20.3.2008   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 74/28


DICTAMEN DEL CONSEJO

de 4 de marzo de 2008

sobre el programa de estabilidad de Malta (2007-2010)

(2008/C 74/07)

EL CONSEJO DE LA UNIÓN EUROPEA,

Visto el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea,

Visto el Reglamento (CE) no 1466/97 del Consejo, de 7 de julio de 1997, relativo al reforzamiento de la supervisión de las situaciones presupuestarias y a la supervisión y coordinación de las políticas económicas (1), y en particular su artículo 5, apartado 2,

Vista la Recomendación de la Comisión,

Previa consulta al Comité Económico y Financiero,

HA EMITIDO EL PRESENTE DICTAMEN:

(1)

El 4 de marzo de 2008, el Consejo examinó el primer programa de estabilidad de Malta, que abarca el período 2007-2010.

(2)

El 1 de enero de 2008, Malta ingresó en la zona del euro, con un crecimiento del PIB en continua recuperación desde 2004. A principios de la presente década, los mediocres resultados económicos se debieron en parte a factores externos, a los que Malta está particularmente expuesta, al ser su economía pequeña y abierta y depender de sectores tales como el turismo y la industria electrónica, que han resultado ser inestables.

Las deficiencias estructurales internas también explican el débil crecimiento del PIB. De 2001 a 2003, la productividad disminuyó a una media anual de aproximadamente el 1 %. Por otro lado, unos significativos incrementos salariales provocaron una subida acentuada de los costes laborales unitarios y, como consecuencia de ello, una pérdida de competitividad exterior. Desde 2004, los resultados económicos han mejorado debido principalmente a unas condiciones cíclicas favorables, pero también debido a la moderación salarial y a una recuperación de la productividad. En el área fiscal, la entrada en la zona del euro siguió a un período de considerable saneamiento, con una tendencia decreciente del ratio deuda/PIB desde 2005, y de reducción de la inflación. En este nuevo contexto, ampliar el margen de maniobra de la política fiscal —lo que podría lograrse prosiguiendo el saneamiento presupuestario y aplicando reformas en materia de gastos, particularmente en el sector de la asistencia sanitaria, en donde los gastos crecen rápidamente— representa un reto para la capacidad de Malta de adaptarse a las perturbaciones asimétricas. Por otra parte, estas reformas de los gastos mejorarían la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas, y permitirían reorientar los gastos hacia categorías generadoras de crecimiento, con lo cual contribuirían al incremento de la productividad. La subida de la productividad y una continuación de la moderación salarial reforzarían la competitividad, que constituye otro de los retos que afronta la economía maltesa, particularmente en el marco de la zona del euro.

(3)

Según el escenario macroeconómico subyacente en el programa, el PIB real crecería un 3,5 % en 2007, sufriría una ralentización en 2008 y se aceleraría a continuación, hasta llegar al 3,4 % al final del período cubierto por el programa. Partiendo de la información disponible (2), este escenario parece basarse en hipótesis de crecimiento verosímiles para 2007. Para el período 2008-2010, las previsiones de crecimiento del PIB parecen optimistas, debido principalmente a la alta contribución de las exportaciones netas prevista para los últimos años del período del programa. La mejora que según el programa se derivaría de aquí a 2010 para el saldo de intercambios exteriores de bienes y servicios de 3,3 puntos porcentuales del PIB, parece optimista.

Las previsiones de inflación del programa parecen realistas y son conformes a las previsiones del otoño de 2007 de los servicios de la Comisión. Sin embargo, la posibilidad de nuevas subidas de los salarios del sector público, que podría llevar a una subida general de los salarios por encima de los incrementos de productividad, podría implicar una evolución de la competitividad de Malta menos favorable de lo que supone el programa de estabilidad.

(4)

Para 2007, el déficit de las administraciones públicas se estima en el 1,8 % del PIB en las previsiones del otoño de 2007 de los servicios de la Comisión, y en el 1,6 % en el programa de estabilidad, frente al objetivo del 2,3 % del PIB incluido en la última actualización del programa de convergencia. Sin embargo, si se excluyen las operaciones puntuales (consistentes principalmente en la venta de terrenos, que se registran convencionalmente como gasto negativo), el resultado de déficit para 2007 se ajusta globalmente al objetivo del programa de convergencia de 2006, a pesar de un favorable efecto básico derivado de 2006. El ratio ingresos/PIB sería significativamente inferior al previsto, debido en gran medida a una recepción de fondos de la UE inferior a la prevista. Como consecuencia de ello, el ratio de gastos para 2007 también sería inferior al previsto en el programa de convergencia de 2006. Dado que actualmente el ajuste estructural en 2007 parece inferior a medio punto porcentual del PIB, frente a una previsión de aproximadamente un punto porcentual establecida en la última actualización del programa de convergencia, la ejecución del presupuesto no sigue la invitación realizada en el dictamen del Consejo, de 27 de febrero de 2007, sobre el programa anterior de «seguir avanzando de forma adecuada hacia el objetivo a medio plazo, según lo previsto en el programa» (3).

