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Document 52004DC0087

Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo - Propuesta de asociación UE-África en apoyo del desarrollo del sector algodonero

/* COM/2004/0087 final */

52004DC0087

Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo - Propuesta de asociación UE-África en apoyo del desarrollo del sector algodonero /* COM/2004/0087 final */


COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL CONSEJO Y AL PARLAMENTO EUROPEO - Propuesta de asociación UE-África en apoyo del desarrollo del sector algodonero

ÍNDIE

1. El sector algodonero

1.1 Desafíos en el mercado mundial del algodón

El sector del algodón se enfrenta a nivel mundial a retos de gran calado. Todos ellos afectan también a los productores de los países en desarrollo y menos avanzados, sobre todo en África. En varios países africanos el algodón desempeña, ciertamente, un papel básico en la economía y la labor de desarrollo.

Una panorámica general de la situación y de las tendencias del mercado mundial del algodón permite comprender mejor los retos específicos y la situación en la que se desenvuelve y debe desarrollarse el sector algodonero africano.

Aunque a nivel mundial el comercio internacional de algodón representa una pequeña parte de la producción (aproximadamente el 30 %), algunos países en desarrollo dependen intensamente del mismo: por ejemplo, entre el 30 % y el 40 % de los ingresos de las exportaciones de Benín, Burkina Faso, Chad y Malí proceden del algodón. La región de África Central y Occidental, con cerca del 12 % de las exportaciones mundiales, desempeña un papel importante en el mercado internacional del algodón, aunque muy lejos de los Estados Unidos, origen del 30 %. de tales exportaciones. Uzbekistán (13 %) y Australia (12 %) son otros exportadores importantes. China es el mayor productor y consumidor de algodón, pero sólo exporta ocasionalmente una parte de su producción. La Unión Europea es, por el contrario, un gran importador de algodón, y cerca de un tercio de sus importaciones proceden de África Central y Occidental. Además, Asia Sudoriental y Brasil se están convirtiendo también en grandes importadores a causa del crecimiento de sus industrias textiles. Está previsto que esta tendencia se amplifique al hilo de la próxima liberalización prevista en el marco del Acuerdo sobre los Textiles y el Vestido. Según las previsiones, la demanda mundial de algodón sólo aumentará moderadamente a lo largo de la década próxima, en consonancia con el aumento de la población (1,8 % anualmente).

Los precios del algodón, como los de los productos básicos agrícolas, muestran una tendencia prolongada a la disminución e intensas fluctuaciones a corto plazo. La entrada esporádica de China en el mercado mundial de exportaciones y de importaciones ha influido notablemente en tales fluctuaciones, lo que pone de relieve la necesidad de profundizar en el análisis de las características del mercado mundial del algodón a fin de comprender mejor sus factores determinantes. Los precios de los productos básicos agrícolas están determinados por varios factores: el nivel de demanda, reflejo de la evolución de la situación económica de los principales importadores y de los efectos de sustitución de productos similares; el nivel de oferta, resultado de las estructuras existentes de la cadena de productos básicos, la capacidad agrotécnica y las condiciones naturales locales, imposibles de prever, y el nivel de existencias. Entre 1960 y 1984, los precios del algodón registraron en promedio una disminución anual del 0,2 %, y esa tendencia se intensificó posteriormente hasta registrarse una disminución media anual del 0,9 % entre 1985 y 2002. Esta evolución se ha vinculado estrechamente con los aumentos de la productividad, el descenso de los costes de producción y la competencia de las fibras sintéticas.

Los regímenes de subvención existentes en varios países productores, en particular en el mundo industrializado, agravan la tendencia a la disminución de los precios. El algodón recibe distintas clases de subvenciones en la Unión Europea y los Estados Unidos, aunque en la primera no se gasta sino una fracción del importe concedido a los productores de algodón en los Estados Unidos (800 millones de euros en la UE frente a 2 900 millones de euros en los EE.UU. en el período 2001-2002). A causa de las subvenciones, los precios pagados a los productores de algodón estadounidenses y comunitarios fueron, respectivamente, un 90 % y un 154 % superiores a los precios mundiales en 2001-2002, lo que ha tenido consecuencias directas sobre la producción de algodón en ambos. No obstante, a diferencia de los Estados Unidos, la Unión Europea desempeña un papel menor en términos de producción total, dado que sólo representa el 2 % de la producción mundial. Así pues, su influencia en la formación de precios en los mercados internacionales no es sino marginal. Sin embargo, en cuanto al volumen, la producción de la UE representa aproximadamente el 70 % de las exportaciones de África Central y Occidental.

