52004DC0112

Comunicación de la Comisiónal Parlamento Europeo y al Consejo relaciones - Situación del programa de investigación GALILEO a principios de 2004 /* COM/2004/0112 final */


COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO - Situación del programa de investigación GALILEO a principios de 2004

Introducción

El programa de investigación GALILEO (en lo sucesivo « programa GALILEO ») presenta una dimensión a la vez tecnológica, política y económica. Todos los sectores económicos y sociales se benefician del desarrollo de la radionavegación por satélite, cuyas expectativas de crecimiento confirman todas las estimaciones. El mercado de los productos y servicios derivados de esta tecnología, que ya alcanza una cifra del orden de los 10.000 millones de euros anuales, crece un 25% todos los años y se estima que para 2020 sea de alrededor de 300.000 millones de euros. En 2020 deberían estar en servicio aproximadamente 3.000 millones de receptores. El sistema europeo de radionavegación por satélite debería crear unos 100.000 empleos. La radionavegación por satélite es ya una realidad en la vida cotidiana del ciudadano europeo, ya sea en su coche o su teléfono móvil, como en los bancos y los sistemas de protección civil que velan por su seguridad. Todo ello confiere al programa GALILEO una dimensión « ciudadana » adicional.

Las tres fases sucesivas del programa, cuyo coste total es de 3.200 millones de euros, son las siguientes :

*Una fase de desarrollo y de validación que incluye el desarrollo de los satélites y de los componentes terrestres del sistema y la validación en órbita. Esta fase va de 2002 a 2005. Su coste es de 1.100 millones de euros y se divide a partes iguales entre la Comunidad Europea y la Agencia Espacial Europea.

*Una fase de despliegue que abarca los años 2006 y 2007 con la fabricación y lanzamiento de los satélites y la instalación completa del componente terrestre. Su coste, de 2.100 millones de euros, debería asumirlo principalmente el futuro concesionario del sistema.

*Una fase de explotación comercial que comenzará en 2008.

La Comisión ha informado regularmente al Parlamento Europeo y al Consejo sobre el programa GALILEO. Basándose en las dos últimas Comunicaciones [1], el Parlamento Europeo adoptó una resolución el 29 de enero de 2004 por la que respalda en enfoque de la Comisión y reitera la importancia estratégica de este gran proyecto de infraestructura para el futuro de Europa. Por su parte, los días 5 y 6 de diciembre de 2002 y 5 de junio de 2003 [2], el Consejo adoptó unas conclusiones que secundan la política llevada a cabo por la Comisión tanto en relación con el programa EGNOS como con el programa GALILEO.

[1] Comunicación sobre la situación del programa GALILEO de 24 de septiembre de 2002 (COM(2002)518final) y comunicación sobre la integración del programa EGNOS en el programa GALILEO (COM(2003)123final).

[2] Documento 10736/03

El año 2003 fue decisivo para el programa, especialmente con la creación y los primeros trabajos de la empresa común Galileo [3] (en lo sucesivo denominada « la empresa común »), el encargo de los primeros satélites, la profundización en la cooperación internacional, la confirmación de la asignación de las frecuencias y la preparación de las fases de despliegue y de explotación.

[3] La empresa común Galileo se creó por medio del Reglamento n° 876/2002 del Consejo publicado en el Diario Oficial n° L138 de 28 de mayo de 2002, pág. 1.

La Comunicación se articula en torno a los tres puntos siguientes :

-los avances en la fase de desarrollo ,

-el impulso de la cooperación internacional ,

-el paso a las fases de despliegue y de explotación.

1. La fase de desarrollo está muy avanzada

Una vez superadas las dificultades derivadas de la determinación de la fórmula de financiación en el seno de la Agencia Espacial Europea, la fase de desarrollo del programa GALILEO se encuentra en una fase muy avanzada. La empresa común es plenamente operativa desde el verano de 2003. Se continúan desarrollando activamente los estudios técnicos y los trabajos de investigación, animados por los resultados positivos de la Conferencia mundial de las radiocomunicaciones de junio de 2003. Por otro lado, la integración en Galileo de los nuevos Estados miembros y de los países candidatos avanza adecuadamente.

1.1. La creación efectiva de la empresa común

1.1.1. Primeros trabajos de la empresa común

Tras el acuerdo alcanzado el 26 de mayo de 2003 en el seno del Consejo de la Agencia Espacial Europea sobre las respectivas contribuciones financieras de los Estados miembros de la Agencia a la fase de desarrollo, se iniciaron sin más dilación las gestiones necesarias para la creación de la empresa común.

El 16 de junio de 2003, el Consejo de administración de la empresa común nombró director de la misma al Sr. Rainer Grohe. El 15 de julio de 2003 el Consejo se pronunció sobre su organigrama y adoptó el presupuesto par los años 2003 y 2004.

La empresa común es totalmente operativa desde el verano de 2003. Su personal incluye una treintena de personas distribuidas en cuatro departamentos encargados de los aspectos técnicos, del desarrollo comercial, de la concesión y de la administración y finanzas respectivamente. Sus dependencias se hallan en Bruselas. El 28 de julio de 2003 y de acuerdo con el artículo 3 de sus estatutos, la empresa común firmó un acuerdo con la Agencia Espacial Europea sobre las actividades a llevar a cabo por ésta última durante la fase de desarrollo por lo que se refiere al segmento espacial y al segmento terrestre asociado del sistema. También ha convocado la primera licitación para la utilización de los fondos procedentes del 6º programa marco de investigación y desarrollo (véase el punto 1.2.3. más adelante) y ha puesto en marcha el procedimiento de concesión de las fases de desarrollo y de explotación del programa (véase el punto 3.1 más adelante).

1.1.2. La cuestión de las exenciones

Durante el Consejo de Transportes de 26 de marzo de 2002 y a propósito del reglamento por el que se crea la empresa común, finalmente adoptado el 21 de mayo de 2002, el Consejo y la Comisión, por un lado, y Bélgica, por otro, realizaron una declaración en la que se comprometían a exonerar a la empresa común y a su personal del pago de todo tipo de impuestos y cargas sociales u obligaciones similares en la medida en que sea compatible con el Derecho comunitario y con el Derecho nacional.

Las conversaciones iniciadas por la Comisión con las autoridades belgas han permitido resolver rápidamente la cuestión del IVA y de los impuestos especiales.

Por lo que se refiere a las cotizaciones sociales y a las retenciones a descontar por parte de la empresa común de las retribuciones del personal, y a pesar de la celebración de varias reuniones, el intercambio de cartas y del recordatorio del Consejo de Transportes de 5 de diciembre de 2003, la Comisión sigue a la espera de una propuesta formal de las autoridades belgas [4]. El importe de las cantidades en cuestión dista de ser despreciable y asciende a alrededor de 5 millones de euros anuales. Sería inconcebible que los créditos comunitarios asignados al programa GALILEO sirvieran en parte para el sufragio, a cargo de la empresa común, de otras cargas a beneficio del Estado miembro en el que se encuentra la sede social.

[4] Por el momento se contemplan dos posibilidades : el pago por parte de Bélgica de una suma equivalente a las cargas abonadas pro la empresa común GALILEO o la aplicación del protocolo sobre privilegios e inmunidades por parte de Bélgica dado que la empresa común se crea mediante un reglamento comunitario sobre la base del artículo 171 del Tratado.

