52005DC0208

Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo - Política espacial europea - elementos preliminares {SEC(2005)664} /* COM/2005/0208 final */


[pic] | COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS |

Bruselas, 23.5.2005

COM(2005) 208 final

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL CONSEJO Y AL PARLAMENTO EUROPEO

Política espacial europea: elementos preliminares{SEC(2005)664}

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL CONSEJO Y AL PARLAMENTO EUROPEO

Política espacial europea: elementos preliminares

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 3

1. ESTRATEGIA 4

2. FUNCIONES Y RESPONSABILIDADES 6

2.1. Funciones 6

2.2. Gobernanza 7

3. PRIORIDADES Y COSTES 8

3.1. Prioridades 8

3.2. Costes 9

4. EJECUCIÓN 9

4.1. Política industrial 9

4.2. Cooperación internacional 10

4.3. Instrumentos 11

4.4. Gestión de los programas de la UE 13

4.5. Marco reglamentario e institucional 13

INTRODUCCIÓN

El «Consejo Espacial», tal como se define en el Acuerdo marco entre la CE y la AEE, se reunió el 25 de noviembre de 2004, bajo la presidencia conjunta de las Presidencias de la UE y del Consejo de la Agencia Espacial Europea (AEE) a nivel ministerial y decidió en sus orientaciones[1] que, en su segunda reunión:

reconocería e identificaría las prioridades del Programa Espacial Europeo, incluida la valoración de sus posibles costes;

identificaría las funciones y responsabilidades de la UE, la AEE y demás partes implicadas en el Programa Espacial Europeo, así como las fuentes de financiación pertinentes;

identificaría los principios de política industrial y los principios de financiación vinculados a la ejecución del Programa Espacial Europeo.

El presente documento, elaborado por la secretaría conjunta de la CE y la EEA, responde a dichas orientaciones. El documento se ha analizado con los Estados miembros en el Grupo de alto nivel de política espacial. Además, se analizó con la industria el 5 de abril de 2005. Finalmente, sobre la base de las orientaciones del segundo Consejo Espacial previsto para el 7 de junio de 2005, la secretaría conjunta tiene intención de desarrollar este documento para transformar los elementos preliminares en una propuesta más concreta de política espacial europea, con su programa correspondiente, que se presentarán al tercer Consejo espacial. Esta propuesta definitiva tendrá en cuenta los resultados de un proceso abierto de consulta.

La política espacial europea incluirá: una estrategia que resuma los objetivos; la definición de las funciones y responsabilidades de las principales partes implicadas para alcanzar estos objetivos; un Programa Espacial Europeo que identifique las prioridades de las principales partes implicadas, y un conjunto de principios de ejecución consensuados entre ellos.

1. ESTRATEGIA

Las actividades espaciales son estratégicas por su contribución a la construcción de Europa. El espacio es una herramienta al servicio de las políticas de la Unión, sus Estados miembros y sus ciudadanos: influencia estratégica, progreso científico, crecimiento económico en la economía del conocimiento y seguridad.

La UE tiene cada vez más presencia a escala mundial. Tras las ampliaciones, la influencia estratégica de la UE ha aumentado, lo que exige una reflexión y la adaptación y creación de los instrumentos necesarios, incluida una política espacial.

Para seguir teniendo éxito en este ámbito, es necesaria una definición previa de la visión europea del espacio y las prioridades resultantes. Es preciso identificar con claridad las ambiciones europeas para que todas las partes implicadas, institucionales o privadas, puedan desplegar los medios necesarios para alcanzar esas prioridades. Las actividades espaciales van más allá de políticas intersectoriales, como la investigación y la innovación, ya que su ámbito de actuación afecta a numerosas políticas comunitarias.

El espacio es un sector industrial estratégico para fomentar el crecimiento y el empleo, y, por tanto, parte de la estrategia de crecimiento y empleo. Las aplicaciones espaciales sostienen la actividad económica y los servicios públicos esenciales, y, por tanto, su importancia va más allá del ámbito de investigación. Su eficacia depende de su integración con los sistemas terrestres, a fin de aprovechar las ventajas comparativas de cada uno. Sus beneficios se extienden por toda Europa. La innovación impulsará nuevos mercados para las aplicaciones, en particular gracias a las PYME.

