12.9.2014   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 311/15


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «El regreso de la industria a la UE en el marco de la reindustrialización»

2014/C 311/03

Ponente: Edgardo Maria IOZIA

Coponente: José Custódio LEIRIÃO

El 19 de septiembre de 2013, de conformidad con el apartado 2 del artículo 29 de su Reglamento interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema:

El regreso de la industria a la UE en el marco de la reindustrialización.

La Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 8 de abril de 2014.

En su 498o pleno de los días 29 y 30 de abril de 2014 (sesión del 29 de abril), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 139 votos a favor y 4 abstenciones el presente dictamen.

1.   Conclusiones y recomendaciones

1.1

El CESE está convencido de que, para frenar el declive económico de la Unión, es preciso relanzar la industria y, en particular, la manufacturera, que es el punto fuerte de la estructura productiva. El objeto del presente dictamen de iniciativa es determinar algunos instrumentos útiles para apoyar la iniciativa de la Comisión destinada a reindustrializar la Unión Europea, en cuyo ámbito se plantea el tema de la repatriación de las empresas que han transferido su actividad a otros países. La Comisión Europea también ha puesto en marcha un proceso de análisis sobre el tema de la repatriación. El CESE se felicita de que, en paralelo a la elaboración del presente dictamen, se haya encargado a Eurofound que prepare un conjunto de datos necesarios para comprender la magnitud del fenómeno de la repatriación y las posibles soluciones.

1.2

El CESE apoya el proyecto propuesto por el vicepresidente de la Comisión, Antonio Tajani, de desarrollar una política de reindustrialización de la Unión, de forma que la participación de la industria en la formación del PIB europeo vuelva a ascender, desde el 15,1 % en que se encuentra ahora, hasta un 20 % como mínimo, y propone ampliar el proyecto, reforzándolo, con el siguiente objetivo: «Un pacto social europeo para una nueva industria sostenible y competitiva». La Comisión ha fijado algunas prioridades en su reciente Comunicación (1), entre las que cabe citar:

profundizar la integración de la competitividad industrial con especial atención a la productividad en los servicios a las empresas para aumentar la competitividad industrial y de la economía de la UE en general;

aprovechar al máximo el potencial del mercado interior desarrollando las infraestructuras necesarias, ofreciendo un marco regulador estable y simplificado, y

aplicar con decisión los instrumentos de desarrollo regional, junto con los nacionales y los de la UE, en apoyo de la innovación, las aptitudes y el espíritu empresarial.

1.3

El CESE, en sus recomendaciones, solicita a la Unión Europea que establezca un plan de acción europeo sobre estos puntos y aboga por:

diseñar políticas para acelerar la innovación y la productividad a fin de crear ventajas competitivas;

identificar nuevos instrumentos bancarios para facilitar el acceso a la financiación y acelerar las inversiones necesarias;

promover acciones para garantizar la participación de las industrias manufactureras europeas en todas las fases de la cadena de valor;

integrar la reindustrialización y la repatriación en una política industrial europea sostenible que se centre en las inversiones, las tecnologías, el espíritu empresarial, la educación, la innovación, la investigación, el precio de la energía, las infraestructuras, el comercio, etc.;

establecer una reglamentación coherente, estable y segura;

garantizar el funcionamiento efectivo del mercado interior;

elaborar una legislación ambiental coherente con los ciclos de competitividad e inversión de la industria europea;

modernizar las infraestructuras;

financiar las necesidades de las empresas;

apoyar la política energética europea;

garantizar puestos de trabajo cualificados en el mercado dentro de Europa;

afrontar la falta de capacidades y competencias de la industria manufacturera;

desarrollar un sistema para la gestión eficaz de los recursos humanos, que fomente la actividad y las competencias profesionales, así como la innovación, y que aproveche en particular las posibilidades creativas inherentes a las entidades de la sociedad civil, tales como las asociaciones nacionales y europeas de ingenieros y científicos.

Por otra parte, el CESE pide a los Estados miembros:

crear o revitalizar distritos industriales e instalaciones que han reducido su actividad debido a la deslocalización de las industrias manufactureras;

actualizar o renovar la maquinaria y los procesos de producción para que se ajusten a los nuevos requisitos de la política de desarrollo sostenible;

crear un sistema impositivo más equilibrado y estable para promover el consumo interior y para atraer inversiones extranjeras directas;

organizar centros especiales de información para los procesos de deslocalización y repatriación.