1.2. Continuación de los estudios técnicos y de los trabajos de investigación

Se han concluido los últimos estudios emprendidos dentro de la fase de definición. Los estudios técnicos y los trabajos de investigación correspondientes a la fase de desarrollo y de validación se han iniciado según el calendario previsto tanto por lo que se refiere a la propia infraestructura como al segmento derivado asociado. Por otro lado, pronto será operativo el sistema EGNOS y está en preparación un plan europeo de radionavegación.

1.2.1. Los últimos trabajos de la fase de definición

Los estudios « Galilei » y « GalileoSat phase B2 » se concluyeron los días 10 y 11 de julio de 2003.

El estudio « Galilei » contribuyó a consolidar la presencia del sistema GALILEO [5] en foros internacionales como la UIT [6] y la OACI [7], a llevar a cabo análisis y simulaciones pormenorizados en materia de interoperabilidad con otros sistemas de radionavegación, a establecer especificaciones para los componentes locales de la infraestructura y a mejorar la identificación de los mercados mundiales de equipos y servicios.

[5] Se entiende por « sistema GALILEO » la infraestructura compuesta por los satélites de la constelación y las estaciones terrrestres asociadas a su funcionamiento.

[6] Unión Internacional de Telecomunicaciones

[7] Organización Internacional de la Aviación Civil

El estudio « Galileosat phase B2 », permitió a la Agencia Espacial Europea definir de forma muy detallada la infraestructura espacial y el segmento de tierra asociado.

1.2.2. Los trabajos y estudios relativos a la infraestructura de base

La fase de validación en órbita comenzó verdaderamente el 11 de julio de 2003 con la firma por parte de la Agencia Espacial Europea de los contratos de adquisición de los dos primeros satélites experimentales. El primero de estos satélites se lanzará antes de finales de 2005. Ambos satélites emitirán en órbita antes del verano de 2006, con lo que se asegurará el mantenimiento de la asignación de las frecuencias obtenidas durante las dos últimas Conferencias Mundiales de Radiocomunicación. También se validarán las funciones esenciales de los equipos de a bordo, especialmente el generador de señales y los relojes atómicos.

El encargo de dos satélites permite garantizar la atribución de las frecuencias obtenidas en caso de fallo de uno de ellos y sacar partido de la competencia entre los distintos fabricantes.

La Agencia Espacial Europea también ha puesto en marcha la parte preliminar de la fase de desarrollo y de validación. A lo largo de 2004 se publicarán las licitaciones para el desarrollo de la totalidad de esta última fase. La Agencia, con el control de la empresa común, velará por que los contratos respeten los principios de no discriminación, de transparencia y de distribución equitativa de los trabajos, teniendo en cuenta el carácter comunitario del programa.

Al mismo tiempo, la Agencia Espacial Europea continúa con el desarrollo tecnológico de distintos elementos del segmento espacial y del segmento terrestre de la infraestructura, así como con la construcción de varios simuladores.

1.2.3. Trabajos y estudios sobre las aplicaciones de la radionavegación por satélite

Partiendo de los estudios del 5º Programa Marco de Investigación y Desarrollo sobre las aplicaciones de la radionavegación por satélite, incluidos los del programa de las tecnologías de la sociedad de la información, la empresa común ha firmado los contratos correspondientes a la primera convocatoria de propuestas para la utilización de los fondos procedentes del 6º programa marco de investigación y desarrollo. De acuerdo con el programa « ARTES » [8] de la Agencia Espacial Europea, se han definido cinco ámbitos de investigación : el desarrollo de receptores, la experimentación de los componentes locales de la infraestructura, la promoción de los futuros servicios generados por el sistema GALILEO gracias a la utilización de EGNOS, el desarrollo del mercado de la radionavegación por satélite y la definición de las misiones asignadas al sistema en los distintos sectores de actividad.

[8] Advanced Research in Telecommunication System

Por otro lado, en el curso de los últimos meses se ha consultado a los distintos grupos afectados por el desarrollo de la radionavegación por satélite, como los constructores de automóviles, las empresas de telefonía móvil, los productores de cartografía digital, las personas de movilidad reducida, los constructores de maquinaria de obras, el sector marítimo, las partes involucradas en el transporte inteligente, los sectores de la agricultura y de la pesca, las aseguradoras y las instituciones bancarias, las autoridades responsables de la protección civil y el sector ferroviario.

Gracias a sus características únicas, el futuro sistema europeo de radionavegación por satélite aporta nuevas posibilidades de seguimiento, de control y de gestión a distintos sectores, lo que abre las puertas a nuevos servicios y nuevas medidas legislativas. La propuesta de Directiva relativa al telepeaje de carretera recoge un amplio uso de las capacidades técnicas que permite la radionavegación por satélite. Se está llevando a cabo un examen exhaustivo de la legislación comunitaria que podría aprovechar los servicios generados por el sistema GALILEO.

1.2.4. EGNOS pronto será operativo

A lo largo de 2003 se ha avanzado satisfactoriamente con el desarrollo y la puesta a punto del sistema EGNOS. La primera señal experimental se emitió el 6 de junio de 2003 y desde entonces se ha ido completando progresivamente el sistema en su conjunto. En noviembre de 2003 ya se habían creado dos de los cuatro centros principales de control previstos (el de Langen en Alemania y el de Torrejón en España); tres de las seis estaciones emisoras « NLES » [9] previstas (Goonhilly, Scanzano y Torrejón) y más de dieciséis de las treinta y cuatro estaciones receptoras de señales « RIMS » [10].

[9] Navigation Land Earth Station

[10] Reference and Integrity Monitoring Stations

A lo largo de 2003 se llevaron a cabo varios ensayos de demostración de las posibilidades de EGNOS en distintos países europeos, especialmente Francia y Suiza, así como en África y en América Latina. Se están preparando otros experimentos en China, África del Sur y en los países mediterráneos.

Una vez que se lleve a cabo la « Revisión de aptitud operativa » prevista para abril de 2004, los servicios de EGNOS adquirirán carácter permanente. Entonces podrán iniciarse los procedimientos de validación y de certificación del sistema en algunos sectores muy exigentes en materia de seguridad y de fiabilidad, como la aviación civil y el transporte marítimo.

Por lo que se refiere a los aspectos institucionales y financieros, el Consejo, en las conclusiones que adoptó el 5 de junio de 2003, solicita que el programa EGNOS pase a estar bajo control de la empresa común con el fin de garantizar la integración del mismo en GALILEO. En las mismas conclusiones, se defiende la financiación de EGNOS a través de fondos públicos de origen diverso entre 2004 y 2008 y se afirma el compromiso de la Comunidad Europea a seguir participando en su financiación. La Agencia Espacial Europea y la empresa común preparan en la actualidad la financiación en colaboración con Eurocontrol y con las autoridades nacionales de la aviación civil agrupadas en el seno del « EOIG » [11].

[11] EGNOS Operation and Infrastructure Group

Por último, conviene señalar que la decimoprimera conferencia de la OACI sobre navegación aérea, celebrada en Montreal a finales de septiembre de 2003, ha respaldado ampliamente, para el control del tráfico aéreo, el recurso a procedimientos basados en los sistemas « de aumento » cuya componente europea no es otra que EGNOS. Por otro lado, la OACI confirmó que la radionavegación por satélite debería convertirse con el tiempo en el único instrumento de gestión del tráfico aéreo.

