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Document 52013DC0253

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Tecnologías e innovación energéticas

/* COM/2013/0253 final */

52013DC0253

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Tecnologías e innovación energéticas /* COM/2013/0253 final */


COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES

Tecnologías e innovación energéticas

1.           INTRODUCCIÓN

La tecnología y la innovación son cruciales para abordar todos los retos que nos plantea la energía...

La UE necesita intensificar sus esfuerzos para llevar al mercado nuevas tecnologías energéticas de alto rendimiento y bajo coste, sostenibles y con baja emisión de carbono. Las nuevas tecnologías son vitales para alcanzar todos los objetivos de la UE[1] para 2020 en lo que se refiere a la energía, el clima y la política económica y social, así como los objetivos fijados para 2030 y 2050. La UE debe contar con una estrategia sólida y dinámica en materia de tecnología e innovación tanto para cumplir los objetivos de su política como para reforzar su competitividad y mejorar la coordinación de las inversiones.

...complementando la legislación de la UE en la materia...

Las políticas de la UE relativas al mercado interior de la energía, la eficiencia energética y las energías renovables respaldan la llegada al mercado de las tecnologías, desde los paneles fotovoltaicos hasta los electrodomésticos eficientes, los contadores inteligentes o la domótica. La UE necesita seguir reforzando el papel de la tecnología y la innovación en el marco de la política energética, no solo mediante tecnologías específicas, sino también impulsando nuevos modelos de negocio, la adaptación social y del mercado y la mejora de los sistemas energéticos que ofrezcan una perspectiva estratégica de inversión a más largo plazo.

...dentro de un panorama en constante evolución

Como resultado de las políticas de la UE, las inversiones mundiales en energías renovables han aumentado de forma constante, exigiendo una mayor flexibilidad y gestión de la energía. El abandono progresivo de la energía nuclear en algunos países y la rápida expansión de la producción de gas por medios no convencionales son dos factores que están cambiando la economía energética en todo el mundo. Para apoyar la competitividad industrial europea, es preciso que la política de tecnología e innovación energética de la UE consiga reducir rápidamente los costes y acelerar la introducción en el mercado de nuevas tecnologías sostenibles. Esto es particularmente importante en un momento de recesión económica, que tiene consecuencias directas sobre las inversiones privadas y los presupuestos nacionales.

2.           ¿QUÉ HA CONSEGUIDO LA UE?

2.1.        La legislación ha introducido la tecnología y la innovación en el mercado

El mercado interior de la energía de la UE ayuda a crear mercados abiertos y competitivos en los que los miembros de la industria invierten en tecnologías y servicios nuevos e innovadores. La escala del mercado interior de la energía aporta el espacio que necesitan las fuerzas del mercado para estimular el desarrollo tecnológico y la innovación. Esto se ve reforzado por los esfuerzos por modernizar, integrar y ampliar la infraestructura de redes hasta 2020 y posteriormente, en particular en lo que se refiere a la electricidad. La UE ha seleccionado doce corredores prioritarios, entre otras cosas para integrar más la electricidad solar y eólica al tiempo que se garantiza un abastecimiento ininterrumpido. Las normas técnicas que se están elaborando para el mercado interior (es decir, los códigos de redes) se centran en la integración de las tecnologías para responder a la evolución del sistema energético. Como parte de este trabajo, los gestores de redes de transporte (GRT) están desarrollando nuevos métodos de modelización e instrumentos más inteligentes de explotación de la red. A fin de que los consumidores sean protagonistas activos de un mercado integrado de la energía, la política de la UE también está impulsando el desarrollo de tecnologías inteligentes e informatizadas, como los contadores inteligentes, los coches eléctricos, la adaptación a la demanda, la microgeneración y las tecnologías de almacenamiento local para hacer posible una demanda flexible y un mejor control del consumo.

Asimismo, para cumplir los objetivos establecidos para 2020, la política energética de la UE apoya la transición a tecnologías con baja emisión de carbono. Alentado por la Directiva sobre energías renovables y por el apoyo de los Estados miembros, se ha producido un notable crecimiento de las energías renovables y una significativa reducción de los costes. Como parte de la transición hacia un sistema energético con baja emisión de carbono, la política de la UE ha impulsado las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CAC) y una mayor seguridad en la producción de energía nuclear.

Las tecnologías están penetrando en el mercado gracias a la política y la legislación sobre eficiencia energética de la UE, que incluye las Directivas de eficiencia energética y de diseño ecológico. Paralelamente, la legislación sectorial sobre eficiencia energética en materia de diseño ecológico está impulsando el desarrollo y la implantación de aparatos (como calderas, lavadoras, televisores u ordenadores) energéticamente eficientes que permiten a los consumidores ahorrar energía. En el sector de la construcción, la legislación de la UE fomenta la rehabilitación de edificios en el plano energético y la construcción de edificios de consumo de energía casi nulo. En cuanto al sector de los transportes, se están impulsando los vehículos eléctricos y con bajo nivel de emisiones.

El régimen de comercio de emisiones de la UE y la Decisión de reparto del esfuerzo han convertido el precio de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en parte de las decisiones de inversión y explotación de las empresas de la UE y han contribuido a reducir sustancialmente las emisiones, pero se está cuestionando su papel de motor importante de las inversiones en tecnologías de baja emisión de carbono a largo plazo debido a la debilidad y volatilidad de la señal que da el precio del carbono a raíz de la crisis.

