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Orientaciones generales de las políticas económicas (2001)

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Orientaciones generales de las políticas económicas (2001)

1) OBJETIVO

Mejorar las condiciones para el crecimiento económico y la creación de empleo mediante una política económica basada, por una parte, en políticas macroeconómicas orientadas al crecimiento y la estabilidad y, por otra, en reformas estructurales encaminadas a un crecimiento sostenible, generador de empleo y no inflacionista (desarrollo sostenible).

2) ACTO

Recomendación del Consejo, de 15 de junio de 2001, relativa a las orientaciones generales de las políticas económicas de los Estados miembros y la Comunidad [Diario Oficial L 179 de 2.7.2001].

3) SÍNTESIS

Marco general. Las Orientaciones generales de las políticas económicas (OGPE) de 2001 confirman las estrategias económicas de las OGPE anteriores y las prolongan a la luz de las conclusiones del Consejo Europeo de Estocolmo de marzo de 2001. El pleno empleo sigue siendo un objetivo central para la Unión Europea (UE), con el fin de afrontar, entre otras cosas, el reto que plantea el envejecimiento de la población. Además, el Consejo Europeo ha manifestado su deseo de integrar la promoción del desarrollo sostenible en las OGPE.

Una estrecha cooperación entre todos los actores de la política económica y un diálogo entre el Consejo, el Eurogrupo y el Banco Central Europeo (BCE), asociando al mismo tiempo a la Comisión, son elementos esenciales para un desarrollo armonioso de la economía, en particular, para los Estados miembros de la zona del euro.

Prioridades y principales acciones por realizar

Evolución económica reciente y perspectivas. Desde la adopción de las últimas OGPE, es evidente que el marco económico mundial es menos favorable. Aunque se prevé que esta ralentización sea relativamente corta, resultan importantes los riesgos que comporta un crecimiento menos favorable. A esta ralentización contribuyen tres efectos: En primer lugar, los precios del petróleo sufrieron una subida en otoño de 2000 y podrían mantenerse a un nivel relativamente elevado. En segundo lugar, el crecimiento económico de los Estados Unidos y el Japón ha sufrido una fuerte disminución. Esta evolución también afecta al crecimiento económico de cierto número de economías emergentes. En tercer lugar, hay que tener en cuenta la inestabilidad de los mercados de valores mundiales, en los que se ha producido un fuerte ajuste, especialmente en lo que se refiere a los valores tecnológicos. Esto refleja unas expectativas de beneficio a largo plazo menores para los inversores.

En cualquier caso, el segundo año de la Unión Económica y Monetaria (UEM) ha sido un éxito. En 2000, la zona del euro registró la mayor tasa de crecimiento económico y la menor tasa de desempleo desde hacía diez años. A continuación, la subida de los precios del petróleo y la ralentización de la demanda mundial provocaron una disminución del crecimiento económico. No obstante, se prevé que en 2001 y 2002 la zona del euro registre un crecimiento relativamente fuerte (de aproximadamente el 2,75 %). La buena marcha de los principales indicadores macroeconómicos, junto con unos aumentos salariales moderados han propiciado una espiral positiva de crecimiento que se ha alimentado con la demanda interna. Además, la gran dimensión del mercado interior, junto con una moneda única, disminuye la vulnerabilidad de la zona del euro y garantiza una base estable para el crecimiento.

Los Estados miembros que no pertenecen a la zona del euro -Dinamarca, el Reino Unido y Suecia- sufren también los efectos de la ralentización económica mundial. Sin embargo, sus notables progresos en materia de reforma estructural, así como una fuerte demanda interna, deberían permitirles hacer frente al deterioro del entorno exterior.

Retos a corto plazo. El objetivo consiste en preservar el crecimiento y la creación de empleo. En una coyuntura económica mundial cada vez menos favorable, la UE y la zona del euro deben contar cada vez más únicamente con sus propios medios. Para reforzar la dinámica de crecimiento interno, es necesario contar con unas políticas macroeconómicas orientadas al crecimiento y la estabilidad y con reformas estructurales. De esta forma, podrá restaurarse la confianza de las empresas y de los consumidores.

Las políticas presupuestarias deberían evitar cualquier exceso de demanda favoreciendo de este modo la estabilidad de precios y facilitando el establecimiento de condiciones monetarias propicias al crecimiento y a la creación de empleo. El logro de situaciones presupuestarias próximas al equilibrio o incluso con superávit debe seguir siendo un objetivo principal de la política presupuestaria.

Debe mantenerse la moderación salarial, principalmente en los Estados miembros con cierta tensión en su mercado de trabajo. La UEM impone nuevas responsabilidades a los gobiernos y a los interlocutores sociales, que deben contribuir a una aplicación equilibrada de las políticas macroeconómicas, en el ámbito de los Estados miembros y de la zona del euro. Por otra parte, una combinación apropiada de las reformas estructurales podrá aumentar la capacidad de resistencia de la economía frente a las crisis.

Retos a medio plazo. El objetivo principal consiste en consolidar las bases del crecimiento futuro y del empleo. Aunque durante los últimos años los aumentos de productividad han contribuido a acelerar el crecimiento del potencial de producción, se estima que esta aceleración no permitirá todavía alcanzar tasas de crecimiento anual del 3 % durante un periodo prolongado. Por ello, la UE debe mejorar el funcionamiento de sus mercados, corrigiendo las deficiencias o las imperfecciones que persisten aún, lo que permitirá una mejor utilización de los recursos productivos. En particular, los recursos humanos están actualmente infrautilizados en la UE; el desempleo se mantiene por encima del nivel aceptable y la tasa de empleo es relativamente baja, especialmente para los trabajadores de más edad y las mujeres.