1.2.5. Plan europeo de radionavegación

Los sistemas de radionavegación constituyen un elemento crucial de la seguridad en numerosos sectores. Por consiguiente, parece necesario, mediante la elaboración de un Plan europeo de radionavegación, armonizar la información disponible sobre los sistemas existentes de radionavegación, su periodo de validez y las transiciones técnicas previstas, así como sus características y las posibles redundancias con otros sistemas. Hay que señalar que tanto EE.UU. como Rusia, los dos países que disponen de un sistema de radionavegación por satélite, ya cuentan con un plan de radionavegación de estas características.

La Comisión ha puesto en marcha un estudio para recabar de forma exhaustiva toda la información necesaria par la elaboración de un Plan Europeo. Este estudio contribuirá a la integración del sistema obtenido a través del programa GALILEO en los sistemas existentes de navegación, en especial los sistemas terrestres. Permitirá el lanzamiento y armonización de los procedimientos de certificación técnica de los sistemas obtenidos a través de los programas EGNOS y GALILEO en los transportes aéreos, terrestres y marítimos. Es preciso señalar que el futuro Plan Europeo de Radionavegación incluye, además de a los Estados miembros de la Unión Europea, al resto de los países limítrofes de la Unión.

1.3. Resultados de la Conferencia Mundial de las Radiocomunicaciones de junio de 2003

Durante la Conferencia Mundial de las Radiocomunicaciones de junio de 2003, dos fueron los objetivos de la Comunidad Europea en materia de radionavegación por satélite dirigidos a permitir al futuro sistema GALILEO generar todos los servicios previstos: por un lado, obtener la confirmación del espectro de frecuencias concedidas en 2000 a la radionavegación por satélite en su conjunto, y, por otro, velar por que la distribución entre los distintos sistemas en el interior de dicho espectro de frecuencias no sea desfavorable para el sistema europeo. Los resultados obtenidos son muy satisfactorios en ambos puntos.

1.3.1. Confirmación de las frecuencias concedidas a la radionavegación por satélite

Se trataba, principalmente, de garantizar que el sistema GALILEO y los demás sistemas de radionavegación por satélite puedan coexistir con los sistemas utilizados por la aviación civil sin interferencias inaceptables. La cuestión afectaba a dos bandas de frecuencias. En el caso de una de ellas, la solución alcanzada consiste en garantizar una protección recíproca por medio de la coordinación necesaria en lugar de recurrir a los límites de explotación. Para la otra, el acuerdo finalmente adoptado obliga a todos los sistemas de radionavegación por satélite a respetar unos límites máximos de potencia de emisión. Estas soluciones fueron aprobadas tanto por los operadores de sistemas de radionavegación por satélite como por el sector aeronáutico.

La Conferencia confirmó y precisó las condiciones de utilización del espectro de frecuencias por parte de los sistemas de radionavegación por satélite, de forma que se garantizan las condiciones de explotación del sistema GALILEO al tiempo que se protegen otros sectores importantes como el de la aviación civil. Se han confirmado las especificaciones de las señales elaboradas en el marco de los estudios de definición del sistema.

1.3.2. Establecimiento de un procedimiento de coordinación equitativo

Era fundamental que el acceso al espectro de las frecuencias concedidas a los distintos sistemas de radionavegación por satélite fuera equitativo, reposara sobre el principio de la interoperabilidad y previera grados de interferencia convenidos de común acuerdo.

Este punto ha sido tanto más debatido cuanto que el panorama mundial está pasando de una situación caracterizada por el monopolio histórico del sistema americano GPS hacia un entorno en el que coexisten varios sistemas. Se optó por la posición que siempre defendió la Comunidad Europea en favor de una coordinación multilateral imparcial (denominada del « artículo 9 ») por parte de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. A este respecto, fue decisiva la cohesión, la competencia y la determinación de las delegaciones europeas. Los procedimientos definidos por la Unión Internacional de Telecomunicaciones serán aplicables a partir del 1 de enero de 2005.

1.4. La integración de los nuevos Estados miembros y de los países candidatos avanza adecuadamente

Habida cuenta del papel clave que los nuevos Estados miembros de la Unión Europea están llamados a desempeñar en el programa GALILEO, la Comisión Europea consideró necesario prever su integración progresiva en los programas GALILEO y EGNOS sirviéndose de acciones concretas de las que la primera fue la conferencia titulada « GALILEO para una Europa ampliada » celebrada en Varsovia en mayo de 2003.

Las presentaciones y las declaraciones realizadas por los representantes de los nuevos Estados miembros sobre el desarrollo de la radionavegación por satélite demostraron su gran interés por utilizar y, en cierta medida, desarrollar los servicios derivados de esta tecnología, en particular en los sectores de los transportes, la energía, la geodesia y en el ámbito científico en general. En este contexto, se han adoptado iniciativas en el plano industrial para que estos países participen plenamente en el programa GALILEO a partir del 1 de mayo de 2004, tanto a través del programa marco de investigación y de desarrollo como en el marco de las licitaciones lanzadas por la Agencia Espacial Europea.

2. Impulso de la cooperación internacional

Como ha subrayado el Consejo en varias ocasiones, la cooperación internacional es fundamental para obtener el máximo beneficio del programa GALILEO. El sistema europeo de radionavegación por satélite, habida cuenta de sus características, ofrecerá un servicio público mundial excepcional. No se equivocan los países terceros a este respecto, que son cada vez más numerosos en solicitar su participación. En este sentido, ha sido crucial el acuerdo con China y siguen adelante los contactos con las grandes regiones geográficas del planeta. Al mismo tiempo, se estrecha la cooperación con los dos países que ya disponen de un sistema de radionavegación por satélite. Una de las prioridades de la Unión Europea es concluir las negociaciones con los EE.UU.

2.1. Principios en los que se basará la cooperación internacional

El interés manifestado por los países terceros por el futuro sistema europeo de radionavegación por satélite sigue aumentando. La importancia de la cooperación internacional, sin embargo, va más allá de la necesidad de dar respuesta a las peticiones de un país determinado y es fundamental para garantizar la interoperabilidad con los sistemas existentes, para fomentar el saber hacer industrial y político europeo y estimular la oferta de aplicaciones del sistema, para penetrar en los mercados de terceros países y para instalar componentes del segmento terrestre en algunas partes del globo. El hecho de que cada vez sean más los países terceros que participan en el programa y comparten el interés de la Unión Europea por fomentarlo, incluso en las instancias internacionales, se traduce en una reducción de los riesgos técnicos y políticos. Los estrechos vínculos establecidos con usuarios futuros del mundo entero permiten definir mejor los servicios en función de las necesidades. Por último, la cooperación internacional comporta una fuerte dimensión política ya que permite asociar numerosos países terceros a la gestión de una infraestructura estratégica.

Con el fin de dar respuesta a las peticiones de los países terceros y de aprovechar plenamente las ventajas de la cooperación internacional, la Comisión, de acuerdo con las directrices políticas definidas por el Parlamento Europeo y por el Consejo, adopta dos enfoques simultáneos : el enfoque bilateral y el enfoque regional.