2.2.        Mejora de las condiciones marco para la investigación y la innovación

La «Unión por la innovación» definió una estrategia integrada de investigación e innovación, lo que ha permitido mejorar la financiación pública y combatir los obstáculos a la inversión privada. Se han logrado avances importantes hacia la mejora de las condiciones marco, tanto en lo que se refiere a la protección mediante una patente unitaria (lo que se ha traducido en una drástica reducción de los costes de obtención de patentes) como a un eficaz régimen en materia de capital riesgo a escala de la UE y a la modernización de las normas de adjudicación de los contratos públicos. El Espacio Europeo de Investigación está mejorando el efecto que se deriva de la financiación de la investigación por parte de cada Estado miembro y las condiciones marco que afectan a los investigadores, lo que incluye armonizar mejor la financiación procedente de los distintos Estados miembros, mejorar la situación profesional y la movilidad de los investigadores y permitir el acceso de los investigadores a las infraestructuras científicas de categoría mundial.

2.3.        El Plan EETE: impulsar el Séptimo Programa Marco de investigación de la UE

El Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (EETE) se creó en 2008 como marco de apoyo tecnológico a las políticas de la Unión en materia de clima y energía. Se basa en una estructura de ejecución de tres pilares: un Grupo de dirección, las iniciativas industriales europeas (EII) y la Alianza Europea para la Investigación en el Sector Energético (EERA), y está respaldada por un sistema de información (SETIS)[2]. El Grupo director sobre tecnologías energéticas estratégicas ha permitido entablar un diálogo estructurado con los Estados miembros, gracias al cual ha aumentado la coherencia de las políticas nacionales de investigación e innovación en el sector energético, y ha promovido la adopción de acciones conjuntas para lograr objetivos comunes con mayor rapidez y eficacia.

El Plan EETE ha dado prioridad a las tecnologías más pertinentes para cumplir los objetivos en materia de política energética y climática para 2020: energía eólica y solar, redes eléctricas, captura y almacenamiento de carbono, bioenergía, energía nuclear, pilas de combustible e hidrógeno y eficiencia energética. Las EII establecidas para todos estos sectores han definido áreas de investigación e innovación prioritarias mediante hojas de ruta tecnológicas que incluyen una hoja de ruta específica sobre materiales[3] y centrado su actuación en grandes proyectos de valor europeo. Mediante la EERA se ponen en común las capacidades de investigación nacionales con el fin de desarrollar nuevas soluciones cuyo efecto se observará más allá de 2020.

Además se han aportado fondos europeos, principalmente en virtud del Séptimo Programa Marco de investigación, a través de la movilización de distintos apartados, como «Energía» y «Tecnologías Facilitadoras Esenciales» (p. ej., TIC y Materiales). De 2007 a 2012, el tema «Energía» del 7º PM financió unos 350 proyectos con aproximadamente 1 800 millones EUR. El 7º PM también ha facilitado un apoyo significativo a través de asociaciones público-privadas e instrumentos financieros (véase a continuación). Además, se ha prestado apoyo a escala de la UE a través del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT) y de su comunidad de conocimiento e innovación (CCI) InnoEnergy. Otra partida de fondos importante procedió del Programa Energético Europeo para la Recuperación (PEER) así como del Programa NER (New Entrance Reserve) 300. Las inversiones públicas y privadas en desarrollo tecnológico para los sectores del Plan EETE pasaron de 3 200 millones EUR en 2007 a 5 400 millones EUR en 2010[4] (figura 1). Actualmente la industria supone alrededor del 70 % de la inversión total en investigación e innovación en las prioridades del Plan EETE, mientras que los Estados miembros representan aproximadamente el 20 % y la Comisión Europea el 10 % restante.

Figura 1. Estimación de las inversiones en I+D públicas y empresariales en 2010 por tecnología y fuente (JRC/SETIS)[5].

Como resultado de estos esfuerzos se han alcanzado grandes logros en cuanto a desarrollo tecnológico y reducción de costes en lo que se refiere a las tecnologías del Plan EETE.

En las dos últimas décadas los precios de los sistemas fotovoltaicos se han reducido en todo el mundo, lo que en buena medida ha estado motivado por el desarrollo tecnológico y del mercado. El coste de los módulos fotovoltaicos descendió drásticamente (a un tercio en un par de años)[6]. El objetivo de 1 EUR/kW[7] para 2030 del Plan EETE podría hacerse realidad para 2020, lo que reduciría notablemente los costes para la sociedad.

La energía eólica (principalmente en tierra) ya aporta una cuota significativa de la producción de energía: 106 GW de capacidad instalada a finales de 2012, con una producción de 210 TWh equivalente al 7 % de la producción eléctrica europea[8]. El volumen de negocio anual de los principales proveedores de equipamiento eólico alcanzó los 20 000 millones EUR en 2012. Si bien la energía eólica constituye un mercado mundial, tiene una importante influencia local: la cuota de mercado mundial de los fabricantes de turbinas depende en gran medida del comportamiento de su mercado doméstico. La UE prosigue asimismo sus esfuerzos con las aplicaciones de la energía eólica marina, área en la cual aún está mejorando la tecnología y se están reduciendo los costes.