La ciencia y las aplicaciones espaciales desempeñan un papel importante en la consolidación en Europa de la competitividad de la sociedad basada en el conocimiento. El éxito de las principales misiones de investigación espaciales con liderazgo europeo han situado en vanguardia a la AEE y sus Estados miembros, así como a la comunidad científica europea y a sus sectores industrial y de servicios. La investigación espacial científica e industrial es una poderosa fuerza motriz para el desarrollo de nuevas tecnologías, que, a su vez, generan numerosas aplicaciones en beneficio de la sociedad y el medio ambiente. El espacio constituye una baza importante para la integración europea, no sólo por sus capacidades técnicas, sino también por representar para Europa una aventura y un desafío globales.

La política de seguridad europea se está desarrollando rápidamente y, en ella, desempeñarán un papel crucial el conocimiento de la situación y la capacidad de reacción basadas en el espacio. Se está difuminando la diferenciación entre infraestructura de defensa e infraestructura y sistemas de seguridad interior, y es necesario clarificar sus aplicaciones comunes. El Consejo de la UE ha reconocido que los recursos espaciales pueden contribuir a reforzar la capacidad de la UE en el ámbito de la gestión de crisis y a combatir otras amenazas para la seguridad. Por tanto, ha aprobado la idea de que los requisitos determinados y acordados en materia de PESD se consideren en la política espacial global de la UE y en el Programa Espacial Europeo[2].

La UE necesita garantizar su acceso a capacidades de desarrollo, lanzamiento y gestión de recursos espaciales combinando capacidades independientes, una asociación internacional estratégica y el recurso a las fuerzas del mercado. La inversión europea en infraestructura y servicios espaciales también incide positivamente sobre sus países vecinos, sus socios internacionales y los países en vías de desarrollo, lo que amplía la dimensión internacional de la política espacial.

En la actualidad, las empresas europeas tienen un gran protagonismo en los mercados internacionales de fabricación de satélites, servicios de lanzamiento y operación de satélites. Europa dispone de una base tecnológica sólida y de una excelencia científica consolidada. Todo esto se ha conseguido destinando al espacio un gasto público seis veces inferior al de los EE.UU. El sector espacial europeo debe mantener esta excelencia a un coste razonable.

En el primer Consejo Espacial de noviembre de 2004, los Estados miembros expresaron su deseo de reforzar el papel de la UE en la política espacial y reconocieron que las actividades espaciales pueden contribuir a alcanzar los objetivos políticos europeos en diversos ámbitos[3], debiendo su ejecución basarse en las capacidades europeas existentes, especialmente en la Agencia Espacial Europea y las agencias nacionales.

Es necesario un compromiso continuado de financiación para aprovechar plenamente el potencial de beneficios científicos, tecnológicos, industriales económicos y estratégicos relacionados con el espacio. Además de la actual dotación presupuestaria de la AEE y de la financiación a escala nacional, es esencial la financiación de la UE. Habida cuenta del volumen relativamente limitado de financiación pública disponible para las actividades relacionadas con el espacio, en comparación, por ejemplo, con la de los EE.UU., es esencial utilizar los recursos de la forma más eficiente y rentable posible.

La división efectiva de tareas entre la UE y sus Estados miembros en las actividades relacionadas con el espacio requiere que los esfuerzos financieros y no financieros de los principales organismos públicos europeos estén coordinados y se complementen, lo que implica llegar a un acuerdo sobre funciones y responsabilidades, así como aumentar la transparencia entre todas las partes implicadas, es decir, optimizar la planificación y el empleo de los recursos. Demostrando que los recursos se utilizan cada vez de manera más eficiente y eficaz, se atraerá más inversión pública y privada.

Es preciso que las partes implicadas se atrevan a priorizar las funciones y responsabilidades que asuman en función de las necesidades y exigencias de los usuarios. Las aplicaciones (explotación de sistemas espaciales integrados con sistemas terrestres) gozarán de un papel prominente en el Programa, lo que facilitará que los usuarios contribuyan a generar la financiación necesaria, reforzando así el mercado del sector público. Asimismo, como parte de la política espacial europea, la UE necesita capacidades garantizadas y competitivas en materia de lanzamiento y gestión de sistemas espaciales.

