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Document 52017AE2879

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el «Documento de reflexión sobre la profundización de la unión económica y monetaria» [COM(2017) 291 final]

OJ C 81, 2.3.2018, p. 124–130 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

2.3.2018   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 81/124


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el «Documento de reflexión sobre la profundización de la unión económica y monetaria»

[COM(2017) 291 final]

(2018/C 081/17)

Ponente:

David CROUGHAN

Consulta

Comisión Europea, 5.7.2017

Fundamento jurídico

Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea

Sección competente

unión económica y monetaria y Cohesión Económica y Social

Aprobado en sección

5.10.2017

Aprobado en el pleno

19.10.2017

Pleno n.o

529

Resultado de la votación

(a favor/en contra/abstenciones)

138/3/8

Preámbulo

El presente Dictamen forma parte de un paquete más amplio de cuatro Dictámenes del CESE sobre el futuro de la economía europea (profundización de la unión económica y monetaria y la política económica de la zona del euro, Unión de Mercados de Capitales y el futuro de las finanzas de la UE)  (1) . El paquete llega en el contexto del proceso del Libro Blanco sobre el futuro de Europa puesto en marcha por la Comisión Europea y tiene en cuenta el discurso sobre el Estado de la Unión de 2017 pronunciado por el presidente Juncker. En consonancia con la Resolución del CESE sobre el futuro de Europa  (2) y anteriores dictámenes sobre la realización de la UEM  (3) , este paquete de dictámenes destaca la necesidad de un propósito común en la gobernanza de la Unión que vaya más allá de medidas y planteamientos técnicos y sea ante todo un asunto de voluntad política y perspectiva común.

1.   Conclusiones y recomendaciones

1.1.

La moneda común y sus instituciones sirvieron de elemento estabilizador en la crisis financiera mundial y, antes de eso, habían aportado beneficios a las empresas y los ciudadanos en forma de tasas de inflación y tipos de interés bajos y facilidad de comercio y viajes transfronterizos.

1.2.

Sin embargo, el documento de reflexión muestra claramente que la UEM está incompleta y el pilar «económico» se ha quedado rezagado respecto del pilar «monetario» en la integración a escala europea, lo que obstaculiza su capacidad para apoyar la política monetaria y las políticas económicas nacionales. No pueden aplazarse indefinidamente las decisiones para corregir las deficiencias institucionales y de gobernanza, que provocan en parte la continua fragilidad de la zona del euro. Es necesario reforzar la voluntad política para consolidar la parte «Unión» de la UEM.

1.3.

La deriva hacia el proteccionismo, la posible desaparición de unos tipos de interés excepcionalmente bajos y la relajación cuantitativa hacen que el mundo sea mucho más incierto, dejando un tiempo limitado para avanzar. El CESE reitera a los dirigentes políticos que es más importante si cabe que los europeos se comprometan con un propósito común aumentando su influencia y poder a través de una mayor integración. El Comité insta a la Comisión y al Consejo Europeo a que adopten decisiones audaces antes del término de este mandato para impulsar los elementos necesarios de la gobernanza europea.

1.4.

Entre los elementos más importantes en términos de estabilidad cabe mencionar la convergencia al alza de las economías heterogéneas. Esta obligará a los políticos e interlocutores sociales nacionales a incluir una dimensión europea en sus deliberaciones nacionales sobre las políticas económicas y presupuestarias. El CESE apoya una mayor «parlamentarización» de la zona del euro, con un gran comité del PE compuesto por todos los eurodiputados de los países de la zona del euro y los de aquellos países que deseen adherirse a ella, en combinación con una coordinación más estrecha de los parlamentarios nacionales de la zona del euro sobre cuestiones relativas a la UEM.

1.5.

En aras de la eficacia, el equilibrio y la equidad, deberían elaborarse y coordinarse políticas nacionales de crecimiento económico y bienestar teniendo en cuenta también el interés general de la zona del euro; por motivos de rendición de cuentas democrática y apropiación, el proceso del Semestre Europeo debería involucrar al Parlamento Europeo, a los Parlamentos nacionales, a los interlocutores sociales y a la sociedad civil. La dimensión social debe incluirse en las mismas condiciones que la dimensión económica.

1.6.

