el caso de la lana de vidrio reciclada[50].
Respecto a la lana mineral, los beneficios pueden ser del orden del 5 % en
relación con el consumo de energía y las correspondientes emisiones[51].
En lo que se refiere al yeso, las evaluaciones del ciclo de vida indican
reducciones típicas del potencial de calentamiento global, la toxicidad humana
y la eutrofización de alrededor de un 4-5 % cuando se fabrica una placa de
yeso con un 25 % de contenido reciclado en lugar de utilizar
exclusivamente material virgen[52].
Además de los beneficios
ambientales, los fabricantes pueden tener oportunidades económicas a la hora de
utilizar materiales reciclados. A modo de ejemplo, el sector del vidrio plano
de la UE contempla un precio de mercado para el vidrio reciclado de unos 60-80 euros
por tonelada, es decir, suficientemente inferior a los 90 euros por
tonelada necesarios para competir con el material virgen. En el caso del
vidrio, por tanto, la utilización de material reciclado representa a menudo un
beneficio económico para los fabricantes. Sin embargo, rara vez se satisface la
demanda del mercado de material reciclado. El reciclado de materiales
genera crecimiento de empleo en las actividades de demolición, selección y
reciclado de materiales de construcción. Se trata de un trabajo típicamente
local que podría crear puestos de trabajo en toda Europa. A pesar de que podrían
obtenerse beneficios ambientales y económicos significativos del reciclado de
residuos de construcción y demolición, una gran parte se sigue depositando en
vertederos o utilizando como material de relleno (para rellenar huecos tras las
obras de construcción o excavación). Actualmente, se reciclan sobre todo los
metales, debido a su valor elevado y a la existencia de mercados. El reciclado de muchos otros
residuos de construcción y demolición se enfrenta a menudo a obstáculos
relacionados con dos tipos distintos de deficiencias del mercado: el coste del
daño ambiental no se internaliza en las tasas por utilización de vertederos ni
en el precio del material virgen, lo que puede dar lugar a que el coste del
material reciclado sea más elevado que el del material virgen; y la división de
incentivos en la cadena de valor de esos residuos, donde el coste de
desmantelar, separar y transformar los residuos se produce principalmente en la
fase de demolición, mientras los eventuales beneficios derivados de la
utilización de materiales reciclados se acumulan en la fase de producción. Esas
deficiencias del mercado, junto con las carencias existentes en las
infraestructuras de gestión de residuos en un gran número de Estados miembros,
impiden que se invierta en operaciones de derribo y separación, por lo que el
relleno y el depósito en vertederos siguen siendo las alternativas preferidas.
Por tanto, las empresas de demolición se enfrentan a una situación de
incertidumbre en cuanto a la demanda, aunque el precio de los materiales
reciclados pudiera garantizar beneficios al fabricante. Los mercados no generan
economías de escala, y la cantidad de materiales reciclados suministrados no
corresponde a la demanda potencial de las empresas de productos de
construcción. En algunos casos, faltan aún tecnologías que permitan que los
materiales reciclados cumplan todos los requisitos técnicos, ambientales y de
seguridad de los productos de construcción. Además, en ocasiones faltan también
los procedimientos de certificación adecuados para garantizar que el material reciclado
satisfaga todos los requisitos necesarios. La Comisión estudiará la
manera de superar esas barreras sistémicas. Si bien la revisión de los
diferentes elementos de la legislación europea sobre residuos tiene por objeto
seguir simplificando el acervo en este ámbito y garantizar la coherencia entre
los distintos actos legislativos relativos a los residuos, la presente
Comunicación, por su parte, explora medidas políticas para fomentar la creación