La UE debe tener en cuenta que depende de infraestructuras que son, en gran parte, propiedad de sus Estados miembros y no necesariamente compartidas a escala comunitaria (sobre todo en cuanto a los sistemas relacionados con la defensa), que existen lagunas que no cubrirán los planes actuales, y que, incluso para los satélites existentes y previstos, las interfaces de datos no siempre están armonizadas. Actualmente, los proyectos de aplicación más avanzados son Galileo y el sistema Vigilancia Mundial del Medio Ambiente y la Seguridad (GMES). El espacio asume un papel cada vez más importante en políticas clave de la UE, como las de transporte, agricultura, medio ambiente, seguridad y sociedad de la información, asociado a componentes terrestres en las redes y servicios de vigilancia y comunicaciones.

La ejecución de la política espacial europea deberá ir acompañada por el desarrollo de:

a) una política industrial específica para el sector, que permita a Europa disponer de las fuentes y competencias industriales y de tecnológicas críticas necesarias, y, al mismo tiempo, de una industria espacial competitiva a escala internacional;

b) una política de cooperación internacional que aborde tanto los objetivos geopolíticos más amplios de las políticas europeas de relaciones exteriores (incluida la política de vecindad) como los de la gestión cotidiana eficaz de los sistemas espaciales;

c) instrumentos que inviertan en programas y garanticen su gestión eficaz.

2. FUNCIONES Y RESPONSABILIDADES

2.1. Funciones

Es necesario definir las diferentes funciones y responsabilidades en el ámbito de la política espacial europea, a fin de asignar las tareas de forma clara y complementaria, y conforme a la normativa jurídica vigente. Las principales partes implicadas han identificado sus principales funciones para el próximo periodo, teniendo en cuenta las intenciones de los demás.

La función de la UE será:

- definir las prioridades y los requisitos de los sistemas espaciales, al servicio de los objetivos y las políticas principales de la UE y de las necesidades de los ciudadanos;

- encajar la voluntad política y las demandas de los usuarios, en apoyo de éstos últimos;

- garantizar la disponibilidad y continuidad de servicios de apoyo a las políticas de UE, financiando actividades pertinentes de investigación en fases anteriores, adquiriendo servicios, o garantizando la implantación y las fases operativas de los sistemas espaciales, según convenga, y, en su debido momento, fomentando la financiación por parte de los usuarios;

- garantizar la integración de los sistemas espaciales con los sistemas relacionados terrestres e in situ fomentando el desarrollo de servicios de aplicación orientados hacia el usuario, en apoyo de las políticas de UE;

- establecer un marco jurídico idóneo para facilitar la innovación;

- fomentar la coordinación de la posición europea en el marco de la cooperación internacional.

Las actividades espaciales de la UE se ejecutarán a través de las estructuras europeas existentes, especialmente de la Agencia Espacial Europea, las agencias espaciales nacionales, la industria, etc. La UE también fomentará el desarrollo de servicios innovadores que, aprovechando los sistemas espaciales, reporten beneficios a la industria y los ciudadanos europeos.

La función de la AEE, conforme a lo decidido por sus Estados miembros y cooperantes, consistirá en:

- prestar apoyo a la especificación técnica del segmento espacial de programas de aplicación espacial, teniendo especialmente en cuenta los requisitos de la UE;

- desarrollar y aplicar tecnologías espaciales, y, en particular, de acceso al espacio, a la ciencia y a la exploración;

- buscar la excelencia en la investigación científica sobre el espacio, en el espacio y a partir del mismo;

- aconsejar a la UE sobre los requisitos del sector espacial para contribuir a la disponibilidad y continuidad de servicios;

- implementar la cooperación internacional en el ámbito de los programas gestionados por la AEE.

Cada uno de los Estados miembros representados en el Consejo Espacial identificará en la política espacial europea el fundamento de los programas que desarrolle a escala nacional, teniendo en cuenta el principio de subsidiariedad, y presentará propuestas relativas al papel que dichos programas deben desempeñar para contribuir a los objetivos del Programa Espacial Europeo global.

La mayoría de Estados miembros de la UE y de la AEE está invirtiendo en satélites operativos de vigilancia de la meteorología, el clima y el medio ambiente a través de su participación en Eumetsat, y pueden replantearse, con otros miembros de Eumetsat, su papel en el marco de los servicios de GMES operativos.