El CESE reconoce los fracasos de la gobernanza en el sector financiero y respalda plenamente las medidas para completar la Unión Financiera, incluidas la Unión Bancaria y la Unión de Mercados de Capitales.

1.7.

Se requieren soluciones inmediatas para abordar los préstamos no productivos, los cuales suponen un estorbo para los recursos humanos y financieros de los bancos a la hora de proporcionar financiación para las inversiones y desalientan a los inversores, quienes temen que los rendimientos de las nuevas inversiones se canalicen hacia el reembolso de préstamos no productivos.

1.8.

El Comité respalda la creación de aquí a 2018 de un marco propicio a la introducción de títulos respaldados por bonos soberanos (TRBS), como propone el documento de reflexión. A medio y largo plazo, sería necesario crear un activo seguro europeo para reducir la volatilidad de los mercados financieros y garantizar la estabilidad de las economías de los Estados miembros en caso de perturbaciones asimétricas.

1.9.

Se pide un presupuesto de recursos propios superior al 1 % del PIB en el MFP para financiar el Mecanismo Europeo de Estabilidad mejorado, el cual debería transformarse en un Fondo Monetario Europeo capaz de proveer de fondos a los Estados miembros en crisis y constituir un mecanismo de protección para el sector bancario. Un presupuesto mayor debería ser asimismo un recurso para mantener unos niveles de inversión esenciales en la zona del euro en infraestructuras productivas que beneficien al conjunto de Europa. El acceso a estos fondos debe vincularse a la consecución de los avances acordados sobre los niveles económicos y sociales.

1.10.

Es necesaria una política presupuestaria capaz de estimular la economía de la zona del euro en épocas de recesión. En su modalidad actual, las normas presupuestarias y las recomendaciones específicas por país (REP) funcionan de manera procíclica, hundiendo aún más las economías débiles. El PDM es un componente esencial del proceso del Semestre que debería figurar en primera línea a la hora de prevenir los desequilibrios macroeconómicos en toda la zona del euro. Además, debería hacerse más hincapié en el efecto adverso que ejercen en la zona del euro los Estados miembros que generan superávits crónicos en la balanza de pagos.

1.11.

El Comité aboga por estudiar el uso de instrumentos para mejorar la gobernanza económica en la UEM como, por ejemplo, la designación de un ministro de Hacienda permanente para la zona del euro, sin dejar de garantizar una plena asunción democrática de responsabilidades. Agrupar las competencias imprimiría mayor coherencia a las políticas de la UEM, que actualmente se encuentran fragmentadas debido a la gran cantidad de instituciones diversas.

2.   Antecedentes

2.1.

El 1 de marzo de 2017, la Comisión Europea presentó un Libro Blanco sobre el futuro de Europa, seguido de varios documentos de reflexión en distintos ámbitos de la formulación de políticas europeas. El presente Dictamen se centra en el tercer Documento de reflexión sobre la profundización de la unión económica y monetaria.

2.2.

La moneda común y sus instituciones sirvieron de elemento estabilizador en la crisis financiera mundial y, antes de eso, habían aportado beneficios a las empresas y los ciudadanos en forma de tasas de inflación y tipos de interés bajos y facilidad de comercio y viajes transfronterizos.

2.3.

Sin embargo, el documento muestra claramente que la UEM está incompleta y el pilar «económico» se ha quedado rezagado respecto del pilar «monetario» en la integración a escala europea, lo que obstaculiza su capacidad para apoyar plenamente la política monetaria y las políticas económicas nacionales. El documento no critica las políticas seguidas ni las decisiones adoptadas, como tampoco las decisiones bloqueadas. Es necesario reforzar la voluntad política para consolidar la parte «Unión» de la UEM.

2.4.

La Unión Europea debe abordar la cuestión sistémica realmente importante: cómo podemos crear una moneda única y gestionar una política monetaria única sin dejar de adoptar la decisión política de ceder la política económica y presupuestaria al nivel nacional.

2.5.