1.4

El CESE considera fundamental una política industrial integrada y con objetivos más claros a escala europea, nacional, regional y local, que sea capaz de atraer inversiones en todos los sectores de la industria manufacturera (alta y baja tecnología). Dicha política debería centrarse en la cadena de valor global e incluir actividades de investigación, innovación y desarrollo.

1.5

El CESE está convencido de que es indispensable fijar objetivos ambiciosos y, al mismo tiempo, realistas para la reindustrialización de Europa de aquí a 2020. En este contexto, las medidas que promuevan la repatriación de actividades productivas que hayan sido trasladadas pueden contribuir a alcanzar los objetivos propuestos.

1.6

Las principales razones de la repatriación desde China a Occidente pueden resumirse en estos puntos:

costes de las operaciones de deslocalización superiores a las previsiones;

aumento de la productividad, reducción de los costes y mejora de la capacidad que han logrado muchas empresas nacionales mediante programas de mejora permanentes;

deseo de recuperar la producción y planificación para lograr una mejor cooperación a nivel nacional;

creciente complejidad de los productos y necesidad de modificar el embalaje para satisfacer las preferencias de los clientes;

reducción de los costes energéticos en Estados Unidos;

iniciativas gubernamentales de crecimiento más fuertes para impulsar el crecimiento en los Estados Unidos;

necesidad de un exceso de producción para llenar los contenedores;

tiempo de espera de los productos debido a plazos de entrega poco precisos, calidad deficiente y prácticas aduaneras;

incremento de los costes de transporte al operar los buques medio vacíos;

alto nivel de existencias para hacer frente a las mercancías en tránsito, los ciclos, el nivel de existencias de seguridad, los plazos de entrega poco precisos y controles de calidad;

incremento de los costes extraordinarios;

defectos sustancialmente mayores que los de los proveedores locales, inspección adicional de los materiales y tolerancias, así como clientes insatisfechos;

reducción del diferencial de costes entre los países de acogida y de origen (costes de la mano de obra y del transporte);

los elementos operativos como menor flexibilidad operativa, orden de compra, rigidez de la expedición, penalización por pedidos fuera de plazo;

pedidos que deben prever una cantidad mínima a causa del tamaño de los contenedores;

escasa respuesta a la demanda de los clientes debido a la separación física entre el lugar de producción y los centros de desarrollo;

producción y plazos de entrega; impacto en la duración del ciclo de vida de los productos;

incremento de los costes de coordinación de la cadena de suministro;

problemas de calidad (mala calidad del producto);

disponibilidad de cualificaciones (falta de técnicos bien formados y de trabajadores cualificados en el país de acogida);

altos índices de desempleo en el país de origen;

riesgos de tipos de cambio.

1.7

Las industrias manufactureras necesitan suministros resistentes y flexibles para competir en los mercados actuales. La repatriación de la producción es una de las vías que pueden emprender las empresas para hacer frente a dichas necesidades. En opinión del CESE, las políticas centrales de apoyo a las industrias manufactureras que opten por relocalizar o ampliar su actividad en Europa deben consistir en crear el entorno adecuado para las empresas que efectúen inversiones, garantizando competencias profesionales, unos costes energéticos competitivos, el acceso a la financiación y el acceso a los mercados.

1.8

La Comisión señala que «En la UE, los precios de la electricidad al por menor para las empresas aumentaron por término medio en un 3,5 % por año entre 2008 y 2012, y los del gas en un 1 %. De resultas de ello, y según datos de la Agencia Internacional de la Energía (2), los precios que la industria de la UE paga por la electricidad son el doble que los de EE.UU. y Rusia y un 20 % más elevados que en China. La diferencia de precios es mayor en el sector del gas: en la UE, el gas le resulta a la industria entre tres y cuatro veces más caro de lo que les resulta a los competidores de EE.UU., Rusia o India; un 12 % más caro que en China, pero más barato que en Japón. Sin embargo, los precios reales pagados por los usuarios industriales pueden variar de un Estado miembro a otro». (3)

1.9

El CESE ha examinado en profundidad el tema de las industrias consumidoras de energía en Europa (4) y ha propuesto una serie de medidas y recomendaciones para que puedan seguir produciendo en Europa, y reitera una vez más su invitación a las instituciones europeas para que se doten de una política energética común y afronten el problema de la competitividad de los factores de capital y energía. Asimismo, invita a los interlocutores sociales a reforzar su cooperación en un pacto por el desarrollo que tenga en cuenta las peculiaridades y la defensa del modelo social europeo, y que garantice la realización de los objetivos del Tratado de Lisboa de una economía social de mercado.