En la temporada 2001-2002 se registraron precios especialmente bajos, lo que provocó graves dificultades para el sector algodonero en África Central y Occidental, donde no hay mecanismos de apoyo para los precios. Estos han vuelto a experimentar recientemente un gran ascenso, lo que demuestra la enorme volatilidad a corto plazo a que se enfrentan los productores de algodón

1.2 Contexto y problemas del sector algodonero africano

El algodón es un producto básico cuyas exportaciones son vitales para varios países africanos. Entre dos y tres millones de productores y unos quince millones de personas dependen directa o indirectamente del sector algodonero. Muchos de ellos pertenecen a los sectores más pobres de la sociedad, y su capacidad de ganarse un sustento se ve afectada directamente por los niveles y la estabilidad de los precios. Las súbitas fluctuaciones que han experimentado éstos recientemente han puesto de relieve la vulnerabilidad del sector algodonero africano.

Aunque el algodón producido en África, en particular en África Central y Occidental, es generalmente competitivo, su competitividad puede aún mejorarse. Además, el dinamismo del entorno nacional e internacional plantea retos considerables para el futuro del sector. En cuanto a los factores externos, como se ha analizado anteriormente, la disminución de los precios a largo plazo y sus significativas fluctuaciones a corto plazo, así como la fuerte competencia internacional, influida por subvenciones con efectos distorsionadores sobre los intercambios, son cuestiones muy preocupantes que deben ser examinadas a nivel nacional e internacional. Por lo que respecta a los retos nacionales, la reducida flexibilidad del sector para adaptarse a la evolución de las demandas y el bajo índice de innovación tecnológica constituyen cuestiones prioritarias. Si las amenazas existentes a nivel nacional e internacional no se reconocen y afrontan adecuadamente, el sector podría entrar en declive, con graves consecuencias en términos de empobrecimiento de las zonas rurales, intensificación de las migraciones e incluso riesgos de desestabilización de los países dependientes del algodón.

Durante los preparativos de la conferencia ministerial celebrada en Cancún por la Organización Mundial del Comercio (OMC), cuatro de los países de África Central y Occidental [1] manifestaron su preocupación por la situación de los sectores algodoneros. La iniciativa presentada por esos países, que aspira a obtener negociaciones específicas relativas al algodón en el marco del Programa de Doha para el Desarrollo, se centra en dos exigencias: 1) establecimiento de un sistema «de reducción de la ayuda a la producción de algodón con miras a su eliminación total»; 2) como medida transitoria «hasta la eliminación total de la ayuda a la producción de algodón, se debe ofrecer una indemnización financiera a los PMA productores de algodón para compensar las pérdidas de ingresos, como parte integrante de los derechos y obligaciones resultantes de la Ronda de Doha» [2]. Esta iniciativa ha sido acogida muy favorablemente entre los miembros de la OMC.

[1] Benín, Burkina Faso, Chad y Malí.

[2] Documento TN/AG/GEN/4 de la OMC de 16 de mayo de 2003.

2. Objetivos de la actuación de la UE

La UE considera que es preciso abordar las preocupaciones de los países de África Central y Occidental sobre su sector algodonero. El Consejo de 17 de noviembre de 2003 reconoció que esta cuestión reviste una importancia fundamental para dichos países e invitó a la Comisión a que estudiase la situación con detenimiento y le informase al respecto.

Teniendo en cuenta la intervención histórica de la Unión Europea y de los Estados miembros en el sector algodonero africano, su prolongada relación con ese continente en el marco de los sucesivos Convenios de Lomé y del actual Acuerdo de Cotonú, así como el papel de la UE como principal socio comercial internacional, la Comisión Europea propone que la Unión establezca una asociación con África a fin de fomentar el desarrollo del sector algodonero de manera global, estructural y sostenible. Aunque los cuatro países del África Central y Occidental (Benín, Burkina Faso, Malí y Chad) han desarrollado una gran actividad en la escena internacional para poner de relieve los desafíos a que se enfrenta su sector algodonero, la UE propone colaborar en el marco de esa asociación con todos los países africanos ACP en los que el algodón constituye un elemento esencial de la economía. Como la situación del algodón y las prioridades nacionales pueden diferir en los distintos países, la participación de cada país deberá debatirse y acordarse individualmente con todos ellos.