La crisis ha demostrado claramente cuán inverosímil resulta. El fracaso a la hora de poner en común los elementos de soberanía necesarios y de generar confianza mutua entre los Estados miembros desembocó en una falta de solidaridad. Las economías heterogéneas de la zona del euro divergieron en el marco de la coordinación débil e irremediablemente incompleta de las políticas económicas y presupuestarias, por lo que fue preciso adoptar medidas frente a la crisis a través del proceso intergubernamental. No es de extrañar que la zona del euro se fragmentara, con los Estados acreedores dictando condiciones a los Estados deudores, sin que se vislumbrara la designación de un ministro de Hacienda para la zona del euro.

3.   La defensa de la profundización de la UEM

3.1.

El CESE ha pedido la profundización de la UEM en numerosos dictámenes a lo largo de los últimos años (4). Por consiguiente, el Comité acoge favorablemente y coincide con los argumentos que esgrime la Comisión para completar la unión económica y monetaria, a la vez que señala que las realidades económicas difieren de un Estado a otro, dando lugar a percepciones muy diferentes de las dificultades a las que se enfrenta la zona del euro. Una UEM más sólida exige una mayor convergencia.

3.2.

El CESE es consciente de la diversidad de opiniones dentro de los Estados miembros con respecto al futuro de Europa, algo que refleja su historia y su heterogeneidad. Sin embargo, no pueden aplazarse indefinidamente las decisiones para corregir las deficiencias institucionales y de gobernanza, que provocan en parte la continua fragilidad de la zona del euro, los desequilibrios persistentes y la enorme disparidad de los resultados económicos y sociales de los Estados miembros (5).

3.3.

No hemos logrado la convergencia al alza de los Estados miembros, si bien algunos pensaban que una política monetaria única la traería consigo. El fracaso a la hora de abordar todos los aspectos de la competitividad en la economía real desembocó en una divergencia que dio lugar a una única política monetaria inadecuada para muchos Estados miembros, por lo que se acuñó la expresión «one size fits none» (la talla única no conviene a nadie). El CESE ya ha expresado sus reservas en el sentido de que el Informe de los Cinco Presidentes seguido por un Libro Blanco darían lugar a una pérdida de impulso y urgencia.

3.4.

Ahora es necesario avanzar en todos los frentes —económicos y sociales, financieros, presupuestarios y políticos— a fin de generar las condiciones necesarias para poner en común los elementos esenciales de la soberanía, sin temor a los riesgos morales, y garantizar que la UE trabaja por el bienestar de todos. Esto reemplazará las estructuras de la gobernanza actual que se encuentran por debajo de un nivel óptimo, a la vez que permitirá a la UE y, en particular, a la zona del euro recobrar la confianza tanto de los ciudadanos como de los inversores, y desempeñar plenamente su papel en todo el mundo.

3.5.

El Comité expresa su preocupación por que, tras la crisis, el Informe de los cuatro presidentes de 2012 y el Informe de los cinco presidentes de 2015, no se han llevado a cabo progresos tangibles suficientes para profundizar verdaderamente en la UEM. Una de las mayores preocupaciones es la falta de urgencia a la hora de introducir reformas institucionales clave para conferir legitimidad democrática a la toma de decisiones ejecutivas e imponer su aplicación y cumplimiento. Este vacío de gobernanza está agravando la deriva hacia el populismo y las soluciones nacionales y proteccionistas en algunos Estados miembros.

3.6.

El mundo global en el que operamos es cada vez más incierto, con un alejamiento por parte de los países del libre comercio hacia el proteccionismo. Los tipos de interés excepcionalmente bajos y la relajación cuantitativa que han sustentado la recuperación en gran parte del mundo desarrollado deben desparecer en un futuro próximo, con consecuencias imprevisibles y probablemente adversas. Ahora solo hay una oportunidad limitada para avanzar.

3.7.

Una unión presupuestaria y política plena puede ser un instrumento para los proyectos a largo plazo, pero a corto plazo se necesitan medidas esenciales en este sentido para reforzar la UEM y ofrecer mayor estabilidad. El CESE reitera a los dirigentes políticos que es más importante si cabe que los europeos se comprometan con un propósito común aumentando su influencia y poder a través de una mayor integración.

3.8.

El Comité insta a la Comisión y al Consejo Europeo a que adopten decisiones audaces, con una participación necesaria y plena del Parlamento Europeo antes de que finalice el presente mandato, a fin de promover los elementos necesarios de la gobernanza europea. Retrasar hasta un mandato posterior el momento de coger el toro por los cuernos y abordar las reformas esenciales supondría abandonarse a la apatía, para la cual ni los mercados ni los ciudadanos podrían tener paciencia.