Además, el Programa Espacial Europeo tendrá en cuenta a las partes implicadas del sector privado. La gestión del programa maximizará el desarrollo de productos y servicios que el sector privado deberá suministrar a sus clientes públicos y comerciales. En particular, siempre que sea posible, se estudiarán las asociaciones de distribución de riesgo entre los sectores público y privado. Se consultará a todas las partes interesadas durante la elaboración y la revisión periódica del Programa.

2.2. Gobernanza

La UE debe fomentar el progreso científico y técnico, la competitividad industrial y la aplicación de sus políticas, sobre la base de una política espacial europea. Una mayor integración entre las actividades espaciales y las políticas de la UE a las que estas actividades pueden contribuir aumentará la eficacia tanto de dichas políticas como de la política espacial. En Europa existen muchas partes implicadas en actividades relacionadas con el espacio, que deben complementarse. Por consiguiente, Europa necesitará optimizar sus condiciones de gobernanza en lo relativo al espacio.

Las partes implicadas utilizarán las capacidades técnicas europeas conectadas en función de la actividad, lo que se conoce como «redes de centros». La AEE coordinará los esfuerzos destinados a reestructurar la infraestructura espacial pública, a fin de aumentar la eficiencia de los programas. Las limitaciones de la financiación pública obligan a consolidar los recursos financieros.

3. PRIORIDADES Y COSTES

3.1. Prioridades

A la hora de elaborar el Programa Espacial Europeo, las principales partes implicadas debatirán sus prioridades y, conforme a los acuerdos a los que lleguen sobre sus responsabilidades respectivas, tendrán en cuenta las propuestas de las demás partes antes de tomar decisiones definitivas. Así, el Programa obtendrá unos resultados superiores a los que sus distintos componentes hubieran obtenido por separado.

Las prioridades se definirán conforme a los objetivos de explotación y exploración del espacio. La explotación está orientada a los usuarios y contempla el espacio como un medio para alcanzar objetivos políticos. La exploración aborda objetivos relacionados específicamente con el espacio, considerándolo un lugar de descubrimiento, e incluye el desarrollo de herramientas básicas y la mejora del conocimiento científico. El anexo B incluye más información sobre las prioridades descritas a continuación.

Dado que la motivación principal de la UE será el potencial que ofrece el espacio para contribuir a materializar sus políticas, sus actividades se centrarán en las aplicaciones. Las necesidades relacionadas con la implementación de políticas comunitarias representan ya una parte importante de las actividades que utilizan información obtenida gracias al espacio. Estas necesidades aumentarán, en especial a medida que crezca la presencia de la UE a escala mundial y necesite un análisis independiente del medio ambiente, los recursos naturales y las cuestiones relativas a la seguridad a escala planetaria. La UE tendrá en cuenta, en especial, el potencial económico de las aplicaciones (tanto si se utilizan comercialmente o en forma de servicios públicos, incluida la seguridad), la madurez de las tecnologías de explotación y la cuestión de si el mercado podrá, por sí sólo, hacer llegar a los usuarios europeos los sistemas necesarios.

Por consiguiente, las prioridades de la UE serán:

- El Programa Galileo, un programa de aplicación orientado a los usuarios que es necesario finalizar y explotar.

- El sistema GMES, que se encuentra en una fase precoz y requiere integrar capacidades de vigilancia espaciales y terrestres en servicios de aplicación operativos orientados a los usuarios. Se ha convertido en el segundo proyecto emblemático de la UE, capaz de movilizar recursos y a las partes implicadas a escala europea en apoyo de las políticas de seguridad y medio ambiente. Se coordinará estrechamente con el grupo sobre observación de la tierra (GEO), iniciativa concebida para proporcionar observaciones de la Tierra más globales y exhaustivas a escala internacional, así como para contribuir a la investigación sobre el medio ambiente y el desarrollo sostenible.

- La investigación a largo plazo sobre las tecnologías de las comunicaciones por satélite en el marco de la iniciativa «i2010» (sociedad de la información europea en 2010) mantiene su importancia como parte de un enfoque integrado de la información y las comunicaciones electrónicas.

