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Plan de acción sobre eficacia energética (2000-2006)

La Comisión presenta un plan de acción cuyo objetivo es reducir el consumo de energía mejorando la eficacia energética con el fin de proteger el medio ambiente, reforzar la seguridad del abastecimiento de energía y crear una política energética más sostenible.

ACTO

Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, de 26 de abril de 2000, «Plan de acción para mejorar la eficacia energética en la Comunidad Europea» [COM (2000) 247- no publicada en el Diario Oficial].

SÍNTESIS

Contexto

La eficacia energética tiene por objeto disminuir el consumo de energía sin por ello reducir el uso del material y los equipos que funcionan gracias a ella. Se trata de utilizar mejor la energía. El objetivo de la eficacia energética es fomentar comportamientos, métodos de trabajo y técnicas de producción que consuman menos energía.

Las acciones de promoción de la eficacia energética se inscriben en los objetivos más amplios de la Comunidad Europea en relación con las políticas energética y de medio ambiente. El incremento de la eficacia energética resulta esencial para el logro de los objetivos señalados por el Protocolo de Kioto, propicia una política energética más sostenible y constituye un elemento importante de la seguridad del abastecimiento de la Comunidad Europea, tema que ha suscitado inquietud en los últimos años.

El plan de acción es consecuencia de la Comunicación de la Comisión relativa al uso racional de la energía adoptada en abril de 1998 y de la Resolución del Consejo.

Esta síntesis presenta las medidas propuestas por el plan de acción y, en su caso, hace una puesta al día sobre algunas medidas establecidas luego de su adopción.

Obstáculos a la eficacia energética

Son numerosos los obstáculos a la eficacia energética que proceden de fuentes tales como el uso ineficaz de la energía en el sector industrial. Las barreras comerciales constituyen también un obstáculo importante a la mejora de la eficacia energética, ya que pueden impedir el acceso a las tecnologías y la difusión de las formas de energía más eficaces. Se trata, en particular, de:

  • la práctica de vender la energía por kWh en lugar de por servicios,
  • los precios de la energía que no reflejan sus costes reales, ya que no incorporan los costes externos,
  • las barreras institucionales y jurídicas,
  • la información truncada o incompleta que impide a menudo utilizar las técnicas rentables y eficaces a nivel energético.

Objetivos

Según la Comunicación de 1998, mejorando la eficacia energética es posible disminuir el consumo energético de la Comunidad Europea en un 18 % con relación a la situación actual. El plan de acción propone el objetivo de una disminución del 1 % anual hasta 2010, además de la prevista actualmente. Esto quiere decir que en dicha fecha deberían alcanzarse los dos tercios del objetivo global.

Con el fin de lograr este objetivo global, la Comisión estableció unos objetivos particulares que prevén desarrollar acciones en el ámbito de la política energética y el medio ambiente, centrar la atención sobre este tema, destacar la posibilidad de rebasar los objetivos fijados y, por último, adoptar medidas que garanticen la mejora de la eficacia energética a largo plazo aprovechando los mercados y las nuevas tecnologías.

Aplicación

Están previstos distintos instrumentos para la aplicación del plan a nivel comunitario y nacional. Muchas de las medidas propuestas son de carácter no obligatorio (los acuerdos voluntarios, por ejemplo). Las políticas de la Comunidad refuerzan y completan las de los Estados miembros y la Comunidad desempeña un papel importante de coordinación, en particular, mediante el programa SAVE. Conviene señalar que se ejecutarán proyectos de conformidad con el programa SAVE en los ámbitos que se enumeran a continuación, y que constituyen un instrumento importante para la aplicación del plan. El 5º programa de investigación y desarrollo (I+D) desempeñará asimismo un papel de relieve.

Las acciones propuestas se dividen en tres categorías:

  • medidas para integrar la dimensión de la eficacia energética en otras políticas comunitarias,
  • medidas de consolidación y ampliación de acciones ya existentes,
  • nuevas acciones y medidas.

Categoría 1: Medidas para integrar la eficacia energética en otras políticas comunitarias

Se trata de seis ámbitos principales:

El transporte

Este sector reviste una importancia particular, ya que es responsable de más de 30 % del consumo final de energía. Las medidas son mayoritariamente de carácter no técnico e incluyen el fomento de la creación de infraestructuras de nuevo tipo y, por lo tanto, la promoción de la intermodalidad.

La política de empresa moderna

Es necesario fomentar el desarrollo sostenible. Esto se refiere en particular a las industrias, y puede hacerse mediante acuerdos voluntarios.

La política regional y urbana

Sería necesario integrar esta dimensión en la asignación de fondos a través de los Fondos Estructurales, el Fondo Regional, el Fondo de cohesión, etc.