4.   Unión Financiera: reducción del riesgo y reparto del riesgo

4.1.

El CESE reconoce los fracasos de la gobernanza en el sector financiero y respalda plenamente las medidas para completar la Unión Financiera, incluidas la Unión Bancaria y la Unión de Mercados de Capitales.

4.2.

Completar la Unión Bancaria es fundamental para profundizar en la UEM. Unos mercados y reglamentaciones fragmentados han sido factores que han actuado decisivamente en contra de la resolución de la crisis financiera. El CESE reconoce que se ha hecho mucho por coordinar el sector, pero pide a todos los agentes que progresen lo más rápido posible en la culminación de la Unión Bancaria.

4.3.

En particular, es importante completar el trabajo realizado en torno a la Unión Bancaria para fortalecer la integración financiera y el reparto del riesgo a través de los mercados financieros. Existe una acuciante necesidad de establecer de aquí a 2019 un mecanismo de protección común por medio del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para el Fondo Único de Resolución, a fin de garantizar una actuación adecuada, veloz y eficaz. Esto eliminaría asimismo cualquier posible sesgo político. El CESE respalda la idea de que el MEDE asuma también el papel de un Fondo Monetario Europeo y tenga acceso a un crédito presupuestario dotado de recursos propios, después de que se haya incorporado a la legislación de la UE.

4.4.

Debe crearse con la mayor brevedad posible un Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (SEGD) (6) que tenga en cuenta los sistemas nacionales ya existentes al objeto de garantizar que los ahorros de las cuentas de depósito gozan de la misma protección mejorada en toda la Unión Europea.

4.5.

Para garantizar el progreso en estos frentes, es necesario lidiar de forma integral con los préstamos no productivos (7), los cuales aumentaron en gran medida durante la crisis. Dichos préstamos actúan como un estorbo para los recursos humanos y financieros de los bancos a la hora de proporcionar financiación para nuevas inversiones, que son cruciales para el crecimiento. El BCE, la Comisión y los Gobiernos deberían combinarse para abordar esta cuestión de legado, basándose en el principio de orientación según el cual, por lo que respecta a la deuda viable, se siguen pagando sus intereses, y por lo que respecta a la no viable, esta se resuelve rápidamente. La falta de un proceso de resolución veloz disuade a los inversores potenciales de realizar nuevas inversiones por temor a que los ingresos devengados se desvíen para cubrir antiguos préstamos.

4.6.

Un mejor marco para la reestructuración y la insolvencia en la zona del euro constituye un elemento fundamental de la recuperación de la crisis, que requiere el uso de mercados secundarios con unos conocimientos especiales. El CESE aboga por aprender de los ejemplos a la hora de instituir bancos malos. La UEM necesita soluciones inteligentes y sostenibles para aquellos préstamos no productivos que siguen constituyendo un motivo de preocupación.

4.7.

El CESE insta a la Comisión a proseguir con el establecimiento de una Unión de Mercados de Capitales, que sería una importante fuente de financiación adicional para las grandes empresas y desempeñaría un importante papel en el reparto del riesgo. El Comité admite que esta no será una fuente adicional de financiación para las pymes, especialmente para las microempresas y las pequeñas empresas. La actividad bancaria, por tanto, seguirá desempeñando un papel crucial, lo que exigirá a los bancos que vuelvan a centrarse en atender las necesidades de la economía real, todo lo cual implicará un acceso justo y una financiación bancaria sostenible en todos los Estados miembros (8).

4.8.

A corto plazo (de aquí a 2018), el Comité respalda la creación de un marco propicio para la introducción de títulos respaldados por bonos soberanos (TRBS), como propone el documento de reflexión y el proyecto de programa de trabajo de la Comisión para 2018. Los TRBS pueden romper el nexo entre bancos y deuda soberana desfavoreciendo los bonos soberanos nacionales y diversificando los balances de los bancos, evitando al mismo tiempo la mutualización de la deuda. Es necesario consultar a los proveedores financieros para garantizar un tratamiento regulatorio adecuado y fomentar el reparto del riesgo con el sector privado.