Para que la iniciativa sobre el algodón tenga éxito y obtenga la incidencia deseada, deberá ser realista y completa y contemplar medidas en los tres niveles, internacional, regional y nacional. Deberá tener en cuenta las lecciones extraídas de la cooperación precedente, complementar las iniciativas existentes y abordar también los nuevos desafíos a que se enfrenta el sector. La iniciativa aspira a proporcionar una respuesta parcial a los problemas que, a nivel microeconómico, inciden negativamente sobre los productores y el sector en su conjunto y, a nivel macroeconómico, afectan a las economías interesadas. Dada la naturaleza de las mejoras necesarias, la asociación propuesta requiere una perspectiva a largo plazo que incluya evaluaciones periódicas destinadas garantizar su constante relevancia en un contexto en mutación.

Para abordar la crisis a que se enfrentan las economías algodoneras africanas de manera realista, global y sostenible, la asociación propuesta abarca dos objetivos principales:

- Obtención de condiciones comerciales más justas en los mercados internacionales del algodón.

- Concesión de apoyo a las regiones y los países africanos productores de algodón.

El segundo elemento va más allá de la petición específica de los países de África Central y Occidental a la OMC, pero la Comisión Europea cree que los dos elementos propuestos son esenciales y constituyen un conjunto integrado que nos permitirá abordar la cuestión de manera global. Por otra parte, el objetivo de modificar las condiciones del mercado internacional a través de negociaciones en el seno de la OMC sólo puede alcanzarse a medio plazo, por lo que, para consolidar y mejorar la situación, es necesario emprender simultáneamente otras actividades orientadas en parte a objetivos a más corto plazo. Además, los países sólo podrán aprovechar la mejora de las condiciones comerciales internacionales si se superan las deficiencias actuales de sus sectores algodoneros.

Esta propuesta constituye una aplicación práctica de los principios y análisis presentados en la Comunicación de la Comisión «Cadenas de productos básicos agrícolas, dependencia y pobreza - Propuesta de plan de acción de la UE», adoptada en paralelo a la presente. En este contexto, la presente propuesta sobre el algodón aspira a centrar los esfuerzos de la Comisión, los Estados miembros, otros importantes actores --como el Banco Mundial, el FMI y otros organismos pertinentes de la ONU-- y, sobre todo, los países interesados, en torno a una serie de planteamientos y actividades dirigidos a abordar los problemas del sector algodonero.

3. Esquema de una asociación en favor de las economías algodoneras africanas

3.1. Obtención de condiciones comerciales internacionales más justas en el mercado del algodón

3.1.1. Actuación en el ámbito de las negociaciones agrícolas de la OMC

La Comisión Europea (CE) apoya una solución específica y efectiva en el contexto de las negociaciones agrícolas en la OMC. Sólo en este marco serán capaces todos los miembros de la OMC de entablar negociaciones en función de sus intereses respectivos y, por lo tanto, de encontrar una solución equilibrada que trate con toda justicia la cuestión del algodón.

La integración de la problemática del algodón en las negociaciones agrícolas no significará, sin embargo, que se pierda de vista su especificidad. Al contrario, la CE considera que las negociaciones sobre el algodón podrían recibir la atención específica que merecen y que los resultados podrían, en su caso, aplicarse con arreglo a calendarios específicos.

La CE no comparte la noción de compensación financiera presentada por Benín, Burkina Faso, Malí y Chad en la OMC, ya que no está prevista en el marco de las normas de la OMC. Sin embargo, la CE propone una amplia serie de iniciativas que incluyen elementos de acceso al mercado, competencia de las exportaciones y apoyo interno.

3.1.2. Acceso al mercado

La mejora del acceso al mercado constituye la espina dorsal de cualquier serie de actividades en materia de comercio. Sin un acceso completo y sin restricciones a los principales mercados, las oportunidades actuales de la producción africana de algodón y sus posibilidades de expansión seguirán siendo reducidas. La Comisión Europea considera que todos los países desarrollados deberían, como compromiso mínimo, seguir el ejemplo ofrecido por la UE con la iniciativa «Todo excepto las armas» y abrir completamente sus mercados a todos los productos, incluidos el algodón y los productos derivados, procedentes de los países menos adelantados. De hecho, la UE es uno de los principales mercados importadores de algodón africano. Sin duda, la futura apertura de otros importantes mercados desarrollados a los países menos adelantados y a otros países proporcionará considerables oportunidades comerciales adicionales a los países productores y exportadores de algodón.