de mercados de materiales reciclados procedentes de los residuos de
construcción y demolición. La revisión de la legislación sobre residuos y las
medidas aquí presentadas son, por tanto, complementarias, pues el éxito en el
establecimiento de mercados de materiales reciclados respaldará de manera
natural y definitiva la aplicación de los distintos actos legislativos en este
ámbito. Este enfoque puede desempeñar un papel fundamental, sobre todo teniendo
en cuenta el hecho de que la Comisión Europea tiene previsto evaluar la
viabilidad de limitar aún más el vertido de residuos de construcción y
demolición. En este sentido, las mejores
prácticas indican que algunos Estados miembros han conseguido reducir el número
de residuos de construcción y demolición destinado al relleno y al depósito en
vertederos y han aumentado el reciclado. Las políticas específicas que combinan
medidas de mercado y normativas generan beneficios especialmente evidentes[53]. 5. CONCLUSIÓN Aunque crece el interés por mejorar
la eficiencia en el uso de los recursos en el sector de la construcción tanto a
nivel nacional como de la UE, los diferentes enfoques nacionales públicos y
privados aumentan la complejidad del entorno de trabajo para todas las partes
interesadas. La ausencia de objetivos, indicadores y datos comunes y la falta
de reconocimiento mutuo de los diferentes enfoques podrían anular rápidamente
los progresos realizados hasta ahora y dar lugar a distorsiones del mercado
interior para los profesionales en el ámbito de la planificación, el diseño, la
construcción y la fabricación. Por tanto, la Comisión invitará a las partes interesadas, en particular administraciones públicas, interlocutores sociales, inversores, aseguradores, arquitectos, contratistas, empresas de demolición, fabricantes, recicladores y proveedores de sistemas de evaluación, a: debatir objetivos e indicadores para evaluar la sostenibilidad de los edificios (2014-2015), analizar la puesta en práctica de un marco con indicadores clave (2014-2015), contribuir a la elaboración de ese marco (2015-2016). Además de ello, la Comisión: promoverá el intercambio de mejores prácticas y colaborará con los Estados miembros para adoptar medidas que: reduzcan el número de residuos de construcción y demolición destinado a operaciones de relleno y al depósito en vertederos, bien mediante un aumento de las tasas, bien mediante medidas reguladoras, integren los costes ambientales externos en el precio de los materiales vírgenes para productos de construcción a fin de estimular una mayor utilización de materias primas secundarias, si procede, examinará distintas medidas para garantizar que los materiales reciclados cumplan los requisitos de calidad y seguridad necesarios, a través de la normalización y la certificación, estudiará cómo los parámetros de referencia para el contenido de los materiales reciclados en los productos de construcción y en los edificios pueden estimular la demanda de materiales reciclados; en un principio se centrará en los materiales prioritarios (como el hormigón, que representa un volumen elevado, y el aislamiento térmico, cuya producción requiere un uso intensivo de energía) y, gradualmente, se extenderá a todo los residuos de construcción y demolición reciclables; los parámetros de referencia y los objetivos pueden promoverse, entre otras cosas, para su uso en la contratación pública ecológica y en los planes de gestión medioambiental en el sector de la construcción, estudiará flujos específicos de residuos de construcción y demolición para determinar las oportunidades de valorización, desarrollará herramientas y orientaciones específicas para evaluar los edificios antes de la demolición y la renovación con vistas a una utilización óptima de esos residuos. Como acciones complementarias, la Comisión apoyará: la investigación