1.10

La coherencia entre políticas tiene importantes repercusiones. La primera es que el desarrollo futuro pasa por la transición a una economía hipocarbónica y este horizonte requiere coherencia en la investigación, en la normativa y en los programas de apoyo. La segunda tiene que ver con el desarrollo socialmente sostenible y, por tanto, la relación entre competitividad y trabajo, es decir, un empleo para todos, cualificado e integrador, capaz a su vez de generar desarrollo de calidad y, por tanto, valor añadido en términos de competitividad.

1.11

El CESE considera que una mejor relación entre las empresas y los bancos que se concentren en la economía real puede generar sinergias beneficiosas y valorizar las ventajas competitivas asociadas a su presencia en los mercados extranjeros.

1.12

Las empresas europeas deberían centrarse, ante todo, en la innovación, la calidad, la fiabilidad, los resultados y la funcionalidad de sus productos, hacer valer su «huella» medioambiental y, por último, basar sus procesos productivos en la responsabilidad social de la empresa. Para garantizar la competitividad de las empresas, es igualmente necesario que el aspecto de los costes, en especial de la mano de obra y la energía, se mantenga bajo control y que, para ello, se adopten las disposiciones necesarias.

1.13

La transición de nuestros sistemas productivos, infraestructuras y economías a la sostenibilidad y al cambio demográfico, la formación de las nuevas generaciones y la adecuación de la mano de obra europea a la división internacional del trabajo requieren enormes inversiones, que deben realizarse de forma coherente y coordinada a escala europea.

1.14

Mantener una base manufacturera amplia y diversificada en Europa es importante para preservar competencias que, una vez perdidas, sería difícil volver a desarrollar. Las competencias manufactureras específicas de determinadas industrias podrían constituir, en un contexto más amplio, importantes aportaciones para el desarrollo de nuevos productos.

1.15

Es necesario fortalecer y mantener la capacidad europea en investigación e innovación, de forma que se garantice un desarrollo sostenible estable y duradero. A tal fin, hacen falta normativas inteligentes, eficientes y eficaces para favorecer las mejores condiciones posibles, orientar el liderazgo tecnológico, crear puestos de trabajo de calidad en investigación e innovación y en el sector manufacturero, y promover la seguridad y la sostenibilidad (5).

Las empresas que se plantean la deslocalización deberían saber qué buscan y cómo pueden conseguirlo dentro de la UE. Necesitan disponer de datos fiables, información y asesoramiento para prever las ventajas y los inconvenientes e incluso los costes reales. Las representaciones de la UE y de los Estados miembros en los países importantes deberían intensificar su asistencia, y lo mismo deberían hacer los entes locales y regionales. Todo ello para comprobar si se podría alcanzar el mismo objetivo dentro de la Unión.

1.16

Las principales razones que incitan a la repatriación se recogen en el punto 1.6.

1.17

El CESE se felicita de que la Comisión Europea vaya a incluir el proceso de repatriación en el programa de la política industrial, como elemento para acelerar la actividad industrial, crear nuevos puestos de trabajo y hacer del sector manufacturero el motor del futuro de Europa. El acuerdo alcanzado recientemente con Eurofound supone un pequeño primer paso en la buena dirección.

2.   Introducción

2.1

«No podemos dejar que nuestra industria siga abandonando Europa. Nuestros cálculos son muy claros: la industria europea puede generar crecimiento y crear empleo. Hoy sentamos las bases de una reindustrialización sostenible de Europa con el fin de recuperar un clima de emprendimiento y generar las inversiones que se necesitan en nuevas tecnologías. Trabajando juntos y restaurando la confianza, podremos traer la industria de vuelta a Europa» (6).

2.2

En los últimos años, se ha asistido a una progresiva deslocalización de las actividades manufactureras de Europa a terceros países y a una progresiva desindustrialización, lo cual ha conducido a una reducción de la contribución al PIB europeo de la industria manufacturera, que ha pasado en poquísimos años del 20 % al 15 %. En la UE se han perdido desde 2008 3,5 millones de puestos de trabajo en dicha industria.