Además, es necesario tener en cuenta que, hoy en día, los mercados que crecen con mayor dinamismo se encuentran en los países en desarrollo más avanzados. De hecho, cada vez es mayor la importancia de las economías de Asia Sudoriental por lo que respecta a la importación de algodón. Por lo tanto, la contribución de esos países tiene también enorme relevancia y deberían, como mínimo, ofrecer un acceso sin restricciones al algodón procedente de los países menos adelantados.

La progresividad arancelaria, es decir, el aumento paulatino de los aranceles en función del grado de transformación, dificulta el desarrollo de cadenas de transformación industrial en los países productores de materias primas. Por lo tanto, la progresividad de los aranceles afecta negativamente a las oportunidades de desarrollar una industria textil basada en el algodón producido a nivel local. Mientras que, en virtud de su régimen comercial preferencial, la UE ha concedido un acceso al mercado libre de restricciones para todos los productos textiles y productos afines procedentes de los países ACP, la progresividad arancelaria persiste todavía en otros mercados importantes. La Comisión Europea apoyará los esfuerzos destinados a abordar el problema en las negociaciones pertinentes sobre el acceso a los mercados no agrícolas. Al mismo tiempo, la liberalización general en el marco de la OMC puede minar las preferencias que benefician a los productores de algodón de países en desarrollo. Cuando este fenómeno suponga un reto para los países africanos, la Comisión Europea apoyará también que sea tenido en cuenta durante las negociaciones.

3.1.3. Competencia de las exportaciones

La concesión de subvenciones a las exportaciones por parte de competidores poderosos puede reducir la competitividad de los productos de los países en desarrollo, como el algodón africano, y minar su éxito en los mercados de exportación. En las negociaciones en la OMC, todos los tipos de subvenciones concedidas a la exportación del algodón se someterán a examen a efectos de reducción, con independencia de que se apliquen al amparo de sistemas explícitos y fácilmente reconocibles o estén integradas implícitamente en el marco de otros mecanismos, por ejemplo créditos a la exportación subvencionados. La Unión Europea no concede ningún tipo de subvenciones a la exportación del algodón, al contrario que otros grandes productores, como los Estados Unidos. La Comisión considera que, por lo que respecta a productos de interés para los países en desarrollo, como el algodón, procede eliminar todas ellas. Trabajará en tal dirección en el marco del Programa de Doha para el Desarrollo con el fin de lograr, en la medida de lo posible, condiciones equitativas para los exportadores de algodón africanos.

3.1.4. Apoyo interno

Por lo que se refiere al apoyo interno concedido al sector, las subvenciones ligadas a la producción pueden tener efectos distorsionadores sobre los mercados, dado que pueden propiciar un aumento de la producción y las exportaciones. Tales efectos redundan en perjuicio de los productores de países más pobres que no reciben el mismo nivel de ayuda. Por lo tanto, una actuación efectiva en favor de los productores de algodón africanos deberá centrarse también en la reducción sustancial de los componentes del apoyo interno al algodón que distorsionan los mercados y los intercambios. La Comisión Europea perseguirá tal objetivo en el marco de las negociaciones agrícolas del Programa de Doha para el Desarrollo.

Como se ha indicado, la UE sólo representa el 2 % de la producción mundial de algodón, por lo que su influencia en la formación de precios mundiales es marginal. No obstante, para reducir cualquier posible repercusión, la Comisión Europea ha propuesto recientemente desvincular de la producción el 60 % de su apoyo interno, es decir, estas ayudas se concederán a los agricultores en forma de pago directo, sin relación con los niveles de producción. La Comisión Europea insta al Consejo y Parlamento a que presten pleno apoyo a las medidas propuestas con objeto de garantizar su rápida aprobación y adecuada aplicación. En el marco del Programa de Doha para el Desarrollo, la Comisión Europea velará por garantizar que los principales países productores de algodón que aplican actualmente ayudas con efectos distorsionadores sobre la producción emprendan reformas similares a las aprobadas por la UE.