El enfoque bilateral se basa en la conclusión de acuerdos entre la Comunidad Europea y los países que disponen de competencias específicas en el ámbito de la radionavegación por satélite. Estos acuerdos, concluidos como colofón de negociaciones dirigidas de acuerdo con las directrices del Consejo, definen un amplio marco de cooperación en el que se suman elementos institucionales, reglamentarios, industriales, tecnológicos y financieros. El 30 de octubre de 2003 se firmó un primer acuerdo entre la Comunidad Europea y sus Estados miembros, por un lado, y la República Popular de China, por otro.

Por su parte, el enfoque regional se dirige a los países que se interesan por el programa GALILEO fundamentalmente como futuros usuarios del sistema. Este enfoque se sirve por lo general de las estructuras de cooperación regionales y multilaterales ya existentes.

Los enfoques bilaterales y regionales se basan en principios comunes. Así, las acciones llevadas a cabo tienen plenamente en cuenta las exigencias relacionadas con el control y la protección del sistema así como los compromisos de la Comunidad Europea en materia de control de las exportaciones y de no proliferación. El Consejo para la Seguridad de GALILEO, más conocido como « GSB » (« GALILEO Security Board ») y compuesto por expertos en materia de seguridad, presta su apoyo a la Comisión en la elaboración de los textos discutidos con terceros países sobre estos aspectos. Las actividades sensibles, como las que afectan a la seguridad del sistema, siguen estando fuera del ámbito de cooperación. Por otro lado, está previsto concluir acuerdos de seguridad con los distintos países asociados en cuanto se designe a la autoridad europea competente en este área (véase el punto 3.2.). Los acuerdos concluidos con terceros Estados prevén fundamentalmente la participación de tales países en actividades técnicas e industriales. Las modalidades de tal cooperación se elaboran caso por caso en estrecha concertación con las correspondientes entidades del país en cuestión, la empresa común GALILEO y la Agencia Espacial Europea.

La contribución financiera de los terceros países asociados al programa constituye un requisito previo para su participación en el mismo y permitirá completar la financiación de las fases futuras. Al igual que ocurre con la contribución comunitaria, las participaciones financieras de terceros países estarán gestionadas por la empresa común, garante de la unicidad de gestión del programa. A este efecto, y tras la conclusión de un acuerdo con un tercer país, la empresa común podrá iniciar las compensaciones de conformidad con el procedimiento previsto por el artículo 5 del Reglamento nº 876/2002 del Consejo.

2.2. Un acuerdo ejemplar con China en materia de cooperación bilateral

A raíz de la autorización para iniciar negociaciones dada por el Consejo a la Comisión en marzo de 2003, se firmó un primer acuerdo de cooperación con China con ocasión de la cumbre entre la Unión Europea y dicho país el 30 de octubre de 2003. Se trata de un paso importante, ya que este acuerdo constituye un modelo para la asociación rápida de otros países terceros. Los ámbitos de cooperación contemplados en el acuerdo son numerosos e incluyen el apoyo de China a los aspectos reglamentarios del proyecto, en especial en materia de certificación, de frecuencias y de propiedad intelectual, y acciones científicas e industriales. En el plano financiero, China indicó que estaba dispuesta a aportar 200 millones de euros al programa.

Las próximas etapas de la cooperación consisten en precisar tanto el lugar de China en el seno de la empresa común como su papel en los ámbitos industrial y científico. Por lo que se refiere al primer punto, la participación china en la empresa común seguirá el procedimiento previsto en el artículo 5 del Reglamento n° 876/2002. El Órgano de vigilancia de la empresa común participará en esta etapa con el fin de preparar una decisión cuya adopción corresponde al Consejo. En relación con el segundo punto, conviene determinar las condiciones concretas de participación de los expertos y empresas chinos en los trabajos de las fases de desarrollo y de despliegue recurriendo a la contribución financiera china. Las conversaciones mantenidas al respecto entre la empresa común y los socios chinos, que han sido seguidas de cerca por la Agencia Espacial Europea, tienen como objetivo determinar qué elementos del programa son susceptibles de tal participación. La elección se realizará en función de las competencias específicas que pueden aportar los participantes de los terceros países asociados, sin menoscabo del carácter de política industrial que el programa reviste para la industria europea.

Ya se han emprendido acciones concretas de cooperación. El 19 de septiembre de 2003 se inauguró en Pekín un centro común de formación (« China-Europe GNSS Training and Technical Cooperation Center ») para fomentar las actividades conjuntas de formación, experimentación, aplicación, cooperación industrial y comercialización del futuro sistema europeo. Además, pronto se lanzará en China una campaña de pruebas de las estaciones EGNOS y de las aplicaciones piloto en ámbitos prioritarios como el transporte ferroviario y la navegación interior y marítima.

El acuerdo alcanzado con China ha animado a otros terceros países interesados en participar en el desarrollo del sistema GALILEO a presentar demandas de cooperación. El Consejo autorizó formalmente a la Comisión para que emprendiera negociaciones para la preparación de un acuerdo de cooperación con India e Israel. Las directrices de negociación para ambos países se establecieron sobre las mismas bases que las adoptadas para China en marzo de 2003. Los dos mandatos son el fruto del estudio prospectivo llevado a cabo por la Comisión a petición de los países interesados. Iniciativas similares se llevan a cabo con otros países, en concreto con Corea del Sur, Brasil, Japón, Canadá, Australia, México y Chile. Siguiendo el mismo esquema utilizado en el caso de China, India e Israel, si estos contactos condujeran a una solicitud formal de asociación, la Comisión, tras informar al Consejo, presentará sus recomendaciones con el fin de obtener la autorización para abordar las correspondientes negociaciones.

Por otro lado, Suiza y Noruega, ya asociadas al programa GALILEO en el marco de la Agencia Espacial Europea, informaron a la Comisión en diciembre de 2003 de su interés por emprender conversaciones para negociar el aumento de su participación en el programa, incluida su participación en la empresa común.

2.3. Una mayor cooperación con las grandes regiones del mundo

Con el fin de obtener el máximo beneficio de los programas GALILEO y EGNOS, la cooperación regional trata ante todo de establecer un diálogo con los futuros usuarios de los países de que se trate. Dicha cooperación se traduce principalmente en campañas de experimentación y de formación llevadas a cabo en las distintas regiones del mundo.

2.3.1. La región mediterránea

Uno de los proyectos previstos por el programa MEDA incluye acciones de formación y de experimentación en materia de radionavegación por satélite en la cuenca mediterránea. Estas acciones deberían estar dotadas de un presupuesto de casi 5 millones de euros y comenzar en 2004. En la fase preparatoria del proyecto, la Comisión organizó en El Cairo el primer seminario euro mediterráneo sobre la radionavegación por satélite en febrero de 2003. El objetivo principal de este seminario fue sensibilizar a los responsables políticos, suministradores de servicios y al sector industrial locales de las grandes posibilidades que ofrecen para la región mediterránea los sistemas europeos EGNOS y GALILEO. Está previsto crear una oficina de cooperación regional con sede en Egipto para fomentar las acciones de formación y de cooperación industrial de la región.