2.3

La deslocalización, es decir, la decisión de trasladar la producción a países extranjeros, ha sido, al menos desde la década de los setenta en adelante, una de las estrategias a las que más han recurrido las empresas manufactureras de los principales países industrializados occidentales. A menudo, esta elección en materia de gestión ha ido unida a la externalización de actividades manufactureras (el denominado outsourcing), contribuyendo a la creación de fenómenos económicos como la «fábrica mundial» (global factory), las «cadenas de suministro internacionales» (international supply chain) y las «cadenas de productos mundiales» (global commodity chains), estas últimas posteriormente definidas como «cadenas de valor mundiales» (global value chains) (7).

2.4

El proceso de «desplazar riqueza» de los países de la OCDE a los países de renta media grandes y muy poblados ha estado liderado en gran parte por China e India, pero también están contribuyendo a dicho proceso otros países, como Brasil y Sudáfrica. En el mundo, los 20 principales países productores, incluidos Estados Unidos y la UE (Alemania, Italia, Francia, Reino Unido, España y Países Bajos), han registrado descensos muy significativos en su actividad industrial manufacturera desde 1990. En Estados Unidos, el empleo privado en la industria manufacturera se ha desplomado desde 1987 del 21 % a menos del 11 % (8).

2.5

«Las políticas anticrisis de los países del euro deben revisarse, porque pueden complicar aún más la situación». «Si la causa de esta crisis reside en las crecientes discrepancias entre las economías de la zona del euro, debemos corregir nuestra política de austeridad. Esa política no puede resolver por sí sola el problema de la falta de competitividad europea; al contrario, puede agravar la situación» (9).

2.6

La prolongación de la crisis económica y de la deuda soberana en algunos países de fuerte vocación manufacturera ha provocado una nueva contracción de las actividades industriales secundarias. El alto coste de la energía, en particular para los sectores con un gran consumo energético (como las acerías), ha desalentado las inversiones y, en algunos casos, ha inducido a la deslocalización.

2.7

La Unión Europea debería apostar por la utilización de tecnologías facilitadoras esenciales (TFE) y por la automatización. Otros factores, como la producción limpia y avanzada, las inversiones en redes inteligentes, la eficiencia energética y la movilidad sostenible, desempeñan un papel importante en el futuro de la industria europea, ya que permiten crear nuevos puestos de trabajo a corto plazo.

3.   Política industrial europea y reindustrialización

3.1

La política industrial actual de la Unión Europea persigue el objetivo de mejorar el marco legislativo vigente y de reforzar la competitividad de las empresas, de forma que estas puedan conservar su papel de motor del crecimiento sostenible y el empleo en Europa. El artículo 173 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) constituye la base jurídica de la política industrial de la UE.

Por reindustrialización se entiende una serie de iniciativas y programas de apoyo al desarrollo económico y productivo en zonas geográficas afectadas por crisis industriales, socioeconómicas y ambientales. Europa necesita más que nunca que su economía real apoye la reanudación del crecimiento y del empleo a través de una nueva fase de reindustrialización. La industria ejerce un importante efecto de arrastre. Se calcula que por cada cien puestos de trabajo creados en este sector se crean otros tantos en otros sectores de la economía (10). En su comunicación «Por un renacimiento industrial europeo», adoptada el 22 de enero de 2014, la Comisión invita a los Estados miembros a reconocer la importancia fundamental de la industria para impulsar la creación de empleo y el crecimiento y a integrar de forma más sistemática los aspectos relacionados con la competitividad en todos los ámbitos políticos (11).

3.2

En 2012, la Comisión lanzó una estrategia para la reindustrialización de Europa con el objetivo de aumentar la cuota del sector manufacturero en la economía europea elevándola del 15 % al 20 % del PIB en 2020. Esta iniciativa se basa en cuatro pilares: más inversiones en innovación, una formación estrechamente vinculada a las necesidades de las empresas y un mejor acceso a la financiación y a los mercados (12).