Además, la Comisión Europea establecerá un mecanismo que le permitirá supervisar la incidencia de sus regímenes de subvención y de sus medidas de reforma en la producción y el comercio de algodón. Invita a seguir esta idea a los principales actores de los mercados del algodón que conceden apoyo interno. Ello contribuirá a aumentar la transparencia de cualesquiera efectos sobre los mercados y los intercambios internacionales y ayudará a evaluar la necesidad de medidas de reforma adicionales.

3.1.5. Asistencia técnica relacionada con el comercio: ayudar a los productores de algodón de países en desarrollo a defender sus intereses

Por último, es obvio que es importante ayudar a los países africanos a determinar, presentar y defender sus intereses en el sector del algodón en el contexto comercial multilateral. Por lo tanto, la CE se propone asignar recursos apropiados a estas cuestiones. Actualmente se dispone de fondos para asistencia técnica relacionada con el comercio y para desarrollo de capacidades al amparo del mecanismo de apoyo OMC (10 millones de euros) y del mecanismo de apoyo AAE (20 millones de euros). Además, se acaba de aprobar un nuevo mecanismo de asistencia relacionada con el comercio dotado con 50 millones de euros que puede también utilizarse a tal efecto. Por otra parte, los Estados miembros de la UE han emprendido diversas actividades que han contribuido y seguirán contribuyendo a reforzar las capacidades relacionadas con el comercio de los países africanos productores de algodón.

3.2. Apoyo a las regiones y los países africanos productores de algodón

Como se esbozaba en la Comunicación de la Comisión en materia de «Cadenas de productos básicos agrícolas, dependencia y pobreza», los objetivos generales que se persiguen con un plan de apoyo a los países en desarrollo dependientes de los productos básicos serían incrementar la renta obtenida por los productores y reducir la vulnerabilidad de la misma, tanto en lo que atañe a los productores como a nivel macroeconómico. Las líneas de actuación principales a tal efecto hacen hincapié en el desarrollo de estrategias nacionales e internacionales sobre los productos básicos, la superación de la disminución a largo plazo de los precios, la gestión de los riesgos vinculados a esos productos y el acceso a la financiación, la diversificación en torno a los productos básicos tradicionales, la integración acertada en el sistema comercial internacional y el aumento de las prácticas empresariales sostenibles y de las inversiones en los países en desarrollo dependientes de los productos básicos.

3.2.1. Consolidación de la competitividad de las economías del algodón africanas

3.2.1.1. Principales elementos para apoyar a las regiones productoras de algodón

La mejora de las economías algodoneras de los países africanos forma parte de la problemática más amplia del desarrollo y, como tal, debería integrarse firmemente en los planes de desarrollo nacionales y regionales (vinculada en particular a la lucha contra la pobreza y a la Estrategia correspondiente). En este marco, la asunción de las medidas por parte del país es un aspecto esencial de cualquier programa de consolidación del sector algodonero.

A continuación se presentan los principales objetivos de un programa de ese tipo. Los elementos mencionados son válidos en mayor y menor medida para los diversos países y regiones, en función de sus condiciones específicas. La relación no es necesariamente exhaustiva y debería adaptarse a escala nacional. En particular, por lo que respecta al calendario de intervención, las prioridades pueden variar según el avance de las reformas sectoriales que están impulsando la mayor parte de los países.

- En cuanto a las regiones y los países productores de algodón: actualizar e incentivar activamente la aplicación de planes globales para el desarrollo sostenible de las áreas algodoneras. Ello exige considerar el marco más general del desarrollo regional y local, teniendo en cuenta debidamente las cuestiones ambientales, sociales y sanitarias. Entre los elementos esenciales de ese marco figuran una infraestructura apropiada, capacidades administrativa y de gestión descentralizadas y, sobre todo, la mejora de la gobernanza en todos niveles.

Además, como en ocasiones la dependencia excesiva de un único producto básico hace vulnerables a las economías rurales en que se inserta el sector algodonero, cualquier planteamiento global para el desarrollo de tales regiones deberá prever el apoyo a la diversificación en torno al sector algodonero a medio y largo plazo. Las opciones de diversificación útiles para reducir la pobreza se podrían investigar tanto en los cultivos básicos como en los sectores de cultivos comerciales más tradicionales o de reciente aparición, que complementarían la producción de algodón. En particular, el apoyo a la diversificación puede comprender los ámbitos del apoyo al sector privado, la innovación tecnológica y la elaboración de estrategias a nivel gubernamental.