La AEE se centrará en la exploración del espacio y en las herramientas básicas de las que dependen la explotación y la exploración del espacio: el acceso al espacio, el conocimiento científico y las tecnologías espaciales. En consecuencia, sus prioridades consistirán en garantizar un acceso competitivo al espacio mediante una familia de lanzadores; en buscar la excelencia en las ciencias del espacio (el programa obligatorio de ciencia espacial), a partir del espacio (el programa general Earth science through the Earth Observation ) y en el espacio ( Life and Physical Sciences on the ISS ); en explotar sus conocimientos técnicos en el ámbito de la exploración robótica y humana del sistema planetario, y en desarrollar tecnologías que permitan mantener una industria espacial competitiva y preparada para responder a las necesidades futuras del sistema espacial europeo.

Se ha invitado a los Estados miembros del Consejo Espacial a presentar sus prioridades para contribuir a la preparación del Programa Espacial Europeo, teniendo en cuenta sus respectivas prioridades programáticas ya previstas en el marco de la AEE y de la UE.

3.2. Costes

Los costes que suponen dichas prioridades para la UE, la AEE y los programas nacionales de los Estados miembros se identificarán en los próximos meses y se someterán a los procedimientos normales de aprobación presupuestaria y programática. En particular, la presente Comunicación no prejuzga los debates en curso sobre las perspectivas financieras de la UE. La coordinación de los esfuerzos de las partes implicadas garantizará que las nuevas inversiones aporten resultados adicionales.

4. EJECUCIÓN

4.1. Política industrial

En todo el mundo, el sector espacial está dirigido por los gobiernos, tanto en lo relativo a la inversión en I+D e infraestructura como en su explotación y normativa. Existe un mercado comercial en el ámbito de las telecomunicaciones/radiodifusión, de algunos servicios relacionados con la navegación y la observación de la Tierra y, de forma limitada, de los servicios de lanzamiento. Estos mercados se caracterizan por su número limitado de proveedores y por la importancia de la demanda del sector público. El sector espacial trabaja en desarrollos tecnológicos con un riesgo elevado y largos ciclos de inversión, que exigen conocimientos especializados de diseño, desarrollo y producción.

Para alcanzar sus objetivos económicos y políticos, Europa necesita una industria espacial internacionalmente competitiva que contribuya a materializar la estrategia de crecimiento y empleo. Esta industria emplea a personal muy cualificado, esencial para una economía basada en el conocimiento. La ejecución de la política espacial europea requiere una política industrial específica para el sector, que permita a Europa mantener sus conocimientos técnicos, su independencia en tecnologías críticas y su competitividad, sin distorsionar la competencia.

La industria espacial europea depende en gran medida de contratos comerciales abiertos a una competencia internacional. El reducido tamaño de los mercados comerciales e institucionales europeos, que a menudo también están abiertos a proveedores extranjeros, hace que esta industria sea vulnerable a cualquier ralentización del mercado. Las políticas deben tener en cuenta la necesidad de mantener las capacidades y competencias estratégicas en Europa, así como la de mantener la productividad.

La explotación de los sistemas espaciales por los sectores terrestre y de servicios constituye una fuente aún mayor de crecimiento y empleo. Un enfoque orientado a los usuarios y la integración con otras infraestructuras técnicas permitirán multiplicar los servicios comerciales y públicos, que deberán relanzar la economía y la creación de empleo.

La política industrial de la UE incorporará:

a) Actividades normativas y de normalización , incluidas actividades encaminadas a garantizar el acceso al espectro y a los recursos orbitales, así como a establecer un marco jurídico adecuado para facilitar y fomentar el uso de servicios espaciales en todos los ámbitos, teniendo en cuenta la interoperabilidad de los sistemas espaciales y terrestres.

b) La aplicación de una política de contratación pública rentable, adaptada al nuevo entorno industrial de la UE y coherente con el Derecho comunitario pertinente, como consecuencia de que los sistemas espaciales, integrados con sistemas de vigilancia in situ y otros sistemas terrestres, estén orientados a los usuarios y, eventualmente, financiados por las políticas relacionadas con los mismos.

c) Medidas destinadas a optimizar los mercados internacionales . Un factor crítico, que es necesario tener en cuenta, es la desigualdad de condiciones con respecto a otros competidores extranjeros que disfrutan de mercados institucionales importantes y protegidos (Estados Unidos, Rusia).

d) El espacio es, por naturaleza, una tecnología multiusos. La política industrial de la UE deberá tener en cuenta tanto sus aplicaciones civiles como las relacionadas con la seguridad.