3.3

El CESE considera que la Unión debe desarrollar una estrategia unitaria: una política industrial europea que determine los sectores estratégicos para reforzar toda la cadena de actividades manufactureras, ya sea de productos finales o semielaborados. El CESE elaboró un Dictamen (13) sobre la Comunicación de la Comisión relativa al Plan de Acción para una industria del acero competitiva y sostenible en Europa (14) en el que expone medidas concretas y urgentes para apoyar uno de los pilares de la industria manufacturera: productos básicos de alta calidad que constituyen un auténtico valor añadido para las industrias transformadoras, en particular, la industria mecánica, electrónica y de ingeniería, la mecánica de precisión, la industria del automóvil, la construcción y los astilleros, por citar solo las más importantes.

3.4

En muchos dictámenes dedicados a las transformaciones industriales, el CESE ha sugerido soluciones y determinado itinerarios para que la industria europea recupere el lugar que le corresponde. El CESE está completamente convencido de que el relanzamiento de la industria es fundamental para el desarrollo económico, el crecimiento y la prosperidad, que constituyen la base del modelo social europeo.

3.5

«El sector manufacturero sigue siendo la sala de máquinas del crecimiento económico: en las regiones en las que la industria ha aumentado su importancia relativa, el PIB ha crecido más. Una explicación de ello es que este sector también genera, a través de la innovación introducida en los productos y los procesos, un aumento de la productividad en los demás sectores: la informatización de los servicios nunca se habría producido sin un producto manufacturado como el ordenador. Además, en el sector manufacturero se materializan la investigación y el desarrollo, que constituyen la base de la innovación» (15)  (16).

3.6

Han aumentado los recursos financieros disponibles en Europa. Horizonte 2020, el programa de investigación, desarrollo e innovación, ha incrementado su dotación de 54  000 a 80  000 millones de euros. Además, los Estados miembros dispondrán, al menos, de 1 00  000 millones EUR de los Fondos Estructurales y de Inversión para financiar inversiones en innovación, tal como contemplan las prioridades de política industrial. COSME, el programa europeo para la competitividad de las empresas y las PYME 2014-2020, dispone de un presupuesto específico de 2  300 millones de euros. SPIRE (Sustainable Process Industry through Resource and Energy Efficiency) es la nueva asociación público-privada (APP) firmada en diciembre de 2013 y forma parte de Horizonte 2020 con un presupuesto total de la UE de 900 millones de euros para los próximos siete años (17).

3.7

«La nanotecnología, la micro y la nanoelectrónica, entre otros en el campo de los semiconductores, los materiales avanzados, las biotecnologías y la fotónica, la robotización y la impresión en 3D son otros tantos sectores que están registrando un crecimiento espectacular en la Unión. Dominar estas tecnologías conlleva la posibilidad de gestionar la transición a una economía basada en el conocimiento y caracterizada por bajas emisiones de dióxido de carbono» (18).

3.8

En el proyecto de informe del PE sobre la reindustrialización de Europa para promover la competitividad y la sostenibilidad (19), se destaca que «la futura fortaleza industrial de Europa reside en el Renacimiento de la industria para una Europa sostenible (RISE) que persigue la innovación tecnológica, empresarial y social hacia una tercera revolución industrial que incluye una ofensiva de modernización hipocarbónica».

3.9

El futuro común es «de Europa como región con una industria moderna», pero ello requiere una auténtica ofensiva de modernización en al menos cinco ámbitos: refuerzo de la innovación tecnológica y productiva, con inversiones en investigación y competitividad; reducción de los retrasos, la opacidad y la lentitud de la Administración pública; facilitación de la actividad de las pymes; relanzamiento de las infraestructuras informáticas y viales adecuadas (Mecanismo «Conectar Europa», RTE-T, RTE-E y Agenda Digital); y una circulación de capitales que sea accesible, actúe como palanca para solicitar y atraer recursos privados y persiga además objetivos de inversión a medio plazo.

4.   La repatriación

4.1

La repatriación (reshoring) es una estrategia voluntaria de las empresas que supone la relocalización parcial o total en la región o el país de origen (back-shoring) de la producción objeto de una deslocalización anterior (dentro de la empresa o externalizada –in-sourced o out-sourced) (20). La deslocalización (offshoring) es la decisión de una empresa de trasladar parte o la totalidad de su producción de un país europeo a un tercer país.