Así pues, habría que revisar las normativas del mercado de trabajo y las instituciones afectadas con el fin de disminuir los obstáculos en la demanda y en la oferta de mano de obra. El marco reglamentario deberá suponer un estímulo para entrar o mantenerse en el mercado de trabajo y para ello, deberán reformarse los sistemas tributario y de prestaciones. Este aumento de la oferta de trabajo debe estar acompañado de una mejora de las condiciones para la inversión. Con este fin, la UE confiere prioridad a la realización del mercado interior, particularmente en lo que se refiere a los servicios, el sector financiero y las industrias de redes. Además, resulta necesario fomentar el espíritu de empresa y de innovación, que forman parte de la estrategia de Lisboa, con vistas a aumentar el potencial de crecimiento de la economía europea. En este sentido, se insta a los Estados miembros a promover la inversión privada en la actividad de investigación y desarrollo (I +D).

A escala mundial, el aumento de la competencia encuentra su complemento lógico en la aplicación de una política comercial común favorable a la apertura de los mercados y a un nuevo ciclo de negociaciones multilaterales en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Retos a largo plazo. A largo plazo, el envejecimiento de la población plantea el mayor desafío a la UE. En 2050, la población de la UE en edad de trabajar habrá disminuido en 40 millones de personas, mientras que se habrá duplicado la proporción de personas de edad dependientes. Las consecuencias de la evolución demográfica para la hacienda pública ya se hacen patentes en algunos Estados miembros. Los gastos públicos en el régimen de jubilación y en el sistema sanitario han aumentado sensiblemente, lo que tendrá considerables repercusiones en la viabilidad de las haciendas públicas.

El envejecimiento de la población afectará a la oferta potencial de trabajo y al nivel de ahorro global y, por ello, al crecimiento económico. Se necesitan estrategias ambiciosas para hacer frente a los desafíos económicos y presupuestarios: han de reformarse los sistemas de jubilación, por ejemplo, mediante un aumento de la edad efectiva de jubilación. Deberán establecerse fondos de reserva para los sistemas públicos de jubilación, así como sistemas de jubilación complementarios privados.

Recomendaciones generales

Definición de políticas macroeconómicas:

  • Llegar a posiciones presupuestarias próximas al equilibrio o con superávit a fin de lograr un margen suficiente para hacer frente a los efectos de situaciones coyunturales desfavorables.
  • Evitar las políticas presupuestarias procíclicas.
  • En algunos Estados miembros, evitar presiones inflacionistas y un recalentamiento de la economía mediante un endurecimiento de la política presupuestaria, una moderación de los salarios y reformas estructurales.
  • Velar porque el aumento de salarios sea compatible con la estabilidad de precios, siga de cerca el aumento de la productividad y tenga en cuenta las diferencias de productividad entre profesiones, cualificaciones y regiones.

Calidad y viabilidad de la hacienda pública:

  • Hacer los sistemas tributario y de prestaciones más favorables al empleo mediante la reducción de la presión fiscal global, especialmente sobre los salarios bajos.
  • Reorientar el gasto público a la acumulación de capital físico y humano, así como a la actividad de investigación y desarrollo.
  • Mejorar la eficacia del gasto público mediante reformas y sociales y estructurales, especialmente en lo que se refiere al control de los gastos.
  • Mejorar la viabilidad de las finanzas públicas a largo plazo mediante una estrategia encaminada al aumento de la tasa de empleo, una reducción rápida de la deuda pública y reformas del régimen de jubilación y del sistema sanitario.
  • Proseguir la coordinación fiscal para evitar la competencia fiscal perniciosa.
  • Mantener una disciplina presupuestaria estricta en la Comunidad.

Mercado de trabajo:

  • Aplicar las directrices para el empleo y las recomendaciones dirigidas a los Estados miembros por el Consejo.
  • Promover una mayor participación en el mercado laboral de las mujeres y los trabajadores de más edad.
  • Hacer el ejercicio de un empleo más interesante desde el punto de vista financiero mediante una reforma de los sistemas tributario y de prestaciones y reducir la presión fiscal sobre el factor trabajo.
  • Suprimir los obstáculos a la movilidad de la mano de obra dentro de los Estados miembros y entre éstos, particularmente mediante el reconocimiento mutuo de las calificaciones y una mejora de la transferibilidad de los derechos de pensión.
  • Facilitar la movilidad profesional mediante la educación, la formación y el aprendizaje permanente.
  • Aumentar la eficacia de las políticas activas del mercado de trabajo y destinar estas políticas a los grupos más amenazados por el desempleo de larga duración.
  • Fomentar una organización del trabajo más flexible, especialmente en cuanto al tiempo de trabajo y al marco reglamentario, contractual y legal.
  • Reducir las diferencias de salarios entre hombres y mujeres derivadas de una discriminación de hecho.