Para la AEE, la norma de la «contrapartida industrial», aplicada desde su creación, ha constituido un mecanismo de desarrollo de las capacidades industriales europeas, actualmente objeto de racionalización. Las contribuciones de los Estados miembros de la AEE a sus programas tienen en cuenta los beneficios industriales previstos resultantes del programa inicial. La AEE ha introducido un sistema de «contribución justa», una adaptación del sistema de «contrapartida justa», adecuando cuando es posible las contribuciones a los contratos adjudicados. Sin embargo, es necesario evaluar la incidencia de la forma en que se aplica el sistema y sus ventajas con respecto a sus costes potenciales en términos de competitividad, así como su relación con la motivación de los Estados miembros para contribuir a los programas.

4.2. Cooperación internacional

Las actividades espaciales son globales por naturaleza: tienen frecuentemente objetivos globales, e implican gastos elevados y arriesgados que no pueden ser asumidos por un único inversor. Habitualmente se llevan a cabo sobre la base de un interés mutuo, sin transferencia de fondos. La cooperación internacional continuará siendo un elemento clave de la política espacial europea.

Europa debe reforzar sus estrategias e iniciativas internacionales en diversos ámbitos, incluido el de la exploración. En el marco de una perspectiva política amplia, Europa debería reforzar su asociación espacial con Rusia; mantener e intensificar su larga cooperación con Estados Unidos en los ámbitos científico y de aplicaciones; establecer o ampliar la cooperación con las potencias espaciales emergentes, y reforzar su papel en las organizaciones e iniciativas espaciales internacionales.

Conforme a los objetivos de la política europea de vecindad, se fomentará la cooperación espacial para apoyar el desarrollo económico y social de los países vecinos del Este y el Sur.

Se están intensificando las relaciones con países en vías de desarrollo mediante los programas de la UE, de la AEE, nacionales y de Eumetsat, con una implicación cada vez mayor de los responsables europeos de la política de desarrollo. Cabe mencionar también los acuerdos celebrados con países sobre gestión del segmento terrestre de los programas espaciales.

Galileo tiene también una importante dimensión de cooperación internacional, y necesita socios internacionales para desarrollar todo su potencial. Galileo no será resultado únicamente de la cooperación entre países europeos, ya que participará en él un número cada vez mayor de otros países. La cooperación con esos países redundará en una mejor armonización técnica con los demás sistemas mundiales de navegación por satélite, una consolidación de la infraestructura a escala internacional necesaria para gestionar el sistema, y el fomento y desarrollo de los mercados internacionales. Se han firmado acuerdos con EE.UU., China e Israel, y se han iniciado debates con, al menos, otros diez países. El sistema GMES será la principal aportación europea a la Red mundial de sistemas de observación de la Tierra (GEOSS), coordinado con los de Eumetsat y los Estados miembros que forman parte del GEO. En el ámbito de los sistemas de comunicación, se llevarán a cabo actividades de cooperación internacional para que terceros países puedan beneficiarse de los servicios y las aplicaciones de los satélites.

4.3. Instrumentos

La UE contribuirá a financiar actividades espaciales a través de diversas fuentes. La implantación y las operaciones del programa Galileo se están llevando a cabo mediante un sistema de asociación público-privado (concesión), cuya financiación pública procederá de una partida presupuestaria específica en el marco de la política de redes transeuropeas. El Séptimo Programa marco de IDT (7PM) incluirá también las aplicaciones y el desarrollo previo de tecnologías Galileo de segunda generación.

Se espera que la prioridad temática «Seguridad y espacio» del programa específico «Cooperación» del 7PM constituya una fuente significativa de fondos para el nuevo proyecto emblemático, el sistema GMES. Los servicios operativos iniciales se pondrán en marcha con un enfoque gradual, que abarcará todos los componentes del GMES, empezando por un número limitado de servicios de rápida implantación, sobre la base de prioridades consolidadas. La selección de servicios se basará, en primer lugar, en la madurez de la demanda expresada por los usuarios. Las necesidades podrán agruparse e integrarse en servicios comunes. El sistema GMES también contribuirá a la propuesta complementaria de Directiva INSPIRE[4] y, como contrapartida, se beneficiará también de esta contribución.

