52006DC0326

Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo - Informe anual 2006 sobre la política de desarrollo de la Comunidad Europea y la ejecución de la ayuda exterior en 2005 {SEC(2006) 808} /* COM/2006/0326 final */


ES

Bruselas, 22.6.2006

COM(2006) 326 final

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL CONSEJO Y AL PARLAMENTO EUROPEO

Informe anual 2006 sobre la política de desarrollo de la Comunidad Europea y la ejecución de la ayuda exterior en 2005

{SEC(2006) 808}

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL CONSEJO Y AL PARLAMENTO EUROPEO

Informe anual 2006 sobre la política de desarrollo de la Comunidad Europea y la ejecución de la ayuda exterior en 2005

ÍNDICE

1. Hacia el logro de los Objetivos de desarrollo del Milenio (...)4

1.1. Establecimiento de los objetivos de la UE en apoyo de la cumbre «Milenio + 5» de las Naciones Unidas (...)4

1.2. Una visión europea del desarrollo (...)6

2. Estrategia de asociación (...)6

2.1. Cooperación con los países de los Balcanes occidentales (...)6

2.2 Política de la UE de relaciones con los países vecinos (...)7

2.3 «Espacios comunes» con Rusia (...)7

2.4. La asociación más antigua: África, Caribe y Pacífico (...)7

2.5 Reforzamiento de la asociación con América Latina (...)8

3. Una dimensión política creciente (...)8

3.1. Instrumentos para el fomento de la democracia y los derechos humanos (...)8

3.2. Creación de un marco para el diálogo político (...)9

3.3. Migración y asilo en el marco de la política de desarrollo (...)10

4. Mayor nivel de ayuda, de mejor calidad y más rápida – Europa cumple sus compromisos (...)10

4.1. Eficacia de la ayuda (...)10

4.2. Evaluación (...)11

4.3. Aspectos de gestión (...)12

4.4. Resultados (...)12

Introducción

La Unión Europea es el primer donante de ayuda al desarrollo en el mundo, el principal socio comercial de los países en desarrollo y un actor fundamental en el diálogo político. En 2005, la UE se comprometió a duplicar de aquí a 2010 su nivel actual de ayuda oficial al desarrollo (AOD).

Desde el punto de vista de la entrega de ayuda al desarrollo, 2005 fue un año récord para la Comisión Europea, habiéndose gastado 6 200 millones de euros, frente a los 5 700 millones de euros gastados el año anterior. Esto muestra una vez más que la Comisión, que gestiona aproximadamente un quinto del total de ayuda oficial al desarrollo de la UE, puede cumplir eficaz y rápidamente sus compromisos, permitiendo que el dinero llegue a quienes lo necesitan. Los resultados muestran el valor de las reformas emprendidas en 2000 para mejorar la forma en que se gasta la ayuda de la Comisión a terceros países. Esto, junto con las actividades de la UE en respuesta a desastres naturales, tales como el Tsunami o el terremoto sufrido en Pakistán, son prueba de que la Comisión se está convirtiendo en un socio cada vez más fiable.

Los objetivos globales de la política de desarrollo de la Comunidad Europea y de la ayuda exterior se establecen en el Tratado (artículo 177).

Dentro de este marco jurídico, la Comisión, en su Estrategia política anual para 2005 [1], estableció objetivos específicos de particular relevancia para la política de desarrollo y la ayuda exterior. En 2005, optó por centrarse en los objetivos siguientes:

– El proceso de estabilización y asociación en los Balcanes;

– La continuación de la aplicación de la política europea de relaciones con los países vecinos, particularmente por medio de planes de acción;

– Creación de los cuatro «espacios comunes» con Rusia;

– Contribución a la reconstrucción de Iraq;

– Revisión y aumento de la contribución de la UE a los Objetivos de desarrollo del Milenio;

– Puesta en funcionamiento del Fondo de Apoyo a la Paz para África;

– Establecimiento de un instrumento de la UE en el sector del agua.

A fin de completar los objetivos de la estrategia política anual, la Comisión también había planeado concluir y firmar un acuerdo de Cotonú revisado. Este objetivo, junto con la aplicación del Fondo de Apoyo a la Paz y el énfasis puesto en los Objetivos de desarrollo del Milenio, ha contribuido a hacer de África la principal prioridad para 2005.