Mercados de productos (bienes y servicios):

  • Completar el mercado interior aumentando la tasa de incorporación de las directivas, eliminando los obstáculos técnicos a los intercambios comerciales y las barreras reglamentarias en el mercado de los servicios y mejorando la apertura de la contratación pública.
  • Reforzar la competencia acelerando la liberalización de las industrias de redes (energía, ferrocarril, transporte aéreo, servicios postales), garantizando la independencia efectiva y la eficacia de las autoridades de competencia y reduciendo la proporción global de las ayudas estatales en el producto interior bruto (PIB).

Eficacia e integración de los mercados financieros de la UE:

  • Aplicar el enfoque aprobado para la legislación relativa a los mercados de valores mobiliarios.
  • Aplicar el Plan de acción sobre los servicios financieros de aquí a 2005, en particular, para crear un mercado integrado de valores mobiliarios de aquí a finales de 2003.
  • Establecer un mercado de capital-riesgo mediante la aplicación del Plan de acción sobre capital-riesgo de aquí a 2003.
  • En el marco del control cautelar, mejorar los dispositivos de supervisión intersectoriales y transfronterizos debido al número creciente de tales interconexiones.

Espíritu de empresa:

  • Crear un entorno favorable para las empresas reduciendo los obstáculos de carácter administrativo que se les imponen, mejorando la eficacia de los servicios públicos y simplificando y garantizando una aplicación más uniforme de los sistemas de IVA.
  • Mejorar el acceso a los distintos métodos de financiación, en particular, en la primera fase del desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (PYME).

Economía del conocimiento:

  • Promover la actividad de investigación y desarrollo y la innovación, en particular, reforzando los derechos de propiedad intelectual y llegando a un acuerdo sobre las disposiciones de concesión de la patente comunitaria, mejorando los vínculos entre universidades y empresas, reforzando la colaboración en Europa mediante redes de centros de prestigio y garantizando una financiación suficiente.
  • Facilitar el acceso a las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y fomentar su utilización, garantizando la disociación del bucle local para reducir el coste de utilización de Internet, generalizando la utilización de Internet en las escuelas y en la Administración y reforzando el marco reglamentario del comercio electrónico.
  • Reforzar los esfuerzos en materia de educación y formación aumentando el número de expertos y los conocimientos básicos de los ciudadanos sobre las TIC y aumentar la capacidad de los sistemas educativos para responder a la evolución de las necesidades.

Desarrollo sostenible:

  • Aplicar la estrategia europea de desarrollo sostenible adoptada por el Consejo Europeo de Gotemburgo.
  • Introducir y reforzar las políticas basadas en el mercado, tales como las relativas a la fiscalidad, los derechos de uso y los impuestos sobre la contaminación.
  • Reducir las subvenciones sectoriales y las exenciones fiscales.
  • Utilizar más instrumentos económicos para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero con el fin de cumplir los compromisos del Protocolo de Kioto.
  • Acordar un marco apropiado para la fiscalidad sobre la energía a escala europea y crear un mercado único de la energía.

Orientaciones de las políticas económicas por país

Bélgica: Tras un crecimiento económico del 4 % en 2000, las previsiones de crecimiento del PIB real son de un 3 % en 2001 y 2002. En 2000, Bélgica logró alcanzar el equilibrio presupuestario y para 2001, las previsiones del Gobierno estimaban un superávit del 0, 2 %, y para 2002, del 0,3 %. El Gobierno belga debe velar por la realización del superávit previsto en su programa de estabilidad y porque el aumento de los gastos se mantenga dentro del límite previsto. En 2002 y en años posteriores, los márgenes presupuestarios deberán emplearse para reducir la deuda.

Es necesario reformar el régimen de jubilación con vistas a prepararse para el envejecimiento de la población . En el mercado de trabajo, deberá proseguirse la reforma de los sistemas tributario y de prestaciones. Además, deberá aumentarse la flexibilidad del mercado de trabajo y la movilidad de la mano de obra.

Debe intensificarse la competencia en los sectores de transporte, gas y electricidad. Se anima a Bélgica a aumentar la transparencia de las relaciones entre los sectores público y privado, especialmente en el ámbito local, y a aligerar la carga administrativa de las empresas. Asimismo, deberá desarrollarse el mercado del capital-riesgo.

Dinamarca: Previsiones de una reducción del crecimiento económico en 2001, con una tasa ligeramente superior al 2 %. Según las estimaciones del Gobierno, el superávit presupuestario danés alcanzó el 2,8 % del PIB en 2001 y el 2,6 % en 2002. Dinamarca debía limitar estrictamente el aumento del consumo público en 2001 y a medio plazo, y mantener superávit públicos elevados.

Para que el danés siga siendo uno de los mercados de trabajo con mejores resultados de la UE, el Gobierno deberá reducir aún más la presión fiscal global sobre el factor trabajo, particularmente sobre los salarios medios y bajos, y proseguir la reforma de los sistemas de transferencia. El Gobierno deberá reforzar la aplicación de las normas de competencia y mejorar la competencia en materia de contratación pública, así como desarrollar el mercado del capital-riesgo adaptando más el marco fiscal para favorecer la inversión.