2.3.2. América Latina

La Unión Europea estableció en 2001 contactos con América Latina en materia de radionavegación por satélite. A través de un programa financiado con cargo al presupuesto comunitario, se han puesto en contacto industriales europeos con las autoridades locales en materia de transportes con el fin de llevar a cabo pruebas de viabilidad de la señal experimental EGNOS. Los resultados positivos de estas pruebas han confirmado el interés manifestado por los países de la región en participar en el programa GALILEO .

Habida cuenta de la importancia y del potencial de la región, la empresa común iniciará una nueva acción para, entre otras cosas, establecer una red de centros de formación, apoyar el plan regional de cooperación técnica elaborado por la OACI, organizar experimentos en distintos sectores de actividad y fomentar la cooperación industrial.

2.3.3. África

El establecimiento de un sistema mundial de radionavegación por satélite es uno de los objetivos explícitos de cooperación en la estrategia de la política de transportes del acuerdo de asociación entre la Comunidad Europea y los países ACP firmado en Cotonou en junio de 2000 [12]. En África, la radionavegación por satélite permite desarrollar el sector de la aviación civil y contribuye al crecimiento económico del continente, en particular de los sectores del comercio, del turismo y de la gestión de los recursos naturales. También permite mejorar la seguridad en la región y contribuye a reducir el importe de las inversiones necesarias para crear infraestructuras de transporte.

[12] El punto 2.2. del compendio de estrategias de cooperación dedicado al desarrollo de los transportes, elaborado de conformidad con el apartado 3 del artículo 20 del Acuerdo de Cotonú, dice lo siguiente: «A nivel regional, se prestará atención a: (...) facilitar ayuda para mejorar la fiabilidad y la seguridad del transporte marítimo y aéreo, así como para contribuir a un sistema global de navegación por satélite interoperable con el EGNOS (European Geostatinary Navigation Overlay Service)».

La Unión Europea y las autoridades africanas de la aviación civil han entablado relaciones fructíferas a lo largo de los últimos años. Las pruebas efectuadas a partir de una infraestructura terrestre y con aviones en la región de Dakar vienen a confirmar la decisión europea de ampliar al mundo entero la utilización de los sistemas de radionavegación por satélite. Distintos estudios financiados por la Comunidad Europea han abordado la posibilidad de ampliar a África el acceso a los servicios de radionavegación por satélite. Las autoridades africanas de la aviación civil (AFCAC, ASECNA, CDAA) tienen ya como objetivo recurrir a esta tecnología y cuentan para ello con el apoyo de la OACI.

La empresa común acelerará los trabajos llevados a cabo en esta parte del mundo. La explotación de los sistemas EGNOS y GALILEO no solo cubrirá el sector de la aviación civil, sino que favorecerá el desarrollo de servicios de radionavegación por satélite en ámbitos tan diversos como los transportes, la agricultura, la pesca, la ingeniería civil, el medio ambiente, etc.

2.4. Negociaciones con los Estados (Estados Unidos y Rusia) que cuentan con un sistema de radionavegación por satélite

Las negociaciones con los dos Estados que ya cuentan con un sistema de radionavegación por satélite abordan, además de los objetivos marcados para las que se llevan a cabo con terceros países, las cuestiones de la compatibilidad técnica y la interoperabilidad de sus sistemas con el sistema GALILEO.

2.4.1. Rusia

En la cumbre de mayo de 2003 entre la Unión Europea y Rusia, la primera expresó de nuevo su voluntad de continuar con las negociaciones iniciadas con Rusia en 2000 y de concluir un acuerdo de cooperación con dicho país. Las discusiones se han centrado hasta el momento en los aspectos técnicos e industriales.

Es el momento de dar un giro más político a estas negociaciones para tener en cuenta las condiciones de utilización de los sistemas mundiales de radionavegación por satélite, las modalidades de coexistencia del sistema GALILEO y de GLONASS y la modernización de GLONASS. La Comisión ha enviado a las autoridades rusas un proyecto de acuerdo con la intención de favorecer la reapertura de las negociaciones.

Al igual que ocurre con el diálogo sobre la energía, una cooperación en este ámbito clave supondría una contribución concreta a la integración económica y política entre la Unión Europea y Rusia.

2.4.2. Estados Unidos

Desde que hace cuatro años se iniciaran las conversaciones sobre las condiciones de cohabitación del sistema GALILEO y el sistema americano GPS, la prioridad de la Comisión ha sido conducir las negociaciones a buen término. Hay que reconocer que los Estados Unidos cuestionaron en un primer momento la legitimidad del programa GALILEO. En el curso de los últimos 18 meses se han registrado progresos considerables y la creación de un grupo técnico sobre la compatibilidad y la interoperabilidad de los sistemas permitió realizar avances importantes en todas las cuestiones debatidas. En la actualidad ya se han superado los principales obstáculos para la conclusión de un acuerdo entre ambas partes. EE.UU. reconoce la importancia del sistema europeo para los usuarios de la radionavegación por satélite.

Al principio, y en referencia a la superposición de las señales en una misma banda de frecuencias, los Estados Unidos se oponían, por razones de seguridad militar, a que las señales emitidas por el sistema GALILEO dispusieran de una modulación que se solapara parcialmente con la de la futura señal militar del GPS, denominada código M. Los expertos europeos, reunidos en el seno de una « task force » dedicada a las señales (« Signal Task Force »), han podido demostrar a sus colegas americanos tanto la inexistencia de interferencias perjudiciales entre las señales emitidas por el sistema europeo y por el GPS como la perfecta compatibilidad técnica de ambos sistemas, incluidos los aspectos relacionados con las referencias de tiempo y de geodesia. Un avance significativo hacia un acuerdo global se registró durante los encuentros, en parte clasificados, celebrados los días 4 y 5 de septiembre de 2003 en Londres y 19 de noviembre del mismo año en La Haya, a través de la definición de una solución para la señal del servicio gubernamental.

Aún están por resolver otras dos cuestiones : la coexistencia de la señal abierta del sistema GALILEO con la señal militar del GPS en caso de crisis y la posibilidad de mejorar las señales emitidas por el sistema europeo.

En relación con el primer punto, es importante subrayar que algunas aplicaciones del servicio abierto exigen una gran precisión, como las aplicaciones en centro urbano, la llamada de urgencia con el número europeo 112 o la ayuda lazarillo para invidentes. Estas aplicaciones requieren la elección de una señal de gran rendimiento, garante del éxito comercial del sistema europeo, que deberá ser confirmada por el acuerdo. No obstante, las autoridades militares necesitan poder interferir localmente la señal abierta del sistema GALILEO y la señal abierta del sistema GPS en una zona de conflicto, sin afectar la integridad de la señal militar del GPS en el interior de esa misma zona. En las últimas reuniones celebradas en Washington los días 29 y 30 de enero de 2004, ambas partes reconocieron el interés de explotar la misma señal para el desarrollo de receptores totalmente interoperables. Se empezó a contemplar la posibilidad de elaborar un compromiso para la elección de señales idénticas que puedan ser mejoradas en una fase posterior.

Por lo que se refiere al segundo punto, referido precisamente a la posibilidad de mejorar las señales, el acuerdo global en discusión deberá prever un mecanismo de concertación mutua, eficaz y transparente, que pueda optimizar el rendimiento de los sistemas europeo y norteamericano sin perder de vista las preocupaciones de los EE.UU. en materia de seguridad nacional. Dicho mecanismo no podría incluir, sin embargo, un derecho de veto de una de las dos partes.