(5)

Al igual que en la actualización más reciente del programa de convergencia, el principal objetivo presupuestario definido en el programa de estabilidad es proseguir el saneamiento fiscal a lo largo del período cubierto, con el objetivo global de alcanzar en 2010 a más tardar el objetivo a medio plazo, consistente en una situación de equilibrio para el saldo estructural (saldo ajustado en función del ciclo excluidas las medidas puntuales y otras medidas de carácter temporal). Se prevé que el saldo de las administraciones públicas mejore de un déficit equivalente al 1,6 % del PIB en 2007 a un superávit del 0,9 % del PIB en 2010. Con una previsión de disminución de la carga de la deuda, se espera que el superávit primario aumente hasta el 3,8 % del PIB en 2010. Se prevé que el saldo estructural mejore en dos puntos porcentuales del PIB en el período 2007-2010. El ajuste nominal deberá lograrse mediante una disminución del ratio de gastos primarios superior a tres puntos y medio del PIB que compense sobradamente una baja del ratio de ingresos equivalente a un punto y medio del PIB. Se recurrirá menos que en el pasado a medidas puntuales reductoras del déficit. La limitación de gastos sería relativamente generalizada, aunque se centraría especialmente en los salarios. La pronunciada disminución de la proporción de los impuestos indirectos en el PIB que tendría lugar en los últimos años no se explica en el programa, y se supone que el coste de los cambios que se producirían en 2008 en la reforma del impuesto sobre la renta personal quedaría cubierto sobradamente por los mayores ingresos procedentes de otros impuestos directos. En el contexto de un escenario macroeconómico globalmente inalterado, los objetivos presupuestarios para 2008 y 2009 incluidos en el programa de estabilidad son menos ambiciosos que los de la actualización de 2006, en aproximadamente un cuarto de punto porcentual del PIB, lo que refleja la previsión de un menor esfuerzo de ajuste para 2008. La deuda pública bruta, que se estima haber disminuido en 2007 hasta alrededor del 63 % del PIB —esto es, por encima aún del valor de referencia del Tratado (60 % del PIB)— se prevé que siga disminuyendo, en cerca de 10 puntos porcentuales, a lo largo del período cubierto por el programa.

(6)

Los resultados presupuestarios podrían ser peores que los previstos en la programa. Para 2008 es arriesgado suponer que los cambios del sistema del impuesto sobre la renta personal quedarán cubiertos por otras partidas de ingresos habitualmente inestables, tales como el impuesto sobre los rendimientos del capital y los impuestos sobre beneficios. También existe la posibilidad de desvíos en los gastos, derivados, por ejemplo, de la decisión de subvencionar los precios de los servicios públicos sin aplicar medidas compensatorias.

Por otro lado, las generosas subidas salariales concedidas a los trabajadores del sector sanitario podrían provocar reivindicaciones similares en el resto del sector público. Para 2009 y 2010, los resultados podrían ser peores que los previstos debido al favorable escenario macroeconómico subyacente en las previsiones del programa (aunque las previsiones tributarias para estos años parecen prudentes considerando que no se prevén reducciones tributarias discrecionales), y debido también a la falta de información sobre las medidas en que se basaría el proceso de saneamiento, particularmente, en lo que se refiere a la previsión de seguir controlando los salarios públicos. A la luz de estos riesgos para los objetivos presupuestarios, la evolución del ratio de deuda probablemente será menos favorable que la prevista en el programa, especialmente a partir de 2008. En cuanto los factores positivos, en los últimos años la proporción de gastos en el PIB ha sido continuamente inferior a la prevista en los sucesivos programas. Por otro lado, Malta tiene buenos antecedentes en el logro de sus objetivos de déficit para las administraciones públicas, habiendo alcanzado generalmente resultados mejores de lo previsto.

(7)

A la luz de esta evaluación de riesgos, la orientación presupuestaria del programa parece no bastar para garantizar el logro del objetivo a medio plazo en 2010 a más tardar, como prevé el programa. No obstante, a partir de 2008 se proporcionaría un margen de seguridad suficiente para evitar que el déficit rebase el límite del 3 % del PIB en caso de fluctuaciones macroeconómicas normales. El saneamiento planeado es conforme al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que exige una mejora anual mínima del saldo estructural equivalente al 0,5 % del PIB, y un mayor esfuerzo a condición de que Malta se mantenga en una coyuntura favorable. No obstante, teniendo en cuenta los riesgos mencionados, el ritmo de ajuste hacia el objetivo a medio plazo que implica el programa deberá respaldarse con medidas, especialmente en 2009 y 2010. Por último, teniendo en cuenta los riesgos para las previsiones de deuda indicados, el ratio de deuda disminuiría a un ritmo suficiente hacia el valor de referencia durante el período del programa y en 2009 se situaría por debajo de dicho valor.