Estos objetivos han orientado las medidas y los programas de financiación aplicados en 2005. Dichas medidas se exponen extensamente en el informe anual.

Aparte de estos objetivos de carácter general, en 2005 la política de desarrollo y de ayuda de la CE se centró en cinco aspectos principales:

– Durante la preparación de la cumbre «Milenio + 5» de las Naciones Unidas en septiembre de 2005, la UE también reiteró su compromiso con el logro de los Objetivos de desarrollo del Milenio y acordó un enfoque común del desarrollo. La UE contrajo un compromiso firme de acelerar los avances hacia el logro de los Objetivos de desarrollo del Milenio, concentrándose en el incremento y la mejora de la ayuda, el reforzamiento de la coherencia de las políticas de desarrollo y la realización de esfuerzos adicionales en favor de África.

– El Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión aprobaron una nueva declaración de política de desarrollo tripartita –«Consenso europeo sobre el desarrollo»–, que se completó con una estrategia para África de la UE. Los problemas específicos de África, en particular, del África subsahariana, requieren una respuesta adecuada. Esta estrategia específica contribuirá a los esfuerzos de la UE para ofrecer un «cambio de ritmo» de las acciones en favor de África, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo.

– La UE desarrolló más su enfoque de asociación: se ofrece a los países un marco para sus relaciones con la UE basado en la cooperación y adaptado a su situación. En 2005 se observaron importantes avances en el reforzamiento de estas asociaciones con los países de los Balcanes occidentales, Rusia, América Latina y los países ACP; 2005 también fue un año fundamental en la política europea de relaciones con los países vecinos.

– La dimensión política de la ayuda y la asistencia exterior ha sido fundamental, tanto si la ayuda se ha utilizado como instrumento para impulsar el diálogo político como si ha servido para financiar medidas específicas encaminadas a reforzar el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos.

– La Comunidad mantuvo en 2005 su exigencia de mejorar la ayuda y agilizar su ejecución. La declaración de París, firmada por los Estados miembros de la UE y por la CE en 2005, ha representado una contribución esencial en este ámbito y pronto se harán patentes los beneficios de la misma.

1. Hacia el logro de los Objetivos de desarrollo del Milenio

1.1. Establecimiento de los objetivos de la UE en apoyo de la cumbre «Milenio + 5» de las Naciones Unidas

En 2005, la comunidad internacional aplicó una serie de importantes medidas encaminadas a combatir la pobreza en el mundo a través de un relanzamiento de los Objetivos de desarrollo del Milenio. La UE desempeñó un papel director en la cumbre mundial de las Naciones Unidas celebrada en septiembre de 2005, tanto en términos de compromiso político como de compromiso financiero.

En su preparación de la Cumbre, la Unión Europea, partiendo de propuestas de la Comisión, estableció una serie de medidas encaminadas a acelerar los avances hacia el logro de los Objetivos de desarrollo del Milenio, encaminados a reducir la extrema pobreza en todas sus dimensiones esenciales. Dichas medidas son la base de la contribución europea a la Cumbre de las Naciones Unidas y consisten en tres principales elementos:

Aumento significativo en la cantidad y calidad de la ayuda de la UE

La ayuda oficial al desarrollo de los 25 Estados miembros ascendió a un total de 43 000 millones de euros en 2005. La UE acordó seguir aumentando su presupuesto para la ayuda oficial al desarrollo por encima de los compromisos contraídos en Monterrey (0,39% de la RNB en 2006), comprometiéndose a un objetivo mínimo provisional para cada Estado miembro en 2010 del 0,51% de la RNB (0,17% para los nuevos Estados miembros), con el fin de alcanzar el objetivo del 0,7% establecido por las Naciones Unidas para 2015. Esto llevaría a la ayuda global de la Unión al 0,56% % de la RNB en 2010. En términos absolutos, este compromiso significaría que de aquí a 2010 se dispondría anualmente de una ayuda oficial al desarrollo adicional de 20 000 millones de euros.