La investigación y el desarrollo

El 5º programa marco de I+D, y en particular su programa de energía, contribuye a la investigación en este ámbito. De los 1.042 millones de euros asignados a la energía en 1999-2002, 440 millones corresponderán a la eficacia energética.

La fiscalidad y la política de los precios de la energía

La Comisión considera que las iniciativas en estos dos ámbitos son importantes para la mejora de la eficacia energética. Por ejemplo, se podrían prever exenciones fiscales para las inversiones dedicadas a la eficacia energética. En este sentido, la Comisión ha propuesto ya un marco comunitario de imposición de los productos energéticos.

La cooperación internacional y las actividades de preparación a la adhesión

Es deseable una aproximación de las legislaciones, de las normas sobre rendimiento, etc., así como cierto grado de liberalización internacional. En este sentido, son iniciativas importantes la Carta de la energía firmada con terceros países y la participación de los países candidatos en programas como SAVE.

Categoría 2: Medidas de consolidación y ampliación de acciones ya existentes

Es necesario consolidar y ampliar las medidas en cuatro ámbitos prioritarios:

Transportes

Las medidas propuestas incluyen, por una parte, medidas no obligatorias (acuerdos voluntarios) y, por otra, legislación. La Comisión ha establecido ya objetivos ambiciosos para este sector clave, como reducir en un tercio, para 2005-2010, las emisiones medias de CO2 de los vehículos nuevos con relación a 1995, mediante acuerdos voluntarios. También se han negociado acuerdos voluntarios con la industria del automóvil. Es necesario vigilar y evaluar estos acuerdos y establecer medidas que incentiven su aplicación íntegra.

Aparatos domésticos, equipos comerciales y otros equipos

Este sector engloba equipos tales como los grandes electrodomésticos y la iluminación. Las medidas propuestas se refieren principalmente a los sistemas de etiquetado y a las normas mínimas de eficacia energética.

Es necesario consolidar y ampliar el sistema de etiquetado comunitario existente que, aunque útil, ha sido relativamente mal aplicado en algunos casos (el sistema de etiquetado para los aparatos domésticos, por ejemplo). La Comunidad celebró, en diciembre de 2006, un nuevo acuerdo con Estados Unidos relativo a la eficiencia energética de los equipos de oficina (programa y etiqueta ENERGY STAR). Es necesario también garantizar una estrecha sinergia con el sistema comunitario de « etiqueta ecológica ».

En cuanto a los acuerdos relativos a las normas de eficacia mínima, los acuerdos voluntarios entre los Estados miembros y los fabricantes sobre dichas normas de los aparatos se han convertido en una alternativa a la legislación. La propia Comisión celebró dos acuerdos de este tipo (sobre el consumo de energía en modo de espera de televisores y grabadoras de vídeo y sobre las lavadoras). Los acuerdos van a extenderse a otros aparatos, como calentadores de agua y lavavajillas. No existe ningún sistema de etiquetado para el sector comercial e industrial. La Comisión considera, pues, que son necesarias unas normas de eficacia mínimas obligatorias si no se llega a acuerdos voluntarios aceptables. La Comisión va a proponer también una directiva marco relativa a la celebración de tales acuerdos que establecerá, si procede, las normas mínimas en algunos ámbitos.

Industria (incluidos los sectores eléctrico y del gas)

Se trata de

  • celebrar acuerdos a largo plazo en la industria,
  • aumentar la cogeneración de calor y electricidad,
  • aumentar el papel de la eficacia energética en los servicios energéticos ofrecidos por las empresas de servicios públicos y las PYME.

En el primer caso, resulta necesaria la supresión de los obstáculos técnicos. Esto puede hacerse mediante la celebración de acuerdos o protocolos sobre el rendimiento energético mínimo que establezcan directrices sobre procesos y métodos de producción eficientes desde el punto de vista energético. Ya se han celebrado tales acuerdos en algunos sectores y se trata ahora de extender este proceso a la industria química, la siderurgia, etc. La Comisión preparará una comunicación destinada a armonizar la celebración de estos acuerdos a nivel comunitario.

A la cogeneración corresponde, por su parte, el doble papel de contribuir al rendimiento energético y reducir los efectos sobre el medio ambiente. Se trata aquí de reforzar una medida concreta existente, a saber, la Directiva 88/609/CEE relativa a la limitación de las emisiones de las grandes instalaciones de combustión, lo que implica una mayor utilización de la cogeneración.

Por lo que se refiere al tercer objetivo, sería necesario celebrar acuerdos voluntarios en virtud de los cuales las compañías y empresas se comprometieran a promover la eficacia energética respetando también criterios normales de coste/eficacia. Sería deseable la utilización de las técnicas de planificación racional (la Comisión ha presentado una propuesta a este respecto).

