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Respuesta de la UE ante las situaciones de fragilidad

La presente Comunicación propone una estrategia acordada y coordinada de respuesta de la Unión Europea (UE) ante las situaciones de fragilidad en terceros países. La estrategia se funda en una mejor utilización de los distintos instrumentos de que dispone la UE en el ámbito político, diplomático, humanitario, de desarrollo y de seguridad.

ACTO

Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, de 25 de octubre de 2007, «Hacia una respuesta de la UE ante las situaciones de fragilidad - Intervención en entornos difíciles para lograr el desarrollo sostenible, la estabilidad y la paz» [COM (2007) 643 final - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

Las situaciones de fragilidad constituyen un obstáculo importante al desarrollo sostenible, la estabilidad regional y la seguridad internacional. Se deben a diversos factores, como pueden ser la fragilidad estructural de la economía, determinadas carencias de la gobernanza democrática, la degradación del medio ambiente o el acceso a los recursos naturales. En estas situaciones, el Estado carece de voluntad o de capacidad para asumir sus obligaciones por lo que se refiere a la prestación de servicios básicos, la gestión de los recursos, el Estado de Derecho, la protección y la seguridad de la población y la promoción y la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos.

Su posición de mayor donante de asistencia humanitaria y de ayuda al desarrollo y el destacado papel internacional que desempeña en el ámbito político y de seguridad, confieren a la UE responsabilidades especiales en la respuesta a las situaciones de fragilidad.

En el ámbito de la prevención de la fragilidad, existen instrumentos de alerta temprana, de análisis, de seguimiento y de evaluación. La cooperación al desarrollo y los instrumentos políticos desempeñan un papel importante en la instauración de medidas preventivas. Por una parte, la cooperación al desarrollo aborda las causas profundas de la inseguridad. A este respecto, los Documentos de Estrategia Nacional (DEN) encierran un potencial que debe reforzarse. Por otra parte, el diálogo político, elemento esencial de todo acuerdo de cooperación entre la UE y terceros países, puede ayudar a elaborar estrategias nacionales que den lugar a la eliminación duradera de la fragilidad.

La respuesta ante la fragilidad se ofrece en primer lugar mediante la cooperación al desarrollo a largo plazo, en particular, a través de los DEN. Cuando, debido al deterioro de la situación, este tipo de cooperación ya no es posible, la UE recurre a instrumentos políticos y diplomáticos. Si la situación de fragilidad degenera en crisis con repercusiones humanitarias, se aporta ayuda humanitaria.

La respuesta ante la fragilidad ha de adaptarse a la situación del país en cuestión. La estrategia de respuesta inicial debe atender a las necesidades inmediatas de la población, sobre todo las de los grupos más vulnerables, si bien las respuestas estratégicas deben tener un enfoque a largo plazo. Además, es importante evitar crear «huérfanos de ayuda», persiguiendo la complementariedad de las intervenciones gracias al código de conducta de la UE y, en el marco de la ayuda humanitaria, a la metodología de identificación de las crisis olvidadas. Es asimismo necesario un mayor grado de coordinación en la UE.

La gestión de la situación post-crisis se lleva a cabo en el marco estratégico de la « vinculación entre la ayuda de emergencia, la rehabilitación y el desarrollo (VARD) », que tiene por objeto crear sinergias entre la retirada de la ayuda humanitaria y la transición a las actividades de desarrollo. La Comisión destaca la necesidad de mejorar este marco, en concreto, incrementando la integración de la gobernanza, el desarrollo institucional y la seguridad.

En su respuesta ante la fragilidad, la UE debe mejorar la utilización de su amplia gama de instrumentos, es decir, los instrumentos comunitarios, los mecanismos de la política exterior y de seguridad común (PESC) y de la política europea de seguridad y defensa (PESD), así como la ayuda bilateral de los Estados miembros. En particular, debe propiciar una mayor sinergia entre los instrumentos financieros existentes, que son los siguientes:

  • el Fondo Europeo de Desarrollo (FED), que financia mecanismos flexibles para las acciones posteriores a la situación de emergencia y la transición a la fase de desarrollo;
  • el Instrumento de Cooperación al Desarrollo (ICD) y el Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación (IEVA), que contemplan un procedimiento de urgencia especial para permitir la transición hacia el desarrollo, así como medidas específicas que se aplican cuando no puede recurrirse al Instrumento de Estabilidad ni a la ayuda humanitaria;
  • el Instrumento de Estabilidad, que permite prestar ayuda en situaciones de crisis, en crisis incipientes, en los inicios de estabilización política post-crisis y en la recuperación rápida tras las catástrofes naturales;
  • la ayuda humanitaria, que se aporta cuando las crisis tienen repercusiones humanitarias, con independencia del grado de fragilidad y de las causas de la crisis;
  • el Programa temático « Agentes no estatales y autoridades locales en el desarrollo » y el Instrumento financiero para la promoción de la democracia y los derechos humanos, que contemplan procedimientos aplicables a las situaciones desfavorables al desarrollo participativo o al respeto de los derechos humanos. Este último instrumento permite concretamente financiar actividades sin la aprobación de los Gobiernos de los países socios, lo cual resulta fundamental en determinadas situaciones de fragilidad;
  • el apoyo presupuestario, que la Comisión ha practicado con frecuencia en situaciones post-conflicto para atajar necesidades financieras urgentes, consolidar las funciones esenciales del Estado y mantener la estabilidad social.

Por último, la Comisión propone una serie de intervenciones como:

  • la aprobación y aplicación de los Principios para la intervención internacional en Estados frágiles y en situaciones de fragilidad, del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE);
  • la inclusión más sistemática de las cuestiones relativas a la fragilidad en el diálogo político con los países socios que den muestras de fragilidad;
  • el intercambio periódico de análisis de riesgos y de las respuestas correspondientes de la UE sobre el terreno y en la sede central;
  • el establecimiento de un mapa de las modalidades de ayuda bilateral y comunitaria, prestando una atención especial a la complementariedad entre las acciones comunes de la PESC/PESD, el Instrumento de Estabilidad, el Fondo de Apoyo a la Paz para África y los instrumentos de cooperación a largo plazo;
  • el estudio de los instrumentos de análisis y evaluación sobre el seguimiento de la gobernanza, los conflictos y las catástrofes;
  • la mejora del mecanismo de apoyo presupuestario, que incluya una mayor coordinación con las instituciones financieras internacionales;
  • el refuerzo de la asociación con las Naciones Unidas y las demás organizaciones multilaterales.

ACTOS CONEXOS

Conclusiones del Consejo relativas a la respuesta de la UE ante las situaciones de fragilidad. Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores - 19 de noviembre de 2007 (pdf) [No publicadas en el Diario Oficial].

El Consejo aprueba, entre otras cosas, en nombre de la UE, los «Principios para la intervención internacional en Estados frágiles y en situaciones de fragilidad» y solicita a la Comisión que presente de aquí a 2009 un plan de aplicación basado en sus conclusiones.

Última modificación: 31.01.2008

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