Las políticas en otras áreas también deberán contribuir al logro de los Objetivos de desarrollo del Milenio

La cooperación al desarrollo por sí sola no bastará para lograr los Objetivos de desarrollo del Milenio. Otras políticas de la UE tienen un papel fundamental que desempeñar para ayudar a los países en desarrollo a lograr dichos objetivos, de ahí el concepto de Coherencia de las Políticas en favor del Desarrollo [2]. La UE ha acordado asociar 12 sectores de intervención a los Objetivos de desarrollo del Milenio y a su calendario [3] y en estos 12 sectores ha aceptado compromisos específicos de «coherencia de las políticas en favor del desarrollo», a fin de garantizar la coherencia con los objetivos de la política de desarrollo.

Prioridad: África

La UE desea centrar sus esfuerzos en África con objeto de ayudar a los africanos a convertirse en los primeros actores de su propio desarrollo y actuar como catalizador de otras ayudas al desarrollo. La UE está trabajando para establecer una real asociación basada en un comercio y unas relaciones políticas desarrolladas. Además de interesarse de forma general por la cohesión social y el desarrollo sostenible, la UE fomenta las estructuras necesarias para la integración regional entre los países africanos y para el comercio Sur-Sur. También ha creado una asociación con la Unión Africana, y sus instituciones llevan a cabo acciones tales como la refinanciación del Fondo de Apoyo a la Paz.

1.2. Una visión europea del desarrollo

El 20 de diciembre de 2005, los presidentes de la Comisión, el Consejo y el Parlamento aprobaron la nueva declaración sobre la política de desarrollo de la UE («Consenso europeo sobre desarrollo») [4], que constituye un jalón en la historia de la cooperación al desarrollo de la UE. Por primera vez en 50 años se han definido a escala de la Unión valores, principios, objetivos y medios para erradicar la pobreza y alcanzar los Objetivos de desarrollo del Milenio.

La Estrategia de la UE para África [5], adoptada en diciembre, es la primera aplicación concreta del Consenso europeo sobre desarrollo, y establece un marco de acción para que los Estados miembros y la Comisión Europea apoyen los esfuerzos de África a fin de lograr los Objetivos de desarrollo del Milenio, haciendo especial hincapié en la paz y la seguridad, la gobernanza, la infraestructura y el comercio.

Intensificación de la asistencia a la infancia

La nueva Declaración sobre política de desarrollo y la nueva Estrategia para África de la Unión Europea prestan atención a las necesidades y derechos de la infancia (educación, sanidad, trabajo infantil, condiciones de los huérfanos, etc.), dado que la UE se ha comprometido a avanzar hacia el logro de los objetivos del Convenio sobre los derechos de la infancia, acordados a nivel internacional. Se han desarrollado orientaciones sobre los derechos de la infancia con vistas al diálogo político a nivel de delegación. El grupo de Comisarios sobre los derechos fundamentales, presidido por el Presidente Barroso, decidió en abril de 2005 trabajar hacia el establecimiento de un «Pacto para la infancia» con objeto de impulsar la promoción de los derechos de la infancia en la política interior y exterior de la UE».

2. Estrategia de asociación

2.1. Cooperación con los países de los Balcanes occidentales

En 2005, los países de los Balcanes occidentales realizaron progresos notables en materia de estabilización y reconciliación, reforma interior y cooperación regional. Actualmente más próximos a la UE, seguirán disfrutando del apoyo financiero del programa ACRDE (Ayuda comunitaria para la reconstrucción, la democracia y la estabilización) hasta la introducción del instrumento unificado para la preadhesión en 2007 [6]. En junio de 2005, el Consejo Europeo reafirmó su compromiso de aplicar el programa de desarrollo. En 2005 se realizaron importantes avances: apertura de las negociaciones de adhesión con Croacia, concesión del estatus de candidato a la Antigua República Yugoslava de Macedonia, aproximación a la culminación de un acuerdo de estabilización y asociación con Albania, e inicio de las negociaciones para la celebración de un acuerdo de estabilización y asociación con Serbia y Montenegro y Bosnia y Hercegovina. Ha comenzado el proceso político para llegar a una decisión sobre el futuro estatus de Kosovo. La perspectiva europea constituye un poderoso incentivo para la reforma política y económica y ha fomentado la reconciliación entre los pueblos de la región.