4.9.

A medio y largo plazo (de aquí a 2025) sería necesario crear un activo seguro europeo, similar a los bonos del Tesoro estadounidenses, para reducir la volatilidad de los mercados financieros y garantizar la estabilidad de las economías de los Estados miembros en caso de perturbaciones asimétricas. El CESE lleva mucho tiempo propugnando el uso de bonos de la Unión y eurobonos (9). También se han debatido otras propuestas similares, como un Fondo de Amortización de la Deuda y un Fondo de Euroletras. Tras las conclusiones del grupo de expertos creado para analizar los méritos y los riesgos de las distintas opciones de emisión conjunta de deuda, la Comisión debe presentar ahora una propuesta concreta sobre qué instrumento utilizar y en qué plazos (10). Para evitar el riesgo moral, los Estados miembros deben poder beneficiarse de este instrumento previo cumplimiento de las recomendaciones específicas para el país.

5.   Lograr la reconvergencia en una Unión Económica y Fiscal más integrada

5.1.

El Comité acoge con satisfacción el reconocimiento explícito en el documento de que la convergencia al alza hacia estructuras económicas y sociales más resistentes es un elemento esencial de una UEM más fuerte. Reconociendo la naturaleza heterogénea de los Estados miembros, no puede haber políticas universales que exijan una armonización generalizada, pero sí se requiere un enfoque común respecto a determinados resultados.

5.2.

La debilidad de la política económica y presupuestaria de la UEM se debe fundamentalmente a la falta de voluntad política a nivel europeo para permitir la implicación de la UE en las políticas económicas y presupuestarias nacionales. El CESE ya ha hecho hincapié en que es necesario un diálogo macroeconómico reforzado y mejorado, especialmente con los países de la zona del euro, que podría ayudar a reflejar con mayor solidez la dimensión de la zona del euro a nivel nacional. Asimismo, se ha de contar con un sistema de toma de decisiones ejecutivas más democrático que el Consejo de Ministros, cuyos miembros rinden cuentas únicamente a sus Parlamentos nacionales y no a la zona del euro en su conjunto.

5.3.

El CESE acoge favorablemente las propuestas de la Comisión para reforzar más el Semestre Europeo. En aras de la eficacia, el equilibrio y la equidad, deberían elaborarse y coordinarse políticas nacionales de crecimiento económico y bienestar teniendo en cuenta también el interés general de la zona del euro; por motivos de rendición de cuentas democrática y apropiación, los procesos del Semestre Europeo, que es transversal a las políticas nacionales y europeas, deberían involucrar a la Comisión, al Consejo Europeo, al Parlamento Europeo, a los Parlamentos nacionales, a los interlocutores sociales y a la sociedad civil. Este proceso ha comenzado de forma muy limitada, pero exige un grado mayor de participación a nivel nacional y más acuerdo entre todas las partes implicadas. Con ello se reforzaría el euro y, si se simplificase y fuese más transparente, el Semestre fomentaría una mejor aplicación de tan necesarias reformas.

5.4.

La reducción de los desequilibrios macroeconómicos es crucial para la estabilización europea. Anteriormente, estos desequilibrios se aliviaban temporalmente recurriendo a la devaluación de las divisas. Ahora, sin este instrumento, tienen lugar devaluaciones internas extremadamente dolorosas que ocasionan graves penurias a causa de elevadas tasas de desempleo y del crecimiento negativo. Para lograr la estabilidad de la zona del euro y evitar estrictos ajustes de este tipo, debe evitarse que se produzcan desequilibrios macroeconómicos.

5.5.

El diálogo macroeconómico a nivel nacional, por tanto, debe tener en cuenta esta dimensión europea. Detectar y evitar de forma temprana los desequilibrios macroeconómicos —que reflejan diferentes niveles de competitividad, definida en sentido amplio (véase 5.6)— es un elemento clave del proceso del Semestre. La política nacional debería estar muy al tanto del impacto que las políticas propuestas tendrían sobre su competitividad en la zona del euro, y debería tener en cuenta también los avances en la zona del euro que pudieran requerir una respuesta competitiva. Las aportaciones de los funcionarios locales del Semestre Europeo de la Comisión y de los consejos nacionales de productividad independientes, ligados a una red de la zona del euro, podrían ser de ayuda al actuar como espejo de la política económica y social (11).