En relación con la interoperabilidad, el objetivo de la Comunidad Europea consiste en obtener una interoperabilidad máxima entre los sistemas GPS y GALILEO que permita a los usuarios obtener el máximo beneficio de ambos sistemas. Se da por descontado que los elementos terrestres de control de los satélites de ambos sistemas seguirán siendo distintos e independientes. Las discusiones entres expertos americanos y europeos abordaban distintas cuestiones técnicas, en particular las referencias de tiempo, que ya se han resuelto: las señales emitidas por cada uno de los dos sistemas incorporarán un parámetro que permita sincronizarlas perfectamente. Se trata de un paso fundamental que permitirá a los propietarios de un único receptor utilizar plenamente ambos sistemas de forma combinada y transparente.

Por lo que se refiere al comercio, la Comunidad Europea trata de crear un entorno comercial no discriminatorio en materia de radionavegación por satélite tanto para el sistema norteamericano GPS como para el sistema europeo GALILEO. Se ha avanzado de forma considerable hacia un acuerdo. Los Estados Unidos ya admiten que las normas del comercio internacional se aplican al ámbito de la radionavegación por satélite. Por su parte, la Comunidad Europea aceptó colmar las posibles lagunas de las normas multilaterales por medio de disposiciones específicas.

Los progresos registrados en las últimas negociaciones permiten augurar que pronto se alcanzará un acuerdo global.

3. Paso a las fases de despliegue y de explotación

Ahora que la empresa común ya está operativa, que se sigue con los trabajos técnicos, que la cooperación internacional recibe un impulso firme y que está a punto de alcanzarse un acuerdo con los Estados Unidos, es preciso preparar activamente las fases de despliegue y de explotación del sistema que se iniciarán en 2006 y 2008 respectivamente.

3.1. Concesión del sistema

Los primeros resultados del procedimiento de concesión del sistema son muy alentadores, aún cuando se están diseñando las perspectivas de financiación de las fases de desarrollo y explotación.

3.1.1. Procedimiento de concesión del sistema

El procedimiento de concesión de las fases de despliegue y de explotación del programa GALILEO lo gestiona la empresa común. En realidad se puso en marcha el 17 de octubre de 2003 con la publicación de un anuncio de concesión en el Diario Oficial [13]. No obstante, antes de la entrada en servicio efectiva de la empresa común y con el fin de no retrasar el desarrollo del programa, la Comisión puso en marcha dos trámites previos.

[13] Diario Oficial n° S 200 de 17.10.2003, p.

El 22 de febrero de 2003 publicó una convocatoria de manifestaciones de interés e invitó a las partes interesadas a que expresaran su interés por la concesión de la construcción y de la gestión del sistema GALILEO [14]. En tal ocasión se manifestaron aproximadamente 80 empresas. El 18 de marzo de 2003, la Comisión organizó una jornada de información en beneficio de las empresas que desearan participar en el programa. A la misma asistieron aproximadamente 500 representantes de empresas a los que se informó de la evolución del programa, de las etapas que llevan a la elección del futuro concesionario y de las numerosas oportunidades que ofrece la radionavegación por satélite.

[14] Diario Oficial n° C 43 de 22 de febrero de 2003, p. 12

El procedimiento de selección del concesionario lanzado el 17 de octubre de 2003 incluye dos fases : una de preselección y otra denominada de negociación competitiva.

La empresa común se encargó de la fase de preselección. Examinó los cuatro expedientes de solicitud que le fueron enviados dentro del plazo estipulado y realizó la preselección de los candidatos con los que pasarán a la segunda fase.

Los criterios de preselección fueron :

-la capacidad del candidato para financiar el despliegue de la infraestructura y garantizar su gestión durante la fase de explotación ; cada candidato debía presentar, en particular, un plan de empresa que cubriera todo el periodo de la concesión ;

-la capacidad del candidato para desarrollar y fomentar la utilización del sistema GALILEO a escala mundial, en particular sobre la base de su experiencia y de sus alianzas internacionales ;

-la toma en consideración de los intereses de los poderes públicos.

La fecha límite de recepción de las candidaturas se fijó para el 5 de diciembre de 2003. El 9 de diciembre de 2003 se procedió a la apertura de las candidaturas en la sede de la empresa común. Las cuatro candidaturas registradas eran admisibles.

Cada oferta procede de un pequeño número de socios principales agrupados en un consorcio, a los que se añade una constelación de sociedades asociadas que cubren los ámbitos más diversos, principalmente establecimientos financieros o empresas activas en los distintos sectores de aplicación de la radionavegación por satélite.

Ninguno de los cuatro consorcios candidatos pone en duda la capacidad del futuro sistema europeo de radionavegación por satélite para generar importantes ingresos comerciales y todos se declaran dispuestos a que una parte no desdeñable de sus aportaciones se financie a través de sus propios fondos. Los servicios comercial y gubernamental ofrecidos por GALILEO y los derechos de propiedad intelectual se consideran fuentes sustanciales de ingresos. Además, las empresas candidatas han integrado la dimensión mundial del proyecto y sus implicaciones en los distintos sectores de la actividad económica. Algunas de las ofertas cuentan con colaboradores asociados procedentes de fuera de la Unión Europea.

El resultado de la licitación debe considerarse alentador. Valida la opción de una asociación de entidades públicas y privadas y confirma la existencia de grandes oportunidades de mercado, ya que el sector privado no duda en comprometerse financieramente de forma significativa. La diversidad de los agentes que han respondido a la licitación y el hecho de que pertenezcan a distintos sectores de la economía demuestran también que el sistema GALILEO afecta al futuro de la sociedad en su conjunto.

A lo largo de la segunda fase, de negociación competitiva, se prevé que la empresa común emprenda negociaciones con los candidatos preseleccionados con vistas a la adjudicación de la concesión. En esta fase participarán únicamente los candidatos preseleccionados de acuerdo con un pliego de condiciones específico que deberán respetar. Al final de la fase de negociación competitiva, la empresa común presentará una propuesta de adjudicación de la concesión.

Según el anuncio de concesión publicado en el Diario Oficial, la concesión se entregará al candidato preseleccionado que presente al final la oferta económica más ventajosa, criterio que tiene principalmente en cuenta :

-El importe de las contribuciones públicas solicitadas. A este respecto, se prestará especial atención a la credibilidad y pertinencia de las propuestas formuladas por el candidato para maximizar los flujos de ingresos comerciales generados por la utilización del sistema GALILEO .

-La calidad de la oferta presentada por el candidato con respecto a los imperativos de creación y gestión de las infraestructuras espaciales y terrestres necesarias para el funcionamiento del sistema GALILEO de conformidad con las exigencias de servicio público impuestas, en especial en términos de garantía de servicio y en materia de seguridad. La oferta deberá satisfacer en particular las exigencias propias de la gestión de un servicio mundial.

3.1.2. Financiación de las fases de despliegue y de explotación

Los resultados de la licitación lanzada para la concesión permiten afirmar que el sector privado está preparado para comprometerse a fondo con el desarrollo del programa GALILEO. Las cuatro ofertas recibidas hacen todas referencia a la recomendación del Consejo en el sentido de que los fondos comunitarios no deberían superar un tercio de la financiación de la fase de despliegue. Por lo tanto, es posible esbozar el plan de financiación de estas dos fases. Son cinco los diferentes recursos identificados y descritos por los consorcios candidatos que deberían contribuir a la financiación. Podría estudiarse la adopción de un sexto recurso.