- En cuanto a la política y el entorno institucional específicos del algodón (a escala de las regiones del país, nacional y regional): consolidar el desarrollo de las políticas e instituciones relacionadas con el algodón, que hagan posible reformas sectoriales destinadas a asegurar los intereses de los agricultores y a estimular el desarrollo del sector privado, garantizando al mismo tiempo la complementariedad de la participación del sector público. Las políticas (entre ellas las políticas de precios) deberán basarse en un conocimiento profundo del sector y de sus especificidades nacionales. Por lo general se reconoce que la eliminación de los estrangulamientos institucionales restantes en el sector algodonero de varios países podría propiciar grandes aumentos de eficiencia. Ello hace referencia a las instituciones en todos los niveles de la cadena (organizaciones de productores poderosas, un sector industrial eficiente, intervenciones específicas del sector público) así como, a nivel general, a las instituciones del mercado de trabajo. Se necesitan disposiciones institucionales funcionales que garanticen la provisión de servicios esenciales al sector (financiación, asesoramiento, recursos, comercialización, etc.). Los organismos interprofesionales, con una representación equilibrada de todos los eslabones de la cadena, tienen un papel importante que desempeñar en el desarrollo del sector, por lo que su funcionamiento ha de mejorarse.

- En cuanto a la cadena del algodón: fomentar las inversiones en las actividades de integración de la cadena. Ello incluye el desarrollo de la diversificación vertical y la transformación industrial, para aumentar el valor añadido de los productos de algodón de la región africana, garantizando un reparto adecuado de beneficios entre los distintos eslabones. Las oportunidades relativas a la transformación industrial deberían explorarse y desarrollarse en una perspectiva regional, sobre la base de las ventajas comparativas de los diversos países. Los avances potenciales deberían tener en cuenta también las tendencias del entorno comercial internacional de los productos textiles y centrarse en mercados regionales y de exportación específicos. Los mercados específicos (como el de comercio justo y algodón ecológico), que abren oportunidades para el valor añadido en el mercado del algodón, han de abordarse teniendo en cuenta el conjunto de la cadena.

- En cuanto a los productores de algodón: favorecer la adaptación y la innovación tecnológicas en el sector algodonero africano, incluidas las pequeñas explotaciones. Mantener la competitividad exigirá, en consonancia con los principales productores internacionales, reducir los costes de producción, limitar el impacto ambiental y aumentar la calidad de la producción y la mano de obra. Desarrollar productos específicos, por ejemplo algodón ecológico y productos de comercio justo, exige también competencias técnicas y de gestión específicas. La investigación debe desempeñar un papel importante a este respecto, al igual que la evolución del marco normativo, la formación y la prestación eficiente de servicios y recursos a los productores.

- En cuanto al mercado internacional del algodón: promover la consolidación de las cuotas del mercado internacional del algodón africano, especialmente a través del reconocimiento de la calidad. Ello exige, en particular, distinguir las calidades de la fibra, apoyar el establecimiento de un sistema universal de clasificación del algodón, con la participación del sector algodonero africano, y asegurar la capacidad de aplicación de tal sistema en África.

3.2.1.2. Valorización de los acuerdos de asociación económica para el desarrollo de las economías algodoneras

La UE participa actualmente en un proceso de negociación con las regiones ACP dirigido a establecer acuerdos de asociación económica (AAE). Las negociaciones aspiran a poner el comercio al servicio del desarrollo y, por lo tanto, proporcionan una oportunidad excelente para contribuir también al desarrollo del sector algodonero. Los acuerdos de asociación económica combinan cuestiones de acceso al mercado con disposiciones relativas a todos los ámbitos pertinentes en materia de comercio, la integración regional y las actividades complementarias de cooperación para el desarrollo. Como el algodón y los productos textiles de ACP gozan ya de un acceso completo al mercado de la UE, el proceso AAE no puede añadir oportunidades adicionales a este respecto, aunque puede ofrecer un mayor acceso al mercado a otros productos, lo que redundaría en beneficio de la diversificación. Además, por lo que se refiere a los ámbitos relacionados con el comercio y la integración regional, el proceso AAE puede utilizarse para contribuir a aumentar la competitividad y las perspectivas del sector algodonero.