El sistema GMES será la principal contribución europea al plan de aplicación de 10 años de la Red mundial de sistemas de observación de la Tierra (GEOSS). La red GEOSS constituirá un sistema distribuido de sistemas de observación de la Tierra basado en los esfuerzos de cooperación actuales. El sistema GMES se beneficiará de la integración y de los progresos de las actividades de observación in situ de la red GEOSS, que contará con el apoyo de la prioridad temática «Medio ambiente (incluido el cambio climático)» del 7PM. También se beneficiará de las actividades de integración y gestión de datos llevadas a cabo en el marco de la prioridad temática «Tecnologías de la información y de las comunicaciones» del 7PM.

La prioridad temática «Tecnologías de la información y de las comunicaciones» del 7PM seguirá incluyendo sistemas y servicios innovadores de comunicaciones por satélite y basados en la posición.

Las actividades espaciales podrían recibir financiación adicional de otros programas específicos horizontales del 7PM, como los relativos a «Capacidades» (p. ej. infraestructuras de investigación) y «Personas», en función de las solicitudes que compitan para obtenerla. La UE también contribuirá, en el marco de la prioridad temática «Seguridad y espacio» del 7PM, a aspectos de los programas gestionados por la AEE que constituyan el fundamento de un programa coherente, en particular en los ámbitos de la exploración espacial, el acceso al espacio y la ciencia, centrándose en reforzar la investigación básica. Por último, se obtendrá financiación de otras fuentes, como el Programa de Competitividad e Innovación, por ejemplo para tecnologías críticas, transferencia de tecnologías y medidas específicas para las PYME, y sistemas de archivo y divulgación de información.

El componente de acción directa del 7PM, implementado por el CCI, también prevé prestar apoyo a una serie de políticas de usuario que requieren servicios espaciales, e incluirá contribuciones en materia de seguridad, agricultura, medio ambiente, ayuda al desarrollo, cambios a escala planetaria y gestión de los recursos naturales. El Centro de Satélites de la UE, los servicios de la Comisión Europea y la AEE deberían intensificar su colaboración para obtener más sinergias y, de esta manera, contribuir a crear el embrión de un sistema europeo de observación de la Tierra.

Los programas de la AEE pueden clasificarse en dos categorías: actividades obligatorias y actividades opcionales. Las actividades obligatorias, entre las que se incluyen, sobre todo, el programa de ciencia espacial y determinadas actividades tecnológicas de base, representan alrededor del 20 % del presupuesto anual de la AEE. Su volumen viene determinado por un volumen de recursos quinquenal. Las misiones científicas son objeto de una evaluación paritaria y son aprobadas por los Estados miembros de la AEE.

En cuanto a las actividades opcionales, como su nombre implica, los Estados miembros de la AEE deciden si participar o no en ellas y a qué nivel. Las decisiones consiguientes son adoptadas exclusivamente por los Estados participantes, que habitualmente prestan su apoyo en función de los contratos de desarrollo del programa que prevén que obtengan sus empresas, y con la posibilidad de ajustar sus aportaciones (dentro de un límite) para reflejar el resultado final del procedimiento de licitación, la denominada «contribución justa».

4.4. Gestión de los programas de la UE

La empresa común Galileo gestiona el programa durante su fase de desarrollo, incluido el procedimiento de selección del concesionario. La gestión de la aportación comunitaria al programa Galileo será responsabilidad del Órgano de Vigilancia del GNSS europeo. La construcción y gestión del sistema se concederán a un consorcio privado por un plazo de aproximadamente veinte años. Actualmente, la Junta de Seguridad de Galileo es responsable de los aspectos relacionados con la seguridad. La sustituirá el Centro de seguridad y protección, dependiente del Órgano de Vigilancia.

