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Cinco años de billetes y monedas de euros

El 1 de enero de 2002, el euro irrumpió en la existencia cotidiana de los ciudadanos de doce Estados miembros de la Unión Europea. Cinco años después de la introducción de las monedas y billetes de euros, la Comisión Europea hace balance de la situación.

ACTO

Comunicación de la Comisión, de 28 de diciembre de 2006, al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo, al Comité de las Regiones y al Banco Central Europeo «Cinco años de circulación de los billetes y las monedas en euros» [COM (2006) 862 final - no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

La Comisión Europea hace un balance de la introducción de los billetes y monedas de euros en la vida cotidiana de sus ciudadanos, el 1 de enero de 2002.

La información de los ciudadanos sobre el euro sigue siendo crucial

Los sondeos realizados entre la población ponen de manifiesto una falta de información general sobre las ventajas del euro, así como la prevalencia de conocimientos fragmentarios e incluso de ideas erróneas muy extendidas. La Comisión Europea considera por lo tanto necesario redoblar sus esfuerzos para informar a los ciudadanos acerca del euro, dado que persiste:

  • Cierta ignorancia acerca de determinados aspectos positivos del euro: sólo una cuarta parte (un 23 %) de los ciudadanos de la zona euro son conscientes de que no se les cobran comisiones suplementarias cuando efectúan retiradas en euros con una tarjeta bancaria en otro país de la zona euro, ni en caso de pago con una tarjeta bancaria (27 %) o de transferencia bancaria (16 %) dentro de la zona euro.
  • Ideas erróneas muy arraigadas: una gran mayoría de los ciudadanos encuestados en la zona euro opinan que el euro ha contribuido a la subida de los precios. Un 45 % de los encuestados en los diez Estados miembros que pasaron a formar parte de la Unión Europea en mayo de 2004 consideran que el euro hará aumentar la inflación. Ahora bien, esta idea se ve refutada por los resultados registrados por el BCE, los cuales muestran que la inflación anual en la zona euro se ha mantenido por debajo del 2,4 % desde la introducción del euro en 1999.
  • Doble indicación de los precios: para las compras cotidianas, una clara mayoría de los ciudadanos (57 %) calcula en euros, mientras que una persona de cada cinco sigue contando en su antigua moneda nacional. En cambio, para las compras de gran valor, como un automóvil o una vivienda, una gran parte de los ciudadanos (40 %) cuentan en su antigua moneda nacional. La Comisión reitera su Recomendación de 2002 según la cual debería erradicarse lo antes posible la doble indicación de los precios que aún se practica en la zona euro, salvo en Eslovenia. Incluso si la doble indicación de los precios ayuda a los consumidores en las primeras fases de la transición al euro, dicha práctica acaba por resultar contraproducente si se prolonga en exceso.

Continua mejora de las monedas y los billetes de euros

Los billetes y las monedas de euros son objeto de constantes mejoras en términos de calidad, fiabilidad y facilidad de utilización. El Banco Central Europeo empezó a preparar la siguiente serie de billetes de banco poco después de la puesta en circulación del euro fiduciario, a fin de garantizar la utilización de los dispositivos de seguridad más modernos.

El número de monedas y billetes falsos detectados es muy pequeño en relación con las cantidades que se ponen en circulación. La Comisión Europea desea subrayar que el número de billetes de dólares americanos falsificados es mucho más elevado.

Garantizar la coherencia de los aspectos visuales del euro

Las monedas de euros disponen de una cara común a todos los Estados de la zona euro, y de una cara nacional que varía de un Estado a otro.

Cara nacional. El Consejo de la Unión Europea decidió en 2003 («moratoria») que la cara nacional de las monedas de euros destinadas a su circulación no se modificaría antes del final de 2008. Se autorizan excepciones cuando cambia algún Jefe de Estado representado en una moneda o cuando se desea acuñar monedas conmemorativas de dos euros para celebrar acontecimientos específicos, excepciones que se hallan sujetas a determinadas limitaciones en cuanto a la cantidad y frecuencia de las emisiones. Las monedas conmemorativas se destinan a la circulación, y se distinguen por su diferente cara nacional. Por ejemplo, todos los Estados miembros de la zona euro se han puesto de acuerdo para emitir una moneda conmemorativa de dos euros que celebra el 50 aniversario del Tratado de Roma el 25 de marzo de 2007.

Antes del vencimiento de la moratoria al final de 2008, el Consejo tendrá que adoptar una nueva decisión sobre las caras nacionales de las monedas de euros destinadas a su circulación. En 2007, la Comisión Europea llevará a cabo un sondeo entre los ciudadanos de la zona euro a fin de recabar sus opiniones y preferencias a este respecto.

Por último, los Estados miembros están autorizados a acuñar monedas de euros de colección, como las fabricadas con metales preciosos. Esas monedas sólo tienen curso legal en sus países de emisión y no se destinan a su circulación.