4.2

En los últimos años, muchísimas industrias han decidido deslocalizar parte de su cadena de producción fuera de la Unión, inicialmente para acercarse a los mercados emergentes y, posteriormente, movidas en su mayoría por unos costes de la mano de obra más bajos y por la proximidad de los recursos. Esta tendencia nos ha llevado a la situación actual, en la que el mercado europeo, con sus 500 millones de habitantes, es un gran consumidor de productos industriales no europeos. ¿Qué factores podrían influir en la repatriación de esas empresas? A escala nacional y europea, la repatriación de parte de esas empresas aportaría ventajas que no deben infravalorarse, como la creación de nuevos puestos de trabajo, la disminución de la pérdida de conocimientos especializados y el refuerzo de la marca «made in». Dadas las numerosas dinámicas y factores clave que influyen en la decisión de deslocalizar o repatriar una empresa, es conveniente analizar detenidamente sus ventajas e inconvenientes, tanto a escala nacional como de la propia empresa.

4.3

El proceso de deslocalización de Europa a Asia sigue adelante. En el período 2007-2009, en torno al 40 % de las empresas que empleaban a más de 50 trabajadores deslocalizaron su producción en mayor o menor medida, en especial aquellas con un elevado consumo energético. En cambio, cierto número de países de Europa central y oriental mantuvo un notable porcentaje de actividad manufacturera.

4.4

Debido a la persistencia de la crisis, las empresas europeas son muy cautas y evitan planificar inversiones adicionales o cambiar los proveedores actuales.

4.5

Varios factores propios de la Unión Europea influyen de forma negativa en el proceso de repatriación, entre otros:

un euro muy fuerte,

productividad baja,

costes sociales más altos que en otros países con costes laborales mucho más bajos y sin protección social,

costes crecientes de la energía,

falta de soluciones positivas,

Una posibilidad podría ser la creación de iniciativas específicas para repatriar la actividad a territorios más desfavorecidos.

4.6

La tendencia a la relocalización (reshoring) en Estados Unidos

4.6.1

Las empresas estadounidenses están repatriando de forma progresiva su producción. Este cambio refleja la pérdida de la ventaja competitiva de China como centro de producción de bajo coste tras años de rápido crecimiento de los salarios y otra serie de factores. Uno de los elementos que ha favorecido la repatriación ha sido la reducción de los precios de la energía en los Estados Unidos.

4.6.2

En China esta reciente tendencia está basada en el aumento de los costes del trabajo y del precio de la energía, en su impacto en la innovación, en el robo de la propiedad intelectual y en una utilización mayor de la técnica de análisis del coste total, que reconoce y calcula todos los costes y riesgos. Con el uso del TCO (Total Cost of Ownership, coste total de la propiedad), las empresas de análisis ayudan a determinar todos los costes reales asociados a las operaciones de deslocalización.

4.6.3

Los sectores industriales englobados en esta actividad de repatriación son los fabricantes de herramientas y automóviles, metalurgia primaria, maquinaria, productos metálicos, robótica, instrumentos médicos y científicos, sanidad, informática y electrónica, productos químicos, plástico, envases, etc.

4.6.4

La lógica de la repatriación se aplica a todas las decisiones de las empresas manufactureras. Al adoptar un análisis del coste total más global, las empresas están descubriendo que el aumento del coste del trabajo sumado a los «costes ocultos» de la deslocalización a menudo anula la ventaja competitiva.

4.6.5

Un movimiento en el que participan el Gobierno de Estados Unidos y varias asociaciones ha creado una nueva marca, «Made in America, Again», con el objetivo de motivar a los clientes a adquirir productos y equipos estadounidenses. «Reshore now» es otra iniciativa de ámbito nacional para la repatriación de empresas al territorio estadounidense (21).

4.6.6

Las empresas repatriadas consiguen normalmente reducir las existencias en un 50 %; hay casos en los que existencias se reducen entre tres y seis veces. Las razones que permiten reducir las existencias son unas mejores condiciones de pago, menores cantidades de existencias almacenadas y unos plazos de entrega más cortos y seguros.

4.6.7

En una encuesta del MIT se preguntó a las empresas cuál sería la acción del Gobierno que podría marcar la diferencia. Las primeras cinco acciones, por orden de importancia, que puede adoptar el Gobierno de Estados Unidos para incentivar la relocalización de las empresas estadounidenses son:

1.

reducción de impuestos (68,3 %);

2.

créditos fiscales (65,9 %);

3.

incentivos a la I+D (60,0 %);

4.

una mejor enseñanza/formación de las competencias requeridas (43,8 %);

5.

mejores infraestructuras (38,0 %).