En el sector del transporte, los esfuerzos de la UE se centran en llegar al 10 % del consumo de energía a partir de fuentes renovables, en particular a través de los combustibles alternativos. Para abordar el problema del cambio indirecto del uso de la tierra, la Comisión propuso que no se alcanzara más de la mitad de ese objetivo del 10 % con biocombustibles convencionales, incrementando la demanda de biocombustibles avanzados a 6 Mtep, equivalente a quince plantas con una capacidad anual de 100 ktep cada una. Los nueve proyectos de demostración del empleo de biocombustible de lignocelulosas a gran escala, con capacidades de cuarenta a ochenta mil toneladas al año, financiados por el 7º PM han supuesto un comienzo positivo.

2.4.        Programa «Energía inteligente — Europa»

Desde 2007, el programa de innovación «Energía inteligente — Europa» (IEE) fomenta la implantación en el mercado de tecnologías y la superación de obstáculos no tecnológicos (financieros, reglamentarios y administrativos). El programa se ha centrado en la eficiencia energética y la energía renovable. A través de más de 300 proyectos, ha supuesto inversiones conexas por valor superior a 4 000 millones EUR en todos los sectores de consumo final, incluido el del transporte.

El IEE ha permitido la integración de nuevos modelos de negocio que atraen la financiación privada. Uno de ellos es el contrato de rendimiento energético (CRE), en el cual la inversión inicial en medidas de ahorro energético se ve compensada por el ahorro de costes que se deriva de una mayor eficiencia energética. El IEE ha reproducido hasta ahora este modelo de negocio en 10 Estados miembros, incluidos algunos en los que el concepto era casi desconocido.

El IEE también ha establecido una cooperación con las instituciones financieras para conseguir movilizar inversiones por valor de unos 2 000 millones EUR (con 38 millones de fondos de la UE) en energía sostenible a través de sus mecanismos de ayuda al desarrollo de proyectos (ELENA[9] y Movilización de la Inversión Local en Energía). El programa ha sido el primero en ayudar a los protagonistas de la «transformación energética», como las autoridades locales y regionales, las escuelas, los hospitales y las viviendas sociales, así como en abordar las necesidades de los profesionales proporcionándoles formación e información. Se espera que las inversiones generen un ahorro energético superior a los 2000 GWh anuales.

A través de su iniciativa Build-up Skills, el programa está respondiendo a las necesidades de los profesionales para construir edificios de consumo de energía casi nulo en la UE. En cuanto a las industrias que hacen un uso intensivo de la energía, el proyecto CARE+ movilizó a las PYME de la industria química para conseguir un ahorro energético de entre el 10 % y el 20 %.

2.5.        Asociaciones público-privadas y empresas comunes

Con el apoyo del 7º PM, la Empresa Común «Pilas de Combustible e Hidrógeno» (FCH) ha permitido la puesta en práctica de un programa de actividades de investigación y demostración liderado por la industria que cubre las aplicaciones energéticas tanto fijas como en el ámbito del transporte. Los 380 millones EUR en subvenciones asignados hasta la fecha han acercado al mercado diversas aplicaciones (por ejemplo, vehículos para manipulación de materiales, sistemas auxiliares de alimentación eléctrica), reduciendo al tiempo los costes y mejorando su eficiencia y duración.

Las asociaciones público-privadas (APP) orientadas a la investigación sobre la eficiencia energética en edificios, las fábricas del futuro y los automóviles ecológicos han reunido a las partes interesadas de cada uno de esos sectores para elaborar una agenda común y canalizar los fondos de la UE hacia sus objetivos. De 2009 a 2012, la UE comprometió un total de 1 600 millones EUR, alcanzando la inversión privada una cifra similar. Las APP han conseguido atraer un alto nivel de participación de las PYME.

2.6.        Mejorar el acceso a la financiación de deuda: el Instrumento de Financiación de Riesgo Compartido (IFRC)

Dentro del 7º PM, el IFRC ha ayudado al Banco Europeo de Inversiones (BEI) a proporcionar 10 000 millones EUR de compromisos de crédito (con 1 000 millones aportados por la UE) para atraer más de 20 000 millones EUR de inversión en investigación e innovación, aportados principalmente por grandes empresas y empresas de capitalización media. El IFRC anima a los promotores de proyectos a emprender actividades de investigación e innovación asociadas a un grado de riesgo elevado. De 2009 a 2012, el sector energético ha supuesto entre un 14 % y un 18 % de la cartera del IFRC, con importantes inversiones pioneras en energía solar y eólica e inversiones para mejorar la eficiencia energética, en particular en el sector de la automoción.

2.7.        Dimensión regional — ayuda de la política de cohesión

El presupuesto de la política de cohesión dedica una financiación significativa a la energía sostenible, con una inversión prevista superior a 10 000 millones EUR para eficiencia energética y energías renovables en el periodo de programación de 2007 a 2013. Un ejemplo de ello es el proyecto Wave Hub, en el suroeste de Inglaterra, que se propone crear el emplazamiento de ensayo más grande del mundo para los dispositivos de generación de electricidad a partir de la energía de las olas. Otro ejemplo es el proyecto Green Buildings Cluster de Baja Austria, que pone en contacto a los profesionales de la construcción y la edificación con los investigadores para abordar retos tales como el cambio climático y hace posible la innovación a través de la cooperación.

2.8       Evaluación del marco de las tecnologías y la innovación energéticas de la UE

Europa se encuentra en el buen camino para impulsar el desarrollo de tecnologías energéticas y crear las condiciones adecuadas para la innovación, pero aún queda mucho por hacer.

