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Libro Verde sobre la promoción de los espacios sin humo de tabaco en la Unión Europea
Con este Libro Verde, la Comisión decide lanzar un amplio proceso de consultas y un debate público abierto sobre la mejor manera de promocionar los espacios sin humo de tabaco en la UE. La Comisión considera que la política más beneficiosa para la salud pública es la que tenga un mayor alcance. El objetivo fundamental es encontrar la opción estratégica más adecuada para favorecer el desarrollo de los espacios sin humo de tabaco. El tabaquismo pasivo sigue siendo una fuente importante de morbilidad y de mortalidad que entraña costes significativos para el conjunto de la sociedad.
ACTO
Libro Verde, de 30 de enero de 2007, titulado «Hacia una Europa sin humo de tabaco: opciones políticas a escala de la UE» [COM (2007) 27 final - No publicado en el Diario Oficial].
SÍNTESIS
La UE ya ha abordado la cuestión de los espacios sin humo de tabaco. Mediante su Resolución de 1989, el Consejo instó a los Estados miembros a adoptar medidas para prohibir el tabaquismo en los lugares públicos de determinados establecimientos y en los medios de transporte. En su Recomendación de 2002, también pidió a los Estados miembros que adoptaran disposiciones legislativas para garantizar una protección contra el tabaquismo pasivo en los lugares de trabajo, en los lugares públicos cerrados y en los transportes públicos.
El presente Libro Verde recaba el parecer de las partes interesadas y, en especial, sobre los enfoques y las opciones políticas identificadas por la Comisión para promover los espacios sin humo de tabaco en la UE. El objetivo es analizar los resultados de la consulta para aportar a la lucha contra el humo de tabaco en el ambiente (HTA) una dimensión comunitaria que no sólo complete y sostenga las medidas nacionales existentes, sino que también contribuya a la difusión de buenas prácticas. La Comisión analizará las respuestas recibidas para adoptar una decisión sobre las medidas futuras que pudieran aplicarse. Para 2007 se prevé la presentación de un informe que resuma los resultados de la consulta.
ESPACIOS SIN HUMO DE TABACO
Casi el 70 % de los ciudadanos de la UE no fuma y determinados estudios muestran que la mayoría de los fumadores desea dejarlo. La iniciativa en favor del desarrollo de espacios sin humo de tabaco supondría la protección de los ciudadanos contra los efectos nocivos de la exposición al humo de tabaco. También permitiría reducir el consumo de tabaco en el conjunto de la población. Esto supondría, en particular, dos consecuencias fundamentales en el plano de la salud: una reducción de las enfermedades y un aumento de la esperanza de vida.
Desde el punto de vista económico, dado que el tabaquismo pasivo entraña también costes importantes en materia de gastos sanitarios y de absentismo laboral debido a las enfermedades relacionadas con el tabaco, esta acción podría generar beneficios netos en cada Estado miembro. No obstante, la reducción del consumo de tabaco acarrearía pérdidas de puestos de trabajo en la industria tabaquera y una disminución de los ingresos de los Estados miembros procedentes de los impuestos del tabaco. Ahora bien, las prohibiciones de fumar podrían aumentar la renta disponible de los hogares de los fumadores, y los nuevos gastos de estos hogares aportarían ingresos adicionales en forma de IVA.
REGLAMENTACIONES ACTUALES
En la actualidad, existe una serie de disposiciones nacionales, comunitarias e internacionales que incitan a los países a desarrollar espacios sin humo de tabaco.
Disposiciones internacionales
El Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control del tabaco, firmado en junio de 2003 y ratificado por la Comunidad, estipula que el HTA enferma, discapacita y mata. El Convenio obliga a la Comunidad y a sus Estados miembros a adoptar medidas contra la exposición al humo de tabaco en lugares de trabajo interiores, transportes públicos y lugares públicos cerrados.
Disposiciones comunitarias
A escala europea, existen disposiciones no coercitivas, como la Resolución sobre el tabaquismo en lugares públicos y la Recomendación relativa a la prevención del tabaquismo e iniciativas para reforzar la lucha contra tabaco. Existen directivas que los Estados miembros deben transponer al Derecho nacional. Las medidas para proteger a los trabajadores contra el HTA son:
Además, la Directiva sobre sustancias peligrosas considera agentes cancerígenos algunos componentes del HTA.
Disposiciones nacionales
Todos los Estados miembros han elaborado reglamentaciones para reducir la exposición al HTA. Algunos (Irlanda y Escocia) imponen prohibiciones generales de fumar en todos los lugares públicos cerrados y en todos los lugares de trabajo, incluidos los bares y restaurantes. Otros (Italia, Malta y Suecia) aplican prohibiciones generales acompañadas de exenciones, que autorizan a los empleadores a crear zonas de fumadores aisladas con sistemas de ventilación diferenciados. Finalmente, algunos Estados (Bélgica, Chipre, Estonia, Finlandia, Países Bajos, Eslovenia y España) han optado por la prohibición de fumar en todos los lugares públicos cerrados y en todos los lugares de trabajo, excepto en los establecimientos de hostelería (hoteles, restaurantes y cafés), donde se aplican restricciones parciales.
Las medidas pueden presentarse en forma de resoluciones, acuerdos voluntarios o leyes que contemplen sanciones en caso de infracción.