(8)

Malta parece afrontar un nivel medio de riesgo en cuanto a la sostenibilidad de las finanzas públicas. Los efectos del envejecimiento de la población sobre el presupuesto a largo plazo serán significativamente inferiores a la media de la UE, con una proporción de los gastos de pensiones en el PIB que disminuiría a largo plazo. Con todo, la reforma de las pensiones de 2006, encaminada a incrementar la edad de jubilación y mejorar el nivel de las pensiones, probablemente implicará un aumento del gasto a largo plazo. Por otro lado, el nivel actual de deuda bruta se sitúa todavía por encima del valor de referencia del Tratado. La situación presupuestaria en 2007 según se estima en el programa, que es mejor que la situación de partida del programa anterior, contribuiría a contrarrestar los efectos del envejecimiento de la población sobre el presupuesto a largo plazo. La mejora de la situación presupuestaria, especialmente reforzando la eficiencia y la flexibilidad del gasto público —por ejemplo, de los gastos sanitarios, que crecen rápidamente y también están sometidos a los efectos del envejecimiento de la población—, contribuiría a reducir los riesgos para la sostenibilidad de las finanzas públicas.

(9)

El programa de estabilidad parece compatible en cierta medida, con el informe de octubre de 2007 sobre la aplicación del programa nacional de reforma. En particular, las previsiones presupuestarias del programa tienen en cuenta las implicaciones para la hacienda pública de las medidas establecidas en el programa nacional de reforma. Las medidas en el área de la hacienda pública previstas en el programa de estabilidad parecen compatibles con las previstas en el programa nacional de reforma. En particular, la principal medida presentada en el programa de estabilidad, a saber, una nueva revisión del régimen del impuesto sobre la renta personal, es conforme con el programa nacional de reforma. Sin embargo, la reforma sanitaria —elemento esencial para las finanzas públicas incluido en el programa nacional de reforma— no se aborda en el programa de estabilidad. Este programa tampoco especifica claramente la forma en que el gasto se reorientaría a las categorías generadoras de crecimiento, especialmente en los últimos años.

(10)

La estrategia presupuestaria del programa es parcialmente compatible con las orientaciones generales de política económica por país incluidas en las Directrices integradas y con las orientaciones para la zona del euro en el ámbito de las políticas presupuestarias formuladas en el contexto de la Estrategia de Lisboa. En particular, el programa no contempla avances significativos en la reforma del sistema sanitario, como preconiza el Consejo en su recomendación.

(11)

En cuanto a los requisitos en materia de datos especificados en el Código de conducta para los programas de estabilidad y de convergencia, el programa presenta lagunas en los datos obligatorios y opcionales (4).

La conclusión general es que el programa de estabilidad prevé continuos avances hacia el objetivo a medio plazo, que se alcanzaría en 2010 a más tardar, basados en la limitación del gasto en un contexto de crecimiento económico sostenido. Se prevé que la deuda bruta de las administraciones públicas disminuya a un ritmo satisfactorio y se sitúe por debajo del valor de referencia del 60 % del PIB en 2009. Sin embargo, sobre el logro de los objetivos presupuestarios se ciernen riesgos derivados del hecho de contarse en 2008 con partidas de ingresos tributarios inestables, del nivel previsto de reducción del gasto, de las optimistas perspectivas macroeconómicas a partir de 2008 y de la falta de información acerca de las medidas subyacentes, particularmente en lo que se refiere a la continuación de la limitación de los salarios públicos. Estos factores podrían dificultar el logro del objetivo a medio plazo en el plazo previsto (2010). Por otra parte, la competitividad de Malta dentro de la zona del euro podría resultar afectada en caso de abandono de la moderación salarial del sector público, que podría extenderse al sector privado. En cuanto a la sostenibilidad a largo plazo de la hacienda pública, Malta presenta un nivel medio de riesgo.

A la luz de la evaluación anterior, se insta a Malta a:

i)

proseguir el saneamiento fiscal según lo previsto en el programa a fin de alcanzar el objetivo a medio plazo en 2010 a más tardar y garantizar que el ratio deuda/PIB se reduzca en consecuencia, especificando las medidas en que se basará dicho saneamiento, especialmente por el lado del gasto,

ii)

aumentar la eficiencia y la flexibilidad del gasto público, particularmente acelerando la preparación y la realización de una amplia reforma del sistema sanitario.