La rápida evolución del panorama energético requiere un enfoque sistémico y receptividad ante las novedades. Tanto la evaluación de la aplicación del Plan EETE[10] como la consulta pública[11] realizada con vistas a la presente Comunicación confirman que dicho Plan debe centrarse más en la integración del sistema energético y de las actividades de la cadena de innovación, así como en una mayor coordinación de las EII y la EERA al servicio de estos objetivos. Deben seguir desarrollándose las cadenas de suministro industriales, al tiempo que es necesaria una mayor coordinación de los actores y las inversiones en toda la cadena de investigación e innovación con el fin de acelerar el desarrollo y el lanzamiento comercial.

Además, aunque los Estados miembros comparten unos objetivos de investigación e industriales comunes, su compromiso con el plan EETE se encuentra actualmente por debajo del nivel óptimo. Es preciso fomentar las inversiones coordinadas o conjuntas entre los Estados miembros y con la UE para impulsar las inversiones del sector privado en apoyo de las hojas de ruta de las EII y de los programas conjuntos de la EERA. De modo similar, debe garantizarse un claro compromiso de los socios industriales participantes en las APP sobre la base de una visión compartida y unos objetivos claramente definidos, al tiempo que deben integrarse más las capacidades de investigación dentro del marco de la EERA a fin de acelerar la obtención de resultados de mejor encaje con la industria.

Según concluyó una evaluación externa del programa IEE en 2011[12], este tiene una importancia crucial para el desarrollo de la innovación en el ámbito de los servicios, de la generación de capacidades y conocimientos y de nuevos modelos de negocio que atraigan la inversión privada para que las tecnologías renovables y la eficiencia energética penetren en el mercado. A partir del éxito de este ejemplo, las medidas de apoyo a la implantación de la innovación energética en el mercado deben extenderse a otros ámbitos de la política energética y vincularse más a los Fondos Estructurales y de Cohesión.

En la misma línea, la evaluación provisional de la Empresa Común FCH[13] recomendó mayor atención a la investigación aplicada y a actividades de demostración de mayor envergadura vinculadas a las necesidades del sistema energético, como el uso de hidrógeno para almacenar electricidad de origen renovable.

Estos aspectos subrayan la necesidad de una cadena de investigación e innovación integrada a escala de la UE que comprenda desde la investigación básica hasta la implantación en el mercado.

3.           ESTRATEGIA DE TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN ENERGÉTICAS HASTA 2020 Y EN ADELANTE

Es necesario que la estrategia en materia de tecnología e innovación energéticas acelere la innovación en las tecnologías punta con baja emisión de carbono y las soluciones innovadoras y establezca un puente entre la investigación y el mercado. Esto queda claramente plasmado en las propuestas de la Comisión relativas a Horizonte 2020, que agrupa el apoyo de la UE a la investigación y la innovación (incluidos los herederos de los actuales 7º PM y programa IEE-II y un mayor apoyo al EIT) en un marco simplificado. No obstante, la financiación de la UE sigue siendo solo una parte de la financiación total a escala europea y los principios y transformaciones clave deben verse reflejados igualmente en las inversiones del sector privado y de los Estados miembros. La aplicación debe basarse progresivamente en asociaciones con la escala y el alcance necesarios para lograr mayores efectos a partir de recursos públicos y privados escasos.

3.1.        Principios fundamentales

Añadir valor a escala de la UE

La intervención de la UE necesita centrarse allí donde realmente puede añadir valor. Así, debería concentrarse en esfuerzos a gran escala que vayan más allá de lo que los Estados miembros pueden conseguir por sí mismos o bilateralmente, promoviendo la innovación mediante la reglamentación y la financiación. Asimismo, debería apoyar la creación de capacidades de investigación e innovación para acelerar las transformaciones, y generar economías de escala.

Considerar el sistema energético en conjunto al establecer prioridades

El desarrollo de tecnologías energéticas debería considerarse desde la perspectiva de ofrecer a los consumidores finales unos servicios energéticos rentables: luz, calefacción, refrigeración, transporte limpio, etc. Los progresos tecnológicos individuales deberían evaluarse atendiendo a su integración y su incidencia en el conjunto del sistema energético (producción, transporte, distribución y uso de la energía). Un enfoque sistémico implica ir más allá de las divisiones existentes entre fuentes de energía y usos finales, y explotar en consecuencia las sinergias entre sectores (por ejemplo, energía, TIC, transporte, agricultura), aprovechando los efectos indirectos y la complementariedad entre distintos sectores, así como buscar soluciones basadas en el ciclo de vida que reduzcan la necesidad total de energía gracias a la reducción de los residuos y a la reutilización y el reciclado de materiales.

Integrar las acciones a lo largo de la cadena de innovación energética y reforzar el vínculo con la política energética

Favorecer el ciclo de la innovación desde la investigación básica hasta la implantación en el mercado significa impulsar medidas de penetración en el mercado para generar capacidades, establecer pruebas del concepto para la próxima generación de tecnologías, superar los obstáculos normativos, analizar las condiciones del mercado para tecnologías específicas y crear un clima y un horizonte propicios para la inversión que hagan aumentar la inversión en innovación.