POSIBLES ENFOQUES
El Libro Verde propone dos enfoques diferentes: un enfoque de largo alcance y uno menos estricto.
Enfoque de largo alcance
El enfoque más general sería proponer una prohibición total de fumar en todos los lugares de trabajo y lugares públicos cerrados o casi cerrados , incluidos los trasportes públicos La Comisión estima, de hecho, que sería el enfoque más eficaz, habida cuenta de la gran diversidad de lugares en los que los ciudadanos están expuestos al HTA.
Esta política presentaría las siguientes ventajas:
No obstante, algunos Estados miembros podrían ser reacios a una prohibición general. La industria tabaquera y el sector hostelero también se muestran contrarios a esta medida.
Enfoque menos general
Esta política supondría prohibir fumar en todos los lugares de trabajo y lugares públicos cerrados o casi cerrados, concediendo al mismo tiempo exenciones a determinadas categorías de lugares como bares, restaurantes y cafés autorizados a vender bebidas alcohólicas, y bares y cafés que no den de comer. Los lugares beneficiarios de estas exenciones podrían verse obligados a crear salas de fumadores cerradas y a respetar las normas en materia de ventilación.
La prohibición acompañada de exenciones sería aceptada más fácilmente en algunos Estados miembros, y no impediría a los demás aplicar legislaciones más estrictas.
No obstante, este enfoque presentaría más inconvenientes:
Con independencia del enfoque elegido, debería ir acompañado de políticas de apoyo a escala europea o nacional para maximizar su eficacia. Por ejemplo, la UE o los Estados miembros podrían lanzar campañas de sensibilización basadas en los peligros del tabaquismo.
OPCIONES ESTRATÉGICAS
El Libro Verde identifica cinco opciones políticas para alcanzar los objetivos antitabaco. Estas opciones podrían completarse, si bien deberían ir acompañadas de medios coercitivos válidos para que sean realmente eficaces.
Ninguna acción
La UE seguiría efectuando sus trabajos actuales en lo relativo al tabaquismo pasivo, como la campaña antitabaco HELP (EN), sin ninguna nueva iniciativa.
Las reglamentaciones se elaborarían principalmente en los Estados miembros, que asumirían la decisión de introducir o no medidas de prohibición.
Seguirían desarrollándose espacios sin humo de tabaco, si bien esta opción sería la menos eficaz para reducir la exposición al HTA.
Medidas voluntarias
Las partes podrían adoptar orientaciones voluntarias comunes a escala europea para aumentar los espacios sin humo de tabaco. Podría crearse una plataforma con todos los actores para facilitar el debate. También se podría negociar un acuerdo sobre la base del Tratado entre los interlocutores sociales europeos.
No obstante, la eficacia de los acuerdos y de las medidas voluntarias dependería en gran medida de la voluntad de las partes interesadas por respetar sus compromisos. Los datos procedentes de los Estados miembros indican que los acuerdos voluntarios no son eficaces en el ámbito de la lucha antitabaco.
Método abierto de coordinación
Se animaría a los Estados miembros a armonizar sus reglamentaciones relativas al desarrollo de espacios sin humo de tabaco. Esta opción permitiría a los países de la UE intercambiar sus experiencias y buenas prácticas en lo relativo a la instauración de medidas de prohibición eficaces.
Las experiencias exitosas también podrían servir de base para definir orientaciones comunitarias comunes. Estas orientaciones se plasmarían posteriormente en planes de acción nacionales para reducir la exposición al HTA.
Este método no sería coercitivo, por lo que debería instaurarse una vigilancia multilateral para verificar el buen cumplimiento de los objetivos fijados. Los Estados miembros podrían redactar informes anuales con los resultados de su evaluación.
Recomendación de la Comisión o del Consejo
La Comisión o el Consejo indicarían que habría que instaurar legislaciones nacionales para eliminar la exposición al HTA en la UE.
Esta recomendación permitiría situar a la lucha contra el tabaquismo pasivo dentro de las prioridades de cada Estado miembro.
Dado que la recomendación no sería coercitiva, debería aplicarse un sistema de seguimiento para crear una presión social en favor de la instauración de una política más estricta. La eficacia de esta opción dependería ante todo de la voluntad de los Estados miembros de actuar.
Legislación vinculante
La UE podría adoptar medidas legislativas coercitivas, lo que obligaría a cada Estado miembro a adoptar reglamentaciones idénticas para proteger a los ciudadanos contra la exposición al HTA. Podrían contemplarse las siguientes soluciones:
El inconveniente de esta opción es que la elaboración de una legislación coercitiva podría ser larga y no sería fácil prever su resultado final.
Contexto
En 2002, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS clasificó el HTA en la categoría de sustancias cancerígenas para el hombre. La exposición al HTA, que contiene más de cincuenta sustancias cancerígenas, es la causa de numerosas enfermedades como cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares y enfermedades respiratorias.
Según algunas estimaciones, el tabaquismo pasivo mata anualmente a más de 79 000 adultos en los países de la UE. El lugar de trabajo y el domicilio son los principales lugares de exposición crónica al HTA. El humo pasivo es especialmente peligroso para los niños y los bebés, y también para las mujeres embarazadas.
Última modificación: 16.04.2007