5.6.

Un elemento esencial de estos debates es la dimensión social, que se ha visto desatendida hasta ahora en el proceso del Semestre, lo que ha agravado el déficit social de la UE al afectar negativamente a la vida de millones de ciudadanos de la Unión. Esto también alimenta la tendencia al populismo contra la UE y el descontento general con ella. Una definición revisada de competitividad («competitividad 2.0») (12) que incluyera «la capacidad de un país […] para alcanzar los objetivos complementarios del PIB» y se midiera sobre la base de tres pilares (renta, factores sociales y sostenibilidad) podría traducirse en un proceso del Semestre más integral.

5.7.

El CESE coincide en que la aplicación de políticas nacionales, cuya competencia sigue recayendo en el nivel nacional, podría coordinarse a través del proceso del Semestre Europeo (13).

5.8.

El Comité respalda la vinculación del acceso a los fondos de la UE y a un posible instrumento de estabilización con la consecución de los avances acordados en los niveles económicos y sociales, así como las transiciones necesarias que conlleva la digitalización, todo ello encaminado al bienestar de los ciudadanos. Todo ello se supervisaría a través del Semestre Europeo (14). Las economías seriamente rezagadas que se están esforzando por cumplir sus REP deberían poder optar a la asistencia del Fondo de Cohesión para la inversión productiva, lo que les ayudaría a alcanzar al resto o les proporcionaría infraestructuras esenciales en beneficio de toda Europa.

5.9.

El CESE está de acuerdo en que el presupuesto actual de la UE, apenas un 1 % de su PIB, es demasiado reducido y no está diseñado para desempeñar una función de estabilización, y resultará aún más insuficiente tras el brexit. El Comité apoya la opinión de que la zona del euro se beneficiaría significativamente de una capacidad de estabilización firme en caso de graves perturbaciones asimétricas (15). El Comité reconoce que esta función no debería dar lugar a transferencias permanentes ni a un riesgo moral.

5.10.

El CESE apoya la propuesta de estudiar las posibilidades de desarrollar la capacidad presupuestaria de la zona del euro, cuyo objetivo sería mantener niveles de inversión esenciales en la zona del euro en infraestructuras productivas en ámbitos como el transporte, la renovación urbana, la educación, la investigación y la transformación ecológica (16). Dicha capacidad presupuestaria podría ser asimismo una fuente de financiación para el MEDE, que con el tiempo debería transformarse en un FME para financiar los fondos de gestión de crisis.

5.11.

Es necesario un plan de inversión eficaz para generar ingresos a través del crecimiento, la cohesión social y la solidaridad para la integración económica de Europa, la prosperidad y la prevención del crecimiento de las desigualdades sociales. El CESE ha sido partidario de que se permita una regla de oro completa para las inversiones públicas productivas, la cual debería incorporarse a la modificación de las normas presupuestarias.

5.12.

El enfoque presupuestario basado en normas debe mejorarse y desarrollarse antes del próximo mandato para evitar políticas procíclicas. Deberían tenerse en cuenta las condiciones locales imperantes. El equilibrio estructural ha demostrado ser una variable no observable y poco fiable en la que fundamentar cambios de política ejecutables a través del proceso de las REP.

5.13.

Se hace demasiado hincapié en la reducción de la deuda mediante una consolidación presupuestaria a veces contraproducente en lugar de aplicar la medida más fructífera de aumentar el crecimiento del PIB. A la hora de encontrar una solución a los desfases de la relación entre deuda y PIB, el Semestre Europeo suele dar mucha más importancia a la reducción del déficit público anual que a medidas más constructivas destinadas a estimular el crecimiento del PIB (17).

5.14.

El CESE considera que deben realizarse cambios de aquí a 2019 para corregir el hecho de que «la situación actual oculta un reparto del ajuste presupuestario entre los países claramente por debajo del nivel óptimo en este momento» (18).

5.15.