Poner recursos en común y emplear una cartera de instrumentos financieros

El reto energético requiere inversiones en investigación e innovación que no están al alcance de un único Estado miembro o actor privado. En un momento en el que se necesitan urgentemente soluciones impulsadas por la investigación y en el que los recursos públicos no abundan, existe una necesidad de potenciar las inversiones de cada Estado miembro para apoyar a la industria con programas que permitan desarrollos industriales ambiciosos y completos, e indirectamente con una mayor integración de los centros de investigación y de la financiación institucional nacional. Las distintas fases de innovación e implantación requieren mecanismos de financiación adecuados. Debería reforzarse el aprovechamiento de sinergias con los Fondos Estructurales y de Inversión de la UE, especialmente a través de marcos estratégicos de investigación e innovación nacionales y/o regionales para la especialización inteligente[14]. También pueden emplearse otros programas para financiar la innovación, como el Mecanismo «Conectar Europa» (redes inteligentes y autopistas de la electricidad) o instrumentos de financiación como los propuestos en el componente «Acceso a la financiación de riesgo» de Horizonte 2020 o los implantados directamente por el Banco Europeo de Inversiones. Además, en el futuro podrían contemplarse mecanismos de financiación basados en el régimen de comercio de derechos de emisión similares al Programa NER 300.

Centrar la atención en las tecnologías más prometedoras para el periodo posterior a 2020, pero manteniendo al tiempo la puerta abierta a otras opciones

La mayoría de las tecnologías energéticas tienen plazos de maduración muy largos y, por tanto, las decisiones de inversión que se tomen ahora tendrán repercusiones mucho más allá de 2020. Por tanto, la UE necesita impulsar el desarrollo de un conjunto de tecnologías que no alcanzarán la madurez hasta pasado 2020. La estrategia de tecnología e innovación energéticas establece un marco para la obtención de tecnologías y soluciones energéticas viables y económicas tanto a corto como a largo plazo para la UE y para el mercado mundial. Se basa en la propuesta Horizonte 2020 de la Comisión Europea actualmente sometida al proceso legislativo de adopción. También incorporará los resultados del debate en torno al Libro Verde sobre el marco para las políticas de clima y energía en 2030.

3.2       Principales transformaciones que resultan necesarias

Liberar el pleno potencial de la eficiencia energética, centrarse en el consumo del uso final

Invertir en eficiencia energética genera ahorros para los consumidores y permite a las industrias de la UE depender menos de los precios de la energía, al tiempo que reducen sus costes y mejoran su competitividad.

Los edificios, con casi el 40 % del consumo de energía final, son una de las principales prioridades, tanto en lo que se refiere a aumentar la tasa de renovaciones que mejoren la eficiencia energética en el caso de los edificios ya construidos como a que los nuevos tengan un consumo de energía casi nulo. Por ello deben desarrollarse y demostrarse nuevos materiales de construcción, diseños para integrar las energías renovables en los edificios y nuevos conceptos y modelos de negocio para la rehabilitación de edificios en el plano energético. Estos aspectos requieren apoyo mediante una convergencia entre los enfoques reglamentarios a escala nacional y regional con el fin de reducir las cargas administrativas, establecer metodologías normalizadas para medir el rendimiento energético de los edificios y hacer posible el mercado único.

Deben priorizarse el desarrollo y el lanzamiento comercial de innovaciones que reduzcan de manera sustancial los costes energéticos de la industria, en particular en el caso de las PYME y las industrias que hacen un uso intensivo de la energía (por ejemplo, el uso del aislamiento industrial en toda Europa reduciría el consumo energético anual en un 4 %). Esto comprende apoyar el desarrollo de competencias que permitan aprovechar los ahorros por eficiencia energética en la industria mediante la formación de auditores y gerentes energéticos.

Obtener soluciones competitivas para lograr un sistema energético limpio, sostenible, seguro y eficiente

Las innovaciones que aseguren la flexibilidad y la seguridad del sistema energético europeo reducirán los costes de la infraestructura energética en su conjunto y la prepararán para absorber cantidades mucho mayores de energía renovable. Las tecnologías de almacenamiento de electricidad serán importantes en los ámbitos del transporte y la distribución.

Se requieren innovaciones para garantizar la continuidad del abastecimiento eléctrico y racionalizar la demanda de infraestructuras mediante un equilibrio rentable de la electricidad renovable, en el ámbito local mediante reactividad y flexibilidad ante la demanda y en el ámbito del transporte mediante innovación en el transporte de electricidad a larga distancia para permitir un equilibrio entre las múltiples ubicaciones de las fuentes de energía renovables, por ejemplo, para conectar la energía eólica marina.

Las tecnologías que permitan una participación activa del consumidor permitirán mejorar la eficiencia energética en las redes con un mayor aprovechamiento de las TIC. La innovación en las redes de distribución y el desarrollo de un entorno de mercado que capacite a los consumidores para aprovechar el mejor precio y las mejores condiciones energéticas, así como para producir y vender su propia energía, al tiempo que se garantiza una adecuada protección de los vulnerables.

Si bien ya se han desarrollado e implantado en el mercado satisfactoriamente una serie de tecnologías (energía eólica en tierra y energía solar fotovoltaica) gracias al apoyo a su despliegue, se requiere un enfoque abierto y flexible para seguir desarrollando una cartera de opciones energéticas sostenibles y rentables. La energía eólica marina flotante y en aguas profundas, la energía oceánica, los avances en la energía solar concentrada y las nuevas aplicaciones fotovoltaicas son ejemplos de fuentes energéticas renovables prometedoras. Por otro lado, es necesario centrar más la investigación en el ámbito de las tecnologías de calefacción y refrigeración y las tecnologías de pilas de combustible e hidrógeno. También es necesaria la innovación en nuevos materiales, tecnologías facilitadoras esenciales, como las tecnologías TIC, la nanotecnología, la microelectrónica y la nanoelectrónica, la fotónica, la biotecnología y las vías de procesamiento de fabricación avanzada. El proyecto ITER (reactor experimental termonuclear internacional)[15] constituye un elemento fundamental de la investigación a largo plazo que lleva a cabo la UE en el ámbito de la energía de fusión.