4.6.8

Según el Boston Consulting Group, los primeros tres factores que determinan la decisión de relocalización son: i) el coste del trabajo, ii) la proximidad a los clientes, iii) la calidad del producto. Otros factores incluyen el acceso a mano de obra cualificada, los costes de transporte, los plazos de entrega y la facilidad para hacer negocios. Las indicaciones demuestran además que Estados Unidos se está convirtiendo en el productor de bajo coste del mundo desarrollado, de modo que resulta cada vez más atractivo.

4.7

¿Cuál es el resultado de los estudios o investigaciones sobre el proceso de relocalización en la UE? Se conocen pocas investigaciones o estudios sobre el proceso de relocalización europeo. Un estudio sobre la deslocalización de empresas alemanas indica que entre una sexta y una cuarta parte de las mismas ha sido repatriada en un período de cuatro años; empresas francesas de TI que deslocalizaron el trabajo de TI se han quejado de los costes imprevistos, la calidad y los problemas de logística. Un estudio sobre empresas manufactureras del Reino Unido que deslocalizaron su producción en 2008-2009 demuestra que el 14 % de ellas ha repatriado ya su actividad (22). La Comisión Europea, en su Comunicación (COM(2010) 614) sobre el tema «Una política industrial integrada para la era de la globalización: poner la competitividad y la sostenibilidad en el punto de mira», menciona la idea, pero no utiliza explícitamente el término relocalización.

5.   Resultados de las audiencias públicas en Bruselas y en Bérgamo

5.1

Durante las audiencias públicas organizadas por el CESE en Bruselas y Bérgamo se presentaron experiencias de deslocalización y repatriación, con posibles situaciones futuras en distintos sectores de la industria manufacturera en el marco de un proceso de reindustrialización de Europa.

5.2

La economía mundial se rige principalmente por fuerzas de mercado que influyen de forma significativa en la decisión de una empresa de deslocalizar y/o repatriar su actividad productiva.

5.3

El estudio del Reino Unido pone de manifiesto que la clave del éxito no siempre reside en deslocalizar a países con mano de obra barata. La estructura de la cadena de valor y de la cadena de suministro constituye una parte integrante de ese éxito. Aunque el coste sigue siendo el tema principal, la ecuación del mismo no solo se deriva del coste del trabajo, sino también del coste de la logística y de la dirección. El estudio confirma que las tres principales razones que han impulsado a las empresas a regresar han sido un ahorro de costes inferior al esperado (50 %), problemas de calidad (43 %) y la proximidad al mercado (36 %). Entre otros motivos figuran la capacidad para respetar rigurosos plazos de entrega, la visibilidad y estabilidad de los proveedores y la protección de la propiedad intelectual.

5.4

El acceso al mercado y a los clientes es y seguirá siendo uno de los factores clave de esta decisión. En algunos sectores existen barreras geográficas para servir a mercados extranjeros, como son los requisitos locales, que hacen necesaria la estrategia de deslocalizar la producción y estar presente en el mercado local.

5.5

El acceso a las infraestructuras, a la energía y a los transportes es de vital importancia para las empresas. Actualmente existen países con infraestructuras modernas y accesibles capaces de competir con las europeas. Se debería considerar seriamente la necesidad de efectuar en el futuro inversiones en este sector.

5.6

La formación profesional y la enseñanza desempeñan un papel muy importante que no debe infravalorarse. Los países en desarrollo han invertido, y están invirtiendo, mucho en la educación de sus jóvenes, que compiten con los nuestros. Estos últimos, ante la falta de oportunidades de trabajo cualificado en Europa, emigran. El CESE está elaborando un informe sobre la educación, la formación profesional y la empresa.

5.7

La CES (Confederación Europea de Sindicatos) adoptó, el 7 de noviembre de 2013, el «Investment plan for good jobs and a sustainable future», con el objetivo de recuperar el crecimiento en el continente, crear hasta 11 millones de puestos de trabajo y motivar a las empresas multinacionales a deslocalizarse a Europa, respaldadas por el dinamismo de la demanda.