y la innovación en el ámbito del reciclado y la producción de materiales de construcción a partir de residuos de construcción y demolición mediante Horizonte 2020, proyectos de demostración a través de instrumentos, por ejemplo Horizonte 2020, COSME, LIFE+ y los Fondos Estructurales, que indiquen de qué modo la colaboración entre las administraciones públicas y el sector privado puede crear mercados viables con materiales reciclados; por tanto, la Comisión apoyará proyectos en ámbitos tales como: la planificación de la demolición, las auditorías de reciclabilidad de edificios destinados a la demolición o la reconstrucción, el desarrollo de técnicas y prácticas de separación in situ de residuos de construcción y demolición, el desarrollo de tecnologías para la transformación de los residuos de construcción y demolición en materiales reciclados de alta calidad, el establecimiento de incentivos para los fabricantes de productos de construcción a fin de que utilicen materiales reciclados, el desarrollo de sistemas de colaboración entre los sectores de productos de demolición y construcción para compartir los costes y los beneficios del reciclado de residuos de construcción y demolición. [1] COM(2011) 571. [2] COM(2007) 860. [3] COM(2007) 414. [4] Estudio sobre Management of CDW in the EU: http://ec.europa.eu/environment/waste/pdf/2011_CDW_Report.pdf. [5] Reglamento (UE) nº 2010/31. [6] Reglamento (UE) nº 2012/27. [7] Reglamento (CE) nº 2009/125. [8] Reglamento (UE) nº 2010/30. [9]. Resource efficiency in the building sector,
Ecorys y el Copenhagen Resource Institute, Rotterdam, mayo de 2014 (http://ec.europa.eu/environment/eussd/pdf/Resource efficiency in the
building sector.pdf) Y «Energy use and
environmental impacts of the Swedish building and real estate management
sector», Toller, S. y otros, Journal of Industrial Ecology, 2011, Vol. 15,
nº 3. [10] HQE Performance, Premières tendences pour les
bâtiments neufs (Association HQE 2011) ISBN 978954110107 Y el estudio sueco
mencionado anteriormente. [11] Smart Market Report, (2013). http://www.worldgbc.org/files/8613/6295/6420/World_Green_Building_Trends_SmartMarket_Report_2013.pdf [12] Parker, J. (2012) The Value of BREEAM, Informe
de A BSRIA. [13] The business case for
green buildings, (2013), http://www.worldgbc.org/activities/business-case/ [14] From obsolescence to
resilience - 2013, Jones Lang LaSalle, , www.joneslanglasalle.co.uk. [15] www.rehva.eu/publications-and-resources/hvac-journal/2013/012013/energy-efficiency-strategy-at-the-portfolio-of-a-property-owner/. [16] Ana Cunha Cribellier, Responsable du Développement
International, QUALITEL – CERQUAL. [17] Future of sustainable
housing, KN5211 BRE, mayo de 2013. [18] COM(2011) 571. [19] COM(2012) 433. [20] Directiva 2010/31/UE; también está en curso de elaboración
un sistema común voluntario de certificación de la eficiencia energética de los
edificios no residenciales a nivel de la UE, de conformidad con el
artículo 11, apartado 9, de dicha Directiva. [21] Directiva 2012/27/UE. [22] Reglamento (UE) nº 305/2011. [23] Directiva 2003/87/CE. [24] Directiva 2010/75/UE. [25] Directiva 2008/98/CE. [26] Directiva 1999/31/CE. [27] COM(2012) 433. [28] Resource efficiency in the building sector,
Ecorys y el Copenhagen Resource Institute, Rotterdam, mayo de 2014 (http://ec.europa.eu/environment/eussd/pdf/Resource efficiency in the
building sector.pdf). [29] Flash Eurobarómetro 367 - TNS Political & Social
(julio de 2013). [30] Recomendación 2013/179/UE de la Comisión, sobre el uso de
métodos comunes para medir y comunicar el comportamiento ambiental de los
productos y las organizaciones a lo largo de su ciclo de vida. [31] Asimismo para apoyar el desarrollo futuro de los
criterios relativos a las ciudades sostenibles, como se describe en el Séptimo
Programa de Acción en materia de Medio Ambiente,