El desarrollo tecnológico es necesario para favorecer el funcionamiento seguro de los sistemas nucleares, el desarrollo de soluciones sostenibles para la gestión de los residuos radiactivos, y las competencias nucleares. Debería centrarse en la seguridad de las centrales nucleares existentes, en particular con el fin de prorrogar su vida útil, así como en la seguridad de los futuros sistemas nucleares. Asimismo, debe continuar la investigación en el ámbito de las soluciones a largo plazo para la gestión de los residuos radiactivos en Europa mediante el desarrollo del almacenamiento geológico. Estos esfuerzos deberían ir acompañados de investigación multidisciplinar sobre los riesgos asociados a las dosis bajas de radiación. La siguiente generación de centrales nucleares de fisión, como los sistemas que prevé la «cuarta generación», representa las posibles opciones a largo plazo dentro de la energía nuclear.

Aportar unos combustibles alternativos sostenibles para la combinación de combustibles del transporte en Europa, en consonancia con la estrategia de combustibles alternativos[16] para la sustitución a largo plazo del petróleo como fuente de energía para todos los modos de transporte. Esto exige el desarrollo específico y la reducción de los costes de los combustibles (en particular los biocombustibles avanzados, el biometano y el hidrógeno) y tecnologías para las aplicaciones de transporte.

Impulsar la innovación en entornos reales y mediante un marco orientado al mercado

La ciudades que utilizan mucha más energía de la que producen necesitan un enfoque particular. Es necesaria una mayor integración y optimización de los flujos de energía, información y transporte a nivel de barrios, ciudades y comunidades. Tal es la premisa de la asociación europea para la innovación «Ciudades y Comunidades Inteligentes»[17]: demostrar soluciones urbanas inteligentes de escala comercial basadas en el uso de las TIC en los sectores de la energía y el transporte que permitan obtener soluciones rentables en las zonas urbanas europeas.

Las medidas de absorción por el mercado son necesarias durante la fase de despliegue de todas las tecnologías energéticas innovadoras para permitir el incremento de las inversiones en las cadenas de suministro y apoyar la aplicación de políticas en materia de redes, energía renovable y eficiencia energética a fin de superar los obstáculos no tecnológicos, entre ellos:

· reforzar la capacidad de los protagonistas del mercado y las autoridades públicas para introducir políticas y medidas eficaces que acerquen las tecnologías al mercado; esto incluye el desarrollo continuo de los profesionales (por ejemplo, la capacitación de técnicos o ingenieros);

· favorecer el desarrollo y la implantación de soluciones de financiación innovadoras para la energía renovable y la eficiencia energética, lo que comprende financiar su despliegue.

Las estrategias de innovación nacionales y regionales deben desempeñar una función esencial para impulsar la innovación en entornos reales. Por tanto, conviene movilizarlas para sostener la creación de capacidades de investigación e innovación y acelerar la explotación y difusión en el mercado de los resultados de la investigación y la innovación, con especial atención a la creación de un entorno empresarial que favorezca la innovación en el ámbito de las PYME y la industria regional y local, lo que incluye mejorar el acceso a la financiación de riesgo.

4.           APLICACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN ENERGÉTICAS

El Plan EETE sigue siendo el instrumento fundamental para dar respuesta a los retos antes mencionados. Constituye el punto de referencia para las inversiones de la UE, nacionales, regionales y privadas en investigación e innovación en el sector energético.

No obstante, también debe reforzarse el Plan EETE para que responda a los nuevos retos y consolidar mejor los recursos y la capacidad de investigación e innovación en toda Europa. A tal efecto, se proponen los siguientes cambios:

· Para abordar la integración del sistema energético y la cadena de innovación, debería elaborarse una hoja de ruta integrada, bajo los auspicios del Grupo de Dirección del Plan EETE, que incorporase los principios y las medidas clave enunciados en la presente Comunicación. Esta hoja de ruta integrada debería consolidar las hojas de ruta tecnológicas (actualizadas) del Plan EETE, conservando al tiempo las particularidades de las tecnologías; contemplar íntegramente la cadena de investigación e innovación, desde la investigación básica hasta la demostración y el apoyo a la implantación en el mercado; e identificar claramente las funciones y responsabilidades de las distintas partes interesadas, como la EERA, las EII, el EIT, las APP europeas pertinentes y otras partes interesadas como las universidades, los inversores y los financiadores, así como promover sinergias e interacciones entre ellas. La primera hoja de ruta integrada debería estar elaborada para finales de 2013.

· Basándose en la hoja de ruta integrada, los Estados miembros y la Comisión deberían elaborar un plan de acción que estableciera inversiones coordinadas y/o conjuntas por parte de cada Estado miembro, entre los Estados miembros y con la UE. Tales inversiones deberían ir más allá de los programas de subvenciones e incluir adquisiciones e instrumentos de ingeniería financiera. El plan de acción seguirá un enfoque flexible y preverá distintos modos de aplicación, como la armonización de la financiación de los Estados miembros y la CE en torno a las prioridades enunciadas en la hoja de ruta integrada e inversiones conjuntas entre los Estados miembros y/o con la Unión Europea. Este plan de acción debería, además, contemplar la financiación institucional y las capacidades de investigación de la EERA. Debería desarrollarse para mediados de 2014, actualizarse con regularidad y recibir el apoyo de una o varias redes de organismos de financiación.