16. Alemania: Previsiones de crecimiento de la economía alemana del 2,25 % para 2001 y del 2,5 % para 2002. Si no se consideran los ingresos procedentes de la concesión de licencias UMTS, el déficit público se redujo hasta el 1,0 % del PIB en 2000. Según el programa de estabilidad y en razón de la reforma fiscal, el déficit había deá aumentar un 0,5 % en 2001 para llegar progresivamente a un déficit nulo en 2004. El Gobierno deberá velar por el logro de los niveles previstos de déficit. Los ingresos superiores a los previstos deberían emplearse para reducir el déficit. Es importante reforzar la coordinación entre los distintos niveles de la Administración para llegar a un pacto de estabilidad nacional. Se invita al Gobierno alemán a proseguir las reformas del sistema de jubilación y del sistema sanitario.

Los programas activos del mercado de trabajo deberán hacerse más eficaces y centrarse en el desempleo de larga duración. Una reforma del sistema tributario deberá aumentar el atractivo financiero del trabajo. Además, se aconseja una reducción de los costes no salariales de la mano de obra. Podrá reforzarse la competencia en los mercados de productos y en materia de contratación pública. Deberá reformarse la enseñanza superior a fin de hacer frente a la escasez de personal cualificado en el ámbito de las TIC. Se invita al Gobierno alemán a desarrollar el mercado del capital-riesgo.

Grecia: Según las previsiones, la actividad económica en Grecia seguirá acelerando en 2001, para alcanzar un crecimiento del 4,8 % del PIB en 2002. Según el programa de estabilidad, el presupuesto griego deberá registrar un superávit del 0,5 % en 2001, y el 1,5 % en 2002. Al aplicar su política presupuestaria para 2001-2002, el Gobierno deberá velar por la estabilidad de precios y proseguir la reforma del sector público con el fin de reducir su dimensión a medio plazo y acelerar la reforma de la Seguridad Social para garantizar la viabilidad del sistema.

Grecia deberá proseguir sus reformas en el mercado de trabajo, flexibilizando especialmente la rígida legislación en materia de protección del empleo, y aumentar los incentivos para trabajar en el sector declarado de la economía. Los salarios deberán tener más en cuenta la productividad y las condiciones locales del mercado de trabajo. Por otro lado, se aconseja una mayor inversión en educación y formación.

Se invita al Gobierno a aligerar la carga administrativa que pesan sobre las empresas y a incentivar la inversión en el sector de investigación y desarrollo y difusión de las TIC. Además, habrá que acelerar la liberalización de los sectores del gas y los transportes marítimos. Deberán desarrollarse los mercados de capital-riesgo, particularmente, flexibilizando las restricciones para los inversores institucionales.

España: Se prevé una disminución del crecimiento de la economía española en 2001 respecto del registrado en los años anteriores y una ligera recuperación del crecimiento en 2002. Según el programa de estabilidad, se espera un equilibrio presupuestario en 2001 y un superávit del 0,3 % de aquí a 2004. El Gobierno español deberá limitar los gastos corrientes para garantizar el equilibrio presupuestario en 2001 y controlar las presiones inflacionistas. La reforma fiscal prevista para 2002 no deberá poner en peligro el logro de los objetivos presupuestarios. Habrá que aumentar los recursos de los fondos de reserva para las pensiones de jubilación.

En cuanto al mercado de trabajo, se invita a España a reformar el proceso de formación de salarios para tener mejor en cuenta las diferencias de productividad, a invertir especialmente en educación y formación, a orientar mejor las políticas activas de empleo a las necesidades del mercado de trabajo y a tomar medidas para garantizar un equilibrio entre flexibilidad y seguridad. Por otra parte, se aconseja un aumento de los conocimientos básicos de la población en materia de TIC y mejorar la oferta de personal altamente cualificado. Deberá simplificarse el marco reglamentario para las PYME. Además se invita al Gobierno a desarrollar el mercado de capital-riesgo, particularmente, disminuyendo las restricciones para los inversores institucionales.

Francia: Para 2001 y 2002 se espera un crecimiento económico ligeramente inferior al 3 %. En 2000, el déficit público alcanzó un nivel inferior al objetivo. Según el programa de estabilidad, se proseguirá la disminución del déficit, para llegar a un superávit en 2004. A fin de alcanzar este objetivo, el Gobierno deberá controlar los gastos públicos en 2001 y en años posteriores y utilizar el margen que pueda aparecer para sanear la situación presupuestaria con vistas a desafíos a más largo plazo. De esta forma, se invita al Gobierno a avanzar en la reforma del régimen de pensiones de jubilación.

En cuanto al mercado de trabajo, Francia deberá consolidar las recientes reformas de los sistemas tributario y de prestaciones y prestar particular atención a la jubilación anticipada y a los sistemas de ingresos garantizados. Se aconseja seguir de cerca los efectos de la aplicación de la semana de 35 horas, así como proceder a ajustes en la normativa sobre protección del empleo. Habrá que liberalizar las industrias de redes, especialmente las de gas y de electricidad. Se invita a Francia a reducir las ayudas estatales específicas, a aligerar la carga administrativa que pesa sobre las empresas y a desarrollar el mercado de capital-riesgo, especialmente, disminuyendo las restricciones para los inversores institucionales.