Así pues, se prestará atención a determinar y acordar soluciones adecuadas en el ámbito de la simplificación de los intercambios y las cláusulas de inversión. Por ejemplo, los países productores de algodón sin acceso al mar podrán sacar partido de las soluciones regionales en materia de tránsito en el marco de acuerdos de simplificación de los intercambios, mientras que la mayor previsibilidad y credibilidad de la protección de la inversión, junto con la armonización de los mercados regionales, ayudarán a captar inversión directa, extranjera o local. Está previsto utilizar el mecanismo de los grupos de trabajo regionales preparatorios para vincular y apoyar el establecimiento y la utilización efectivos de estas disposiciones a través de actividades relacionadas de cooperación al desarrollo.

3.2.2. Elaboración de un marco para atenuar los efectos de la volatilidad de los precios

Se reconoce que la volatilidad de los precios es una de las principales causas de las dificultades que experimentan los productores de algodón y las economías dependientes de ese producto. Así pues, la asociación propuesta en favor del desarrollo del sector algodonero debería proporcionar un marco innovador para abordar las consecuencias de este problema, en especial mediante:

- La concesión de apoyo a mecanismos de acceso basados en el mercado que permitan gestionar el riesgo para los ingresos de los productores de algodón, en particular a través de los desmotadores. Un primer tipo de apoyo contempla aspectos de desarrollo de capacidades y asistencia técnica, y debería tener en cuenta la experiencia adquirida en el marco de la iniciativa del Banco Mundial sobre la gestión de los riesgos relativos a los precios de los productos básicos, que aspira a poner en contacto con los proveedores internacionales a los compradores potenciales de instrumentos de gestión del riesgo, centrándose en productos básicos estrechamente vinculados con la reducción de la pobreza. También podría explorarse un segundo tipo de apoyo, la posible creación de un fondo regional de seguros que dé respaldo a los instrumentos basados en el mercado.

- La movilización de las instituciones financieras internacionales (FMI, Banco Mundial, etc.) para que integren las reservar previstas a efectos de choques relacionados con los productos básicos en los mecanismos actuales (por ejemplo, el Servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza, el Crédito para la estrategia de lucha contra la pobreza y el Servicio de financiación compensatoria). Tales instituciones deberían considerar la posibilidad incluida en la Iniciativa para los países pobres muy endeudados, que prevé alivio adicional de la deuda en caso de que se registren choques externos que provoquen una disminución de los ingresos de las exportaciones.

- La revisión del instrumento FLEX, para facilitar el acceso de los países ACP a ese instrumento, que proporciona apoyo a los presupuestos nacionales en caso de un descenso significativo de los ingresos gubernamentales debido a una disminución de los ingresos de las exportaciones. La Comisión se propone presentar al Consejo de Ministros CE-ACP de mayo de 2004 las modificaciones oportunas del anexo II del Acuerdo de Cotonú, de modo que sea posible aplicar las nuevas condiciones a los casos correspondientes a 2003.

4. Consideraciones relativas a la aplicación y fuentes de financiación

El proceso de definición del alcance y las medidas de la asociación exigirá la contribución de los Estados miembros y, sobre todo, de los propios países africanos productores de algodón interesados. La CE prestará especial atención a coordinar estrechamente sus actividades con los Estados miembros y otros actores, como el Banco Mundial y el FMI, con objeto de lograr sinergias y efectos complementarios. Para ello se llevarán a cabo las labores oportunas de consulta y coordinación. Entre otras cosas, la Comisión Europea tiene previsto organizar, el primer semestre de 2004, un seminario sobre las cuestiones pertinentes en el que participarán todas las partes y los Estados miembros interesados.

Como paso concreto hacia la aplicación del programa mencionado, en particular por lo que se refiere a sus elementos de cooperación para el desarrollo, la Comisión Europea propone establecer, para las regiones concernidas, grupos de trabajo sobre el algodón formados por representantes de los gobiernos, la Comisión y las demás partes interesadas, con objeto de analizar, fomentar y coordinar las actividades teniendo en cuenta los procesos y las intervenciones existentes. Los grupos de trabajo podrían reunirse como subgrupos de los grupos de trabajo regionales preparatorios que se están estableciendo actualmente en las distintas regiones ACP para garantizar la coordinación entre el proceso AAE y la cooperación al desarrollo.