· Un sólido sistema de informes basado en el sistema estratégico de información sobre tecnologías energéticas (SETIS) del Plan EETE permitiría el seguimiento de la aplicación de la hoja de ruta integrada y del plan de acción. Debería realizarse un informe anual de los progresos alcanzados conforme a los datos proporcionados por los Estados miembros con el fin de evaluar el efecto en los objetivos de la política energética y orientar mejor la ayuda nacional y de la UE.

· Debería crearse una estructura de coordinación al amparo del Grupo de Dirección del Plan EETE para fomentar las inversiones en investigación e innovación en el ámbito de la eficiencia energética. Debería incluir las asociaciones público-privadas de la UE en este ámbito, la asociación europea para la innovación «Ciudades y Comunidades Inteligentes» y otras iniciativas destinadas a facilitar el despliegue en el mercado. Esta estructura debería estar integrada por la comunidad investigadora, la industria y el mercado, las autoridades públicas y los financiadores.

Por tanto, podría ser necesario reforzar el funcionamiento y el mandato del Grupo de Dirección del Plan EETE con objeto de abordar el reto de elaborar la hoja de ruta integrada.

Asimismo, las iniciativas industriales europeas y las plataformas tecnológicas europeas conexas deben ajustar su mandato, estructura y participación, en particular reforzando el componente industrial, para actualizar sus hojas de ruta tecnológicas y para contribuir a la hoja de ruta integrada. Deben abordarse las tecnologías emergentes y los nuevos desarrollos, en particular en materia de energía marina y almacenamiento, vinculados a la estrategia de «crecimiento azul». Al mismo tiempo, la Alianza Europea para la Investigación en el Sector Energético debe seguir integrando sus capacidades de investigación y aumentar la repercusión comercial en el mercado de sus resultados, en estrecha colaboración con las iniciativas industriales europeas.

En todas estas estructuras debe atraerse a nuevas partes interesadas con el fin de abordar la innovación no tecnológica y la superación de los obstáculos reglamentarios, financieros, comportamentales y comerciales para así mejorar la preparación del mercado. Esto incluye a los actores locales, las PYME, las TIC, los reguladores, los operadores de redes, los financiadores y los consumidores.

La dimensión externa debería reforzar la excelencia de la UE y su atractivo como socio en materia de investigación. La cooperación internacional en I+D, en consonancia con la Estrategia de Cooperación Internacional[18] y en virtud de Horizonte 2020, debería centrarse en aquellos retos clave en materia de investigación e innovación energéticas a los cuales pueda aportar valor añadido y beneficios para la UE. La dimensión externa de la política energética, que incluye los diálogos bilaterales sobre cuestiones energéticas[19] y los acuerdos de cooperación científica y tecnológica existentes entre la Comisión y terceros países socios, debería aplicarse de forma coordinada y de manera que estos aspectos se reforzasen mutuamente. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que proporciona un marco internacional para las tecnologías climáticas y energéticas, constituye otro asociado importante. Gracias a su mecanismo tecnológico se espera un crecimiento del mercado mundial de la transferencia de tecnología a los países emergentes y en desarrollo.

Países como los Estados Unidos, Japón y China están iniciando y aplicando ambiciosos programas de bajas emisiones de carbono, los cuales representan importantes oportunidades de cooperación en materia de investigación e innovación para el sector europeo de la investigación, así como oportunidades de mercado para la industria, por ejemplo en relación con las redes inteligentes, las pilas de combustible e hidrógeno, la energía renovable o la seguridad nuclear y la fusión nuclear. Debe mantenerse la cooperación multilateral entre la UE, los Estados Unidos y Japón en cuanto a las materias primas críticas para energía. Además, debería seguir explotándose el potencial de la energía solar en cooperación con los socios mediterráneos.

5.           CONCLUSIONES

La estrategia de tecnología e innovación energéticas de la UE forma parte integrante de la política energética de la UE. Como tal, debe complementar las medidas reglamentarias existentes, garantizar que la UE se encuentre en la vanguardia de la innovación en los mercados energéticos internacionales y abordar los retos que plantea la actual situación económica. Debe contribuir a que nuestra energía sea más competitiva en costes y a la fiabilidad del abastecimiento. En la presente Comunicación, la Comisión ha descrito su estrategia para asegurar que la UE siga disponiendo de un sector de tecnología e innovación de categoría mundial para abordar los retos hasta 2020 y en fechas posteriores.