Irlanda: Para 2001 y 2002 se prevé una ligera reducción del fuerte crecimiento de la economía irlandesa. El programa de estabilidad prevé superávit presupuestarios de aproximadamente el 4,2 % del PIB para el periodo 2001-2003. La hacienda pública está saneada. Sin embargo, en febrero, el Consejo dirigió una recomendación a Irlanda motivada por su presupuesto expansionista de 2001. Así pues, se invita al Gobierno a recurrir a medidas compensatorias para alinear mejor las previsiones presupuestarias de 2001 con las OGPE de 2000 y a elaborar para 2002 un presupuesto que contribuya a reducir el ritmo de crecimiento de la demanda así como a controlar mejor los gastos. Habrá que aumentar las inversiones en infraestructura, en recursos humanos y en investigación y desarrollo al mismo tiempo que se respeta la estabilidad del presupuesto.

El Gobierno irlandés deberá velar por que la evolución de los salarios siga siendo compatible con la estabilidad de precios y aumente la tasa de participación de las mujeres en el mercado de trabajo. Se necesitan medidas para reforzar la competencia en mercados específicos, especialmente los de transporte, electricidad y gas, aumentar los gastos de investigación y desarrollo y desarrollar el mercado del capital-riesgo.

Italia: Según las previsiones, la economía italiana sufrirá una ralentización en 2001 pero se acelerará de nuevo en 2002. Según el programa de estabilidad, el déficit público mejorará en 2001 y 2002, para llegar a anularse en 2003. El Gobierno deberá velar por que estos objetivos se cumplan, y, particularmente, deberá compensar las pérdidas de ingresos derivadas de una reducción de la presión fiscal mediante reducciones de los gastos y una mayor racionalización, y tendrá que aprovechar todas las ocasiones para acelerar la reducción del coeficiente de deuda pública, que aún es demasiado elevado. Deberá reforzarse el pacto de estabilidad interna para controlar los gastos a todos los niveles de la Administración. Para garantizar la viabilidad de la hacienda pública a largo plazo es necesario un examen del sistema de jubilación.

En cuanto al mercado de trabajo, se invita a Italia a garantizar que la evolución de los salarios tenga más en cuenta la productividad, garantizar la flexibilidad del mercado de trabajo y reformar la fiscalidad del trabajo y las cotizaciones de la Seguridad Social, especialmente para los salarios bajos. El Gobierno deberá perseguir un aumento de los gastos privados en investigación y desarrollo y difusión de las TIC, continuar la liberalización del sector energético, reducir las trabas administrativas que afrontan las empresas, aumentar la competencia y desarrollar el mercado del capital-riesgo, particularmente, disminuyendo las restricciones para los inversores institucionales.

Luxemburgo: El crecimiento económico, alimentado por una fuerte demanda interna, se situará alrededor del 5 % del PIB en 2001 y 2002. Durante estos dos años el superávit presupuestario bajará a una cifra comprendida entre el 3 % y el 4 % del PIB como consecuencia de la reforma fiscal. El Gobierno deberá aplicar una política presupuestaria más restrictiva para neutralizar las presiones inflacionistas y vigilar de cerca los gastos públicos.

En el mercado de trabajo, Luxemburgo deberá aumentar su tasa de empleo, especialmente para las mujeres y los trabajadores de más edad. Se aconseja realizar la reforma de la legislación de competencia para, de esta forma, poner fin a los precios fijos y administrados.

Países Bajos: Los resultados macroeconómicos recientes de los Países Bajos son notables. Se prevé un aumento de la actividad económica de aproximadamente el 3 % en 2001 y 2002. Según el programa de estabilidad, el superávit público deberá bajar al 0,7 % en 2001 como consecuencia de las reformas fiscales. El Gobierno deberá vigilar los gastos públicos para contener las presiones inflacionistas y mejorar los resultados de la hacienda pública en 2002 respecto de 2001. Los márgenes presupuestarios deberán utilizarse para acelerar la reducción de la deuda pública.

En el mercado de trabajo, se invita al Gobierno a proseguir su reforma de los sistemas tributario y de prestaciones para hacer más atractivo el trabajo desde el punto de vista financiero. Los Países Bajos deberán promover la utilización de las TIC, crear un clima más favorable a la innovación, liberalizar más los mercados del gas, la electricidad, las redes de cable y los transportes públicos y desarrollar el mercado del capital-riesgo.

Austria: Para 2001 se espera un crecimiento de la actividad económica de aproximadamente el 2,5 %, que se mantendrá en 2002. Se está desarrollando un programa de saneamiento presupuestario y, según el programa de estabilidad, el déficit público deberá bajar al 0,75 % en 2001, para llegar a un presupuesto equilibrado en 2002. Se invita al Gobierno a ejecutar estrictamente los presupuestos a todos los niveles de la Administración con el fin de alcanzar los objetivos del programa de estabilidad, reducir durante los años siguientes la presión fiscal sin poner en peligro el saneamiento presupuestario y reformar el sistema de jubilación y el sistema sanitario para poner fin al alza de los gastos y hacer frente al envejecimiento de la población.

En el mercado de trabajo, Austria deberá tomar medidas para incitar a los trabajadores de más edad a mantenerse en actividad. Además, se aconseja incorporar las directivas comunitarias relativas a la contratación pública, abrir la contratación pública a la competencia, fomentar la economía del conocimiento, aumentar la oferta de mano de obra cualificada en el ámbito de las TIC y desarrollar el mercado del capital-riesgo, particularmente, disminuyendo las restricciones para los inversores institucionales.