Dado que la presente iniciativa adopta la forma de una asociación entre la UE y las regiones y los países africanos interesados, la noción de esfuerzos conjuntos en favor del sector algodonero constituye el núcleo del programa, lo que significa que los países interesados demuestran concretamente su compromiso respecto al desarrollo de su sector algodonero, en particular en el marco de las políticas nacionales, dotaciones presupuestarias y ejercicios de programación de la ayuda.

Por lo que se refiere a la financiación de las actividades en favor del algodón africano, la asociación se apoya en los importantes instrumentos y mecanismos ya establecidos. En colaboración con los países interesados, estos instrumentos pueden reorientarse y emplearse para apoyar a las regiones productoras de algodón. Para financiar la asistencia relacionada con el comercio que precisa el sector algodonero (consulta, definición de posiciones, asesoramiento, negociaciones, etc.) se dispone, como se ha indicado anteriormente, del mecanismo de apoyo financiero OMC (10 millones de euros), del mecanismo AEE (20 millones de euros) y de los 50 millones de euros del futuro mecanismo de asistencia relacionada con el comercio (Trade.Com).

En lo tocante a un apoyo más amplio al desarrollo del algodón, se pueden utilizar los recursos existentes de los programas indicativos regionales y nacionales en el marco del Fondo Europeo de Desarrollo (FED). En 2004 tendrá lugar la revisión intermedia de las asignaciones programadas y de las distintas estrategias para los países ACP, labor que permitirá a los países interesados, en asociación con la Comisión Europea, repasar las prioridades de financiación actuales (en el marco de la denominada «dotación A») y, si procede, dar mayor prioridad a temas relacionados con el algodón, como la agricultura y el desarrollo rural, teniendo en cuenta que se aumentará la dotación global para los países con mejores resultados. Si estos recursos no fuesen suficientes, otra posibilidad, aplicable en circunstancias pendientes aún de debate y acuerdo, podría ser recurrir a la dotación adicional asignada a cada país para necesidades imprevistas («dotación B»), más allá de la utilización de FLEX.

A nivel regional, los programas indicativos regionales prevén dotaciones para la integración regional y el comercio, considerados sectores prioritarios, las cuales pueden utilizarse en favor del sector algodonero. Ello podría hacerse, en particular, en estrecha coordinación con las medidas nacionales, por supuesto, y con las actividades afines realizadas en el marco de los AAE. La Comisión propondrá garantizar fondos adicionales para el algodón al amparo del denominado mecanismo de «cooperación intra-ACP».

Por lo que se refiere a la cuestión de la volatilidad de los precios, la revisión prevista de las condiciones de aplicación del mecanismo FLEX propiciará la obtención de apoyo presupuestario adicional para ayudar a los países a paliar la repercusión en el presupuesto nacional de la caída de los ingresos de las exportaciones.

También cabe contar con las contribuciones de los Estados miembros y de otros donantes, que se incluirán en el ejercicio de coordinación.

Anexo: Datos y cifras sobre el comercio mundial de algodón

>SITIO PARA UN CUADRO>

Fuente: Información en línea del Servicio Agrícola Exterior (Foreign Agricultural Service, FAS)

Importancia del algodón para África Central y Occidental

* En 2001-2002, África Central y Occidental produjo 1,1 millones de toneladas de algodón, el 5,1 % de la producción mundial, y exportó 801 000 toneladas, el 12,7 % del comercio mundial de ese producto.

* Durante el período 1998-99, el algodón representó el 30 % de las exportaciones totales de Malí, el 40 % de las de Benín, el 33 % de las de Chad y el 44 % de las de Burkina Faso.

Mercado de la UE

* En 2001-2002, la producción de la UE representó el 2,6 % de la producción mundial y las exportaciones comunitarias fueron el 4,7 % de las exportaciones mundiales de algodón.

* La UE es un importador neto de algodón y el mayor importador mundial de ese producto. En 2002, aproximadamente un tercio de sus importaciones procedieron de África Central y Occidental.

* Entre el 20 % y el 80 % de las exportaciones de algodón de Malí, Benín, Burkina Faso y Chad se destinan a la UE.

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