2.2 Política de la UE de relaciones con los países vecinos

La política de la UE de relaciones con los países vecinos [7] tiende a desarrollar una zona de prosperidad y estabilidad compartida entre la UE y sus países vecinos, sobre la base de acuerdos alcanzados por ambas partes de conformidad con los principios de colaboración. Esta política ofrece a los países una participación en el mercado interior y un apoyo para el cumplimiento de las normas de la UE, así como asistencia para la realización de reformas que estimulen el desarrollo económico y social. A su vez, los países beneficiarios de esta política contraen compromisos concretos y supervisables de reforzar el Estado de derecho, la democracia y el respeto de los derechos humanos, fomentar las reformas económicas, estimular el empleo y la cohesión social y colaborar sobre objetivos esenciales de la política exterior (lucha antiterrorista, no proliferación de armas de destrucción masiva). La asociación está diseñada para recompensar los progresos con mayores incentivos, que son totalmente distintos de cualquier perspectiva de adhesión. La política europea de relaciones con los países vecinos también contribuye a abordar los intereses de la UE en materia de inmigración ilegal, gestión de fronteras y delincuencia organizada.

En 2005, se han realizado nuevos avances hacia la finalización de los planes de acción con los países cubiertos por la política europea de relaciones con los países vecinos, en particular, en lo que se refiere al establecimiento de la economía de mercado, la facilitación de los visados y el diálogo sobre energía con Ucrania, la institución de una misión de vigilancia en la frontera entre Moldova y Ucrania, y el reforzamiento y la ampliación del diálogo político con una serie de países mediterráneos. Nuevos planes de acción se están aplicando con Jordania, Israel, la Autoridad Palestina, Moldova y Ucrania. Por último, se han entablado negociaciones con Georgia, Armenia y Azerbaiyán. En la región mediterránea, se ha prestado atención creciente a respaldar las reformas económicas iniciadas por los países asociados, financiando políticas sectoriales (particularmente, en las áreas de educación y sanidad) y promoviendo la democracia, los derechos humanos y una gobernanza adecuada.

2.3 «Espacios comunes» con Rusia

En mayo de 2005 se aprobó una serie de planes para la creación de cuatro «espacios comunes» entre la UE y Rusia [8]. Estos planes establecieron objetivos comunes para las relaciones entre la UE y Rusia, así como las medidas necesarias para alcanzar estos objetivos. Además, la cooperación de la UE con Rusia se desarrolla en el marco de la asociación estratégica establecida entre ambas partes.

2.4. La asociación más antigua: África, Caribe y Pacífico

El año 2005 fue también el año en que se revisó el Acuerdo de Cotonú. Dicho Acuerdo, que establece el marco para las relaciones con los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP), representa la asociación más antigua de la UE y está encaminado a fomentar el desarrollo de una estrategia común de reducción de la pobreza a través de un auténtico enfoque asociativo.

Instituciones comunes, tales como la Asamblea parlamentaria conjunta y el Consejo de Ministros ACP-UE han desempeñado un papel esencial en la cooperación ACP-UE desde el comienzo, y la asociación de la sociedad civil y de otras partes interesadas ha contribuido a aumentar la eficiencia de dicha cooperación.

Los aspectos sociales, económicos, políticos, culturales y medioambientales del desarrollo sostenible se han integrado en el Acuerdo, como reflejo de los compromisos internacionales contraídos por la UE y sus socios ACP.

Por otro lado, se están realizando continuos avances hacia el establecimiento de un marco innovador para la cooperación económica y comercial encaminado a fomentar el desarrollo, reforzando la integración económica regional, eliminando los obstáculos al comercio y promoviendo la integración gradual de los países ACP en la economía mundial.

A fin de permitir el logro de los objetivos de la asociación con los países ACP, se ha acordado el establecimiento de un nuevo Fondo europeo para el desarrollo, que proporcionará 22 682 millones de euros a los países ACP en el período 2007-2013.

2.5 Reforzamiento de la asociación con América Latina

En mayo de 2005, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se reunieron con sus homólogos del Grupo de Río. Los debates se centraron en los procesos de integración regional en América Latina, la desigualdad social y la exclusión. También se debatieron los preparativos para la cumbre de las Naciones Unidas de septiembre de 2005.