Portugal: Se prevé una ralentización de la actividad económica en 2001 y 2002, con una tasa de crecimiento ligeramente superior al 2,5 %. Según el programa de estabilidad, el déficit se reducirá al 1,1 % en 2001 y al 0,7 % en 2002. El Gobierno deberá alcanzar el objetivo presupuestario para 2001 y, con este fin, vigilar estrictamente los gastos corrientes, preparar un presupuesto para 2002 encaminado a una reducción del déficit más rápido de lo previsto en el programa, preferentemente reduciendo los gastos, y reformar la Seguridad Social y el sistema sanitario.

En cuanto al mercado de trabajo, se invita a Portugal a invertir más en los sistemas educativo y de formación, promover la calidad de los puestos de trabajo y modernizar las instituciones del mercado de trabajo. Además, se aconseja aumentar el nivel de inversiones en investigación y desarrollo, promover la difusión de las TIC, reducir las ayudas estatales, liberalizar el sector de la energía y desarrollar el mercado del capital-riesgo, especialmente, disminuyendo las restricciones para los inversores institucionales.

Finlandia: Para 2001 y 2002 se prevé un crecimiento de la economía finlandesa de aproximadamente el 4 %. El presupuesto registra amplios superávit y, según el programa de estabilidad, parece posible a medio plazo un superávit de aproximadamente el 4 % del PIB. El Gobierno deberá cumplir los objetivos de gasto y mantener los superávit en 2001 y en años siguientes a fin de hacer frente al envejecimiento de la población, que constituye un problema particularmente acusado en Finlandia. Debe proseguirse la política de reducción de la deuda, debiendo aumentarse la edad efectiva de jubilación.

En lo que se refiere al mercado de trabajo, se invita al Gobierno a reducir los tipos impositivos, sobre todo los aplicables a los salarios bajos, adaptar las prestaciones sociales para incitar más a los trabajadores a aceptar puestos de trabajo y a mantenerse en la población activa, y también incrementar la eficacia de los programas de medidas activas en favor del empleo. Por otra parte, se aconseja respetar mejor la reglamentación en materia de contratación pública, reforzar la competencia en los sectores de construcción, distribución y medios de comunicación social y desarrollar el mercado del capital-riesgo.

Suecia: Se observa una cierta ralentización de la actividad económica, previéndose un crecimiento del 2,7 % en 2001 y del 3 % en 2002. Según el programa de convergencia, el superávit presupuestario deberá alcanzar el 3,5 % y el 3,3 %, respectivamente, en dichos años. Se invita al Gobierno a mantener unos superávit públicos elevados en 2001 y en años siguientes, proseguir en 2002 su política de reducción de los impuestos, respetando al mismo tiempo el objetivo de lograr un superávit presupuestario del 2 % a medio plazo y reducir la deuda pública.

En cuanto al mercado de trabajo, se recomienda a Suecia garantizar la eficacia de los programas de medidas activas en favor del empleo y proseguir la reforma de los sistemas tributario y de prestaciones. Por otra parte, habrá que mejorar el cumplimiento de la normativa de contratación pública y la competencia en los sectores del transporte aéreo y de la industria farmacéutica. Además, se invita a Suecia a desarrollar el mercado del capital-riesgo adaptando el marco fiscal.

Reino Unido: Se prevé un crecimiento económico del 2,7 % en 2001 y del 3 % en 2002. Las recientes previsiones presupuestarias indican un superávit del 1,7 % del PIB para el ejercicio 2000-2001 (sin tener en cuenta los ingresos procedentes de las licencias UMTS), que bajará al 0,5 % durante el ejercicio siguiente, pasándose posteriormente a registrar un ligero déficit. El Gobierno deberá velar por el logro de los resultados previstos, y, según se ha anunciado, podría duplicar la inversión pública, sin dejar de respetar las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Por lo que respecta al mercado de trabajo, se invita al Reino Unido a reforzar las medidas destinadas a las personas más expuestas al riesgo de desempleo y a reformar los sistemas de prestaciones con objeto de ofrecer los incentivos necesarios. Además, se aconseja aumentar el bajo nivel de productividad, intensificar la competencia en los servicios bancarios y los servicios postales, aumentar la oferta de mano de obra cualificada en el ámbito de las TIC, aumentar las inversiones en sector del transporte público y alentar a los fondos de pensiones a jugar un papel más importante en el desarrollo del mercado del capital-riesgo.

4) medidas de aplicación

5) trabajos posteriores

Informe de la Comisión sobre la aplicación de las orientaciones generales de la política económica para 2001 [COM (2002) 93 final - no publicado en el Diario Oficial].

Visión general de los principales ámbitos de actuación

Aplicación de las políticas macroeconómicas. El marco macroeconómico se deterioró mucho más de lo previsto en 2001 como consecuencia de las diversas crisis económicas y los ataques terroristas del 11 de septiembre, lo que llevó a un parón del crecimiento económico hacia finales del año. Durante el año, la creación de empleo sufrió una ralentización, aunque se mantuvo positiva, y bajó la inflación.

En vista de la disminución de los riesgos que se cernían sobre la estabilidad de precios, las autoridades monetarias disminuyeron los tipos de interés en varias ocasiones. La situación presupuestaria se deterioró como consecuencia de la ralentización económica, bajo la influencia de los estabilizadores automáticos del presupuesto y a causa de las reformas fiscales emprendidas en algunos países. De 2000 a 2001, el déficit público aumentó del 0,1 % del PIB al 0,5 % en la UE, y del 0,8 % al 1,1 % en la zona del euro (sin tener en cuenta los ingresos procedentes de las licencias UMTS). Únicamente Grecia, España, Italia y Austria registraron mejoras en 2001 respecto de 2000.