Cara común. Las monedas de euros ostentan en su cara común un mapa de Europa con los países de la antigua Unión Europea de 15 Estados miembros. El 1 de mayo de 2004, la UE se amplió con la adhesión de diez nuevos Estados miembros. Por consiguiente, el Consejo decidió el 7 de junio de 2005 (pdf) (FR) que las caras comunes de las monedas de 10, 20 y 50 céntimos y de las de 1 y 2 euros se modificasen para que, en lo sucesivo, estuviesen representados todos los Estados de la UE. Las monedas más pequeñas, a saber, las de 1, 2 y 5 céntimos no se ven afectadas por este cambio ya que representan Europa en el mundo.

Eslovenia ha sido el primer país en introducir, el 1 de enero de 2007, las monedas con la nueva cara común. Los doce países de la zona euro que introdujeron el euro fiduciario en enero de 2002 están preparando la fabricación de las nuevas monedas. Está previsto que la mayor parte de ellos impongan las nuevas caras comunes a lo largo de 2007, y que los demás sigan su ejemplo a más tardar en 2008.

Producción y almacenamiento de los billetes y monedas

Los billetes de euros se imprimen de forma descentralizada pero agrupando la producción, lo que significa que el Banco Central Europeo (BCE) encomienda anualmente la fabricación de los billetes a los bancos centrales nacionales de la zona euro. De tal forma, cada denominación es fabricada por un número limitado de imprentas y cada banco se encarga de suministrar únicamente una o dos denominaciones. Las economías de escala así generadas conllevan un incremento de la eficacia.

Además, las reservas logísticas y una reserva estratégica común de billetes de euros -la reserva estratégica del Eurosistema - garantizan la continuidad del suministro de billetes. Esas reservas se utilizan, por ejemplo, para proveer la cantidad inicial de billetes de euros necesarios para la fase transitoria en los Estados miembros que se adhieren a la zona euro, como sucedió en Eslovenia el 1 de enero de 2007.

El BCE proyecta fijar, con la fecha límite de 2012, un procedimiento único de licitación del Eurosistema para el suministro de billetes.

La acuñación de las monedas de euros es competencia de los Estados miembros. Las decisiones correspondientes se adoptan por lo tanto de manera descentralizada, lo que merma la eficacia derivada de la agrupación, especialmente en lo que respecta a la coordinación de la fabricación y el almacenamiento de las monedas. Es posible, por ejemplo, que un país decida acuñar monedas suplementarias mientras que otro país dispone de excedentes de monedas de la misma denominación.

La Comisión sugiere que se estudien posibles mejoras de este sistema, especialmente en lo que se refiere a las monedas más pequeñas, es decir, las de 1, 2 y 5 céntimos de euro, que representan aproximadamente un 80 % de las nuevas monedas que se fabrican. Esas monedas generan escasos beneficios monetarios mientras que sus costes de producción y afines (transporte, embalaje, etc.) resultan elevados en relación con su valor nominal. Habida cuenta de que la diversidad de caras nacionales impide en cierta medida el intercambio o la transferencia de las existencias de monedas entre países, es posible que algunos Estados estén dispuestos a contemplar la posibilidad de utilizar pequeñas monedas con una cara nacional estándar.

La Comisión Europea sugiere por último que se examine la posibilidad de abrir una línea específica en el presupuesto de la UE para los proyectos y las actividades de interés común relacionados con la acuñación del euro.

Utilización del euro en forma escritural (1999), introducción de las monedas y los billetes (2002)

El euro se convirtió en la moneda única de once Estados miembros el 1 de enero de 1999, y la de Grecia el 1 de enero de 2001. Entre 1999 y 2001, el euro sólo podía utilizarse de forma escritural, por ejemplo para los cheques o las transferencias bancarias. Al principio se recurrió poco a esa posibilidad, y el uso del euro como moneda en la vida cotidiana pasó relativamente desapercibido, ya que los consumidores de los doce países interesados seguían empleando los billetes y las monedas nacionales para efectuar sus pagos. Las monedas y los billetes de euros entraron en circulación en los doce Estados miembros el 1 de enero de 2002. Desde el 1 de enero de 2007, Eslovenia también forma parte de la zona euro.

La producción y emisión de billetes de euros son responsabilidad exclusiva del Banco Central Europeo; la fabricación y acuñación de monedas de euros recaen en los Estados miembros. Tanto los billetes como las monedas de euros son puestos en circulación por los bancos centrales nacionales de la zona euro.

See also

Para más información, consúltense los siguientes sitios de Internet de la Comisión Europea:

  • Dirección General (DG) de Asuntos Económicos y Financieros: el euro (EN).
  • Informes de Eurobarómetro: «La opinión pública y la moneda única». (EN)

Última modificación: 17.01.2007

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