El PDM es un componente esencial del proceso del Semestre que debería figurar en primera línea a la hora de prevenir los desequilibrios macroeconómicos en toda la zona del euro. Es necesario eliminar la asimetría inherente allí donde los desequilibrios positivos persistentes se observan sin censura y los desequilibrios negativos están sujetos a sanciones (19). Una sanción financiera no solo empeora la situación, sino que los superávits crónicos en algunos Estados miembros empeoran aún más la posición de déficit de un Estado vecino.

6.   Consolidación de la estructura de la UEM y afianzamiento de la responsabilidad democrática

6.1.

La UEM no es un fin en sí misma. Es un medio para optimizar las posibilidades de lograr un crecimiento sostenible, buenos empleos, convergencia económica y social, estabilidad y prosperidad para todos los Estados miembros trabajando al unísono, la responsabilidad económica, que va de la mano de la solidaridad, y la reducción del riesgo, que va de la mano del reparto del riesgo. Si bien la zona del euro debe lograr estos avances necesarios, la UEM también debe estar abierta a otros Estados miembros. El CESE está de acuerdo en que son necesarias una mayor transparencia, una buena comunicación y una mayor participación de los interlocutores sociales y la sociedad, que —junto con un papel reforzado de los Parlamentos nacionales en el proceso decisorio— contribuirían a la rendición de cuentas democrática.

6.2.

El CESE apoya una mayor «parlamentarización» de la zona del euro, con un gran comité del PE compuesto por todos los eurodiputados de los países de la zona del euro y los de aquellos países que desean adherirse a la zona, en combinación con una coordinación más estrecha de los parlamentarios nacionales de la zona del euro sobre cuestiones relativas a la UEM (COSAC +) (20). Como se menciona en los puntos 5.2 y 5.3, el Parlamento Europeo, en particular, así como los Parlamentos nacionales, los interlocutores sociales y la sociedad civil en su conjunto deberían desempeñar un papel principal en la democratización del proceso del Semestre.

6.3.

El Comité aboga por estudiar el uso de instrumentos para mejorar la gobernanza económica en la UEM como, por ejemplo, la designación de un ministro de Hacienda permanente para la zona del euro, sin dejar de garantizar una plena asunción democrática de responsabilidades. Agrupar las competencias imprimiría mayor coherencia a las políticas de la UEM, que actualmente se encuentran fragmentadas debido a la gran cantidad de instituciones diversas. Se debería disponer de una orientación presupuestaria creada ab initio para la zona del euro, y debería ser su ministro de Hacienda quien definiera su cumplimiento. La orientación presupuestaria actual es la suma de todos los balances presupuestarios de los Estados miembros y la dirección de la orientación presupuestaria para la zona del euro es accidental.

6.4.

El CESE acoge con satisfacción el fortalecimiento propuesto del MEDE para convertirlo en un instrumento de gestión de la crisis plenamente operativo. Al convertirlo en un Fondo Monetario Europeo (FME) dentro de los Tratados europeos, con un papel sólido del Parlamento Europeo, se vería mejorada la legitimidad democrática y se aceleraría la toma de decisiones.

6.5.

Debería dejarse de lado el uso del proceso intergubernamental como método de gobernanza para la Unión Europea y las normas presupuestarias habrían de revisarse antes de su incorporación al Derecho de la UE.

Bruselas, 19 de octubre de 2017.

El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

Georges DASSIS


(1)  El paquete incluye los Dictámenes del CESE «Política económica de la zona del euro 2017 (dictamen adicional)» (EESC-2017-02837-00-00-AC-TRA) (véase la página 216 del presente Diario Oficial), «Unión de Mercados de Capitales: revisión intermedia» (EESC-2017-03251-00-00-AC-TRA) (véase la página 117 del presente Diario Oficial), «La profundización de la UEM de aquí a 2025» (EESC-2017-02879-00-00-ASAC-TRA) y «Las finanzas de la UE de aquí a 2025» (EESC-2017-03447-00-00-AC-TRA-EN) (véase la página 131 del presente Diario Oficial).

(2)  Resolución del CESE «Libro Blanco de la Comisión sobre el futuro de Europa y otros aspectos», 6 de julio de 2017.

(3)  Véanse, por ejemplo, los Dictámenes del CESE «Completar la UEM-la próxima legislatura europea», DO C 451 de 16.12.2014, p.10 y «Completar la UEM: el pilar político», DO C 332 de 8.10.2015 p. 8.