La evolución de los salarios nominales se mantuvo moderada en 2001, mientras que la zona del euro registró un aumento de salarios reales ligeramente superior al aumento de la productividad del trabajo.

Calidad y viabilidad de las finanzas públicas. La proporción de los gastos públicos en el PIB se ha reducido, al mismo tiempo que se ha mantenido constante la inversión pública en numerosos Estados miembros, lo que favorece el crecimiento y el empleo. Un número creciente de Estados miembros han emprendido reformas encaminadas a un mejor control de los gastos, mediante programas plurianuales y acuerdos entre diferentes niveles de la Administración. La viabilidad de las finanzas a largo plazo ha registrado progresos desiguales según el Estado considerado. Un gran número de Estados miembros han alcanzado situaciones de superávit presupuestario, mientras que otros (Alemania, Francia, Italia y Portugal) aún tienen camino por recorrer. Varios Estados miembros han seguido con éxito reformas de los sistemas de jubilación, que se hacen acuciantes teniendo en cuenta el envejecimiento de la población.

Mercado de trabajo. El mercado de trabajo se ha visto afectado por el contexto económico y la creación de puestos de trabajo ha bajado al 1,1 %, mientras que la tasa de paro ha disminuido ligeramente hasta el 7,8 % a final de año. La situación varía según los Estados miembros. Numerosos países han reformado sus sistemas tributarios, reduciendo la presión fiscal sobre el trabajo, especialmente sobre los salarios bajos. Las reformas actuales de los sistemas de prestaciones no están suficientemente encaminadas a reforzar los incentivos para el trabajo. Se han tomado escasas medidas tendentes únicamente a aumentar la movilidad geográfica entre Estados miembros o dentro de éstos. España, Grecia y Portugal están llevando a cabo una reforma general de su sistema educativo. La mayoría de los países tienen dificultad para que sus programas de medidas activas en el mercado de trabajo alcancen mejor a sus destinatarios. La gestión del tiempo de trabajo se ha hecho más flexible en los últimos años en algunos Estados miembros (trabajo a tiempo parcial, contratos de duración determinada, trabajo temporal, trabajo a distancia).

Mercados de productos (bienes y servicios). Los progresos realizados han sido desiguales. Los mercados de bienes están cada vez más integrados. Se ha aumentado la incorporación de las directivas relacionadas con el mercado interior. Sin embargo, aún persisten obstáculos a los intercambios transfronterizos en lo que se refiere a algunos productos específicos. En cambio, apenas se ha avanzado en la creación de un mercado interior de servicios. Se ha proseguido la apertura de la contratación pública. El reforzamiento de la competencia ha entrañado una baja de precios en los sectores de telecomunicaciones y electricidad. No obstante, persisten diferencias entre Estados miembros y entre sectores. La liberalización de los servicios postales y del transporte ferroviario ha avanzado en menor medida. La cifra total de las ayudas estatales, sólo disponible con un cierto retraso, ha seguido disminuyendo en una gran mayoría de Estados miembros, y se ha aumentado la transparencia. La media de la UE ha bajado al 1,2 % del PIB en 1997-1999.

Eficacia e integración de los mercados financieros de la UE. La regulación de los mercados europeos de valores mobiliarios ha avanzado bien con el acuerdo del Parlamento Europeo sobre el enfoque propuesto en el informe del Comité de Sabios. Ha progresado considerablemente la aplicación del Plan de acción sobre servicios financieros, así como el desarrollo del Plan de acción sobre capital-riesgo. Varios Estados miembros han tomado medidas para desarrollar el mercado del capital-riesgo.

Espíritu de empresa. Se han tomado numerosas medidas para reducir la carga administrativa que pesa sobre las empresas, fomentar la creación de empresas o facilitar el acceso de las PYME a la financiación. No obstante, persisten diferencias entre los Estados miembros, especialmente en el ámbito fiscal. La mayoría de los Estados ha adoptado medidas en apoyo de las empresas jóvenes y las PYME. Se han emprendido iniciativas para reducir la presión fiscal sobre las empresas.

Economía del conocimiento. Los Estados miembros han adoptado diversas medidas para aumentar las inversiones de las empresas en investigación y desarrollo. En cambio, no se ha cumplido el calendario para establecer las modalidades de concesión de la patente comunitaria. En cuanto a las TIC, su utilización sólo ha registrado un ligero incremento en comparación con los años anteriores. La disociación del bucle local apenas ha avanzado. A pesar de la baja de los precios de utilización de Internet y del aumento de su difusión entre las familias, la UE no ha eliminado su retraso respecto de los Estados Unidos. La difusión de Internet en las escuelas es superior al 70 % en la mayoría de los Estados miembros. Numerosos Gobiernos han tomado medidas para aumentar el número de expertos en TIC y aumentar los conocimientos básicos de los ciudadanos.

Desarrollo sostenible. Se han emprendido numerosas iniciativas, especialmente, la Directiva sobre los derechos de emisión y el Libro Blanco sobre la política europea de transportes. A escala de los Estados miembros se observan los siguientes progresos: el Reino Unido y Dinamarca ya han introducido un sistema de permisos de emisión negociables y otros países están examinando estos proyectos. Aunque los Estados miembros han adoptado diferentes medidas encaminadas a un desarrollo sostenible, apenas han progresado los debates relativos a la fiscalidad sobre la energía .