La primera fuente de ingresos del concesionario sería la venta de los distintos servicios generados por el sistema GALILEO.

En segundo lugar, el futuro concesionario obtendría parte de las licencias y de los derechos de propiedad intelectual de los componentes del sistema.

En tercer lugar, la Comunidad Europea, que garantiza junto con la Agencia Espacial Europea la totalidad de la financiación de la fase de desarrollo, seguirá participando en la financiación del programa más allá de las actuales perspectivas financieras que concluyen en 2006. En las conclusiones que adoptó el 26 de marzo de 2002, el Consejo se comprometió expresamente en este sentido. El coste de la fase de despliegue se estima en 2.100 millones de euros. La parte exacta que se solicitará al sector público dependerá lógicamente de la cantidad que el sector privado decida aportar. La Comisión ya ha incluido al programa GALILEO en el programa de proyectos de lanzamiento rápido (« Quick Start Programme ») presentado en el marco de la iniciativa en favor del crecimiento [15], que fue avalada por el Consejo. La Comisión prepara sobre esta base la futura asignación presupuestaria al programa GALILEO dentro de las nuevas perspectivas financieras.

[15] COM(2003)690 final de 11 de noviembre de 2003

En cuarto lugar, el Banco Europeo de Inversiones se ha declarado favorable a la concesión de préstamos. A este respecto, todas las ofertas presentadas por los consorcios candidatos a la concesión insisten en la importancia de disponer de préstamos a largo plazo provistos de un periodo de gracia que permita el reembolso a partir del momento en que el sistema empiece a generar ingresos comerciales importantes.

En quinto lugar, podría contarse con la participación financiera de terceros países que han manifestado estar dispuestos a contribuir al programa (véase el punto 2 anterior). Las sumas en cuestión representarán varios cientos de millones de euros que podrían invertirse en parte en las fases de despliegue y de explotación.

En sexto lugar, en caso de que fuera necesario encontrar un complemento de financiación, podría crearse un impuesto sobre los receptores de señales de radionavegación por satélite a escala europea para financiar las fases de despliegue y de explotación. Dicha financiación constituiría un recurso propio del futuro Órgano de vigilancia, que podría revertir una parte del producto al concesionario con el fin de limitar las demás aportaciones de fondos públicos. La propuesta de Reglamento para la creación de la Autoridad de vigilancia (véase el punto 3.2.1. más adelante) prevé esta posibilidad Su aplicación dependerá de la evolución de las empresas y del mercado de los receptores GNSS y de sus servicios asociados. Antes de que la Comisión presente la propuesta se realizará un análisis exhaustivo que tendrá en cuenta todos los aspectos económicos y de mercado sobre los sectores afectados.

El importe exacto de la contribución del futuro concesionario se abordará principalmente en la fase de la negociación competitiva y no se dará a conocer hasta que se concluya con el procedimiento de selección, a lo largo de 2004. A este respecto, la diversidad de los servicios generados por el sistema GALILEO constituye sin ninguna duda uno de los elementos que tienden a maximizar los futuros ingresos del concesionario y, por lo tanto, el importe de su contribución financiera.

3.1.3. Servicios generados por el sistema GALILEO

La definición de los servicios y el plan de frecuencia del futuro sistema europeo de radionavegación por satélite han sido ampliamente abordados en la Comunicación de la Comisión al Parlamento y al Consejo adoptada el 24 de septiembre de 2002. El punto 3 y el Anexo 1 de dicha comunicación, en los que se describen precisamente los servicios y las frecuencias correspondientes, constituyen los documentos de referencia.

El sistema fue concebido de forma flexible ya que se definió a principios de los años 2000 para servir durante un periodo de al menos 25 años a partir de 2008. Ante la imposibilidad de prever todos los cambios que pueden producirse en un lapso de tiempo tan dilatado es fundamental que, frente a la evolución técnica y a las mutaciones de los mercados, los generadores de señales instalados a bordo de los satélites sean totalmente flexibles, lo que se consigue al prever la capacidad de enviar las modulaciones de las señales transmisibles en lugar de generarlas mediante un equipo rígido que no admita modificaciones ulteriores. Las posibles modificaciones de la señal no afectarán a las prestaciones de los receptores ya en servicio, si bien podrán desarrollarse receptores de mayor rendimiento. La flexibilidad garantiza el nivel de prestaciones a que tienen derecho los usuarios del sistema GALILEO. Es evidente que esta flexibilidad técnica sólo podrá utilizarse si se respetan los acuerdos concluidos con los socios, en particular con los EE.UU., tal y como se recoge en el punto 2.4.2.

En su reunión de los días 5 y 6 de diciembre de 2002, el Consejo de Transportes adoptó unas conclusiones que establecen que la relación de los trabajos objeto de las licitaciones convocadas para la continuación del programa GALILEO incluye los cinco servicios mencionados en la Comunicación de la Comisión de 24 de septiembre de 2002. Los candidatos a la concesión del sistema ya han incluido y respaldado este planteamiento, confirmado ahora por los resultados de la última Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (véase el punto 1.3. anterior), por la supresión del último obstáculo sobre la señal gubernamental y por la evolución positiva de los trabajos relativos al servicio de búsqueda y salvamento.

3.1.3.1. Supresión del último obstáculo a la señal gubernamental

Tal y como se indica en el punto 2 anterior, se ha alcanzado un acuerdo con EE.UU. por lo que se refiere a la coexistencia de las frecuencias utilizadas por las señales del servicio gubernamental del sistema GALILEO y por las señales del código M del sistema GPS. Dicho acuerdo suprime cualquier obstáculo político a la existencia de un servicio gubernamental cuyas señales irán cifradas y serán especialmente resistentes a las interferencias.

Por otro lado, los estudios han demostrado que el impacto del coste del servicio gubernamental en el diseño y en los equipos del conjunto del sistema GALILEO es casi insignificante por lo que se refiere al segmento espacial. Los únicos costes suplementarios generados por este servicio son los que se derivan de su gestión operativa. No obstante, dichos costes serán sufragados únicamente por los Estados miembros que deseen usar este servicio, cuya utilización facultativa se dejará a discreción de cada Estado miembro con arreglo al marco definido por el futuro Órgano de vigilancia (véase el punto 3.2.1. más adelante). Por lo que se refiere a la posible tarificación del servicio gubernamental, ésta se determinará en el contrato de concesión.

Conviene subrayar que en las ofertas que han presentado los candidatos a la concesión del sistema confirmaron que la oferta de un servicio gubernamental representará una parte fundamental de los ingresos de que dispondrá el futuro operador, en especial en concepto de licencias de utilización. La concesión de la infraestructura permite optimizar la adecuación de los costes de gestión del servicio gubernamental a los ingresos que procura.

3.1.3.2. Evolución positiva de los trabajos relativos al servicio de búsqueda y salvamento

Los trabajos de definición del servicio de búsqueda y salvamento han ido acompañados de discusiones técnicas en el seno de la organización internacional Cospas-Sarsat. Esta organización, cuyos Estados fundadores son Estados Unidos, la Federación Rusa, Francia y Canadá, ofrece un servicio operativo de búsqueda y salvamento a escala mundial. Tal y como propuso la Unión Europea con el sistema GALILEO, los Estados Unidos y Rusia han anunciado su intención de poner sus sistemas de radionavegación por satélite GPS y GLONASS a disposición de Cospas-Sarsat con el fin de mejorar la eficacia del servicio de búsqueda y salvamento.