Construcción

Los edificios representan alrededor del 40 % del consumo de energía, y el ahorro potencial de energía supera el 20 %. El plan de acción propone la modificación de una de las directivas clave en este ámbito, a saber, la Directiva 93/76/CEE sobre la certificación energética de edificios, que pretende limitar las emisiones de dióxido de carbono e incluye medidas relativas al aislamiento y exigencias relativas a la calefacción (Directiva derogada por la Directiva 2006/32/CE).

La Comisión propuso en mayo de 2001 una propuesta de Directiva complementaria sobre el rendimiento energético de los edificios. Las directivas sobre calderas (92/42/CEE) y sobre materiales de construcción (89/106/CEE) figuran también entre las acciones principales en este sector y en septiembre de 2000 se adoptó una Directiva relativa a la eficacia energética para el alumbrado. Forman parte también de las acciones consideradas la difusión de las buenas prácticas, la extensión del etiquetado y la formación y calificación de los instaladores. Por otra parte, entre las iniciativas en este sector, la Comunidad financia también un programa comunitario sobre «alumbrado ecológico» que promueve, en particular, la eficacia energética relativa al alumbrado en los edificios comerciales.

Medidas horizontales

El plan de acción elabora algunas iniciativas «horizontales», es decir que intervienen en varios o en todos los sectores afectados, para la mejora de la eficacia energética. Estas iniciativas incluyen:

  • la descentralización de la gestión energética a nivel local y regional,
  • el refuerzo de la financiación por terceros (empresas privadas, por ejemplo),
  • la mejor difusión de las acciones de formación e información mediante una nueva campaña de información comunitaria y cursos especializados,
  • el refuerzo de la vigilancia y la evaluación mediante una mejor armonización de los programas de vigilancia nacionales y la definición de indicadores.

Categoría 3: Nuevas acciones y medidas

Deberían crearse nuevas acciones con el fin de lograr los objetivos fijados. Algunas de entre ellas se han acometido ya a pequeña escala en los Estados miembros.

La promoción de la eficacia energética en los contratos públicos

Los contratos públicos (de instituciones públicas, autoridades, empresas públicas, etc.) pueden estimular la mejora de la eficacia energética y, por lo tanto, estimular la demanda de las tecnologías vinculadas a ella. Estas entidades dan, por lo tanto, un buen ejemplo si integran las medidas de eficacia energética en sus propias políticas/actividades. La Comisión ha puesto en marcha un estudio sobre los programas públicos de los Estados miembros con el fin de formular recomendaciones y acometer proyectos piloto. En este sentido, las instituciones de la Unión Europea han puesto en marcha iniciativas en relación con su propia gestión energética.

Cooperación en el ámbito de los contratos públicos de tecnología

Se trata de hacer coincidir las necesidades y exigencias de los concursos referidos a contratos públicos sobre tecnologías de alto rendimiento energético, para que sea posible aprovechar plenamente todas las tecnologías disponibles. La apertura de los contratos públicos a la competencia en algunos Estados miembros debería facilitar esta tarea.

Auditorías energéticas en la industria y en el sector terciario

Las auditorías energéticas (acompañadas a veces de medidas incentivadoras) ya emprendidas en algunos Estados miembros han facilitado información útil que es a menudo difícil de obtener y han revelado las posibilidades de ahorro energético. La Comisión tiene previsto presentar una iniciativa comunitaria relativa a las auditorías energéticas en los Estados miembros.

Mejores prácticas

Después de haber emprendido un estudio de viabilidad a este respecto, se ha puesto en marcha un programa relativo a las mejores prácticas en este ámbito de conformidad con el programa SAVE. Este programa tiene por objeto proporcionar a responsables y usuarios información y asesoramiento independiente sobre la eficacia energética y familiarizarlos con las nuevas tecnologías y las nuevas técnicas.

ACTOS CONEXOS

Comunicación de la Comisión, de 19 de octubre de 2006, «Plan de acción para la eficiencia energética: Realizar el potencial» [COM (2006) 545 - no publicada en el Diario Oficial].

La Comisión propone un nuevo plan de acción con el objetivo de conseguir un ahorro de energía del 20 % de aquí a 2020. Dicho plan, referido al período 2007-2012, dará continuidad al adoptado en 2000, cuyas iniciativas han sido ya aplicadas o están en proceso de serlo.

Directiva 2006/32/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de abril de 2006, sobre la eficiencia del uso final de la energía y los servicios energéticos y por la que se deroga la Directiva 93/76/CEE del Consejo [Diario Oficial L 114 de 27.4.2006].

Directiva 2005/32/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 6 de julio de 2005, por la que se instaura un marco para el establecimiento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos que utilizan energía y por la que se modifica la Directiva 92/42/CEE del Consejo y las Directivas 96/57/CE y 2000/55/CE del Parlamento Europeo y del Consejo [Diario Oficial L 191 de 22.7.2005].

Última modificación: 26.03.2007

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