Evaluación por Estado miembro

Bélgica. Bélgica ha progresado en la aplicación de las recomendaciones presupuestarias. Se han realizado ciertos avances en la reforma del mercado de trabajo, pero no se han dado pasos importantes hacia una mayor flexibilidad de los salarios. Se han registrado progresos en los mercados de productos y avances importantes en el mercado de capitales.

Dinamarca. El Gobierno danés ha aplicado bien las recomendaciones presupuestarias de las OGPE de 2001, mientras que las orientaciones para el mercado de trabajo no han dado lugar a nuevas medidas en 2001. Se han realizado progresos en los mercados de productos y de capitales.

Alemania. Se han realizado progresos en la aplicación de las recomendaciones presupuestarias, aunque los déficit hayan aumentado como consecuencia de la ralentización económica y de las reformas fiscales. Se han logrado ciertos avances en el mercado de trabajo, la Ley "Job Aktiv" es un primer paso en la buena dirección pero aún queda camino por recorrer. El Gobierno ha seguido bien las recomendaciones relativas a los mercados de productos y también se han realizado progresos en los mercados de capitales.

Grecia. Se han realizado progresos en el ámbito presupuestario que han llevado a una mejora significativa de la situación de la hacienda pública. Apenas se ha iniciado la reforma de la Seguridad Social. En cuanto al mercado de trabajo, Grecia ha avanzado con la aplicación de las recomendaciones. En los mercados de productos también se observa cierto número de avances, aunque quedan ámbitos, tales como la investigación y desarrollo y la competencia, en los que Grecia progresa lentamente. En cuanto al mercado de capitales, se han logrado progresos.

España. España ha aplicado bien las recomendaciones presupuestarias, habiendo alcanzado probablemente un presupuesto equilibrado en 2001. Se han logrado progresos en el mercado de trabajo y se han alcanzado importantes avances en los mercados de productos y de capitales.

Francia. Francia ha progresado en la aplicación de las recomendaciones presupuestarias a pesar de que se ha ralentizado un poco el ajuste presupuestario. Se han logrado algunos avances en el mercado de trabajo, pero ninguno en lo que se refiere a la protección del empleo. En el mercado de productos, Francia ha progresado ligeramente. En cuanto a los mercados de capitales, se han observado avances.

Irlanda. El Gobierno irlandés ha logrado progresos satisfactorios en la aplicación de las recomendaciones presupuestarias. Irlanda ha registrado de igual manera avances en la reforma del mercado de trabajo, importantes avances en el mercado de productos y algunos avances en los mercados de capitales.

Italia. Italia ha realizado avances presupuestarios, habiéndose proseguido el saneamiento. La aplicación de las recomendaciones relativas al mercado de trabajo ha progresado ligeramente. En cuanto a los mercados de productos y capitales, el Gobierno también ha tomado medidas encaminadas a aplicar las recomendaciones de las OGPE.

Luxemburgo. El Gobierno luxemburgués ha seguido correctamente las recomendaciones presupuestarias. Se puede constatar cierto progreso en el mercado de trabajo pero es criticable la aplicación de las recomendaciones en los mercados de productos.

Los Países Bajos. En términos generales, los Países Bajos han aplicado bien las recomendaciones presupuestarias. Respecto al mercado de trabajo se pueden observar ciertos progresos pero aún no se ha reformado el régimen de invalidez. Se han logrado avances significativos en los mercados de productos y ciertos avances en los mercados de capitales.

Austria. El Gobierno austríaco destaca por los progresos notables de la aplicación de las recomendaciones presupuestarias. Además, se ha registrado una evolución en los mercados de trabajo y de productos e importantes avances en los mercados de capitales.

Portugal. Por lo que se refiere a la aplicación de las recomendaciones presupuestarias, Portugal ha progresado globalmente aunque el déficit haya aumentado como consecuencia de la ralentización económica. También se han registrado progresos en el mercado de trabajo a pesar de que la legislación de protección del empleo no se ha hecho más flexible. Los avances en los mercados de productos han sido satisfactorios y resultan patentes determinados progresos en los mercados de capitales.

Finlandia. En líneas generales, Finlandia ha progresado en cuanto a la aplicación de las recomendaciones presupuestarias y su hacienda pública se mantiene saneada. En lo referente al mercado de trabajo, se contempla una progresión relevante, habiéndose procurado reducir la tasa de desempleo estructural. Asimismo, se pueden observar determinados avances en los mercados de productos y de capitales.

Suecia. Se han respetado bien las recomendaciones presupuestarias de las OGPE. Suecia también ha progresado en el mercado de trabajo. En cambio, la aplicación de las recomendaciones para el mercado de productos ha sido limitada, no habiéndose tomado ninguna medida para aumentar la competencia en sectores específicos. En los mercados de capitales se han logrado algunos avances.

El Reino Unido. Se puede observar el desarrollo en la aplicación de las recomendaciones presupuestarias. En el mercado de trabajo existen avances significativos, habiéndose efectuado igualmente algunos progresos en los mercados de productos y de capitales.

Última modificación: 30.09.2002

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