Para respaldar este enfoque, la Comisión

· se encargará de:

· garantizar la elaboración, junto con las partes interesadas del Plan EETE, de una hoja de ruta integrada en torno a las prioridades enunciadas en la estrategia de tecnología e innovación energéticas de la UE para finales de 2013;

· definir, junto con los Estados miembros, un plan de acción de inversiones conjuntas e individuales que sustenten la hoja de ruta integrada para mediados de 2014;

· reforzar, junto con los Estados miembros, el sistema de informes para el seguimiento de la hoja de ruta integrada y del plan de acción sobre la base del sistema estratégico de información sobre tecnologías energéticas (SETIS) del Plan EETE;

· invitar, junto con los Estados miembros en el contexto del Grupo de Dirección, a las iniciativas industriales europeas y a las plataformas tecnológicas europeas asociadas a que reajusten su mandato, estructura y participación para actualizar sus hojas de ruta tecnológicas y contribuir a la hoja de ruta integrada;

· crear una estructura de coordinación al amparo del Grupo de Dirección del Plan EETE para fomentar las inversiones en investigación e innovación en el ámbito de la eficiencia energética;

· pide al Parlamento Europeo y al Consejo que:

– reafirmen su apoyo al Plan EETE como parte de las políticas europeas en materia de energía y cambio climático y a su refuerzo para el desarrollo de la tecnología y la innovación energéticas, tal como contempla la presente Comunicación;

– refrenden los principios y transformaciones clave propuestos, exigidos por la tecnología y la innovación energéticas en toda la UE;

– apoyen la alineación de los recursos de la UE, nacionales, regionales y privados con este enfoque integrado de la investigación y la innovación;

· invita a los Estados miembros y las regiones a apoyar la puesta en práctica de la hoja de ruta integrada y del plan de acción mediante:

– una mejor coordinación de sus programas de investigación e innovación energéticas y mediante el uso de los Fondos Estructurales y de Inversión de la UE y de los ingresos procedentes de las subastas del régimen de comercio de emisiones de la UE;

– una mayor colaboración a través de acciones conjuntas y agrupaciones en proyectos con un valor añadido europeo;

– una mayor integración de las capacidades de investigación y de la financiación institucional a escala nacional a través de la Alianza Europea para la Investigación en el Sector Energético;

– la prestación de apoyo para un despliegue más rápido en el mercado de las tecnologías energéticas sostenibles.

[1]               Tal como se establecieron en la Comunicación sobre el Plan EETE en 2007 (COM(2007) 723) y en la Comunicación sobre la inversión en tecnologías con baja emisión de carbono en 2009 (COM(2009) 519).

[2]               El Grupo de Dirección del Plan EETE, integrado por los Estados miembros de la UE, tiene el mandato de diseñar acciones conjuntas y conseguir recursos para la aplicación del Plan EETE. Las IIE, basadas en las plataformas tecnológicas europeas, proponen hojas de ruta tecnológicas a fin de aunar los esfuerzos de la UE, los Estados miembros y la industria para la consecución de objetivos comunes. La EERA agrupa a los principales centros de investigación energética de la UE y tiene el mandato de aplicar programas conjuntos mediante la puesta en común de las capacidades nacionales en Europa. La Cooperación de Innovación Europea «Ciudades y Comunidades Inteligentes», que en un principio era el componente de eficiencia energética del Plan EETE, integra ahora a nivel de ciudades y comunidades las aplicaciones a escala real de soluciones innovadoras en materia de energía, transporte y TIC. La Comisión sistema estratégico de información sobre tecnologías energéticas (SETIS) está dirigido y coordinado por el Centro Común de Investigación (JRC).

[3]               SEC(2011) 1609 – Documento de trabajo de los servicios de la Comisión «Materials Roadmap Enabling Low Carbon Energy Technologies».

[4]               En COM(2009) 519 se estimaban necesarios 8 000 millones EUR anuales para hacer avanzar eficazmente las acciones del plan EETE.

[5]               En el caso del sector nuclear el gasto se refiere a Euratom.

[6]               Documento de trabajo de los servicios de la Comisión sobre evaluación tecnológica, figura 3.2.

[7]               1 EUR/kW para los sistemas llave en mano de 100 kW en 2030 (expresado en precios de 2011, sin incluir el IVA).

[8]               Estimación del JRC basada en un factor de capacidad del 23 %, que es la cifra media de 2011 en Europa.

[9]               El mecanismo ELENA de replicación en el mercado fue lanzado por la Comisión y el Banco de Europeo de Inversiones (BEI) en diciembre de 2009 para apoyar la inversión en eficiencia energética y proyectos relacionados con las energías renovables. A cargo del BEI, el Kreditanstalt für Wiederaufbau (KfW), el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa (BDCE) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), el mecanismo ELENA se financia a través del programa IEE de la Comisión Europea.

[10]             La revisión del Plan EETE por el JRC/SETIS puede consultarse en: http://setis.ec.europa.eu/set-plan-implementation/set-plan-review-2010-2012

[11]             El informe completo de la consulta pública puede consultarse en: http://ec.europa.eu/energy/technology/consultations/20130315_technology_innovation_en.htm

[12]             Ex-ante evaluation of a successor of the ‘Intelligent Energy- Europe II’ (2007-2013), disponible en: http://ec.europa.eu/energy/intelligent/files/doc/2011_iee2_programme_ex_ante_en.pdf

[13]             Disponible en: http://ec.europa.eu/research/evaluations/pdf/archive/other_reports_studies_and_documents/eval_fuel_cell_hydro_report_2011.pdf

[14]             En la propuesta relativa a la política regional para el periodo 2014-2020 se solicita a los Estados miembros o las regiones la elaboración de tales estrategias.

[15]             Desarrollado conjuntamente por Japón, China, India, Corea del Sur, Rusia, Estados Unidos y la UE.

[16]             COM(2013) 17 final.

[17]             C(2012) 4701 final.

[18]             COM(2012) 497 final.

[19]             COM(2011) 539 final.

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