(4)  Dictamen del CESE sobre el tema «Completar la UEM-la próxima legislatura europea», DO C 451 de 16.12.2014, p. 10; Dictamen del CESE sobre «El método comunitario para una UEM democrática y social», DO C 13 de 15.1.2016, p. 33; Dictamen del CESE sobre el tema «Completar la UEM: el pilar político», DO C 332 de 8.10.2015, p. 8 y Dictamen del CESE sobre el tema «Medidas destinadas a realizar la unión económica y monetaria»DO C 177 de 18.5.2016, p. 28.

(5)  Dictamen del CESE sobre «Completar la UEM: el pilar político», DO C 332 de 8.10.2015, p. 8.

(6)  Dictamen del CESE sobre el «Sistema Europeo de Garantía de Depósitos», DO C 177 de 18.5.2016, p. 21, en particular los puntos 1.1 a 1.3.

(7)  Dictamen del CESE sobre «Un plan de acción para la creación de un mercado de capitales», DO C 133 de 14.4.2016, p. 17, en particular el punto 3.3.1.

(8)  Dictamen del CESE sobre «Un plan de acción para la creación de un mercado de capitales», DO C 133 de 14.4.2016, p. 17, y Dictamen del CESE sobre «La Unión de los mercados de capitales: revisión intermedia», (CESE-2017-03251-00-00-AC-TRA) (véase la página 117 del presente Diario Oficial).

(9)  Dictamen del CESE sobre el tema «¿Hacia dónde va el euro?», DO C 271 de 19.9.2013, p. 8; Dictamen del CESE sobre el tema «Crecimiento y deuda soberana en la UE: dos propuestas innovadoras»DO C 143 de 22.5.2012, p. 10.

(10)  Dictamen del CESE sobre «Completar la UEM: la próxima legislatura europea», DO C 451 de 16.12.2014, p. 10.

(11)  Dictamen del CESE sobre «La creación de consejos nacionales de competitividad dentro de la zona del euro», DO C 177 de 18.5.2016, p. 35.

(12)  Dictamen del CESE sobre «La creación de consejos nacionales de competitividad dentro de la zona del euro», DO C 177 de 18.5.2016, p. 35.

(13)  Dictamen del CESE sobre el tema «Completar la unión económica y monetaria — Propuestas del Comité Económico y Social Europeo para la próxima legislatura europea»DO C 451 de 16.12.2014, p. 10; Dictamen del CESE sobre «El método comunitario para una UEM democrática y social», DO C 13 de 15.1.2016, p. 33; Dictamen del CESE sobre el tema «Medidas destinadas a realizar la unión económica y monetaria», DO C 177 de 18.5.2016, p. 28; Dictamen del CESE sobre «Un pilar europeo de derechos sociales», DO C 125 de 21.4.2017, p. 10.

(14)  Dictamen del CESE sobre el tema «Revisión de la gobernanza económica», DO C 268 de 14.8.2015, p. 33 y Dictamen del CESE sobre el tema «Completar la UEM — El papel de la política fiscal», DO C 230 de 14.7.2015, p. 24.

(15)  Dictamen del CESE sobre «Las finanzas de la UE de aquí a 2025», (CESE-2017-03447-00-00-AC-TRA) (véase la página 131 del presente Diario Oficial).

(16)  Dictamen del CESE sobre «La revisión de la gobernanza económica», DO C 268 de 14.8.2015, p. 33; Dictamen del CESE sobre «La política económica de la zona del euro», DO C 177 de 18.5.2016, p. 41; Dictamen del CESE sobre «El programa de apoyo a las reformas estructurales», DO C 177 de 18.5.2016, p. 47 y Dictamen del CESE sobre el «Examen intermedio del marco financiero plurianual 2014-2020»DO C 75 de 10.3.2017, p. 63.

(17)  Dictamen del CESE sobre «La revisión de la gobernanza económica», DO C 268 de 14.8.2015, p. 33.

(18)  COM(2016)727 final.

(19)  Dictamen del CESE sobre «La revisión de la gobernanza económica», DO C 268 de 14.8.2015, p. 33.

(20)  Dictamen del CESE sobre «El método comunitario para una UEM democrática y social», DO C 13 de 15.1.2016, p. 33.


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