En diciembre de 2005, la Comisión decidió dar un nuevo impulso a la asociación estratégica con América Latina adoptando una Comunicación bajo el título de «Reforzamiento de la asociación entre la Unión Europea y América Latina»

Han proseguido las negociaciones sobre un acuerdo de asociación y libre comercio entre la UE y Mercosur y se han dado pasos preliminares para la celebración de acuerdos con América Central y con la Comunidad Andina.

3. Una dimensión política creciente

3.1. Instrumentos para el fomento de la democracia y los derechos humanos

Esta prioridad se refleja en todos los acuerdos celebrados y se plasma en el diálogo político a nivel nacional y regional, así como en los programas de cooperación geográfica. La Iniciativa europea para la democracia y los derechos humanos [9] está destinada principalmente a los países que necesitan mayor apoyo en la materia: sus principales beneficiarios son organizaciones de la sociedad civil que operan en estos sectores. En 2005, se gastaron 126,7 millones de euros, principalmente para proyectos de financiación iniciados en los dos años anteriores. Entre estos proyectos cabe citar: el apoyo a la labor de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Consejo de Europa, los tribunales especiales para la antigua Yugoslavia, Sierra Leona y Camboya, así como proyectos para la promoción de la democracia en Belarús [10] y otras iniciativas de apoyo de los derechos de los pueblos indígenas. En 2005 serán se ha concedido prioridad específica a Iraq, con un importe total de 10 millones de euros. En el marco de los fondos fiduciarios de las Naciones Unidas se establecieron proyectos centrados específicamente en el proceso constitucional, en la formación de observadores las elecciones nacionales y en las organizaciones de la sociedad civil.

La UE se considera cada vez más un factor esencial en el ámbito de la observación de elecciones. Al establecer una misión de observación de elecciones, la Comisión, el Parlamento Europeo y el Consejo colaboran para evaluar en qué medida las elecciones son «libres y justas». El número de misiones de observación de elecciones aumentó en 2005 y seguirá aumentando en 2006. En 2005 fueron destacados aproximadamente 1000 observadores, frente a los 632 de 2004.

Han tenido lugar misiones de observación de elecciones para elecciones presidenciales o parlamentarias o referendos en Afganistán, Burundi, Guinea-Bissau, Líbano, Liberia, Etiopía, República Democrática del Congo, Venezuela y Sri Lanka. En todas estas misiones, la UE ha ganado en visibilidad convirtiéndose al mismo tiempo en un actor cada vez más importante en el reforzamiento de los procesos democráticos. A final de 2005 también se estaban preparando misiones para su realización en 2006 (Cisjordania y Gaza, Uganda y Haití).

Además de las misiones de observación de elecciones propiamente dichas, también se proporcionó ayuda a procesos electorales a través de proyectos en Asia y en los países ACP.

3.2. Creación de un marco para el diálogo político

En el caso de los países ACP. La revisión del Acuerdo de Cotonú, firmado en junio de 2005 [11], proporcionó la oportunidad de fomentar la dimensión política de la asociación por medio de un diálogo político más sistemático, formal, eficaz y orientado a los resultados, sobre la base de los principios bien consolidados de asociación y asunción de responsabilidad.

Los socios ACP-UE también introdujeron una referencia a la cooperación en la lucha contra la proliferación de armas de destrucción masiva. Esto constituye un auténtico paso adelante en el área de las relaciones internacionales. En el Acuerdo también se introdujo una referencia al Tribunal Penal Internacional y al Estatuto de Roma, lo que demuestra el compromiso de los socios con las instituciones de gobernanza mundial. Por otro lado, el Acuerdo revisado establece una cláusula que confirma la cooperación internacional ACP-UE en la lucha contra el terrorismo. El reforzamiento de la capacidad de los países asociados para combatir el terrorismo debe financiarse con recursos distintos de los destinados a la financiación de la cooperación ACP-CE para el desarrollo [12].

3.3. Migración y asilo en el marco de la política de desarrollo

Esta cuestión tan debatida requiere que las políticas y la ayuda correspondientes aborden las oportunidades y los problemas planteados. Con este fin, el Consejo Europeo ha subrayado reiteradamente la necesidad de un enfoque global del fenómeno de la emigración.