5.8

La deslocalización de las grandes industrias ha afectado de forma indirecta a las PYME, que han visto reducidos los encargos de producción de componentes. El sector del automóvil, por ejemplo, ha desplazado su producción a países emergentes debido principalmente a la creciente demanda en esos mercados. Este sector prevé una disminución de unos 70  000 — 85  000 puestos de trabajo.

5.9

El sector metalúrgico prevé una gran demanda, y nada menos que dos terceras partes procederán de los países emergentes en 2025. Por este motivo, el sector debe construir una red de contactos globales y asegurar su presencia en el mercado. Las industrias metalúrgicas y de ingeniería europeas se deslocalizan a mercados en desarrollo no solo por un factor de coste, sino también para llegar a la demanda con una estrategia de «in country for country» y garantizar el suministro de productos y servicios a los fabricantes y los consumidores locales.

5.10

Durante la audiencia pública en Bérgamo se llegó a las siguientes conclusiones (23)

la deslocalización no ha acabado;

la repatriación o el acercamiento de la producción (back-shoring y near shoring) son dos posibilidades, pero no las únicas;

las actividades que se repatrían no siempre son las mismas que se deslocalizaron (volumen y actividades diferentes);

los empresarios deben tener en cuenta el coste total del aprovisionamiento (total cost of sourcing) y no solo los costes laborales (inversiones en el capital de trabajo; revisión de las partes defectuosas);

los sindicatos deben tener en cuenta el coste laboral por unidad de producción en vez del coste laboral por horas trabajadas (innovación de productos y procesos, organización del trabajo);

los responsables políticos deben considerar todos los elementos que influyen en la capacidad de «hacer negocios».

Bruselas, 29 de abril de 2014.

El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

Henri MALOSSE


(1)  COM(2014) 14 final.

(2)  Estos precios no están corregidos en función de diferencias de calidad, pues el suministro de electricidad en la UE es más fiable y con menos cortes que en esos países.

(3)  COM(2014) 14 final.

(4)  CES1857-2011_ac_es.doc

(5)  INT/451 — La investigación y el desarrollo como respaldo a la competitividad — DO C 277 de 17.11.2009, p. 1.

(6)  La revolución industrial devuelve la industria a Europa — 10 de diciembre de 2012 — Comisario Tajani.

(7)  Informe del Centro Europa Ricerche sobre el tema de la internacionalización no 3/2013, p. 57.

(8)  The Mechanics Behind Manufacturing Job Losses, William T. Gavin en Economic Synopses, 2013, n. 20.

(9)  Lectio Magistralis. London School of Economics. 3 de diciembre de 2013.

(10)  http://www.labanconota.it/finanza/globalizzazione-delocalizzazione-reindustrializzazione.html.

(11)  http://ec.europa.eu/enterprise/initiatives/mission-growth/index_en.htm.

(12)  Una industria europea más fuerte para el crecimiento y la recuperación económica. Actualización de la Comunicación sobre política industrial (COM(2012) 582 final), 10 de octubre de 2012.

(13)  En curso de aprobación. CCMI/117 — Plan de Acción para la Industria del Acero en Europa.

(14)  COM(2013) 407 final.

(15)  Industria motore di ricchezza? La risposta positiva delle regioni europee (Scenari industriali — Centro studi Confindustria, junio de 2011).

(16)  Capítulo 4. A «manufacturing imperative» in the EU: the role of industrial policy. European Competitiveness Report 2013, Towards Knowledge Driven Reindustrialisation

(17)  http://ec.europa.eu/research/press/2013/pdf/ppp/spire_factsheet.pdf.

(18)  Capítulo 5. EU production and trade based on key enabling technologies. European Competitiveness Report 2013, Towards Knowledge Driven Reindustrialisation

(19)  Ponente: Reinhard Bütikofer, PR\936863ES.doc PE510.843v01-00 2013/2006(INI).

(20)  Uni-Club MoRe Back-reshoring Research Group.

(21)  http://www.reshorenow.org.

(22)  «A study of the effects of backshoring in the EU», Proceedings of the 13th International Conference of American Society of Business and Behavioural Sciences. Leibl, P., Morefield, R. y Pfeiffer, R. (2011) http://asbbs.org/files/2010/ASBBS_%20Proceedings_13th_Intl_Meeting.pdf.

(23)  Uni-Club MoRe Back-reshoring Research Group.