La iniciativa GMES cubrirá el desarrollo de los servicios operativos, garantizando las infraestructuras terrestres y espaciales necesarias, identificando lagunas y centrándose especialmente en las necesidades futuras del usuario. Se establecerá un diálogo entre los usuarios y los proveedores tecnológicos. Tendrá que evolucionar:

- a partir de un conjunto disperso de proyectos y redes incompletas de recogida de información, teniendo en cuenta las fases piloto ya identificadas en la fase inicial de la iniciativa GMES;

- para convertirse en un grupo coordinado de actividades que respondan a las necesidades de los usuarios y den lugar a servicios operativos iniciales, basados en redes de vigilancia europeas y mundiales y conforme a criterios de validación rigurosos;

- integrando recursos de los Estados miembros;

- garantizando la cooperación y total complementariedad con los progresos del GEO; y

- beneficiándose de un aumento significativo de los recursos anuales comprometidos y de una estrategia adecuada de comunicación.

Es necesario crear una estructura de gestión eficiente para esta fase de transición del GMES. Como indica la Comunicación de la Comisión «Construcción del Espacio Europeo de la Investigación al servicio del crecimiento»[5], «se contempla la realización de iniciativas tecnológicas conjuntas (en su caso mediante empresas comunes) en los siguientes campos: […] vigilancia mundial del medio ambiente y la seguridad». Podría decidirse establecer una iniciativa tecnológica conjunta sobre la base del artículo 171 del Tratado. Será necesario escoger los medios más apropiados para alcanzar los objetivos.

Los avances de las comunicaciones por satélite se implementarán conjuntamente con la AEE, según convenga.

4.5. Marco reglamentario e institucional

Se adoptarán las medidas de aplicación necesarias para alcanzar los objetivos de la política espacial europea, mediante los instrumentos jurídicos adecuados. Así, los principios actuales de gobernanza espacial en Europa podrán evolucionar, garantizando el reconocimiento político a largo plazo de los beneficios estratégicos que ofrece el espacio y manteniendo la posición de la AEE como centro de excelencia europeo.

El marco jurídico debería evolucionar en paralelo a la evolución institucional. Podrían darse diversos escenarios. Los ejemplos que se ofrecen a continuación no son exhaustivos, ni mutuamente excluyentes:

a) La UE podía asumir una responsabilidad sustancialmente mayor en cuanto a i) identificar y recoger las necesidades de los usuarios, ii) conseguir apoyo político para cubrir dichas necesidades, iii) garantizar los avances tecnológicos necesarios, y iv) garantizar la disponibilidad y continuidad de servicios de apoyo, así como las políticas relacionadas. La UE podría también aumentar sus inversiones en infraestructuras públicas espaciales y terrestres (incluido el acceso al espacio) necesarias para implantar servicios operativos integrados.

b) La AEE podría plantearse cuál es la mejor manera de responder a la evolución de su relación con una EU ampliada, y que sigue ampliándose, habida cuenta de la duración del Acuerdo Marco CE/AEE.

c) La UE podría plantearse si dispone de los mecanismos apropiados para gestionar sus actividades espaciales.

d) Los Estados miembros, individualmente, así como sus respectivas agencias espaciales nacionales, podrían plantearse si sería útil una mayor cooperación con sus homólogos europeos y nacionales a través de redes de centros técnicos.

e) Otras organizaciones con funciones operativas en materia espacial podrían reflexionar sobre sus relaciones a largo plazo con sus Estados miembros y sobre la contribución que aportarán al programa espacial europeo.

Es necesario evaluar en profundidad estos escenarios, así como la incidencia que las políticas y prácticas actuales tienen sobre la competitividad. Esta evaluación debería ser exhaustiva y objetiva, y considerar todos los aspectos, en particular la predisposición de la industria y de los Estados miembros a invertir, a medida que Europa se dispone a ejecutar su primer programa espacial europeo y a avanzar en este ámbito. Dicha evaluación debería tener en cuenta los principales puntos de decisión conocidos del calendario europeo.

[1] Anexo II 15000/04, adoptado durante la reunión nº 2624 del Consejo de Competitividad de la UE (15259/04, punto 11).

[2] Documento 11616/1/04 REV 1 del Consejo, aprobado en noviembre de 2004 (Boletín de la UE 11-2004, punto 1.6.16).

[3] Reunión nº 2624 del Consejo de Competitividad de la Unión Europea (15259/04, punto 31).

[4] El objetivo de la propuesta INSPIRE es crear una infraestructura de información espacial europea que preste servicios integrados de información espacial, que deberían permitir acceder a información espacial procedente de una amplia gama de fuentes de ámbito local y global.

[5] COM(2005) 118 final, de 6 de abril de 2005.