A nivel político, en el proceso de seguimiento del «Programa de la Haya» de 2004, la UE ha seguido elaborando su política de emigración respecto de terceros países. Los programas nacionales y regionales tales como MEDA o TACIS proporcionan la mayor parte de la financiación para los proyectos de emigración y asilo. Establecido en 2004, el Programa temático AENEAS [13] es complementario de los programas geográficos: proporciona asistencia financiera y técnica a terceros países en apoyo de sus esfuerzos encaminados a lograr una gestión más eficaz de todos los aspectos de los flujos migratorios. La primera ronda de proyectos se seleccionó en 2005 con un importe total de 30 millones de euros, de los que aproximadamente 16 millones de euros se destinaron a la región mediterránea. La segunda «convocatoria de propuestas» fue publicada en diciembre 2005 con un presupuesto total de 40,3 millones de euros. En cuanto a la dimensión geográfica, se pondrá especial interés en los países de la Comunidad de Estados Independientes, el Mediterráneo y el África subsahariana.

En cuanto al asilo, la Comisión adoptó una Comunicación sobre los programas regionales de protección el 1 de septiembre de 2005 [14]. Los primeros programas piloto se desarrollarán en Tanzania y en los nuevos Estados independientes occidentales, en estrecha asociación con los terceros países afectados y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, de modo que los refugiados que necesiten protección puedan obtenerla rápidamente y en una forma más adaptada a sus necesidades.

4. Mayor nivel de ayuda, de mejor calidad y más rápida – Europa cumple sus compromisos

4.1. Eficacia de la ayuda

El proceso de aumento de la eficacia de la ayuda se centra en unos métodos simples pero prácticos para armonizar la preparación de las estrategias nacionales, la aplicación de la ayuda y la forma en que se notifica su ejecución, aplicar sistemas y procedimientos más fiables en los países beneficiarios y lograr una mayor coordinación entre los donantes. Los países socios desempeñan un papel fundamental, comprometiéndose a mejorar sus estrategias operativas de desarrollo, a reforzar la gestión de su hacienda pública y sus sistemas nacionales de licitación y a fomentar el seguimiento y las prácticas de auditoría. Esto permite a los donantes coordinar mejor sus actividades, canalizando más ayuda a través del presupuesto nacional y minimizando los requisitos de notificación. Los costes de transacción para los países socios se reducen, lo que les permite aumentar la escasa capacidad de gestión y administrativa de que disponen y orientarla a las prioridades nacionales. Un aspecto significativo de esta iniciativa es el intento de proporcionar ayuda en forma de apoyo directo al presupuesto, de forma que se administre totalmente dentro del propio sistema del país asociado.

Los esfuerzos de la Comisión por reforzar la coordinación con los Estados miembros («Consenso europeo sobre desarrollo») y con otros donantes queda ilustrado por la estrecha colaboración tras el Tsunami con los gobiernos, la sociedad civil de los países afectados, las organizaciones no gubernamentales internacionales y las instituciones financieras. Al colaborar con los gobiernos y la comunidad internacional en la concepción de los mecanismos de ejecución de la ayuda, tales como los fondos fiduciarios para la reconstrucción, la CE ha garantizado que las comunidades afectadas hayan participado plenamente en el diseño de los proyectos de reconstrucción.

La Declaración de París de 2 de marzo de 2005 sobre eficacia de la ayuda [15] es un acuerdo entre cerca de 100 países −representantes de los beneficiarios de la ayuda y los donantes, incluidos los 25 Estados miembros y la Comisión− y más de 25 agencias de desarrollo, con objeto de que la ayuda se proporcione en la forma que contribuya mejor a la realización de los Objetivos de desarrollo del Milenio de aquí a 2015. La Declaración de París estableció un compromiso de establecer objetivos y realizar un seguimiento de su cumplimiento empleando 12 indicadores de progreso [16]. Los objetivos e indicadores están diseñados para controlar los avances realizados a nivel global entre los signatarios de la Declaración.