Comparación de las principales previsiones macroeconómicas y presupuestarias

 

2006

2007

2008

2009

2010

PIB real

(% variación)

PE nov. 2007

3,2

3,5

3,1

3,2

3,4

COM nov. 2007

3,2

3,1

2,8

2,9

PC dic. 2006

2,9

3,0

3,1

3,1

Inflación IPCA

(%)

PE nov. 2007

2,6

0,9

2,5

2,3

2,1

COM nov. 2007

2,6

0,8

2,5

2,2

PC dic. 2006

3,1

2,2

2,1

2,0

Brecha de producción (5)

(% del PIB potencial)

PE nov. 2007

– 1,9

– 0,8

– 0,1

0,5

1,9

COM nov. 2007 (6)

– 1,5

– 0,6

– 0,1

0,5

PC dic. 2006

– 2,1

– 1,3

– 0,3

0,9

Saldo neto de las operaciones financieras con el resto del mundo

(% del PIB)

PE nov. 2007

– 3,7

– 0,5

0,2

3,2

5,5

COM nov. 2007

– 3,7

– 0,9

– 0,6

0,0

PC dic. 2006

Saldo presupuestario de las administraciones públicas

(% del PIB)

PE nov. 2007

– 2,5

– 1,6

– 1,2

– 0,1

0,9

COM nov. 2007

– 2,5

– 1,8

– 1,6

– 1,0

PC dic. 2006

– 2,6

– 2,3

– 0,9

0,1

Saldo primario

(% del PIB)

PE nov. 2007

1,0

1,7

2,0

2,9

3,8

COM nov. 2007

1,0

1,5

1,6

2,1

PC dic. 2006

1,1

1,1

2,5

3,2

Saldo presupuestario ajustado en función del ciclo (5)

(% del PIB)

PE nov. 2007

– 1,8

– 1,3

– 1,2

– 0,3

0,3

COM nov. 2007

– 2,0

– 1,6

– 1,5

– 1,2

PC dic. 2006

– 1,8

– 1,8

– 0,8

– 0,2

Saldo estructural (7)

(% del PIB)

PE nov. 2007

– 2,5

– 2,1

– 1,4

– 0,5

0,1

COM nov. 2007

– 2,7

– 2,3

– 1,7

– 1,2

PC dic. 2006

– 2,9

– 2,0

– 1,0

– 0,4

Deuda pública bruta

(% del PIB)

PE nov. 2007

64,7

62,9

60,0

57,2

53,3

COM nov. 2007

64,7

63,1

61,3

59,2

PC dic. 2006

68,3

66,7

63,2

59,4

Programa de estabilidad (PE); programas de convergencia (PC); previsiones económicas de los servicios de la Comisión (COM) del otoño de 2007; cálculos de los servicios de la Comisión.


(1)  DO L 209 de 2.8.1997, p. 1. Reglamento modificado por el Reglamento (CE) no 1055/2005 (DO L 174 de 7.7.2005, p. 1). Los documentos a que se hace referencia en este texto pueden consultarse en la siguiente dirección electrónica:

http://ec.europa.eu/economy_finance/about/activities/sgp/main_en.htm

(2)  La evaluación tiene en cuenta especialmente las previsiones de otoño de los servicios de la Comisión y la evaluación por la Comisión del informe de octubre de 2007 sobre la aplicación del programa nacional de reforma.

(3)  DO C 72 de 29.3.2007, p. 9.

(4)  Entre los datos que faltan cabe citar los relativos a las contribuciones de la productividad del trabajo, de la productividad del capital y de la productividad global de los factores al crecimiento del PIB potencial, el desglose de los ajustes de flujos-fondos para las administraciones públicas y algunos elementos de las previsiones relativas a la sostenibilidad a largo plazo de la hacienda pública.

(5)  Brechas de producción y saldos ajustados en función del ciclo recalculados por los servicios de la Comisión partiendo de los datos del programa.

(6)  Sobre la base de un potencial de crecimiento estimado del 2,3 %, el 2,2 %, el 2,3 % y el 2,3 %, respectivamente, en 2006, 2007 y 2008 y 2009.

(7)  Saldo presupuestario ajustado en función del ciclo excluidas las medidas puntuales y otras medidas de carácter temporal. Las medidas puntuales y otras medidas de carácter temporal representan el 0,7 % del PIB en 2006, el 0,8 % en 2007, el 0,2 % en 2008, el 0,2 % en 2009 y el 0,1 % en 2010 (reducción del déficit en todos los casos) según el programa de estabilidad de 2007, y el 0,7 % del PIB en 2006, el 0,8 % en 2007, el 0,2 % en 2008 (reducción del déficit en todos los casos) y el 0 % en 2009 según las previsiones de otoño de los servicios de la Comisión.

Fuente:

Programa de estabilidad (PE); programas de convergencia (PC); previsiones económicas de los servicios de la Comisión (COM) del otoño de 2007; cálculos de los servicios de la Comisión.