http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:L:2013:354:0171:0200:ES:PDF. [32] A menudo se requieren formatos distintos, lo que supone un
coste significativo para los fabricantes. Así lo confirman Construction
Products Europe, Glass for Europe y Eurima. Véase
asimismo Pacheco-Torgal F. y otros., Eco-efficient construction and building
materials, Woodhead Publishing Ltd, 2013, ISBN 0857097679. [33] Se espera conseguir esto gracias al desarrollo de
herramientas de modelización de datos de construcción, que proporcionen
orientaciones sobre el diseño al calcular la función y el comportamiento de los
edificios según el diseño, la elección de los materiales, etc. Esas
herramientas tienen en cuenta los aspectos ambientales en una medida muy
limitada. Se espera que tales aspectos formen parte del desarrollo continuo de
esas herramientas si se elimina la incertidumbre sobre la manera de evaluar y
comunicar el comportamiento ambiental. [34] Los promotores trabajan con diferentes sistemas de
certificación de empresas debido a las diferentes demandas de los clientes. [35] Centro de datos sobre residuos (http://epp.eurostat.ec.europa.eu/portal/page/portal/waste/introduction);
Centro de datos sobre recursos naturales (http://epp.eurostat.ec.europa.eu/portal/page/portal/data_centre_natural_resources/introduction); Cuadro de indicadores sobre la eficiencia en el uso de
los recursos (http://epp.eurostat.ec.europa.eu/portal/page/portal/europe_2020_indicators/ree_scoreboard); Plataforma
europea relativa a la evaluación del ciclo de vida (http://eplca.jrc.ec.europa.eu/). [36] En la consulta pública organizada en el marco de esta
iniciativa se llegó a esta lista de ámbitos. El confort interior no figuraba en
la consulta, pero fue subrayado por las partes interesadas. [37] Si bien la fase de uso depende del diseño y la
construcción, así como del comportamiento de los ocupantes, este último no es el
objetivo de esta iniciativa. [38] En su caso, teniendo en cuenta asimismo la utilización de
elementos de infraestructura verde, como tejados y paredes verdes, COM(2013) 249,
http://ec.europa.eu/environment/nature/ecosystems/index_en.htm. [39] Véase más arriba la nota a pie de página sobre el consumo
de energía. [40] Para adaptarse a la necesidad de nuevas edificaciones (por
ejemplo, uso de edificios vacíos en lugar de nuevos, uso de edificios para más
de una finalidad, construcción de edificios que se adapten a nuevas funciones o
necesidades). [41] http://www.en-standard.eu/csn-en-15978-sustainability-of-construction-works-assessment-of-environmental-performance-of-buildings-calculation-method/. [42] http://sballiance.org/. [43] Proyectos del Séptimo Programa Marco de Investigación,
tales como SuPerBuildings (http://cic.vtt.fi/superbuildings/) y OPEN HOUSE
(http://www.openhouse-fp7.eu/about_project/related_projects). [44] Estudio sobre Management of CDW in the EU: http://ec.europa.eu/environment/waste/pdf/2011_CDW_Report.pdf. [45] Aplicación de la legislación de la UE sobre residuos para
el crecimiento verde, DG ENV (2011). [46] Management of CDW in the EU»: http://ec.europa.eu/environment/waste/pdf/2011_CDW_Report.pdf. [47] Herramienta de ecodiseño, Ecolizer 2.0, de OVAM.
http://www.ecodesignlink.be/images/filelib/EcolizerEN_1180.pdf. [48] The Cement Sustainability Initiative, World
Business Council for Sustainable Development, ISBN 987-3-940388-49-0. [49] Glass for Europe, http://www.glassforeurope.com/images/cont/187_987_file.pdf [50] EURIMA. [51] EURIMA. [52] Informe técnico de WRAP, Life cycle assessment of
plasterboard, abril de 2008, 1-84405-378-4. [53] Del Río Merino, M., Gracia, P.
I., Azevedo, I. S. W. (2010) «Sustainable construction: CDW reconsidered». Waste Management and Research. 28:
118-129. DOI: 10.1177/0734242X09103841 y caso UK
(p. 170) http://ec.europa.eu/environment/enveco/taxation/pdf/annexes_phasing_out_env_harmful_subsidies.pdf.