Los 12 indicadores presentan una imagen de los progresos realizados siguiendo los cinco compromisos de asociación incluidos en la Declaración de París: participación del país asociado; adaptación de los donantes al marco de desarrollo nacional de cada país; armonización de las acciones de los donantes; gestión orientada a los resultados; y responsabilidad compartida de los donantes y socios en los resultados. La UE se ha comprometido a realizar una aplicación oportuna de la Decisión. Se espera que la Comisión informe sobre los avances realizados a nivel de la UE en el ámbito de la mejora de la eficacia de la ayuda y presente al Consejo un informe sobre la aplicación a nivel de cada país en 2005. Con este fin, desarrollará un instrumento simple e interactivo para notificar los avances en materia de adaptación y armonización.

4.2. Evaluación

La evaluación se propone aumentar el impacto de la ayuda. En 2005 se finalizó el programa para mejorar la metodología de la función de evaluación. En dicho año se procedió a 11 nuevas evaluaciones; otras siguen en curso, incluidas dos importantes evaluaciones conjuntas: una sobre el apoyo general al presupuesto, y la otra sobre coordinación, complementariedad y coherencia. Los principales resultados de la evaluación de 2005 se referían a dos países (Benín y Ghana), dos regiones (el Caribe y América Latina) y un sector (el sector privado). Por ejemplo, la evaluación de la ayuda de la Comisión a Ghana muestra que ésta ha dado resultados especialmente visibles en forma de mejor acceso al agua potable y a los equipos higiénico-sanitarios y a unos servicios básicos de educación y sanidad para los segmentos más pobres de la población. Sin embargo, en general las evaluaciones dejan constancia de largos retrasos en la aplicación y ponen de relieve la rigidez y lentitud de los procedimientos de la Comisión. En 2005 se finalizaron, con conclusiones globales positivas, dos informes de evaluación sobre la Iniciativa europea para la democracia y los derechos humanos, así como un estudio sobre la conveniencia de sus indicadores.

4.3. Aspectos de gestión

En 2005, la Comisión siguió reorientando su acción, dando menos importancia a la cuestión de la ayuda concedida y acentuando más los aspectos de los resultados y del impacto, ya que éstos afectan al desarrollo de la ayuda. La atención a la calidad es una continuación de las reformas de la gestión de la ayuda exterior que se aplicaron en los cuatro años anteriores (2001-2004).

Los resultados de la aplicación de estas reformas se han ilustrado en un informe titulado «Qualitative assessment of the reforms in the management of external assistance» (Evaluación cualitativa de la reforma de la gestión de la ayuda exterior) [17], publicado en julio de 2005. Este informe pasa revista a las reformas operativas, organizativas y metodológicas en la concesión de la ayuda, y evalúa sus efectos y resultados.

El efecto de la reformas ha sido garantizar una mejora constante del ritmo de entrega de la ayuda, con mayores volúmenes de pagos cada año y una duración media de la ejecución de la ayuda más corta.

Como consecuencia de la culminación del proceso de desconcentración –que ha conferido la responsabilidad de la gestión de la mayoría de programas de desarrollo a las delegaciones de la Comisión en los países correspondientes– la estructura de la sede de la Oficina de Cooperación EuropeAid se modificó en marzo de 2005 a fin de proporcionar mayor ayuda y apoyo a las delegaciones y reflejar la transferencia de los países de los Balcanes occidentales a la DG Ampliación, con vistas a su futura adhesión a la UE.

4.4. Resultados

En 2005, la Comisión Europea ha aplicado los programas con una velocidad y eficiencia récord, lo que permitió que los fondos alcanzasen rápidamente a quienes los necesitaban. Los resultados muestran el valor de la reformas introducidas en 2000 con objeto de mejorar la forma en que se desembolsa la ayuda de la Comisión a terceros países.

En 2005, los compromisos ascendieron a 8 000 millones de euros, lo que representa un aumento superior al 16% respecto de 2004. Los compromisos con países de África, el Caribe y el Pacífico se incrementaron en más de 1 000 millones de euros y casi alcanzaron el nivel máximo de 2003. Los compromisos con Asia también registraron un fuerte aumento en 2004 (cerca del 50%). Se desembolsaron 6 200 millones de euros en ayuda al desarrollo, frente a los 5 700 millones de euros desembolsados el año anterior.