Ya no cabe duda de que la evolución y la mejora del servicio de búsqueda y salvamento de Cospas-Sarsat requieren el recurso a la radionavegación por satélite ; no obstante, conviene garantizar la compatibilidad de las especificaciones técnicas establecidas a este fin por los tres sistemas GALILEO, GPS y GLOSNASS. Para ello en 2004 se deberá concluir un acuerdo de cooperación técnica que defina las características del servicio mejorado, las prestaciones previstas y el reparto de responsabilidades entre los distintos socios.

A más largo plazo, será necesario concluir otro acuerdo entre el Órgano de vigilancia y los miembros fundadores del sistema Cospas-Sarsat sobre la cualificación del servicio generado por el sistema GALILEO y sobre las condiciones concretas de explotación.

Están en curso estudios de viabilidad para incluir también en el programa GALILEO el sistema de búsqueda y salvamento creado por Inmarsat.

3.2. Estructura marco del sistema

El 31 de julio de 2003, la Comisión envió al Consejo y al Parlamento Europeo una propuesta de Reglamento sobre las estructuras de gestión del programa europeo de radionavegación por satélite [16]. El Parlamento Europeo y el Consejo examinan el texto en la actualidad. Dos son las estructuras propuestas : el Órgano de vigilancia y el Centro de seguridad y protección.

[16] COM(2003)471 final

3.2.1. El Órgano de vigilancia

El Órgano de vigilancia tiene como función garantizar la gestión de los intereses públicos relativos al programa europeo de radionavegación por satélite y, en particular, actúa como autoridad concedente del sistema. Firmará el contrato de concesión con el concesionario y velará por su respeto.

Se trata de una estructura calcada del modelo de una agencia de regulación y externa a la Comisión. Se deberá crear lo antes posible dado que su establecimiento completa el marco institucional europeo de la radionavegación por satélite. Marca la voluntad política de la Unión por llevar a cabo el programa GALILEO y darle carácter definitivo.

Además, es necesario crear al mismo tiempo el Órgano de vigilancia y el Centro de seguridad y protección (véase el punto 3.2.2. más adelante). En efecto, el Órgano de vigilancia y el Centro de seguridad y protección estarán estrechamente ligados a la definición de los procedimientos de seguridad aplicables al sistema: los procedimientos de consulta, los procedimientos de modificación o de interrupción de las señales, o los de control de los usuarios del servicio gubernamental que serán designados por cada Estado miembro en función de sus necesidades.

También es urgente establecer el organismo depositario de las frecuencias necesarias para garantizar el funcionamiento del sistema y que coordinará las acciones de los Estados miembros a este respecto.

Asimismo es fundamental poner en marcha sin más dilación los procedimientos de certificación y homologación del sistema. Se trata de un elemento clave para un uso rápido de los servicios generados por el sistema GALILEO en sectores como la aviación civil, el transporte marítimo, el ferrocarril y la construcción.

Por último, dado que el Órgano de vigilancia será la autoridad cedente del futuro concesionario, deberá estar constituido para la firma del contrato de concesión, firma que podría tener lugar a partir de finales de 2004.

3.2.2. El Centro de seguridad y protección

El sistema GALILEO es una infraestructura sensible en términos de seguridad y protección. Por lo tanto, es necesario protegerlo frente a ataques, malintencionados o no, e impedir su utilización para fines contrarios a los intereses de la Unión Europea y sus Estados miembros.

Desde que comenzaran los trabajos sobre el programa GALILEO, las cuestiones relacionadas con la seguridad del sistema fueron objeto de estudios detallados por parte de dos instancias : el GSSB (« GALILEO System Security Board »), grupo informal de expertos cuyo trabajo coordinaba la Comisión, y el GSAB (« GALILEO Security Advisory Board »), creado por la Agencia Espacial Europea. El trabajo de estos dos grupos de expertos ha resultado ser muy importante y ha permitido identificar los principales ámbitos en los que debían emprenderse acciones específicas.

El GSSB y el GSAB han sido sustituidos en la práctica por el Consejo de seguridad (« Galileo Security Board » o « GSB »), creado a través de las disposiciones del artículo 7 del Reglamento nº 876/2002 para tratar las cuestiones de seguridad del sistema. El GSB tendrá una existencia limitada, dado que coincide con la de la empresa común, y deberá finalizar con la fase de desarrollo en 2006.

En la actualidad el GSB efectúa un trabajo muy útil de evaluación de las necesidades y de elaboración de las normas de seguridad aplicables durante la fase de desarrollo y para los procedimientos de validación del sistema. También ha contribuido a definir futuras estructuras de gestión, en especial el Centro de seguridad y protección cuya creación es objeto de la propuesta de la Comisión. Los trabajos llevados a cabo en el seno del « GSB » han demostrado la necesidad de disponer de una estructura decisoria, permanente y operativa cuyo papel principal será la intermediación entre las autoridades públicas y el concesionario en caso de crisis y cuya acción podría ir hasta la adopción de medidas de interferencia de los servicios.

Está previsto que el Centro de seguridad y protección dependa directamente del Secretario General / Alto Representante de la política exterior y de seguridad común.

CONCLUSIONES

Desde la última comunicación sobre la situación del programa GALILEO, los avances registrados tanto en el plano del desarrollo del sistema y de sus aplicaciones como en el de la cooperación internacional han sido notables. El programa se desarrolla como estaba previsto y su dimensión internacional es cada día más sólida, gracias en particular a la próxima firma de un acuerdo con EE.UU. Su desarrollo constituye un elemento clave de la estrategia espacial de la Unión Europea tal y como fue presentada por la Comisión en su Libro Blanco sobre política espacial europea [17].

[17] COM(2003)673 final

La parte exacta de la financiación que el sector privado se declarará dispuesto a soportar constituye en definitiva el único elemento de incertidumbre que subsiste, aunque las cuatro ofertas presentadas en el marco del procedimiento de selección del futuro concesionario prevén una importante participación de las correspondientes empresas. A fin de obtener un compromiso definitivo del sector privado para financiar los dos tercios de las fases de despliegue y de explotación como recomienda el Consejo, sería deseable que éste último pronunciara su compromiso irrevocable con el desarrollo del programa. En este sentido, es determinante la creación de las estructuras marco del sistema y la adopción de una decisión política definitiva de continuar el programa GALILEO hasta la entrada en servicio del sistema en 2008.

En este contexto, es fundamental, por un lado, concluir lo antes posible el procedimiento legislativo de adopción del reglamento sobre las futuras estructuras de gestión del programa y, por otro, que el Parlamento Europeo y el Consejo confirmen las orientaciones que dieron con anterioridad, en particular en relación con los servicios generados por el sistema GALILEO, para permitir a la Agencia Espacial Europea la adopción definitiva de las opciones técnicas seleccionadas hasta el momento, a la empresa común llevar a cabo las negociaciones para la elección del operador del sistema y al Órgano de vigilancia concluir el contrato de concesión.