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Gracias a las reformas, la Comisión está utilizando los fondos comprometidos más eficientemente, tanto en sus propios procedimientos internos como en la aplicación de los programas. Una comparación entre 2001 y 2005 muestra que entre ambos años los compromisos aumentaron en un 44% y los pagos en un 50%. Las cifras indican que, por término medio, la ejecución requiere actualmente 3,32 años, frente a unos 3,55 años en 2004 y a cerca de cinco años en 2000.

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El importe de ayuda oficial al desarrollo gestionado por la Comisión y destinado a países de baja renta, incluidos los menos desarrollados, aumentó de nuevo substancialmente, pasando de aproximadamente 1 500 millones de euros en 2000 a una cifra superior al doble en 2005 (alrededor de 3 200 millones de euros). En proporción, pasó del 32% en 2000 al 45,8 en 2005. Esta tendencia debería continuar, ya que en 2005 más de la mitad los nuevos compromisos se contrajeron en favor de estos países.

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La rapidez y la eficacia de la ayuda son elementos importantes, aunque lo que realmente cuenta son los resultados obtenidos en la puesta de la ayuda a disposición de quienes la necesitan. El análisis del sistema de seguimiento orientado a los resultados de la Comisión, que se basa en la realización periódica de evaluaciones in situ por parte de expertos independientes, muestra una clara tendencia hacia una fuerte mejora de la calidad. En particular, la eficiencia y la sostenibilidad de los proyectos y programas han aumentado sustancialmente desde 2001.

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La Comisión está decidida a mejorar aún más la gestión de los fondos de su competencia y ha propuesto simplificar la base jurídica para la ayuda exterior (los instrumentos) y sus propios procedimientos internos.

En 2005 tuvieron lugar intensas actividades para preparar la nueva generación de programas de ayuda que se aplicará en el marco de las perspectivas financieras 2007-2013. En cooperación con las autoridades competentes y las partes interesadas de los países beneficiarios, así como con los Estados miembros y otros donantes, la Comisión ha comenzado a preparar los documentos de estrategia que guiarán el proceso de programación para los diferentes países y regiones. Este proceso finalizará en 2006, a fin de que las acciones planeadas puedan desarrollarse a partir de enero de 2007.

Los objetivos y principios establecidos en la declaración de diciembre de 2005 sobre política de desarrollo −«Consenso europeo sobre desarrollo»− han inspirado la preparación de estos documentos de estrategia a nivel nacional y regional. Se ha prestado especial atención a la mejora de la eficacia de la ayuda plasmando en el proceso de formación los compromisos contraídos por la UE y sus Estados miembros.

[1] COM(2004) 133 final.

[2] COM(2005) 134 - abril 2005.

[3] Comercio; medio ambiente; cambio climático; seguridad; agricultura; pesca; dimensión global de la mundialización; migraciones; investigación e innovación; sociedad de la información; transporte; y energía.

[4] La Comisión y el Consejo adoptaron el documento en el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores el 22 de noviembre de 2005 ((14820/05), mientras que el Parlamento lo aprobó en su asamblea plenaria de 15 de diciembre de 2005 (Resolución P6-TA-PROV (2005) 0528).

[5] COM (2005) 132.

[6] Aparte de Croacia, que ya había recibido el estatus de país candidato y es beneficiario de los tres instrumentos financieros de preadhesión así como del programa regional acrde.

[7] COM(2004) 373 final.

[8] Espacio económico común; espacio común de libertad, seguridad y justicia; espacio común de seguridad exterior; espacio común de investigación, educación y cultura.

[9] COM(2001) 252 final.

[10] Con inclusión de la European Humanities University de Vilna, que proporciona educación superior en bielorruso sobre democracia y aspectos relacionados con los derechos humanos.

[11] Pendiente de ratificación. El acuerdo deberá entrar en vigor el 1 de enero de 2008.

[12] Acuerdo de asociación de Cotonú revisado: Declaración conjunta Consejo-Comisión sobre asistencia financiera y técnica en el ámbito de la cooperación en la lucha antiterrorista y artículo 11 a) insertado en el Acuerdo de asociación de Cotonú revisado.

[13] Reglamento (CE) nº 491/2004.

[14] COM(2005) 388 final.

[15] http://www.oecd.org/dataoecd/11/41/34428351.pdf

[16] DAC. CHAIR (2005) 12 /REV.1

[17] SEC(2005) 963.

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